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Defensa heroica en Tabasco: Segunda invasión yanqui
Defensa heroica en Tabasco
Segunda invasión norteamericana
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En la parte antigua de la Ciudad de Villahermosa, entre la calle Allende y el Paseo Tabasco, existe la calle M. Bruno, que perpetúa la
memoria del Coronel Don Miguel Bruno, defensor de nuestra capital durante la segunda invasión norteamericana en 1847.
El 16 de junio de 1847 se presentó nuevamente frente a la entonces San Juan Bautista una escuadra
norteamericana, ahora con más armamento y más
barcos, con los que otra vez
bombardearon, incendiaron
y saquearon nuestra Ciudad, trasladándose los Poderes de nuevo a Tacotalpa. Los invasores norteamericanos
permanecieron en la Ciudad
35 días, hasta el 22 de julio de 1847. En ese período se
autonombró gobernador el intervencionista Gershom J.
Van Brutt, hasta que ya no
pudieron seguir resistiendo
la guerra de guerrillas que comandaba el Coronel Don Miguel Bruno y, derrotados
por segunda ocasión, se
batieron en retirada. En esos 35 días diariamente moría algún invasor, y éstos en represalia, cada día incendiaban 10 casas de nuestra Capital.
Debemos exaltar que mientras en el Centro del País nuestro ejército sufría derrota tras derrota, las
armas tabasqueñas por segunda ocasión se cubrían
de gloria. Ciertamente fue tomada la Ciudad de México y se consumó el despojo de nuestro País, pero Tabasco permaneció libre y sin ser ocupado, gracias a la hidalguía de los habitantes de esta Ciudad.
Antes, el 21 de octubre de 1846, en la boca del
Tabscoob, mal llamado Grijalva, apareció una
escuadrilla de guerra que un práctico de Frontera confundió con mercante y
la guió, descubriendo luego que era de guerra. Como el puerto carecía de guarnición,
los invasores desembarcaron y tomaron la plaza sin problemas.
Enterado en San Juan Bautista de esta invasión, el gobernador y jefe militar de la plaza, el ilustre Coronel
Don Juan Bautista Traconis
Rodríguez, tomó medidas para defender la Ciudad. En la mañana del 25 de octubre de 1846, cuando arribó la escuadrilla de guerra norteamericana frente a nuestra Ciudad y le impusieron un ultimátum para que se rindiera la plaza, Traconis
respondió que nuestra capital no se rendía y que sería defendida hasta con la misma vida por sus habitantes.
Durante los días 25 y 26 de octubre de 1846 la Ciudad fue inmisericordemente bombardeada e incendiada por las tropas gringas, al mando del comodoro Matew Perry, quien con todo y su destacamento de 2,250 hombres no pudo tomarla, desatendiendo además las gestiones de los cónsules de España, Inglaterra y Alemania, que entonces aquí residían y trataron de evitar la destrucción, incendio y saqueo de la Ciudad.
San Juan Bautista fue defendida con gran bizarría y en esta primera batalla de Tabasco murió un cadete hijo del comodoro Perry, quien tuvo que batirse en retirada con el cadáver de su primogénito a cuestas. 7 después, este mismo militar venció al Emperador de Japón y lo obligó a abrir los puertos de aquel País al comercio americano. Lo que no pudo en Villahermosa, lo logró en Japón.