Soraya Ferrando
LOS COLORES DE
SASHARISSA
LOS COLORES DE SASHARISSA © Texto: Soraya Ferrando © Ilustraciones: Editorial Gunis © Diseño & Maquetación: Editorial Gunis Editorial Gunis info@editorialgunis.com www.editorialgunis.com Reservados todos los derechos.
Soraya Ferrando
LOS COLORES DE
SASHARISSA
¡Hola! Hoy os voy a contar la leyenda de Sasharissa, una brujita con más poder del que podría imaginar. Nuestras vidas se cruzaron cuando ella era una niña y ya no nos hemos separado. Su historia empieza un poco antes de conocernos… Sasharissa es una brujita de 6 años y le gusta jugar en el jardín, volar con su escoba y coger muchas plantas para las pócimas que prepara. Llega el verano y deja de ver a sus amigos del cole, pasa más tiempo con su familia y con el Aquelarre, su grupo de brujas.
-Cómo me gustan las canciones y las burbujas de colores de los rituales. Pero siempre tenemos que ir de negro y a mí me aburre, no me gusta nada. Además las brujas parecen muy serias y algunas me dan un poco de miedo. -Tengo ganas de que sea mi cumple, a los 7 se celebra un ritual super importante para una bruja, se sella un lazo mágico con un compañero animal de por vida, mi mamá dice que son espíritus familiares que nos protegen, y esta unión es tan fuerte, que se comparten pensamientos y sentimientos sin hablar.
Se acercaba la luna llena y Sasharissa salió a volar con su escoba por el jardín, probaba giros y vueltas, se la veía disfrutar un montón y en un descuido prfprfprf… se cayó! Estaba lejos de casa y su familia no podía escuchar su lloro. Entre las hierbas me iba acercando para saber cómo estaba, tenía que ayudarla. Se había hecho una pupa en la pierna y lloró hasta que me vio. -OOhhh pero que hurona tan blanca y bella, te llamaré Linda. Me enrolle en su pierna para darle calor y Sasharissa se soplo en la herida como su mamá le enseñó. Poco a poco se sentía más fuerte y con menos dolor. Contenta de haber encontrado a una nueva amiga fuimos juntas a su casa volando.
(En casa) Sasharissa: - Papá, mamá!! Creo que he encontrado a mi compañera!! Mirar que bonita es. Padres: - Como? S: - Siiii! ha venido a ayudarme cuando estaba mal. Padres: - Pero qué dices!, ¿una hurona? Todavía faltan unos meses para tu cumpleaños, ya aparecerá tu gato. S: - Pero…siento que es ella, de verdad! Padres: - Vale ya, sacala de casa, sabes que el compañero siempre es un gato negro. Las tradiciones son importantes y hay que seguirlas. S: - Siempre con el negro y las tradiciones, lo odio!
La brujita se enfado tanto que fue corriendo a su cuarto, apretaba muy fuerte su varita y de un movimiento ... POMM! Se cerró la puerta. Seguía tan enfadada que dio un grito y volvió a agitar la varita, entonces se abrió la ventana y entró un viento que la envolvió como en un huracán. Al momento se quedó sin fuerzas y cayó en la cama.
Cuando se recuperó, abrió los ojos y…. o ooo… Qué desastre!! Todo a su alrededor era en blanco y negro. Parece que en su enfado, había atrapado en su varita todos los colores del mundo. Trató de mover su varita para arreglarlo, pero no funcionaba una y otra vez lo intentaba pero nada de nada, todo seguía igual, sin colores. Se acurruco en la cama triste, llorando y preguntándose S: - Solo yo puedo arreglar esta maldición, pero no sé cómo…) En ese momento entré por la ventana, di una vuelta alrededor de Sasharissa y sentí que tenía que subir a la rueca de la brujita. S: - ¿Cómo puedes saber que tejer en la rueca me ayuda a pensar y a relajarme?
Entonces se acercó, colocó su varita para enrolar el hilo, se sentó y empezó a tejer. Poco a poco fue pensando en el brillo del sol, en como los granos de maíz se convierten en las palomitas que tanto le gustan, en el movimiento de los girasoles, en la pocima de limón que le prepara mamá cuando está malita y en lo graciosos que son los pollitos saltando y corriendo con estas patitas tan finas. Tan concentrada que ni se había dado cuenta, se quedó sin hilo y el ovillo que había terminado… Bualaaa! Era AMARILLO!!! De esta manera supo como conseguiría el resto de colores y empezó a pensar y a sentir todas las cosas de colores que había por el mundo.
Continuó con el VERDE, el miedo que le dan los cocodrilos, la suerte que da encontrar un trébol de 4 hojas o lo que pinchan los captus… El MORADO, en cómo le relaja el olor de la lavanda, las preciosas mariposas que revolotean por el jardín, en como se tiñe su boca cuando come moras y arándanos. En el ROJO, cuando se hizo pupa y le salió un poco de sangre, los divertidos almuerzos con sus amigos poniéndose las cerezas como pendientes o en lo mucho que pican las guindillas, cuando se las come papa luego parece una estufita. ¿En qué pensaría la brujita con el color naranja?, ¿y azul?, ¿y marrón? Mientras estaba hilando, se dio cuenta de todas las cosas en su vida que tenían color y que podía disfrutar de ellos….y sobre todo, del trabajo y esfuerzo que suponía arreglar el desastre que en un momento había causado.
Por fin tuvo todos los colores listos y ahora era el momento de repartirlos por el mundo, asique los metiĂł en un gran bolso, se puso sobre la escoba y me subĂ para acompaĂąarla en su gran viaje.
Recorrimos el planeta y desde las alturas devolvimos los colores a donde pertenecĂan.
Al volver estaba agotada pero tan maravillada de volver a ver tanto color, que se quedó admirando el paisaje un momento. La brujita estaba tan contenta y emocionada de tanta luz, color y vida a su alrededor, que una lagrima cayó en su varita y un hermoso arcoíris salió del cristal, primero le rodeó y después salió al cielo recorriendo todo el planeta.
terminar se sorprendió al mirarse al espejo… su cabello se había teñido de todos los colores que había visto en esa ráfaga tan bonita. Desde ese momento a Sasharissa se la conoce como la BRUJITA ARCO IRIS.
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