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AELLA
A ella, a quien estaba destinado a amar desde el principio.
A ella que estaba destinada a corresponder mi amor.
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A ella que me enseñó la manera de entender los versos del sol, la luna y las estrellas.
A ella que me enseñó el canto de los pájaros y me dijo que al igual que ellos debía volar.
A ella, que es principio universal y fin tranquilizador.
A ella que fue venerada por las culturas del Paleolítico Mayor y por nosotros sus hijos.
A ti, mi querida madre, te agradezco tanto y te pido disculpas por tan poco. Y que Dios la mire siempre con toda su bendita gracia.
MarcosGarcíaGarcía
Los tiempos se han grabado en el silencio de mis ojos mirando desde la terraza del presente, ausente de mañanas, llenura de pasados.
Los tiempos traen consigo zapatos de bebé, pasos inexpertos, calcetines escolares, prisas con destiempos, escarpines con charol cubriendo los empeines.
Los tiempos, son comparsas de memorias soslayadas que atesoran espacios con juegos infantiles, con casi risas, disimuladas, con regaños necesarios, con seriedades heredadas y ternuras contrapuestas.
Los tiempos son mi padre reflejado en mis cuidados, hacia el nieto, que por tiempos y sucesos acaecidos le es desconocido.
Los tiempos son abrazos, mimos, consejos, llantos. Son desvelos, son paseos, son los parques, las preguntas, las dudas, las respuestas, las proyecciones, el hablar de los ancestros.
Los tiempos son paternidades asumidas, recorridas, vividas… tiempos presentes y futuros anidados en el límbico tesón del ser parte del ser.
JesúsCruzFlores
Sobreloquenolehedicho
Tan infinita que aún en sus lágrimas cantaba para mí.
IElla es la nana en mi almohada antes de dormir un poema que surge a la hora del diablo para cuidarme de las brujas, mitad cuerpo, mitad alma humana, tan humana que si caí cayó (calló) conmigo que si reí, que si me llené de cicatrices, que si llené este mundo de caleidoscopios también lo hizo conmigo (por mí, para mí, conmigo); necia hasta el irritante punto de volverse luz y oscuridad en el abismo el ángel de la guarda que no pude corromper ni en mis peores noches y es que algo de pecado tiene su nombre pronunciando el mío, d ciega los brazos que se mantienen abiertos. nstante en que hablar en lenguas diferentes bstáculo para alcanzarnos, a que la arena se me hizo polvo so el ego lo permitió verdugo cuando más allá de la razón tentaba la suerte.
Hay cosas que sólo se pueden decir en la ausencia lejos del otro, cuando nadie nos ve hemos dicho te amo entre rezos.
Ella sabe de mi dios ausente y sigue besándome las m entiende perfectamente que el tamaño de mis dedos nunca excederá el de los suyos aun cuando hace mucho mis labios encontraron su fre teme el día en que el silencio sea la única respuesta a s me ha visto caminar entre infiernos con la voluntad de quien no tiene nada que perder y sigue llenándome los bolsillos de todos sus santos en afán de protegerme
Soy carne de su alma, un parasito que a costa de sus primeras estrías sólo pudo regresarle algunas sonrías y muchas –demasiadas- razones para desvelarse.
Iii
Cuando lea esto y comprenda que más que decirle gracias he querido pedirle perdón espero entienda que aún en mis momentos más débiles he sido fuerte a su lado.
RobertoMéndezCastellanos
Mini O
Vientre, semilla, fruto.
Dentro mío se formaron uno, dos, cinco dedos. Brotó el llanto matutino y entre brazos te cobijo del frío.
Mi corazón contempla, tus pupilas fijas en las mías, la galaxia se vislumbra y tu voz sonora pronuncia con tus tres años a cuestas, palabras que el alma restauran: “mami te ‘veyes’ bien bonita”.
Ten la certeza mi niño, un sendero eterno nos espera. Que los monstruos no vendrán esta noche, yo te protejo por siempre, soy tu refugio seguro.
YemyraCarrasco
El viento comenzó a vivir ante tu esencia libre sobre tu mirada fascinado al vislumbrar la alegría en tu vientre: el ser que desde el primer instante amaste con incondicional y ferviente amor.
Por el arte de ser madre fuiste la primera imagen, el rostro más bello la sonrisa más tierna la caricia más genuina y la voz de ángel que vibró en mis entrañas al sentirte cerca, entre tu puro y blanco velo te entregaste incondicional para amarme.
La luna admiraba tu delicada vigilia las estrellas contemplaban tus arrullos cuando me besabas el alma, y cuando calmabas mi llanto pintando de colores mis momentos el aura acompañaba tus desvelos.
Eres la llave del amor en regocijante encanto y yo, el ser más dichoso por tenerte por el hecho de que seas mi madre.
Te amo mamá; gracias por tus años dedicados, por tomarme de la mano y guiarme para dar mis primeros pasos, por enseñarme a pronunciar tu nombre y tantas palabras que me enseñaste, tantas cosas, tantas reliquias irremplazables que en mí plasmaste como un tatuaje y que aún llevo en mi esencia viva revelando a cada pisada lo que tú me diste, lo más hermoso: La vida.
Te amo como a nadie, con amor de hija. El cielo te bendice y las páginas de la historia que junto a mí escribiste cargadas de hálito divino me llenaron de caricias verdaderas.
Las huellas han marcado el encanto de la vida que en mí creaste con intensidad silente en callado reto, dedicación desbordante y sutil anhelo.
Eres quien perdona hasta las palabras más hirientes las acciones lastimosas, desafiándote con lágrimas ocultas.
Quiero decirte que eres el poema de la vida: vida sagrada que una madre camina, vida en fecundo aplomo, vida en amor sincero, la efusiva vida en sublime tesoro
¡Te amo madre!
ZulmaMonteroValencia.