incluyen debilidad muscular, ansiedad, agitación, arritmias cardíacas, náuseas, hiperglucemia (nivel alto de azúcar en sangre), aumento de las enzimas hepáticas, estreñimiento o diarrea. El uso de dexametasona para el mieloma se analiza en otro manual de IMF, Understanding Dexamethasone and Other Steroids (Comprender la dexametasona y otros esteroides). Recuerde que debe informar al equipo sanitario sobre cualquier cambio en su salud.
Advertencias y precauciones Si planea someterse a un trasplante de células madre Para los pacientes con mieloma recientemente diagnosticado, que planean someterse a un ASCT, el uso a largo plazo de Revlimid puede afectar las células madre productoras de sangre. La información de prescripción de Revlimid establece lo siguiente: «Para los pacientes que reúnen los requisitos para someterse a un ASCT, la movilización de células madre hematopoyéticas [es decir, la recolección de células madre productoras de sangre para su uso en el ASCT] debe realizarse dentro de los 4 ciclos de un tratamiento con Revlimid».
Terapia de mantenimiento con Revlimid Cuatro grandes ensayos clínicos aleatorizados confirmaron que la terapia de mantenimiento con Revlimid después de un ASCT aumenta significativamente la supervivencia libre de progresión y la supervivencia global, incluso si un paciente tiene mieloma de alto riesgo. Otros estudios confirmaron que el mantenimiento con Revlimid aumenta la proporción de pacientes con EMR negativo, y que su supervivencia global es superior a la de los pacientes que no reciben mantenimiento con Revlimid. Sin embargo, la terapia de mantenimiento con Revlimid posterior al ASCT puede aumentar el riesgo de segundas neoplasias malignas primarias (SNMP), que surgen entre los pacientes que estuvieron expuestos tanto a melfalán (usado en el ASCT) como a Revlimid. Los estudios de mantenimiento temprano con Revlimid revelaron que se desarrollaron tumores hematológicos (relacionados con la sangre) secundarios en el 7,5 % de los pacientes que recibieron terapia de mantenimiento con Revlimid en comparación con el 3,3 % de los pacientes que no recibieron mantenimiento. La incidencia de SNMP de tumores sólidos más neoplasias hematológicas fue del 14,9 % en comparación con el 8,8 % durante un período de seguimiento de casi diez años. Dadas las ventajas evidentes y los posibles riesgos de la terapia de mantenimiento con Revlimid posterior al trasplante, cada paciente debe analizar las ventajas y 16
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