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Hallstatt: Tragedias que marcaron el fin de una dinastía

Tragedias que marcaron el fin de una dinastía

Hallstatt es una bella postal en los alpes austriacos, un idílico pueblecito a orillas del lago homónimo Hallstatter See, y que ha sido declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

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Está ubicado en la región de Salzkammergut, al sureste de Salzburgo, más conocida como la Región de los Lagos, al pie de montañas nevadas, de aguas límpidas y transparentes, con abundantes peces que nadan a la vista de los visitantes.

Hace algunos años recorrimos esta bellísima comarca y, desde luego, nos hospedamos en Hallstatt. El nombre proviene de una voz celta que denomina la sal, ya que en esta región existen muchos yacimientos de sal que proveían de este mineral a casi toda Europa.

Aún permanecen elementos que acreditan que esta región era habitada hace 5 mil años. Aquí visitamos una mina de sal y también pasamos fuertes aventuras en la Eisriesenwelt, la mayor cueva de hielo del mundo a mil 679 metros de altura, y con una longitud explorada de 42 kilómetros, pero el recorrido turístico es solamente de algo más de 1 kilómetro. Sufrimos subiendo y bajando senderos en una caverna materialmente de hielo, con lámparas de carburo y magnesio. Algo impresionante y difícil de olvidar.

En St. Gilgen, a orillas de un lago cristalino, mi esposa me llamó al balcón de nuestra habitación para que pudiera observar peces de por lo menos medio metro, nadando

Hallstat, un idílico pueblo enclavado en la región de Los Lagos.

tranquilamente en la orilla del lago, debajo de nuestro balcón.

Recorrimos muchos pueblos que han quedado grabados en la memoria, pasamos unos días en Bad Ischl, ciudad balneario a orillas del río Traun, ahora con 40 mil habitantes. Aquí se construyó la Kaiserville (residencia imperial) que la emperatriz Sofía obsequió como regalo de bodas a su hijo Francisco José y a Elizabeth de Baviera, más conocida como Sisi, y que se convirtió en la residencia de verano de los emperadores.

Aquí pasaban largas temporadas los gobernantes del otrora gran Imperio Austrohúngaro. La villa, sin tener la magnitud de otros Palacios, es elegante y con bellos jardines. Conocimos los aposentos imperiales, las salas de recepción y lo que fue el despacho del Emperador.

Nos comentaron que Franz Joseph (Francisco José) era muy cuidadoso en el cumplimiento de sus obligaciones y diariamente, a las 4 de la mañana, le subían a su recámara la tina de baño y lo necesario para su aseo; a las 6 de la mañana bajaba a su despacho a iniciar las audiencias, donde recibía diariamente a todo solicitante. Como anécdota, nos explicaron que este monarca tenía un timbre especial con el que señalaba el fin de la audiencia y la entrada de ayudantes que acompañaban al peticionario en su salida.

La Emperatriz Elizabeth se enfrentó a muchas dificultades con la rigidez de la corte austriaca, motivo por lo que realizó muchos viajes al extranjero, siempre sola, pues el Emperador no podía desentenderse de sus obligaciones para con su pueblo.

Francisco José, tradicionalista y

La hermosa Kaiserville (residencia imperial).

conservador, aun cuando se casó por amor y con quien quiso, estuvo marcado por la tragedia. Esto lo hizo musitar en algunas ocasiones que “la tragedia

no tiene ocaso en su

imperio”. A un hermano tuvo que desterrarlo acusado de pederastía y a otro,

Maximiliano, lo fusilaron en

Querétaro en 1867. Su hijo Rodolfo, heredero directo del trono, se suicidó junto con su amante, la Baronesa María Vetsera, en la sonada tragedia de Mayerlin, el 30 de enero de 1889, cuando se enteraron que eran hermanos, ya que se supo que la Baronesa era una hija ilegítima del Emperador. Su esposa, la Emperatriz Isabel (Sisi) fue asesinada por un anarquista en Ginebra, el 10 de septiembre de 1898.

Todas estas tragedias condujeron a que se tuviera que declarar heredero a un sobrino del Emperador, Francisco Fernando de Austria, pero éste también fue asesinado junto con su esposa Sofía Von Chotek en Sarajevo, el 26 de junio de 1914, por un anarquista de la Mano Negra, financiado por Rusia, lo que desató el inicio de la Primera Guerra Mundial, que terminó con una recomposición política del mundo, ya que desaparecieron 3 grandes imperios: el ruso de los zares, el otomano de Estambul y, desde luego, el Austro-Húngaro, y el surgimiento de decenas de nuevos Estados en Europa, Medio Oriente asiático y África. Un triste final para una dinastía y un imperio.

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