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Berlín, el milagro: Renacer como el Ave Fénix
Berlín, el milagro
Renacer como el Ave Fénix
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La emblemática capital de Alemania fue totalmente reducida a polvo por los intensos bombardeos de la aviación norteamericana, que dejó caer sobre las principales ciudades de este, relativamente pequeño, país más de 1 millón y medio de toneladas de bombas incendiarias, con una altísima mortandad de población civil; un crimen de lesa humanidad sin precedente histórico, al igual que la destrucción con terribles secuelas lacerantes de Hiroshima y Nagasaki.
Sin embargo, en el unilateral juicio de Nuremberg, los criminales se convirtieron en los buenos y los vencidos en los malos. Yo apuntaría que Hitler, quien desde luego no era un santo, tomó París sin destruir nada y respetando los inmensos tesoros artísticos de esta ciudad-museo, la que visitó y recorrió. En contraste, en la injusta e inmoral guerra contra Irak, las tropas norteamericanas devastaron su capital, Bagdad, cuna de la cultura de la humanidad, su importantísimo museo fue saqueado y con ello se perdieron para siempre más de 100 mil tesoros artísticos e históricos. Es marcada la diferencia, sin lugar a dudas.
Existen documentales de 2 meses después de su capitulación, en que vemos a las mujeres y niñas alemanas trabajando en la reconstrucción de su ciudad, convertida totalmente en ruinas, viviendo épocas de una total escasez de alimentos, abrigo y sin ninguna comodidad.
La emblemática e imponente Puerta de
Brandemburgo, construida en lo que fue una de las puertas de las murallas de la ciudad, con su cuadriga de caballos que Napoleón se llevó a París y que los alemanes recuperaron, comunica al enorme parque arbolado Tiergarten, de 210 hectáreas, que da inicio al bulevard Under den Linden, el cual termina en la Isla de los Museos. Al igual que todo Berlín, este monumento fue totalmente reconstruido. Marlene Dietrich decía que “mientras los tilos sigan floreciendo en este boulevard, Berlín seguirá siendo Berlín”.
La Under den Linden (bajo los tilos) es la principal avenida de Berlín, pero se encontraba en lo que fue el sector oriental. La otra gran avenida a visitar es la Kurfurstendamm, en lo que fue el Berlín occidental, ambas están llenas de monumentos históricos, restaurantes y tiendas
Puerta de Brandemburgo. Berlín, Alemania.
que registran una gran afluencia de visitantes.
En la Isla de los Museos podemos permanecer semanas sin terminar de admirar sus tesoros históricos. Allí me pasé como media hora admirando por todos los ángulos el busto de Nefertiti, del que conservo una réplica en mi oficina. Es tan vasto y variable el repertorio de obras de arte, que hasta un templo oriental completo podemos apreciar enfrente.
Indudablemente Berlín es una de las más bellas ciudades de Europa. Sus plazas hay que visitarlas y vivirlas: como la Boxhagenerplatz, con su mercado de pulgas y su plaza gastronómica, para degustar un currywurst (salchichas con salsa), strammer max (pan de centeno con jamón y huevo frito), la tradicional schnizel, un doner kebab o la deliciosa tarta de manzana apfelkuchen y la cerveza alemana.
No podemos dejar de visitar el Palacio Charlotteburg, la Alexanderplatz y la Pouzdammerplatz, así como los alrededores de esta increíble ciudad, plenos de historia y belleza.
Es admirable como el digno pueblo alemán reconstruyó su ciudad capital. Actualmente con poco más de 3 millones 600 mil habitantes, es una de las urbes más bellas del mundo y la más arbolada de Europa; cuenta con numerosas orquestas sinfónicas y filarmónicas, 365 museos, algunos de los más importantes del mundo, y más de 400 grandes ferias/ convenciones mundiales de primerísimo nivel, como la ITB, la más grande e importante de la industria turística del mundo.
Hemos tenido la suerte de recorrer gran parte de esta maravillosa y admirable nación, desde