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Abadía de Melk: Inolvidables paseos por el Danubio
la cima hay restaurantes, tiendas y hotel. El descenso es igualmente emocionante: las vacas con sus cencerros en el cuello, las cascadas que se ven primero altas y después abajo. Suiza y Austria son dos países que vale la pena recorrer palmo a palmo.
Inolvidables paseos por el Danubio
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La Abadía de Melk, en Austria, es uno de los monasterios cristianos más famosos del mundo. De monumental construcción barroca, edificada sobre un peñón a orillas del Danubio, a unos 70 kilómetros de Viena, originalmente fue un castillo del Emperador Leopoldo II que entregó a los monjes benedictinos en 1089 para su monasterio, quienes instalaron allí una escuela de renombre en el centro de Europa.
La biblioteca de esta abadía adquirió gran fama, principalmente por su enorme colección de manuscritos de gran valor, cerca de 1 mil incunables y más de 100 mil volúmenes de lectura, un verdadero tesoro para los estudiosos y filólogos.
El nombre Ostarrichi (Osterreich, nombre de Austria en alemán) aparece oficialmente a partir del año 996. Desde hace más de 1 mil años el territorio relativamente pequeño de Ostarrichi se convirtió en un gran imperio, del que Melk y su abadía siempre han sido un importante centro cultural y espiritual.
Marta y yo hemos tenido la oportunidad de recorrer gran parte del Danubio, navegándolo en diversos viajes. En la alta Austria, con sus pronunciadas colinas de verdes viñedos y terminando esta región, disfrutamos la belleza de esta imponente abadía antes de llegar a Viena.
Algo que no se me olvida son las diversas hidroeléctricas que a nivel del río, sin ningún lago artificial, proveen de este vital fluido a toda Austria. Algo similar podríamos hacer en los ríos de nuestro querido México, pero nuestras autoridades... ¡Ah, nuestras autoridades!