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Castillos de Baviera: Los más bellos de Alemania

Los más bellos de Alemania

En 1806, al desaparecer el Sacro Imperio Romano Germánico, Alemania quedó dividida en varios reinos, principados, ducados y otras denominaciones, entre ellas el Reino de Prusia, al norte; y el reino de Baviera, al sur, que duró hasta su extinción en 1918, al final de la Primera Guerra Mundial, con la desaparición del II Reich.

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El más célebre y controvertido rey de esta idílica región de Alemania, al pie de Los Alpes, fue Luis II, quien mantuvo una confrontación permanente con los círculos de poder de su reino, en Munich, la capital de Baviera.

Luis II, también conocido como El rey loco, fue un amante de la música y las artes. Un gran mecenas para Richard Wagner, aunque debido a la oposición en Munich, el compositor tuvo finalmente que emigrar de Baviera. Luis II se fue aislando en sus castillos, a donde sus ministros se tenían que trasladar para que firmara las leyes y decretos de su reinado.

Construyó los tres castillos más bellos de Alemania y unos de los más hermosos del mundo; contrario a la usanza europea, no lo hizo con cargo al erario, sino invirtiendo la totalidad de su fortuna personal. Neuschwanstein, Herrenchiesee y Linderhof son una herencia invaluable para su natal Baviera, para Alemania y patrimonio para la humanidad. Tenía en sus planes construir un cuarto castillo, pero la vida no le alcanzó.

Sus malquerientes en la oligarquía de Munich

triunfaron finalmente y fue declarado incapaz para gobernar, siendo sustituido por su hermano Otto. Se le impuso como

acompañante a un psiquiatra, y fue así como el 13 de junio de 1886, después de haber salido a dar una caminata con él, ambos fueron encontrados muertos en el lago Stamberg. Dado que Luis II era un excelente nadador, lo más probable es que haya sido asesinado.

Hace ya algunas décadas recorrí en Alemania la llamada Ruta romántica, que parte de Fussen, al pie de Los Alpes, en la frontera

Castillo Neuschwanstein. Baviera, Alemania.

con Austria, una ciudad que parece surgida de la fantasía, con un hermoso casco antiguo, casas con frontones medievales, lugares idílicos a orillas de un torrente, un castillo gótico y un monasterio, lagos y bosques alpinos en sus alrededores y, sobre todo, los increíbles castillos de Neuschwanstein y Hohenschwangau en sus cercanías.

Esta ruta pasa por una docena de pueblos medievales que se conservan perfectamente con todo su encanto del pasado, mereciendo especial mención Augsburg, una de las ciudades más antiguas de Alemania, la romana Augusta Videlicorum.

En el siglo XVI, las familias Welser y Fugger, de esta ciudad, dominaron mucho sectores de la economía europea e incluso financiaron el reino de Carlos I de España, V de Alemania, y las exploraciones de éste en Sudamérica. De la Dieta de Augsburg salieron las Confesiones de Augsburg, el 25 de junio de 1530, que fueron el credo del luteranismo y la Reforma.

Muy especialmente citamos a Rothenburg ob der Tauber, ciudad imperial libre y atracción turística de fama mundial, por su hermoso casco medieval y murallas originales perfectamente conservados y que milagrosamente se salvaron de los salvajes bombardeos occidentales de la II Guerra Mundial.

Este recorrido termina en Wurzburg, hermosa ciudad famosa por sus festivales del vino y por su Residence Palace, inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.

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