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Un día en la clase de gimnasia artística (J. González)………………..Pág

UN DíA EN LA CLASE DE GIMNASIA ARTíSTICA

Un martes 21 a las 18:00 Hs. me encontraba una clase de gimnasia artística y observé que había muchas chicas grandes y chiquitas. Me acerqué un poco más y se podía ver a gimnastas que tenían calza negra o de color, remera térmica o una musculosa y abajo otra muy pero muy finita, que estaban en un aparato llamado “salto” que te permite tocar las nubes. Hacían mortales atrás, saltaban arriba de un “caballo”, pero no literalmente. Este aparato se utiliza para apoyar las manos mientras vas corriendo y saltas. En otro lugar, había un grupo de chicas que estaban practicando piruetas en el suelo y hacían coreografías con unas canciones, pero no escuchaba la voz de nadie cantar. Más allá, había chicas en unas barras en donde daban vueltas y vueltas como la rueda de un auto, terminaban con una pirueta y aterrizaban perfectamente. Después, una señora entró al gimnasio con una nena, entre otras más. Todas llegaron con mochilas rosas con algún dibujito, zapatillas rosas y sus botellitas de agua. Estaban vestidas con calzas rosas, negras o grises y remeras blancas con algún dibujito. Fueron a un pasillo y salieron sin sus cosas, se ve que era el vestuario. Una profesora comenzó a llamar a las nenas y ellas iban corriendo y se sentaban a su lado, o se colgaban de su espalda o de sus piernas, como a caballito, y salían corriendo a una pileta llena de cubos de goma espuma amarilla y se tiraban ahí y comenzaban una guerra, mientras otras chicas entrenaban en una barra que está al lado de la pileta. Después de unos minutos, la profesora las llamó para poder arrancar con la clase. Hacían circuitos fáciles porque eran nenas de 4 a 6 años más o menos. Algunas hacían la actividad y otras se ponían a hablar, jugaban con alguna de sus compañeras o corrían por todos lados. Cuando pasó la media hora, esas nenas desarmaron su circuito y volvieron a entrar al vestuario con sus cosas y se fueron. Dentro de ese grupo había un nene que no se quería ir del lugar, entonces, corría por todos lados como si fuera Flash. Sus papás lo llamaban y él no les hacía caso, se fue al foso con los cubos y los empezó a tirar hasta que lo sacaron de ahí y se lo llevaron. Por otro lado, había un grupo de chicas tomando agua cada una con su

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botella, la mayoría eran similares. Cuando terminaron, las dejaron en una mesa y siguieron entrenando, hasta que una se cayó al hacer una pirueta y la profesora fue a ver como estaba. Ya casi a la hora de irse a sus casas, unas chicas hacían coreografías con muchos movimientos, mientras que iba pasando una al lado de la otra. Cuando pasó la hora, entraron muchas chicas de 10 y 14 años con calzas negras y buzos de color, algunas tenían zapatillas y otras crocs. Se quedaban en un costado, hasta que su profesora las llamara. Pasando los 5 minutos, las chicas entraron y fueron dejando sus cosas tiradas arriba de una mesa o de un banco largo de madera con apoya brazos. Luego se sentaron en un escalón una al lado de la otra y observaban el tramo final del entrenamiento del anterior grupo. Una vez que se fueron, las chicas empezaron a trotar arriba de una pedana blanca y celeste. Corrían vueltas y vueltas como una calesita, hasta que frenaron y empezaron a caminar. Cuando terminaron, la profesora trajo dos pelotas chiquitas de color violeta e hicieron un juego en dos grupos. Todas estaban alegres, se reían, sin embargo, a algunas se les notaba en la mirada que eran competitivas, a otras que no sabían ni a qué estaban jugando. Pasada la hora y media, empezaron a hacer distintos tipos de abdominales, a algunas se les notaban el cansancio, y a otras que hacían todo rápido como para terminar primeras o directamente no realizaban los ejercicios correspondientes. Luego, cada una empezó a agarrar cubos altos y unas barras chiquitas, entre otras cosas como para armar un circuito. Cuando terminaron de organizar todo, empezaron a hacer una fila larga, pero las de adelante del todo se peleaban por quien iba a ir primero, hasta que lograron ponerse de acuerdo y arrancaron. Hicieron alrededor de 7 repeticiones de ese recorrido. Una vez que terminaron las vueltas, salieron corriendo a buscar sus botellas de agua porque estaban re cansadas, algunas aprovecharon a usar el celular, seguro para responder algún mensaje o ver las redes sociales, no lo sé. Otras se acomodaron su peinado y se hicieron una colita o un rodete. Volvieron a la pedana y empezaron a entrar en calor moviendo los brazos, las piernas, el cuello, la cintura, las manos, etc. Estaban todas en rondas, una iba

dirigiendo y el resto la copiaba. Al terminar, la profesora las llamo y todas se pusieron en ronda a su alrededor. Después se separaron en grupos y fueron a distintos aparatos. Las que se iban a paralelas, se ponían unos cueros blancos en las manos y a eso le echaban agua y magnesio para que no se les hagan cayos. Otras, hacían cosas en la viga chiquita para después pasar a la alta. Otras, agarraban colchones grandes y unas colchonetas finitas, una tabla e iban corriendo, hacían un salto y caían en el colchón. Cuando pasó una hora, todas desarmaron los aparatos que habían usado y guardaron sus cueros en sus bolsitos para que no se pierdan. Hicieron una ronda y empezaron a estirar en la pedana, todas juntas, mientras que la profesora les indicaba qué hacer. Cuando terminaron, algunas se pusieron boca abajo, una al lado de la otra para que la profesora les sonara la espalda. Se pusieron sus zapatillas, sus abrigos, mochilas y cada una se fue a su casa.

Juliana González D´Annunzio

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