País Vasco: Dos caras de una nación

Dos caras de una nación

El País Vasco es una pequeña región con idioma, identidad y cultura propias de frente al Cantábrico, dividido entre España y Francia. En la década de los 70 del siglo pasado, después de visitar Bayona, estuvimos en Biarritz, con su antiguo casino, playas y acantilados; fue durante mucho tiempo el Cancún europeo. Aquí tenía su villa Porfirio Diaz, donde vacacionaba todos los años con toda su familia, durante su exilio en Francia.

Tras la fronteriza Hendaya cruzamos el Bidasoa para entrar en España por Irún, y después de 20 kilómetros llegar a la bellísima concha de la bahía de San Sebastián, la antigua Easo, famoso balneario de principios del siglo pasado. Allí degustamos una de las comidas que más recordamos: Corazones de alcachofas con jamón serrano y unos platos de merlusa que todavía saboreamos.

En Irún nos impactó ver a un viejo vasco con su gorra y una carreta igual a las que había en Villahermosa para transportar carga. El cambio que íbamos observando era impresionante: siendo el mismo pueblo vasco y la misma costa: Del lado francés, lo verde, el orden, los cruces ordenados en las zonas peatonales bien marcadas, fachadas limpias y pintadas; y del lado español, los campos secos, los cruces desordenados, las fachadas llenas de letreros políticos, pero también la cordialidad del “qué busca”, “qué necesita”.

El País Vasco quedó dividido por el Tratado de los Pirineos entre Francia y España. Navarra se