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PRACTICAR LA CIUDADANÍA:
Acciones P Blicas
Contra El Feminicidio
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En su artículo “Ciudadanía con marca registrada”1, Alejandro Jaramillo define la performance como “la puesta en escena de la tensión entre una estructura que pretende acomodar la representación de mundo (...) y un acto que evidencia la tendencia a (...) generar formas alternativas de representación y actuación”. Desde esta perspectiva, la acción manifiesta las contradicciones entre la realidad dominante y la acción inmediata. Tal proceso de revelación creativa, física y emocional también indica la fundación política de la performance. Al expresar su consciencia de las realidades múltiples dentro de una representación, los participantes cuestionan los sistemas gobernantes y, según Jaramillo, “practican la ciudadanía”. La ciudadanía, entonces, se define como un interrogatorio constante del status quo y del rol del individuo bajo tales restricciones. Es una manifestación de lo personal contra lo general y una insistencia en la flexibilidad fundamental de la realidad. Al poner en escena su conciencia de tales mundos y contradicciones, los participantes manifiestan y reivindican su ciudadanía.
El Centro Hemisférico de Performance y Política, sede satélite del Instituto Hemisférico de Performance y Política de la Univer- sidad de Nueva York, se sitúa en este cruce entre ciudadanía pasiva y ciudadanía activa. La organización, ubicada en San Cristóbal de las Casas (Chiapas, México) se involucra con movimientos locales y políticos a través de intervenciones espaciales que buscan ocupar el espacio público e invitar al público chiapaneco a repensar las culturas y políticas dominantes de su entorno. La realidad sociopolítica de Chiapas, un estado con una abundancia de recursos naturales que no beneficia de igual manera a toda la población, ha inspirado varios movimientos políticos regionales, incluidos el Zapatismo y la Otra Campaña. La programación pública y artística del Centro Hemisférico se enfoca en el desarrollo de ocupaciones físicas y emocionales en ese contexto político y social. Ha realizado acciones públicas para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, organizó un ciclo de documentales en varios espacios de la ciudad de San Cristóbal, y ha dado la bienvenida a artistas y activistas internacionales, incluyendo a los Yes Men , Emory Douglas de las Panteras Negras y a Regina Galindo. A tra- vés de su programación, Centro intenta manifestar las dinámicas sociales que existen en torno al género, la raza, la etnicidad y la política, entre otros temas personales y generales. El 14 de noviembre de 2012, Centro montó una acción pública contra el feminicidio en la plaza principal de la ciudad de San Cristóbal. La acción fue parte de una serie de intervenciones públicas sobre el mismo tema que empezó después del asesinato de una joven indígena, Itzel Janet Méndez Pérez, en abril de este año. La primera acción consistió en una marcha al terreno abandonado donde se encontró el cuerpo de la joven, buscando reclamar el espacio como un sitio de recuerdo y manifestar físicamente la demanda de justicia. En noviembre, la organización invitó al público crear un tejido comunitario sobre el cual los participantes escribieron los nombres de las víctimas chiapanecas del feminicidio en 2012. Durante la acción, la madre de una víctima de diez años de edad se sentó al lado del nombre de su hija y empezó a llorar mientras contaba su historia a los participantes y pedía justicia para ella.
Performance: Representación o presentación artística y/o dramática. Como movimiento, la perfomance está ligada al Happening y al movimiento Fluxus. La performance muchas veces se presenta como una antítesis al teatro tradicional y no resiste una única definición: puede tener un guión como estar basada en la improvisación; puede realizarse en un espacio público o a través de una proyección visual o virtual; puede llevarse a cabo en cualquier espacio y por cualquier medida de tiempo; puede involucrar a la audiencia o no; y puede realizarse de manera individual o colectiva.
Yes Men: Pareja de activistas conformada por Jacques Servin e Igor Vamos que busca incrementar la conciencia pública en cuanto a problemas sociales y medio ambientales mediante el uso de medios de comunicación y la realización de acciones públicas.
Panteras Negras: Partido político socialista estadounidense fundado en 1966 que luchaba por los derechos de la población afroamericana contra la brutalidad policial hasta su disolución en 1982. El partido logró notoriedad internacional gracias a su participación en el movimiento del Black Power (Poder Negro) en las décadas de 1960 y 1970.
Al proveer a la mujer sollozante de un foro público en el cual llorar a su hija, la acción no solo subrayaba el impacto hu- mano del feminicidio, sino que también apuntaba a la incapacidad de los poderes gubernamentales para combatir la epidemia y a su fracaso en abordar la pérdida de la mujer en toda su amplitud emocional. Dentro de este espacio nuevo e íntimo, la mujer fue capaz de expresar su frustración frente a la incapacidad de las autoridades de llevar a los asesinos de su hija a la justicia, así como de llorar la muerte de su hija en la presencia de su familia y de otras personas afectadas por el feminicidio y de difundir tales sentimientos frente a un público respetuoso y compasivo. Al final de la acción, la mujer fue entrevistada por un periodista que había viajado desde Guanajuato para documentar la acción y escribir un artículo sobre los feminicidios en Chiapas. Además, pudo hablar con varios abogados que participaron de la acción y que actualmente supervisan casos legales sobre el feminicidio regional. Mediante la incorporación de participantes de distintas áreas sociales, la acción logró crear un sistema de apoyo y proveer a la mujer de luto de una oportunidad de compartir su dolor públicamente mientras se le brindaba acceso a los recursos sociales necesarios para encontrar un sentido de justicia más allá del fin de la acción.
Feminicidio: El término “feminicidio” busca llamar la atención sobre el elemento misógino que existe en la muerte diaria de mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Así, señala las condiciones sociales, culturales e históricas que hacen a las mujeres más vulnerables y que las condenan a vivir en un contexto de violencia y discriminación.
El desarrollo orgánico de dicho ambiente dentro de un espacio público involucró no solo la intervención física del espacio, sino también el desarrollo de espacios emocionales y psicológicos nuevos en los cuales los participantes pudieran entrar e identificarse con las víctimas del feminicidio. La plaza se hizo estática por la imposición de un tejido que impedía el andar pasivo de la gente. Tal obstáculo físico transformaba la plaza de una zona transitoria peatonal a una de recuerdo comunitario y solemne. Como consecuencia, la acción llevaba el acto privado del luto al ruedo público y pedía justicia para las familias afectadas por el feminicidio. Sin embargo, hacía esto por medio de la creación de un espacio creado por los mismos participantes. Así, la performance no consistía en imponer una idea a un grupo de participantes específicos, sino en generar un proceso orgánico en el cual se involucró el público aleatorio y dentro del cual cada persona tuvo la oportunidad de incorporarse a la acción y añadir su propia marca. Fueron los participantes quienes crearon el tejido y quienes decidieron cómo se escribirían los nombres de las víctimas. El “equipo” básico de participantes completó la fase preparatoria de la acción, pero, al llevarla a la plaza, la dejó para que los demás la pudieran reivindicar y personalizar.
La personalización de la acción y su uso como foro público para los familiares de las víctimas quizá no parezca tan eficaz en combatir el problema como un juicio u otro proceso legal. Sin embargo, al abrir esos espacios públicos a la gente e invitarla a expresarse, las acciones otorgan un sentido de justicia que otros sistemas sociales niegan. El tema de cada acción es único, dependiendo del contexto y de las organizaciones participantes, pero cada performance intenta manifestar la tensión entre las estructuras sociales, culturales, políticas y económicas y las realidades de la gente que vive bajo su control. Al poner eso en escena, las acciones dan al público la oportunidad de reclamar su ciudadanía, de manifestarse y de insistir en su vigilancia y su presencia. En un Estado sin transparencia económica, social ni legal, los espacios íntimos, físicos y emocionales de esas acciones abrazan las identidades múltiples de sus participantes y los invitan a practicar una forma de ciudadanía a la cual pocos tienen acceso regular.