El Legado del
MENCEY
ÍNDICE
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PRÓLOGO
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SALUDA
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TENERIFE, MIL FORMAS DE SER FELIZ
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SANTA CRUZ, CRÓNICA DE UNA ÉPOCA
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HOTEL MENCEY, EL SÍMBOLO
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VISITANTES ILUSTRES
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IBEROSTAR GRAND HOTEL MENCEY, GLAMOUR DEL SIGLO XXI
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IBEROSTAR, THE GRAND COLLECTION
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EPÍLOGO
PRÓLOGO
“Un mito no se construye en un día, sino en muchos días que se van convirtiendo en muchos años, más de sesenta ya en el caso del Mencey”
EL MENCEY, UN SEGUNDO HOGAR
A
la hora de elaborar la presente edición de El Legado del Mencey, ha sido curioso comprobar cómo muchas de las personas entrevistadas se han referido al hotel como su “segundo hogar”. Desde visitantes ilustres a empleados de distintas generaciones, pasando por habitantes de Santa Cruz y viajeros ocasionales, a todos sin excepción se les ha iluminado la cara al recordar su paso por el mítico establecimiento, rememorando desde la nostalgia, siempre en clave positiva, un sinfín de anécdotas que se recogen en el libro y que hablan de la grandeza del Mencey, del simbolismo que representa para la ciudad y para sus habitantes. Y de la falta que le hace a Santa Cruz de Tenerife que “su” hotel, del que se siente tan orgullosa, recupere el pulso diario y el brillo de sus cinco estrellas centelleantes. Un mito no se construye en un día, sino en muchos días que se van convirtiendo en muchos años, más de sesenta ya en el caso
del Mencey. Seis décadas de excelencia, de servicio exquisito, de sosiego y luz, de lujo y delicia; de ser un “segundo hogar” para tantos huéspedes que encontraron entre las paredes de sus habitaciones, y en la calma templada de sus jardines y terrazas, la paz del alma, la alegría de la vida, el sentimiento de que el mundo puede ser un lugar fantástico cuando uno se encuentra en el Mencey. Para el Grupo Iberostar significa un hermoso reto volver a elevar al Mencey a la cima de los grandes hoteles europeos, algo para lo que no se han escatimado esfuerzos, incluyéndolo en la categoría The Grand Collection, que engloba a los hoteles más lujosos de la compañía. Con el saber hacer de los grandes profesionales que conforman la plantilla del hotel, la llegada de huéspedes de todas partes del planeta y la interactuación con los habitantes de Santa Cruz, sin duda el Iberostar Grand Hotel Mencey seguirá siendo el referente social de primera categoría que esta ciudad y esta isla merecen.
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SALUDA
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uando hace dos años en Iberostar nos propusimos apostar de manera firme por el sector urbano-vacacional, el Hotel Mencey se convirtió de inmediato en un pilar fundamental de nuestra estrategia, pues reunía todas las características que en nuestra compañía nos gusta valorar: historia, tradición, calidad y servicio. La importante inversión realizada en la reforma del Mencey habla por sí sola del compromiso de Iberostar con un destino de enorme potencial como es Santa Cruz de Tenerife. Desde ahora el Iberostar Grand Hotel Mencey entra en la exclusiva categoría The Grand Collection, que como saben reúne a los establecimientos de Gran Lujo de Iberostar. Y junto al recientemente inaugurado Iberostar Grand Hotel Budapest, pasa a formar parte de este sector urbano-vacacional en el que tantas esperanzas tenemos depositadas. No tengo ninguna duda de que la combinación de calidad y servicio exquisito que siempre han sido señas de identidad del hotel, combinadas con las más avanzadas innovaciones, situarán al Mencey en primera línea de la hostelería internacional. Además, desde Iberostar Hotels & Resorts queremos reforzar el histórico papel que ha desempeñado el Mencey como uno de los principales protagonistas de la vida social de Santa Cruz en los últimos 60 años, convirtiéndolo en un espacio atractivo, dinámico y abierto a la ciudad, del que puedan disfrutar tanto los santacruceros como los clientes más exigentes llegados desde cualquier parte del mundo. Este libro que ahora tiene en sus manos, El Legado del Mencey, engloba algunos de los momentos más memorables vividos en el hotel durante más de seis décadas, además de repasar aspectos fundamentales de la cultura, la historia, la sociedad, la oferta de ocio y gastronomía de la ciudad y de la isla. Espero que lo disfruten y verles muy pronto por aquí.
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MIGUEL FLUXÁ ROSSELLÓ Presidente Ejecutivo del Grupo Iberostar
SALUDA
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ace más de seis décadas que la silueta del Hotel Mencey forma parte del paisaje urbano de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. El 8 de abril de 1950 fue inaugurado el que ha sido y sigue siendo un emblema y un referente hotelero en la isla y, todavía hoy, el único establecimiento de cinco estrellas de la capital tinerfeña. El álbum de recuerdos del hotel recoge las fotografías de la historia de Santa Cruz porque sus muros han sido testigos de los acontecimientos más importantes de la ciudad a lo largo de los últimos decenios. De ahí que, sin duda, el establecimiento forme parte ya del patrimonio no sólo arquitectónico, sino también emocional del pueblo de Santa Cruz. Sin embargo, un hotel es, por encima de todo, un proyecto empresarial. Y como tal, ha de ser competitivo, por lo que su mantenimiento, renovación y adaptación a las nuevas exigencias de la oferta y del mercado deben formar parte de los objetivos y prioridades de sus responsables. En ese sentido, la rehabilitación del Hotel Mencey llevada a cabo por la cadena Iberostar respeta la esencia del histórico establecimiento, y lo sitúa en condiciones de competir en un nuevo mercado de calidad, de mayores exigencias, de excelencia, en definitiva. Es precisamente en ese terreno, en la apuesta por la renovación y la rehabilitación como vía para aumentar la competitividad de nuestra oferta turística, donde el Gobierno de Canarias trabaja codo a codo con el sector privado para garantizar entre todos el liderazgo turístico de las Islas. La renovación del Hotel Mencey es un ejemplo a seguir en ese objetivo que persigue la calidad, la innovación y la competitividad. Felicidades a los responsables de Hotel Mencey por esta renovación, enhorabuena por el resultado y gracias por contribuir a mantener un emblema y un símbolo de Santa Cruz y de Canarias.
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PAULINO RIVERO Presidente del Gobierno de Canarias
SALUDA
T
enerife recupera uno de sus mayores activos. El Mencey es más que un hotel: es un referente no sólo para la ciudad de Santa Cruz sino para la Isla en general, ya que goza del reconocimiento de toda la sociedad tinerfeña y de todos aquellos que, en alguna ocasión, han tenido la fortuna de alojarse en este auténtico emblema urbano. Ya han pasado más de 60 años desde su inauguración en el año 1950, pero todavía hoy, hablar del Hotel Mencey sigue siendo sinónimo de calidad, de clase y de comodidad. El paso del tiempo no ha mermado ni una sola de las cualidades que, durante estos años, han permanecido inalterables como sello distintivo de la casa. Al contrario, los años han enriquecido sus bondades y han hecho que con el tiempo haya mejorado. Para el Cabildo -promotor histórico de la idea, en la década de los 40 del siglo pasado- el Mencey siempre ha sabido representar la unión perfecta entre la tradición y la modernidad, entre la elegancia y la funcionalidad, entre la clase y la comodidad que es, en definitiva, lo que buscan quienes visitan nuestra Isla y deciden alojarse en este señero edificio en pleno centro urbano. El Hotel Mencey fue desde su construcción y continúa siendo -todavía hoy- un oasis en medio de la ciudad. Como presidente del Cabildo de Tenerife, deseo que el Mencey siga preservando el esplendor que alcanzó en los años 60 y que lo convirtió en un auténtico referente no sólo nacional sino internacional. Desde aquí, auguro todo lo mejor al Hotel Mencey y a sus responsables -que han querido adaptarse a los tiempos e imprimir modernidad a la tradición- así como a todos sus trabajadores que son quienes hacen la vida más fácil a quienes nos visitan. Muchas gracias a todos.
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RICARDO MELCHIOR Presidente del Cabildo de Tenerife
SALUDA
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s el hotel por excelencia de Santa Cruz y entre sus paredes se han escrito muchas páginas de la pequeña gran historia de nuestra ciudad durante el último medio siglo. El Mencey ha sido, si no el hogar, sí el refugio donde los más ilustres visitantes del mundo de la realeza, la política, el deporte, la cultura o la ciencia han recalado en Tenerife, convirtiéndose así en referencia obligada dentro y fuera de nuestra isla en cuanto a calidad y confort, pero sobre todo a un término que es “marca de la casa”: la hospitalidad. Algo que tiene que ver mucho más que con el lujo y la elegancia, con la amabilidad, el buen trato, el calor humano y esa sonrisa, esa palabra, ese gesto y ese cariño que te hacen sentir literalmente en tu propia casa. Pero es que esa hospitalidad no se ha dirigido sólo a nuestros visitantes. El Mencey ha sido siempre, además, una casa de puertas abiertas y punto de reunión para los propios chicharreros: para organizar un congreso o una reunión, para ofrecer una rueda de prensa, para celebrar una boda o cualquier acontecimiento social o familiar, para transmitir una entrevista radiofónica o simplemente para tomar un café en un ambiente cordial y distendido. El Hotel Mencey luce con orgullo el legado de su historia, pero mira con enorme ilusión hacia su futuro. El impulso institucional del Cabildo ha supuesto un motor fundamental para que el Mencey recupere un papel protagonista en la dinamización de una ciudad que quiere sentirse protagonista y muy viva en su actividad económica y social. Abre de nuevo sus puertas el Hotel Mencey a todos sus visitantes, con la hospitalidad de siempre y sus renovados servicios. Y Santa Cruz de Tenerife abre sus brazos al Hotel Mencey, porque es una forma de demostrar una vez más que está abierta al mundo.
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JOSÉ MANUEL BERMÚDEZ Alcalde de Santa Cruz de Tenerife
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TENERIFE
m i l f o rm as d e s e r f e l i z
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El Parque Nacional del Teide recibe tres millones de visitantes anuales.
Tenerife cuenta con nueve campos de golf repartidos por toda la isla.
Colores y texturas caracterizan las creaciones gastron贸micas de la isla.
Los balcones son la se帽a de identidad de la arquitectura canaria.
TENERIFE, MIL FORMAS DE DISFRUTAR
“Actividades como el golf, los deportes náuticos, el senderismo o el paseo por enclaves históricos se complementan con el arte, la arquitectura, la gastronomía y las tradiciones populares”
UN DESTINO PRIVILEGIADO
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enerife es un destino privilegiado, un sueño tanto para el visitante que se acerca a descubrir sus múltiples encantos, como para los habitantes de esta isla tranquila, de agradable clima todo el año y rebosante luz. A menos de dos horas y media en avión desde la Península, las conexiones aéreas son numerosas a través de sus dos aeropuertos internacionales –el de Los Rodeos queda a menos de 20 minutos en coche del Iberostar Grand Hotel Mencey-, además de contar con uno de los mayores puertos de recepción de cruceros de España. La Naturaleza es uno de los grandes alicientes de Tenerife. Con 48 espacios protegidos que ocupan el 47,5 por ciento de su territorio, destaca el Parque Nacional del Teide, declarado por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad y que con 3.718 metros es el pico más alto de España. En cuanto a sus aguas, es posible navegar entre ballenas y delfines, pues existen colonias estables de ambos que hacen las delicias de todos los que las visitan en excursiones programadas. Las playas volcánicas son otro de los encantos de la isla. Una de las más populares, al sur, es la de La Arena (Santiago del Teide). Mientras, las piscinas naturales de Bajamar y Punta del Hidalgo (La Laguna), o el complejo de piscinas de Lago Martiánez (Puerto de la Cruz), esperan a quienes prefieren disfrutar de un baño diferente y original.
Actividades como el golf –el Mencey tiene convenios con el Real Club de Golf de Tenerife, el segundo más antiguo de España-, los deportes náuticos, el senderismo o el paseo por enclaves históricos como La Laguna, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se complementan con otras actividades que en los últimos años han alcanzado niveles de excelencia en la isla: el arte, con el fabuloso Tenerife Espacio de las Artes (TEA) de Herzog & de Meuron; la arquitectura, sobresaliendo el emblemático Auditorio de Calatrava; y la gastronomía, con la recuperación de recetas tradicionales aplicadas a nuevas mezclas de sabores, desarrollando una cocina creativa y original muy apreciada a nivel internacional. Las fiestas de tradición popular, que encuentran su cénit en los Carnavales de Santa Cruz de Tenerife, famosos en el mundo entero, son otro reclamo tanto para los visitantes, ya vengan en pareja o en familia, pues la isla está perfectamente preparada para que unas vacaciones en familia se llenen de alicientes, con parques temáticos repartidos por toda la isla que se complementan con las playas, excursiones marinas, espacios recreativos, etc. Ir de compras por las sugerentes zonas comerciales de Santa Cruz y otros puntos es una actividad muy recomendable, que bien puede cerrarse con un broche de oro disfrutando del ocio nocturno que se encuentra en las animadas terrazas y clubes nocturnos de primera categoría hasta bien entrada la madrugada.
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Fotografía: Pablo Oromí
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La orografía de la isla hace que esta se convierta en escenario perfecto para practicar todo tipo de deportes.
Existen miles de rincones idóneos para disfrutar con los cinco sentidos.
Los senderistas pueden perderse por varias rutas hermosas y desafiantes.
El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife es uno de los más famosos del mundo.
La Romería a caballo del Agua Salada se celebra en honor a San Sebastián.
Tortugas marinas, ballenas y delfines hacen las delicias de los submarinistas.
Papas arrugadas con mojo, un clásico de la rica gastronomía canaria.
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SANTA CRUZ
cr贸nica de una 茅poca
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Calle de la Noria y la Torre de La Concepción.
La Rambla de Santa Cruz de Tenerife en la década de los 40.
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Mercado de Nuestra Señora de África, también conocido popularmente como La Recova.
SANTA CRUZ, CRÓNICA DE UNA ÉPOCA
SEÑAS DE IDENTIDAD
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ntes de adentrarnos en el relato del Hotel Mencey como emblema de Santa Cruz de Tenerife, procede recorrer un tramo de la historia que nos permita comprender mejor las raíces de esta tierra hasta día de hoy.
DEL MENCEYATO DE ANAGA AL BARRIO DE LOS HOTELES. Situémonos así en los últimos años antes de la conquista española, cuando la zona más oriental de la isla era un territorio de vegetación salvaje perteneciente al menceyato de Anaga, que gobernaba el Mencey Beneharo, nieto del mítico Tinerfe “El Grande” (el Mencey era, por tanto, el rey de los guanches de Tenerife, y de ahí toma el nombre nuestro hotel). Tras casi dos años de lucha, en abril de 1494 el Adelantado Alonso Fernández de Lugo, de la Marina española, desembarcó en la isla para clavar una cruz (que da nombre a la actual ciudad) en la arena y poner fin a la era guanche. A partir de entonces Santa Cruz se convirtió en uno de los puertos más importantes del Atlántico, paso ineludible para la flota que partió hacia América durante siglos. La evolución económica y social fue tal que en 1833 la ciudad adquirió el título de capital de la provincia de Canarias, a la vez que seguía
creciendo siempre alrededor del puerto. En paralelo comenzaron a proliferar hoteles para viajeros que, lejos de disfrutar de su estancia en el establecimiento, los usaban como meros aposentos. Hoteles como el Camacho, el Pino de Oro, el Quisisana –originario de principios del siglo pasado y reconvertido en 1941 en las Escuelas Pías-, o el Hotel Británico –posteriormente rebautizado como Battenberg– fueron los predecesores del Hotel Mencey, e incluso en algunos casos llegaron a coexistir constituyendo a mediados del siglo XX el llamado “Barrio de los Hoteles”. Era este “Barrio de los Hoteles”, según describen los autores de la época, un lugar carismático y elegante, en el que las casas señoriales presidían calles muy anchas; un barrio tranquilo sólo alterado por las bocinas de los pocos coches que lo transitaban, y cuya zona comprendía entre las calles Méndez Núñez, 25 de Julio, Robayna y Numancia. Sin embargo de todos los hoteles edificados, ninguno podía asemejarse al Mencey en cuanto a la innovadora idea con la que fue concebido y construido: la de convertirse en un centro de referencia del turismo de la isla y de disfrute vacacional, un enfoque que hasta entonces, comercialmente hablando, no se había contemplado.
“Hoteles como el Camacho, el Pino de Oro, el Quisisana y el Británico, predecesores del Mencey, constituyeron a mediados del siglo XX el exclusivo Barrio de los Hoteles”
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SANTA CRUZ, CRÓNICA DE UNA ÉPOCA
ESPLENDOR DE SANTA CRUZ
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es que entonces ya empezaban a dejarse ver por Tenerife y por Santa Cruz los primeros turistas extranjeros, visitantes que no venían a la isla por negocios, sino por el puro placer de conocer el lugar, sus costumbres, su gastronomía, la belleza de la ciudad, los tonos que colorean cada uno de sus rincones coloniales, las calles que todavía guardan la huella de los tiempos de marineros y comerciantes, de la agitada y pasional vida de entonces, alrededor de La Alameda del Duque, de la plaza del Príncipe, de la plaza de Weyler y La Recova, en las que palpita la esencia de los santacruceros. Se empezaron a descubrir y a valorar los edificios con arquitecturas de distintas épocas, como la Plaza de la Iglesia -primer espacio público de la ciudad donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de La Concepción, ejemplo de tradición mudéjar con su torre-, el Antiguo Hospital Civil, ubicado al otro lado del Barranco de Santos y que hoy es el Museo de la Naturaleza y el Hombre, la Plaza Isla de la Madera, trazado urbano del siglo XIX que acoge el Teatro Guimerá, y el antiguo mercado conocido como La Recova. Poco a poco la
“Entonces ya empezaban a dejarse ver por Tenerife y por Santa Cruz los primeros turistas extranjeros, visitantes que no venían a la isla por negocios, sino por el puro placer de conocer el lugar”
ciudad fue ganando en esplendor, como en el caso del Parque García Sanabria, un jardín botánico vivo que ayuda a la ciudad a disfrutar de un clima amable durante todo el año, justo al otro lado de la calle en la que se alza el Iberostar Grand Hotel Mencey. ESPACIOS EMBLEMÁTICOS. En el siglo XX, con la llegada de la modernidad y el boom demográfico, la ciudad extendió sus límites todo lo posible hasta convertirse en la gran urbe que es hoy. En esta época se vivió una revolución arquitectónica con la construcción del Auditorio Adán Martín, complejo artístico de estilo expresionista obra del arquitecto Santiago Calatrava. O con la remodelación de la Plaza de España a cargo de los arquitectos Herzog & De Meuron, quienes también han sido los artífices del Tenerife Espacio de las Artes (TEA), un complejo que alberga el museo contemporáneo Instituto Óscar Domínguez, el Centro de Fotografía Isla de Tenerife y la Biblioteca Municipal Central. Estas colosales obras han dado a Tenerife un aire decididamente cosmopolita, que convive a la perfección con el carácter añejo que desprenden muchos rincones de la ciudad.
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PLAZA DE ESPAÑA, REMODELACIÓN DE HERZOG & DE MEURON. La Plaza de España, originaria del siglo XX, fue remodelada por los prestigiosos arquitectos suizos Herzog & De Meuron para dar una nueva imagen del Santa Cruz actual. Se trata de una de las plazas más amplias del Archipiélago en la que conviven, en perfecta armonía, modernidad e historia.
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El Cabildo Insular de Tenerife y la Oficina principal de Correos, ubicados en la Plaza de España, son dos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
La Torre de La Concepción, del año 1500, es fiel reflejo del barroco canario.
El TEA Espacio de la Artes es uno de los nuevos iconos de Tenerife.
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AUDITORIO ADÁN MARTÍN, OBRA DE SANTIAGO CALATRAVA. Firme representante de la arquitectura de finales del siglo XX y actual referente de la ciudad. Perteneciente al Cabildo Insular de Tenerife, fue inaugurado en el año 2003 por S.A.R. el Príncipe de Asturias, convirtiéndose no solamente en centro de conciertos, sino en un espacio polivalente que acoge conferencias y topo tipo de eventos.
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HOTEL MENCEY e l s í m b o lo
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La apertura del Mencey en 1950 supuso para Santa Cruz el nacimiento de un s铆mbolo. Desde entonces la relaci贸n entre la ciudad y el hotel ha sido muy especial.
HOTEL MENCEY, EL SÍMBOLO
EL HOTEL DE TURISMO
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omo se ha mencionado en el capítulo anterior, a finales de la primera mitad del siglo XX Santa Cruz de Tenerife empieza a recibir la visita de turistas nacionales y extranjeros atraídos por el excelente clima y la belleza de la isla. Gracias a la iniciativa de D. Francisco García Escámez e Iniesta, Capitán General de las Islas Canarias, que tenía como objetivo atraer turismo a la ciudad ofreciendo un espacio exclusivo, moderno y agradable a los visitantes, en 1945 comienza la construcción del Hotel Mencey, financiado con los impuestos especiales que el Mando Económico aplicaba a los productos importados que llegaban al Puerto de Santa Cruz. En aquella primera fase se llegó a plantear que el Mencey, cuyo nombre fue propuesto en el Círculo de Bellas Artes, fuera un parador, algo que enseguida se descartó ya que su ubicación en el corazón de la ciudad no cumplía con los requisitos para tal fin. Construido bajo la dirección del arquitecto local D. Enrique Rumeu de Armas, en una parcela de 13.000 metros cuadrados en la calle Doctor José Navieras, junto a las Ramblas de la capital, el Hotel Mencey nació ya majestuoso para ser uno de los edificios más
importantes de la ciudad. Tras la desaparición del Mando Económico, el Cabildo Insular de Tenerife pasó a ser propietario del establecimiento, que abrió sus puertas oficialmente el 8 de abril de 1950. La prensa local dio amplia cobertura al acto de inauguración y posterior cena, por la que se pagaron 150 pesetas de la época por cubierto y a la que asistieron la crème de la crème de la sociedad tinerfeña y delegaciones diplomáticas de distintos países. Desde aquel día el Mencey fue paradigma de distinción, elegancia y savoir faire, características que ha mantenido a lo largo de sus más de 60 años de historia. Su prestigio y buena fama tuvieron eco de inmediato entre los viajeros y turistas más exigentes, que a su vez comunicaban las excelencias del establecimiento a familiares y amigos que posteriormente lo visitarían, y así sucesivamente. Las 80 habitaciones iniciales pronto se convirtieron en 128, e incluso en la etapa de mayor esplendor alcanzó la considerable cifra de 303 habitaciones. De aquella época es célebre la estampa de muchas chicas jóvenes de la ciudad agolpándose a las puertas del hotel para ver entrar a las azafatas llegadas de la península o de Europa, con el fin de conocer las últimas tendencias en moda y peinados.
“El Mencey fue paradigma de distinción, elegancia y savoir faire, características que ha mantenido a lo largo de sus más de 60 años de historia”
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HOTEL MENCEY, EL SÍMBOLO
UNA CLIENTELA EXQUISITA
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esde su inauguración el Mencey fue reconocido como símbolo de la ciudad y centro de todo tipo de reuniones, conferencias internacionales, eventos sociales y culturales de relevancia. El constante flujo de visitantes da muestra hasta qué punto fue, es y será el Mencey el emblema de Santa Cruz que ha albergado durante seis décadas a un sinfín de visitantes ilustres: La Familia Real española al completo; presidentes del Gobierno como Adolfo Suárez, Felipe González o José María Aznar; Grandes de España como La Duquesa de Alba; estrellas de cine como Elizabeth Taylor, Richard Burton, Sofía Loren o Jacqueline Bisset; mitos de la música como Alfredo Kraus, Rostropovich, Riccardo Muti, la banda U2, Julio Iglesias, Bonnie Tyler, Van Morrison o Maria Dolores Pradera; tres Premios Nobel de Literatura como Camilo José Cela, José Saramago y Mario Vargas Llosa, además de otros escritores de la talla del poeta Rafael Alberti o Claude Simon; artistas de la talla de Joan
“El constante flujo de visitantes da muestra hasta qué punto fue, es y será el Mencey el emblema de Santa Cruz”
Miró o César Manrique; deportistas míticos como Maradona y Pelé; toreros como Curro Romero y Manuel Benítez “El Cordobés”; o celebridades como el primer astronauta español en viajar al espacio, Miguel López Alegría. De muchos de ellos y las anécdotas que protagonizaron se da cuenta más adelante en el capítulo “Visitantes ilustres” de este libro. Reseñar que la gestión del Hotel Mencey ha corrido a cargo de diferentes compañías hoteleras nacionales e internacionales a lo largo de los años: Husa, desde su apertura hasta 1977; Entursa hasta 1986; Ciga hasta 1995; Starwood Hotels & Resorts hasta 2009, con sus marcas “Luxury Collection” primero y posteriormente “Sheraton”; y finalmente Iberostar Hotels & Resorts, la compañía que ha acometido una ambiciosa remodelación para adaptar el hotel a los tiempos actuales, dentro de su gama Grand Collection, reforzando incluso el aura que siempre ha rodeado al Mencey. Actualmente sigue siendo el único hotel de cinco estrellas en Santa Cruz.
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UNA PAREJA DE CINE. En 1962, durante el rodaje de “Cleopatra”, Elizabeth Taylor y Richard Burton se enamoraron locamente a pesar de estar casados ambos en aquellos momentos. Dos años más tarde por fin contrajeron matrimonio por primera vez (se divorciaron diez años más tarde para casarse nuevamente en 1975). Su estancia en el Hotel Mencey, en 1970, levantó un gran revuelo en la ciudad, ya que por aquel entonces eran estrellas de primerísimo nivel. Se les recuerda amables con todo el mundo.
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El Patio Canario del Mencey, al aire libre rodeado de jardines con plantas exhuberantes, es un espacio perfecto para la introspecci贸n, la lectura y el descanso.
HOTEL MENCEY, EL SÍMBOLO
ESPACIOS EMBLEMÁTICOS
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l Hotel Mencey es una obra de arte en sí, que ha trascendido a la historia como baluarte representativo del gusto de la ciudad de Santa Cruz. Su fachada, las impresionantes balconadas de madera del patio canario, las magníficas pérgolas de la primera etapa o el dibujo de sus jardines fueron estudiados a conciencia para transmitir sensaciones de sosiego, equilibrio y majestuosidad, dotando a cada rincón del establecimiento de una atmósfera distinguida difícil de olvidar. En su interior el Mencey alberga grandes tesoros del patrimonio histórico artístico de las Islas Canarias, obras firmadas por los más importantes artistas de la tierra que potencian la identidad de los salones donde se encuentran expuestas. Es el caso del Salón Guezala, que lleva el nombre del autor del cuadro de gran formato “Regreso de la pesca” que lo preside. En el Salón Martín González se pueden contemplar paisajes que reflejan la belleza de la isla. Un gran retrato del General Don Francis-
co García Escámez puede verse en el exterior del Salón Plataneras, que decorado con bellos frescos de buganvillas y plataneras, es uno de los más elegantes del Hotel. Además del Salón Nivaria y el Salón Tinerfe, destinados para las celebraciones de grandes acontecimientos. Junto al llamado “Rincón de los Poetas” se encuentran dos impresionantes marinas del gran artista canario López Ruíz. Obras de Martín González, José Aguiar o Pedro González González, entre otros, decoran diferentes estancias del Mencey, convirtiéndolo en una especie de museo de arte canario. La Fuente de Las Tortugas, situada junto a la piscina, el emblemático Bar Iballa, testigo de tantas conversaciones históricas, la Terraza del Zodiaco, los mármoles del hall, la madera de tea de los balcones, los brillantes cristales de las lámparas, las molduras y los ornamentos de los techos, las poderosas columnas y marquesinas e incluso las suntuosas telas de cualquiera de los asientos que invitan al descanso, dotan al Mencey de un carácter y armonía difíciles de imitar.
“Las balconadas de madera del patio canario, las pérgolas de la primera etapa o el dibujo de sus jardines fueron estudiados a conciencia para transmitir sensaciones de sosiego, equilibrio y majestuosidad”
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HOTEL MENCEY, EL SÍMBOLO
“El Mencey ha sido mi vida. Lo he dado todo por el hotel. No digo que sea más que mi mujer y mis hijos, pero sí que está en el escalón siguiente” (Faustino Ormazábal)
EN PRIMERA PERSONA
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odas las vivencias que se han contado hasta ahora no hubieran sido posibles sin la participación a lo largo de estas seis décadas de los cientos de profesionales que con su labor han contribuido a la grandeza del Mencey. Su testimonio de lo que allí vieron, sintieron y vivieron muchos de ellos, incluso desde el año de la apertura, ha sido fundamental a la hora de editar este libro. Como es imposible mencionarlos a todos, he aquí algunos casos de personas que han consagrado muchos años de su vida al Mencey: Faustino Ormazábal Faustino es una de las grandes “leyendas” del hotel, en el que trabajó durante 43 años, ya desde su apertura en 1950. Comenzó de botones y fue durante más de 30 años primer conserje. De ahí pasó a ser director de habitaciones y finalmente se retiró siendo subdirector, con más de cien personas a su cargo. Hoy tiene 79 años. “Llegué a Tenerife el 23 de noviembre de 1949 por las cosas de la vida. Mi hermano vivía aquí en la isla, y ambos decidimos traernos a mi padre, que por aquel entonces estaba muy enfermo del frío clima de Soria, ciudad de la que procedo. El Mencey ha sido mi vida. Lo he dado todo por el hotel. No digo que sea más que mi mujer y mis hijos, pero sí que está en el escalón siguiente. Tenía incluso mi propia habitación, la 211. Estar con los
clientes, recibirlos y tener contacto con ellos era lo que más me gustaba. Recuerdo que en los primeros años los clientes viajaban con muchos baúles y maletas, y que desde el hotel íbamos al puerto o al aeropuerto a buscar su equipaje. En esa época existía el puesto llamado ‘valet de pisos’, que se encargaba de vestir a los clientes, solo hombres. Sin duda eran otros tiempos”. Ricardo Santana Primer Conserje. Empezó en el hotel como botones en 1968, con 14 años. “La mayor parte de los días que pasé en el hotel fui muy feliz, siempre ha sido una segunda casa para mí. La época dorada del hotel la viví nada más entrar, entre el 68 y el 71, cuando la temporada alta duraba seis meses, de octubre a marzo. La clientela era la más exquisita que hemos tenido nunca, personalidades de la alta sociedad europea, marqueses, baronesas, ministros… Entonces era usual que las damas depositaran sus joyas en la caja fuerte y que las sacaran para cenar, o para algún acto, y que al finalizar éste las volvieran a guardar. También yo he visto con mis propios ojos como a las 4 de la tarde, de forma solemne, los 400 clientes bajaban a los salones y jardines a tomar el té. Las propinas que recibíamos en aquella época eran verdaderos tesoros para nosotros. Al principio de la década de los 70 la situación mundial empezó a cambiar, y eso también lo notó el hotel”.
Ya entonces los santacruceros recién casados deseaban celebrar su convite de boda en los salones del Mencey, pues era símbolo de glamour y distinción social.
Los miles de empleados que han pasado en estos 60 años por el Mencey han contribuido a su grandeza y a que sea un referente del lujo en todo el mundo.
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Desde la apertura del hotel, la gastronomía siempre ha sido uno de los pilares del Hotel Mencey, muy apreciada por todos los clientes.
Fausitino Ormazábal, repasando el listado de reservas nada más abrir el hotel.
La escalera del hall es una de las estampas más características del Mencey.
HOTEL MENCEY, EL SÍMBOLO
Salvador Ansoleaga Jefe de Recepción. Empezó como recepcionista en 1997. “Para mí la mejor época abarcó de 1997 al 2002. En la hostelería el 2000 fue el año grande del sector en España, una época con altos índices de ocupación y mucho negocio. Para el Mencey también fue muy importante. En esa época vinieron muchas orquestas sinfónicas como la de Tokio, la de Nueva York, la de Londres… Había días que el hall del hotel se parecía al aeropuerto de Barajas, era un constante ir y venir de gente. En esa época el Mencey ya era el emblema de Santa Cruz, y no había día que no tuviéramos bodas, bautizos o comuniones, cenas de empresas, presentaciones, jornadas gastronómicas, etc. Luego estaba el tema de las tripulaciones, que elegían el Mencey como base. En aquella época las azafatas eran modelos a seguir, casi como las estrellas de Hollywood. Más de un día llegaron a coincidir en el hotel tripulantes de varias compañías aéreas distintas”. Herminio Rodríguez Álvarez Empezó en 1981 como ayudante de camarero. Ahora es jefe de alimentación y bebidas. Higinio Manuel González Martín Entró de ayudante y ahora es 2º maître. “El restaurante del Mencey siempre fue un espacio maravilloso con platos muy exclusivos. No hace tanto los platos siempre se
terminaban delante del cliente. Eso ha sido siempre el Mencey: detalle, servicio exquisito. De hecho algunos clientes muchas veces regresaban por las personas que les atendían. Nos desvivíamos por el hotel. A veces el hotel era una fiesta, como cuando el Tenerife subió a primera división de fútbol y todos los equipos pasaron por el hotel. La gente de Tenerife se hospedaba en el Mencey solo por estar en la misma planta que sus jugadores favoritos. Era una bendita locura”. León Cayetano Fajardo Empezó como aprendiz hace 33 años. Actualmente es el primer Maitre. Miguel Ángel Díaz Entró en el hotel en el año 1973 y lleva ya 37 años. Ahora es primer Barman. Tanto León como Miguel Ángel coinciden en que el Mencey es su casa. Pasaron mucho tiempo de su juventud y muchas horas en el hotel, “incluso dormíamos allí”. Si hubiera que hacer un símil con una bebida, Miguel Ángel, que ha servido miles, dice que el Mencey sería “como un Dry Martini, internacional y con muchísima personalidad”. En sus más de 30 años de servicio han visto de todo, “como las partidas de dominó que tenían lugar en los pasillos del hotel. Una mañana la mesa de mármol en la que jugaban apareció hundida en la piscina, sin razón aparente. Nunca supimos lo que pasó”.
“He visto con mis propios ojos como a las 4 de la tarde, de forma solemne, los 400 clientes bajaban a los salones y jardines a tomar el té” (Ricardo Santana)
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a leyenda del Mencey está estrechamente ligada a la experiencia de los innumerables visitantes ilustres que se han hospedado en sus habitaciones, relajado en sus jardines, deleitado en su restaurante. La distinción de estas personalidades, que abarca desde miembros de casas reales a artistas, políticos, deportistas e intelectuales de categoría mundial, da brillo a la historia del hotel. A través de una serie de anécdotas referidas por testigos -en su mayor parte empleados del hotel- que las vivieron en primera persona, queremos destacar el paso de estas figuras que dejaron su huella de elegancia, sabiduría, carisma y humanidad a su paso por la isla. Fueron muchos más de los que aquí aparecen, e incluso los hubo que se hospedaron con otro nombre para pasar inadvertidos. De citarlos a todos, este libro podría ser interminable...
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Don Juan Carlos y Doña Sofía han visitado varias veces el Mencey, alojándose, como no podría ser de otra manera, en la suite Real.
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SS. MM. DON JUAN CARLOS Y DOÑA SOFÍA, REYES DE ESPAÑA
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on Juan Carlos y Doña Sofía han visitado varias veces el Mencey, alojándose, como no podría ser de otra manera, en la suite Real. Empleados de todas las épocas se deshacen en elogios hacia ellos, “en todas sus visitas el Rey siempre fue muy amable con los trabajadores, se acercaba siempre a charlar con nosotros rompiendo el protocolo”, dice Herminio Rodríguez, que empezó como ayudante de camarero en 1981. Durante sus estancias en el hotel, los Reyes bajaban siempre a comer o cenar al restaurante. “Un día que me tocó atender su mesa –narra León Fajardo, actual primer maître del restaurante-, Don Juan Carlos me preguntó qué había comido el personal ese día. Al responderle que po-
taje de lentejas con chorizo y gofio escaldado con cebolla, me dijo que eso mismo es lo que almorzaría él. Al escucharlo, los clientes de otras mesas cercanas empezaron a pedir el mismo menú”. Otra anécdota relacionada con los monarcas tiene que ver con su estancia en el hotel el 22 de noviembre de 2005, coincidiendo con el 30 aniversario de su proclamación como Rey de España. Esa noche Don Juan Carlos y Doña Sofía fueron sorprendidos por el personal del hotel, que dispusieron en el jardín con velas y antorchas un número 30 gigante que podían ver desde el balcón de la suite Real. Por lo visto este detalle emocionó mucho a los monarcas, que son descritos por todos aquellos que los trataron como “ejemplos de cercanía y sencillez”.
“En todas sus visitas el Rey siempre fue muy amable con los trabajadores, se acercaba siempre a charlar con nosotros rompiendo el protocolo”
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S. A. R. DON FELIPE Y DOÑA LETIZIA, PRÍNCIPES DE ASTURIAS VISITA PRIVADA EL AÑO DE SU BODA. Los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, contrajeron matrimonio el 22 de mayo de 2004 en Madrid, y justo medio año más tarde elegían Tenerife y el Mencey para realizar uno de sus primeros viajes de carácter privado. El Príncipe ya se había alojado con anterioridad en el hotel, concretamente en 1993, tal y como refleja su dedicatoria en el “Libro de Oro” del Mencey.
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DOÑA CAYETANA FITZ-JAMES STUART, DUQUESA DE ALBA POR AMOR AL ARTE. Doña Cayetana Fitz-James Stuart y de Silva, Duquesa de Alba, se hospedó en el Mencey en la década de los 80 junto a su hija Eugenia, cuando ésta solo era una niña. Asistió, acompañando a la viuda del pionero ecologista Félix Rodríguez de la Fuente, a la colocación de una escultura en homenaje a éste, ubicada en el Parque de la Granja. Faustino Ormazábal, quien entró a trabajar como botones el año de la inauguración del hotel, en 1950, y llegó a subdirector, recuerda a la Duquesa como “una persona cordial”.
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ALFREDO KRAUS, TENOR UN AURA MUY ESPECIAL. Uno de los grandes tenores de todos los tiempos, el canario Alfredo Kraus, se alojó varias veces en el Mencey. Los que le trataron lo califican como un hombre sencillo, de mirada y voz impresionantes y buena conversación. “Tenía un aura muy especial. Una de las veces que vino al hotel sufrió un resfriado”, comenta Ormazábal. “Menos mal que solo estaba en la isla para visitar a unos amigos, sin ninguna actuación programada...”.
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ROBERT MAXWELL, EMPRESARIO LA ÚLTIMA CENA. Una de las historias más misteriosas del Mencey la protagonizó el magnate de la comunicación Robert Maxwell, quien una noche de 1991 apareció con gesto despistado en la recepción, preguntando dónde estaba el comedor. Cenó de una ensalada ligera y merluza con almejas, acompañadas de tres cervezas heladas. Tras pagar, olvidó su chaqueta y salió apresuradamente del hotel en el mismo taxi que lo había traído. Esa misma noche murió al precipitarse por la borda de su yate, si bien un gran misterio rodea su muerte.
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CAMILO JOSÉ CELA, ESCRITOR EL TERTULIANO DEL HALL. El Premio Nobel de Literatura de 1989, Camilo José Cela, visitó el Mencey años antes de recibir el galardón junto a su primera esposa, Rosario Conde. Dicen los que le escucharon que el trueno de su potente voz se dejaba escuchar por toda la planta baja del hotel durante sus interminables tertulias en el hall. Gran gourmet, disfrutaba de comer en el restaurante, y su fuerte temperamento dejó tanta huella como su predilección por el gazpacho del Mencey.
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JOSÉ SARAMAGO, ESCRITOR SABIOS CONSEJOS. Otro Premio Nobel de Literatura, en este caso el de 1998, José Saramago, tuvo una relación muy especial con las Islas Canarias y con el Mencey. Su personalidad caló hondo en todos los que le trataron. “Recuerdo el día en que me dijo que siempre fuera yo mismo, que las circunstancias no debían cambiarme en ningún caso”, rememora Salvador Ansoleaga, jefe de recepción. En el “Libro de Oro” dejó escritas varias dedicatorias tan hermosas como esta del 3 de agosto de 2007: “Para el Hotel Mencey, para que su futuro sea siempre signo de su pasado”.
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MARIO VARGAS LLOSA, ESCRITOR UN FAN FELIZ. El tercer Premio Nobel de Literatura de esta lista, el peruano Mario Vargas Llosa, se alojó en el hotel años antes de recibir el prestigioso galardón. Salvador Ansoleaga recuerda como una vez “mientras estaba haciendo el chek in, un cliente que estaba a su lado, al parecer fan suyo, lo reconoció. ¡A aquel hombre casi le dio un patatús de la emoción! Finalmente se atrevió a saludarlo, y por su gesto vi que en aquellos momentos, aquel cliente era el hombre más feliz de la tierra”.
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JOAN MIRÓ, ARTISTA UNA ESTANCIA ARTÍSTICA. La relación de Joan Miró con Tenerife fue intensa, sobre todo en la década de los 70. Su escultura Femme Bouteille se encuentra en el Parque Cultural Viera y Clavijo de Santa Cruz. Durante su estancia en el hotel en 1972, en ocasión del homenaje que el Colegio de Arquitectos de Tenerife brindó al famoso arquitecto catalán Josep Lluís Sert, Miró realizó los carteles conmemorativos del acto. “Uno de ellos fue a caer a mis manos –cuenta Faustino Ormazába– y cuando me encontré con Miró le pedí si me lo podía dedicar y firmar, a lo que accedió amablemente”.
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JAMES BROWN, CANTANTE UNA PERSONALIDAD ARROLLADORA. El famosísimo cantante estadounidense se hospedó en el Mencey antes de su actuación en la Plaza de Toros de Santa Cruz. Varios miembros del personal de aquel entonces recuerdan a un señor que irradiaba una personalidad arrolladora, amable y sencillo a pesar de la fama que le precedía. Luego en el escenario se transformaba con sus trajes coloristas y sus espectáculos que no dejaban indiferente a nadie.
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JULIO IGLESIAS, CANTANTE “COGE EL TRAJE QUE QUIERAS”. Cuando el cantante Julio Iglesias pisaba la isla y el Mencey, sobre todo en los años 70 y 80, la gente de alrededor se volvía loca con la energía que emanaba de su sonrisa. Alguna que otra vez solicitó que se cerrara el recinto de la piscina solo para él. Higinio González, que comenzó de ayudante y hoy es segundo maître del hotel, se encargó de atenderle durante una de sus visitas. “Y cuál fue mi sorpresa cuando el propio cantante un día me abrió el armario y me dijo: coge el traje que quieras, es para ti. Ante tantas prendas yo no sabía cuál elegir. Además me regaló cuatro pares de zapatos. Del estilo Julio Iglesias, por supuesto”.
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MSTISLAV ROSTROPOVICH, MÚSICO EL MAESTRO Y SU CHELO. El genial músico y violonchelista ruso Mstislav Rostropovich, gran amigo de la Reina Sofía, es descrito por quienes lo recuerdan a su paso por el Mencey como un hombre de brazos amplios, manos robustas y dedos ágiles, sin duda transmisores del vigor y el apasionamiento que comunicaba con su música. También recuerdan que jamás, fuera adonde fuera, se separaba de su querido chelo, ni dejaba que nadie lo tocara.
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SOFÍA LOREN, ACTRIZ ENCUENTRO EN EL ASCENSOR. La actriz italiana se alojó en el Mencey, concretamente en la suite Real, durante los carnavales de Santa Cruz de 2008, en los que participó como miembro del jurado.“El día de la rueda de prensa –cuenta Salvador Ansoleaga- coincidimos en la zona de ascensores para bajar al hall. Una vez dentro, se encendieron las luces de todas las plantas, por lo que el ascensor se paró y abrió en cada una de ellas, de subida y de bajada, hasta llegar abajo varios minutos después. Aparte de eso, recuerdo los impresionantes tacones rojos que lucía ese día”.
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MARK SPITZ, NADADOR “¿ES ÉL?” El mítico nadador estadounidense, ganador de siete medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Munich 1972, se alojó en el hotel en mayo de 1991. Uno de aquellos días coincidió con el equipo del Real Madrid de la “Quinta del Buitre”. A pesar de los años, Miguél González “Michel”, el gran jugador blanco, al ver a Spitz tocó el codo de Emilio Butragueño, soltando un admirativo: “¿Es él?...”.
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LIZ TAYLOR & RICHARD BURTON, ACTORES DE UNA A OTRA HABITACIÓN. La famosa pareja de actores de Hollywood visitó la isla en noviembre de 1970. Al parecer llegaron al Mencey procedentes de Los Cristianos. Permanecieron en la isla cerca de dos semanas y, aparte de cambiarse de habitación más de una vez, dejaron un buen recuerdo entre los empleados del hotel.
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EDSON ARANTES “PELÉ”, FUTBOLISTA FOTOS CON TODO EL MUNDO. El considerado como mejor futbolista de la historia, con permiso del hombre que aparece en la otra página, demostró una gran calidad humana a su paso por el Mencey, luciendo siempre su amplia sonrisa en las decenas de fotografías que se hizo junto a las personas que lo reconocían.
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DIEGO ARMANDO MARADONA, FUTBOLISTA UN HOMBRE DE FAMILIA. El astro argentino se alojó en el Hotel Mencey formando parte de la expedición del Sevilla C.F., cuando “El Pelusa” militaba en las filas del conjunto andaluz. Pero como estrella universal se le permitían todas las prebendas, así que junto a él, además de sus compañeros de equipo, viajó en aquella ocasión su familia, si bien él estuvo concentrado todo el tiempo con el equipo.
Fotografía: Francisco Rojas Fariña
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CÉSAR MANRIQUE, ARTISTA EL HUÉSPED DE LA 408. El artista de Lanzarote fue huésped habitual del Mencey durante muchísimos años. De carácter extrovertido y popular, era ejemplo de cercanía con los trabajadores, a los que trató como si fueran de su propia familia. En sus visitas siempre pedía la misma habitación, la 408. Amante de los productos frescos de los que siempre ha dispuesto el hotel, disfrutaba especialmente de las filigranas y los originales dibujos de chocolate que el servicio hacía en su plato al servirle el postre. Aunque no solía beber vino, de vez en cuando se dejaba agasajar con una copa de malvasía que el somelier, conocedor de sus gustos, le ofrecía.
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ERNESTO LECUONA, MÚSICO PARA SIEMPRE EN EL RECUERDO. El genial intérprete y compositor cubano, hijo del periodista canario Ernesto Lecuona Ramos, fue protagonista de uno de los sucesos más tristes de la historia del Mencey, pues falleció en una de sus habitaciones, aquejado de una enfermedad, el 29 de noviembre de 1963. Un mes antes del óbito, el músico recibió un homenaje en el Círculo de Amistad XII de Enero de la ciudad. Aún hoy decenas de curiosos se acercan al Mencey solo para ver la placa que hay en recuerdo del cubano, frente a la antigua centralita de teléfono del hotel.
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JACQUES COUSTEAU, EXPLORADOR MARINO LEYENDA DE LOS OCÉANOS. El oficial naval y explorador francés es una de las personas que, siendo una leyenda viva, pasó con más sencillez por el hotel. Los que le trataron se refieren a él como una persona muy delgada, extremadamente educada y muy frugal. Su prestigiosa trayectoria le hizo recalar en Tenerife en la década de los 90 para dar varios seminarios y conferencias.
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U2, MÚSICOS TRABAJO Y FIESTA. Los miembros de la mítica banda irlandesa vinieron a Tenerife durante los carnavales de 1991, a grabar imágenes para su álbum “Achtung Baby”. La apariencia desaliñada de Bono, Adam Clayton, The Edge y Larry Mullen estaba lejos de asemejarse a la de la clientela habitual del Mencey. Durante su estancia tomaron el Salón Martín González como base de operaciones. Tras la fiesta santacrucera y antes de irse a dormir, a las siete de la mañana pasaban por el restaurante a comer algo.
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Figuras como el torero Manuel Benítez “El Cordobés” concitaban una legión de seguidores siempre que se alojaban en el Mencey.
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NO ES UN HOTEL, SINO UN SANTUARIO
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l Mencey no es un hotel, sino un santuario. He escuchado “Siboney”, sin necesidad de orquesta, colándose la melodía por aquellos jardines y por los pasillos, cada día 29 de noviembre. Yo viví en ese hotel dos años, desafié leyendas urbanas construidas sobre mi adicción al Martínez Lacuesta del 70. Interrogué mil veces a Higinio sobre las últimas horas de Robert Maxwell, sorteé la mirada de cancerbero de Faustino Ormazábal para entrevistar a Richard Burton y a Elizabeth Taylor y pedí a José Domingo Herrera que enseñara a comportarse en la mesa a mis revoltosas hijas, hoy ilustres letradas, entonces unas niñas. Barroso y Guadalupe hacían cócteles en la barra mientras mi maestro, el periodista Alfonso García-Ramos, se enfrentaba con un compañero, en pleno bar, por discrepancias profesionales. El Mencey no es un hotel, sino un santuario. Siendo un niño me pegué a las faldas de Scilla Gabel, la hermosa actriz italiana que rodaba en el hotel la película Mara. Empezaban los sesenta y yo a crearme mi propia visión insistente del hotel en el que acabaría viviendo los mejores tiempos de mi vida, en una suite alquilada y que se convirtió en el hogar de mis años más locos. Viví de todo, hasta tener que asistir a un director, Díaz Recio, que se partió el dedo de un pie corriendo detrás de una cucaracha. En el Mencey dije que no al contrato de mi
vida, porque me sentía feliz instalado en el ocio, y celebré mi ocurrencia metiéndome en la bañera llena de espuma con dos botellas de Möet Chandon y una compañera de profesión; allí me encontró un amigo, preocupado porque había dejado precipitadamente la reunión. Qué bien me cuidaba Julia, la encantadora gobernanta; y, claro, no puedo olvidar al portero, Juanito “el herreño”; a Toni, jefe de recepción; a Alfonso, el segundo conserje; a Ricardo, el tercero. Ya digo: un santuario. Había un maître, Maica, al que no le gustaba que le pidiera un steak tártaro, ni que llegara al comedor menos de media hora antes del cierre. Y yo le pedía, día sí día no, el steak tártaro y llegaba siempre veinte minutos antes de la hora del cierre. Reconozco que soy un poco malvado. Qué gozada recordar todo aquello, cuando han pasado cincuenta años desde la primera vez que entré en el Mencey, de la mano de mi padre. Si alguna vez se construye un hotel en el Cielo, el modelo sería el Mencey. Qué gozada para Lecuona disfrutar de sus últimos días en el Mencey. Por eso digo que es un santuario; santuario de vivencias que jamás voy a olvidar. Me alegro tanto de la aparición de este libro. Por aquí ha pasado de todo y estas páginas son el mejor recordatorio del lujo, de la historia, del glamour y de los recuerdos. Gracias por acordarse de mí. ANDRÉS CHAVES, Periodista
“Si alguna vez se construye un hotel en el Cielo, el modelo sería el Mencey”
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Las nuevas habitaciones combinan las líneas características del interiorismo de los años 50 con los avances tecnológicos del siglo XXI.
IBEROSTAR GRAND HOTEL MENCEY, GLAMOUR DEL SIGLO XXI “El objetivo era claro: recuperar una serie de servicios de máxima calidad y dotarlo de las más modernas tecnologías, sin perder la tradición y la elegancia que siempre han distinguido al Mencey”
UN NUEVO IMPULSO
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iempo antes de que en Iberostar Hotels & Resorts tomáramos las riendas del Mencey, el año 2008, ya sabíamos que el histórico hotel de Santa Cruz era una joya valiosísima a la que, sin embargo, había que sacar un poco de lustre para que volviera a brillar como antaño. Por eso no dudamos ni un momento a la hora de afrontar la importante remodelación, con el espectacular resultado que hoy todos pueden contemplar. El objetivo era claro: recuperar para el hotel una serie de servicios de máxima calidad y dotarlo de las más modernas tecnologías existentes en el sector de la hostelería de lujo, sin por ello perder un ápice de la tradición y la elegancia que siempre han sido señas de identidad de este mítico establecimiento. Consideramos indispensable la remodelación para que el Mencey, nuestro 5 estrellas Lujo, siga siendo el indiscutible emblema de Santa Cruz y centro de la vida social de sus habitantes durante las próximas décadas. La reforma de las zonas nobles del hotel, hall, salones y jardines, catalogadas como Bien de Interés Cultural, conviven con una profunda renovación en las habitaciones y suites. El resultado es la combinación de una glamurosa pero sobria decoración, inspirada en las líneas características del interiorismo
de los años 50 con los avances tecnológicos más útiles del siglo XXI. Un spa con todo lo que uno pueda soñar encontrar en él, además de una nueva piscina climatizada, gimnasio, canchas de pádel y un parking con capacidad para más de 400 vehículos son algunas de las nuevas dotaciones que sin duda sabrán valorar y disfrutar nuestros huéspedes. También hemos querido que la gastronomía tenga un protagonismo muy especial en esta nueva andadura, y así el renovado restaurante Los Menceyes, una revolucionaria aula gastronómica y los salones, acondicionados para la celebración de grandes banquetes, cumplirán a la perfección los deseos de nuestros clientes. Destacar también que el hotel se convierte, con la remodelación, en un museo de fotografías de la isla, contando con fondos del TEA, con los trabajos ganadores del concurso Desvela Tenerife y con obras de reconocidos fotógrafos contemporáneos. Por último, también le hemos dado mucha importancia al sector de negocios, convenciones y congresos, importantísimo para nosotros, dotando a las salas de reuniones de todo lo necesario para celebrar seminarios, conferencias y todo tipo de eventos que combinen ocio y negocio, cuyo éxito se verá a buen seguro favorecido por el marco incomparable del Hotel Mencey.
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DETALLES QUE MARCAN LA DIFERENCIA
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no de los mayores activos del hotel siempre ha sido su vínculo histórico con Santa Cruz y sus habitantes. En Iberostar Hotels & Resorts deseamos que esa complicidad se potencie positivamente de una manera bidireccional, a través de una seleccionada organización de actividades y eventos culturales programados para el disfrute de todos los habitantes de la ciudad. Nuestro compromiso es conseguir que el cliente se sienta bien cuidado, que experimente un nivel de bienestar máximo a partir de un meticuloso cuidado de los más mínimos detalles. Un universo de pequeños servicios como una copa de bienvenida, concierge para gestionar cualquier reserva, desayuno gourmet para suites, servicio de habitaciones 24 horas personalizado, prensa diaria en suites y zonas co-
“Nuestro compromiso es conseguir que el cliente se sienta bien cuidado, que experimente un nivel de bienestar máximo”
munes, etc., con el fin de elevar la calidad de la estancia a nuevas cotas. A tan sólo 10 minutos andando del centro de la ciudad y el puerto, las lujosas y renovadas habitaciones con las mejores vistas de Santa Cruz, el silencio y la armonía que confieren los jardines y las fuentes, los espacios destinados al relax, las acogedoras zonas habilitadas con servicio de bar, hacen que muchos de nuestros clientes encuentren entre las paredes de este oasis todo lo que necesitan. El Iberostar Grand Hotel Mencey también ofrece una serie de actividades a la altura de sus huéspedes, como ofertas para jugar 18 hoyos en el Real Club de Golf de Tenerife, el segundo campo más antiguo de España; excursiones al Teide con sus impresionantes paisajes volcánicos; senderismo en Anaga; submarinismo y avistamiento de cetáceos; y, como no, el Carnaval de Santa Cruz.
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En el Iberostar Grand Hotel Mencey estรก todo preparado para que el cliente disfrute al mรกximo de su estancia en Santa Cruz.
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HABITACIONES Y SUITES
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as habitaciones y suites son un espacio de vital importancia, pues en ellas el huésped debe sentirse tan a gusto como si estuviera en su propia casa. Con el objetivo de ofrecer mayores y más confortables espacios, el número de habitaciones del Iberostar Grand Hotel Mencey ha pasado de 293 a 261, habilitando 30 nuevas suites. Todas ellas son muy luminosas, de colores cálidos, siguiendo una línea del interiorismo de los años 40 y 50 combinado con los avances tecnológicos del siglo XXI: WiFi gratuito, TV de última generación, conexión iPod/ MP3, además de otros servicios clásicos como caja fuerte, mini bar, secador, etc. Además se ha invertido en una mejor insonorización y climatización de todas las habitaciones, garantizando el mejor descanso para nuestros huéspedes.
“Todas las habitaciones son muy luminosas, de colores cálidos, siguiendo una línea del interiorismo de los años 40 y 50 combinado con los avances tecnológicos del siglo XXI”
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DELUXE: La habitación estándar está decorada con un estilo contemporáneo, confortable y elegante. Dotada de conexión MP3 con salida de audio a toda la habitación, incluido el baño, en el que se ha respetado el mármol original de los primeros años. Todas las habitaciones DELUXE tienen vistas al exterior, ya sean a los hermosos jardines del hotel o a la ciudad de Santa Cruz.
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SUPERIOR: En esta clase de estancia predomina el color blanco, en perfecta armonĂa con los suelos de madera maciza, dotĂĄndola de una calidez reconfortante. Estas habitaciones cuentan con extraordinarias vistas a los jardines y a la ciudad, especialmente al maravilloso patio canario del hotel.
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JUNIOR SUITE: Habitaciones con sala de estar en el mismo ambiente que el dormitorio, generando un espacio único que da una agradable sensación de amplitud. Todas las habitaciones están presididas por una fotografía de autor en el cabecero de la cama. El predominio del blanco y la decoración retro son perfectas para los clientes más distinguidos. Ubicadas en diferentes localizaciones dentro del hotel, predominan las vistas al maravilloso patio canario donde emergen las originales balconadas de madera. Al igual que el resto de las habitaciones disponen de las últimas tecnologías.
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SUITE EJECUTIVA: En esta clase de estancias hay una sala de estar separada del dormitorio. Decoradas con estilo contemporáneo, predomina también el blanco, que en combinación con la gran superficie de la habitación otorga una gran frescura espacial. La iluminación indirecta juega un papel fundamental, tanto en la habitación como en los grandes baños, que parecen estar dotados de luz natural, haciéndolos especialmente cálidos.
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SUITE REAL: La mítica estancia por la que han pasado monarcas, presidentes de gobierno, estrellas del espectáculo y grandes empresarios internacionales mantiene su personalidad intacta, presidiendo la gran rotonda del jardín del hotel. Si bien ha sido adaptada en parte a los nuevos tiempos y a la línea decorativa del Iberostar Grand Hotel Mencey, se ha velado para que no pierda su carácter, atesorado a lo largo de más de seis décadas dando cobijo a las personalidades más relevantes del mundo.
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ZONAS COMUNES Y SALONES
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on un respeto máximo hacia las singulares características formales del hotel, la patente mejora de las zonas comunes y salones del Iberostar Grand Hotel Mencey se nota sobre todo en la actualización de las instalaciones técnicas, la insonorización, climatización y megafonía, la mejora de la accesibilidad y la sustitución de los entelados y cortinas. El mobiliario se ha renovado empleando piezas de gran calidad, con un diseño propio de la época de la construcción del hotel. Además se han rehabilitado el mayor número posible de las piezas existentes de entonces, como la gran mesa central. Igualmente se han rehabilitado y reutilizado las lámparas de hace 60 años, sustituyendo únicamente aquellas que no tenían ni las características ni la calidad de las originales. La recepción constituye, junto con el patio central, uno de los espacios más característicos del hotel, por lo que se ha respetado su distribución funcional, simplificando la profusión de colores -empleada en la pintura de las cornisas y detalles de escayola de la última reforma- para no distraer la atención de sus valores espaciales. Tras la reforma, los salones se han convertido en espacios mucho más cómodos y elegantes, ideales para celebrar todo tipo de actos sociales, reuniones de trabajo, convenciones, conferencias, almuerzos privados, etc.
“Los salones se han convertido en espacios más cómodos y elegantes, ideales para celebrar todo tipo de actos sociales, reuniones de trabajo, convenciones...”
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SALÓN MARTÍN GONZÁLEZ
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SALÓN PLATANERAS
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SALÓN GUEZALA
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SALÓN NIVARIA/AULA DE COCINA
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SALÓN TINERFE
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El 谩rea de wellness y spa del hotel cuenta con piscinas de actividades, zonas de relajaci贸n, cabinas de masaje, saunas, jacuzzis y un equipado gimnasio.
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WELLNESS Y SPA
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l Iberostar Grand Hotel Mencey cuenta con una nueva y completa área de wellness y spa de 2.000 metros cuadrados, que está a disposición tanto de los clientes del hotel como de los ciudadanos que quieran disfrutar de sus servicios. En la planta principal y con forma de “U”, el Spa dispone de una zona húmeda con piscinas de actividades, saunas y zona de relajación. Esta “zona húmeda” incluye un circuito termal con fuentes de cuello de cisne, catarata, un gran jacuzzi, poza fría, flotarium, sauna y baño turco, entre otros. Al otro lado se encuentran las 14 cabinas de masaje y todo tipo de tratamientos de salud y belleza, individuales y en pareja, el bien equipado gimnasio y una sala de actividades dirigidas como pilates, body pump, etc.
“El área de wellness y spa está a disposición tanto de los clientes del hotel como de los ciudadanos que quieran disfrutar de sus servicios”
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La elegante decoraci贸n, el servicio exquisito y una deliciosa carta hacen de Los Mernceyes un templo para sibaritas.
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LOS MENCEYES, TEMPLO DE GOURMETS
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na de las grandes apuestas de Iberostar Hotels & Resorts es el restaurante gourmet Los Menceyes, un espacio a la carte con ambiciones de convertirse en un referente gastronómico de Santa Cruz y de la isla de Tenerife. Con unos elevados estándares en consonancia con la calidad, lujo y exquisito servicio que ofrece el hotel, Los Menceyes presenta una decoración más moderna y luminosa que antes de la última remodelación, además de una nueva zona de reservados para comidas y cenas privadas. En cuanto a la carta, se basa en una cocina exquisita que encuentra sus raíces en recetas locales, nacionales e internacionales. Destacar que la vinoteca cuenta con más de 300 referencias.
“Los Menceyes es un espacio ‘a la carte’ con ambiciones de convertirse en un referente gastronómico de Santa Cruz y de Tenerife”
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RECETAS DE LOS MENCEYES
FALSO TARTAR DE UGA A NUESTRA MANERA
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INGREDIENTES: 90GR salmón de uga, 35GR piña, 40GR aguacate, 20GR cebolla roja, 10GR cebollino, 20GR toffe cítricos, alcaparras, pepinillos, pan de pueblo, ensalada mezclum 4 hojas y sal maldón. ELABORACIÓN: Cortar la piña en cuadraditos pequeños. Macerar dentro de un bol con vinagre de arroz y mostaza en grano (unos 30 minutos). Mientras se macera la piña, cortar los diferentes ingredientes del plato de forma asimétrica. Laminar el pan y tostar. Limpiar el aguacate de pipa y piel, necesitamos que esté maduro pero duro al tacto. Para realizar el toffe ligamos los zumos de cítricos con maicena y emulsionamos con aceite de oliva hasta conseguir la textura deseada. Limpiar el salmón de espinas y piel, darle un golpe de frío para poder cortar dados iguales de dos por dos. El resto de ingredientes los limpiamos y reservamos para los cortes y colocación en los platos. EMPLATADO: Disponer todos los ingredientes sobre el plato buscando los contrastes de color entre ingredientes y alcanzar diferentes alturas. Es importante no utilizar toda la superficie del plato para poder dar alturas y buscar una presentación diferente. DETALLE DEL MENCEY: Es importante que todos los cortes realizados sean limpios y asimétricos, porque eso aportará personalidad a las texturas de los diferentes ingredientes. En la mezcla de los sabores al comer lograremos degustar un tartar clásico de otra manera.
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PULPO ASADO CON ARROZ NEGRO, ALI-OLI Y SOPITA DE LILIÁCES
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INGREDIENTES: 150GR arroz arboreo, 1200GR pulpo cocido, 60GR caldo liliáceas, ali-oli negro y crujiente arroz y brotes. ELABORACIÓN: Cocinamos el pulpo de manera tradicional y reservamos la cabeza para el fondo del arroz. Cada rejo lo utilizaremos para una ración, le damos un corte a la mitad y lo adobamos durante 24 horas. A la hora del emplatado dar un golpe de asado (lo ideal es con brasas) y reservar para el emplatado. Por otro lado realizamos el sofrito del arroz pochando pimiento verde y ajo. Incorporamos el arroz al sofrito, añadimos la tinta de calamar, la cabeza partida a dados e incorporamos el caldo de cocción del pulpo. Tratamos el arroz como si fuera un risotto, añadiendo poco a poco el caldo sin dejar de mover el arroz. Cocinar el arroz durante 14 minutos. Si el resultado es bueno nos permitirá moldear el arroz en un molde para la hora del emplatado. La elaboración del caldo es el resultado de la cocción de cebollas asadas, ajetes, puerros, ajos, etc... Es un caldo muy potente de sabor y nos permite maridar ese sabor asado que irá genial con el pulpo y el arroz. EMPLATADO: Disponer el arroz en el centro del plato. Para darle altura, poner sobre él unos rejos previamente salteados en la sartén. Terminamos el plato incorporando un caldo de liliáceas. DETALLE DEL MENCEY: Poner un crujiente de arroz sobre los rejos para que aporte variedad de texturas al plato.
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COCHINO NEGRO A BAJA TEMPERATURA, LACADO CON MIEL DE PALMA
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INGREDIENTES: 270GR panceta fresca (cocinar al vacío 24H a 70ºC), 40GR manzana, 30GR puré de col, 110ML jugo de cochino, 20GR carajacas de cerdo, crujiente de su piel y brotes. ELABORACIÓN: Precalentar el horno a 160ºC. Poner en un cazo pequeño de metal la ración de panceta cocinada al vacío, el jugo de cochino y meter al horno durante 45 minutos. Ir glaseando cada 6 minutos. Por otra parte, pelar la manzana, cortar en cuadraditos y saltear con manteca de cacao. Para darle un poco de sabor local, preparamos un puré de col con un toque de comino, nos tiene que quedar de color verde intenso. Realizamos las carajacas de manera tradicional, trituramos y reservamos manteniéndola en caliente. Con las pieles del cochino elaboramos un crujiente, su sabor nos recordara al típico chicharrón. EMPLATADO: Disponer la manzana en la base del plato junto a una quenelle de puré de col. Poner encima la panceta y terminar con una quenelle de carajacas de cerdo. Para dar altura al plato colocar un crujiente de cochino apoyado en la panceta y terminar salseando con el jugo del glaseado. DETALLE DEL MENCEY: Si no podemos cocinar al vacío la panceta, brasearla de forma tradicional. Para realizar le crujiente de cochino triturar la piel de la panceta una vez cocida, crear una pasta y extender entre papel grasa hasta que quede fina. Secar al horno a 160ºC unos 12 minutos.
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ORO PARECE PLÁTANO ES
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INGREDIENTES: 30GR de cremoso de chocolate, 60GR de mouse de plátano, 20GR de glaseado de chocolate negro, polvo de oro, sable de canela, caramelo de naranja y brotes de menta. ELABORACIÓN: Preparamos un cremoso de chocolate con leche de una manera clásica (crema inglesa, chocolate con leche), vertemos en los moldes llenándolos hasta la mitad y dejamos madurar 24 h a 3º C. Por otra parte realizamos unos plátanos flambeados que serán la base de la mouse de platano. Una vez lista vertemos en los moldes, introducimos los interiores y alisamos. Una vez listo montamos la pieza y lo glaseamos con el baño de chocolate, pintamos con el oro y reservamos. Para el sable lo ideal es amasar, enfriar y pasarlo por un rallador grueso y hornear. El caramelo que nos sobra de elaborar los plátanos flambeados lo ligamos y lo utilizamos de salsa para el plato. EMPLATADO: Colocamos la base de sable, encajamos la pieza de plátano, disponemos con una cuchara los puntos de salsa. Y terminamos con los brotes de menta. DETALLE DEL MENCEY: Este plato es un homenaje al plátano canario y las adivinanzas.
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La calidez del ambiente, mĂşsica en vivo y las mejores bebidas son las seĂąas de identidad del Iballa, el mĂtico bar del Mencey.
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BARES Y TERRAZAS
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demás de Los Menceyes, el hotel sigue contando con zonas de bares y terrazas con distintos ambientes, para disfrutar a cualquier hora del día o de la noche de su deliciosa oferta:
BAR IBALLA: Uno de los espacios míticos del Mencey, de ambiente cálido y tranquilo, ideal para tomar una copa o escuchar música en vivo. ¡Si las paredes de este espacio pudieran hablar!... En las mesas y en la barra del Iballa se han producido durante décadas todo tipo de situaciones que darían para escribir un libro aparte. Aquí se han cerrado importantes tratos a altas horas de la madrugada con una botella de bourbon de por medio, más de una famosa actriz ha perdido la cabeza con sus espléndidos cócteles, escritores de postín han estado a punto de llegar a las manos por
asuntos de celo profesional; de todo ha sido testigo el Iballa... CASINO DE SANTA CRUZ: Situado en la planta baja del hotel, el Casino, con diferentes máquinas de juegos y áreas separadas de ruleta americana y mesas de blackjack, permanece abierto a diario entre las 21 horas y las 4 de mañana, alargándose hasta las 5 los viernes y sábados. La entrada es gratuita para los clientes del hotel. El espacio, con capacidad para 300 personas, cuenta además con un pequeño restaurante y un bar, y ofrece la posibilidad de celebrar cócteles y otros eventos. BLUE POOL BAR: Ubicado en el edificio del Spa, ofrece una suculenta carta de comidas y bebidas. También atiende el área de la piscina.
“El hotel cuenta con bares y terrazas para disfutar a cualquier hora del día o de la noche de su deliciosa oferta”
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IBEROSTAR GRAND HOTEL MENCEY, GLAMOUR DEL SIGLO XXI “El Mencey ofrece el mejor equilibrio entre trabajo y ocio, con el objetivo de que ambas actividades puedan potenciarse mutuamente”
CELEBRACIONES Y EVENTOS
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demás de alojar a la flor y nata nacional e internacional, a lo largo de sus sesenta años de vida el Mencey se ha distinguido por albergar un gran número de celebraciones y eventos. La especial relación que siempre han mantenido el hotel y la sociedad de Santa Cruz ha hecho que ésta haya sabido valorar nuestro nivel de excelencia y servicio, eligiéndonos para organizar acontecimientos como bodas, bautizos, comuniones, cumpleaños y todo tipo de fiestas privadas. Igualmente grandes empresas de todo el mundo han acudido a Tenerife para celebrar en nuestros salones convenciones, conferencias y reuniones al más alto nivel. Hoy el Iberostar Grand Hotel Mencey quiere ofrecer a todos sus clientes una nueva manera de entender los negocios. Nuestras instalaciones nos permiten garantizar el mejor equilibrio entre trabajo y ocio, con el
objetivo de que ambas actividades puedan potenciarse mutuamente, obteniendo los mejores resultados. A estas empresas que confían en nosotros van dirigidas una serie de incentivos que seguro sabrán apreciar, como tarifas especiales en la organización de eventos, paquetes con descuentos que incluyen sesiones en la zona de wellness y spa, atención personalizada a gusto del cliente, selecta oferta gastronómica y, por supuesto, una amplia selección de salones decorados con el carácter propio del Mencey y dotados de las más avanzadas tecnologías para asegurar el éxito de cualquier reunión. También están a disposición de los clientes las diferentes zonas de paseo, relax, jardines, bares y terrazas con las que cuenta el hotel. Y otras actividades como golf, hípica, senderismo o deportes acuáticos se las gestionaremos muy gustosamente.
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IBEROSTAR GRAND HOTEL MENCEY, GLAMOUR DEL SIGLO XXI “El hotel programa una serie de actividades, cursos y eventos culturales para el disfrute de todos los habitantes de Santa Cruz”
UNA RELACIÓN MUY ESPECIAL 96
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no de los valores que más ha querido cuidar Iberostar Hotels & Resorts en esta nueva andadura es el vínculo histórico que siempre ha unido al Mencey y a los habitantes de Santa Cruz. Para ello se ha decidido programar en el hotel, como norma habitual, una serie de actividades y eventos culturales para el disfrute de todos los ciudadanos, para seguir potenciando esta complicidad de manera bidireccional. Así, se celebrarán exposiciones itinerantes de arte -además de poder visitarse parte de la valiosa colección propiedad del hotel-, presentaciones de libros, de programas de fiestas, conferencias divulgativas, actividades para familias, etc. Una de las grandes novedades es la creación de un aula de cocina, en la que se ofrecen una gran variedad de cursos de cocina, catas, degustaciones y demostraciones culinarias. Las personas que lo deseen podrán también vivir la experiencia de almorzar o cenar en Los Menceyes, el templo gastronómico del hotel que aspira ser el restaurante estrella de la ciudad.
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Ya sea para la celebración de fiestas y eventos privados, o para reuniones y congresos al más alto nivel, el Mencey es siempre garantía de éxito.
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CASA DUQUE
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sta antigua residencia familiar, hoy añadida al complejo del Iberostar Grand Hotel Mencey, está rodeada de hermosos jardines y se proyecta como un exclusivo recinto para la celebración de los eventos más especiales. Es perfecta para reuniones en grupo, almuerzos y fiestas privadas, disfrutando de buena música en un espacio agradable, íntimo e independiente. La Casa Duque prolonga en su interior las excelencias del nuevo jardín que entrelaza el hotel y el spa. Respetando la fachada original de la casona, el interior ha experimentado un significativo cambio cuyo resultado es una amplia distribución de espacios que invitan a la celebración. Sus dos pisos están interconectados por un ascensor acristalado y una escalera. La planta baja esta distribuida de forma diáfana, mientras que la planta superior está concebida con un juego de luces que dota el espacio de una atmósfera mágica.
“Perfecta para reuniones en grupo, almuerzos y fiestas privadas, disfrutando de buena música en un espacio agradable, íntimo e independiente”
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La Casa Duque es un marco perfecto para organizar todo tipo de celebraciones y eventos.
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IBEROSTARGRANDHOTELMENCEY.COM
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i el Mencey es un hotel tan especial se debe, en gran parte, a los huéspedes que lo ocupan y a las historias que cada uno de ellos vive en él. En plena era tecnológica, el proyecto Legado del Mencey incluye una página web, legadodelmencey.es, desde la que, en los meses previos a la reapertura, se ha animado a aquellas personas que han vivido alguna historia en primera persona relacionada con el hotel, a publicarla en la propia página web dentro de la “Galería de Experiencias”. Entre los participantes que han relatado sus valiosos testimonios (anécdotas, bodas, cumpleaños, un fin de semana inolvidable, etc.) se ha sorteado un fin de semana en el hotel. En cuanto a la página web del hotel, iberostargrandhotelmencey.com, ésta ofrece la posibilidad de reservar online desde la estancia en el hotel hasta cualquier tratamiento en el spa o almuerzos y cenas en el restaurante.
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GALERÍA DE EXPERIENCIAS Carolina Hernández Marrero
Isidro Eladio Pacheco López
“En febrero del año que viene hará 8 años que me entrevistó la jefa de recursos humanos de la empresa Bioibérica, en el hotel Mencey. Una entrevista a la que llegué tarde, y fue la primera de otras tres que pasé en este hotel. Nunca antes había entrado allí, y ahora siempre que paso por delante o estaciono en su parking, recuerdo lo nerviosa que estaba, y cómo esa entrevista cambió el rumbo de mi vida, ya que hizo que encaminara mis pasos hacia una actividad que jamás hubiera creído que me gustaría tanto. Por eso este hotel siempre formará parte de mi historia”.
“Hoy en día, todavía en mí memoria quedan recuerdos de cumpleaños, días de la madre, almuerzos, cenas de fin de año, fiestas y demás eventos que durante mucho tiempo hicieron de ese maravilloso hotel, el Mencey, un lugar al que nuestra familia iba a pasar grandes momentos, algunos tan inolvidables como mi Primera Comunión, en la que recuerdo aquella enorme mesa en la terraza de la piscina llena de platos decorativos, al lado una más pequeña donde la gente iba dejando los regalos y, cómo no, el excepcional trabajo de los camareros y personal que hacían que pareciese una fiesta como la de las películas”.
Alejandro Escarabajal
Ricardo Acosta Álvarez
“El fin de año del 2007, quise darle una sorpresa a la que es hoy día mi prometida. Le regalé pasar el fin de año en el emblemático Hotel Mencey. Habíamos asistido a alguna boda con anterioridad, pero nunca habíamos pasado la noche. Nos gustó tanto que ella, meses más tarde, me dio la sorpresa por nuestro aniversario de quedarnos otra noche y disfrutar del encanto único que tiene el hotel, y también, claro está, de sus famosos desayunos. Adjunto la foto que nos hicimos en la habitación donde nos alojamos esa noche”.
“Era el año 1992, a finales de septiembre, cuando juré por primera vez la Constitución española en un acto muy solemne y posteriormente acudimos a una cena en el Mencey, fue para mí una experiencia única e inolvidable que compartí con compañeros que actualmente ocupan altos puesto en la política. Es de agradecer el servicio y la cena servida ese día, que disfrutamos mucho. Incluso guardo la invitación todavía después de casi veinte años”.
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La tinerfe単a Noelia Alfonso posa flamante tras ser elegida Miss Europa 1970.
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EL MENCEY, UNA PARTE MUY IMPORTANTE DE MI VIDA
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uando me pidieron que escribiese sobre el Hotel Mencey me vinieron a la memoria los recuerdos de una parte muy importante de mi vida. Quizás penséis que es una exageración, pero es cierto, viví en el hotel durante los dos primeros años de mi matrimonio, mi primera hija aprendió a dar sus primeros pasos en sus jardines, pronunció sus primeras palabras, hizo sus primeras gracias con la complicidad de toda aquella gente que se reía y la animaban con sus progresos. Me refiero a su personal empezando por su director el Sr. Felip, los conserjes Fausto y Alfonso, el botones Ricardo, la dulce y cariñosa telefonista Yoli y todos los demás que, por el tiempo transcurrido, me van a perdonar que no recuerde sus nombres. Había otra persona que ya no se encuentra entre nosotros, su maître Santia-
go. Él procuraba que los potajitos de mi hija estuvieran a su hora y que fuesen buenos y variados. Ellos hacían con su profesionalidad y su talante que la vida en el hotel fuera acogedora y agradable. Hay una anécdota que no quiero olvidar, relacionada con mis últimos días de embarazo, cuando estaba a punto de tener a mi hija. En el hotel se hospedaron los periodistas de las revistas españolas del momento, esperando que llegara el día del alumbramiento, que se retrasó ya que la niña se hizo esperar quince días. Los periodistas se pasaban el día preguntándome cómo me sentía y cuándo iba a llegar el feliz acontecimiento… Espero que con mis recuerdos haya puesto un granito de arena en lo que fue para mí y para mi familia este hotel tan emblemático, deseando que continúe con la misma trayectoria y el mismo encanto. NOELIA ALFONSO, Miss Europa 1970
“Viví en el hotel durante los dos primeros años de mi matrimonio, mi hija aprendió a dar sus primeros pasos en sus jardines...”
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t h e g r a n d co l l e c t i o n
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IBEROSTAR GRAND HOTEL PARAÍSO. Los establecimientos The Grand Collection de Iberostar están situados en los destinos más privilegiados del mundo, como en éste de la Riviera Maya. Dotados de una serie de equipamientos y servicios de primera categoría, el objetivo es que los clientes pasen unas vacaciones inolvidables en cualquiera de nuestros hoteles y resorts.
IBEROSTAR, THE GRAND COLLECTION
EXCELENCIA PARA NUESTROS CLIENTES
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entro del amplio abanico de opciones relacionadas con el ocio y el turismo, cada vez son más las personas que buscan exclusividad y excelencia en el servicio durante sus periodos vacacionales. Para dar respuesta a estas necesidades, Iberostar Hotels & Resorts ofrece desde principios de 2009 una nueva línea de hoteles y resorts de la más alta categoría, The Grand Collection. Establecimientos elegantes y lujosos donde los pequeños detalles marcan la diferencia. The Grand Collection ofrece los servicios exclusivos propios de un hotel de gran lujo, concebidos para que las vacaciones de nuestros clientes resulten una experiencia inolvidable, disfrutando en un ambiente distinguido, relajado y elegante. DE PRIMERA CLASE. Los establecimientos The Grand Collection están situados en las zonas más privilegiadas de cada destino junto a las mejores playas del mundo. Enclaves paradisíacos y tranquilos desde los que nuestros clientes pueden admirar hermosas puestas de sol. Todos los hoteles pertenecientes a esta
marca poseen modernas instalaciones equipadas con grandes piscinas y amplias zonas de ocio, con una línea arquitectónica y de diseño que los hace únicos. Además casi todos se hallan junto a magníficos campos de golf. La gastronomía es otra de las características que distingue a estos hoteles, que cuenta con restaurantes a la altura de los mejores del mundo, y en los que los clientes pueden elegir entre excelentes bufés gourmet de cocina tradicional y una gran variedad de restaurantes temáticos y a la carta. La cocina destaca tanto por su calidad como por su variedad, ya que reconocidos chefs se encargan de sorprender con nuevos sabores, recetas y aromas de la gastronomía internacional y local de cada destino en régimen de todo incluido. The Grand Collection ofrece todas las comodidades disponibles las 24 horas del día, desde espaciosas suites equipadas con exclusivos cuartos de baño, pantallas LCD, DVD, entre otras facilidades a programas de entretenimiento de primera clase y servicios exclusivos de mayordomía, SPA, zonas privadas para las suites y acceso WiFi en todo el establecimiento.
“The Grand Collection ofrece los servicios exclusivos propios de un hotel de gran lujo, concebidos para que las vacaciones de nuestros clientes resulten una experiencia inolvidable“
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IBEROSTAR, THE GRAND COLLECTION
THE GRAND COLLECTION EN EL MUNDO: Iberostar Grand Hotel El Mirador. Tenerife, España. Iberostar Grand Hotel Mencey. Tenerife, España.
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Iberostar Grand Hotel Salomé. Tenerife, España. Iberostar Grand Hotel Budapest. Hungría. Iberostar Grand Hotel Amazon. Manaus, Brasil. Iberostar Grand Hotel Bávaro. Punta Cana, República Dominicana. Iberostar Grand Hotel Paraíso. Riviera Maya, Méjico. Iberostar Grand Hotel Rose Hall. Montego Bay, Jamaica. Iberostar Grand Hotel Trinidad. Trinidad, Cuba.
La gastronomĂa es uno de los pilares de los hoteles The Grand Collection...
... como las zonas de wellness y spa, creadas para el disfrute de los sentidos.
La mayorĂa de los hoteles se encuentran junto a campos de golf de primer nivel.
ÂżVerdad que es maravilloso dejarse cuidar de vez en cuando?...
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RELAX EN PUNTA CANA. En el Iberostar Grand Hotel Bávaro todo está dispuesto para que se sienta como en casa. Una playa privada desde la que contemplar atardeceres de ensueño, cuatro restaurantes a la carta, piscinas y espectáculos nocturnos en vivo, bares, discotecas y fiestas en primera línea de la mágica Playa Bávaro.
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UNA JOYA EN BUDAPEST. El Iberostar Grand Hotel Budapest es un fabuloso hotel boutique que permite descubrir todo el encanto de la capital húngara en una atmósfera distinguida, lujosa y seductora. Habitaciones de lujo, área de wellness & spa y cuidada gastronomía para los viajeros urbanos más sofisticados.
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EPÍLOGO
“El hotel se renueva, se desviste y se viste con un traje nuevo, pero debajo de ese modernizado atuendo queda su esencia”
SEGUIR ESCRIBIENDO LA HISTORIA
Y
a conocemos la historia del Mencey: el antiguo “Hotel de Turismo”, el que a diferencia de otros no sólo esperaba que los viajeros vinieran de paso sino que disfrutaran de su estancia y se impregnaran de su grandiosidad, el que lleva en el corazón de Santa Cruz más de sesenta años trabajando al servicio de sus huéspedes y de la ciudad; más de seis décadas tratando de ser los mejores, tratando de ofrecer a los que lo han visitado, lo mejor. El Mencey es la continuación de esa historia conocida y que entre todos debemos seguir escribiendo. El reto que tenemos hoy en nuestras manos es conseguir que este hotel sea un referente en la hostelería a nivel internacional. Un reto a nivel de hospedaje, con nuestras nuevas y modernas instalaciones que ofrecerán al visitante todas las comodidades y servicios, y que harán inolvidable su estancia entre nosotros. Un reto a nivel gastronómico, con nuestro magnífico y ahora renovado restaurante Los Menceyes, junto
con otras innovaciones donde comida internacional y canaria caminarán de la mano para deleitar a nuestros clientes. Un reto a nivel de la ciudad, con el hotel como referente para locales y foráneos y como centro neurálgico y de reunión de Santa Cruz. El hotel se renueva, se desviste y se viste con un traje nuevo, pero debajo de ese modernizado atuendo queda su esencia, su impronta. La respiramos en su arte; en sus jardines; en sus rincones confidentes de historias de aquellos que, conocidos y anónimos, pasaron por él, lo habitaron, lo hicieron su hogar por unos días, tal vez sólo por unas horas; en la amabilidad y servicio incondicional de los que en él trabajan con abnegada dedicación. Con su renovado aspecto, el Mencey tiene un objetivo único: dar calidad, calor y servicio impecable a quienes lo elijan. Con nuestro trabajo pretendemos lograr que el futuro Mencey sea renovación, innovación y modernidad, y sobre todo que el nuestro sea el hotel de Canarias para el mundo entero. DANIEL CAÑIBANO Director Iberostar Grand Hotel Mencey
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AGRADECIMIENTOS Noelia Alfonso, Salvador Ansoleaga, Archivo de Fotografía Histórica de Canarias (FEDAC/Cabildo de Gran Canaria), Adolfo Betetta, Centro de Fotografía Isla de Tenerife (TEA, Cabildo de Tenerife), Andrés Chaves, Colegio de Arquitectos de Tenerife-Demarcación de Tenerife, Miguel Ángel Díaz, León Cayetano Fajardo, Juan Julio Fernández Rodríguez, Fundação José Saramago, Fundación Alfredo Kraus, Fundación César Manrique, La Gomera y El Hierro, Evaristo González Llanos, Higinio Manuel González Martín, Jorge Gaspar de Guezala García, Hemeroteca de la Biblioteca Pública de Santa Cruz de Tenerife y Turismo de Tenerife, María del Cristo Hernández, José Domingo Herrera, Agustina Mesa, Miss España, Faustino Ormazábal, Giselle Ramírez, Fran Renedo, Herminio Rodríguez Álvarez, Ricardo Santana, María de los Ángeles Úcar del Ríoy Alberto Vázquez-Figueroa.
CRÉDITOS EL LOFT EDITORIAL Edición, dirección de arte, redacción, diseño y maquetación. Editor: Iván Terrasa. Diseño y maquetación: Denise Albero. C. De la Misión, 31 patio interior. 07003 - Palma de Mallorca. T. 971 723 611
Documentación, gestión de recursos, entrevistas, redacción y control de impresión. Humberto Bello Lecuona, Javier Bello Lecuona, Diana Gutiérrez Falero, Mayi Juárez, Imada Sánchez Vadillo, José Manuel Tapia Reyes. Av. 3 de Mayo, 77. Edif. Residencial Marítimo, Nivel -1, Ofic. 4. 38005 - Santa Cruz de Tenerife. T. 922 653 401
Impreso en España. Noviembre 2011. Impresión y encuadernación: Bigsa Industria Gráfica. Av. Sant Julià 104-112. Pol. Ind. Congost. 08400 - Granollers (Barcelona)
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