Edición Runakay: En busca de la más grande alianza de la historia

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En busca de

la más grande alianza de la historia

Renato Sotelo Segura

Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión de Huacho.


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on motivo de la 69° sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas1, el presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, ofreció un discurso en el que señalaba, entre otras cosas, la importancia “de organizar la más grande alianza de la historia” (para combatir el cambio climático) en un contexto en el cual se ratificaba la activa participación del país en la comunidad internacional. Es así que el Presidente propone no limitarnos a los discursos, por el contrario, hace hincapié en lo fundamental que resultan los compromisos nacionales para hacer frente al cambio climático2. Continúa señalando que “a problemas globales como el cambio climático, se requieren también respuestas globales más que nacionales”. En ese sentido, si bien mediante el presente no se ensaya una respuesta global, sí se intentará alentar la realización de formulaciones y estrategias conjuntas a menor escala que hagan posible concretar un plan de trabajo.

La Alianza del Pacífico3 En una iniciativa de integración regional países como Colombia, Chile, México y el Perú conformaron un bloque con la finalidad de lograr la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Además de ésta interacción entre las partes, buscan convertirse en una plataforma de integración económica y comercial con proyección global.

1 Realizado entre el 24 y 30 de septiembre del presente año en Nueva York, sede de las Naciones Unidas. 2 La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en su artículo 1 numeral 2 señala que: “Por cambio climático se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante periodos de tiempo comparables”. 3 Nace como iniciativa del presidente peruano Alan García a raíz de la invitación realizada el 14 de octubre de 2010 a sus contrapartes de Colombia, Chile, Ecuador, Panamá para conformar un “área de integración profunda”. Seguidamente, México se sumó a la iniciativa conformada por Colombia, Chile y Perú, mientras que Panamá se incorporó como país observador.

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A pesar del corto periodo de existencia, es posible afirmar que dicha alianza ha alcanzado el éxito, ello en virtud de ciertas características que la hacen sobresalir de entre otras conformaciones. Tenemos como ejemplo de ello: medidas concretas y pragmáticas, inexistencia de discordias ideológicas, eficiencia y flexibilidad de sus políticas, etc. Entonces, ¿será posible tomar políticas conjuntas –que tienen éxito en lo económico– y obtener así resultados que sean beneficiosas en lo concerniente al tema medioambiental, en el marco de la Alianza del Pacífico? Lo cierto es que lo económico y lo ambiental no deberían ser incompatibles, y por qué no podría ser la Alianza del Pacífico el punto de inflexión para que ello deje de verse así, aplicándose para ello políticas particulares del bloque.

Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico De la lectura de éste documento –donde se han recogido las obligaciones y derechos generales de las partes– se puede constatar que no existe mención expresa al término medio-ambiente u otro concepto referido a ello. Sin embargo, de la interpretación de su artículo 2 se desprende tal regulación en forma implícita. 3


Dicho artículo establece como requisitos esenciales para la participación en la Alianza del Pacífico lo siguiente: a. la vigencia del Estado de Derecho, de la Democracia y de los respectivos órdenes constitucionales; b. la separación de los Poderes del Estado; y c. la protección, la promoción, respeto y garantía de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Así, de lo anterior es posible afirmar que la alianza no se limita a lo económico o comercial, sino que también abarca, acorde a sus lineamientos, lo concerniente al medio ambiente, ello en razón de lo siguiente: • Como una de las características del Estado de Derecho. “Supremacía de la Constitución, las leyes y demás normas jurídicas sobre la mera voluntad de los gobernantes y gobernados. Dicha primacía involucra el respeto de los aspectos teleológicos y axiológicos del ordenamiento jurídico.”4 • Democracia. “Y es que en el Estado democrático de derecho de nuestro tiempo ya no solo se trata de garantizar la existencia de la persona o cualquiera de los demás derechos que en su condición de ser humano le son reconocidos, sino también de protegerla de los ataques al medio ambiente en el que esa existencia se desenvuelve, a fin de permitir que su vida se desarrolle en condiciones ambientales aceptables.”5 • Derechos humanos y libertades fundamentales. “La Constitución Política de 1993 (artículo 2°, inciso 22) reputa como fundamental el derecho de la persona “(...) a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida”. El constituyente, al incluir dicho derecho en el Título I, Capítulo I, referido a los derechos fundamentales, ha tenido como propósito catalogar el derecho de las personas a disfrutar de un medio ambiente sano como un derecho de la persona.”6 También en los textos constitucionales de las demás partes se han 4 GARCÍA TOMA, Víctor: “Teoría del Estado y Derecho Constitucional”. Palestra Editores 2° ed., 2008. P. 153. 5 EXP.N.° 00470-2013-PA/TC Fundamento jurídico 5. 6 EXP.N.° 00470-2013-PA/TC Fundamento jurídico 9.

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incluido cláusulas expresas reconociendo el derecho a un medio ambiente sano y aceptable.7 En ese sentido, estos países deben aplicar el acuerdo de manera compatible con la protección del medio ambiente e impulsar un modelo de desarrollo sostenible, haciendo que su éxito no se limite a lo económico y comercial.

Acuerdos comunes de la Alianza del Pacífico A raíz de la integración de estos países se han producido acuerdos importantes tales como: la eliminación de visas, la instalación de embajadas y consulados comunes, el intercambio académico y estudiantil, etc. Sin dudar de los beneficios que ello tiene para sus ciudadanos, aun son inexistentes los acuerdos en materia ambiental.8

Minería responsable La minería es una fuente de riqueza que ha permitido a muchos países lograr un crecimiento económico considerable.9 Es por esto que las medidas que tengan como prioridad el medioambiente deberían empezar en este ámbito, es decir, proteger la naturaleza sin frenar la inversión. Y es que sucede que en ese sentido los 7 En ese sentido la Constitución Chilena de 1980 (artículo 19 inciso 8), la Constitución Colombiana de 1991 (artículo 79) y la Constitución Mexicana de 1917 (artículo 4). 8 Un tema prioritario que debería estar siempre presente dado que son países con exportación primaria. 9 Por supuesto que no se quiere ser eternamente un exportador primario, pero lo cierto es que si la economía va bien es básicamente por la minería.

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países partes actualmente discuten proyectos de ley10 sin un plan común que haga viable una efectiva y coordinada protección a la naturaleza. Así se podría empezar con un marco legal global e innovación tecnológica; de esa manera se afirmaría que los países aplican el acuerdo de manera compatible con la protección del medio ambiente e impulso del desarrollo sustentable. Entonces por qué no encontrar la alianza más grande de la historia partiendo de la alianza de la que ya somos parte, o en los propios términos del presidente “si uno solo puede avanzar, juntos se llega más lejos”. 10 Así tenemos en nuestro país los proyectos de ley 03834/2014-CR, 03832/2014-CR, 03831/2014-CR, 03684/2013-CR. En Chile: 9587-12, 9397-12. En Colombia: 061/14, 042/14.




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