CULTURALES
La Voz de sus Ancestros Isabel Verástegui, hermana del gran poeta tusán (también de sangre africana, vasca y andina), Enrique Verástegui (1950-2018), nos cuenta cómo influyó en su extensa obra y vida el legado de sus antepasados y de la cultura china. Isabel fue, además, su asistente personal durante muchísimo tiempo. Escribe Teresina Muñoz Nájar
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Soy la sexta hermana del gran escritor y poeta del Amor y de la Paz, Enrique Verástegui Peláez”, dice Isabel. “Su nacimiento, en Cañete, el 24 de abril de 1950, originó una celebración que duró una semana. Harry, como le decíamos, fue el hijo y el nieto más deseado y amado. El primero”, añade con ternura. Por la línea paterna de su madre, Romelia Peláez, los hermanos Verástegui son tusanes de tercera generación. Por la materna, de cuarta. Romelia fue la única hija de don Paulino Peláez Alcántara, hijo, a su vez, de Juan Evangelista Peláez. Este último llegó de Cantón, posiblemente a partir de 1885. Isabel cree que pudo apellidarse “Atauko”. Al respecto, el propio Verástegui escribe, el 22 de junio de 2018, en su última columna de “Expreso” (donde colaboró por largos años): “Ah Tao Ko, apellido de mis abuelos maternos provenientes de Cantón, ingenieros de campo llegados a Perú para tecnificar la agricultura costeña”. La abuela de su madre, por su parte, Luisa Rojas de Peláez, fue hija
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SOCIACIÓN
En 1976, gracias a la beca Guggenheim, Enrique Verástegui pasó temporadas en Barcelona, Menorca y París, donde llevó cursos de sociología de la Literatura en la École des Hautes Études en Sciences Sociales. A la derecha, Isabel, guardiana de su legado.
PERUANO CHINA