Noticias de Provincia I Agosto 2023

Noticias de Provincia Agosto 2023

Provincial

Hermann Rodríguez Osorio, SJ

Coordinación editorial

John Jairo Montoya Rivera, SJ

Diseño y diagramación

Laura Valentina Souza García

Foto de portada

Cuerpo Apostólico en la eucaristía de entrega de la Parroquia Sagrado Corazón, Barrancabermeja.

Laura Valentina Souza García

Impresión

Xpress Estudio Gráfico y Digital S.A.S.

Edición cerrada el 17 de julio de 2023.

Noticias de Provincia

Agosto 2023

Editorial

Noticias breves

Cédula de Oración

Podcast de oración 100 años de misión ignaciana

Tiempo para agradecer y recoger los frutos: Magadalena Medio misión cumplida

Una vida al servicio de la misión en el Magdalena Medio

El legado continúa: entrevista con Monseñor Ovidio Giraldo Vélazquez

Visita del Padre General Arturo Sosa, SJ, en Colombia

Compañeros de misión en la construcción de un presente y futuro esperanzador

“Nos encomendamos a sus oraciones para que como presbíteros, podamos ser fieles y generosos en nuestro ministerio”: Juan Pablo Macías y Santiago Tobón en su ordenación presbiteral

Entrevista al Padre Vicente Durán Casas, SJ, nuevo Rector de la Javeriana Cali Votos del Bienio

Nota biográfica de los Novicios 2023

Centenario

Paquete gráfico 100 años de la Provincia

Intenciones de oración del Santo Padre confiadas a su Red Mundial de Oración

Intención por la evangelizaciónPor la Jornada Mundial de la Juventud

Oremos para que la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa ayude a los jóvenes a ponerse en camino, dando testimonio del Evangelio con su propia vida.

Videó Inauguración de los 100 años

¿Cómo va la implementación del Plan Apostólico de Provincia?

Red 234: un espacio para construir comunidad de acompañamiento y sentido en la Universidad Javeriana

Asamblea de Regionalización

"La visión de la Storta en la misión por los jóvenes de hoy"

50 años del CIRE

Administradores del Misión

Con el corazón agradecido

“En aquel tiempo, Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos.”

Mateo 11, 25

El inolvidable Javier Osuna SJ, en su libro “Amigos en el Señor” hace un análisis profundo del sentido y fin de la Comunidad “apostólica” en la Compañía de Jesús. Su punto de partida son las mismas Constituciones, donde claramente aparece que la Comunidad está íntimamente relacionada con la misión apostólica, la pobreza, la obediencia, la oración y la vida espiritual.

La Comunidad, en sentido ignaciano, no es un lugar cerrado y auto-referencial. Está concebida, más bien, como el espacio para el “aggiornamento” frente a las condiciones del mundo que vivimos y a las exigencias de la Iglesia.1 Nos cuenta Javier que durante los meses de las deliberaciones de 1539 debieron separarse los compañeros al ser enviados por el Papa a diversas misiones; de esta manera se rompía una comunidad que apenas duró un año donde vivían un grupo de sacerdotes predicadores que, en principio, querían trabajar juntos. Contrario a esa idea primigenia, lo que ocurrió fue la dispersión, en orden a la misión en un sentido más amplio.

Enfrentaron, pues, los primeros compañeros, un dilema serio referido a la Comunidad: ¿cómo permanecer unidos en la dispersión? Este interrogante los llevó a plantear la Comunidad como “cuerpo apostólico”, definida por la unión de ánimos y la plena consciencia de estar al servicio de una misión marcada por la diversidad. La Comunidad se constituyó como algo más allá de un equipo para facilitar y hacer más eficiente el trabajo apostólico. La Comunidad, pues, nace del llamamiento del Rey Eternal a congregarnos en un solo cuerpo (que es diverso) para asemejarnos a Él y realizar la obra de Cristo en sí mismos y entre los hombres. 2

Esto nos recuerda la primera opción fundamental del PAP que dice: “Nos sentimos llamados a sercompañeros/as en la misión cultivando un cuerpo apostólico plural, en el que participamos laicos/ as y jesuitas y en el que vivimos una vocación personal y comunitaria que nos llena de alegría”.

1 Cfr. Osuna Gil, Javier. “Amigos en el Señor” (1975). Colección Cire 1. Bogotá: Ed. Pax, pág. 13. 2 Ibidem, p. 189-190.

La entrega de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús a la diócesis de Barrancabermeja y el cierre de la comunidad jesuítica en esa ciudad, fueron motivo de múltiples homenajes y expresiones de reconocimiento a una labor apostólica de más de cien años. El pasado 31 de julio, junto con un grupo de jesuitas, pudimos experimentar y recibir las manifestaciones de agradecimiento de sus gentes que nos han hecho reflexionar sobre el sentido de Comunidad que tuvieron los jesuitas que hicieron parte de la “misión del río Magdalena”. Vivieron una Comunidad “dispersa”, pero en unión de ánimos, en la cual se pudo llevar la buena noticia a un territorio con las complejidades sociales y económicas de este territorio. La correspondencia de los superiores de esa comunidad con el Provincial respectivo y con el P. General, evidencia las dificultades que tuvieron los jesuitas asignados a estas “estaciones misionales”, como se llamaban los lugares de trabajo. La construcción de esa Comunidad apostólica no estuvo exenta de tensiones. En ese sentido es reveladora una carta del superior de la misión al P. General, en el año 1957, en la cual manifiesta algunos desacuerdos entre los jesuitas sobre el grado de participación de los laicos en los diversos apostolados de misión.

Si bien la “misión del río Magdalena” y lo que hoy es la diócesis de Barrancabermeja se llevó a cabo en medio de la dispersión y la diversidad de apostolados, lo allí logrado, por gracia de Dios, fue el resultado de una Comunidad, marcada por la misión y la unión de ánimos, a ejemplo de los primeros jesuitas.

Damos gracias a Dios por esta bella misión en el territorio del Magdalena Medio, a la cual consagraron su vida muchos compañeros jesuitas en los últimos cien años. Cada uno de ellos ayudó a continuar la construcción del Reino de Dios entre nosotros. Damos gracias también por la vinculación de hombres y mujeres de buena voluntad que se sumaron a esta misión, la cual seguirá adelante a través de las obras de la Compañía que siguen haciendo presencia en el territorio: JRS Colombia, Fe y Alegría y el CINEP/PPP, que sigue presente en la Corporación Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio.

Los obispos de Barrancabermeja, Magangué y Granada, Meta, expresaron su gratitud y nos invitaron a mantener vivo el espíritu misionero que nos lleva siempre más adelante en el servicio de Dios y de su pueblo.

Hermann Rodríguez Osorio, SJ Provincial Bogotá, agosto 5 de 2023

Cambios y destinos

P. Alfredo Ferro Medina. Superior de la Comunidad San Pedro Claver de Cartagena. Director del Santuario San Pedro Claver. Coordinador de la Misión Regional de la Costa Caribe.

P. Francisco José De Roux Rengifo. Comunidad San Pedro Claver de Cartagena. Colaborará en el Santuario San Pedro Claver en temas de derechos humanos.

P. Luis Raúl Cruz Cruz. Párroco de la parroquia San Pedro Claver de Cartagena.

P. Omar Fredy Pabón Sánchez. Párroco de la parroquia Nuestra Señora de la Macarena. Coordinador de la Misión Regional de la Macarena.

Noticias breves

P. Juan Fernando Quijano Escovar. Destinado a la Comunidad Pedro Arrupe.

P. José Virgilio Rojas Rojas. Tres meses de sabático en la Comunidad del Colegio San Pedro Claver de Bucaramanga.

P. Jorge Enrique Salcedo Martínez. Hará parte de la Comunidad de la Universidad Javeriana a partir del mes de agosto.

Ordenaciones sacerdotales

El sábado 29 de julio a las 4:00 p.m. en la Iglesia de San Ignacio de Bogotá fueron ordenados presbíteros los diáconos jesuitas Juan Pablo Macías y Santiago Tobón de manos de monseñor Luis Manuel Alí, obispo auxiliar de Bogotá. El día siguiente celebraron su primera misa a las 10:00 a.m. en esta misma iglesia.

LO DEJARON TODO Y LE SIGUIERON

Tu supiste amar y servir tú nos llamas a vivir la fe comprometida, consecuente y solidaria. San Alberto Hurtado, SJ

ORACIÓN PREPARATORIA :

Pidamos al Señor que aumente nuestra certeza que este mundo, “él dar siempre dar hasta que se nos caigan los brazos sin cansancio”.

EVANGELIO:

“La gente se agolpaba junto a él para escuchar la palabra de Dios mientras él estaba a la orilla del lago Genesaret. Vio dos barcas junto a la orilla, los pescadores se habían bajado y estaban lavando sus redes.

Subiendo a una de las barcas, la de Simón, le pidió que se apartarse un poco de la tierra. Se sentó y se puso enseñar a la multitud desde la barca. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:

—Boga lago adentro y echa las redes para pescar.

Le replicó Simón:

—Maestro hemos bregado toda la noche y no hemos sacado nada; pero, ya que lo dices, echaré las redes.

Lo hicieron señas a los socios de la otra barca para que fueran a echarles una mano. Llegaron y llenaron las dos barcas, que casi se hundían.

Al verlo Simón Pedro cayó a los pies de Jesús y dijo:

—¡Apártate de mí Señor que soy un pecador!

Pues el estupor se había apoderado de él y de todos sus compañeros por la cantidad de peces que habían pescado. Lo mismo sucedía a Juan y Santiago, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Jesús dijo a Simón:

—No temas, en adelante serás pescador de hombres. Entonces atracando las barcas en tierra, lo dejaron todo y le siguieron”.

(Lc 5 1- 11)

PETICIÓN:

Señor, quiero reconocer tu llamada entre las multitudes y las prisas entre las rutinas y las sorpresas.

REFLEXIÓN:

Qué difícil me es no hacerme el sordo cuando Jesús me llama. Sé que su invitación no puede ser superada por ninguna otra; sé que siguiéndole a Él seré feliz; sé que es lo mejor que me pueda pasar, pero… me entran los miedos y al final acabo mirando hacia otro lado.

Insistentemente me surgen todo tipo de excusas. Intento posponer la respuesta para más tarde para otro momento. Siempre acabo encontrado otras alternativas que aparentemente me parecen mejores… y mientras, Jesús sigue estando allí esperando a que me atreva a volver sobre la estela que ha dejado mi barca y me decida a encontrar la felicidad plena que Él me ofrece.

¿Qué hacer para dar el paso? Seguramente no hay recetas. Sólo tengo que ser un poco más decidido… y confiar. Únicamente Jesús nos puede recoger después de gran salto. No hay otras agarraderas. Ni familia, ni amigos, ni acompañantes, ni sacerdotes, ni religiosas o religiosos… Solo en Él está la esperanza y sólo Él basta

REFLEXIONO:

1.¿Alguna vez he sentido la invitación de Jesús a una vida plena y fecunda?

2.¿He sido capaz de escuchar su llamada pasar de una vida convencional a una vida apasionante, siguiéndole por donde Él me quiera llevar?

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

de Misión Ignaciana

Tenemos el gusto de presentarles el podcast "100 años de Misión Ignaciana", un espacio para inspirarnos, reflexionar y renovar nuestro compromiso con el servicio y la transformación. Cada mes, durante el año y medio de celebración del Centenario de la Provincia Colombiana, compartiremos las historias que han configurado e inspirado la misión y que nos permiten seguir construyendo juntos y juntas lo imposible. En este camino generoso y solidario de trabajo apostólico en el país, habitan los rostros, las voces y los sueños de personas que han entregado su vida y corazón a la misión de Jesús y que nos llenan de esperanza para seguir acompañando y sosteniendo esta misión que nos cobija a todos.

En este Centenario, queremos invitarlos a unirnos en oración, recordando con gratitud el legado ignaciano que ha iluminado la misión apostólica de la Compañía de Jesús en Colombia.

¡Sigamos construyendo un mundo más justo y humano, nutridos por la gracia de Dios!

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Tiempo para agradecer y recoger los frutos: Magdalena Medio, misión cumplida

Profesional Diseño, imagen y producto Oficina Provincial de Comunicaciones

Los días 29, 30 y 31 de julio se llevó a cabo la despedida a la comunidad jesuita y la entrega de la parroquia Sagrado Corazón a la Diócesis de Barrancabermeja. El evento de conmemoración contó con una agenda organizada por la diócesis y las comunidades, que incluyó diversos actos culturales, exposiciones fotográficas y un recorrido por varios lugares donde la misión dejó un impacto significativo a nivel social, como Puerto Wilches, San Pablo y Barrancabermeja.

Contemplar los esfuerzos que cada comunidad desempeñaba para exaltar el trabajo que realizaron los jesuitas y, a través de estos, agradecer todo el progreso que aportó la misión en su región, en su comunidad, en sus familias y en sus corazones, llenó el espíritu de cada uno de los jesuitas

Laura Valentina Souza García

Entrega de reconocimiento a la Compañía de Jesús de parte del Colegio Fe y Alegría, Barrancabermeja.

de consolación, júbilo y calma, cabe mencionar que todos los presentes mostraban una sensación de nostalgia, algunos cómo el padre José Figueroa Gomez, Obispo de la Diócesis de Granada, Meta, manifestó la tristeza de la noticia: “De estos casi cien años de misión yo he vivido una buena parte de mi vida con los jesuitas, sobre todo mi infancia y mi juventud. Monseñor Arango el primer obispo de la diócesis, que estuvo 36 años en esta región (...) él me recibió de nueve años en la comunidad” además compartió que su vocación, servicio y compromiso social se los debe a la compañía: “yo siempre he dicho que lo que yo soy en mi vida se lo debo a mi familia y la Compañía de Jesús; después, la academia, la universidad, el seminario mayor me dieron: teología, filosofía y pastoral. La formación en valores humanos y cristianos, los debo a mi familia y a la Compañía quienes dejaron una marca desde la juventud”. De la formación de los jesuitas le quedaron tres cosas: “Lo primero, la integridad de vida, yo pude tener unos profesores y superiores jesuitas muy íntegros, es decir, personas que lo que decían lo vivían, para mí los padres Alfonso Carvajal, Jaime Rojas, José Joaquin Barragan tenían esa gran integridad de vida, eso lo capte desde pequeño. Lo segundo, la discreción, modestia y pobreza, vivían con lo necesario, habría que ver esa sotana de los padres, muy limpias pero eran muy sencillas y lo que encontraba uno en las habitaciones era un escritorio, un cuaderno y el texto de los Ejercicios de San Ignacio (...) eso me impactó y he procurado en mi vida tener también esa humildad. Lo tercero, el sentido de compromiso social, es decir, en nuestra formación los sacerdotes eran muy claros en eso; a nosotros los seminaristas nos decían un gran lema: ustedes se forman para ser misioneros del río Magdalena. Así se llamaba el vicariato: Vicariato del Río Magdalena, después ya se llamó Diócesis de Barrancabermeja (...) los padres formadores eran muy delicados, congruentes y conscientes de que ellos estaban formando el clero de la diócesis de Barrancabermeja y sabían que tenían que formar buenos sacerdotes, misioneros, comprometidos, que vivieran la obediencia, la pobreza, la castidad como debe ser y eso nos quedó”.

Por otro lado diversos Jesuitas manifestaron que sentían nostalgia al recordar varios procesos que empezaron desde cero, en un contexto misional, atravesando el río Magdalena en chalupa y sin presencia de parroquias o autoridades que les acompañarán en territorios que estaban siendo violentados y/o vulnerados, otros, recuerdan con mucho cariño sus inicios en el Compañía, como novicios misioneros. Barrancabermeja les confirmó su vocación y reafirmó su fe, y finalmente para algunos es como despedirse de su hogar.

El agradecimiento profundo y auténtico de la comunidad estuvo presente en el transcurso del evento, Graciela Gónzalez, laica y colaboradora de la Parroquia San Pedro Claver, Barrio Villarelis, comentó: “Decir gracias es muy poquito para el trabajo que los jesuitas hicieron en la región, ellos estuvieron tanto tiempo tan cercanos a las comunidades más vulnerables con huérfanos, viudas, cargando a los muertos, sin temor a que fueran ellos también asesinados, decir gracias por esa vida de entrega que tuvieron es decirles que hicieron valer el legado: en todo amar y servir, por que eso fue lo que hicieron aquí servirle a todas las comunidades a la mayor gloria de Dios. El legado que deja la Compañía en Barranca está en diferentes niveles

...Nos unimos en este momento de oración para agradecer al Señor por este tiempo y por este trabajo...

tanto en lo económico, lo moral, espiritual y lo comunitario. Realmente es un motor de vida”, con esperanza deseó: “Que a donde lleguen los jesuitas sigan sirviendo como lo hicieron en Barrancabermeja, que sean bien recibidos y sigan esa vida tan entregada a todos los más humildes, además, que no nos olviden, nosotros nunca los vamos a olvidar, siempre los llevaremos en nuestros corazones, recuerden que Barrancabermeja siempre será su casa”.

Finalmente, este evento develó todos los frutos que ha tenido la misión en términos sociales, comunitarios, defensa de derechos humanos, económicos, educativos, pastorales, espirituales y de acompañamiento.

Abiel García, jovén miembro del colectivo juvenil Generarte, compartió lo que para él es el legado que deja la Compañía: “es un legado muy hermoso por que los/as jóvenes nos permitimos consolidarnos y juntarnos para hacer presencia e incidencia en las comunas, hablarle a las personas de la paz, de los asuntos de género, del arte, de la equidad y de la importancia que tiene construirnos como país teniendo en cuenta la paz, a través del diálogo, la esperanza y la escucha. Considero que Generarte es el legado, nosotros somos el legado”. Se resaltó también el impacto social que se logró gracias a las obras y programas, como lo son: El Programa Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, JRS y el Colegio de Fe y Alegría.

La compañía se despide con paz y agradecimiento, con la esperanza de continuar su labor evangelizadora, a través del carisma ignaciano, en obras, procesos y personas “Podemos decir misión cumplida. El fruto de la misión del río Magdalena es una diócesis consolidada que lleva adelante el anuncio de la Buena Nueva y un clero generoso y bien preparado. Las Opciones Fundamentales del Plan Apostólico de nuestra Provincia, nos lanzan a explorar otros lugares del territorio nacional que son más urgentes y se constituyen en una apostolado de frontera. Nos unimos en este momento de oración para agradecer al Señor por este tiempo y por este trabajo”, expresó el Padre Provincial Hermann Rodríguez SJ, quien nos invita a saber afrontar los cambios y saber vivir una alegre y generosa disponibilidad y nos recuerda que aunque todo cambia algo se mantiene firme y es el amor que nos llama, que nos invita, que nos mueve, como dice la canción de Mercedes Sosa: pero no cambia mi amor por mas lejos que te encuentre, ni el recuerdo, ni el dolor de mi pueblo y de mi gente. Queremos mantenernos en movimiento pero cimentados y arraigados en el amor.

Exaltación y agradecimiento: Misión del Magdalena Medio

Fotos por: Laura Valentina Souza García, Profesional Diseño, Imagen y Producto, Oficina Provincial de Comunicaciones.

Eucaristía presidida por monseñor Ovidio Giraldo Vélazquez, obispo de la Diócesis de Barrancabermeja.

Entrega de reconocimiento. De izquierda a derecha, P. Provincial Hermann Rodríguez Osorio, SJ y monseñor Ovidio Gilraldo Vélazquez. Parroquia Sagrado Corazón, Barrancabermeja.

Saludo de Paz. De izquierda a derecha: P. Francisco de Roux junto al P. Pedro Nel Ortíz, SJ.

P. Provincial Hermann Rodríguez Osorio SJ, con el reconocimiento ofrecido por el Colegio Fe y Alegría, JRS, El Programa Desarrollo y Paz del Magadalena Medio.

Ofrenda floral al primer obispo de Barrancabermeja, monseñor Bernardo Arango Henao, SJ.

Oración ante la tumba de monseñor Arango, SJ.

De izquierda a derecha: P. Provincial Hermann Rodríguez Osorio, SJ con monseñor José Figueroa, obispo de Granada, Meta.

Muestra fotográfica de la Obra de la Compañía de Jesús en el Magdalena Medio.

De izquierda a derecha: P. Pedro Nel Ortíz, SJ junto al P. José Darío Rodríguez, SJ. Colegio Seminario San Pedro Claver.

en el Magdalena Medio

Alix Katherin Niño Corzo Profesional de Comunidades Digitales Oficina Provincial de Comunicaciones

Pedro Nel Ortíz Lozano es un jesuita bumangués que ingresó a la Compañía en 1953. Gran parte de su ministerio sacerdotal se ha desarrollado en la Misión del Magdalena Medio, apostando por las causas sociales y servir a los menos favorecidos. Es licenciado en Filosofía y Letras, y en Teología de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, y licenciado en sociología de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Dentro de sus distintos encargos apostólicos ha colaborado en el Cinep/PPP, y ejercido como párroco en San Pablo, sur de Bolívar; Puerto Wilches, Sabana de Torres, San José, Tierra Alta, Córdoba; y San Pío X en Cúcuta. Colaboró en la pastoral del IMCA en 1994 y fue delegado para las Parroquias y Templos de la Provincia Colombiana de la Compañía. Actualmente es vicario parroquial en el Sagrado Corazón de Jesús, en Bucaramanga.

Con motivo de la salida de la Compañía de la región y la entrega de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, recordamos la vida y obra del padre Pedro Nel, su trabajo misional y sus sueños para la región.

¿Cómo decidió ingresar a la Compañía de Jesús?

Mi etapa escolar se desarrolló en dos instituciones: el Colegio Virrey Solis de Bucaramanga, durante mis primeros años de primaria, y el Colegio San Pedro Claver, en donde hice quinto de primaria. La costumbre era que al inicio de cada año escolar, el Colegio repartía papeletas para apuntar la profesión a la qué se quería dedicar cada estudiante. En esa oportunidad, apunté que quería ser piloto; los que apuntaban que querían ser jesuitas o sacerdotes los reunían para realizar acompañamiento y actividades de formación. También, cada año el rector de laEscuela Apostólica visitaba los colegios para determinar si había estudiantes que querían llevar una vida consagrada. En una ocasión, el hermano Fernando Arango me recomendó que hablara con el

Una vida al servicio de la misión

Segundo de izquierda a derecha: P. Pedro Nel Ortíz SJ, navegando por la Ciénaga de Paredes, Sabana de Torres.

padre Jaime Martínez SJ, rector de la Apostólica, a pesar de que no haber apuntado que quería ser sacerdote. Dialogué con él, me pidió que concretara una reunión entre mi mamá y el padre Jorge Ortiz SJ, rector del colegio. Mi mamá asistió y al terminar su reunión me informó que me iba para la Escuela Apostólica. Yo le había dicho que no tenía vocación, pero al llegar allá, en ese ambiente y después de los Ejercicios Espirituales confirmé que ese era el camino.

Fui un novicio muy fervoroso e interesado en las causas sociales. Tenía un compañero de noviciado del Tolima que estuvo inmerso en las problemáticas de guerra de partidos y me encantaba que me contara sobre ello. Alguién le contó al padre maestro de novicios que aparentemente estaba difuso y distraído. Él me dijo que así no era la Compañía de Jesús. Ahora creo que para eso sí estamos; para estar inmersos en donde hay necesidad. Seguí adelante con el juniorado, filosofado, y empecé la etapa del magisterio. A los jesuitas siempre los enviaban lejos de su familia, pero el padre Provincial Eduardo Briceño SJ, me dijo que me mandaba a Bucaramanga porque sabía que mi mamá se iba a poner muy contenta. Estuve un año en el Colegio San Pedro Claver y después, el segundo año, lo hice en la Apostólica del Mortiño, cerca de Zipaquirá. Después de mi formación filosófica y teológica, hice 3 años de licenciatura en sociología en la Universidad Gregoriana de Roma y después empecé a trabajar en el Cinep/PPP. Después de unos años, finalmente me ofrecí a trabajar en la misión del río Magdalena.

En la misión, no empecé por Barrancabermeja sino que hice un reemplazo en Puerto Wilches, en una parroquia que había sido encargada a los jesuitas y hacía parte de lo que se llamaba la Prefectura Apostólica, después Vicariato Apostólico y finalmente Diócesis de Barrancabermeja; cuando Monseñor Arango fue designado como el primer obispo de la Diócesis. Después pasé a Sabana de Torres, al Occidente de Santander que se comunicaba por ferrocarril con Barrancabermeja y Bucaramanga, ya que en ese tiempo usábamos el tren. Estuve en tres oportunidades tanto en Barrancabermeja como en San Pablo, sur de Bolívar. En el Magdalena Medio he vivido más de 20 años con mucha alegría.

Para conocer el contexto de la misión encomendada a los jesuitas en esa parte del país, me gustaría que hiciera una introducción histórica de cómo se desarrolló

En 1923, se estaba misionando en la región y dos sacerdotes: el padre Fernández y el padre Ramos subían el río Magdalena atendiendo los pueblos que estaban a la orilla del río. La propuesta era que se hicieran cuatro estaciones misioneras: Pinillos, San Martín de Loba, el Peñón y Simití; todos ellos están en la margen derecha subiendo de Barranquilla hacia Bogotá. Pero eso no se realizó porque la Prefectura comenzó en la margen oriental del río.

Se estaba hablando de la fundación de una misión para el río Magdalena, porque era una región muy abandonada de parte de la Iglesia. Habían católicos pero no recibían visitas de misioneros ni de organizaciones. El 02 de abril de 1928, el Papa Pio XI dictamina que los jesuitas se encarguen de esa misión que era muy extensa geográficamente. Incluía el margen izquierdo del río, conectando con la diócesis de Santa Marta, una diócesis muy antigua en Colombia; así como muchos pueblos, la ciénaga de Zapatosa, parte del César y Santander.

En 1928, se inicia oficialmente la misión y es nombrado como primer Prefecto el padre Carlos Hilario Currea. Él hizo una visita al territorio para enterarse de la situación, comenzando en la parte norte de la Prefectura, saliendo de una población que se llama Saloa, un puerto dentro de la ciénaga de Zapatosa. Después fue en dirección al pueblo. Viajando cerca de las dos de la tarde con un sol canicular, tuvo una insolación y llegó muy mal al corregimiento. Lo atendieron con medicina tradicional y poco a poco se fue restableciendo. Tiempo después, Monseñor Currea tuvo que presentar su renuncia, y en 1932, nombraron al padre Rafael Toro como segundo Prefecto Apostólico. El 29 de abril del mismo año, se posesiona y comienza a hacer los nombramientos más urgentes y las visitas pastorales.

A medida que se avanzaba, los jesuitas reflexionan que si tienen a cargo esa Prefectura es necesario pensar en las vocaciones. Por esto, Monseñor Toro funda en Gamarra, departamento del 16 Noticias de Provincia Agosto 2023 17 César, el seminario menor del Sagrado Corazón; la escuela apostólica de la misión. Tuvieron problemas porque Gamarra es un sitio muy caliente, los alumnos no eran muy perseverantes y escaseaban los recursos económicos para el sustento tanto de los alumnos como de los formadores, pero tenían puesta la confianza en el Sagrado Corazón, titular del seminario. Hicieron una visita a Ocaña que pertenecía a la Diócesis de Santa Marta. El seminario menor los recibió con mucho cariño y los favoreció económicamente. Así, la mayoría de los que estaban cursando sus estudios en la Escuela Apostólica se trasladaron a Ocaña, pero se les prohibía que hablaran de vocaciones porque estaban en otro terreno eclesiástico. Sin embargo, cambiaron de obispo, llegó el señor Bernardo Botero y él ordenó que los jesuitas y los seminaristas salieran de Ocaña. La sociedad siempre protestó. Se consultó al Nuncio Apostólico del Vaticano en Colombia, que era Monseñor Serena y aconsejó que a los seminaristas que pasaban al Seminario Mayor los enviarán al Seminario de las Misiones de Yarumal.

Después, la Escuela Apostólica se trasladó de Gamarra a Piedecuesta y fueron muy bien aceptados por el obispo de Pamplona; en Bucaramanga todavía no había Diócesis y se dependía de la Diócesis de nueva Pamplona. La población estuvo muy complacida con la idea de que llegaran los jesuitas. Después de conversaciones, la señorita Mercedes Cepeda, dueña de unas propiedades en el barrio San Rafael de Piedecuesta ofreció un espacio para la formación, y el 19 de julio de 1945 se inauguró, llegaron los alumnos y se bendijeron en el Templo. Lamentablemente, el padre Toro perdió la vista considerablemente y tuvo que presentar su renuncia, y nombraron al padre Bernardo Arango, rector del Colegio San José de Barranquilla como Prefecto Apostólico. Su posesión fue el 6 de enero de 1948. En esa época, ocurrió la muerte de Jorge Eliécer Gaitán y, en Barran-

... me gustaría exaltar la labor de nuestros hermanos que nos precedieron en el cuidado de las personas del Magdalena Medio, personas muy abnegadas, que expusieron su vida y su salud para atender a las necesidades de la gente.

cabermeja, la multitud se rebeló. Entraron a la casa cural, dañaron una imprenta, se llevaron muchas cosas, trataron mal al Prefecto y al párroco, y al final ellos tuvieron que asilarse, hasta el 22 de abril de ese año, cuando el ejército tomó a Barrancabermeja.

La segunda etapa de la misión es el Vicariato. En 1950, Monseñor Arango fue consagrado obispo por Monseñor Ángel María Ocampo, SJ. Cuando Monseñor Arango se posesionó, resolvió que la Escuela Apostólica debía estar en territorio de la misión del Vicariato, por lo que se trasladaron de Piedecuesta a Barrancabermeja, y se construyó el seminario que todavía funciona, no como seminario, sino como un colegio. Monseñor Arango empezó a abrir nuevas parroquias, llamadas cuasiparroquias, porque por el Instituto de la Compañía de Jesús, San Ignacio había estipulado que no podíamos recibir parroquias ya que en ese tiempo tenían rentas y condiciones especiales y eso suponía permanencia y quitaba la movilidad de la comunidad.

Se comparaba a la Compañía de Jesús como una caballería ligera que estaba en movimiento e iba a donde las necesidades se presentaban. Después se acordó que se debía crear la Diócesis de Barrancabermeja.

La idea del padre Jesús María Fernández, el primer Provincial de Colombia era que se emulará lo que los jesuitas habían hecho en el sur del continente. Se llamaban reducciones y consistía en concentrar a las comunidades indígenas en un punto común para poderlos atender mejor y que hubiera más posibilidades de hacer la evangelización. También se procuraba la organización de las comunidades, el trabajo comunitario, la educación, no solamente en letras sino también en astronomía, en música, y en artes. Finalmente, se abrió la Parroquia de Bocas del Rosario, Sabana de Torres, Puerto Wilches, y en Barrancabermeja se fueron abriendo más parroquias.

Junto al río Magdalena, Puerto Wilches.

¿Cómo era esa época?

Barrancabermeja era un centro de petróleo. La compañía americana Tropical Oil Company se estableció en esa zona para iniciar la actividad petrolera en Colombia. Ellos entraron por el Río la Colorada trayendo los equipos de perforación; establecieron un ferrocarril, casinos y dormitorios para los obreros. Recuerdo que la primera vez que visité la ciudad todavía existían esos grandes pabellones. Así empezó la explotación del petróleo y con el tiempo empezaron a crearse los sindicatos de obreros.

Cuando se terminó el tiempo de la empresa Tropical Oil Company, se fundó la Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol, y se logró hacer un sindicato afiliado a la UTC. No solamente se hicieron sindicatos de petróleo, sino que también de cargadores, de los que trabajan en la plaza de mercado y se fueron extendiendo.

Revisando la cronología de su trabajo apostólico, se evidencia que gran parte de su ministerio sacerdotal ha estado al servicio de la misión del Río Magdalena, ¿qué ha representado a nivel vocacional su paso por la región?

El tiempo en el Cinep/PPP fue complicado y difícil ya que estaba todo el movimiento guerrillero; fue el tiempo del M19. Se realizó una reestructuración a la organización y varios jesuitas salieron. Quería seguir siendo parte de la Compañía de Jesús porque creo que su trabajo vale la pena por lo que pedí que me enviaran al río Magdalena. Llegué a Puerto Wilches y pasaron algunos meses hasta que me enviaron a Sabana de Torres. Me acuerdo que de camino me enterré varias veces en la carretera porque llovía y se formaban lagunetas, al final me bajaba y me metía al agua. A las 9 de la noche, llegué a Sabana de Torres y el padre que estaba allá pasó a Puerto Wilches. Durante un tiempo estuve con el padre Guillermo Serrano, una persona generosa y comprometida, que también fue párroco de San Pablo, al sur de Bolívar. Hacia el final de mi estadía en este municipio empezó a hacerse presente la violencia guerrillera. Después, fui a Puerto Wilches, estuve poco tiempo y pasé a San Pablo. Fue una labor muy bonita porque trabajábamos con las pequeñas comunidades. Ya había presencia del ELN, después llegaron las FARC y finalmente llegaron los paramilitares, pero no alcancé a relacionarme con estos últimos porque ya había salido del pueblo. Era muy fácil encontrarse con el ELN, estaban en todas partes. Recuerdo que la primera vez que fui a un corregimiento de San Pablo, noté que cuando estaba celebrando la misa había un joven vestido de negro, en una de las puertas, y me llamó la atención. Al terminar la misa y empezar a recorrer el pueblo, vi a ese mismo joven con un fusil, y el arma era más grande que su cuerpo. Fue sorpresivo porque no tenía conocimiento de ellos, pero tuve que acostumbrarme. No tuve

Con la comunidad del barrio Aeropuerto, Sabana de Torres.

dificultades para hacer mi apostolado por parte de esta organización. Había cierto respeto no solamente por los jesuitas, sino por la Iglesia. Como el padre Camilo Torres había estado con ellos, creo que tienen una impronta cristiana. La prueba es que ahora que están en los encuentros de paz con el ELN, la iglesia está presente. Puedo decir que el apostolado confirmó mi vocación y recuerdo con mucho cariño esos trabajos.

A propósito de la fiesta de San Ignacio, ¿qué le gustaría resaltar?

El 31 de julio vamos a entregar la parroquia del Sagrado Corazón de Barrancabermeja que se fundó en 1928. En esta fecha, me gustaría exaltar la labor de nuestros hermanos que nos precedieron en el cuidado de las personas del Magdalena Medio, personas muy abnegadas, que expusieron su vida y su salud para atender a las necesidades de la gente. Lamentablemente, muchos de ellos murieron prestando el servicio y otros salieron por enfermedad y murieron en diversas casas de la Provincia Colombiana. Realmente son unos modelos de entrega, de generosidad y de disposición al servicio de la gente.

¿Cómo ha visto la transformación de la misión de la Compañía en la región a lo largo de estos años de servicio?

Ya no podemos pensar en la misión del rio Magdalena, eso se acabó cuando se creó la Diócesis, es decir, cuando se estableció la iglesia en ese territorio. La misión es como la preparación para establecerla. Aunque dejó de existir como la misión del río Magdalena, la Diócesis sí ha ido creciendo: aumentaron las vocaciones, se fueron formando más sacerdotes, algunos de ellos han tenido la oportunidad de ir al extranjero a formarse en relación a apostolados tanto en juventud como familia, actos litúrgicos, y aspectos jurídicos, porque varios han estudiado Derecho Canónico. Después de Monseñor Arango vino Monseñor Juan Francisco Sarasti, y seguidamente Monseñor Prieto Amaya, que dejó una impronta muy bonita en la Diócesis. Más adelante, estuvo Monseñor Camilo Castellón y ahora está Monseñor Ovidio Giraldo. Se evidencia que la Iglesia ha crecido. Se formaron muchos seglares, y se siente su apoyo en el apostolado, en la familia, en las comunidades y en las distintas pastorales. De modo que se hizo un trabajo, y no todo depende de nosotros; depende de Dios y de la respuesta que le podamos dar a Él.

¿Cuál considera que ha sido el impacto social, religioso e incluso político que ha dejado la Compañía de Jesús en esa región?

Creo que eso varía en relación al modo en que cada obispo le da su propio carácter a la misión. Por ejemplo, desde los tiempos de Monseñor Arango se fortaleció la pastoral social y había un sacerdote que tenía mucha relación con nosotros, que era el padre Eduardo Díaz. Él era

Celebrando Domingo de Ramos en el corregimiento El Rosario, San Pablo sur de Bolivar.

diocesano y al principio pertenecía a la Diócesis de San Gil y por la división quedó en la Diócesis de Barrancabermeja. Era una persona muy bien formada que trabajó mucho.

Por esto, creo que es un aporte de la Compañía, pero no es único o exclusivo; otros pudieron realizarlo. Es importante para la iglesia y para la gente porque ella está al servicio de todos. Personalmente, esto me ha ayudado para formar a las pequeñas comunidades eclesiales de base. De modo que le agradezco a Dios esa facilidad que me ha dado y esa vocación.

¿Cuál le gustaría que fuera el legado de la Compañía para las comunidades de esa región?

Creo que hay mucho agradecimiento de la comunidad y lamentan que la Compañía entregue la parroquia. Sin embargo, nosotros no somos eternos. Este cariño de la gente no debe quitarnos la capacidad de estar donde Dios quiere que estemos, es decir, abrirnos a más realidades. Como dice el papa Francisco: “hay que salir”, ser una Iglesia en salida en nuestra situación colombiana de pobreza, violencia, necesidad de reconciliación y de paz. Creo que ese legado se dejó y la prueba es que, por ejemplo, existe el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, que no fue fundado por la Compañía pero que ella ayudó, con el apoyo del Cinep/PPP. También hay presencia del Servicio Jesuita a Refugiados -JRS- y Fe y Alegría Colombia; y eso no se acaba porque nosotros nos vayamos. Son instituciones independientes en sí mismas, pero dependientes de la Compañía de Jesús. Son obras que van a seguir con el mismo entusiasmo que han tenido mientras estábamos nosotros. A veces, es difícil porque hay otros pensamientos u otros énfasis demasiado espiritualistas. No hemos asumido que hay que promover a la gente a que sea ciudadana, que sea corresponsable de su propio destino y de sus ilusiones.

¿Cuál es su sueño para esta región?

Me gustaría que eso que hemos deseado para la región durante estos años permanezca, es decir, que con nuestra salida, no se acabe el trabajo que ha desarrollado la Compañía de Jesús en el territorio; que se conserven aquellas cosas que hicimos con generosidad y sinceridad; por ejemplo, la promoción de la gente, es decir, que ellos participaran en las realidades y pensarán en su transformación; que eso continúe y que haya una madurez política en ese sentido. Pero, sobre todo que la reconciliación y la paz se apoderen de esa región porque hubo casos de violencia y aún siguen. Por ejemplo, estuve encargado de la Comisión Diocesana por la Vida y la Paz; estuve en la Fundación con Monseñor Prieto Amaya y me acuerdo que hubo un mes de mayo en el que contamos cerca de ciento dos muertos, asesinados en Barrancabermeja. Por eso, deseo mejores días para toda esa región que no solamente comprende Santander, sino Antioquia, Boyacá, Caldas, César, Norte de Santander y Bolívar.

Me gustaría que me pudiera compartir una anécdota o algún momento dentro de su misión apostólica que haya confirmado su permanencia en la región y/o le haya dado motivación para seguir.

Cada lunes, acostumbraba a viajar de San Pablo a Barrancabermeja, y regresaba los martes. Muchas de las tomas que hubo por parte de la guerrilla del pueblo, sucedían durante el lunes.

Fue casualidad, no fuí avisado de que ellos iban a entrar y por eso decidía salir. En una ocasión, regresé después de una toma y entré a la casa cural. La puerta de esa casa era de lámina y, en ese momento, estaba sin ella; la cortaban, la enrollaban y por ahí entraban porque el templo y la casa cural colindaban con el puesto de policía y la alcaldía del municipio. Normalmente, se encontraba mucho escombro porque con la balacera y las bombas, el cielo raso caía al piso. El domingo siguiente, después de la siesta, oí el ruido de una bomba. Salí a la puerta de la casa cural -que ya habíamos arreglado para que no quedara a la vista pública- y vi un grupo de personas en una esquina del parque. Fui al templo, y la pared contigua al puesto de policía estaba caída y había una cantidad considerable de rezagos. Enseguida, fui al comando de la policía para ver qué se podía hacer y me encontré al teniente de la Policía y el teniente de la Infantería de Marina muertos. También había unos policías tremendamente heridos porque el teniente de la Policia se le ocurrió abrir una cantina que habían dejado los guerrilleros, y era una bomba. En lugar de tirarlo a un potrero para que explotara, levantó la tapa y ese fue el detonante. La explosión levantó al teniente por encima del techo, cerca a un salón que había al lado de la casa cural, y él cayó al piso. Al haber tantos escombros, yo no lo alcanzaba a ver, pero me cuentan que desde la cintura hacia abajo no existía. Me encontré con 3 policías a los que les faltaba alguna extremidad. Me impresionó mucho ver a uno de ellos que, de la rodilla hasta el pie, no tenía ni la tibia ni el peroné; solo tenía los cartílagos y el pie estaba intacto dentro del zapato. A esos tres policías se los llevaron al Hospital de San Pablo y a la media hora murieron, porque no se podía remediar las hemorragias. En la toma del lunes anterior habían muerto tres policías y, con el asunto de la bomba, murieron seis personas tanto de la policía como de la Armada. Eso me impresionó, sin embargo, la idea es ayudar, animar y consolar, como dice San Ignacio.

A veces teníamos nuestras precauciones con la manera en la que las Fuerzas Armadas trataban a la gente. Sin embargo, no hacíamos distinción de ninguna naturaleza. Recuerdo otra situación al poco tiempo de llegar a San Pablo. Cuando las calles todavía eran de tierra y de Prado, hubo un encuentro con el ELN en donde mataron a un teniente. El Ejército después persiguió a los helenos y mataron a cuatro de ellos, los trajeron al municipio y los tiraron en la calle, frente a la alcaldía. Yo le dije al sargento que había un cementerio, un lugar donde depositarlos, no para enterrarlos sino para realizar los exámenes de rigor; que los fallecidos eran igualmente personas humanas como ellos y que había que respetarlos aunque fueran enemigos. Ellos llegaron a un corregimiento a bordo del río Magdalena y le comentaron al cura que yo era guerrillero porque estaba defendiendo a los muertos. Así era la vida, pero eso no me echaba para atrás.

¿Cuál considera que es su vocación dentro de la Compañía?

Mi vocación es la fidelidad al llamamiento; una vez que uno es consciente de que este es el camino. Es la fidelidad a Jesucristo, el referente principal para mí. Yo lo que hago es mirar, dejarme contagiar por lo que es, y él me da la fortaleza, me sostiene y me muestra horizontes. Eso también es propio del cristiano, porque nosotros decimos: somos cristianos, pero ni siquiera leemos el Evangelio, entonces no vamos a saber de Jesús. Eso es lo que más quiero y lo que le pido como dice San Ignacio: conocimiento interno del señor que por mí se ha hecho hombre para que más lo ame y lo siga.

El legado continúa: entrevista con Monseñor Ovidio Giraldo Vélazquez

Coordinadora Unidad de Comunicación

Hablamos con el Obispo de la Diócesis de Barrancabermeja, sobre la trascendental entrega de la Parroquia Sagrado Corazón por parte de la Compañía de Jesús. Mons. Ovidio Giraldo Vélazquez compartió su perspectiva y destacó la importancia y el significado de la misión apostólica de la Compañía, y cómo esta entrega marca un nuevo capítulo en la continuidad de su valiosa labor en el Magdalena Medio.

¿Cómo reciben la misión que ha construido la Compañía de Jesús en Barrancabermeja y la región del Magdalena Medio?

Con mucha gratitud y reconocimiento por la obra realizada por los padres jesuitas durante más de un siglo en Barrancabermeja y el Magdalena Medio colombiano. Primero gratitud porque ha sido más de un siglo de compromiso generoso, íntegro y alegre; más de 100 años de presencia misionera y pastoral en este territorio. Segundo reconocimiento por la obra realizada, que es admirable desde todo punto de vista; el punto de vista de la misión desde la infraestructura eclesial, también desde la acción social, desde el acompañamiento pastoral de liderazgo institucional y de la mística cristiana.

¿Cuál es el sentir de la comunidad tras la entrega de la Parroquia Sagrado Corazón por parte de la Compañía de Jesús?

El sentir unánime es de pesar en la diócesis y en la región. Pesar porque son más de 100 años de su presencia en el territorio. Ellos son los “papás”, son los padres de la Diócesis de Barrancabermeja, de una parte de la Diócesis de Magangué e incluso de algún sector del César. Hay una

Blanca Isabel Herrera

Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio

Monseñor Ovidio Gilraldo Vélazquez. Parroquia Sagrado Corazón, Barrancabermeja.

paternidad natural e histórica que lógicamente ha generado un vínculo muy profundo de la comunidad eclesial y de todos los habitantes de la región con la Compañía de Jesús.

Igualmente, también el afán de hacer un reconocimiento y en eso también hay una unanimidad a nivel de las instituciones, de las comunidades, de las organizaciones sociales y de toda la región; un reconocimiento muy merecido a los padres jesuitas y a la Compañía por tan hermosa historia de fe y de promoción humana y cristiana, generada y acompañada durante más de 100 años de presencia misionera y de pastoral.

¿Cuál es el legado que deja la Compañía de Jesús en la comunidad de Barrancabermeja y el Magdalena Medio?

Dejaron un legado enorme, un legado integral. Primero, indudablemente un legado de capacidad y de entrega misionera. Cuando ellos llegaron al territorio, esta tierra era netamente de misión. Lo primero que hicieron fue construir una barca que anduviera por todo el río Magdalena, desde Barranquilla hasta Puerto Naré, atendiendo a todos los ribereños, que eran gente sin evangelización, en situaciones precarias, y con un desconocimiento grande de la fe y ese fue el propósito: toda una gesta misionera, una peregrinación misionera constante por todas las dos riberas del río Magdalena.

De izquierda a derecha: monseñor José Figueroa, P. Provincial Hermann Rodríguez Osorio, SJ y monseñor Ovidio Gilraldo Vélazquez. Parroquia Sagrado Corazón, Barrancabermeja.

Segundo, una capacidad de haber llevado a toda la gente de la región a una madurez eclesial de fe y de iglesia, hasta que este territorio se constituyó por parte de Roma, cómo Prefectura Apostólica. Luego ascendió a un nivel más alto que fue la del Vicariato Apostólico. La prefectura se dio en la década de los 20´s, el vicariato en la década de los 40´s y luego en 1962 se dio la creación de la diócesis. Todo esto lo generó la Compañía de Jesús, siendo Bernardo Arango Henao, SJ, el primer obispo de la diócesis; un sacerdote jesuita que estuvo aquí hasta la década de los 80´s. Ya comenzó a fortalecerse la diócesis con vocaciones sacerdotales propias y con creces hemos hecho una obra de consolidación de la Iglesia en este territorio.

¿Cómo se continuará con la labor, los programas y proyectos de la Compañía de Jesús desarrollaba en la región después de la entrega de la parroquia?

La Compañía de Jesús continúa con su presencia a través, primeramente del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, en el cual está vinculado el CINEP, una de las instituciones socias. Es muy importante que esa presencia continúe y se mantenga en el tiempo. También sigue presente a través del Servicio Jesuita a Refugiados, JRS, muy importante ahora que ha habido nuevos brotes de violencia en la región. También la Fundación Fe y Alegría que opera uno de los grandes colegios distritales de Barrancabermeja. Estaremos ahí vinculados como siempre, apoyando estas obras, programas y proyectos.

El tema pastoral, misionero y de liderazgo social representa un desafío para la diócesis, mantener y fortalecer el valioso legado y fundamento que ha sido cuidadosamente construido por los Jesuitas.

Reconocimiento de parte de la Diócesis de Barrancabermeja a la Compañía de Jesús. De izquierda a derecha: P. Provincial Hermann Rodríguez Osorio, SJ y monseñor Ovidio Gilraldo Vélazquez. Parroquia Sagrado Corazón.

Quiero enviarles un mensaje de inmensa gratitud y admiración por la obra realizada con mucha generosidad, integridad, un espíritu eclesial enorme y una caridad pastoral a toda prueba. El reconocimiento y las celebraciones de gratitud y exaltación de la obra de ellos que vamos a hacer acá en el territorio, serán pocas para toda la ingente obra misionera, pastoral y social que los Jesuitas han sabido gestar, acompañar y llevar a buen término. Quiero decirles que los seguimos reconociendo como nuestros padres en la fe, padres históricos de la diócesis, de la vida eclesial y de la promoción social. Que seguimos contando con su cercanía espiritual, su fraternidad sacerdotal y misionera, y también con su cercanía a través de las instituciones que ellos tienen y que nos pueden seguir ayudando bastante. Esta es su casa siempre, esa memoria no quedará sepultada, sino al contrario, la idea es que se mantenga viva en las nuevas generaciones de sacerdotes y de fieles de nuestra diócesis. Finalmente decirles que les deseamos muchos frutos misioneros y pastorales.

Me gustaría que enviara un mensaje de parte de la Diócesis de Barrancabermeja a la Compañía de Jesús

Colegio Seminario San Pedro Claver, Barrancabermeja.

Visita del Padre General Arturo Sosa a Colombia

La presencia del Padre General Arturo Sosa SJ, en Colombia fue un momento de unidad y consolación para todo el Cuerpo Apostólico de la Compañía de Jesús en el país. Las obras trabajaron colaborativamente para compartir su esencia y trabajo apostólico en los distintos espacios, y jesuitas, colaboradoras(es) y amigas(os) de la Compañía de Jesús, unieron esfuerzos para compartir momentos especiales y formar comunidad. En los encuentros que se desarrollaron durante su estadía, se experimentó una profunda alegría, una fraternidad especial, propia de compañeros jesuitas que comparten un mismo espíritu y horizonte misional; y se compartió una invitación a seguir construyendo nuevos sueños y realidades que reanimen la misión de la Compañía en Colombia.

Durante su primer día en el país, el Padre General participó en un conversatorio en la Casa de Formación Villa Javier dirigido a los integrantes de las casas y centros formativos de la Provincia. Al encuentro asistieron cerca de 70 personas, entre prenovicios, novicios, escolares, y jesuitas y hermanos de obras relacionadas con la misión educativa en Colombia. El espacio fue una oportunidad para dialogar y compartir los sentires en torno al acompañamiento, los retos

Alix Katherin Niño Corzo Profesional de Comunidades Digitales Oficina Provincial de Comunicaciones

de la formación y el proceso vocacional en la Compañía. En el transcurso de su intervención, el Padre General resaltó que “la formación no acaba con la ordenación”, sino que por el contrario, es un proceso continuo y de aprendizaje cotidiano, y destacó la importancia de los Centros Internacionales de Formación como lugares de encuentro y de intercambio de saberes. Para David Martín, SJ, quien actualmente está en su etapa de formación en filosofía, la visita “generó mucha alegría. Es la gracia de sentirse acompañado y reconocer la diversidad de la Compañía; somos personas muy diversas, de lugares y países distintos. En este caso, es sentirse acompañado por todos tus compañeros”. Para finalizar, el P. General presidió la Eucaristía dominical, la cual contó con la participación de la comunidad del sector y en la que se oró por los padres de familia en su día y también por las vocaciones.

Del 18 al 24 de junio, el Padre General Arturo Sosa, SJ, vino a Colombia para participar en la Asamblea de la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe (CPAL). Durante su visita, aprovechó para visitar algunas obras de la Compañía en Colombia.

Ese mismo día, en horas de la tarde, el P. General viajó a la casa de ejercicios San Claver, para participar en la Asamblea de la CPAL. El evento congregó a los provinciales de América Latina y el Caribe, el Padre General, y al presidente de la CPAL y sus delegados. La Asamblea se hizo entre el 19 al 23 de junio; allí se trataron temas relacionados con la reconfiguración de las provincias, la articulación y trabajo colaborativo, los protocolos para abordar crisis comunicativas, los retos de la migración y la movilización forzada en el continente, se hizo seguimiento a acuerdos y se trabajó en la proyección de la misión del Cuerpo Apostólico. Durante la Asamblea el P. General recibió la cuenta de conciencia a los provinciales. Respecto a sus sentires en torno a la asamblea, el padre Rafael Garrido, presidente de la CPAL, destacó “la riqueza de la diversidad tanto cultural como de puntos de vista de los participantes, para mirar las oportunidades y las problemáticas. En segundo lugar, la alegría de encontrarnos como compañeros que estamos enviados a una misma misión y que en ella tratamos de dar lo mejor, la generosidad en el servicio, la búsqueda sincera de un trabajo en conjunto, y de atender la misión con fidelidad y con creatividad”.

Como parte de su agenda, el 22 de junio el Padre General participó en dos actividades. La primera fue la visita en la sede del Cinep, a los equipos del Centro de Investigación y Educación Popular/Programa por la Paz, Cinep/PPP y del Servicio Jesuita a Refugiados, JRS Colombia. Allí compartieron sus objetivos en torno a la misión de justicia y reconciliación, y las duras experiencias que viven los connacionales en las diferentes regiones del país. Además, se presentó un informe sobre la paz total, y le fue presentada la estrategia pedagógica para la difusión y lectura crítica de los informes de la Comisión de la Verdad; asimismo, se habló del sentido misional y las transforma-ciones del Cinep/PPP y del nuevo plan trienal del JRS. Esta reunió se cerró con una conmovedora intervención del P. General, en la cual invitó a reflexionar sobre el acompañamiento al movimiento migratorio de venezolanos a Colombia. “Como venezolano siento agradecimiento con pueblo colombiano, me siento como en casa y agradecido por estar presente en la

Provincia Colombiana. Me siento muy sintonizado no solo con los 50 años del pasado del Cinep sino con su futuro”, comentó el Padre General.

La segunda actividad del día fue el primer conversatorio presencial de Espacios para el Espíritu en la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá .El tema de esta edición fue Universidad en Contexto: “¿Qué universidad, para qué país?”. Durante el espacio se destacaron temas como la escucha activa como acto político, la importancia del cuidado de los espacios de conversación, la necesidad de permitir el reflejo de pensamientos y sentires plurales, y el valor de poner el bien común y la dignidad humana en el centro de nuestro quehacer. El Padre general recalcó que el “compromiso de la academia debe estar vinculado con la reconciliación con otros, contribuyendo a la creación de ciudadanía y democracia” y también manifestó su deseo de que crezca “la interrelación entre las universidades de la compañía de Jesús porque las redes pueden hacer más efectivo el mundo universitario”. Para finalizar, el padre Luis Fernando Múnera Congote SJ, indicó que a pesar de los retos, discernimientos y preguntas, no están solos en esta tarea: “contamos con nuestra comunidad de profesores, estudiantes y el equipo de apoyo. Escuchándonos podemos avanzar en este camino de esperanza”.

El 23 de junio, el Padre General se trasladó a Medellín para participar en el Coloquio Región Antioquia. En el colegio San Ignacio, se llevó a cabo la presentación del trabajo y sueños de la Misión regional. Durante el espacio se destacó la importancia del Cuerpo Apostólico y la colaboración en la misión de Dios, y se invitó a cultivar la profundidad espiritual e intelectual como medida para responder a los desafíos de un mundo en constante cambio. Posteriormente visitó la Casa Pedro Arrupe donde compartió con los jesuitas mayores.

En su último día en el país, se desarrollaron distintas actividades. El primer encuentro del día fue la visita del Padre General a la Comunidad San Alonso Rodríguez. Seguidamente, en el Teatro Chapinero, se hizo un conversatorio en el que las obras transversales pudieron compartir su esencia y sus sentires en torno a su quehacer cotidiano y la forma en la que están integrando al Plan Apostólico de la Provincia. Allí se reunieron aproximadamente 250 personas, entre jesuitas, religiosas (os) y amigos de la Compañía de Jesús, que vibran, trabajan y son inspirados por la misión educativa, juvenil y espiritual de la Asociación de Colegios Jesuitas de Colombia, ACODESI; Fe y Alegría Colombia, la Red Juvenil Ignaciana y el Centro Ignaciano de Reflexión y Espiritualidad, CIRE, respectivamente. En la tarde, en una emotiva eucaristía presidida por el Padre General en el Templo San Ignacio de Bogotá, se inauguró el Centenario de la Provincia Colombiana, una ocasión para agradecer por la misión, por los compañeros que a través de estos años han entregado su vida al servicio generoso y solidario, y por el país que soñamos. Asimismo, nuestros compañeros Uriel Salas SJ y José Darío Rodríguez SJ emitieron sus últimos votos. Durante la homilía, el Padre General reconoció la capacidad de la Provincia de demostrar, a lo largo de estos años, “el vigor apostólico y la capacidad de incidir en el tejido social y en la comunión eclesial”, en medio de las realidades más inquietantes. “Esta Colombia buena y humana sigue esperando de los jesuitas y de los laicos ignacianos un compromiso de especialísima calidad evangélica y humana. Mirar estos 100 años de historia apostólica es motivo de gratitud al Señor y a tantos jesuitas y laicos que se han entregado generosamente a la misión”.

Gracias a todos los que hicieron posible y compartieron con generosidad esta visita, que nos dejó con alegría e inspiración para seguir trabajando por la reconciliación, la justicia y la esperanza de nuestro país.

Compañeros de misión en la construcción de un presente y futuro esperanzador

Karen Dayanna Forero Pacheco Profesional de Comunicaciones RJI y Vocaciones Oficina Provincial de Comunicaciones

En un ambiente de conversación, fraternidad y esperanza, se llevó a cabo el Conversatorio de Obras Transversales que contó con la participación del Padre Arturo Sosa SJ, General de la Compañía de Jesús y diversos jóvenes que llevan procesos con las obras presentes en el diálogo. Para los asistentes, este espacio fue la oportunidad de visibilizar las condiciones sociales, culturales y económicas en las cuales la misión de la Provincia ha venido caminando, pero también una oportunidad para escuchar al Padre General acerca de su visión del acompañamiento a las juventudes.

A través de la charla se resaltaron dos características de la Compañía que son fundamentales para los jóvenes en la búsqueda del sentido de vida; la primera es la intergeneracionalidad, una de las grandes riquezas que tenemos como cuerpo apostólico al contar con personas que representan a distintas generaciones y están reunidas alrededor del seguimiento a Jesús y la espiritualidad, lo cual permite acompañar a los jóvenes gracias a la experiencia de nuestros compañeros Jesuitas.

Lo segundo que nos caracteriza como Compañía es el cuerpo multicultural y las regiones en las cuales la misión está presente, de manera que contamos con un tesoro escondido que nos lleva a la tensión más importante: ser un cuerpo encarnado en las regiones y ser un cuerpo universal. En esta ocasión encontrarnos y socializar al P. Arturo las necesidades puntuales que enfrenta la juventud en la Provincia Colombiana fue una oportunidad para reconocer la diversidad de Amé rica Latina y el Caribe y los puntos en común, por ejemplo, donde la desigualdad en la educación, la falta de oportunidades y la informalidad laboral, en la que las mujeres son las más afectadas, son las mayores causas de migración de la juventud.

En ese sentido, surgen múltiples interrogantes con relación a las herramientas y la formación necesaria para acompañar a nuestros jóvenes desde lo que nos caracteriza como cuerpo universal, enraizado en el trabajo desde la pastoral, el acompañamiento espiritual y las diversas propuestas que van surgiendo en el camino en el que Dios nos guía. En esta oportunidad, Daniela Torres, voluntaria de la RJI, se dirigió al Padre Arturo con una pregunta fundamental: ¿cómo acompañar y hablar de esperanza en un contexto violento, cuando estamos en una realidad centralizada y desigual y este contexto de entrada nos está aniquilando la esperanza?

En medio de esa realidad toma vida la misión de varias obras de la Compañía: ACODESI, Fe y Alegría Colombia, la Red Juvenil Ignaciana y el CIRE, es decir, apoyando a las juventudes en la consolidación de una esperanza y reconciliación nacional visible para todos. El P. Rodolfo Abello, SJ, presidente de ACODESI, resaltó la importancia de acompañar no solo a los estudiantes, sino de llevar un proceso transversal con las familias para en conjunto formar seres humanos íntegros -trabajando sobre la propuesta educativa constantemente-, pensando cómo generar mejores espacios de convivencia y formándose a través de los ejercicios espirituales.

La invitación es a seguir caminando en el acompañamiento a la juventud colombiana, para construir en comunidad un presente y futuro en el que la paz y el amor se viva en cada una de nuestras acciones como sociedad, conectando desde nuestra diversidad y características propias de los procesos en los que Jesús de Nazaret es el motor de lo que hacemos.

ministerio”: Juan Pablo

Macías y Santiago Tobón en su ordenación presbiteral

Alix Katherin Niño Corzo Profesional de Comunidades Digitales Oficina Provincial de Comunicaciones

Con gran consolación y mucha esperanza, nuestra Provincia celebró la ordenación presbiteral de nuestros compañeros Juan Pablo Macías Lamprea, SJ, y Santiago Tobón Grajales, SJ. La celebración eucarística se realizó en la Iglesia San Ignacio de Bogotá, el pasado 29 de julio, a dos días de la Solemnidad de San Ignacio de Loyola, y estuvo cargada de emotividad, fraternidad y compañerismo de parte de los ordenados, y la alegría y buenos deseos de la comunidad.

La eucaristía fue presidida por Monseñor Luis Manuel Alí Herrera, Obispo Auxiliar de Bogotá, quien envió un mensaje a los nuevos presbíteros a ser testimonio del Evangelio y de servicio a través de los sacramentos: “Ustedes serán hombres eucarísticos: Van a tener la honrosa responsabilidad de presidir la eucaristía. Su sacerdocio quedará inseparablemente unido por el amor de Dios (…); tendrán que asumir el riesgo del profetismo y contemplar a Dios en los gritos de los

“Nos encomendamos a sus oraciones para que como presbíteros, podamos ser fieles y generosos en nuestro

La Compañía de Jesús celebra junto a los dos nuevos presbíteros entregados a la misión.

vulnerables por medio de una escucha activa. Ustedes serán hombres de reconciliación (...) Serán testigos privilegiados del abrazo del Padre y participarán como acompañantes en las mesas de diálogo de los actores de conflicto (...)”. Asimismo, recordando a San Ignacio y su capacidad para adaptarse y servir al Señor en cualquier condición, lugar y grupo social, les aconsejó: “tengan la flexibilidad pastoral muy presente en su ministerio presbiteral, sobre todo en estos tiempos en los que el Señor llama en circunstancias cambiantes”.

Cerca de 400 personas acompañaron este momento especial, incluyendo a compañeros jesuitas, jóvenes, familiares y amigos que han participado en la vida comunitaria y pastoral de los ordenados.

Juan Pablo y Santiago, en un discurso compartido, expresaron su agradecimiento a Dios y a todas las personas que a lo largo de sus años de formación han apoyado y acompañado su camino vocacional: Oramos para que en esta etapa de sus ministerios sacerdotales, el Espíritu del Señor los siga acompañando y sigan siendo ejemplo de solidaridad, entrega generosa y permanezcan en diálogo con las realidades del mundo.

GALERÍA FOTOGRÁFICA

Ordenación Presbiteral

Fotos por: Karen Forero, profesional de Comunicaciones RJI y Misión VocacionalOficina Provincial de Comunicaciones

La ordenación se llevó a cabo en la Iglesia San Ignacio en Bogotá, junto a jesuitas, familiares, amigos.

P. Santiago Tobón, SJ compartiendo este momento con su familia.

P. Juan Pablo Macías, SJ al lado de su familia.

La entrega total a Dios y la Iglesia. Así se vivió el momento de las letanías.

Dos nuevos sacerdotes entregados dispuestos a encontrar a Dios en todas las cosas.

Entrevista al Padre Vicente Durán

Casas SJ, nuevo Rector de la Javeriana Cali

Katherin

Desde el 01 de julio, el padre Vicente Durán Casas, SJ, asumió la rectoría de la Pontificia Universidad Javeriana, seccional Cali. Este nombramiento lo recibe con mucha motivación por la posibilidad de promover escenarios de encuentro y diálogo social en la región, acercar sectores sociales y culturales, acompañar a las comunidades aledañas, y las transformaciones educativas que se pueden desarrollar. El acto de posesión se realizó el pasado 25 de julio.

El Padre Vicente ingresó a la Compañía en 1977 motivado por el testimonio de vida y trabajo apostólico de jóvenes jesuitas que conoció en el Colegio San Bartolomé La Merced: “Eran personas jóvenes, cercanas y muy inquietas, muy críticas de la sociedad y del mundo en el que vivíamos y eso me sedujo. Me pareció interesante conocerlos. Creo que ese fue el origen de mi vocación a la Compañía”, comentó.

Durante su formación como jesuita realizó estudios en filosofía y teología, en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá; y un doctorado en Filosofía de la Hochschule für Philosophie, en Múnich donde fue testigo de las transformaciones sociales que ocurrieron en Europa con la caída de la Unión Soviética, la unificación alemana y los gobiernos comunistas en muchos países. Gran parte de su ministerio sacerdotal, ha trabajado en el ámbito universitario como profesor, decano y vicerrector académico, y fue miembro del Consejo Social de la Fundación Social.

Alix

Niño Corzo Profesional de Comunidades Digitales Oficina Provincial de Comunicaciones

Dialogamos con el Padre Vicente sobre esta nueva etapa, los retos de asumir la rectoría y sus mociones en torno al nombramiento.

¿Cómo se siente y cuáles han sido las mociones que ha tenido durante el proceso de asumir el cargo como rector de la universidad?

Tenía la noción de que después de ejercer como Vicerrector Académico iba a dedicarme a leer y escribir, que es algo que también me ha gustado mucho. En filosofía, me vinculé con grupos y sociedades -soy miembro de la Sociedad Colombiana de Filosofía y de la Sociedad de Estudios Kantianos en Lengua Española- y publiqué algunos artículos, por lo que pensé que me podía dedicar un poco más a eso. Sin embargo, la Compañía nos sorprende y me nombraron rector de la Javeriana Cali. Fue una sorpresa grande y muy interesante.

El sur occidente colombiano es una región del país muy necesitada de muchas reformas sociales, cambios en la cultura y muchas transformaciones. Hay una población muy desatendida en temas educativos y de trabajo, y me parece atractivo asumir un cargo entendiendo que se puede influir en este mundo tan complejo y tan necesitado de cambios. Esto me da una motivación adicional para hacer parte y dedicarle todo mi tiempo a este proyecto.

Estoy feliz porque desde que llegué veo que realmente se puede hacer mucho. La universidad tiene un gran prestigio, tiene muchos desafíos, muchas tareas y relaciones con el entorno, y hay mucho por hacer para favorecer cambios e impulsar procesos que ya existen para el bien de la sociedad.

¿Cómo le gustaría que lo reconocieran en su rol como rector?

Me gustaría que me vieran como una persona cercana que pertenece al mundo universitario. No entiendo mi vida y mi trabajo por fuera de la universidad. Me gustan las actividades universitarias y el contacto cotidiano con los estudiantes. Quizás, ahora como rector sea más difícil; como profesor tenía la posibilidad de tomar un tinto con ellos y escucharlos. También aspiro a trabajar con los profesores, creo que es un estamento muy importante para cumplir nuestra misión adecuadamente. Este campus es hermoso. Desde mi oficina veo árboles, aves, plantas, muchos colores, pavos reales que pasan frente a mi oficina; es un privilegio y un gusto muy grande. Salir y dar una caminata quita el mal genio y hace desaparecer los problemas porque estoy viendo la naturaleza y eso me gusta mucho.

¿Cuáles considera que son los retos que representa dirigir una de las universidades más importantes de la región y el país?

Me interesa hacer de la universidad un lugar de diálogo social -dadas las circunstancias y conflictos sociales del suroccidente colombiano-; un lugar de encuentro en donde realmente poda-

“No entiendo mi vida y mi trabajo por fuera de la universidad. Me gustan las actividades universitarias y el contacto cotidiano con los estudiantes”: P. Vicente Durán Casas, SJ.

mos escuchar, comprender, y acercar sectores sociales y culturales muy lejanos entre sí. Creo que no hay que temerle a los conflictos, sino a no poder enfrentarlos. Me asusta que haya diferentes intereses y enfrentamientos entre indígenas, afrocolombianos, empresarios azucareros y terratenientes, y creo que la Javeriana puede ser un lugar para convocar un diálogo que es difícil, pero necesario. Las universidades son el lugar donde se puede dar ese diálogo ya que desarrollan temas políticamente complejos, difíciles y que tienden a la polarización. En este sentido, son privilegiadas porque son el lugar de encuentro académico sobre temas sociales, culturales e históricos. Creo que si este diálogo no se empieza en la universidad, en otras esferas de la sociedad tampoco se va a realizar.

Otro de los retos es profundizar en la oferta académica de la universidad y en sus transformaciones pedagógicas. Actualmente nadie niega que la tecnología es un reto para la educación y, de manera especial, para la educación superior. Es necesario aprovecharla y ponerla al servicio del aprendizaje, pero no podemos utilizarla sin perder de vista nuestra identidad como universidad de la Compañía de Jesús. Tenemos que ponerla al servicio de nuestro proyecto educativo, poniendo a la persona en el centro. Eso significa pensar en las comunidades, las familias, la vida social, la vida de los seres humanos y las relaciones de pareja aprovechando las posibilidades de comunicación y de interacción de unos con otros. Es un desafío muy interesante porque hay algunos que tienden a los extremos y no soy así. Entiendo que la tecnología no es la solución a todos nuestros problemas, pero tampoco creo que no sea importante. Precisamente, la sabiduría está en saberla utilizar adecuadamente sin perder de vista que la educación es ante todo el relaciona-

miento de personas: profesores, estudiantes, administrativos y toda la comunidad universitaria. Las personas son el centro de nuestra actividad y eso no lo podemos perder de vista especialmente en una universidad de la Compañía en la que se tiene en cuenta no sólo a las personas sino también su relación con Dios, la naturaleza y el entorno; desde los pajaritos y plantas que habitan este bello campus hasta los seres humanos que estamos interactuando con ella. Estoy convencido de que la educación debe también ser un espacio para que nos transformemos interiormente y ahí entra la espiritualidad ignaciana. Nosotros ofrecemos, a todos los estudiantes y a toda la comunidad universitaria, espacios para profundizar sobre aquellos aspectos que quisiéramos que Dios transformará para poder servirle mejor y eso me parece maravilloso.

Hay un desafío que el Padre Provincial me encomendó en la carta de nombramiento y que quisiera destacar, y es que si bien existe una Facultad de Ciencias de la Salud en la seccional Cali, no tenemos un hospital. Se trata de un proyecto a largo plazo, pero que sí está en marcha. Para ello debemos determinar su conveniencia y qué tipo de hospital debería ser, asegurando que sea un lugar de prácticas para los estudiantes de todas las áreas de la salud, incluyendo Psicología y Ciencias Sociales, porque el tema social de la salud también es muy importante.

¿Cómo recibe la obra?

Me encuentro con una universidad muy potente, en movimiento, muy dinámica, con muchos proyectos y cosas por emprender. Me ha llamado la atención el entusiasmo de varios funcionarios que ven en la universidad un lugar maravilloso y quieren comprometerse. He conocido proyectos de investigación de alto nivel científico y tecnológico, y también institutos como el Instituto de Estudios Interculturales ligado al mundo indígena, de los trabajadores y de las comunidades populares, que está muy comprometido y tiene un gran respaldo de esas comunidades. Con el estallido social de 2021, el instituto jugó un papel fundamental y muy cercano a los jóvenes que buscaban hacerse oír; la universidad también estuvo con ellos mostrando su apoyo.

Otro aspecto que percibo, es que la Javeriana es una universidad en camino, como diría el Papa Francisco “en salida”; es una universidad que arriesga, que quiere estar donde otros no llegan por miedo, pero actuando con prudencia; que está donde hay conflictos sociales y tenemos la posibilidad de aportar algo. No es una universidad cerrada en un cascarón que lo proteja sino abierta al mundo, a los problemas de las ciencias, a los problemas sociales y tecnológicos, y dispuesta a jugársela en este empeño por educar a las jóvenes generaciones.

Estoy feliz porque desde que llegué veo que realmente se puede hacer mucho. La universidad tiene un gran prestigio, tiene muchos desafíos, muchas tareas y relaciones con el entorno, y hay mucho por hacer para favorecer cambios e impulsar procesos que ya existen para el bien de la sociedad.

¿Qué mensaje le gustaría compartir con sus compañeros jesuitas a propósito de su nombramiento?

A mis compañeros jesuitas les diría que la presencia de la Compañía en Cali y en el suroccidente colombiano -específicamente en Popayán, Pasto, Putumayo y en muchas regiones de esta parte del país -ha sido muy importante gracias a la tenacidad de muchos jesuitas que han estado trabajando y en donde la Compañía tiene prestigio y una responsabilidad grande que no se construye fácilmente o de forma gratuita. Esto ha sido construido por la presencia de muchísimos jesuitas que han entregado su vida y eso se escucha de la gente, por ejemplo, que estudió en el Colegio Berchmans o que conoció a los fundadores de la Javeriana Cali. Pienso en el padre Antonio Gómez, SJ; en el padre Javier González, SJ, llamado conejo; y en mucha gente que participó en estos años de manera comprometida con un proyecto que fue creciendo, desarrollándose y hoy en día es maravilloso. Esperamos que haya otros que se interesen por venir a esta región del país.

Aquí también mantenemos nuestra presencia en el Templo, en el centro de la ciudad, donde hay un trabajo muy interesante y bien cultivado. Es maravilloso la asistencia, el compromiso y el prestigio que tienen las celebraciones eucarísticas que hacemos los jesuitas. No he podido celebrar, pero espero vincularme y colaborar también en el Templo.

Asimismo, esta ciudad ofrece muchas posibilidades de trabajo apostólico en la región, por ejemplo, aquí trabajó el padre Jairo Gómez, SJ, que trabajaba con campesinos y con sindicatos, y que desde Cali irradiaba un trabajo maravilloso en esta zona campesina. En el Instituto Mayor Campesino de Buga estuvo el padre Francisco Javier Mejía, SJ, a quien alcancé a conocer cuando era novicio jesuita y me impresionó. Fue un verdadero apóstol, extraordinario en lo social; era de avanzada edad pero todavía era una personalidad y un líder extraordinario en el mundo campesino.

Ahora, ese desafío lo encarno en lo que significa Buenaventura. Es un reto no solo para Cali, para el Valle del Cauca y para la Javeriana, sino para el país. Es una ciudad con problemas sociales delicados; una sociedad fraccionada, dividida, y profundamente herida, por la que tenemos que hacer algo. Tenemos que apoyarla para que se den los procesos que le permitan salir adelante.

¿A qué se siente llamado en esta etapa de su ministerio?

Me siento llamado a dar testimonio de que el amor de Dios es algo que realmente transforma la realidad. Es mi experiencia personal y es nuestra espiritualidad como jesuitas vivir la transformación que el amor de Dios realiza en cada uno de nosotros. Eso tiene que convertirse en un testimonio que sea percibido, no se trata de hablar de ello y hacer propaganda. Estoy convencido de que nuestro ministerio no es propagandístico, sino testimonial. Es distinto dar testimonio de algo mostrando lo que Dios hace en nuestra vida, lo que nos mueve a hacer esa presencia por los demás y lo que nos lleva a entregarnos radicalmente. No se trata de propagar ideas o lenguajes religiosos que aunque son importantes, es la función testimonial de nuestra vida apostólica lo que para mí como sacerdote más me mueve. Creo que en las celebraciones litúrgicas, cuando hablamos de Dios, siempre debemos partir de lo que Él ha hecho con nosotros y lo que nos mueve a hacer: estar con los más pobres, los más débiles, exigir verdad y justicia, el rechazo a la corrupción, el abuso de poder y autoridad, y que sea realmente una vida dedicada al servicio. Si no es así, creo que nuestra vocación queda en palabras y en ideas.

¿Cómo definiría su vocación?

La vocación es la respuesta a la experiencia personal de Dios. A veces enfatizamos solamente en un tipo de vocación: la religiosa o sacerdotal, y eso ha desfigurado un poco la relación con Dios. Creo que Dios, cuando lo tomamos en serio, llama a todos y nos llama a algo. Este llamado tiene cosas comunes: es movido por el amor, por el despojo, por el Reino, por el interés por la verdad, la paz y la justicia, por los débiles y por los desprotegidos; el amor de Dios siempre pasa por ahí. No creo que Dios llame al poder, a la riqueza, a la utilización del poder por el poder; por el contrario, llama siempre desde el lado de las víctimas y de las personas que necesitan ayuda. Hace poco leí a un teólogo y economista alemán que falleció recientemente, se llamaba Franz Hinkelammert. Él decía que la paradoja del cristianismo es que Dios no se hizo cristiano sino que se hizo humano. El mensaje del cristianismo es que al Él hacerse humano en la persona de Cristo, le interesa el ser humano y no la religión. A veces, creemos que el cristianismo es más importante que el humanismo en el sentido de que es más importante ser creyente o ser cristiano, pero al encarnarse en Jesús de Nazaret, Dios se hace humano. Eso me parece una idea muy bella y desafiante porque si a Dios le interesa el ser humano, esa debería ser la preocupación de todos nosotros. Hoy hablamos no solo del ser humano. Con la Encíclica Laudato Si, decimos que a Dios también le interesan los insectos, los peces, las aves, las plantas y es una nueva manera de pensar, es su creación. La responsabilidad ambiental, la responsabilidad por el ser humano y por todas las demás criaturas, por el mundo y por la naturaleza hay que enfatizarlo. Creo que nosotros tenemos esa misión. El Papa Francisco ha sido muy lúcido en eso: la salvación que Dios ofrece es para todos, incluidos los insectos. Se trata de una actitud de respeto hacia los planes de Dios. A nivel personal, creo que mi vocación es dar testimonio de lo que Dios ha hecho conmigo y de lo que Él me llama a hacer en este mundo.

Votos del Bienio

Virgilio Arias, SJ Maestro de novicios

El pasado miércoles 5 de julio los dos novicios de segundo año, José Alejandro Mosquera Tarazona y Johans Steven Isaza Salazar emitieron los votos de pobreza, castidad y obediencia. Además, prometieron entrar en la Compañía para vivir en ella perpetuamente. La celebración se llevó a cabo en la Capilla del Noviciado con la presencia del Padre Provincial, el asistente para la formación, jesuitas venidos de Bogotá y otros presentes en la ciudad de Medellín. También participaron los párrocos de las parroquias donde los novicios hacen sus apostolados los fines de semana, al igual que algunos familiares. Al final de la Eucaristía Johans Steven, nuevo escolar, pronunció unas sentidas palabras de agradecimiento por la experiencia vivida en los dos años de noviciado.

Palabras de agradecimiento

Traer fuego al mundo

Johans Isaza

Julio 5 de 2023

La diversidad en las palabras, significados y acentos es más notoria en una región caracterizada por defender su cultura. Antioquia es una tierra que se hace sentir en todo el país, no solo a nivel político, sino por su cercanía y calor humano, propio de la cultura paisa.

A todas las personas paisas, que no se estancan por nada, muchas gracias por la acogida y esa entrega de calor tan necesaria para nuestras vocaciones.

Ser cristianos significa apostar por ser transmisores de calor tal como nos enseñó Jesús, quien siempre procuró estar con las personas, especialmente los más olvidados de la sociedad. Compartió calor con prostitutas, ladrones, extranjeros, niños, enfermos, viudas, ancianos, entre muchos más que en su momento eran marginados y que hoy siguen siendo dejados a un lado. Jesús no normalizó aquella discriminación y optó por compartir calor.

El calor cristiano no se da por voluntarismo, se da por un fuego en nuestros corazones suscitado por esa relación que tenemos con Dios Padre. Jesús siempre ayudó a la gente, estuvo para ellos procurando previamente una conexión directa con el Creador. Había prejuicios culturales que en un primer momento le llevarían a bloquearse ante otros, tal como sucedió con la cananea (Mt 15, 21-28), pero su discernimiento espiritual sostenido por la constante comunicación con el Padre, le permitió ver que ella, extranjera, también era digna de sentir su fuego.

Estos dos años han sido una etapa para reconocer y acoger el fuego de Jesús que habita en nosotros y que muchas veces ignoramos. El Espíritu del Resucitado prometió estar siempre con nosotros hasta el fin del mundo (Mt 28, 20), y realmente lo está porque al querer escuchar al otro, estar para él, servirle, salir de nosotros mismos, ahí estamos experimentando el fuego del Resucitado. Seríamos unos mentirosos al decir que siempre fuimos conscientes de aquel fuego, pues nos sucedió en parte lo que vivió Jeremías, de querer ignorar el llamado, postergarlo, incluso distanciarnos del Señor, pero había en nosotros una llama, pequeña, que abrasaba y que perdíamos el tiempo y energías intentando apagarla (Jr 20, 9). Por eso vinimos acá, para discernir qué era eso.

No ha sido sencillo, porque a la larga Dios es incomprensible, por ello simplemente debemos vivirlo. ¿Cómo? desde el amor, lo cual tampoco es fácil, pero que logramos experimentar desde el calor de las personas con las que compartimos durante estos dos años. Por ello, empezamos por agradecer a Noralba, Bertica, Sandra y don Mario, el equipo de colaboradores del noviciado, que terminaron siendo formadores desde lo simple, silencioso y en la laboriosidad, muy san José en últimas, y que nos cuidaron siempre, no solo en la alimentación o en detalles de comodidades en la casa, sino incluso en cuidar nuestras vocaciones de aquellas “primas paisas” que tanto criticaba Bertica.

El fuego de Jesús en nuestro corazón se fue avivando poco a poco, porque esta vocación nos llama a volar bien alto e ir a tantos lugares donde nos podamos enriquecer mutuamente, lo cual fuimos descubriendo particularmente con dos personas: Andrés Hernández quien nos animó en

cada clase y acompañamiento a reconocer nuestro potencial y en darlo todo sin medida a los demás partiendo siempre por una experiencia personal y comunitaria de Dios, y a Joaco, con quien a pesar del poco tiempo compartido, logramos ver críticamente la situación de injusticia en el mundo y lo que hace o debería hacer al respecto la Compañía en consonancia con su misión de defender la fe y promover la justicia. Gracias a ustedes dos por la confianza y la cercanía.

Adicionalmente, un agradecimiento muy especial a nuestros hermanos de primer año Oscar, Dayan y Andrés, junto con los hoy escolares Favio, Cristián, Andrés Felipe, David y Michael, quienes nos ayudaron a tener los pies en la tierra y las manos siempre abiertas para lo que pueda llegar, todo esto conforme avanzamos en el compartir fraterno de nuestras historias y tensiones, donde también tuvieron su espacio Fabián y Alfredo, compañeros que decidieron buscar a Dios en otro lugar. Todos terminamos siendo leños el uno para el otro con el fin de que no se extinguiera aquel fuego en nuestro interior.

Seguimos con Honito y Gabriel Jaime, quienes desde su gran experiencia nos brindaron valiosos consejos: Por un lado, Honito nos enseñó sobre la humildad, sencillez y servicio que debemos tener independientemente del fuego que tengamos en nuestro interior y, por otro lado, Gabriel Jaime nos enseñó que, a pesar de las duras circunstancias que estemos experimentando, debemos siempre estar abiertos a compartir con el otro desde el humor, la música y las papitas fritas. Jesuitas con mucha experiencia a quienes les agradecemos por sus palabras.

Un especial agradecimiento a los padres que nos acogieron en sus parroquias: al P. Oscar Julián en el Santo Ecce Homo, al P. Vicente y al P. Andrés en las Bienaventuranzas (antes en la Divina Providencia) y a los P. David y Poncho en la Divina Pastora. Las comunidades parroquiales, especialmente marcadas por los enfermos y pobres, nos brindaron calor en medio de la carencia y soledad, como testimonio de lo que debemos hacer en este camino de jesuitas, reforzado así mismo por el acompañamiento y acogida del P. Andrés (Guamo) en el Colegio San Ignacio y de Onésimo en el colegio VID.

Así mismo, con mucho agradecimiento, extendemos un fuerte abrazo a nuestro amigo, acompañante y maestro, el P. Virgilio, por ayudarnos a sentir el fuego en nuestro interior y empezar a compartirlo para construir, siempre con el deseo de ir trabajando este aspecto tan potente de la mano de Dios. Gracias infinitas por tanta paciencia y por ser un testimonio de confianza en la acción directa del Creador sobre la criatura [EE 15].

En general, muchas gracias a la Compañía de Jesús, en cabeza del P. Provincial Hermann, quien confió en nosotros a la luz del Espíritu. Somos muy diferentes y tenemos muchísimo por aprender, pero tengo la esperanza en que seguiremos trabajando juntos con todo ese fuego en nuestro interior por la misión de Jesús en favor de los más desavenidos del mundo.

El calor cristiano no se da por voluntarismo, se da por un fuego en nuestros corazones suscitado por esa relación que tenemos con Dios Padre.

Finalmente, mil gracias a nuestras familias y amigos, que pese a las resistencias que en algunos ha generado este camino, han confiado nuestras vidas a Dios, quien no escatima en su generosidad, por lo que hoy con certeza podemos decirles que lo aprendido, lo vivido, no es solo para ser jesuita, es para ser cristianos, la vocación a la que todos estamos llamados y que lograremos si reconocemos y acogemos el fuego de Jesús en nuestro corazón. Él sigue ahí con nosotros cumpliendo su promesa de estar hasta el final acompañándonos, pero lo negamos, incluso como Iglesia, al señalar, juzgar y condenar lo diferente a nosotros. Ojalá no caigamos en actitudes de fariseos de siglo XXI porque en ese momento sí extinguiremos el fuego en el corazón.

La sociedad necesita ese fuego que a todos nos ha traído hasta aquí. Es un fuego que habita en nuestro corazón y que se intensifica cuando se encuentra con el Otro/otro. Jesús tiene un gran deseo y es el de traer fuego al mundo y que arda sin parar (Lc 12, 49), lo cual suena inquietante, pero que se refiere al fuego del amor libre experimentado a partir de la relación directa con Dios y que materializamos con los demás. Que no nos de miedo ver al mundo arder. Muchas gracias.

Tras los Votos: Perfiles de los nuevos novicios de la Compañía de Jesús

Nota colaborativa

Carlos Alberto Palacio Paéz

Carlos tiene 24 años. Aunque nació en Bogotá, creció y estudió hasta bachillerato en el municipio de Villeta, en Cundinamarca, donde vive actualmente toda su familia. A los quince años se mudó a Bogotá. Durante dos años adelantó estudios de periodismo en la Universidad de La Sabana, y luego completó la carrera de Literatura en la Pontificia Universidad Javeriana Bogotá. Gracias a las experiencias del Centro Pastoral San Francisco Javier, como Misión País Colombia, el ahora novicio de la Compañía de Jesús descubrió y profundizó en su inquietud vocacional. Durante un año, Carlos se desempeñó como docente en el Colegio San Luis Gonzaga, en la ciudad de Manizales, donde además vivió una intensa experiencia apostólica acompañando actividades pastorales como los Campamentos Misión y el Curso Taller Manizales. Es hincha de Millonarios F.C., un entusiasta del ajedrez, la poesía y el ensayo literario.

Bernabé Alzate Orozco

Bernabé nació el 06 de marzo del 2003 en El Carmen de Viboral (Antioquia). Es hijo de Luis Bernabé Alzate Zuluaga y Fulvia Elena Orozco Londoño. Su familia se ha dedicado durante toda la vida a las labores del campo, lo que le permitió tener un contacto especial con la naturaleza y la vida que en ella misma se gesta. Hizo sus estudios de primaria en la escuela de la vereda en la que vivía y el bachillerato en el Colegio Técnico Industrial Jorge Eliecer Gaitán donde se graduó como Bachiller Técnico en Electricidad. Antes de ingresar a la Compañía de Jesús estudió 4 semestres de Biología en la Universidad de Antioquia. Durante esa etapa conoció a los Jesuitas por medio de la página web, se contactó con la Misión Vocacional he inició su proceso de discernimiento. Un dato curioso sobre Bernabé es que tiene un hermano mellizo.

Camilo Andrés Cepeda Pabón

Camilo es de Bogotá y tiene 25 años. Es un apasionado por el canto y toca el piano. Su familia ayudaba en la parroquia del barrio donde creció y gracias a esa experiencia se vinculó al grupo de acólitos, a un grupo juvenil y un ministerio de música. Hizo su bachillerato en un colegio benedictino y es licenciado en español, inglés y francés de la Universidad Pedagógica Nacional. Antes de ingresar a la Compañía trabajó como profesor de idiomas. Conoció a la Compañía por Instagram debido a unos Ejercicios Espirituales que promocionaba la Red Juvenil Ignaciana. En el 2021 participó en el Encuentro Arrupe donde convivió con otros jóvenes y Jesuitas que compartieron su testimonio acerca de cómo Dios ha actuado en sus vidas, el espacio de escucha y de vida en comunidad inspiro a Camilo a servir a Dios a través de la Compañía.

Nicolás González Marroquín

Nicolás nació en Mosquera y actualmente tiene 21 años. Ha dedicado su tiempo al estudio de la música, enfocándose en canto y producción musical. Su pasión por la composición, el canto y la habilidad para tocar varios instrumentos musicales han sido constantes en todas las etapas de su vida. Además, Nicolás ha tenido la oportunidad de servir en la parroquia y acompañar la eucaristía, lo que ha fortalecido su profundo amor por el Señor. La vida en comunidad ha sido invaluable para él, ya que le brinda la oportunidad de compartir con otros individuos que también han entregado sus vidas a Dios. Su mayor aspiración es convertirse en Jesuita, siguiendo así los pasos de Jesús a través de la espiritualidad y el apostolado. Desea entregarse por completo a los demás, sirviendo en lo que sea necesario y poniendo en práctica su fe en acción.

Carlos Alberto Solano Palacio

Nació en Bogotá hace 38 años, es el mayor de dos hermanos y su infancia transcurrió entre la capital y el municipio de Simijaca, Cundinamarca, de donde es su padre. Alcanzó a conocer a tres bisabuelos, y hasta el mar Caribe, por la presencia de familiares en esta costa colombiana. Estudió con los Agustinos de la Asunción y luego entró a la Universidad del Rosario a estudiar Relaciones Internacionales. En el estudio de su carrera conoció a los Jesuitas. Le gustan los perros, ante todo prefiere caminar – tanto en la ciudad como en la naturaleza -, y disfruta de la novedad y la diversidad en todos los ámbitos. Le gusta aprender y aprehender. En este camino que comienza como novicio anhela y pide la gracia de vaciarse y disponerse para seguir a Jesucristo.

Primeros Años de

SERVIVIENDA 1973 - 1975

Autor: P. Alberto Jiménez

Cadena, SJ

1. Equipo Humano

Varias personas fueron determinantes en el nacimiento de la Fundación SERVIVIENDA:

• El Padre Josse van der Rest SJ, director de SELAVIP —Servicio Latinoamericano y Asiático de Vivienda Popular — como inspirador de la idea, promotor y financiador.

• El Padre Jaime Martínez SJ, director del CIAS y posteriormente Asesor de SERVIVIENDA, en quien siempre encontramos un consejo oportuno y un apoyo incondicional.

• El Doctor Samuel Vieco, quien fue Presidente de la Junta Directiva desde 1978 hasta 1991.

• El Hermano Antonio Gómez SJ, hábil carpintero, como constructor de las primeras viviendas.

• El Padre Jesús María Caycedo SJ, rector del Colegio de San Bartolomé La Merced como benefactor.

• La Señora América de Galvis, infatigable colaboradora durante más de 30 años y cuidadosa administradora de los bienes.

• El Arquitecto Francisco Arturo Jiménez, quien posteriormente, sería Director Técnico de la Fundación por muchos años y

• El Padre Alberto Jiménez SJ, como Gestor y Director de la naciente Fundación.

El Padre Josse van der Rest, de nacionalidad belga y radicado en Chile, trabajaba en el Hogar de Cristo, obra fundada por el Beato Alberto Hurtado años atrás. (1944). Entre las múltiples actividades del Hogar, una muy importante era el programa de vivienda, en el cual, empleando una tecnología muy sencilla1 ,lograba producir vivienda transitoria, muy económica para familias pobres. En 1972 invitó al Padre Alberto Jiménez a conocer la obra, coincidiendo con un curso sobre temas sociales latinoamericanos dictado por ILADES. A este curso asistimos cuatro sacerdotes colombianos, entre ellos el actual Cardenal de Bogotá, Monseñor Pedro Rubiano. En cierta ocasión llegamos los cuatro, tarde en la noche, y encontramos cerradas las puertas. El predio estaba rodeado por una alta reja con puntas agudas en la parte superior. Me ofrecí a franquear la reja,

para lo cual me paré en los hombros del Padre Rubiano. Posteriormente le he comentado en varias ocasiones que he sido el único sacerdote que ha pisado literalmente la cabeza del Cardenal. Tuve oportunidad de conocer despacio el programa de vivienda, la organización de la atención a las familias y el esquema de producción y nació en mí la idea de hacer algo similar en Colombia. Para iniciar el trabajo el Padre Van der Rest, por medio de SELAVIP, nos dio una pequeña ayuda económica, con la cual comenzamos los primeros ensayos.

El Doctor Samuel Vieco prestó importantes servicios a la Fundación, primero como miembro de la Junta Directiva y Presidente de la misma, cargo que desempeñó, con mucha competencia y compromiso, durante 13 años, desde 1978, hasta su fallecimiento ocurrido en diciembre de 1991.

El Hermano Antonio Gómez, a su regreso de Chile, a donde fue invitado por el Padre Van der Rest para conocer la obra de Hogar de Cristo y la tecnología por ellos empleada para la construcción de vivienda popular, fue quien comenzó a construir las primeras viviendas en Santa Rosa de Viterbo (Boyacá), en las antiguas instalaciones de Noviciado y Juniorado de la Provincia, instalaciones que entonces estaban desocupadas por el traslado del Noviciado a su nueva sede en La Ceja (Antioquia) y del Juniorado a Bogotá. Con madera proveniente de la finca “La Rusia”, propiedad de la casa de formación de los jesuitas en Santa Rosa y localizada en el páramo de Virolín, en los límites entre Boyacá y Santander, se dio comienzo al trabajo. La madera que utilizábamos era el roble, de la cual había bosques muy extensos en la finca. Una madera extremadamente fuerte que si se trabajaba seca no se podía cortar y si se trabajaba verde, al secarse se encogía. Nuestro gran error fue tratar de copiar el sistema chileno cambiando solo el tipo de madera, lo cual fue un absoluto fracaso, no solo por las cualidades descritas de la madera empleada, sino también por el rechazo de las familias pobres a comprar una casa de madera,considerada propia de los tugurios de muestras ciudades. El fracaso fue total. Se perdió un poco de dinero, bastante trabajo, mucho esfuerzo, pero se mantuvo la idea de seguir adelante en busca de sistemas más adecuados. El Hermano Gómez murió al poco tiempo (1976), sin haber podido contemplar el desarrollo de la semilla que sembró. El Padre Jaime Martínez, desde la Dirección del CIAS continuaba apoyándonos con su sabio consejo y estímulo.

El Padre Jesús María Caycedo, Rector del Colegio de San Bartolomé, La Merced, había mostrado en más de una ocasión, simpatía por la naciente idea y aceptó, con la oposición de no pocos miembros de su Comunidad, nuestra propuesta de facilitarnos las instalaciones del antiguo Instituto Biológico, situado en la parte superior del Colegio, junto al campo de Football y entonces desocupado. Allí continuamos nuestras experiencias. Posteriormente nos autorizó la construcción de dos galpones adyacentes, obra que pudimos realizar gracias a las ayudas recibidas del exterior.

La Señora América de Galvis, administró los recursos obtenidos y colaboró en toda clase de actividades hasta su retiro de SERVIVIENDA en el año 2003. Fue además una gran benefactora con las familias más pobres que carecían de recursos para preparar las bases de sus viviendas.

Al desmembrarse el programa de vivienda del CIAS, se ofreció a los colaboradores de este último la posibilidad de quedarse en el CIAS o de correr el riesgo de vincularse al naciente programa de 1 En un bastidor de madera se clavaban tablas sin pulir. Estos bastidores se ensamblaban mediante tornillos y el techo se hacía con láminas de asbesto-cemento. El modelo básico era de desarrollo progresivo y su costo muy bajo. Este sistema dio origen a las “mediaguas” que se harían famosas con el correr del tiempo.

vivienda. Entre los que quisieron arriesgarse a la nueva aventura merecen citarse, además de la Señora América de Galvis, la Señorita Constanza Navas, secretaria, quien después desempeñaría la gerencia de las regionales de SERVIVIENDA en Santa Rosa de Cabal y en Cali. Los señores Jesús Navas, quien fue elemento clave en la dirección de la planta de producción. El Señor Daniel Cely, contador hasta su jubilación en Agosto de 2001,la Señorita Isabel Rocha futura directora de la planta de producción y el Señor Daniel Cruz, quien fue jefe de ventas de la nueva Fundación. Poco tiempo después se vinculó el Arquitecto Francisco Arturo Jiménez, quien ha prestado importantes servicios a la Fundación en el desarrollo técnico de las viviendas, mecanización de las plantas de producción y en las transferencias tecnológicas hechas a otros países latinoamericanos.

2. Primeros Ensayos Técnicos

Los estudios realizados por varias organizaciones, entre ellas el CIAS, sobre el problema de la vivienda en Colombia, revelaban datos preocupantes. En 1972 el 80% de los recursos totales destinados por el Gobierno a la vivienda, se invertían en la financiación de vivienda para el 20% más rico de la población. Bogotá crecía en más de 250.000 habitantes por año de los cuales el 45% eran inmigrantes de las zonas rurales. El 40% de las familias disponía de ingresos inferiores a dos salarios mínimos legales (El salario mínimo legal era de $1.500 equivalente a 70 dólares). Estas familias no tenían otra alternativa que el arriendo o el hacinamiento en piezas de inquilinato, con servicios compartidos con otras familias en similares circunstancias, localizadas en los barrios en deterioro del centro de la ciudad. Los que tenían capacidad de realizar algún ahorro acudían al mercado informal de las “urbanizaciones piratas” 2 en cuyos lotes sin servicios proliferaban las construcciones tuguriales con materiales de deshecho, que incrementaban los cinturones de miseria de la ciudad. La construcción de tugurios en los barrios piratas había pasado, entre 1964 y 1970 del 34% al 42% del total de viviendas en Bogotá. Situaciones similares se daban en las principales ciudades del País y 30 años después la situación continúa siendo muy similar.

Los estudios adelantados por el equipo nos llevaron a la conclusión de la necesidad de una atención inmediata al problema y que éste no era primordialmente la adquisición de tierra, debido a las urbanizaciones piratas, sino la necesidad de construcción masiva de viviendas económicas, de mejores especificaciones que los ranchos de latas, teja asfáltica, madera o cartones. Se estudiaron las necesidades de las familias habitantes de zonas tuguriales, su comportamiento en la construcción de sus viviendas, sus aspiraciones y posibilidades y nos dimos a la tarea de desarrollar una solución técnica y arquitectónica que respondiera adecuadamente a la problemática existente.

Al equipo se le presentaban serios. obstáculos: carecíamos de una solución técnica y arquitectónica, no disponíamos sino de unos escasos recursos económicos (no habían llegado todavía

2 Las urbanizaciones piratas han sido, por muchos años, la forma más común para las familias de escasos recursos de conseguir un lote para su vivienda. El Urbanizador Pirata, persona muy hábil y con recursos económicos, compra un lote suburbano grande y, sin licencias de urbanismo, traza arbitrariamente unas calles y lo divide en lotes ordinariamente de 6 x 12 metros, los cuales son vendidos a las familias necesitadas, mediante el pago de una cuota inicial y el resto a crédito. Con la cuota inicial recupera el dinero invertido, de modo que lo que le paguen las familias por el crédito es ganancia neta. Esto le permite ser “muy generoso” con los deudores en dificultades, por lo que es considerado por las familias como su gran benefactor. Varios urbanizadores llegaron a ser Concejales de Bogotá, después de enriquecerse a costa de los más pobres.

las donaciones prometidas en el viaje a Europa y Estados Unidos) y teníamos que construir en forma masiva un número significativo de viviendas para atender la necesidad urgente de las familias. Solo contábamos con una voluntad decidida de ayudar a las familias pobres a conseguir una vivienda digna. Ante el fracaso tenido con las viviendas de madera, orientamos nuestros primeros esfuerzos a concebir y desarrollar un modelo técnico que cumpliera con los siguientes requerimientos:

• El más bajo costo con la mejor calidad posible

• Adaptado a las posibilidades y aspiraciones inmediatas de las familias destinatarias

• Sistema de construcción flexible y evolutivo y, a ser posible, de desarrollo progresivo, prefabricado y fácilmente transportable.

La metodología que seguimos en el proceso de encontrar la tecnología adecuada para la construcción de las viviendas fue el de ensayo y error. Estudiábamos un material posible, calculábamos sus costos, construíamos unas viviendas y las ofreciamos a las familias necesitadas. El primer material que empleamos para la construcción de las paredes de la vivienda fue un aglomerado a base de cáscara de café con el cual se producía una lámina, llamada “Ciscana”, que se clavaba a un bastidor de madera. El techo era de asbesto-cemento. Fracasamos por lo endeble del material y su poca resistencia a la humedad. A continuación experimentamos con láminas de Madeflex, material existente en el mercado y ampliamente utilizado para muebles y divisiones internas para oficinas. Fracasamos también por la misma razón de su poca durabilidad y su permeabilidad al agua.

En abril de 1974 iniciamos un nuevo experimento consistente en el clásico bastidor de madera con una fuerte lámina de asbesto cemento clavada en él. La empresa Eternit Colombiana estaba tratando de desarrollar una vivienda prefabricada con elementos producidos por ella y vislumbró buenas posibilidades para el mercado de sus productos con los experimentos que estábamos adelantando. Designó un arquitecto para trabajar con nosotros y tratar de perfeccionar el sistema. Aceptamos su ofrecimiento y trabajamos conjuntamente por varios meses. Nosotros queríamos una vivienda muy económica y ellos una vivienda muy comercial. Finalmente nos separamos, nosotros continuamos tratando de obtener una vivienda popular y ellos desarrollaron una vivienda para estratos de mayores ingresos. Con éste sistema obtuvimos los primeros resultados positivos, después de dos años de continuos fracasos. En 24 meses instalamos 964 viviendas, es decir 40 casas por mes, logrando un precio aceptable de $8.950 por una casa de 25 metros cuadrados, a un costo de 13 salarios mínimos legales. Las últimas viviendas que se construyeron con este sistema se instalaron en el Barrio Colombia en Guatemala a raíz del terremoto que asoló el país en 1975. El Gobierno Colombiano, en solidaridad con el pueblo Guatemalteco donó 200 viviendas de las cuales 50 fueron proporcionadas por SERVIVIENDA.

3. Traslado de la Fábrica

Toda esta actividad se desarrollaba en las instalaciones del Colegio de San Bartolomé, La Merced, donde permanecimos desde el año 1973 hasta 1976, gracias a la generosidad del Padre Jesús María Caycedo, Rector. Las incomodidades eran muchas por la estrechez del

espacio y por el peligro de algún accidente con los alumnos del colegio. Esta situación nos obligó a tratar de buscar otro sitio más adecuado para instalar la fábrica.

Se presentaron dos circunstancias favorables. La Provincia Colombiana resolvió vender sus propiedades en la Hacienda de Techo, localizada en el occidente de la Capital y el Padre Jiménez, al enterarse de que se estaba tramitando la donación de un terreno para la Emisora Kennedy, solicitó al Padre Provincial, Gerardo Arango, una donación similar para SERVIVIENDA, a lo cual el Padre Provincial accedió. De esta forma SERVIVIENDA

obtuvo un lote de dos hectáreas, que para ese tiempo estaba localizado en área rural, muy lejos del centro de la ciudad y sin trasporte urbano. Por otra parte, la donación solicitada tres años atrás a MISEREOR para la construcción de la fábrica se materializó y recibimos la suma de US $450.000, con lo cual se construyó la fábrica, se compraron varios camiones y se incrementó el pequeño fondo de crédito rotatorio, creado años atrás con la donación de US $75.000, recibida de PACT. En el Instituto Agustín Codazzi y, después de muchas conversaciones y memoriales, conseguimos como donación, en 1974, un jeep viejo y destartalado que habían dado de baja por inservible, con la esperanza de que nos ayudara en el transporte de personal y de elementos para las viviendas y reemplazara la moto que utilizaba el Padre Jiménez. Después de un par de meses de taller y unos cuantos miles de pesos de inversión, salió el jeep muy pintado y reluciente. A la semana de estar utilizándolo nos lo robaron y tuvimos que volver al uso de la moto del Director.

Mientras tanto continuábamos en la búsqueda de sistemas mejores de construcción. El Padre Jiménez asistió en Medellín, a un Congreso del Instituto Colombiano de Productores de Cemento, ICPT, donde tuvo oportunidad de conocer los ensayos realizados por el Arquitecto Roberto Vélez

para producir placas en concreto, con destino a la construcción de vivienda popular. Se iniciaron las conversaciones, se visitó el taller en Manizales y se le compraron los derechos de fabricación. Este sistema3 fue adoptado por SERVIVIENDA y posteriormente desarrollado y tecnificado por la Fundación y ha sido el utilizado durante más de 25 años con muy buenos resultados, aunque siempre hemos estado en busca de nuevas tecnologías más apropiadas. Desde el punto de vista técnico teníamos resuelto el problema y estábamos preparados para iniciar el proceso de consolidación y expansión.

4. Problema del Financiamiento de las Viviendas

Nuestros planes de producir vivienda en forma masiva se veían obstaculizados por la falta de crédito y, los pobres, como siempre, estaban excluidos de la posibilidad de acceder al crédito bancario comercial: Al hacer las proyecciones financieras de los capitales que necesitábamos para dar 3 créditos diarios a las tres familias que comprarían nuestras viviendas, a un plazo promedio de 3 años, nos resultaban una cifras fabulosas que desbordaban los pequeños cupos de crédito conseguidos mediante donaciones del extranjero y que estaban absolutamente fuera de nuestras posibilidades. Esta dificultad era mucho más compleja que la solución tecnológica. Nos dimos a la titánica tarea de buscar dinero en los mercados financieros nacionales, para lo cual ideamos un esquema nunca antes empleado en el País. Se trataba de “que el banco nos abriera un cupo de crédito 10 veces superior a la suma consignada por SERVIVIENDA en el banco, sin garantía real. La Fundación dispondría de ese dinero para “dar créditos a los beneficiarios de nuestro proyecto. Plan audaz que a muchos les pareció utópico y trataron de desanimarnos de nuestros propósitos. Los primeros contactos que se establecieron con la Caja Social de Ahorros fueron un absoluto fracaso, pero ya estábamos acostumbrados a fracasar y no desfallecer y continuamos insistiendo en nuestro planteamiento. Durante los largos meses de conversaciones con la Caja Social, tuvo lugar un cambio de Gerente, fue nombrado el Doctor Ismael Cabrera Dussán4 y, una vez más le propusimos la idea. El rechazo rotundo que habíamos tenido con el antiguo Gerente se cambió en una apertura reservada, propia de los banqueros. Al menos nos respondió que estudiaría la propuesta. Continuaron las discusiones por varios meses más y finalmente, en noviembre de 1974 nos aprobó, como ensayo, un pequeño cupo de crédito, por 5 millones de pesos, equivalente en ese tiempo a aproximadamente US $2.500. El temor de la Caja Social era

3 El sistema consiste en placas de concreto no reforzado de 97 x 97 centímetros y de 32 milímetros de espesor, unidas entre sí por parales de hierro galvanizado. Las puertas de lámina de hierro o de madera, la estructura del techo de madera y la cubierta de láminas de asbesto-cemente. Últimamente se suprimió el asbesto y se utilizan tejas de fibro-cemento. Las placas de concreto están perfectamente moduladas, de modo que de la placa básica se obtienen los submúltiplos necesarios para conformar diversas alturas y obtener las pendientes necesarias.

SERVIVIENDA, en cabeza de su Director Técnico, Francisco Arturo Jiménez, obtuvo la modulación, mecanizó la producción y logró el certificado de sismo-resistencia, otorgado por “La Comisión Asesora Permanente para el Régimen de Construcciones Sismorresistentes”, mediante la resolución No. 002, siendo el único sistema de prefabricación ligera que tiene este certificado en el País. Aunque el sistema ha mantenido una apariencia similar durante todos estos años, ha sufrido, sin embargo importantes modificaciones técnicas que lo han hecho más resistente y adecuado a las familias. Se construyen casas de dos pisos, se atienden los deseos de los compradores en cuanto a diseño, especificaciones y acabados y se han diseñado diferentes tipos de placas para soportar la casa y construir el entrepiso. En el Anexo aparece un esquema del sistema constructivo.

4 El Doctor Ismael Cabrera se vinculó posteriormente a la Junta Directiva (1996) de SERVIVIENDA y desempeñó la Presidencia de la misma desde el año 2000 hasta el 2002.

la dificultad de lograr la recuperación del crédito que se daría a personas con bajísimos ingresos. Un esquema como este estaba absolutamente fuera de la mentalidad bancaria.

SERVIVIENDA depositó la suma convenida equivalente al 10% del cupo y se firmó un convenio mediante el cual nos comprometíamos a responder por las deudas morosas e insolutas. Gracias al buen comportamiento de los créditos, este cupo se fue ampliando con el tiempo y llegamos a tener con la Caja Social un cupo de $4.000 millones. Posteriormente se amplió a otras entidades bancarias, tales como COOPDESARROLLO, (posteriormente MEGABANCO) con $3.000 millones, UCONAL con $2.000 millones y COOPSIBATÉ con $1.000 millones, hasta completar un total de $10.000 millones de pesos, equivalente a 10 millones de dólares en el año 1997. Por la crisis del sistema financiero de ese año, el sistema se derrumbó, aunque con esos fondos logramos financiar varias decenas de miles de viviendas para gente pobre, que nunca había accedido a un crédito bancario. Este sistema financiero nos permitió conseguir importantes donaciones con entidades extranjeras, pues para ellas era muy atractivo el que su donación se multiplicara por 10 con recursos locales y fue objeto de admiración en muchos congresos internacionales.

El Padre Jiménez argüía en sus discusiones con los banqueros la conveniencia del esquema propuesto para el Banco, la irracionalidad del sistema financiero colombiano creado por los ricos y para beneficio exclusivo de los mismos ricos. Lo peor era que los ricos se beneficiaban del ahorro de los pobres y estos estaban totalmente excluidos de los beneficios del crédito, lo cual incrementaba la riqueza de los ricos y aumentaba la pobreza de los pobres. Argumentación que, sumada a datos estadísticos sobre el nivel de pobreza en Colombia y sobre la necesidad de promover una mayor justicia social, hizo mella en algunos banqueros y, sirvió posteriormente para defendernos ante las autoridades municipales que en varias oportunidades nos citaron para dar cuenta de nuestras actividades al margen de la Ley.

Argumentos definitivos para el logro del convenio fueron las ventajas que el sistema representaba para los pobres, para la entidad financiera, para el comprador y para SERVIVIENDA.

Para el Comprador de la Vivienda:

• Dentro del sistema financiero nacional es para muchos la única forma de acceder a un crédito para su vivienda, y para no pocos es la primera vez que adquieren un crédito con la banca formal.

• Dispone de un crédito ágil a un costo relativamente moderado.

• En 36 meses, término medio, es completamente dueño de su vivienda.

• Su eventual gasto en el pago del arriendo se convertía en cuotas de amortización para obtener una vivienda propia.

Para la Entidad Financiera:

• Tiene garantía permanente, total e inmediata sobre los créditos otorgados.

• La atomización de los créditos solidifica la estructura financiera de la entidad.

• Se libera de los trámites administrativos de multitud de pequeños créditos.

• Proyecta una imagen de servicio social.

• Acumula un potencial de futuros ahorradores y

• Colabora eficazmente en la solución de un grave problema social que afecta a

• muchas familias colombianas, cumpliendo en esta forma con a obligación moral de

• colaborar en la solución de uno de los problemas sociales críticos.

Para SERVIVIENDA:

• Utiliza nueve veces más recursos de los que ella solo dispone para capital de trabajo, lo que le permite cumplir más cabalmente con su objetivo social.

A través de este sistema, SERVIVIENDA ha otorgado créditos por varias decenas de millones de dólares en 22 años de funcionamiento del fondo, con resultados plenamente satisfactorios. Hasta que e presentó la crisis de la economía nacional y del sistema financiero, “la cartera morosa se mantuvo en niveles promedio del 4% y la cartera perdida inferior al 0.8%.

Con el éxito obtenido con el sistema tecnológico adoptado y con la facilidad del crédito para los pobres, se incrementó la demanda por nuestras viviendas, a lo cual respondimos con una mayor producción, sin mayores dificultades. Se hicieron varias ampliaciones de la fábrica hasta llegar a producir, entregar y ensamblar 25 casas por día en los años 1996 y 1997. Habíamos resuelto los problemas técnicos y crediticios y se comenzó a perfilar el esquema que definiría las bases operativas de la Fundación.

5. Esquema de Intervención Social

Solucionados los dos problemas básicos, nuestros esfuerzos se orientaron a buscar la forma de lograr que la vivienda no fuera solo el servicio de instalar las cuatro paredes, sino que se convirtiera en un elemento promocional de las familias y de las comunidades. Con la ayuda de varias Trabajadoras Sociales tratamos de conocer las inquietudes de nuestros usuarios y nos esforzamos por implementar con varios grupos la metodología seguida y experimentada por la Institución Hogar-Escuela, dirigida por la Hermana Maria Esperanza Briceño y que había tenido mucho éxito en el área rural del municipio de Funza y poblaciones vecinas. Se trataba de instruir y educar, mediante casetes de audio, a grupos de familias vecinas que se reunían a escuchar los mensajes del casete, bajo la coordinación de uno de los integrantes del grupo, previamente capacitado para desempeñar esta función. Adicionalmente, como medio para lograr un ahorro y la posibilidad de crédito para las familias, se creó, en coordinación con Cruzada Social, la Cooperativa Multiactiva de Desarrollo Social, CIDES. De modo que el programa tenía componentes de formación, de instrucción y de ahorro y crédito. Después de varios meses de ensayos se abandonó la metodología y se buscaron nuevos esquemas promocionales, mediante la intervención directa de varias trabajadoras sociales que desarrollaban su trabajo en grupos de

familias y ampliaron su radio de acción a otras comunidades. Este esquema se desarrolló y dio origen posteriormente a los Centros Integrales de Servicios, CIS.

6. Empresa Social

Desde sus comienzos concebimos la Fundación como una Empresa Social Autosostenible. Como empresa buscábamos eficiencia y calidad. Como Social anteponíamos el servicio a la ganancia y como autosostenible logramos que se sostuviera con el producido de su servicio social, sin necesidad de acudir a donaciones externas, como lo hacen la inmensa mayoría de las Fundaciones. Estos principios dieron solidez a la Fundación y permitieron su desarrollo posterior.

El 23 de septiembre de 1975 se firma el Acta de Constitución de la Fundación Servicio de vivienda Popular SERVIVIENDA, siendo los Fundadores el Provincial de la Compañía de Jesús en Colombia, la Federación Nacional de Cruzada Social en cabeza de su Presidenta y el Dr. Antonio Lloreda quien nos había ayudado en los trámites legales, y los Fundadores nombran como Director General de la Fundación al Padre Alberto Jiménez. La Junta Directiva Provisional elige Presidente al Dr. Jaime Duque Estrada, gran colaborador del programa de vivienda, quien muere antes de la obtención de la Personería Jurídica. El 20 de abril de 1976 es expedida la Resolución No. 1208 del Ministerio de Justicia, mediante la cual se le otorgó Personería Jurídica a la Fundación y es elegido Presidente de la Junta Directiva el Doctor Roberto Pineda. Para la creación de la Fundación, los Fundadores suscribieron un capital de $5.000 pesos colombianos, aproximadamente 200 dólares, capital que nunca pagaron. Sin embargo más adelante la Compañía de Jesús haría substanciales donaciones a la nueva Fundación.

En el momento de obtener la Personería Jurídica, SERVIVIENDA había construido ya 1.548 viviendas distribuidas en 15 departamentos del País, más 50 en la ciudad de Guatemala con un total de 57.528 metros cuadrados y estábamos funcionando en Bogotá, Cali y Medellín.

Con motivo de los 100 años de la Provincia Colombiana, empezamos a rememorar aquellos momentos relevantes de nuestra historia en el país. Hemos escuchado a nuestros amigos, compañeros y hermanos mayores relatándonos sus anécdotas y misiones. Sin embargo, la historia no se construye únicamente en el pasado; la historia misma se va entretejiendo con las acciones y decisiones que vivimos día a día desde nuestra vocación, en nuestro presente, con cada llamado que Dios nos hace en la cotidianidad. Por eso, creemos que nuestra memoria es una memoria viva y latente.

Los invitamos a seguir tejiendo historia y a cuidar la imagen del Centenario la Provincia, usando nuestro paquete gráfico y descargando los materiales que están a su disposición para desarrollar cualquier tipo de producto comunicativo.

Descarga el paquete gráfico de los 100 años aquí

Mensaje del Padre Provincial Hermann

Rodríguez SJ, en la inauguración del centenario de la Provincia Colombiana

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¿Cómo va la implementación del Plan Apostólico de Provincia?

Laura Perdigón Secretaria Ejecutiva de Planeación Apostólica

José Darío Rodríguez, SJ Asistente para el Discernimiento y la Planificación Apostólica

El Plan Apostólico de Provincia (PAP) surgió como un llamado al gobierno provincial, frente a la necesidad de establecer un horizonte común de trabajo en los próximos años. Si bien el PAP nos invita a caminar juntos hacia opciones concretas, éstas no son del todo una novedad para el apostolado de la provincia. Más bien confirman las apuestas de la Compañía Universal y las que, como Provincia Colombiana, hemos tenido en las últimas décadas, con vigente pertinencia en el contexto, y en las cuales encontramos una inspiración común para continuar trabajando en colaboración y fortalecer la misión de un modo más articulado.

Esta perspectiva del plan nos suscita un doble desafío: reconocer el camino recorrido como Cuerpo Apostólico, especialmente ahora que conmemoramos los 100 años de nuestra provincia, para fortalecer lo que ya existe y, al mismo tiempo, encontrar nuevas rutas que resulten pertinentes en la actualidad y que nos permitan alcanzar los sueños propuestos en el Plan.

Esta primera dimensión, hemos podido evidenciarla en distintos ejercicios de trabajo con los directores de las obras transversales, los coordinadores de región y los párrocos y directores de templos jesuitas. El resultado de cómo se está implementando el plan en cada caso, de acuerdo con el número de proyectos o iniciativas en curso que responden a las opciones fundamentales, fue el siguiente:

Para ver en conjunto el resultado de los ejercicios anteriores, presentamos la siguiente gráfica que incluye obras transversales, regiones y parroquias:

Aquí se evidencia que la opción fundamental 3, Misión de Reconciliación y Justicia, es la que registra un mayor número de iniciativas, proyectos y procesos, jalonando en buena medida los esfuerzos y apuestas apostólicas de las obras representadas en esta muestra. En segundo y tercer lugar, las opciones de cuerpo apostólico y espiritualidad encarnada y apostólica marcan una pauta significativa, que resulta coherente con nuestra identidad ignaciana y jesuítica. En cuarto lugar, la opción por la ecología integral, que recoge varias iniciativas, no tan numerosas como las de las opciones anteriores, nos invita a fortalecerla e integrarla más en la dinámica apostólica de nuestras obras.

Ahora bien, algo diferente apareció cuando realizamos este mismo ejercicio con los delegados de las oficinas de comunicaciones de todas las obras de la provincia durante el pasado encuentro en Buga:

Allí se encontró un mayor número de estrategias comunicativas que le apuestan a los temas de ecología, con una fuerza similar a los de espiritualidad encarnada y apostólica. De nuevo se observa que la opción fundamental de reconciliación y justicia sigue siendo la que aparece con mayor insistencia. En este caso, fue el Cuerpo Apostólico el que obtuvo la cifra más baja.

Si se traslada este análisis, de manera más detallada a los sueños de cada opción, se observa que hay sueños que ya se están implementando, mediante un número significativo de proyectos e iniciativas, y otros en los que aún nos sentimos llamados a seguir trabajando. La gráfica a continuación presenta el compendio de las iniciativas y proyectos de las regiones, las obras transversales, las parroquias y templos:

Esta medición, sin embargo, no pretende ser una evaluación, ni tampoco un juicio sobre lo que deberíamos hacer. De modo muy distinto, quiere reconocer con gratitud lo mucho que se hace en la provincia para aportar a la misión de Dios y, desde el gobierno provincial, comprender mejor de qué manera se puede acompañar, de manera eficaz, el plan apostólico en cada región y obra.

Con este objetivo, desde la Asistencia para el Discernimiento y la Planificación Apostólica, se está creando un instrumento más preciso de medición del plan apostólico, que esperamos aplicar y compartir con ustedes en septiembre de este año, y cuyos resultados nos darán un mejor panorama del dinamismo y la riqueza de nuestra misión apostólica. En próximos artículos de estas Noticias de Provincia les estaremos contando, más allá de las cifras y gráficos, varias de estas iniciativas, proyectos y procesos en marcha que, desde las distintas obras y regiones, nos animan a seguir caminando juntos.

Red 234: un espacio para construir comunidad de acompañamiento y sentido en la Universidad Javeriana

Acompañar a los jóvenes en la construcción de un presente y futuro esperanzador es la consigna central que ha guiado el proceso formativo de la Red 234 con estudiantes de la Universidad Javeriana que, desde sus roles de inductores de Facultad o acompañantes de experiencias y procesos del Centro Pastoral, acompañan a otros jóvenes en su proceso de adaptación y tránsito por la vida universitaria. Además, en aras de fortalecer la articulación y el trabajo conjunto con las obras de la Provincia, desde el inicio de la experiencia se ha contado con la participación de jóvenes que acompañan procesos en la Red Juvenil Ignaciana buscando que puedan fortalecer herramientas propicias para el acompañamiento espiritual ignaciano. Esta ha sido una experiencia para disponerse a la escucha y al discernimiento como actitudes permanentes frente a las inquietudes y búsquedas de los jóvenes alrededor del sentido de la vida, reconociendo la pluralidad de sus opciones vitales, para contribuir así a la construcción y consolidación de proyectos de vida acordes con la espiritualidad ignaciana y la identidad javeriana.

La apuesta de la Red 234 por acompañar a los jóvenes javerianos en la consolidación de sus opciones vitales busca fortalecer los roles de liderazgo y acompañamiento que poseen muchos de nuestros estudiantes, para que, desde una lógica del cuidado, sean artífices de una comunidad

Juanita del Portillo

Coordinadora Programa Sentidos de Vida, Centro Pastoral San Francisco Javier Christopher Marín Profesional Programa Sentidos de Vida, Centro Pastoral San Francisco Javier

Finalización del Curso Taller de Acompañamiento con participantes de la RED 234.

de escucha y acogida de la vulnerabilidad. A propósito, Laura Sofía Rodríguez, estudiante e inductora de la Facultad de Educación, afirma que acompañar la realidad de los jóvenes posibilita entender y escuchar sus necesidades para acogerlas “de una manera muy humana y cercana que permita aprender a querernos desde la vulnerabilidad”. Santiago Osorio, estudiante e inductor de la Facultad de Ciencias Jurídicas, señala que el proceso formativo de la Red 234 le ha brindado herramientas para fortalecer su labor como inductor. Igualmente, expresa que ha cambiado la perspectiva de las relaciones personales al darse cuenta que acompañar es necesario e importante, ya que es una muestra del amor. Por otra parte, para Sophie Waszkiewicz, estudiante e inductora de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, la experiencia formativa confrontó su labor de acompañante, haciendo que se preguntará por los orígenes y las raíces de su vocación como inductora y la invitara a reflexionar sobre el impacto de sus acciones en el contexto universitario.

La Red 234, inspirada

espiritualidad

Los jóvenes participantes han reconocido la relevancia de estar dispuestos al encuentro de sí mismos y de los otros en medio de un proceso de acompañamiento genuino que acoge lo humano y potencia la labor y vocación en la medida que parten del cuidado de sí. La Red 234 bajo la inspiración ignaciana del numeral 234 de los Ejercicios Espirituales, que nos invita a agradecer por tanto bien recibido, quiere seguir construyendo una comunidad de estudiantes que, desde sus distintos roles y responsabilidades, ayude a fortalecer procesos pastorales y universitarios acordes con los sueños, necesidades e intereses de los jóvenes de cara a la consolidación de un futuro lleno de esperanza para todos.

en la

ignaciana y en la tradición educativa de los Jesuitas, se ha convertido en un espacio formativo de jóvenes que acompañan a otros jóvenes en su proceso de adaptación a la vida universitaria desde la perspectiva del acompañamiento, el cuidado de la persona y el discernimiento.

Asamblea de Regionalización

Johana Quintero Guerrero Coordinadora de Comunicaciones Colegio San Pedro Claver

El pasado 3 de junio, en las instalaciones de la sede bachillerato del colegio San Pedro Claver, se llevó a cabo la Asamblea de Regionalización Santander. En esta oportunidad, los directores de obras, colaboradores y la ciudadanía en general, participaron de la presentación: “Hacia una narrativa despolarizada del conflicto armado colombiano: el trasfondo histórico del Informe de la Comisión de la Verdad”, dirigida por el padre José Darío Rodríguez SJ, asistente para el discernimiento y la planificación apostólica de la Provincia, la cual permitió un acercamiento a la historia de conflictos en Colombia, sirviendo como una contextualización e invitación a la lectura crítica del informe de la Comisión de la Verdad. Como Provincia y, a partir del deseo de fomentar una lectura crítica de dichos informes, esta charla dio unos cuantos pincelazos sobre la manera en la que se puede realizar un acercamiento a la historia de Colombia desde una mirada más profunda y contextualizada. La conferencia también presentó las diferentes comisiones investigadoras del conflicto armado en Colombia y el contexto en el cual éstas, han dado pie a una rica tradición de estudios sobre este tema.

La charla, a la cual asistieron personas vinculadas a las obras de la Compañía de Jesús en Bucaramanga, además de algunas personas externas a los procesos que se viven como región, se

Directores de las obras aliadas al proyecto de Regionalización Santander.

sintió como una conexión entre la región y los diversos procesos que como provincia colombiana se están desarrollando en temas de paz y reconciliación. Fue, a la vez, la oportunidad para poner el tema de la paz sobre la mesa y dialogar a propósito de ello.

Paso seguido, y luego de disfrutar un compartir ofrecido por la coordinación de la misión regional, se reunieron los comités por líneas de acción para revisar el plan de trabajo 2023 - 2024. Se rescata que en la región se están trabajando actualmente cuatro líneas de acción: pastoral, ecología, formación y acción social, y una más que ha empezado su proceso de formación recientemente, como lo es, la de comunicaciones.

Para finalizar, el Padre Provincial Hermann Rodríguez SJ, presidió la Eucaristía de acción de gracias y animó a los participantes a trabajar mancomunadamente, teniendo en cuenta que este es un proceso frágil, que requiere tiempo y acompañamiento de los unos con los otros. Así mismo, el P. Hugo Nelson Gómez SJ, coordinador de la misión regional, agradeció la participación de cada uno de los representantes y los invitó a seguir caminando juntos en la transformación de una sociedad más justa y humana.

A continuación, podremos leer algunos apartes de la entrevista al P. José Darío Rodríguez SJ, donde nos resalta la importancia de conocer el informe de la comisión de la verdad, así como los llamados como compañeros apostólicos.

P. José Darío Rodríguez, SJ: “es muy importante que como cuerpo apostólico y como Provincia colombiana de la Compañía de Jesús, nos acerquemos a este tipo de temas para propiciar el diálogo y llevar a cabo desde allí esta convivencia fraterna que nos lleve a una vida más reconciliada, fortalecer esa opción fundamental de nuestro Plan Apostólico de Provincia, el cual es la misión de reconciliación y justicia. Creo que es un elemento importante entender la historia de nuestro país, tratar de percibir, a partir de allí, y de estos estudios, nuevas visiones despolarizadas y nuevas narrativas que nos ayuden a reconciliarnos como sociedad”.

¿A qué estamos llamados como compañeros apostólicos?

P. José Darío Rodríguez, SJ: “como compañeros apostólicos nos sentimos llamados en esta Provincia Colombiana a fortalecer nuestro Ser/Cuerpo Apostólico, a fortalecer las iniciativas de crecimiento espiritual desde una perspectiva de espiritualidad encarnada y apostólica. Estamos llamados, también, a consolidar esa misión de reconciliación y justicia en la que nos sentimos movidos en un país que necesita la paz y la reconciliación. Nos sentimos llamados hacia el cuidado de la Casa Común, hacía la ecología integral, hacía el deseo de cuidar esa casa común con la que el Señor nos bendice y de la cual, hacemos parte como creaturas suyas”.

¿Por qué es importante conocer estos informes de la verdad histórica de nuestro país?

Reunión por comités de líneas de acción del proyecto regional.

Asistentes a la charla: “Hacia una narrativa despolarizada del conflicto armado colombiano: el trasfondo histórico del Informe de la Comisión de la Verdad”, dirigida por el padre José Darío Rodríguez, SJ.

Natalia González

Coordinadora Red Juvenil Ignaciana

El 28, 29 y 30 de junio, en la Casa Ignaciana de la Juventud, se llevó a cabo el encuentro Nacional de Animadores y acompañantes juveniles STORTA. Este es un encuentro inspirado en la "visión de La Storta" la cual le confirmó a San Ignacio, su misión de servicio a Dios y con esto, la fundación de la Compañía de Jesús. Este encuentro STORTA 2023, honrando la experiencia de 1537 de San Ignacio, se ha vivido como una confirmación por la misión de Dios con los jóvenes de esta provincia y cómo acompañantes y animadores servimos a esa misión. En esta ocasión, nos convocó el análisis a cientos de respuestas de jóvenes de todo el país en relación a la pregunta de: ¿Cómo acompañar a los y las jóvenes en la creación de un presente y futuro esperanzador? - una de las Preferencias Apostólicas Universales.

La visión de la Storta en la misión por los jóvenes de hoy

Encuentro STORTA 2023, Casa Ignaciana de la Juventud. Fotografía: Silvana Rubiano.

Jóvenes entre 15 y 28 años de edad, de distintas regiones del país; de parroquias, colectivos artísticos, obras como Fe y Alegría, colegios de la Compañía, universidad Javeriana Bogotá y Cali, comunidades de vida, movimiento Juvenil Huellas y varias más; hicieron parte del proceso de Proyección sobre Juventudes de la Provincia a 2026, liderado por la Red Juvenil Ignaciana. Este ha sido un proceso de escucha de jóvenes y acompañantes, iniciado en 2021 a través de encuentros nacionales (versiones anteriores de Storta y Claveriada 2022) y encuentros regionales a modo de conversación espiritual, donde se ha profundizado y orado en torno al trabajo colaborativo, el acompañamiento y el futuro esperanzador.

Durante tres días, se pudo revisar y analizar los frutos de este proceso de escucha a la luz de la carta del General de la Compañía acerca del discernimiento comunitario. Buscando vaciarse de los propios sesgos y permitiendo ver a Dios en las voces de esa Colombia joven que quiere ser escuchada. El criterio, el abandono de los deseos propios y la oración comunitaria, dejaron ver con claridad unos primeros llamados del espíritu a acompañar a la juventud en: sus búsquedas de sentido de vida, sus luchas por la transformación social, la sed por procesos de formación integral, la defensa de los contextos diversos y regionales y sus apuestas por la vida comunitaria. Estas conclusiones y llamados cobran sentido frente a ese Magis de la búsqueda por acompañar mejor a los y las jóvenes de hoy. Guiados por la misión compartida y el Espíritu Santo, se han ido acotando las líneas prioritarias para trabajar en la Asamblea Magis que será la instancia final de este discernimiento de provincia por la juventud. El encuentro Storta ha sido para este peregrinaje de proyección sobre juventudes, y para la Red Juvenil Ignaciana, un espacio clave e inspirador para poder ver a Dios en esos jóvenes que de manera menos o más explícita siguen los pasos de Jesús. Nuestra misión así se confirma en acompañar ese andar.

50 años del CIRE

Luis Guillermo Sarasa G., SJ

Este año estamos recordando el camino recorrido por muchos hombres y mujeres que han hecho del CIRE (Centro Ignaciano de Reflexión y Espiritualidad) la plataforma desde la cual se ha podido acompañar a miles de personas que a lo largo de estos 50 años se han acercado a nosotros para beber de la fuente de la espiritualidad ignaciana por medio de los Ejercicios Espirituales, el discernimiento, el acompañamiento espiritual y la variada oferta de formación humana, según tiempos, personas y lugares.

Ignacio de Loyola insiste en que los Ejercicios son TODO MODO de preparar y disponer la conciencia para no estorbar la acción de Dios en nosotros. Igualmente se refiere a “Buscar y Hallar la Voluntad de Dios” (EE 1), después de quitar nuestros “afectos desordenados”. Efectivamente, lo que ha hecho el CIRE en estos 50 años tiene que ver con estos MODOS. A quienes han vivido a fondo esta misión (jesuitas, religiosos y laicos), nuestro reconocimiento profundo. Tanto la fundación del CIRE como la dedicación al estudio del texto ignaciano (presente en 93 números de Apuntes Ignacianos), y la delicada misión de acompañar a otros en este camino es la mejor herencia de estos años.

Hoy, la Compañía de Jesús, por medio de las cuatro Preferencias Apostólicas Universales (PAU) nos ha encomendado, en primerísimo lugar, la tarea de “mostrar el camino hacia Dios por medio de los EE y el discernimiento”, sin olvidar las demás preferencias. Esta tarea nos compete a todos/as. Fuimos los primeros beneficiados por la experiencia del Peregrino (como nos gusta

llamar a Ignacio); ahora nos corresponde dejar en herencia este tesoro particular de la Compañía de Jesús, en todas nuestras obras apostólicas. Por ello, el CIRE seguirá siendo esa plataforma desde donde se coordina, se impulsa, se anima y se ayuda para que vivamos juntos/as la misión. Todos los jesuitas, todos los directores/as de pastoral, todos los encargados de la formación en ignacianidad e identidad jesuítica, todos los directores/as de las obras apostólicas estamos llamados a servir a esta causa. Es, quizás, lo mejor que podemos hacer: comunicar nuestra experiencia espiritual con quienes buscan caminos, jornadas, itinerarios y modos para encontrarse –directamente- con su Dios y criador. También el PAC2 (Proyecto Apostólico Común) de América Latina y el PAP (Plan Apostólico de Provincia), han reconocido en este llamado universal, la inspiración para que la ESPIRITUALIDAD esté al centro de nuestro devenir como seres cuya mirada está puesta en el Dios del Amor y de la Vida.

Los invitamos a celebrar con nosotros, no sólo los días 28 y 29 de julio, sino también a preguntarnos:

• ¿Cómo, desde mi misión, puedo contribuir a hacer realidad esta preferencia de una espiritualidad encarnada atenta a la realidad en la que vivimos?

• ¿Cómo ha crecido mi espiritualidad a lo largo de los años con las ayudas que me proporciona la ignacianidad (oración, contemplación, examen, acción)?

• Y, una pregunta que brota de los Ejercicios Espirituales:

• ¿Qué he hecho por Cristo, qué hago por él y qué he de hacer?

• ¿Mis ejercicios anuales se han convertido en el itinerario más seguro para hacer crecer mi fe, mi entusiasmo por la misión y mi deseo de compartir la Buena Nueva del Dios de Jesús?

• ¿Me siento movido a acompañar Ejercicios (retiros de 3, 5 u 8 días), al menos una vez al año?

• Tal vez, ¿Puedo ofrecerme como acompañante espiritual de tantos/as que nos buscan?

Los invitamos a tener como telón de fondo de estas preguntas la Contemplación para alcanzar Amor (EE 230) con su primera nota: “El Amor se debe poner más en las obras que en las palabras”.

Esta celebración habrá de conducirnos a una mirada más participativa donde podamos encontrar nuestro puesto. Por un lado, la movilización espiritual individual y comunitaria; por otro, el ofrecimiento de nuestra parte para que, allí donde nos encontremos, nos sintamos conectados y disponibles a la hora de hacer realidad este llamado universal.

Feliz cumpleaños CIRE

MISIÓN Administradores

ASISTENTE DEL ADMINISTRADOR

48ª Asamblea CPAL y Visita del P. General

Del 18 al 23 de junio de 2023, en la Finca San Claver (Santandercito – Cundinamarca) fuimos los anfitriones de la 48ª Asamblea de la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe (CPAL) que contó además con la presencia del Padre Arturo Sosa, SJ, General de la Compañía de Jesús, quien nos compartió que uno de los propósitos más importantes de esta Asamblea era continuar el proceso de reconfiguración de las unidades administrativas y apostólicas de la Compañía en América Latina desde la óptica de una fidelidad creativa.

La Administración Provincial y la Oficina del P. Socio lideraron conjuntamente los procesos de organización logística (transporte, hospedaje, alimentación, tecnología, recreación y servicio), para que el evento se desarrollara de la mejor manera posible.

De diversas latitudes y a través de varios medios hemos recibido los reconocimientos por el servicio prestado para el buen desarrollo de la Asamblea. Esa era la idea: haberlos hecho sentir como en casa.

Provinciales de America Latina y el Caribe (CPAL), 2023.

DIREccIóN DE TEcNOLOgíA

Cuidamos nuestra Casa Común

Nos sentimos muy orgullosos de compartirles que el pasado 30 junio la Compañía de Jesús obtuvo una Certificación de Gestión de Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Se entregaron a la empresa RAEE COLOMBIA S.A.S. alrededor de 440 Kg de equipos que ya habían sido dados de baja, pero permanecían almacenados en el primer piso de la Curia Provincial.

Con esta labor la Dirección de Tecnología comienza a responder al llamado del Papa Francisco a cuidar nuestra casa común desde la perspectiva de la ecología integral, y a nuestro proyecto apostólico provincial “Soñemos juntos lo Imposible” que hace eco al mismo propósito

RAEE COLOMBIA SAS ,con N NIT 901124927-3 Gestorautorizadosegúnlicencia ambientalotorgadaporlaCorporaciónAutónomaRegional(CAR)segúnresolución 20217000193del05deMayode2021deresiduosdeRAEE´S,acumuladores,

identificadocon: C COMPAÑIA DE JESUS yderesiduosdepilas,atravésdelapresenteCERTIFICAMOSquehemos

CARRERA 25 #39 - 79. TELÉFONO 3314560 / 3118112719. paralagestiónintegrallosresiduosdeaparatoseléctricosyelectrónicos-RAEE´Squesedetallanacontinuación:

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DIREccIóN DE gESTIóN huMANA

CLASIFICACIÓN

Convenio de cooperación institucional con la Pontificia Universidad Javeriana

KgB1010 / B1020

KgB3010

CKgA1180 / B1110

KgB3020

KgA1180 / B1110

KgA1020 / B1090

KgB2020

omo una opción de la Provincia por seguir apoyando la formación, el crecimiento y los sueños del Cuerpo Apostólico, se ha suscrito un Convenio de Cooperación Institucional para los próximos dos años, cuyo objetivo es que los trabajadores de la Compañía de Jesús obtengan descuentos para estudiar posgrados en la Pontifica Universidad Javeriana.

deestos,reduciendolahuelladecarbonoqueresultadelmanejoydisposicióninadecuadodelosRAEE.Ademásdelimpactopositivogeneradoalambientepor porlareduccióndelosresiduosalmínimoposible,manteniendolosmaterialesaprovechablesdentrodelaeconomía,generandovalorymayores

Graciasalaparticipacióndesuempresaenelmanejoambientalmentesegurodesusresiduos,selogroelaprovechamientoy/oreciclajedel

El texto del Convenio será distribuido entre las áreas administrativas y de gestión humana de las Obras y Comunidades de la Compañía de Jesús, de modo que puedan verificar su contenido y condiciones. No obstante, les presentarnos algunos aspectos de suma importancia:

1.El convenio es aplicable solamente para trabajadores activos cuyo empleador sea directamente la Compañía de Jesús.

2.Aplica solamente para la Pontifica Universidad Javeriana sede Bogotá.

3.Aplica exclusivamente para los programas académicos de posgrado que ha listado taxativamente la Universidad. No se incluyen programas de las ciencias de la salud.

4.Se otorgará un descuento del 50% sobre valor de la matrícula en cada periodo académico para programas de posgrado de la Facultad de Educación.

5.Se otorgará un descuento del 25% sobre valor de la matrícula en cada periodo académico para el resto de Facultades incluidas en el listado.

6.El descuento no es automático, se debe previamente solicitar la aplicación del mismo mediante el diligenciamiento de un formulario, en la web de la Universidad. Esto siempre debe hacerse antes que la Universidad expida el recibo de matrícula.

7.El descuento se aplicará una sola vez por la misma persona, para un mismo programa.

8.Los descuentos no son acumulativos con otros descuentos o condiciones que acredite la persona.

Esperamos el mayor aprovechamiento de esta prerrogativa que se conecta con la búsqueda del Magis y con nuestro bienestar. Agradecemos especialmente al Padre Rector de la Pontificia Universidad Javeriana y a todas las personas de ambas instituciones que hicieron esto posible.

ASISTENcIA JuRíDIcA

Renovación de los acuerdos de servicio de Asesoría Jurídica para la Compañía de Jesús

La Compañía de Jesús en Colombia, desde el año 2016, ha contado con la asesoría jurídica y legal de la firma Cataño y Cataño Abogados Asociados -C&C Legal Group, cuyo consultor principal es el Dr. Jaime Alberto Cataño Cataño. El servicio de asesoría se ha venido prestando a través de la formalización de un contrato de prestación de servicios, que se ha venido transformando en el tiempo a través de Otrosíes que modificaban su término, actividades y alcance del servicio.

Este año se realizó un replanteamiento del contrato, por lo que se finalizó el acuerdo suscrito en el 2016 y se suscribió un nuevo contrato que empezó a regir desde el 1 de abril de 2023, este nuevo contrato tendrá la vigencia de un año. El objeto del contrato es que a través de la firma C&C Legal Group se preste a la Compañía de Jesús en Colombia, asesoría jurídica en derecho canónico, corporativo, educativo, civil y entidades sin ánimo de lucro, a través de su Director quien actúa como abogado responsable y consultor principal.

Con la renovación del contrato se han presentado algunas novedades de los acuerdos de servicio, por lo que C&C Legal Group, entre otras, tendrá a su cargo las siguientes actividades:

• Emitir conceptos jurídicos dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes a su solicitud. Este término puede ser ampliado de acuerdo a la complejidad del asunto.

• La asistencia del abogado y consultor principal a las instalaciones de la Administración de la Compañía de Jesús todos los martes en una jornada de 4 horas, 10 a.m. a 12 m. y de 3:00 p.m. a 5:00 p.m. Este espacio es para el provecho de toda la Provincia, por lo que en caso de que una Obra o Comunidad requiera asesoría y acompañamiento jurídico podrá solicitar el agendamiento del espacio a través de Nicolás Cabral, asistente del Administrador Provincial. El agendamiento del espacio se debe solicitar los viernes antes del mediodía.

• Asistir a trámites ante entidades administrativas y/o judiciales de manera presencial. Este servicio tiene una limitación mensual.

• Acompañar procesos de negociación, resolución de conflictos, auditoría jurídica o valoración de riesgos.

• Proporcionar el capital relacional para la gestión jurídica de la Compañía de Jesús.

• Orientar la creación de la Comisión Jurídica para la Compañía de Jesús.

• Auditar, verificar y proporcionar estrategias a los asesores jurídicos locales de las Obras y Comunidades de la Compañía de Jesús.

• La defensa de acciones constitucionales de tutela. Este servicio tiene un valor adicional al pactado en el contrato. Cada asistencia jurídica en este tipo de acciones tiene un valor equivalente a uno punto cinco (1.5) SALARIOS MÍNIMOS LEGALES VIGENTES más IVA.

Desde la Administración Provincial trabajamos día a día en tener acuerdos actualizados a la realidad de la Compañía de Jesús, que permitan a la Provincia acceder a servicios legales y jurídicos profesionales y especializados. Este nuevo acuerdo de servicio es para el provecho y enriquecimiento de todas las Obras y Comunidades de nuestra Provincia.

cONTAbILIDAD

Importancia del Presupuesto

¿Qué es un presupuesto?

Es la cantidad de dinero que se necesita para hacer frente a los gastos que demanda un negocio o proyecto en cierto tiempo. El presupuesto para una entidad es un proceso fundamental que implica la planificación y asignación de recursos financieros para lograr los objetivos empresariales.

La palabra presupuesto proviene del latín “prae”, que significa “antes” y suponere, que significa “suponer” y hace referencia a “anticiparse” o “estimar algo a futuro”.

Pasos para realizar un presupuesto

En la Compañía de Jesús, los presupuestos deben ser realizados anualmente por las obras y las comunidades, de acuerdo al calendario que se tenga, así:

• Calendario A del 1 de enero al 31 de diciembre, y

• Calendario B del 1 de julio al 30 de junio del siguiente año

Establecer metas, necesidades y objetivos: Antes de comenzar a crear un presupuesto, debes tener claridad sobre los objetivos de obra o comunidad y cómo estos pueden verse afectados por el contexto socio-político y económico. Esto puede ayudar a hacer más realistas las metas de crecimiento, rentabilidad, expansión y otros. Si puedes elaborar el presupuesto con la participación de tu equipo de trabajo o la consulta de casa, mucho mejor, pues eso nos ayuda a todos a tomar conciencia de su importancia.

Revisar los datos financieros históricos: Analiza los registros financieros anteriores para comprender los ingresos, los gastos y las tendencias financieras.

Estimar ingresos: Proyecta los ingresos esperados para el próximo período presupuestario, considerando diferentes escenarios y factores externos que puedan afectar los ingresos.

Identificar y categorizar los gastos: Enumera todos los gastos esperados, tanto fijos como variables.

• Los gastos fijos incluyen salarios, mesadas, alimentación, arrendamientos, salud, servicios públicos y otros costos recurrentes.

• Los gastos variables pueden ser publicidad, capacitación, viajes de negocios, entre otros.

Además de los gastos e ingresos la organización, se requiere prever realizar ciertas inversiones como la compra de activos fijos, rubro que debe ser tenido en cuenta en el momento de la elaboración del presupuesto.

Asignar recursos: Teniendo en cuenta los objetivos de la obra o comunidad, los ingresos proyectados y los gastos estimados, asigna los recursos de manera realista y equilibrada por cada rubro. Cuando un presupuesto no está equilibrado, es decir cuando los gastos y los ingresos no coinciden se pueden producir dos situaciones:

• Que los ingresos superen a los gastos => superávit

• Que los gastos superen a los ingresos => déficit

Cuando los gastos superan a los ingresos debemos plantearnos cómo corregir la situación, pues de lo contrario caeremos en el endeudamiento. En organizaciones como la nuestra, un presupuesto deficitario nunca se aprueba.

Monitorear y revisar el presupuesto: Un presupuesto no es estático, en cuanto que cada mes va reflejando los movimientos en cada uno de los rubros previstos. Por eso debe ser revisado periódicamente.

• Realiza mensualmente seguimiento de la ejecución presupuestal. Se trata de ver los ingresos y gastos reales en comparación con lo previsto inicialmente. Realiza ajustes cuando sea necesario.

• Establece indicadores para evaluar el desempeño financiero y toma medidas correctivas si es necesario.

• Las llamadas “adiciones” presupuestales son excepcionales y sólo deben darse con permiso del Padre Provincial.

• Los llamados “traslados” presupuestales solo se pueden realizar entre diferentes rubros del mismo presupuesto, sin afectar el presupuesto global aprobado.

Comunicar y comprometer: Comunica el presupuesto a los equipos relevantes dentro de la Compañía y asegúrate de que comprendan las asignaciones y metas establecidas. Si hay varios ordenadores del gasto, verifica con ellos cómo va la ejecución presupuestal de la unidad confiada.

Los presupuestos deben ser sometidos a revisión, conformidad y aprobación por parte del Padre Provincial, antes de cada ejercicio contable; debiendo atenerse a él a lo largo del año; cualquier modificación debe ser autorizada por el Padre provincial. IAB [82]

Recuerda que la clave para un presupuesto exitoso es la disciplina, la austeridad y manejo juicioso de los recursos y el seguimiento constante.

Cumpleaños de jesuitas en agosto

Un espacio para soñar juntos nuestra misión

Un sábado al mes de 11:00 a.m. a 12:30 m.

En vivo por Jesuitas Colombia

Sábado 12 de agosto de 2023

Desafíos para un desarrollo regional ¿Posibilidades y obstáculos para el desarrollo de las regiones en Colombia?

Ponente

Jorge Iván González. Doctor en Economía. Director del Departamento Nacional de Planeación.

Comentaristas

María Alejandra Quintero. Politóloga e investigadora del Instituto de Estudios Interculturales. PUJ, Cali.

Roberto Angulo. Economista. Socio fundador de Inclusión SAS.

Modera

Erminsu Iván David.

Director Instituto Mayor Campesino - IMCA.