Deux Ex Machina

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Es de noche, una noche primaveral, y sé que mi existencia es un gran regalo y que yo – como todo el mundo – lo estoy dilapidando. Imre Kertész





DEUS EX MACHINA boris viskin


(pág. anterior) EL OJO DE DIOS (detalle), óleo y collage / tela, 160x240 cm, México 1998 LIBRE ALBEDRÍO (2) (detalle), óleo y collage / madera, 100x120 cm, México 2015 (pág. siguiente)


“Muchas veces deseé que ocurrieran cosas imposibles, y de repente ocurrían. Pero mis deseos se cumplían de manera tan caótica que era como si los poderes ocultos intentaran demostrarme que yo no entendía mis propias necesidades.”

I.Bashevis Singer – Solo



Dios Desde niño recuerdas al barbudo bastón en mano. Santa Claus pero sin rojo. En vez de botas: sandalias, en vez de pantalón y saco: una manta bíblica; El Abraham de Caravaggio, Jodorowsky avejentado. Siguió apareciendo en bifurcaciones cruciales: Raquel o María? México o Israel? Tenerlo o no tenerlo? Confesar o fingir? No lograba comprender su respuesta; Parecía hablar español pero en otra frecuencia. A mis oídos solo llegaban rugidos de oso.Invariablemente la conversación concluía con una promesa de fidelidad: “Sácame de ésta y creeré en ti”.



A medida que aumenta la agudeza de su percepción intelectual y la amplitud de su perspicacia, el hombre ve ensancharse ante él el espacio y el horizonte. Su universo se hace más profundo, nuevas estrellas, enigmas e imágenes nuevas aparecen incesantemente a su vista. Quizás las cosas sobre las cuales la mirada del espíritu había ejercido hasta entonces su perspicacia y su penetración no fueron para él más que un simple ejercicio, un simple juego, bueno para los niños y los espíritus pueriles. Quizá un día los conceptos más solemnes, aquellos por los que más se ha combatido y sufrido, los conceptos de “Dios” y del “pecado”, no nos parecerán más importantes que los juguetes o las rabietas de la infancia le parecen a los ojos de un anciano. Y quizá “el anciano” necesite entonces un nuevo juguete, una nueva rabieta…, ¡siempre niño, eternamente niño!”

F, Nietzche – Más allá del bien y del mal



“El hombre se crea demonios, dioses y santos a su propia imagen; luego han de ofrendarles incesantemente sacrificios, oraciones, templos, votos y su revocación, peregrinaciones, salutaciones, ornamentos de imaginería y otras cosas por el estilo. Su culto se entrelaza por doquier con la realidad, llegando incluso a eclipsar a ésta; cualquier efeméride de la vida es tomada entonces como un contraefecto de aquellos seres, el trato con ellos llena la mitad de la vida, alimenta constantemente la esperanza y, por la seducción del engaño, con frecuencia llega a ser más interesante que el trato con los seres reales”

A. Schopenhauer – El mundo como voluntad y representación

LA CONQUISTA, grafito y collage / papel, 30.5x23 cm, México 2008



De esta experiencia asidua extrajo, más aun que una familiaridad, una confianza casi religiosa del inconsciente. No es, o al menos no se declara creyente, pero tiene el gusto y el don de abandonarse a este poder que, en el fondo de sí mismo , es más poderoso que él, quizá también más sabio. Este poder no es exterior, no es un dios personal ni trascendente. Es todo lo que, siendo él, no es él, lo que le supera, le inspira, le maltrata y le salva, y a lo que poco a poco ha aprendido a dejar que actúe. No diré que llama inconsciente a lo que los cristianos denominan Dios, pero quizá sí a lo que los chinos llaman Tao”

E. Carrére – De vidas ajenas



“Iba a decirle que se marchara, que me dejara, cuando gritó de golpe en una especie de estallido, volviéndose hacia mi: “!No, no puedo creerle! ¡Estoy seguro de que ha llegado usted a desear otra vida!” Le contesté que naturalmente era así. Pero no tenía más importancia que desear ser rico, nadar muy rápido, o tener una boca mejor hecha. Era del mismo orden. Me interrumpió y quiso saber cómo veía yo esa otra vida. Entonces le grité: “!Una vida en la que pudiera recordar ésta!”, e inmediatamente le dije que era suficiente. Quería aún hablarme de Dios, pero me adelanté hacia él y traté de explicarle por última vez que me quedaba poco tiempo. No quería perderlo con Dios”

A. Camus – El extranjero

LUZ DIVINA, grafito y collage / papel, 27x21 cm, México 2015



Las contadas veces que acompañé a mi padre a la sinagoga, siendo yo aun un niño, las cubren sentimientos oscuros de miedo y aburrimiento; Lograba apreciar la bella voz del Hasan (el rabino que dirigía el rezo) y la bella melodía de un Klezmer a capela. También el movimiento de caderas de los demás feligreses al rezar, erótico y rítmico, me divertía por un rato e intentaba imitarlo. Pero eso no bastaba para darle algún sentido a mi estar ahí. El repetir mil veces “Dios eres grande, alabado sea tu nombre”, me resultaba ridículo. (Entiendo todo ese mecanismo de entrar en trance a través de un mantra, pero nunca me funcionó). Recuerdo contar los minutos por segundo, del uno al sesenta, en espera de que esa tortura terminase.



Mi primer encuentro con la religión católica fue en el cuarto de la nana. Como buen cuarto de azotea solo una pequeña rendija permitía la entrada de luz y en poco ayudaba a la circulación del aire. Por ende ese primer encuentro fue húmedo y oscuro. Tres imágenes colgaban de las paredes: La virgen de Guadalupe, una bellísima interpretación de la crucifixión (que años después reconocería en el Museo del Prado como de Velazquez) y un acercamiento al rostro de Jesús acompañado de alguna leyenda que no recuerdo. Este último era el que más me impactó. A pesar de que su mirada se elevaba al cielo en busca de consuelo y clemencia, para mi tenía el efecto de la mirada horizontal del hipnotizador. La sangre que manaba de su piel a través de ese círculo extraño hecho de alambre de púas, aunada a ese par de lágrimas que brotaban de sus ojos, hacían estremecer mi cuerpo. La belleza y el dolor se ligaron de por vida en mi mente así como en la de Mishima.

TESTIGO, collage / reproducción en papel, 36.5x29 cm, México 2013



“El hombre siempre se ve remitido a sí mismo, tanto en las cosas capitales como en las más usuales. En vano se forja dioses, para obtener mediante ruegos lo que solo puede lograr la propia fuerza de voluntad. Si el Antiguo Testamento había convertido al mundo y a los hombres en obra de un Dios, el Nuevo Testamento se vio obligado a convertir a ese Dios en un hombre, para enseñar que la salvación de la desolación de éste mundo solo puede provenir de él mismo”

Schopenhauer – El mundo como voluntad y representación



“… la montaña de la vida luminosa. Alabado sea San Pedro en la montaña.” Madre Gisson cantaba el “Alabado sea” con mucho entusiasmo, con tanto que uno hasta podía creer que se estaba burlando un poco y que solo se esforzaba tanto para dar el ejemplo. Pero muchas de las cosas que hace el hombre son en serio y en broma al mismo tiempo, al mismo tiempo infinitas y finitas, sobre todo cuando su saber ya ha dejado de ocupar el primer plano y él ha recibido el don del humor”

H. Broch – El maleficio

BUDHA SORTEANDO GUSANITOS, grafito y collage / papel, 30.5x23 cm, México 2009



“Cuando el hombre se sacrifica a sí mismo supera durante unos momentos al mismo Dios; pues, ¿cómo puede un Dios, infinito y omnipotente, sacrificarse? Lo más que puede hacer es sacrificar a su único Hijo”

W. Somerset Maugham - Al filo de la navaja



Mi primer encuentro con el Arte fue a través de la religión católica. En el librero de la sala, “al fondo a la derecha”, se erguían en fila una decena de libros, altos, gruesos y pesados, en su mayoría sobre el Arte del Renacimiento. Tendría yo unos diez años, pero bien recuerdo las horas hojeando lentamente las páginas, absorto por las imágenes. Los pliegues de la ropa! ¿Cómo le hizo para hacer esos pliegues?! Las hojas de los árboles! Podría contarlas! Y sobretodo: ¿Cómo logró despegar esa nariz de la planicie del rostro?! ¿Cómo se logra la profundidad a través de lo plano?! . (¿o sería mejor preguntar: atravesando lo plano?) Mis preocupaciones eran estéticas, formales. El tema me era irrelevante. Quería descifrar el proceder del mago sin tomar en cuenta el truco en turno. Como un fan del Barza que no es catalán. Más sin embargo: el tema estaba ahí! Las anunciaciones, los bautizos, las resurrecciones, las crucifixiones. Incluso en los retratos de reyes, reinas o cardenales había un elemento religioso: sea tangible, (un cuadro al fondo de una anunciación, una virgen pintada en el amuleto, un crucifijo colgando del cuello) o intangible, (algo en la atmósfera, en la mirada, en el tipo de iluminación celestial). Desde entonces lo divino y el Arte están ligados para mi de manera indisoluble. Por más mundano que sea el tema, si me conmueve, esa emoción la vivo como una iluminación, como una aparición.


KADISH, óleo, metal y vela / madera, 90x68 cm cm, México 2015



BAR MITZVA EN ACOLMAN, óleo y collage / madera, 175x140 cm, México 2015



EL BAUTIZO DE CRISTO, óleo y collage / reproducción en papel, 36.5x29 cm, México 2015



ADAN Y EVA, óleo y collage / madera, 122x100 cm, México 2015



LA PALABRA DE DIOS, óleo y collage / tela / madera, 150x120 cm, México 2013



AVIÓN QUE VUELA, serigrafía y collage / papel, 180x160 cm, México 2001



LA APARICIÓN DEL ARTE MODERNO, óleo y collage / madera, 190x366 cm, (políptico), México 2015



PAISAJE INTERIOR, óleo / madera y collage, 150x125 cm, México 2012



INFANCIA, óleo y collage / madera, 25x20 cm, México 2010



FE, reproducción y t-filim / madera, 50x40 cm, México 2014



EL TORO DE PICASSO (KASHER), silla, manubrio y resortes, 40x40 cm, México 2015



ANETTE, la esposa de Giacometti convertida al judaísmo, óleo y collage / madera, 122x100 cm, México 2015



SAN LÁZARO, madera, acero, collage, 240x40x40 cm, México 2005



KADISH, óleo / tela, 140x120 cm, México 2013



LIBRE ALBEDRÍO (1), LIBRE ALBEDRÍO (2) Óleo y collage / madera, 100x120 cm, México 2015





EL OJO DE DIOS, óleo y collage / tela, 160x240 cm, México 1998 (pág. anterior) KADOSH, óleo / madera, acero, vela, 80x50 cm, México 2015



NOSTALGIA (Homenaje a A. Tarkovski), de la serie: Rodar Aguafuerte e impresiรณn digital / papel, 82x79 cm, Zacatecas 2008



CASCO NAZI O TROMPA DE ELEFANTE Óleo / tela / madera, 3x20x20 cm (tríptico), México 2015




EMBOSCADA, Resina, madera, óleo y collage / madera, 3x120x100 cm, México 2011


CINCUENTENARIO DE MI INDEPENDENCIA, aguafuerte y china colé / papel, 50x40 cm, Pátzcuaro 2010



DAVID Y GOLIAT, grafito y collage sobre papel, 23x15 cm, 2009



HEY JUDE, óleo sobre madera y vinil, 30x30x30 cm, México 2009



EL BECERRO DE ORO, barro cocido y óleo, 30x30x10 cm, México 1997



EL ESPÍRITU SANTO, óleo, resina y collage / madera, 117x94 cm, México 2012



LA ÚLTIMA TENTACIÓN, óleo / tela y caballete, medidas variables, México 2015



SOBREVOLANDO PAISAJE CONSTRUCTIVISTA NUBLADO Óleo y collage / tela montada en madera, 180x150 cm, México 2014



SANGRE DE CRISTO, botella de vino y sacacorcho, medidas variables, México 2015



HIJO ÚNICO, óleo, hoja de oro y collage sobre madera, 60x50 cm, méxico 2002



AUTORRETRATO - LA CAÍDA, óleo y collage / madera, 70x20cms, México 2002



EL VALLE DE LA CRUZ, martillo, clavos y acrílico, 30x30x30 cm, México 2015



LIBRE ALBEDRÍO (2), óleo y collage / madera, 100x120 cm, México 2015



ACOLMAN, óleo / madera, metal y vela, 90x55 cm, México 2015





EL CEMENTERIO DE LOS DIBUJOS, óleo y collage / madera, 100x122 cm, méxico 2015 (pág. anterior)


“Hay un camino que lleva lo humano, pasando por el patriotismo, hacia lo salvaje. Muchos piensan que lo moral es lo que el hombre hace por su país, por su pueblo, por su sociedad. Bajo esa lógica se puede decir que Adolf Hitler fue una persona moral. Actuó a favor de lo que para él era el principio moral superior: el gobierno de la raza alemana en el mundo. Pero no: la esencia de lo moral es la relación entre un humano y otro, independientemente de patriotismos o religiones. Un ser humano y otro: punto”

Rav Y. Leibobitz – Discusiones



“Formados!, que vamos a la sala de cine!” Año con año, finalizando abril, juntaban a todos los grupos de primaria del Colegio Israelita de México para ver algún documental sobre el Holocausto. La primera vez no sabíamos lo que nos esperaba e íbamos como si de un picnic se tratara. A los dos minutos de iniciada la proyección era obvio que nos transportaban al infierno; un infierno en blanco y negro que superaba con creces todo miedo y toda tristeza antes conocidos. El hecho de que la mayoría del personal del colegio, empezando por el director, fuesen sobrevivientes o familiares de sobrevivientes del Holocausto, explica en parte el porque se les presentaban a niños de ocho años imágenes tan aterradoras. Les urgía educarnos en nuestra historia. Si con Bambi habíamos enfrentado por primera vez la muerte de un ser querido, ahora nos enfrentábamos a la muerte de la masa anónima; masa anónima, que al finalizar la proyección, subrayaba el director de la escuela, estaba compuesta por nuestros antepasados, “nuestra carne y huesos”. Yo no sabía a que carne se refería; Solo recuerdo huesos.

HEY JUDE, óleo, encáustica y collage / madera, 100x80 cm, México 2002



“Eva, nuestra primera madre Eva, en la actitud de una seductora de pueblo que ofrece el pan ácimo de su desnudez, apoyada en el árbol, mostrando sus generosas caderas en una provocadora postura de mujerzuela. Con los cabellos cayéndole hasta los tobillos como si se encontrara debajo de una cascada, con sus pequeños senos del todo desproporcionados respecto a sus caderas y sus muslos, recuerda a aquellos ejemplares idealizados de mujeres que ilustran los manuales de anatomía. Un chorro de esa oscura cascada, un rizo de su opulenta cabellera se desvía bruscamente de su curso retorciéndose como un bigote, rodea la nalga como una hiedra o un organismo vivo y, desafiando las leyes de la gravedad, guiada por una inspiración a la vez divina y pecadora, cubre la desnudez de nuestra primera madre, en cuyo fértil vientre asoma el ombligo, como un gran ojo de cíclope”

D. Kis – Jardín, ceniza



“Tampoco el cuerpo de Cristo, sumido y consumido cada día y, por lo tanto, aproximadamente trescientas veces al año, era distinto del llamado homenaje cotidiano a Adolf Hitler, en cualquier caso, yo tenía la impresión, con independencia que se tratase de dos magnitudes totalmente distintas, de que el ceremonial era, en sus intenciones y efectos, el mismo. Y mi sospecha de que, en el trato con Jesucristo, se trataba de lo mismo de que un año o medio año antes sólo con Adolf Hitler se vio pronto confirmada. Si examinamos los cánticos y los coros que se cantan a fin de glorificar y honrar a alguna de las llamadas personalidades extraordinarias, sea la que fuere, como los cantábamos en la época nazi y como los cantábamos después de la época nazi en el internado, tendremos que reconocer que son siempre los mismos textos, si bien con palabras algo diferentes, pero son siempre los mismos textos con la misma música siempre y, en conjunto, todos esos cánticos y coros no son más que la expresión de la tontería y vileza y de la falta de carácter de los que cantan esos cánticos y coros con esos textos, es siempre solo el aturdimiento el que canta esos cantos y coros, y ese aturdimiento es un aturdimiento general, mundial”

T. Bernhard – El origen

HEY JUDE, collage / reproducción en papel, 36.6x29, México 2013



Hay belleza en cualquier religión. Los rituales concentran milenios de experiencias, arquetipos y símbolos. Atacan los cinco sentidos a la par. Desmembrar esa belleza de su doctrina correspondiente, más allá de ser una herejía imperdonable, resulta complicado. Por ejemplo: una de las tantas fórmulas para pintar con encáustica incluye un 20% de copal. Cuando uso esa fórmula mi taller se transforma ipso facto en la Iglesia de San Juan Chamula. No se puede evitar la carga religiosa que viene en el olor del copal. Es como un copyright. O cuando bailo rock o hip-hop y me sorprendo a mi mismo moviendo las caderas cual hasid asquenazí; PERO: algunas veces el camino se da a la inversa. Recuerdo, siendo padrino en el bautizo de Z., mientras una ola de miedo y malestar invadía mi cuerpo al probar por primera vez la oblea sagrada, el mismísimo cuerpo de Jesús. En mi boca resurgió entonces el sabor y textura de las obleas multicolores que comíamos de niños en la Marquesa. En este caso el recuerdo infantil me liberó de las garras inquisitorias que ahorcaban mi ritmo respiratorio. La magia está por doquier.



“En mi casa de Mitilene no crujen ya los muebles durante la noche; del pozo no suben los ruidos que los espíritus producen al sumergirse; las ninfas no rodean los Hermes del jardín, ni el enjambre de diosecillos, y su murmullo, anida entre las sombras. O la Creación, o yo, hemos perdido la condición infantil”

Terpandro de Lesbos

FE ROTA, collage y grafito sobre papel, 27x21 cms, México 2015



El amanecer trae para mi el eco del canto del Muecín. (El sacerdote musulmán que llama a la oración). El eco me transporta a aquel primer amanecer en Jerusalén cuando esa voz me despierta a las cinco de la mañana. En el cielo es de día, en la tierra de noche, como el famoso cuadro de Magritte. Se empiezan a adivinar las laderas blancas y las construcciones también blancas se empiezan a desprender de ellas. El canto del Muecín me espanta y me fascina a la vez: Tiene algo de paz y algo de guerra. Parece no ser humano y brotar desde el inicio de los tiempos, desde antes que naciera Mahoma o se creara el Islam. El canto me persigue hasta aquí, hasta hoy, cuando el mismo sol se adivina en el horizonte del mar de Nayarit. Con esa misma declaración de guerra, con esa misma esperanza de paz.



“He aquí la paradoja: Los ignorantes han inventado los dioses verdaderos y reales, y los sacerdotes y sabios, los dioses falsos”

Helánico de Lesbos

RUEDA CUADRADA, grafito y collage / papel, 38x27 cm, México 2009



“Él le hacía preguntas a la médium y la médium se las trasladaba a Dios. A veces, Dios tardaba horas o días en responder (en el caso de que el silencio no fuera una respuesta), pero cuando hablaba decía, por increíble que parezca, cosas de una pertinencia demoledora, de una eficacia atroz. Así, a la pregunta del porqué de la muerte respondió que para él la muerte no era más que “un desplazamiento dentro de la vida”. Dios nunca la había imaginado de otro modo y no entendía porque nosotros, los usuarios de la muerte, nos la habíamos tomado como una agresión personal. Un desplazamiento dentro de la vida. Era evidente que nos habíamos equivocado al nombrarla, o al llenar de contenido su nombre”

J.J. Millás – El mundo

VOLANDO PAISAJE FUTURISTA, óleo y collage / madera, 122x152 cm (políptico), México 2014



“Verá, siempre nos representamos la eternidad como una idea que escapa a nuestra comprensión, como algo enorme, ¡enorme! Pero ¿porqué ha de ser una cosa precisamente enorme? Figúrese que a la mejor, en vez de ello, no hay allí más que una pequeña habitacioncita, algo así como un baño de aldea, ahumado, con arañas en todos los rincones, y que eso es la eternidad. ¿Sabe usted? Es así como a veces la concibo”

F. Dostoievski – Crimen y castigo

JUEGO DE PELOTA, collage / reproducción en papel, 36.5x29 cm, México 2015



“En efecto, contra Giovanni Drogo, avanzaba el último enemigo: no hombres semejantes a él, atormentados como él por deseos y dolores, de carne que se podía herir, con caras que se podían mirar, sino un ser omnipotente y maligno; no había que combatir en la cima de las murallas, entre estruendos y gritos exaltantes, bajo un cielo azul de primavera, no había amigos al lado cuya vista reanimara el corazón ni el acre olor a pólvora ni descargas de fusilería ni promesas de gloria. Todo sucedería en el cuarto de una posada desconocida, a la luz de una vela, en la más desnuda soledad”

D. Buzzati – El desierto de los tártaros



Llegabas a amar mucho tu vida, a amar y respetar su mera existencia, pero a menudo te despreocupabas de ella lo mismo que se despreocupan los sonámbulos. Estar “bien” quería decir que estabas vivo, y a veces solo era cuestión de tener cuidado suficiente en un momento dado. Era lógico pues, que todos anduviesen obsesionados con la suerte; no era raro lo de despertar a las cuatro de la madrugada y saber que al día siguiente ocurriría por fin, y entonces podías dejar de preocuparte ya y simplemente tumbarte allí, a sudar, en medio del frío más pegajoso que hubieses podido sentir en tu vida”

M. Herr – Despachos de guerra

LA TUMBA DEL DIBUJO, óleo y collage / madera, 100x122 cm, México 2015



En los sesentas vivíamos en un edificio ubicado a treinta metros de la sinagoga asquenazí de México. Por su ubicación tenía nombre de antro: Acapulco 70. Todo el año pasaba desapercibida hasta el famoso día de Yom Kipur, día en el cual se atascaban sus entradas, se formaban colas de gente bien vestida y en la calle se apilaban dos o tres filas de autos estacionados que complicaban la circulación. (Cual antro pues). Era el día preferido del portero del edificio; “Gano más hoy que en todo el año”, decía mientras corría a estacionar un Maverik azul. A nuestro apartamento llegaban los amigos adolescentes de mis hermanos que escapaban del rezo. Algunos bajaban al patio a comerse a escondidas una torta, a fumar un cigarrillo. Un tío los observaba y decía: “Qué curiosa la religión judía. En algunas fiestas se come en el baño, en otras se fuma en el baño y en otras se come y se fuma en el baño”. Me acordé de mi tío años después un Yom Kipur en la ciudad vieja de Jerusalén. Había venido con unos amigos a comer una pizza al sector árabe, el único abierto en la ciudad. Eran tiempos “tranquilos”. La primera Intifada aún no había brotado y era común que judíos entraran a territorio palestino. El dueño del local nos atendía muy amablemente, quizás también para él era el mejor día del año. En sus ojos, sin embargo, se percibía un destello de censura. No supe descifrar si era el odio de rutina o una crítica a la falta de respeto hacia nuestra religión.



Y ahora: paro. ¿Qué consigo con éstas confesiones inútiles? ¿Porqué de pronto la pintura no basta? Era tan acogedora! Ya casi amanece; Me llega el canto del Muecín.


BORIS VISKIN | DEUS EX MACHINA Del 1º de Septiembre al 10 de Octubre 2015 Lunes a Viernes de 11 a 19 h | Previa Cita Inauguración: Martes 1º de Septiembre, 19 - 22 h Diseño y Cuidado Editorial | Pibote | Carlos Villajuárez Registro Fotográfico de Obra | Zevra Visuales | Gerardo Landa - Raya García Impreso por Litográfica Medici Edición de 500 ejemplares. Se utilizó papel Couché Semimate de 250 g., Bond Ahuesado de 90 g. y cartulina Cambrick Burned de 216 g. Fuentes Times, Oranienbaum, Basic Title Font y Constantine. Ciudad de México, Agosto 2015.

Vicente Suárez 69 int. 2 esq. Cuernavaca | Colonia Condesa | México, D.F. t. (55) 5256 4360 | info@lelaboratoire.mx | www.lelaboratoire.mx






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