La felonía del chacal: Un crimen contra la dignidad

La felonía del chacal

Un crimen contra la dignidad

Primero fue la traición, seguida del magnicidio, el asesinato artero del presidente Madero y del vicepresidente Pino Suárez para usurpar el poder. Victoriano Huerta, merecidamente llamado El Chacal, cometió estos y otros horribles crímenes contra la Patria y contra la Humanidad.

Don Belisario Domínguez

Palencia, antes de que el heroismo lo cubriera de gloria para hacerlo inmortal,

fue un ilustre chiapaneco de ideas liberales y opositor

del Porfiriato. Estudió en su natal Comitán y en el Instituto de Ciencias y Artes de San Cristóbal de las Casas, de donde se trasladó a París como alumno de La Sorbona, donde se graduó y

obtuvo el título de Médico Cirujano y Partero.

Al regresar a Comitán en 1904 fundó el periódico El Vate, donde criticaba las injusticias de la dictadura y pugnaba por la no reelección. Ejerció su profesión con humanismo, llegando a regalar medicamentos y costear tratamientos a indígenas e indigentes. Esto le valió ser electo Presidente Municipal de su heredad y después ser postulado a Senador, no aceptando ser propietario y cediendo el cargo a su amigo Leopoldo Gout, quedando él como suplente.

Al inicio de 1913 se trasladó a la Ciudad de México con su hijo Ricardo para que éste hiciera sus estudios preparatorios.

Fue testigo de la Decena Trágica, del brutal asesinato del presidente Madero y del ascenso del golpista

Huerta. A los pocos meses

falleció el Senador Gout y acudió a protestar el cargo fustigando al usurpador.

Quedan para la historia sus duras críticas y encendidos discursos del 23 y el 29 de septiembre de aquel 1913: “El mundo está pendiente de vosotros, señores miembros del Congreso Nacional Mexicano, y la Patria espera que la honren ante e mundo, evitándole la vergüenza de tener como primer mandatario a un traidor y asesino”.

Los resultados no se hicieron esperar. El 7

de octubre, un grupo de hombres torvos y armados

irrumpió en la habitación del hotel Jardín en donde se alojaba este ilustre mexicano y en medio de golpes e insultos lo llevaron

a un consultorio médico donde fue torturado y le

cercenaron la lengua, para posteriormente trasladarlo al panteón de Xoco en Coyoacán, donde después

de desnudarlo y quemar sus ropas fue asesinado a balazos y enterrado clandestinamente.

Como regalo y trofeo, el doctor Aureliano Urrutia le llevó a Huerta un frasco

con la lengua del mártir. El Congreso fue disuelto días después, siendo el asesinato

de Belisario Domínguez una de las causas de la caída

del Chacal en agosto de 1914, quien huyó a Jamaica, luego a Inglaterra, a España y finalmente a Estados Unidos, donde murió alcoholizado en una cárcel de El Paso, Texas, el 1 de enero de 1916, en medio del repudio de toda la nación mexicana.

Belisario Domínguez, en cambio, recibió los lauros de la inmortalidad. En 1936 la Cámara de Diputados aprobó inscribir su nombre con letras de oro y la casa en que nació se transformó en el Museo Dr. Belisario Domínguez; en 1953 fue