INTRODUCCIÓN por Dr. José G. Caraballo Cueto Los desastres naturales, como huracanes, terremotos y pandemias, pueden impactar sectores económicos (Belasen y Polachek, 2008; Groen et al., 2016; Guimaraes et al., 1993; Omer et al., 2020). Según el modelo teórico de Hallegatte y Ghil (2008), las economías en recesión están mejor preparadas para recibir el impacto económico de los desastres naturales que las economías en desarrollo. Sin embargo, a nuestro conocimiento, no existen investigaciones empíricas que hayan examinado dicha relación en una economía en recesión que haya experimentado tres desastres consecutivos: huracanes, terremotos y una pandemia. Como parte del programa IPERT, ofrezco un curso interdisciplinario donde investigamos la literatura económica relacionada y recogimos información concreta sobre la relación entre los desastres naturales y los rendimientos del mercado laboral.
Los estudiantes fueron integrados al proyecto de
investigación y en este cuaderno se ofrece los mejores trabajos de revisión literaria del curso. La economía de Puerto Rico ha estado bajo una depresión económica severa desde el 2006 luego de que una desindustrialización a gran escala declinara la economía hacia una espiral de deuda (Caraballo y Lara, 2018). Consecuentemente, dos huracanes categoría cinco, Irma y María, abatieron el archipiélago en septiembre de 2017. El Huracán María es, de hecho, el huracán más costoso que ha azotado a Puerto Rico y el tercero más costoso en la historia de E.E.U.U.[1][1] Sin embargo, dada la construcción que comenzó meses luego del huracán, el mercado laboral pareció resurgir. En el caso del Huracán María, se evaluaría si todos los sectores económicos o industrias se beneficiaron igualmente en términos de empleo.
En el caso de la serie de terremotos que
sacudieron el archipiélago durante enero del 2020, analizaremos como la actividad económica, en términos del mercado laboral y la economía en su totalidad, fue afectada. El epicentro de los terremotos en el sur de Puerto Rico se encuentra en una región que, aun antes del Huracán María, hubiese sido cualificado como uno de los sectores más pobres en todo los Estados Unidos de América (CIC, 2020). Por lo tanto, se espera que el mercado laboral de esta área esté concentrado en industrias de salarios bajos.
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