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El glorioso 5 de Mayo: Defensa de la heroica Puebla

El glorioso 5 de Mayo

Defensa de la heroica Puebla

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El 5 de mayo es un día de gloria para las armas nacionales y debería ser elevado a rango de fiesta nacional, con descanso obligatorio El contexto es el siguiente:

Faltando a la palabra empeñada en los Tratados de la Soledad, las tropas francesas invadieron a México con el apoyo de traidores y la clerecía de aquellos tiempos.

El presidente Juárez nombró Comandante del Ejército de Oriente al ilustre General Don Ignacio Zaragoza, quien se abocó de inmediato a organizar la defensa del territorio nacional, hostigando al invasor para dificultar su avance y determinando como campo propicio para la gran batalla al oriente de la ciudad de Puebla.

Fue así como la mañana de aquel glorioso 5 de mayo se produjo el encuentro del Ejército de Oriente, organizado por Zaragoza con grandes carencias, pero con la participación de aguerridos mexicanos, como la inmortal Compañía formada por indígenas zacapoaxtlas, contra el considerado en aquel entonces el mejor ejército del mundo que tenía más armamento y avituallamiento.

Datos oficiales de resultados de esta batalla son: En el bando mexicano,

83 muertos, 132 heridos y 12 desaparecidos; del bando invasor: 172 muertos, 304 heridos y 35 prisioneros.

Una verdadera proeza de un ejército improvisado pero con un enorme patriotismo, enfrentando al que tenía fama de ser el ejército mejor armado y entrenado de todos los países.

En uno de sus partes, el General Zaragoza relató que

muchos de los prisioneros franceses lloraron cuando sus captores mexicanos les arrancaron del pecho las medallas que portaban.

Decía Zaragoza: “Los franceses actuaron con gran bravura, pero sus jefes con torpeza”.

Puebla era un bastión de los conservadores traidores que promovieron la invasión y entrega de la Patria. Dubois de Saligny, Embajador de Francia, escribió a Napoleón III que las tropas francesas serían recibidas en Puebla con una lluvia de rosas. En realidad toda la población

camotera, manipulada por la clerecía, era totalmente favorable a la invasión, lo mismo que lo fue a la invasión norteamericana.

En un parte al Presidente Juárez, el 9 de mayo, recibido en Palacio Nacional a las 11:58 de la mañana, Zaragoza dice:

“El enemigo pernoctó en Amozoc y aún a las 7 de la mañana estaba allí. Nuestra caballería lo hostiliza constantemente. En cuanto al dinero nada se puede hacer aquí porque esta gente es mala en lo general, y sobre todo muy indolente y egoísta. Hoy no he podido completar ni para un día de socorro económico que importa 3,700 pesos, porque solo tiene la comisaría 3,300. La fuerza está sin socorro desde el día 5 y casi sin rancho. Qué bueno sería quemar a Puebla. Están de luto por el triunfo del día 5. Esto es triste decirlo, pero es una realidad lamentable. I. Zaragoza”.

En otro parte, Zaragoza afirma que a nuestras tropas les negaban hasta el agua. El Presidente Juárez decretó y entregó personalmente reconocimientos y medallas a todos los valientes guerreros mexicanos.

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