COMPETENCIA COMUNICATIVA Se entienden como un conjunto de procesos lingüísticos que se desarrollan durante la vida, con el fin de participar con eficiencia y destreza, en todas las esferas de la comunicación y la sociedad humana.
Competencia lingüística
Es un conjunto de elementos adicionales que acompañan al lenguaje (escrito u oral), y que ayudan a complementarlo.
Competencia paralingüística
Agrega a la competencia lingüística el componente emocional necesario para que la comunicación resulte atractiva, convincente, amena, etc. Va más allá de lo que dicen las palabras en su significado, para asignar valor a como se expresa.
Competencia pragmática
Es la intención del hablante, definida ésta como la del propósito de lograr objetivos comunicativos tales como: rechazar, retractarse, preguntar, felicitar, saludar, agradecer, entre otros, a través de la lengua, es decir, realizar actos de habla, influyentes en los interlocutores.
Hablar, escuchar, leer y escribir son las habilidades del lenguaje. A partir de ellas, nos desenvolvemos en la cultura y la sociedad, y a través del desarrollo de estas habilidades, nos volvemos competentes comunicativamente.
Competencia textual
Competencia quinésica
Competencia proxémica
Es la capacidad para articular e interpretar signos organizados en un todo coherente llamado texto. Las características de un texto bien formado son la coherencia y la cohesión (facilitar la interpretación).
Es la comunicación a través del cuerpo según el contexto en el cual nos encontremos (postura, gestos, etc.). Con ella podemos complementar, enfatizar o contradecir lo dicho con palabras, incluso, podemos prescindir de éstas.
Es la capacidad que tenemos los hablantes para manejar el espacio y las distancias interpersonales en los actos comunicativos. Las distancias entre los interlocutores, la posibilidad de tocarse, el estar separados o en contacto, tienen significados que varían de una cultura a otra.