Biografía de una vajilla by Isabel Pulido

BiografĂa de La vajilla de Leonor

La Vajilla de Leonor La biografía hace referencia a una vajilla, la cual es una mercancía que permite satisfacer necesidades de las personas que pasan a ser usuarias de esta. A continuación se va a contar la historia de como esta llegó a manos de Leonor, desde su producción hasta el significado emocional que esta pudo tener; evidenciando los dos factores de la mercancía: el valor de uso y el valor de cambio.

Hacia el año 1986, en japón, la fábrica de vajillas Mika arrancó un día más la producción de las finas porcelanas. Los obreros quienes ofrecían su fuerza de trabajo a cambio de sus sueldos para poder sobrevivir; trabajaban fuertemente para sacar a adelante la producción de las piezas, lo que ellos no sabían es estaban trabajando en gran medida para que el empresario dueño de la fábrica de vajillas pudiera ganar dinero de la producción de estas, este a su vez invertía parte de esa ganancia en la máquinas y en sacar su negocio adelante; a pesar de esto el valor de cambio de estas mercancías era muy superior a la fuerza productiva en la que el empresario invertia lo que permitía que la plusvalía fuera de gran valor.

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Gracias a la inversión que realizaba el empresario y a la gran fuerza de trabajo que ejercían los trabajadores en el negocio de las vajillas, estas tomaron gran fuerza y empezaron a reconocerse como un producto de calidad a tal punto de empezar a ser exportadas a diferentes partes del mundo. Colombia, más específicamente San Andrés isla fue un destino elegido para esa exportación.

Una tienda de la isla se interesó por la venta de estas finas vajillas, así que empezó a realizar negocios para poderlas tener en su inventario de ventas, la tienda pagaba por las vajillas un 50% más de lo que había costado su producción y las vendía un 30% más caro que eso, las personas terminaban pagando hasta un 80% más de lo que había costado hacer la vajilla; sin embargo, estaban dispuestas a pagar ese precio por el producto debido que encontraban un valor de uso que valía que lo que se pedía cambio. Marx (1867) afirma: “las mercancías se vendan por un precio divergente de su valor, pero esta divergencia no es más que una transgresión de la ley del cambio de mercancias” (p. 101)

Durante el diciembre de 1986, Camilo y Leonor una pareja de esposos nacidos en BogotĂĄ se encontraban de paseo en la isla de San AndrĂŠs. Estaban conociendo la isla y pasaron cerca a la tienda en donde se encontraba la vajilla.

Leonor se fijó en la vajilla que se encontraba en la vitrina de esta tienda, cuando pasaron por enfrente de esta. Al verla quedó enamorada, gracias a sus adornos dorados, su fina cerámica blanca y la cantidad de piezas que esta tenía. Era una vajilla para diez personas, que tenía una tetera, una azucarera, diez pocillos, diez platos grandes, diez platos pequeños, diez bowls y dos bandejas. Leonor pensaba que era perfecta para su casa, a pesar de que ya tenía una que respondía a las mismas necesidades. Solo que la vajilla que estaba en su casa tenía un valor de cambio diferente a la de la tienda, lo que representaba un mayor status.

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Leonor le pidió a Camilo que se la regalara, a él le pareció un poco elevado el valor de cambio de ésta, pero la compro para satisfacer los deseos de su esposa; sabía que el valor de uso que ella le iba a dar iba a significar emocionalmente mucho para ella.

Al llegar a su casa en Bogotá, lo primero que hizo leonor fue guardar su vajilla en el mueble donde guardaba sus cosas más delicadas y apreciadas, ya que para ella la vajilla era una mercancía preciada que debía ser cuidada.

Al poco tiempo de que Camilo y Leonor llegaran de su viaje, era navidad. Para leonor era una fecha muy especial porque podía reunirse con toda su familia, por eso invita a cenar a sus diez hijos a su casa y por esto decide estrenar la vajilla. Era un momento emotivo para ella, característica atribuida al uso de su preciada vajilla, desde ese momento solo utilizo su vajilla cuando era una fecha que lo ameritaba junto a su familia. De esta manera, el valor de uso más allá de comer con ella, era que permitía la unión familiar en la familia de Leonor y Camilo.

Leonor muere y se hace la repartición de sus cosas entre sus hijos, Olga su hija menor se queda con la vajilla, ya que ella más que ningún hijo sabía lo que significaba ese vajilla para ella.

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Olga al saber lo preciada que era la vajilla para su madre, decide guardarla en un mueble de su casa como forma de recuerdo, sin utilizarla para comidas por miedo a que se descompleta o se gaste. AquĂ el valor de uso da un giro sin dejar de estar enfocado hacia lo emocional; pasa de ser excusa para la uniĂłn familiar a formar parte de un recuerdo de alguien que ya no estĂĄ; en este sentido, la vajilla sigue satisfaciendo una necesidad propia de la persona que la adquiere.

conclusiones Las necesidades propias de los usuarios, son las que logran brindar el valor de uso a los objetos; es por esto que el valor de uso puede variar de persona a persona en cuento al mismo objeto y determina el lazo emocional que se crea con un objeto. A pesar de que dos objetos respondan exactamente a la misma necesidad, el valor de cambio puede ser diferente dependiendo de la calidad, material, el productor y el país de la producción del producto. El valor de cambio también puede determinar en cierta medida el valor de uso, en este caso la vajilla que generaba más status era la que se utilizaba para ciertos eventos especiales a comparación de la vajilla económica que se utilizaba en el diario vivir de Leonor. En el caso de la vajilla de Leonor, la plusvalía viene siendo ese porcentaje de más por el que pagó Camilo al momento de comprar la vajilla, que va dirigido a la ganancia tanto del lugar de compra como al fabricante.

BibliografĂa Karl Marx. (1867). Tomo 1. En El Capital(101,). Londres: sin referencia.