Día del Señor
4.
Domingo 27 de noviembre de 2011
Para que nuestra fe y nuestra esperanza no se pierdan ante tantas pruebas y dificultades que nos trae la vida. R/
Presidente: Padre Misericordioso, Tú nos revelas que cuanto más grande es nuestra esperanza, más grandes son tus dones, acoge nuestras humildes súplicas y aumenta en nosotros, con la venida de tu Hijo, el inestimable don de la esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
EL TIEMPO DE ADVIENTO Comienzo: El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico y empieza el primer domingo de adviento
Corona de Adviento
Domingo 27 de noviembre de 2011 - 1º Tiempo de Adviento /Ciclo B - Nº 244
Término: Adviento viene de adventus, venida, llegada, próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.
“Acercarse, escuchar y meditar la Palabra de Dios viva en la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia
Color: La Liturgia en este tiempo es el morado.
Liturgia Eucarística 8. Oración sobre las Ofrendas Recibe, Señor, los dones que te ofrecemos, de los mismos bienes que nos has dado, y concédenos que la oración que hacemos en esta vida temporal se convierta en premio de redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. 9. Oración después de la Comunión Te pedimos, Señor, que nos aproveche la celebración de estos misterios, con los cuales nos enseñas, mientras vivimos en medio de las cosas pasajeras, a descubrir el valor de los bienes eternos y a poner en ellos nuestro corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pedidos: P. Manuel Ordoñez / Cel: 315 4166780 pmanuelo@hotmail.com
4
Sentido: El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor. Duración: 4 semanas Partes: Se puede hablar de dos partes del Adviento: a) Desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos; b) Desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada “Semana Santa” de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad. Personajes: Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús. CITAS BÍBLICAS Del 28 al 30 de noviembre Lunes: Isaías 2, 1-5; Salmo 121, 1-2. 4-5. 6-7. 8-9; Mateo 8, 5-11 Martes: Isaías 11, 1-10; Salmo 71, 1-2. 7-8. 12-13.17; Lucas 10, 21-24 Miércoles: Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 10, 9-18; Salmo 18, 2-3. 4-5; Mateo 4, 18-22
LA VIDA COMO EXPECTATIVA
I
niciamos un nuevo «Año litúrgico», con el tiempo de «Adviento». Este tiempo litúrgico es una época de esperanza. La esperanza cristiana implica preparación, y la preparación es hecha a través de la conversión. En la primera lectura del año litúrgico, y por medio de símbolos, Isaías transmite un mensaje poderoso: la conversión es un regalo de Dios. Sólo Dios puede lograr la conversión humana. Por lo tanto, El puede cambiar los corazones y las malas costumbres «como romper los cielos y derretir las montañas...». El mensaje paulino a los Corintios es una oración de acción de gracias. También podemos repasarla como si fuera nuestra propia oración, reconociendo que todas las cosas buenas que tenemos vienen de Dios, tanto en lo material como en lo espiritual. En lo último, debemos incluir nuestra fe en Dios y nuestra preocupación en nuestro perfeccionamiento y conversión. Otra vez el Evangelio toma la idea de Adviento como espera preparación. La preparación cristiana para la gracia prometida implica muchas actitudes (por de pronto, conversión) y Jesús ahora enfatiza la necesidad de estar en guardia. Los ejemplos que El usa son enigmáticos. El quiere transmitirnos la idea de que las visi-
tas de Dios son inesperadas, porque El no sólo habla de la Navidad, sino también de toda gracia que viene ofrecida por Dios. En este sentido, muchas veces Dios viene a nuestras vidas inesperadamente, viene aprovechando diferentes situaciones y eventos para mostrarnos su amor y para llamarnos a la conversión. A pesar de que en muchas instancias la gracia de Dios pasa al lado sin tocarnos, porque nosotros no la reconocemos. Una muerte súbita de un amigo, enfermedad, una conversación, un encuentro con el sufrimiento de gente pobre, son a veces eventos que ocultan una gracia y la llamada Dios. Y para agarrar el Espíritu de Dios que pasa por nuestras vidas debemos estar en guardia. Debemos tener nuestra fe alerta y completamente despierta. Por encima de todo, debemos guardar nuestra esperanza: la Esperanza cristiana es la seguridad en Dios que nos llama muchas, muchas veces todos los días, y muy especialmente durante acontecimientos de gracia como la Navidad. Algunas preguntas para pensar durante la semana 1. Pensemos en algunas visitas inesperadas de Dios en nuestras vidas 2. ¿He estado yo siempre en guardia? ¿Por qué no? CPC 1
Día del Señor
Ritos Iniciales
Domingo 27 de noviembre de 2011
Ojalá vivamos siempre preparados para recibir dignamente al Señor que viene.
1. Monición Inicial 3. Primera Lectura Comentador: Hoy damos inicio al Tiempo de Adviento y con él el comienzo del nuevo año litúrgico. La Palabra de Dios nos invita en este primer domingo a tener una actitud vigilante, sobria y laboriosa, para liberarnos de todo aquello que nos encadena y no nos deja dominar nuestro sueño. No dejemos enfriar nuestro corazón, para que cuando llegue el Señor nos encuentre realizando bien nuestra tarea de transformadores del mundo. Acto Penitencial Gloria Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias. Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre: Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros: porque sólo Tú eres Santo, sólo Tú Señor, sólo Tú Altísimo, Jesucristo con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén. 2. Oración Colecta Concede a tus fieles, Dios Omnipotente, el deseo de salir al encuentro de Cristo por la práctica de las buenas obras, para que, puestos un día a su derecha, merezcan poseer el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo…
Liturgia de la Palabra
2
Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que Tú fortaleciste. No nos alejaremos de Ti; danos vida, para que invoquemos tu nombre. R. (79, 2ac+3b.15-16. 18-19)
que les digo a ustedes, lo digo a todos: permanezcan en vela.” (Marcos 13, 33-37) Palabra del Señor R/ Gloria a Ti, Señor Jesús
Lectura del libro de Isaías 5. Segunda Lectura Tú, Señor, eres nuestro Padre; siempre te hemos llamado “nuestro Redentor”. ¿Por qué, Señor, dejas que nos desviemos de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te respetemos? Vuelve, por amor a tus siervos, a las tribus que son tu propiedad. ¡Ojalá rasgaras el cielo y bajaras, como cuando bajaste estremeciendo las montañas! Jamás se había oído ni escuchado, ningún ojo había visto un Dios fuera de Ti, que hiciera tanto por los que lo esperan. Tú socorrías al que practicaba gozosamente la justicia y se acordaba de seguir tus caminos. Pero luego te enojaste por nuestros pecados. De esta manera, sin embargo, también nos salvarás. Todos quedamos manchados, nuestras buenas obras no han sido mas que un trapo sucio; todos, como hojas de un árbol, nos secamos, nuestras culpas nos llevaron como el viento. Nadie ha invocado tu nombre ni se ha decidido a aferrarse a Ti; pues nos ocultaste tu rostro y nos dejaste a merced de nuestras culpas . Y sin embargo, Señor, Tú sigues siendo nuestro Padre; nosotros somos la arcilla y Tú el alfarero: ¡Somos todos obra de tus manos! (Isaías. 63, 16b-17.19b; 64, 2b-7) Palabra de Dios R/ Te alabamos señor
CREDO DE LOS APÓSTOLES Lectura de la primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios Hermanos: que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan su amor y su paz. Siempre doy gracias a mi Dios por Ustedes, por la generosidad que han mostrado Ustedes en Cristo Jesús: por medio de Él los ha enriquecido con toda clase de dones, los dones de la palabra, lo mismo que los del conocimiento, y ha confirmado así entre ustedes el testimonio que damos de Cristo. No les falta, pues, carisma alguno para este tiempo de espera de la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo. Dios los mantendrá firmes también hasta el final, para que no tengan de que acusarlos en el día de nuestro Señor Jesucristo. Dios los llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, ¡y Dios es fiel! . (I Corintios 1, 3-9) Palabra de Dios R/ Te alabamos Señor
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén. 7. Oración de Fieles Presidente: Hermanos: a la espera del Señor, dirijamos nuestras súplicas al Padre providente y misericordioso, para que venga al encuentro de nuestras necesidades. Nos unimos en oración comunitaria, diciendo:
6. Evangelio Todos: Visita a tu pueblo, Señor. Lectura del Santo Evangelio según San Marcos
4. Salmo responsorial R/ ¡Muéstranos, Señor tu Rostro y nos salvaremos! Pastor de Israel, escucha, Tú que te sientas sobre querubines, resplandece. Despierta tu poder y ven a salvarnos. R
Comentario a las lecturas La Palabra nos dice que es necesario estar atentos y vigilantes porque la venida del Señor es inminente.
Día del Señor
Domingo 27 de noviembre de 2011
Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó, y que Tú hiciste vigorosa . R
Estando ya en Jerusalén, dijo Jesús en privado a unos discípulos suyos: “Cuidado, permanezcan despiertos, porque no saben cuando se cumplirá el último plazo. Sucederá como cuando un hombre se fue de viaje y dejó encargada su casa al cuidado de sus sirvientes, señalando a cada uno su trabajo, y confiando la vigilancia al portero. Permanezcan, pues, en vela, porque no saben cuando llegará el dueño de casa, si al oscurecer, o a la media noche, al alba, o al amanecer. Que no llegue de repente y los encuentre dormidos. Lo
1.
Por la Iglesia y sus ministros, para que viva atenta a los signos de los tiempos y sea testimonio de vigilancia y dinamismo en todos los tiempos. R/
2.
Para que en nuestras comunidades y en nuestras familias se viva este tiempo de Adviento en la concordia, la paz y en el amor. R/ Por cuantos buscan a Dios y no lo encuentran debido al miedo y al pecado, para que puedan tener la fuerza de volver a Cristo. R/
3.
3
Día del Señor
Ritos Iniciales
Domingo 27 de noviembre de 2011
Ojalá vivamos siempre preparados para recibir dignamente al Señor que viene.
1. Monición Inicial 3. Primera Lectura Comentador: Hoy damos inicio al Tiempo de Adviento y con él el comienzo del nuevo año litúrgico. La Palabra de Dios nos invita en este primer domingo a tener una actitud vigilante, sobria y laboriosa, para liberarnos de todo aquello que nos encadena y no nos deja dominar nuestro sueño. No dejemos enfriar nuestro corazón, para que cuando llegue el Señor nos encuentre realizando bien nuestra tarea de transformadores del mundo. Acto Penitencial Gloria Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias. Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre: Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros: porque sólo Tú eres Santo, sólo Tú Señor, sólo Tú Altísimo, Jesucristo con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén. 2. Oración Colecta Concede a tus fieles, Dios Omnipotente, el deseo de salir al encuentro de Cristo por la práctica de las buenas obras, para que, puestos un día a su derecha, merezcan poseer el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo…
Liturgia de la Palabra
2
Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que Tú fortaleciste. No nos alejaremos de Ti; danos vida, para que invoquemos tu nombre. R. (79, 2ac+3b.15-16. 18-19)
que les digo a ustedes, lo digo a todos: permanezcan en vela.” (Marcos 13, 33-37) Palabra del Señor R/ Gloria a Ti, Señor Jesús
Lectura del libro de Isaías 5. Segunda Lectura Tú, Señor, eres nuestro Padre; siempre te hemos llamado “nuestro Redentor”. ¿Por qué, Señor, dejas que nos desviemos de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te respetemos? Vuelve, por amor a tus siervos, a las tribus que son tu propiedad. ¡Ojalá rasgaras el cielo y bajaras, como cuando bajaste estremeciendo las montañas! Jamás se había oído ni escuchado, ningún ojo había visto un Dios fuera de Ti, que hiciera tanto por los que lo esperan. Tú socorrías al que practicaba gozosamente la justicia y se acordaba de seguir tus caminos. Pero luego te enojaste por nuestros pecados. De esta manera, sin embargo, también nos salvarás. Todos quedamos manchados, nuestras buenas obras no han sido mas que un trapo sucio; todos, como hojas de un árbol, nos secamos, nuestras culpas nos llevaron como el viento. Nadie ha invocado tu nombre ni se ha decidido a aferrarse a Ti; pues nos ocultaste tu rostro y nos dejaste a merced de nuestras culpas . Y sin embargo, Señor, Tú sigues siendo nuestro Padre; nosotros somos la arcilla y Tú el alfarero: ¡Somos todos obra de tus manos! (Isaías. 63, 16b-17.19b; 64, 2b-7) Palabra de Dios R/ Te alabamos señor
CREDO DE LOS APÓSTOLES Lectura de la primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios Hermanos: que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan su amor y su paz. Siempre doy gracias a mi Dios por Ustedes, por la generosidad que han mostrado Ustedes en Cristo Jesús: por medio de Él los ha enriquecido con toda clase de dones, los dones de la palabra, lo mismo que los del conocimiento, y ha confirmado así entre ustedes el testimonio que damos de Cristo. No les falta, pues, carisma alguno para este tiempo de espera de la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo. Dios los mantendrá firmes también hasta el final, para que no tengan de que acusarlos en el día de nuestro Señor Jesucristo. Dios los llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, ¡y Dios es fiel! . (I Corintios 1, 3-9) Palabra de Dios R/ Te alabamos Señor
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén. 7. Oración de Fieles Presidente: Hermanos: a la espera del Señor, dirijamos nuestras súplicas al Padre providente y misericordioso, para que venga al encuentro de nuestras necesidades. Nos unimos en oración comunitaria, diciendo:
6. Evangelio Todos: Visita a tu pueblo, Señor. Lectura del Santo Evangelio según San Marcos
4. Salmo responsorial R/ ¡Muéstranos, Señor tu Rostro y nos salvaremos! Pastor de Israel, escucha, Tú que te sientas sobre querubines, resplandece. Despierta tu poder y ven a salvarnos. R
Comentario a las lecturas La Palabra nos dice que es necesario estar atentos y vigilantes porque la venida del Señor es inminente.
Día del Señor
Domingo 27 de noviembre de 2011
Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó, y que Tú hiciste vigorosa . R
Estando ya en Jerusalén, dijo Jesús en privado a unos discípulos suyos: “Cuidado, permanezcan despiertos, porque no saben cuando se cumplirá el último plazo. Sucederá como cuando un hombre se fue de viaje y dejó encargada su casa al cuidado de sus sirvientes, señalando a cada uno su trabajo, y confiando la vigilancia al portero. Permanezcan, pues, en vela, porque no saben cuando llegará el dueño de casa, si al oscurecer, o a la media noche, al alba, o al amanecer. Que no llegue de repente y los encuentre dormidos. Lo
1.
Por la Iglesia y sus ministros, para que viva atenta a los signos de los tiempos y sea testimonio de vigilancia y dinamismo en todos los tiempos. R/
2.
Para que en nuestras comunidades y en nuestras familias se viva este tiempo de Adviento en la concordia, la paz y en el amor. R/ Por cuantos buscan a Dios y no lo encuentran debido al miedo y al pecado, para que puedan tener la fuerza de volver a Cristo. R/
3.
3
Día del Señor
4.
Domingo 27 de noviembre de 2011
Para que nuestra fe y nuestra esperanza no se pierdan ante tantas pruebas y dificultades que nos trae la vida. R/
Presidente: Padre Misericordioso, Tú nos revelas que cuanto más grande es nuestra esperanza, más grandes son tus dones, acoge nuestras humildes súplicas y aumenta en nosotros, con la venida de tu Hijo, el inestimable don de la esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
EL TIEMPO DE ADVIENTO Comienzo: El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico y empieza el primer domingo de adviento
Corona de Adviento
Domingo 27 de noviembre de 2011 - 1º Tiempo de Adviento /Ciclo B - Nº 244
Término: Adviento viene de adventus, venida, llegada, próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.
“Acercarse, escuchar y meditar la Palabra de Dios viva en la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia
Color: La Liturgia en este tiempo es el morado.
Liturgia Eucarística 8. Oración sobre las Ofrendas Recibe, Señor, los dones que te ofrecemos, de los mismos bienes que nos has dado, y concédenos que la oración que hacemos en esta vida temporal se convierta en premio de redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. 9. Oración después de la Comunión Te pedimos, Señor, que nos aproveche la celebración de estos misterios, con los cuales nos enseñas, mientras vivimos en medio de las cosas pasajeras, a descubrir el valor de los bienes eternos y a poner en ellos nuestro corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Pedidos: P. Manuel Ordoñez / Cel: 315 4166780 pmanuelo@hotmail.com
4
Sentido: El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor. Duración: 4 semanas Partes: Se puede hablar de dos partes del Adviento: a) Desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos; b) Desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada “Semana Santa” de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad. Personajes: Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús. CITAS BÍBLICAS Del 28 al 30 de noviembre Lunes: Isaías 2, 1-5; Salmo 121, 1-2. 4-5. 6-7. 8-9; Mateo 8, 5-11 Martes: Isaías 11, 1-10; Salmo 71, 1-2. 7-8. 12-13.17; Lucas 10, 21-24 Miércoles: Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 10, 9-18; Salmo 18, 2-3. 4-5; Mateo 4, 18-22
LA VIDA COMO EXPECTATIVA
I
niciamos un nuevo «Año litúrgico», con el tiempo de «Adviento». Este tiempo litúrgico es una época de esperanza. La esperanza cristiana implica preparación, y la preparación es hecha a través de la conversión. En la primera lectura del año litúrgico, y por medio de símbolos, Isaías transmite un mensaje poderoso: la conversión es un regalo de Dios. Sólo Dios puede lograr la conversión humana. Por lo tanto, El puede cambiar los corazones y las malas costumbres «como romper los cielos y derretir las montañas...». El mensaje paulino a los Corintios es una oración de acción de gracias. También podemos repasarla como si fuera nuestra propia oración, reconociendo que todas las cosas buenas que tenemos vienen de Dios, tanto en lo material como en lo espiritual. En lo último, debemos incluir nuestra fe en Dios y nuestra preocupación en nuestro perfeccionamiento y conversión. Otra vez el Evangelio toma la idea de Adviento como espera preparación. La preparación cristiana para la gracia prometida implica muchas actitudes (por de pronto, conversión) y Jesús ahora enfatiza la necesidad de estar en guardia. Los ejemplos que El usa son enigmáticos. El quiere transmitirnos la idea de que las visi-
tas de Dios son inesperadas, porque El no sólo habla de la Navidad, sino también de toda gracia que viene ofrecida por Dios. En este sentido, muchas veces Dios viene a nuestras vidas inesperadamente, viene aprovechando diferentes situaciones y eventos para mostrarnos su amor y para llamarnos a la conversión. A pesar de que en muchas instancias la gracia de Dios pasa al lado sin tocarnos, porque nosotros no la reconocemos. Una muerte súbita de un amigo, enfermedad, una conversación, un encuentro con el sufrimiento de gente pobre, son a veces eventos que ocultan una gracia y la llamada Dios. Y para agarrar el Espíritu de Dios que pasa por nuestras vidas debemos estar en guardia. Debemos tener nuestra fe alerta y completamente despierta. Por encima de todo, debemos guardar nuestra esperanza: la Esperanza cristiana es la seguridad en Dios que nos llama muchas, muchas veces todos los días, y muy especialmente durante acontecimientos de gracia como la Navidad. Algunas preguntas para pensar durante la semana 1. Pensemos en algunas visitas inesperadas de Dios en nuestras vidas 2. ¿He estado yo siempre en guardia? ¿Por qué no? CPC 1