DIMENSIÓN PROFESIONAL Rvdo. José E. Rodríguez Recinto de Barranquitas I. Empleo y desempleo El Departamento del Trabajo y Recursos Humanos de Puerto Rico estimó que el empleo total de agosto de 2007 fue de 1,212,000, lo que representó una disminución de 2.5% en comparación con agosto del 2006. La tasa de desempleo para agosto de 2007 fue de 12.0%, lo que representó un aumento en comparación con la tasa de agosto de 2006 que fue de 10.7%. Las razones para estar empleado o desempleado pueden ser muchas. Una de las más importantes es estar o no cualificado para trabajar, independientemente del área de especialidad o grupo ocupacional al que se pertenece. Otra razón es que existan las vacantes disponibles en las cuales se puedan hacer contribuciones significativas en la colectividad a la que se pertenece. Desde una perspectiva bíblica y teológica todos los seres humanos fueron creados y habilitados para el trabajo (Gn 1:27-31). Por creación recibió la vocación de ser colaborador de Dios para llenar adelante la creación. El trabajo posibilita la realización del ser y la satisfacción de todas las necesidades a nivel individual y colectivo. Evitando que el ser humano fracase como ser humano y al mundo como mundo cerrando toda posibilidad de futuro.
II.La parábola de los talentos Evangelio de Mateo 25:14-30 Definiciones: a. Parábolas: recurso pedagógico que mediante una narración, más o menos extensa, de un suceso imaginario y por comparación, se deduce una lección moral o religiosa. Fueron utilizadas por Jesús para establecer y definir las exigencias del Reino de Dios, verdad espiritual o principio de fe para la práctica de la vida de la fe [Martínez, José M., Hermenéutica Bíblica].
b. Talentos: Según algunos estudiosos, un talento es el equivalente a seis mil denarios o a otras tantas jornadas laborales. Además, consistía aproximadamente de treinta y cinco a cuarenta kilos de oro, plata o monedas de cobre. Tradicionalmente se ha dado una interpretación reduccionista en clave pedagógica moral como sinónimo de capacidad, actitudes, dotes naturales: inteligencia, memoria, voluntad, etc. Inequívocamente, se trata de tareas y responsabilidades que se nos confían.
Conociendo el particularidades
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• ¿Qué se compara en la parábola de los talentos? • ¿En qué consiste la respuesta adecuada de los siervos? • ¿Qué se cuestiona, reprocha, rechaza y critica en la parábola? • ¿Cuál es la relación entre trabajo y espiritualidad y qué implicaciones tiene para ti en el trabajo que realizas? • ¿Qué valores se identifican con el Reino de Dios? • ¿En qué consiste el valor del trabajo según Mateo 25:14-30, en relación a la siguiente afirmación: “Dios todopoderoso, pero no puede ni quiere hacer las cosas solo.”
El texto de Mateo 25:14-30 es una parábola. Mediante el contraste y la comparación de su tema dominante pretende establecer una exigencia del Reino de Dios que debe aplicarse en la vivencia cotidiana de la fe y el seguimiento de Jesús.
La narración La historia inicia comparando el Reino de Dios a un hombre que se va de viaje. Antes de irse, llamó a sus siervos y los dejó encargados de administrar sus bienes. “A uno dio cinco talentos, a otro dos y al otro uno, a cada uno conforme a su capacidad y luego se fue lejos. Los dos primeros realizaron la encomienda de administrar los bienes entregados. El que recibió cinco, ganó otros cinco, el que recibió dos, ganó otros dos. El que recibió uno, hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su Señor. De regreso el Señor llamó a rendir cuentas a sus siervos. De nuevo, los dos primeros rindieron cuentas muy favorables de su buena administración. El Señor los recompensó por su diligencia y responsabilidad. En cambio, el que recibió un talento fue incapaz de rendir cuentas favorables. Sólo se limitó a cuestionar a su Señor por la forma de proceder y manejar sus bienes. De inmediato, el Señor le reprochó su negligencia y pereza. Le retiró su confianza. Lo despojó del único talento que poseía y lo condenó a las “tinieblas de afuera” excluyéndolo de toda participación en la administración de sus bienes. Para reflexionar:
Conclusión Hoy, la percepción y ética del trabajo han cambiado. Hay quienes tienen una visión muy negativa del trabajo y consideran que hay que evitarlo porque reprime el disfrute de la vida. Se ve como maldición, fastidio y tarea impuesta de la que hay que escapar. Se promueve el “cógelo suave”, “que trabaje otro”, “el miqueo”, “el hacer que hago”, o “aguaje de que se trabaja”, etc. ¿Cuál es tu actitud hacia el trabajo? Ante negativa actitud hacia el trabajo es necesario renovar nuestra manera de pensar y buscar como nos ayudan las Escrituras. El trabajo debe verse y entenderse desde una perspectiva bíblica y teológica. Es actividad humana enmarcada en el acto y dinámica de la creación. Establecida por el Creador como parte esencial del desarrollo integral del ser humano con un impacto positivo en el desarrollo de toda colectividad humana. Es recurso que posibilita la satisfacción de las necesidades apremiantes del ser humano y la colectividad a la que pertenece. De esta manera mediante el trabajo se brinda un servicio al prójimo, a la colectividad y a Dios mismo como punto de partida y meta de todas las cosas. “Alfa y Omega.”
DIMENSIÓN SOCIAL Dr. Rafael Hiraldo Román Recinto de Fajardo I. Sobrevivientes Apasionados (Auto evaluación) En ocasiones son los momentos difíciles los que nos empujan a auto examinarnos y a reevaluar, ¿quiénes somos?, ¿qué queremos de la vida y de nuestras relaciones? Sin duda el amor es un sentimiento que se tiene que cultivar y que mientras maduramos en nuestras relaciones matrimoniales, la misma busca y exige nuevas maneras para nutrirse. Por lo cual, es necesario que los pequeños detalles y pequeñas sorpresas demuestren que el amor continúa más allá de la rutina. Para ello debemos arraigarnos al mismo como si se tratara de sobrevivir de manera apasionada. Recuerdo una historia en la cual el esposo, de regreso a su hogar, sufrió un accidente automovilístico en el cual perdió la vida. A lo largo de los meses la esposa encontró en diferentes lugares de la casa pequeñas notas en las cuales su esposo ya fallecido le expresaba su amor apasionado. Preguntémonos: • ¿Cuán a menudo nos fijamos en los pequeños detalles? • ¿Con cuanta frecuencia nos detenemos a dar gracias por los cuidados y labores domésticas? • ¿Cuán a menudo sacamos un tiempo especial para disfrutar de nuestra relación de pareja? • ¿Podemos imaginar llegar a casa y que la pareja no este? • ¿Cuán común nos es celebrar y reír juntos?
II. Nutriendo la Relación Tomemos nuestras Biblias y leamos Efesios 5:21-33, pasaje muy conocido y que responde a la enseñanza parenética o la manera de vivir correctamente los principios y verdades cristianas que son muy común de las epístolas paulinas. La exhortación es a utilizar el ejemplo de amor y de servicio de Cristo, como modelo relacional; modelo que nos impone entre otras cosas el velar por el
otro, la otra, antes que por nuestro interés personal (ver: Filipenses 2), que además nos invita a amar a la pareja de la misma forma en que nos amamos a nosotros/as mismos/as. De otra parte, el libro Eclesiastés nos invita a “gozar de la vida con la mujer (hombre) que amas…” La exhortación es a crear los espacios, las oportunidades y la intencionalidad de nutrir la relación. ¿Cómo podemos lograr dicha meta? Las siguientes sugerencias, basadas en las enseñanzas que encierra las Escrituras citadas, nos deben provocar una revisión y dirigirnos a un coqueteo con nuevas maneras de nutrir nuestras relaciones. Las mismas se presentan en forma de preguntas. • ¿Amo como a mí mismo/a a mi pareja? • ¿Cuánto tiempo le dedico a cuidar mi salud física, espiritual y emocional, con el propósito de presentar lo mejor de mí en el día a día de la relación? • ¿Cuánto me falta por aprender de mi pareja? • ¿Sé escuchar? • ¿Cómo nutro mi relación? • ¿Qué nuevas perspectivas puedo leer en las Escrituras citadas? • ¿Cuál es mi capacidad para amar a mi pareja como a mí mismo? En una sociedad donde la violencia doméstica presenta visos de pandemia, es necesario retomar y releer los consejos y bases bíblicas sobre el cómo relacionarnos. Nos es urgente el encontrar y el reconstruir nuestras relaciones desde las bases del proyecto de Dios lo cual, entre otras cosas, implica alejarnos del materialismo rampante que nos define y ahoga, el crear espacios para la comunicación y el compartir en tiempo real. Resulta irónico que en una era de tantos adelantos técnicos que facilitan la comunicación se nos haga tan difícil el comunicarnos. El paradigma es el amar, un amar que de manera consciente e intencional busque servir y no ser servidos/as, dar y no esperar siempre que nos den, guardar silencio y aprender a escuchar en lugar de siempre tener la razón. Recordemos, “que el amor todo lo puede”.
III. Seamos intencionales Leía en una ocasión un artículo titulado: “Receta para el Alma”, en el cual el autor invitaba a que transformáramos cada día en una celebración de año nuevo, refiriéndose a que cada año nuevo hacemos una serie de resoluciones que a las pocas semanas se nos suelen olvidar. Por lo cual si hacemos de cada día una celebración del año nuevo, podremos renovar intencionalmente nuestras metas y promesas. Para que una planta de frutos o flores se necesita nutrirla, dale el calor, la frescura del agua y la devoción de nuestro tiempo. Recordemos, que no hay mejor fruto que el del amor mutuo. Por tanto es importante crear los espacios para nutrir intencionalmente nuestras relaciones.
…no hay mejor fruto que el del amor mutuo.