MAR-ABR 2020
NUESTRA CASA COMÚN
† Luis Guillermo Vélez, S.J. † Jaime Ortiz Santacruz, S.J. †
Provincial | Carlos Eduardo Correa J., S.J. Edición | José de Jesús Prieto, S.J. Oficina Provincial de Comunicaciones Pablo G. Ivorra Peñafort, María Alejandra Rojas Matabajoy, María Alejandra Navarrete Tovar, Sara Muñoz Hurtado y Ómar Alexander Fuelantala Valenzuela. Corrección de estilo | Enrique A. Gutiérrez T., S.J. Diseño y diagramación | Pablo G. Ivorra Peñafort. Impresión | Xpress Kimpres Edición marzo-abril 2020 | Nuestra Casa Común
#TalentoIgnaciano Portada Tatiana Córdoba - @tatianacordobaart Tatiana Córdoba es una artista visual de Bogotá, Colombia. Obtuvo su maestría en pintura en 2016 con The New York Academy of Art en Nueva York y obtuvo su pregrado en Artes Visuales en la Pontificia Universidad Javeriana. Su trabajo ha sido exhibido en varias exposiciones colectivas en Colombia, España, Estados Unidos y México. Su trabajo hace parte de varias colecciones privadas. Ha participado en varias publicaciones en Colombia (50 Formas de ver la Ilustración y A Song for Japan). También es autora de la novela gráfica "Gabo: Memorias de una vida mágica" con la editorial Rey Naranjo. Actualmente vive y trabaja en Brooklyn, Nueva York.
INTENCIONES DE ORACIÓN DEL SANTO PADRE CONFIADAS A SU RED MUNDIAL DE ORACIÓN
PAR A EL AÑO 2020
MARZO
Los católicos en China Recemos para que la Iglesia en China persevere en la fidelidad al Evangelio y crezca en unidad. Catedral de la Inmaculada Concepción en Pekín. Foto: alexandrine_chan, wikipedia.org (CC BY-SA 2.0)
ABRIL
Liberación de las adicciones Recemos para que todas las personas bajo la influencia de las adicciones sean bien ayudadas y acompañadas.
C O N T E N I D O S Editorial. 6 Noti-breves. 10 Agenda. 86 Somos Compañía de Jesús. 87
La Pascua de nuestros hermanos. 12 Luis Guillermo Vélez Escobar, S.J. (12); Jaime Ortiz Santacruz, S.J (16).
Palabra CPAL. 22 Con generosidad y eficacia.
Nuestra Casa Común. 40 La acción es la que vale: aportes al cuidado de la Casa Común (40); Ojo al Amazonas: galería visual (44); Javerianos comprometidos con la Casa Común (50);
Vocaciones. 26 Nuevos integrantes del equipo.
Javeriana Cali: hacia una sostenibilidad ambiental consciente (56); Colegio Berchmans: al servicio de la Casa Común (60); El Colegio San José cuida nuestra Casa Común (62).
Regionalización. 28 Reformas a la Frontera Región Antioquia 2020 (28); XXI Encuentro de Inmersión Ignaciana (32).
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Revista Jesuitas Colombia
YO OPINO Encuentro Binacional de Provinciales: los colores de la hermandad. 36
¿El fútbol sirve para educar? 74
Red Juvenil Ignaciana. 68 Misión en Red: un medio para renovar la Iglesia (68);
Cantando la vida. 78 Tres mil millones de latidos.
Juventudes y espiritualidades: dos preferencias que motivan el trabajo en colaboración (72).
Imagen del mes. 84
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Flor(es)ser la vida. 80 Somos el microcosmos de la madre tierra.
24 cuadros. 82 Messiah.
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EDITORIAL
Sanar un mundo herido
H
ace algunos años la Compañía de Jesús creó un Grupo de Trabajo sobre Ecología. Este grupo escribió un texto titulado “Sanar un Mundo Herido” (este fue, de alguna manera, la continuación de otro importante texto titulado “Vivimos en un Mundo Roto”). En él se nos presenta un análisis de la situación actual del mundo y una serie de recomendaciones hechas desde la relación entre nuestra opción de “Reconciliación con la Creación” y la Fe, la Justicia y el Diálogo. Quiero invitarlos para que retomemos algunos apartes de la VISIÓN que orientó este importante documento, de tal manera que la volvamos a pasar por nuestra mente y nuestro corazón, y nos dejemos mover de nuevo por el Espíritu Santo. “Profundizar en nuestra experiencia de fe en el don de la vida que procede de un Dios creador, nos demanda un cambio en la manera de responder a la urgente tarea de la reconciliación con la creación. La creación, don del Dios de la vida, se ha convertido hoy en un bien material, explotable y comercializable. Nuestro mundo, lleno de paradojas, nos confunde y acusa, aunque al mismo tiempo presenta signos alentadores. Hay miedo, convulsión, sufrimiento, 6
Carlos E. Correa, S.J. Provincial
desesperación, pero también expresiones de esperanza y confianza. Todos somos responsables, aunque unos más que otros; todos sufrimos las consecuencias, pero también unos más que otros. Demasiados seres humanos, apoyados en el desarrollo tecnológico, y espoleados por la codicia, continúan dominando y expoliando la naturaleza en el avance hacia el «progreso»; son pocos, demasiado pocos, los que toman en consideración las consecuencias de sus acciones” (P. 15). “En los actuales desafíos físicos y biológicos de nuestro mundo, nuestra experiencia está dominada por respuestas racionales y técnicas que embotan nuestra sensibilidad para descubrir el misterio, la diversidad y la inmensidad de la vida y del universo. La profundidad espiritual de la comunión con la naturaleza queda desterrada de nuestra experiencia por un exceso de racionalidad; si queremos responder a las preguntas más agudas de las mujeres y los hombres de nuestro tiempo, estamos obligados a profundizar e intensificar la comunión con la creación. En este particular, tenemos mucho que aprender de otras personas cuya experiencia puede movernos a nutrir más hondamente nuestra fe; debemos estar al tanto de la esRevista Jesuitas Colombia
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peranza y la sanación que buscan tantas y tantas personas en el mundo actual, sobre todo quienes son jóvenes o vulnerables o tienen necesidad de paz” (P. 15). “Hoy más que nunca necesitamos reconocer a Cristo en el sufrimiento y en los lugares sin belleza, tanto en la profundidad de las cosas como en la Pascua, reconciliando la creación a través de su persona y renovando la Tierra. A pesar de nuestra impotencia, cobramos nuevas fuerzas gracias a su presencia y experimentamos sentido y amor en nuestra dignidad. «ver a Dios en todas las cosas» nos llama a una relación mística con la creación entera. La sabiduría de Dios y el nuevo tríptico que explicita nuestra misión de reconciliación nos comunican fuerza para escuchar a todas las personas y colaborar con ellas. Admitimos que el mundo está herido y roto y humildemente reconocemos nuestra parte de culpa; sin embargo, esto es una invitación a responder, a erigirse en una presencia sanadora llena de solicitud y dignidad en lugares donde la verdad y la alegría de vivir se hallan en franco retroceso” (P. 15 y 16). “El deterioro del medio ambiente a causa del insostenible consumo energético y la amenaza de una escasez de agua y alimentos son consecuencias que se dejan sentir en la sociedad global de hoy:.. Tanto el derecho al desarrollo como la llamada ética de la reducción del consumo representan un inmenso desafío para la humanidad. Hay pocas respuestas sencillas; estamos urgidos a indagar cómo debemos vivir y dar testimonio de ello. Contemplando los signos de los tiempos y discerniendo la misión, debemos explorar con valentía nuevas formas de vivir la solidaridad ecológica” (P. 16). 8
“La lucha por una vida digna se extiende a través de un abismo socioeconómico: desde la privación absoluta en un extremo, al consumo abusivo en el otro. El espectro incluye a pueblos indígenas crónicamente empobrecidos y marginados, a emigrantes y desplazados, todos los cuales luchan por satisfacer sus necesidades básicas y lograr un cierto grado de seguridad; pero también a quienes persiguen una vida mejor y una promesa de progreso, así como a quienes se dejan arrastrar por el consumismo. Donde muchos carecen de alimentos algunos deben reducir su consumo. Dignos pero humildes, todos necesitamos justicia al tiempo que buscamos la paz e intentamos “vivir el Reino” (P. 16). “Nuestro carisma y nuestra vocación nos urgen a renovar relaciones, desafían nuestros compromisos intelectuales y espirituales, así como la formación contemporánea y nos mueven a profesar un profundo compromiso con la creación, aprendiendo del Libro de la Naturaleza a ser co-creadores desde la participación en la plenitud de vida. Debemos buscar colaboradores laicos y movimientos sociales junto a los que actuar en el plano local, regional y universal, sumándonos a ‒y participando en‒ la búsqueda más abarcadora de respeto y responsabilidad por el medio ambiente” (P. 16 y 17). “El desafío es nuevo y antiguo a la vez y concierne a todos nuestros ministerios… debemos actuar en diálogo con el mundo, con todas las religiones y con quienes se comprometen en favor de la justicia medioambiental. Se trata de un diálogo crucial en la frontera misma de la sostenibilidad ecológica de la vida toda” (P. 17).
Revista Jesuitas Colombia
Hoy, mĂĄs que nunca, necesitamos reconocer a Cristo en el sufrimiento y en los lugares sin belleza [...]
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Noti-breves
José de Jesús Prieto, S.J. - Socio
Destinos y nombramientos
El P. Fabio Cifuentes fue destinado a la parroquia de Santa Rita en Cartagena, como vicario parroquial.
Dimisorias
Sebastián Delgado, maestrillo de segundo año en el colegio San José de Barranquilla, firmó las dimisorias de la Compañía de Jesús.
De paso por la Provincia
El P. Wilin Buitrago estará hasta el 9 de marzo en la Provincia en compañía de su familia. La evolución de su salud ha ido con resultados favorables. Su número de contacto aquí en Colombia 10
es: 321 271 4756. Regresará a Oxford para continuar con su tratamiento. Le deseamos una total recuperación, de modo que pueda proseguir su doctorado en Ciencias Políticas.
Oficina Provincial de Comunicaciones
Bienvenida a María Alejandra Navarrete Tovar y Ómar Alexander Fuelantala Valenzuela, los nuevos profesionales de la Oficina Provincial de Comunicaciones. María Alejandra, comunicadora social (Javeriana, Bogotá) y candidata a Magistra en Análisis de Problemas Políticos, Económicos e Internacionales Contemporáneos (U. Externado – Cancillería), estará encargada del Área de Revista Jesuitas Colombia
Comunidades Digitales. Alexander, diseñador gráfico de la Universidad CESMAG (Pasto) y candidato a Magíster en Diseño para la Innovación en Productos y Servicios (Javeriana, Bogotá), estará encargado del Área de Diseño, Imagen y Producto. Sus correos electrónicos son: alejandra.navarrete@serjesuita.co alexander.fuelantala@serjesuita.co
Ejercicios de Provincia 2020
Los Ejercicios Espirituales ofrecidos por la Provincia, abiertos a todos los jesuitas y también a nuestros colaboradores(as), serán: Del viernes 26 de junio en la noche al domingo 05 de julio, salida en la mañana, en La Esperanza. Orientador: P. Luis Alfonso Castellanos, S.J. Del viernes 06 de noviembre en la noche al domingo 15 de noviembre, salida en la mañana en Villasunción. Orientador: Antonio José Sarmiento, S.J. Inscripciones con el P. Socio: socio@ jesuitas.org.co - Nota: el costo de los Ejercicios será de $980 mil pesos, que se pagarán por cruce de cuentas en el Economato.
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AGENDA DEL PROVINCIAL MAR ZO
4–8 Visita a los filósofos en México 10 Reunión de Asistentes y Socio Reunión de párrocos 11 Reunión de párrocos 12 Reunión de Obras Trasversales 13 Reunión Junta CRC Junta Directiva de Colegios 16 Consejo Directivo Social 17-19 Asamblea de Rectores de ACODESI en Medellín 20–22 Asamblea de Asofamilias en Medellín 24 Junta Fronteras de Fe y Alegría 25 Reunión de Superiores 26 Consulta Ampliada 27 Consulta de Provincia 30 Asamblea de Fe y Alegría
ABRIL
1–2 Visita al colegio San José 3 Reunión Junta CRC 4–13 Viaje a Europa 14 Reunión Asistentes y Socio 15 Comisión Económica 17 Consejo de Regentes 21-22 Visita Colegio Mayor de San Bartolomé 24–26 Asamblea de Provinciales de la CRC 30 Consulta de Provincia
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La Pascua de nuestros hermanos
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Revista Jesuitas Colombia
Luis Guillermo Vélez Escobar, S.J. 1922 + 2019 SEMBLANZA
N
ació en Medellín el 7 de agosto de 1922, en el seno de una familia profundamente cristiana y muy cercana a la Compañía de Jesús. Falleció en Medellín el 6 de noviembre de 2019. Tenía 97 años y 2 meses de edad. Don Guillermo, su papá, fue durante unos meses novicio jesuita hermano y años más tarde recibió la Carta de Hermandad de la Compañía, por sus esfuerzos para conseguir un dinero con el cual comprarle el edificio del Colegio San Ignacio al gobierno departamental. El quinto de diez hijos fue, como sus otros cuatro hermanos varones, bachiller del Colegio San Ignacio y uno de los fundadores de la Tropa IV Scout del Colegio. Samuel, su hermano, un poco mayor que él, fue también jesuita y murió siendo párroco en Bocas del Rosario, que era parte de la entonces Misión del Río Magdalena, confiada a la Compañía. Luis Guillermo entró al Noviciado a poco de terminar su bachillerato, como lo hicieron sus compañeros Jorge Hoyos y Hernán Umaña. Como dato curioso, fue de los primeros jesuitas que, al ingresar a la Compañía de Jesús, tenía licencia de conducir, práctica que ejercitó con gran gusto y satisfacción a lo largo de la formación y hasta casi el fin de su vida. Siguió el curso normal de los estudios en Santa Rosa de Viterbo y en Chapinero. El magisterio lo hizo en
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Álvaro Vélez Escobar, S.J.
el Colegio San Francisco Javier de Pasto y en San Bartolomé La Merced en Bogotá. Recibió la Ordenación Sacerdotal en la Iglesia de San Ignacio, en Bogotá, el 3 de diciembre de 1954. Terminada la teología acompañó un grupo de nuevos maestrillos a estudiar inglés, durante unos meses en Washington, antes de la Tercera Probación en Santa Rosa. Fue el ministro fundador del Noviciado de San Estanislao de Kostka en La Ceja (Antioquia), y le tocó organizar la casa en el nuevo edificio y prácticamente conseguir toda la dotación. Su mamá, una tía y una hermana le ayudaron cosiendo ropa de camas, de comedor, para el baño y las cortinas. Estuvo, así mismo, al frente de la construcción de la Casa de Ejercicios de la Colombière, al lado del Noviciado. Después fue director de la Escuela Apostólica de Villa Gonzaga, ministro en las comunidades del Colegio San Ignacio y de Chapinero, y por breve tiempo prefecto de disciplina en San Bartolomé la Merced. Durante siete años fue rector del Colegio San José, en Barranquilla. Posteriormente, estuvo al frente de la construcción de la Casa Pedro Arrupe, para jesuitas enfermos y ancianos en Medellín. Lo encargaron después de la dirección de la Fundación de Servicio 13
Social Carlos González. Asumió luego la dirección de Círculo de Obreros y de su Caja de Ahorros, origen de la actual Fundación Social. Apoyó y fue muy cercano al grupo de “Las Marías”, señoritas que manejaban las Cajas de Ahorros. Tuvo después un par de años sabáticos actualizándose en teología pastoral en el Instituto Juan XXIII en Madrid. Al regresar a la Provincia fue nombrado director nacional de Fe y Alegría, donde fue particularmente cercano a las religiosas de las diferentes comunidades vinculadas a sus centros educativos, a quienes, cuando las visitaba, solía llevarles algún detallito, principalmente frutas. Durante varios años formó parte, como “padre grave”, de las comunidades del Juniorado y del Filosofado, siendo muy cercano a los jóvenes jesuitas en formación, que lo llamaban “El tío Vélez”, a quienes varios años acompañó en sus Campamentos 14
Misión en poblaciones cercanas a Bogotá. Cuando los juniores no lograban discernir si tener o no una televisión a color, aprovechó que salieron unos días a retiros para cambiarles el viejo y obsequiarles uno nuevo a color. Terminados sus años de actividad apostólica de tiempo completo, fue superior de la Casa Pedro Arrupe en Medellín y pasó luego al Colegio San Ignacio, como encargado de la Casa de Ejercicios de La Colombière y como capellán del Grupo Scout. Cuando su salud empezó a complicarse, después de haberla tenido a lo largo de su vida muy buena, salvo por un infarto, fue destinado a la Casa Pedro Arrupe, con la misión de orar por la Iglesia y la Compañía. Esto al comienzo lo golpeó bastante, pero poco a poco fue asumiendo en fe su limitada condición de enfermo. Luis Guillermo fue un jesuita amante de la Compañía, fiel a su vocación y a su sacerdocio, particularmente cuidadoso en su vida de oración y en la celebración eucarística, que la decía con mucha unción. Era persona de muy buena vida comunitaria, que no criticaba de los superiores ni de los compañeros, disponible para colaborar en lo que hiciera falta y para atender a quien lo buscaba. Era muy hábil para el manejo de los asuntos económicos y administrativos, así como para las construcciones. Por algo lo encargaron de obras en las que tenía que levantarse el dinero para financiarlas (Noviciado, Villa Gonzaga, La Colombière), en las que no siempre recibió apoyo contante y sonante de la Administración Provincial. El Padre Guillermo, como lo llamábamos en la familia, fue muy querido por todos: sus hermanas y hermanos, Revista Jesuitas Colombia
y nosotros sus sobrinos. A él acudían para los matrimonios, los bautismos y los encuentros familiares en la Casa de Sabaneta, en los que no podía faltar la celebración de la eucaristía. Él y yo fuimos cercanos y muy buenos amigos. Me cuentan que, recién nacido, como acababa de sacar su pase de conducir y ya tenía la fiebre por manejar carro, era él quien me llevaba a la clínica para que me pesaran, pues en ese tiempo no había básculas domésticas. En su primera misa fui su acólito y él fue el presbítero asistente en la mía. Hicimos varios viajes juntos: un mes largo visitando colegios en los Estados Unidos y México, antes de su viaje a España para su sabático, y luego cuando nos encontramos unos días en España para pasar unas vacaciones navideñas por algunos países europeos. Trajimos de Cartagena unos vehículos importados directamente por él para el Círculo de Obreros y después otros desde Venezuela para las Regionales de Fe y Alegría. Compartimos también varias veces las vacaciones en Balsillas y algunos días en otros sitios en el país y en el extranjero. Mientras estuvo en Bogotá, cuando yo viajaba nos encontrábamos, salíamos a veces de paseo los domingos y conversábamos de muchas cosas. Cuando estuve en Roma nos comunicábamos por internet. Durante sus últimos años en la Casa Arrupe, hablábamos por teléfono casi todas las semanas, hasta cuando los años y la senilidad precoz o el Alzhéimer le impidieron relacionarse con los demás. Descanse en paz este servidor fiel y prudente en la casa de su Señor.
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Apreciados padres: Ayer en la tarde nos enteramos del nacimiento para la vida plena del padre Luis Guillermo. Hoy le doy gracias al Señor por la bendición de haberlo conocido y compartido vida en esta misión en el Colegio Santa Luisa. Él fue quien me recibió en el colegio en enero de 1998… me dio la oportunidad de ser colaborador en la misión de ser pastor en esta comunidad tan bonita y me ubicó en la Pastoral. De él aprendí la dedicación, el compromiso, la entrega, el orden y la disciplina, pero ante todo, el espíritu ignaciano. Él fue quien me envió a vivir la experiencia por primera vez de los Ejercicios Espirituales y desde ese momento, enamorado con este modo de seguimiento del Señor, me apoyó para que continuara mis estudios, consiguiera mi casa en el Tintal, ofició la ceremonia de mi matrimonio… en verdad que del “tío”, como lo llamaban los escolares de esa época, tengo gratos recuerdos y acciones de gracias. Fue un pastor que dio vida por sus ovejas en la Fundación Carlos González y, en especial, aquí en el Santa Luisa. Pido al Buen pastor para que lo acoja y que nuestro padre Luis Guillermo interceda al Señor por nosotros. Un abrazo, padres, y gracias por el don de la vida del padre Luis Guillermo. Jaime Arturo Báez A. Director de Pastoral Colegio Santa Luisa 15
Jaime Ortiz Santacruz, S.J. 1945 + 2020 SEMBLANZA
T
uve la oportunidad de conocer, con cierta profundidad, la región Nariñense y, concretamente, la ciudad de Pasto, lugar de nacimiento de nuestro querido Jaime Pedro Pablo. Precisamente, sus nombres nos traen a la memoria dos hombres santos, llenos de fogosidad y empuje apostólico, como también lo tuvo, con sus debidas proporciones, nuestro querido compañero Jaime, quien nació un día de fiesta de los santos Pedro y Pablo. Mi experiencia en el sur me dio la oportunidad de conocer gente amigable, sencilla, muy inteligente y de gran calidez humana. Esto mismo percibí en Jaime en los años en que empezamos a compartir la vida durante nuestra época de formación en la Filosofía. Vivimos un año en el sector norte del edificio de Chapinero –donde funcionaba el filosofado– y, para el segundo año, compartimos la vivencia de las pequeñas comunidades en el barrio Doce de Octubre. Allí vivíamos los estudiantes de filosofía en tres pequeñas casas; Jaime pertenecía a la subcomunidad de los “busetos”, por cuanto frente a la casa se estacionaban los pequeños buses que iniciaban su recorrido urbano desde este sector. Jaime era el hombre alegre, simpático y tranquilo de la subcomunidad. Ya desde entonces, se interesaba por los asuntos relativos a
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Fernando Mendoza, S.J.
la educación, área en la que se preparó, posteriormente, en los Estados Unidos. Hicimos la Teología juntos, cuando todavía las clases se impartían en Chapinero; compartíamos el cuarto piso del ala sur del edificio. Una ayuda que debíamos brindarle a Jaime era despertarlo temprano para que asistiera a las clases, pues desde aquella época comenzaba a girar su reloj interior: trabajaba mejor de noche y no le era fácil iniciar el día temprano. Este cambio de horario se fue acentuando con los años, incluso cuando debía atender sus compromisos apostólicos en los colegios en los que se desempeñó, muy competentemente, como director o prefecto de estudios.
Jaime era el hombre alegre, simpático y tranquilo [...] Revista Jesuitas Colombia
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Dentro del ámbito comunitario, especialmente durante los periodos de formación, Jaime fue para el grupo una persona muy apreciada. Se destacaba por su alegría y su actitud bromista con sus compañeros; quizás por este motivo lo llamábamos cariñosamente “el Mico Ortiz”, cosa que aceptaba complacido. Más aún, con Jaime se podía bromear con los famosos “chistes pastusitos” que el mismo contaba o celebraba. Esa misma actitud cercana, alegre y jocosa, también era característica en sus relaciones con las personas de los colegios, especialmente con los estudiantes. Sin embargo, ese modo de ser contrastaba con otra faceta que, poco a poco, fue manifestándose en sus relaciones interpersonales, donde aparecía el Padre serio, intelectual y directivo que, no pocas veces, generó cierta dificultad de trato. Sus horas de descanso “nocturno” se fueron cambiando más acentuadamente por horas de descanso “diurnas”, por lo cual era necesario adaptar reuniones, citas, entre otras, a partir de muy avanzada la mañana. Estas limitaciones no impidieron que Jaime se fuera destacando como un buen director de estudios, amante de la pedagogía ignaciana y gran impulsador de toda la propuesta educativa a partir del Paradigma Pedagógico Ignaciano, que se implementó en todas nuestras obras educativas y que Jaime apoyó decididamente. La mayor parte de su vida apostólica la desarrolló en los colegios y, concretamente, como director o prefecto de estudios en el Colegio San Ignacio de Medellín, en el San Bartolomé La Merced de Bogotá, en el San José de Barranquilla y, finalmente, en el 18
San Luis Gonzaga de Manizales. Este amplio recorrido por los Colegios hizo que, en su momento, se destacara como un buen referente –por su conocimiento y experiencia prolongada– en las frecuentes reuniones de homólogos de nuestros colegios en el área académica. Luego de toda esta experiencia educativa, fue destinado a la Universidad Javeriana en donde colaboró, no solamente en el aspecto académico, sino también en el área de Pastoral. Quizás otros jesuitas y compañeros apostólicos puedan dar testimonio más objetivo de este periodo de su vida, pues no estuve tan cercano a él por esos años de su servicio universitario.
Se destacaba por su alegría y su actitud bromista con sus compañeros. En los últimos años de su vida, la salud de Jaime se fue deteriorando, especialmente en lo que se refiere a su salud mental. Somos conscientes de las ayudas que se le ofrecieron para que pudiera tener un proceso más tranquilo en sus relaciones interpersonales, pues poco a poco se manifestaba algo más irritable. Debíamos ayudarle a que llevara la vida con la tensión normal de Revista Jesuitas Colombia
lo que la vida apostólica y comunitaria exige, y a que controlara sus reacciones impacientes frente a las relaciones interpersonales de nuestra vida. Tuve la oportunidad, durante el último destino que le dio el Provincial para colaborar en el Colegio Mayor de San Bartolomé, donde yo era rector y superior, de ayudarle en este aspecto un poco difícil de su vida. Ante el debilitamiento de su salud mental y la acentuación de las dificultades de interacción con las personas, fue destinado a la Comunidad San Alonso Rodríguez (enfermería), donde transcurrió sus últimos años de vida. No obstante, aún al pertenecer a la comunidad de la Enfermería, donde velaron por su salud, Jaime gozó de libertad de movimiento y, por eso, ya desde antes de vivir en la Enfermería de la Provincia, desarrolló una labor muy bonita de ayuda en algunas parroquias de Bogotá. Su estado de salud no le impidió prestar una valiosa colaboración en la Parroquia de Lourdes, donde
HOMILÍA
Q
uerida familia Ortiz Santacruz, queridos hermanos jesuitas, amados hermanos: Ayer, un jesuita de nuestra Provincia Colombiana ha pasado de la Compañía de Jesús militante en la tierra a pertenecer a la Compañía de Jesús triunfante en la eternidad, cumpliendo
MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
fue acogido por un párroco que le abrió las puertas para que pudiera celebrar la Eucaristía y el sacramento de la Reconciliación. Cuando dicho párroco fue destinado a la Parroquia de Torcoroma, Jaime siguió colaborando en esa nueva parroquia, siempre los fines de semana. Hacer memoria de este hecho me remonta al Santo Cura de Ars quien, a pesar de sus limitaciones humanas, pudo desarrollar un apostolado fecundo y santificador. Jaime vivió, guardadas las proporciones, una experiencia similar, más allá de sus propias limitaciones físicas, y pudo vivir y morir en la Compañía de Jesús que siempre amó desde que la conoció en su niñez, como alumno del prestigioso Colegio San Francisco Javier de Pasto, donde realizó sus estudios primarios y secundarios. El Señor, sin duda, lo ha acogido con cariño, pues Jaime supo ser fiel al llamado que le hizo la Compañía de Jesús y, ahora, a su compañía definitiva en la Casa de nuestro Padre Dios.
Darío Restrepo, S.J.
así su mayor anhelo y el único objetivo fundamental de su vocación consagrada: por gracia de Dios “ser puesto definitivamente con su Hijo”. Nuestro querido hermano, el P. Jaime Ortiz Santacruz, ha cumplido su ciclo mortal en seguimiento de Jesús que sintetizó su vida diciendo: “Salí del 19
Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo a mi Padre”. El P. Jaime ha regresado a la casa del Padre donde había una habitación preparada con amor por el mismo Jesús, como nos decía el evangelio que se acaba de proclamar. Porque el ciclo del ser cristiano no es vida, muerte y punto final, sino vida mortal, pascua, ¡Vida Eterna! Hace muchos años, un joven pastuso oyó en su interior una voz tenue y misteriosa que le decía: “Ven y sígueme”. Desde entonces, hasta ayer siguió paso a paso las huellas del Maestro. Emprendió, entonces, un largo y difícil caminar, no exento de dificultades y tropiezos, donde oía el eco de aquellas palabras del poeta: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Un sendero de puerta estrecha entre luces y sombras, como suele ser nuestro caminar humano. Pero siempre resonaban en su corazón las palabras sublimes de Pedro: “Señor, a quién iremos, (solo) tú tienes palabras de vida eterna”. Entonces, Jaime descubrió unas huellas imborrables que siempre le mostraban de nuevo la meta: “¡Caminante sí hay camino!, lo hizo Cristo al caminar”. Como a Pedro, el Señor le seguía repitiendo: no te importe lo demás, “Tú… ven y sígueme”. Él fue siempre un gran trabajador que hizo brecha en el terreno de la educación, en el cual se formó para ser maestro de alumnos en los colegios y universidades por donde transitó. Un hombre de voluntad y de recio carácter, deportista, buen conversador. Tuvo gran empeño en el trabajo pastoral colaborando en varias parroquias y en el ministerio de la confesión. 20
[...] un gran trabajador que hizo brecha en el terreno de la educación [...] En este trasegar del ministerio pastoral, conservó siempre la fidelidad de su vocación a toda prueba, siendo así un testimonio viviente para este mundo actual cuya virtud fundamental no es propiamente la fidelidad en la palabra comprometida. Vivimos siempre la tentación de estos tiempos líquidos donde reina lo desechable, la provisionalidad y un presente sin futuro, donde la palabra “compromiso perpetuo” suena a palabra inusual y desconocida. “Solo cuento con el hoy para pasarla bien -se suele decir-, mañana, ya veremos”. Él, en cambio, desde el primer amor de su juventud, le apostó a lo eterno y el Señor inmortal le concedió la gracia de la fidelidad perpetua hasta su último suspiro. “Quien tiene un ‘Alguien’ por quién vivir, encontrará siempre el ‘cómo’ vivir”. Jaime encontró este ‘cómo’ y ahora lo vive en plenitud. Probado en su enfermedad cardíaca y respiratoria, con las limitaciones Revista Jesuitas Colombia
"Testamento del pájaro solitario"
que ésta conlleva, fue purificado poco a poco para emprender el último trozo del camino angosto que conduce a la vida eterna. Se durmió en la tierra y, al amanecer de ayer, se despertó en la vida perdurable. Oyó entonces las palabras de Jesús: ¡“Ven siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor”! Esta
plena felicidad del cielo quedó plasmada en el testamento espiritual de un sacerdote español, José Luis Martín Descalzo . Al recibir la noticia de que le quedaban seis meses de vida por un cáncer terminal, él compuso, iluminado por su fe, estas sublimes palabras que aplico al P. Jaime Ortiz en su pascua:
Y entonces vio la luz. La luz que entraba por todas las ventanas de su vida. Vio que el dolor precipitó la huida y entendió que la muerte ya no estaba. Morir sólo es morir. Morir se acaba. Morir es una hoguera fugitiva. Es cruzar una puerta a la deriva y encontrar lo que tanto se buscaba. Acabar de llorar y hacer preguntas; ver al Amor sin enigmas ni espejos; descansar de vivir en la ternura; tener la paz, la luz, la casa juntas y hallar, dejando los dolores lejos, la Noche-luz tras tanta noche oscura.
Quiero terminar la memoria de nuestro querido hermano con un agradecimiento muy cordial y muy merecido al Sr. Diego de la Cruz que, desde hace veinticinco años, ha sido el ángel guardián visible del P. Jaime, su amigo incondicional en las buenas y en las malas, en la salud y, de manera MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
especial, en la enfermedad de nuestro hermano, con su compañía discreta, abnegada y consoladora, velando siempre a la cabecera de su lecho de enfermo. Que el P. Ortiz sea ahora en el cielo, para él y para todos nosotros, un ángel protector en la tierra. Así sea.
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Revista Jesuitas Colombia
PALABRACPAL MARZO
Con generosidad y eficacia
A
través de la reflexión de las últimas congregaciones generales, se ha ido enriqueciendo de manera generosa la comprensión de lo que significa para nosotros el “servicio de la fe y la promoción de la justicia”. Notas características de esa misión son: el diálogo con las culturas y las religiones diversas, la consciencia de participar todos –desde perspectivas y tareas diversas– en una única misión que es la de Cristo (missio Dei), formando comunidades de solidaridad, que sean manifestación de la reconciliación entre los hombres, con la creación y con Dios. Pero, tal vez, la más importante de las contribuciones de la evolución de esta reflexión sobre la misión “fe y justicia”
Le bon samaritain (El buen samaritano) Acuarela sobre grafito. 1886-1894. James Tissot, Francia. brooklynmuseum.org - Dominio público
MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
Roberto Jaramillo Bernal, S.J. Presidente de la CPAL
tiene que ver con una más completa y más profunda comprensión de lo que significa la “promoción de la justicia” en términos de praxis personal e institucional, y no sólo de discurso. Si bien en un primer momento (post Congregación General 32) se pensaba y se actuaba, respecto de la promoción de la justicia, como si esta viniese a tomar un lugar donde terminaba la caridad, hoy por hoy –especialmente después de la CG 36–, la noción de justicia se ha enriquecido tanto que se puede afirmar que es la caridad verdadera la que comienza donde termina la justicia. Así las cosas, la profunda y verdadera reconciliación en la justicia, que nace y se alimenta de la fe, va mucho más allá que la justicia que no está informada por el amor cristiano. El P. Arrupe insistía en que, si bien es posible abusar de la caridad haciendo de ella un subterfugio de la injusticia, "no se puede hacer justicia sin amor. Ni siquiera se puede prescindir del amor cuando se resiste a la injusticia, puesto que la universalidad del amor es por deseo de Cristo un mandato sin excepciones" (Arraigados y cimentados en la 23
caridad, 1981, no. 56). Por eso, “nuestro apostolado social, nuestra lucha por la justicia, es algo muy distinto, muy superior, a cualquier tipo de promoción meramente humana y supera esencialmente cualquier concepción filantrópica, sociológica o política: porque nos mueve a ello el amor de Dios en sí mismo y el amor a Dios en los hombres, y en ese sentido, es obra eminentemente apostólica y, como tal, plena y absolutamente jesuítica en el más riguroso sentido de nuestro carisma”. El papa Francisco ha colocado esta realidad en el centro de su proclamación de la Buena Nueva: el principio de la misericordia no es otra cosa que la justicia del evangelio llevada a sus extremos, máxima manifestación de la caridad, que es amar como Dios nos ama, entregando todo por aquel y aquello que, antes de ese rescate, estaba perdido. La justicia que nace de la fe se identifica con la acción misericordiosa de Dios que redime a todos. Uno de los pasajes evangélicos paradigmáticos de esta dinámica del amor que se hace justicia y de la tensión que conlleva, en términos de generosidad y de eficacia, de compromiso y de gratuidad, es la parábola del herido en el camino y del hombre que se compadece de él (Lc 10, 27-37). El extranjero vio (1) el malherido al borde del camino, se detuvo (2), se apeó de su cabalgadura (3), se acercó (4), lo tocó (5), le curó con su aceite (6), le dio a beber de su vino (7), vendó sus heridas (8), lo cargó en su caballo (9) y lo condujo al albergue (11), cuidó de él toda la noche (12), pagó sus gastos (13) y proveyó por su futuro (14); y no es gratuito que Jesús 24
en su parábola indique que quien hizo esto fue un samaritano mientras que otros, un sacerdote que bajaba del templo y un levita (experto en la ley), no hicieron nada por él.
La justicia que nace de la fe se identifica con la acción misericordiosa de Dios que redime a todos. Porque el ejercicio de la misericordia –que es la manifestación máxima de la justicia– es una decisión positiva que construye algo nuevo desde donde la justicia no existe, donde el respeto no se manifiesta, donde la reconciliación es impensable. Allí, donde el injustamente tratado no es injusto, el violentado en su dignidad no es violento, el despreciado no desprecia, el excluido no excluye, el perseguido no persigue, el calumniado no difama, el engañado no miente, el ofendido no ofende, el condenado no condena… allí se manifiesta perfectamente (divinamente) la tensión entre generosidad y eficacia, entre compromiso y gratuidad. Revista Jesuitas Colombia
En el ejemplo (obras) y enseñanza (palabras) de San Ignacio de Loyola podemos encontrar con claridad esta tensión dinámica entre la generosidad (gratuidad) y la eficacia. San Ignacio sabe que “el amor hay que ponerlo más en las obras que en las palabras” e insiste en ello en uno de los pasajes más típicos de los Ejercicios Espirituales (Ad amorem), cuando el ejercitante ya ha pasado por un proceso cuidadoso de depuración y purificación de su respuesta a El Amor. Entretanto, en los escritos en que da orientaciones para el día a día de la Compañía de Jesús, insiste repetidamente en la necesidad de vivir en la “caridad discreta”, en la caridad “discernida”, en la caridad “ordenada”, en la caridad “particular”, en la caridad “verdadera”, dando muestras, con estos y otros adjetivos, de que no todo ejercicio de la caridad es aquel que conduce a tomar las mejores decisiones y a hacer real (realizar) el amor de Dios y el amor a Dios. Esa tensión creativa, que supone amar eficazmente con todas las consecuencias que ambas dimensiones exigen, queda plasmada en la célebre frase “hacerlo todo como si sólo dependiera de nosotros y esperarlo todo como si sólo dependiera de Dios”.
De barmhartige samaritaan –naar Delacroix– (El buen samaritano –después de Delacroix). Detalle. Óleo sobre lienzo. 1890. Vincent van Gogh, Países Bajos. krollermuller.nl - Dominio público
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VOCACIONES
Ser jesuita para compartir
aquella luz que puede alumbrar la casa de todos Ricardo Delgado Martínez, S.J. Director de la Misión Vocacional
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espués que Jesús anuncia las bienaventuranzas, dice algo a los discípulos que, a nosotros como jesuitas, nos interpela: “Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de la montaña. Y nadie enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se pone en una repisa, para que alumbre a todos los que están en la casa” (Mt 5, 14-15). En efecto, hay un llamado a portar la luz de Cristo en lo alto. Hemos de reflejar en la vida el espíritu de las bienaventuranzas, una vida en unidad con Dios. Y en un mundo saturado de ofertas de bienestar, del placer que otorga el tener y el poder, la apuesta por ser jesuita puede ser disimulada. Ignacio de Loyola asumió este llamado y encontró en el examen de conciencia
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un camino para mirarse en perspectiva de qué tanto respondía a tanto bien recibido del Señor. Una vida examinada a la luz de Aquel que a todos ilumina con su amor y su gracia. Comparte Yamid Castiblanco, Promotor Vocacional, colaborador en esta labor de compartir la luz entre muchos jóvenes que buscan alumbrar la propia vida y el mundo, que “promover las vocaciones jesuitas en la Provincia ha sido una labor de destacar, entre destellos y sombras, las luces bienaventuradas que emiten sus compañeros jesuitas, motivando a los jóvenes de nuestros colegios y a todas las personas en que se descubre una inquietud vocacional, a que se atrevan a seguir el fuego de Jesús que a cada uno permite brillar. Cuando muchos reflejamos el fuego de Jesús, se produce un incendio que disipa las tinieblas de la duda, del miedo, del pecado…”. El trabajo al servicio de nuevas vocaciones es una misión que alimenta la llama de Dios en la propia vida, aún en los momentos difíciles. Hoy, con profundo agradecimiento por la luz que ha comunicado Yamid a tantos jóvenes a través de la misión vocacional, también queremos agradecer por los nuevos compañeros que llegan para relevar la antorcha y seguir llevando el fuego de Jesús a más jóvenes. Para Roosbel Alexander, ser enviado a la misión vocacional implica “una serie de desafíos en la tarea de colaborar en el crecimiento del cuerpo de nuestra Orden. Una misión que implica acompañar los discernimientos de los jóvenes, y animar a nuestros compañeMAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
ros jesuitas para que con su testimonio alienten a otros a compartir nuestra respuesta al llamado. Me pongo en las manos de Dios para que sea el mismo Señor el que me lleve a mostrar el estilo de vida por el cual optamos en su Compañía. Me siento llamado y llevado por el Señor a su seguimiento”. Acogemos con mucha esperanza a nuestros hermanos Roosbel Alexander Orozco y a William Andrés Díaz, quienes asumen, desde este año 2020, la antorcha que han llevado muchos hermanos nuestros en el trabajo de promover las vocaciones a la vida religiosa en la Compañía de Jesús.
De arriba abajo: Yamid, Ricardo, Roosbel y William.
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REGIONALIZACIÓN
Reformas a la
Frontera Región Antioquia
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Arrieros somos y en el camino nos encontramos, es un adagio popular que habla de la región antioqueña, caracterizada por ser gente pujante, cálida, apegada a las tradiciones culturales y religiosas, que le gusta abrir senderos nuevos. Sin embargo, también es cierto que nos ha caracterizado ser regionalistas, “avispaos”, ególatras, y excluyentes. Saber leer el contexto regional y trabajar sinérgicamente entre las obras que son de la Compañía de Jesús, o 28
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Mario Franco Espinal, S.J. y Gustavo A. Ramírez G.
comparten la espiritualidad ignaciana, para ser más pertinentes-contundentes a la hora de enfrentar los desafíos o fronteras más estratégicas de cada región, fue el gran cambio que hizo el Proyecto Apostólico de la Provincia Colombiana, que en Antioquia comenzó a implementarse en julio de 2009. En esta región, este proceso de regionalización se concibió para desarrollarse y consolidarse a partir de tres grandes momentos: 1. El conocimiento y reconocimiento de las obras. Fue la primera etapa y se continúa haciendo –implícita o explícitamente– mediante los talleres y encuentros comunitarios, para fortalecer la dinámica de interacción y sinergia entre las veinte obras que actualmente hacen parte del proceso. 2. La construcción de la propuesta. Fue el momento donde se estudió la región MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
y sus desafíos. Se formuló una frontera común para ser abordada por todas las obras. Durante estos primeros diez años, estuvo focalizada en una transformación cultural de mentalidades y prácticas inequitativas y excluyentes, así como en prácticas religiosas distorsionadas que han ahogado la experiencia auténtica de la fe. 3. La elaboración de un plan de acción, seguimiento y evaluación. A través de estos años, se han logrado realizar planes concretos para mantener vivos unos objetivos comunes y operativizar lo planteado en la frontera. Estos se han venido haciendo por períodos de tiempo y se han ido adaptando a las circunstancias históricas del país y la región. Por ejemplo, en los últimos años, se estableció un plan (2017-2020) centrado en tres grandes ejes de trabajo. El primero, equidad, paz y reconciliación; el segundo, experiencia de fe; y el tercero, dignidad y derechos humanos. 29
A finales del 2018, después de haber tenido el ejercicio de discernimiento que desembocó en las Preferencias Apostólicas Universales (PAU), y próximos a cumplir una década en el proceso, se preguntó a todas las obras si pensaban que se debía continuar con la frontera, cambiarla o complementarla. Una amplia mayoría solicitó no cambiarla, pero sí complementarla con las nuevas dinámicas sociales que habían aparecido en los últimos años, como los problemas ecológicos, los migrantes, la situación de muchos jóvenes, entre otros, aspectos que habían aparecido claramente en las PAU. En consecuencia, con esta necesidad, se destinaron los cuatro talleres del 2019 para ampliar información en temas como: la ecología integral (en marzo), el discernimiento personal y comunitario (en mayo), el estado actual del contexto regional de Medellín y sus necesidades (en agosto) y estado actual del contexto del oriente antioqueño 30
y las obras de regionalización que participan allí (en noviembre). Con estos insumos, la Comisión Coordinadora Regional hizo un discernimiento similar al realizado con las PAU. Con el apoyo de una carpeta que tenía guías de discernimiento personal y luego comunitario en las obras, junto a unos documentos de apoyo que recogían los aspectos necesarios para ilustrar las necesidades de la regió, cada obra eligió tres aspectos que consideraba relevante incluir en la frontera. Luego, en una jornada de la Comisión, se acordaron los aspectos nuevos que se debían incluir en la formulación de la frontera y se estableció una subcomisión para redactarla, como el horizonte que nos pueda servir en los próximos años. La nueva formulación será presentada en el primer taller del 2020 para que, comunitariamente y con las capacidades de las obras, se pueda validar y Revista Jesuitas Colombia
luego elaborar el plan de acción para, al menos, los próximos tres años. La frontera reformulada tiene una primera parte que sirve de contextualización, una segunda que plantea las situaciones de frontera que queremos abordar y una tercera que establece unos campos de acción y objetivos estratégicos. Finalmente, quedó formulada así: Cumplidos diez años del proceso de regionalización en Antioquia, decidimos actualizar nuestra frontera común mediante un proceso de discernimiento personal y comunitario, para el cual se tuvo en cuenta un análisis de lo ya realizado, del contexto regional y las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús. Nuestra frontera es de naturaleza cultural y en ella estamos involucrados todos, personal e institucionalmente. Como resultado de este proceso, acordamos que nuestra frontera es:
“Las mentalidades y prácticas religiosas distorsionadas y aquellas otras inequitativas, excluyentes, corruptas, violentas, contrarias a la dignidad humana, que han obstaculizado la construcción de una sociedad reconciliada y en paz, acorde con los valores del Evangelio”. Ante esta realidad, y para contribuir a su transformación, nos comprometemos a actuar, sinérgica y prioritariamente, en los siguientes campos de MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
acción, con sus respectivos objetivos: 1. Espiritualidad: facilitar experiencias que propicien el encuentro personal y comunitario con el Dios de Jesucristo, como fuente y motivación fundamental de nuestra colaboración en su misión, y explicitar en cada campo de acción la íntima relación entre fe, vida y misión. 2. Ecología Integral: fortalecer la conciencia frente a la crisis socio-ambiental con el fin de contrarrestar el deterioro de la vida en todas sus formas mediante un mayor compromiso con la justicia y la solidaridad personal e institucional. 3. Jóvenes: propiciar espacios de participación y liderazgo juvenil que permitan visibilizar el protagonismo de las nuevas generaciones en la solución de los desafíos presentes y en la construcción colectiva de un futuro esperanzador para todos. 4. Dignidad y Derechos Humanos: facilitar la comprensión de la noción de sujeto de derechos, y su puesta en práctica, en todo tipo de relaciones que establecemos, como una manera de materializar los contenidos de la dignidad humana en el mundo contemporáneo. Esperamos que este breve recuento histórico pueda ilustrar a la Provincia Colombiana sobre el proceso que hemos vivido en la región de Antioquia.
Taller de Discernimiento comunitario realizado en la Casa sede de la Congregación Mariana.
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REGIONALIZACIÓN
Discernimiento en común y planificación apostólica: una mirada misional de la Espiritualidad Ignaciana 32
Gerardo Villota, S.J. Asistente de Formación María Consuelo Escobar Gerente del Proceso de Regionalización
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el 13 al 16 de febrero, en la casa de Ejercicios Villa Kempis -de la Arquidiócesis de Manizales-, nos dimos cita con la historia que configura la noción y moción de ser Cuerpo Apostólico. Este espacio, que ha dado nombre e identificación común a una de las experiencias de mayor tradición en la formación en Espiritualidad Ignaciana de laicos y jesuitas de la Provincia Colombiana de la Compañía de Jesús, hoy llamado Inmersión Ignaciana al servicio de las regiones, se ha tejido desde aquel propósito original de ofrecer una formación permanente a quienes acompañaban los Ejercicios Espirituales Personalizados para todas las obras de la Compañía de Jesús en Colombia. Objetivo cuyos alcances generaron gran satisfacción y entusiasmo entre promotores y participantes, configurando un grupo muy significativo de hombres y mujeres profundamente identificados con la Espiritualidad Ignaciana y con una verdadera mística por el apostolado de los Ejercicios.
[...] una convergencia de deseos y procesos propios de un cuerpo vivo [...] MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
Allí nacieron unas semillas que se fueron regando a lo ancho de toda la Provincia, que fueron brotando y dando frutos; primero la raíz, después los tallos, luego las espigas cargadas de granos. Sin duda, este espacio de formación y compromiso con la misión respondía al deseo de muchos de “mostrar el camino hacia Dios por medio de los Ejercicios”, como se llamaría posteriormente a la primera Preferencia Apostólica Universal de la Compañía de Jesús. El tiempo fue pasando y en un momento dado su dinámica fue dando un giro, como suele suceder con las cosas del Espíritu: la formación y reflexión ignaciana al servicio de la misión de toda la comunidad apostólica que peregrina en las regiones y en las obras de carácter transversal. Esta es una muestra de una convergencia de deseos y procesos propios de un cuerpo vivo que busca siempre el bien más universal y que integra esfuerzos, experiencias para responder a los llamados del Rey Eternal “al cual a cada uno en particular llama” para que “ofrezcan sus personas al trabajo”. Convocados ante la perspectiva que la Iglesia, la Compañía Universal y la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina (CPAL), inscriben en la lógica del discernimiento como clave fundamental para la disposición, cultivo y ejercicio de la misión, concebido en su acontecer comunitario, 56 personas de las nueve regiones donde la Provincia hace presencia a través de sus obras educativas y pastorales, sus centros sociales, estrategias y obras tranversales, nos unimos a la comprensión de aquel sentido de la colaboración apostólica que consagran 33
las más recientes Congregaciones Generales (CG), ratificando el compromiso con la justicia y la reconciliación y el trabajo corresponsable entre jesuitas y laicos, en la encarnación de la misión de Cristo. La concepción y puesta en práctica del Discernimiento en común y Planificación Apostólica, a través de la formación ofrecida por el P. Hermann Rodríguez S.J. –Delegado para la misión (CPAL)– y Carlos Ernesto Pérez – Consultor y colaborador para la CPAL–, con el apoyo de un equipo de Regionalización de la Provincia, puso de presente la vocación misional que nos articula y la posibilidad conjunta de plantear y desarrollar una metodología participativa, motivada por el ejercicio que discierne por dónde nos lleva el Espíritu en el trabajo en común y cómo podemos encarnar sus llamados en los planes a diferentes escalas y en distintos escenarios de acción apostólica. Este aprendizaje es un modo de profundizar en la iniciativa del Padre General Arturo Sosa S.J., quien, en los comienzos de su gobierno y desde el mismo espíritu de la C.G. 36, ha querido animar a todo el Cuerpo Apostólico a hacer vida el discernimiento en común como una clave prioritaria de nuestra misión y, por tanto, necesariamente en continuidad con la planeación apostólica. Sin duda este taller nos dejó muchos caminos para emprender estos procesos, muchas claridades y también preguntas oportunas que nos siguen animando a aprender, a formarnos en la práctica del discernimiento en común y en el arte de la planeación. 34
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Todos estamos invitados a formarnos en estos campos, a fortalecer los recursos de trabajo al respecto, a acoger con humildad esta propuesta que sentimos como un llamado del Señor. A continuación un breve testimonio de algunos de los participantes: “Fue un momento para, de verdad, sentirnos cuerpo apostólico a la manera de San Pablo. Consuela saber que tenemos el mismo norte, aunque estemos a diferentes distancias de él. Siento el llamado a articularme de mejor manera con mis compañeros apostólicos y a servir desde mi labor y nuestra oficina a la misión de nuestra Provincia”. = Pablo Ivorra Peñafort Delegado de Comunicaciones de la Provincia “Además del encuentro con compañeros apostólicos (jesuitas y laicos) de todas las regiones de la Provincia, esta experiencia de inmersión ignaciana, centrada en el Discernimiento en común y Planeación apostólica, me permitió profundizar en las maneras como vamos poniendo en práctica los llamados que Dios y la realidad nos hacen en los diversos contextos de nuestra misión. Ha sido un espacio de oración, de diálogo, de conversación espiritual, de celebración y de numerosos aprendizajes que animan nuestro caminar como cuerpo apostólico. Me siento muy contento de haber participado en esta experiencia. Agradezco a las personas que la prepararon y orientaron con tanta dedicación y claridad". = P. José Darío Rodríguez S.J. Delegado Región La Macarena MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
“El haber participado, compartir y reconocer ese cuerpo apostólico que lleva a cabo la misión de la Compañía en la Provincia Colombiana me permite tener un panorama mucho más claro y amplio de los procesos que se vienen llevando a cabo en todas las regiones y obras y de la manera como nos articulamos desde la Planificación Apostólica. Siento que el abordaje de las dos temáticas muestra que estos son elementos fundamentales para la identidad de la Provincia en su modo de proceder, nuestro sello distintivo frente a otras maneras institucionales y organizativas. Fue muy valioso que esto se haya puesto en común, bajo un mismo lenguaje y comprensión, y que nos permita seguir construyendo y llevando a cabo esta misión. Así mismo, me voy con muchas preguntas y expectativas. Tal vez lo más valioso de este encuentro es que está muy articulado con el proceso de Regionalización, y por lo tanto surgieron propuestas muy concretas de articulación y de trabajo desde la planificación apostólica. En el caso de la Red Juvenil surgió también una ruta de trabajo muy clara, que justamente tenemos que discernir muy bien con el equipo de la Red y empezar a articularnos con otros actores para llevar a cabo esa ruta que se propuso. Estos tres aspectos marcaron mi experiencia”. = Nicolás Herrera Delegado Red Juvenil Ignaciana
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PAZ&CO
Encuentro Binacional de Provinciales: los colores de la hermandad
JRS Servicio Jesuita a Refugiados LatinoamĂŠrica y El Caribe
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l 27 y 28 de enero se llevó a cabo el Encuentro Binacional de Provinciales (Colombia–Ecuador) y equipos nacionales y regionales del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Tulcán (Ecuador). La agenda desarrollada para este evento incluyó diferentes momentos de construcción colectiva y reflexión con el objetivo de reconocer las comprensiones sobre los efectos humanitarios de orden binacional que afectan a personas migrantes forzadas, desplazadas y refugiadas en la zona. Así mismo, reflexionar sobre los elementos que podrían fortalecer y mejorar la apuesta por el trabajo binacional del JRS en la región fronteriza.
[...] luchamos para que estas personas puedan encontrar un nuevo territorio donde establecerse [...] En el evento participaron los provinciales de la Compañía de Jesús de Colombia y Ecuador, el director del Servicio Jesuita a Refugiados LatinoaMAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
mérica y el Caribe, los directores de Colombia y Ecuador y los equipos del JRS que trabajan en frontera. “Nos hemos reunido en Tulcán para poder reafirmar nuestro compromiso por las personas que han sido desplazadas por la violencia o personas que han tenido que dejar su territorio en condiciones forzadas; luchamos para que estas personas puedan encontrar un nuevo territorio donde establecerse, donde ser acogidos, donde poder conseguir trabajo y donde rehacer sus vidas”. Carlos Eduardo Correa, S.J. (Provincial de Colombia). En el marco del Encuentro, también se realizó un diálogo ampliado con otras obras eclesiales, organizaciones de sociedad civil y entidades del Estado entre las que se encontraron: Cáritas, ACNUR, Misión Scalabriniana, Defensoría del Pueblo y GIZ. Allí se afirmó la importancia de llevar procesos binacionales de atención y fortalecer el trabajo en red como organizaciones humanitarias. Cabe recordar que, en agosto de 2019, se declaró la calamidad pública en Ipiales debido al alto flujo de migrantes en la frontera colombo-ecuatoriana. Se estima que más de 10.000 venezolanos llegaron a Ecuador el fin de semana antes de que entrara en vigor la exigencia de una visa humanitaria. “Nos sigue preocupando la situación humanitaria en la región, especialmente generada por el escalamiento del conflicto armado en Colombia, la violencia contra líderes y defensores de DD.HH. y comunidades, que sigue desplazando de manera forzada a colombianos hacia el Ecuador, 37
así como las personas refugiadas que provienen de Venezuela, los africanos que también cruzan por estas fronteras y por Colombia, buscando a Centroamérica. Es decir, estamos en un momento complejo de situación de crisis humanitaria y necesidades de que los estados puedan fortalecer los sistemas de protección de derechos, de garantizar mínimas condiciones”. Oscar Calderón, director del JRS Latinoamérica y el Caribe. El JRS ha venido sosteniendo un trabajo articulado en la frontera colombo-ecuatoriana desde hace algunos años, trabajo que tiene una aspiración en la implementación de acciones binacionales de protección a refugiados, desplazados forzosos y migrantes forzados a través de nuestros equipos en terreno, ubicados en Nariño, Sucumbíos, Esmeraldas y Carchi. “Luego de tener varios diálogos profundos, hemos avanzado en el planteamiento de una hoja de ruta para responder inte38
gralmente a los retos humanitarios y de defensa de los derechos básicos (identidad, nacionalidad y educación) para seguir acompañando, sirviendo y defendiendo a las personas que se encuentran en situación de movilidad humana forzada”. Gustavo Calderón, S.J. (Provincial de Ecuador). El cierre del Encuentro se realizó en el cantón Mira, provincia de Carchi (Ecuador), donde se construyó el mural colectivo “Los colores de la hermandad” con personas de Colombia, Ecuador y Venezuela. Un acto simbólico por la hospitalidad, la acogida, la esperanza y la paz. “Me parece una experiencia muy bonita conocer a hermanos ecuatorianos, hermanos colombianos y a mis mismos compañeros venezolanos, porque estamos todos luchando y batallando por salir adelante”. Noelia, participante de la actividad.
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"QUERIDA AMAZONIA" FRANCISCO EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL - 12.02.2020
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Foto: Catholic Church England and Wales www.flickr.com (CC BY-NC-SA 2.0) MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
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La acción es lo que vale: aportes al cuidado de la Casa Común Pedro Antonio Ojeda Pinta Gerente de Proyectos Sociales - Instituto Mayor Campesino (IMCA)
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l cuidado de nuestra casa común, hoy por hoy, debe ser una prioridad, considerando los contextos y realidades adversas que se afrontan en muchos territorios y que, generalmente, están afectando a poblaciones altamente vulnerables como consecuencia de la degradación de ecosistemas estratégicos tan frágiles como son las zonas de páramos, los bosques andinos o la selva amazónica, por citar algunos ejemplos. No hay duda que estamos llegando a un punto de no retorno y que las consecuencias pueden ser más complejas de lo que se vislumbra como un futuro catastrófico –en términos ambientales– si no se asume un compromiso global y se desarrollan acciones concretas y efectivas desde todos los ámbitos. En ese sentido, el Instituto Mayor Campesino (IMCA) –centro social de la Compañía de Jesús fundado en 1962 y ubicado en la ciudad de Buga (Valle del Cauca)– viene promoviendo e implementando diferentes acciones que contribuyen al cuidado de la casa común. Por un lado, el IMCA históricamente ha fomentado un modelo de producción agropecuaria amigable con el medio ambiente. Es así como, junto con
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instituciones y organizaciones aliadas, ha desarrollado procesos pioneros de formación, investigación y transferencia de conocimientos, permitiendo el fortalecimiento y posicionamiento de la agroecología. Como resultado de esta dinámica, actualmente la agroecología se concibe, no solo como un modelo de producción sostenible, sino también como una propuesta política y un modo de vida que muchas familias y organizaciones sociales rurales adoptaron y, actualmente, promueven desde diferentes ámbitos territoriales. En términos de la agroecología, en los últimos años, el IMCA ha llevado a cabo diferentes acciones, entre ellas, el fortalecimiento de capacidades de líderes y lideresas de organizaciones campesinas a través de diplomados avalados académicamente por la Pontificia Universidad Javeriana de Cali. Una de las gratas experiencias fue el Diplomado en Agroecología y Economía Solidaría, que se llevó a cabo con jóvenes rurales de los departamentos de Valle del Cauca, Bolívar y Norte de Santander. En el marco de estos procesos formativos, se combinan aspectos teóricos y prácticos, cuya estrategia sirve para que 41
las personas participantes adopten y coloquen en práctica los conocimientos adquiridos en sus fincas. Asimismo, las prácticas agroecológicas están facilitando la conservación de la biodiversidad. A través de la implementación de las casas de semillas (en la sede del IMCA se encuentra la casa matriz), se están rescatando y preservando diferentes especies nativas que hacen parte de la amplia diversidad alimentaria con la que cuenta la agricultura familiar del país y que es desconocida por la especialización que ha promovido la agricultura basada en el monocultivo. Entre otras acciones que se realizan para la visibilización y fomento de la Agroecología se encuentran: el apoyo a proyectos productivos agropecuarios, las giras e intercambios de experiencias, el desarrollo de trueques o intercambios de semillas, la implementación de laboratorios de bioinsumos para la agricultura agroecológica, la participación en seminarios y congresos a nivel regional, nacional e internacional de agroecología. Por otra parte, el IMCA viene trabajando junto con otros actores sociales e institucionales en torno a la conservación y uso adecuado del agua. Por ejemplo, en alianza con la Federación de Acueductos Comunitarios del Valle del Cauca y la Red Nacional de Acueductos Comunitarios, se promueven y desarrollan acciones en torno al fortalecimiento de la gestión comunitaria del agua que realizan organizaciones sociales de la zona rural, generando un amplio tejido social que se articula en defensa del agua, la vida y el territorio. En este proceso se incluye el desarrollo de talleres de fortalecimiento de 42
capacidades para juntas directivas de las organizaciones, usuarios y usuarias de los sistemas de abastecimiento de agua para consumo humano, con el propósito de generar una consciencia colectiva respecto a la conservación y uso adecuado de este vital líquido en las actividades domésticas y en las agropecuarias. Además, se apoyan y desarrollan acciones de conservación de los ecosistemas que provisionan el agua, entre ellas, la reforestación de microcuencas y el aislamiento de áreas estratégicas para favorecer la regeneración natural.
[...] un amplio tejido social que se articula en defensa del agua, la vida y el territorio. En este proceso vienen ganando gran protagonismo las mujeres y los jóvenes. Las mujeres rurales tienen una relación con el agua que se encuentra fundamentada en unos aspectos que van más allá de los usos agropecuarios. Por ejemplo, ellas evidencian la importancia de tener acceso a agua en la vivienda y que esta sea segura y apta para el consumo humano, de tal manera que se garantice bienestar, Revista Jesuitas Colombia
especialmente para la niñez que es un sector vulnerable en la ruralidad. La juventud, por su parte, tiene un gran interés por la conservación ambiental y, en este caso específico, el agua es considerada un patrimonio natural que se valora como el más importante para la sostenibilidad de las dinámicas sociales y la supervivencia de todas las formas de vida. En ese orden de ideas, el IMCA ha facilitado escenarios de encuentro comunitarios donde se permite el intercambio de experiencias y un diálogo intergeneracional con respecto a los usos, la conservación, las problemáticas y las posibles soluciones individuales y colectivas relacionadas con el agua. Finalmente, es importante resaltar que otro aporte del IMCA al cuidado de la casa común es la puesta en marcha de su Política de Sostenibilidad Ambiental. Desde el marco de esta política institucional, que también adopta IMCA HOTEL, se promueven y desarrollan diferentes acciones entre las que se destacan: el uso adecuado y eficiente del agua, la disminución en el consumo de energía eléctrica y el uso de papel para impresiones, el manejo adecuado de residuos sólidos, el tratamiento de residuos líquidos, la supresión de recipientes de un solo uso y el reciclaje de materiales (papel, cartón y vidrio). Asimismo, el área natural con la que cuenta el IMCA sirve de nicho para la protección de la vida silvestre, puesto que el lugar es refugio, permanente o de paso, para diferentes especies de aves, mamíferos, reptiles, entre otras.
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OJO al
Amazonas
GALERร A VISUAL Servicio Jesuita Panamazรณnico Fotos: Sergi Cรกmara - sergicamara.org
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Javerianos
comprometidos con la Casa ComĂşn
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L Liz Franchezca Serrano Coordinadora Programa "Cultura y Hábitat" Universidad Javeriana Bogotá
a apuesta por la sostenibilidad en la Pontificia Universidad Javeriana se remonta a más de cuarenta años de historia. Desde el año 1978 –fecha en la cual se creó el comité de investigaciones del sector rural adscrito a la Facultad de Ciencias Económicas– al día de hoy, se han adelantado una serie de procesos de investigación, docencia y servicio que han posibilitado cada vez más un proceso de maduración sobre la apuesta y contribución institucional a la sociedad en clave de ecología integral. Es en el año 2015, con la llegada del papa Francisco al Vaticano y particularmente con la promulgación de la encíclica Laudato Sí, que la Universidad decide emprender un camino formal e institucional acogiendo el mandato del cuidado de la Casa Común. En el 2016, la universidad promulga su Política Ecológica y Ambiental en donde se compromete a emprender acciones dentro y fuera del campus coherente con su responsabilidad socio ambiental. De dicha política se estructurará posteriormente un Plan de Manejo Ecológico y Ambiental que adelanta e implementa programas en diferentes frentes. Hábitos, comportamientos y prácticas sociales. A través de procesos de promoción, formación y sensibilización, se refuerza la cultura ambiental esperada dentro del campus relacionada con aspectos de ahorro energético, hídrico, gestión de residuos sólidos, prácticas cotidianas ambientalmente sostenibles y valoración y conservación de recursos, entre otros. Lo anterior se realiza con personal docente, estudiantil, admi-
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nistrativo, egresados y vecinos del entorno externo. Consumo responsable. Se promueve el consumo local, económico, social y ambientalmente responsable. Se realizan cálculos de la huella de carbono, hídrica y de biodiversidad tanto de eventos como de diferentes usuarios del campus, haciendo la compensación necesaria. Adicionalmente, se adelanta un proceso para la creación de lineamientos de sostenibilidad para implementar con los proveedores de bienes y servicios de la universidad. Se trabaja, así mismo, en la oferta de alimentos y diversificación de menús saludables y de bajo impacto ambiental ofrecidos por los Servicios de Alimentación de la Universidad. Pedagogía ecológica. Actualmente, la Universidad se encuentra en fase de reforma curricular en donde uno de los enfoques y prioridades ha sido la introducción del tema de la educación para el desarrollo sostenible en todos los programas de pregrado y posgrado impartidos en la institución. En el 2019, la Javeriana recibió el Premio a la Innovación en Educación Superior por su propuesta de Living Learning Lab, una estrategia de trabajo conjunto e interdisciplinario de diferentes unidades en el que el campus se convierte en un laboratorio vivo de aprendizaje experiencial, aportando a la formación integral del cuidado de la casa común.
costos de funcionamiento. En tal sentido, se ha implementado una plataforma tecnológica de gestión de correspondencia, administración y utilización de información documental, de forma digital. Campus sustentable. Programa mediante el cual la Oficina de Recursos Físicos se concentra en diseñar, construir o remodelar infraestructura con el menor impacto ambiental cumpliendo los más altos estándares de calidad y eficiencia, garantizando un bienestar para quienes habiten los espacios del campus. Gracias a estos esfuerzos, dos edificios de la Iniversidad han obtenido la certificación EDGE (Excellence in Design for Greater Eficiencies), distinción que reconoce que la construcción del edificio cumple con los más altos estándares ambientales: 23% de ahorro en energía, 22% de ahorro en agua.
[...] el campus se convierte en un laboratorio vivo de aprendizaje experiencial [...]
Finanzas ecológicas. Esta línea de trabajo identifica rubros en los que la Universidad puede disminuir sus 52
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Uno de los proyectos más populares en medio de la comunidad universitaria es Historia Verde que, desde hace 12 años, cuenta con tres líneas de trabajo: Línea de vegetación. Propone un proceso de restauración ecológica al interior del campus sustituyendo las especies introducidas o exóticas, sembradas desde épocas coloniales, por especies nativas propias del ecosistema de bosque altoandino. Dicho proceso se realiza cada semestre en periodo de inducciones con estudiantes neojaverianos de todas las facultades. Así, se establece, de manera simbólica, el compromiso de los futuros profesionales con el cuidado de la casa común. Hasta la fecha se han sembrado más de 2.500 individuos arbóreos que representan 210 especies de plantas, entre las cuales cincuenta producen alimentos utilizados por la oficina
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de Servicios de Alimentación de la Universidad. La línea de vegetación cuenta, además, con tres orquidiarios dentro del campus, un jardín de plantas aromáticas y un humedal artificial para el tratamiento de aguas de lluvia entre otros.
[...] se han sembrado más de 2.500 individuos arbóreos que representan 210 especies [...]
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Línea de fauna. Reconociendo la fragilidad de muchos ecosistemas colombianos y la presión que el ser humano realiza a los mismos poniendo en peligro incluso la seguridad alimentaria, el campus cuenta con un apiario que produce polen y miel. Adicionalmente, se cuenta con un programa de gatos ferales que funciona gracias al voluntariado de docentes, administrativos, personal de seguridad y estudiantes. Desde su creación hasta la fecha, el programa ha dado 98 gatos en adopción responsable. Tres viven en refugio especializado y once, vacunados y esterilizados, habitan el campus. Esta línea cuenta con la publicación de un libro de aves del campus presentes a lo largo del año, incluidas aquellas especies migratorias que pasan una temporada mientras en sus sitios de origen pasa el invierno. Línea pedagógica. Realiza actividades de sensibilización y formación sobre temas estratégicos como la movilidad sostenible o la vida saludable, y promueve algunas celebraciones anuales como el Día de la Tierra o el Día Internacional del Hábitat. Igualmente, esta línea realiza salidas de campo en las cuales se puede conocer y valorar la riqueza de flora y fauna presente en diferentes reservas ambientales de la ciudad y sus zonas aledañas. Una apuesta por consolidar un campus con sello javeriano en el que la construcción colectiva del saber gira en torno al cuidado del oikos… la casa común.
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JAVERIANACali Hacia una sostenibilidad ambiental consciente Juan Carlos Prado Caicedo Director de Comunicaciones Universidad Javeriana Cali
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l campus de la Pontificia Universidad Javeriana Cali está ubicado en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Farallones de Cali. Esto lo llena de privilegios: tiene acceso a un aire puro, entregado por el bosque que engalana estas magníficas montañas a pocos kilómetros de distancia y que, gracias a las corrientes, lo mantienen fresco y renovado. Cuenta con su propio acueducto que bebe de las aún cristalinas aguas que también descienden de la Cordillera Occidental. Cuenta con gran variedad de árboles, teniendo sembradas, si no todas, la mayoría de las especies nativas del Valle del Cauca. Cuenta con una diversidad de aves que, a lo largo del año, suman aproximadamente 120 especies, y cuenta con humedales que deben ser preservados para el equilibrio ambiental de la zona y la región.
[...] cumplirle a la naturaleza, devolverle y tributarle en parte tantas bendiciones recibidas [...] MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
Por si fuera poco, su arquitectura, cuidada desde sus comienzos gracias al gran sentido estético del Padre Javier González, S.J., logra una suerte de maridaje feliz con el entorno, reconocido por propios y extraños. Dicken Castro, quien fuera el prestigioso arquitecto y legendario diseñador gráfico colombiano, en visita a la Javeriana Cali hace algunos años, no vaciló en afirmar, con entusiasmo y generosidad, que después de haber visitado decenas de campus universitarios alrededor del planeta, consideraba que nuestra Javeriana Cali era “el campus más lindo del mundo”, donde “la naturaleza y la arquitectura dialogan en equilibrio”. Tales atributos y privilegios, además de generar un profundo sentido de gratitud, pues entrega a la comunidad javeriana un espacio sin par, también implican una responsabilidad muy grande en cuanto a su preservación, mantenimiento y cuidado. Para cumplirle a la naturaleza, devolverle y tributarle en parte tantas bendiciones recibidas, ningún esfuerzo es ahorrado. Por ello, la comunidad javeriana, en todas sus instancias, avanza en crear una relación de equilibrio y respeto desde el campus. El padre Libardo Valderrama Centeno, S.J., Vicerrector del Medio Universitario, afirmó recientemente que “la Laudato Si’ nos desafía a pensar que la sostenibilidad del ser humano está íntimamente relacionada, no solamente con su crecimiento personal, sino en todas sus dimensiones, su relación con el mundo que habita y sostiene. Nuestra invitación es a cuidar del ser que 57
lo acompaña y, especialmente, el que lo sostiene, que es el mundo. Por ello, es importante que, si el hombre quiere resolver sus problemas, tendrá que pensar en los problemas del mundo”. Esta reflexión expresa de buena manera la política ecológica y ambiental de la Javeriana, que ofrece un horizonte de acción sobre sus compromisos en materia de responsabilidad ambiental, desde una perspectiva de ecología humana e integral. Tiene en cuenta ocho ejes claves: educación ambiental, agua, energía y cambio climático, compras verdes, residuos, fauna y flora, construcciones sostenibles y movilidad. Siendo coherentes y consecuentes, se han incorporado iniciativas que articulan los procesos de docencia, investigación, extensión, medio universitario, administrativos y gestión del campus, para propiciar en la comunidad educativa hábitos y comportamientos sostenibles orientados a la preservación del medio ambiente.
Responsabilidad ambiental, social y educativa La Universidad, más allá de su campus, mantiene relaciones de diálogo y crea alianzas con organismos públicos y privados, ONG y actores sociales desde una política de responsabilidad social como, por ejemplo, FORJA (Formación Javeriana para el Cambio Social y la Paz) y el IEI (Instituto de Estudios Interculturales), que tienen incidencia de “frontera”. Así, se propicia un vínculo que beneficia a sectores marginados, a la vez que, mediante interacciones 58
teórico-prácticas, forma a los estudiantes, buscando proteger el entorno. Interacciones como estas facilitan que diversos actores sociales puedan traer sus productos a la Universidad para realizar el Mercado Agroecológico, contribuyendo a crear mayor conciencia ambiental entre la comunidad javeriana.
[...] desde una perspectiva de ecología humana e integral. Compromiso con el entorno natural "Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre", dice la Laudato Si' en uno de sus apartes. Esto plantea un gran reto para que, desde la Universidad, se realicen esfuerzos colectivos en los que participan con entusiasmo la Oficina de Recursos Físicos y Ambientales y la Comunidad Educativa que, desde los diferentes programas académicos, se encargan de conocer, cuidar y aplicar Revista Jesuitas Colombia
conocimiento para proteger tan abigarrada flora y fauna. Un bello e innovador ejemplo es el meliponario, espacio concebido, desde la Carrera de Biología, para el cultivo de abejas nativas del campus como organismos modelo en epigenética y así fortalecer habilidades en planeación y resolución de problemas como pilares en la investigación en organismos vivos. También está el reto de proteger la extensa variedad de especies de aves (120 como ya se dijo). Para ponerlo en perspectiva, basta con decir que muchos países no alcanzan a tener este número en todo su territorio (la Javeriana Cali sí), siendo Colombia el número uno en variedad de especies de aves en el mundo. En otra acción, el año pasado se hizo una sembratón. Estudiantes y colaboradores, pala en mano y con el rector a la cabeza, el padre Luis Felipe Gómez Restrepo, S.J., plantaron más de cien árboles en la zona forestal que hoy alcanza el 44% del campus. MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
Y, para continuar con la coexistencia de todos en el campus, se han implementado acciones importantes como: eliminación del plástico e icopor en servicios de alimentación, préstamo de bicicletas, disponibilidad de 316 biciparqueaderos, estaciones de recarga para vehículos eléctricos, paneles solares que abastecen el 3% de la energía total, construcción eficiente y sostenible con estándares ambientales basados en certificaciones ambientales como LEED. La ONU ha anunciado con vehemencia que solo quedan treinta años de planeta habitable para el ser humano. Aunque el reto es épico y las manos conscientes aún insuficientes, desde la Javeriana Cali se hacen ingentes esfuerzos en educar al ser humano en sostenibilidad y se ejecutan acciones concretas en procura de cuidar y salvar nuestra casa común.
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Colegio Berchmans: al servicio de la Casa Común Wadith Augusto Neira Guerrón - Coordinador Comunicaciones
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l Colegio Berchmans le apuesta al cuidado de la Casa Común por medio de la jornada de voluntariado ambiental que se realiza una vez al año con la participación de los estudiantes y colaboradores que deseen vincularse a esta actividad. Esta propuesta la coordina la Oficina de Gestión Ambiental, quienes le brindan a los voluntarios una experiencia enriquecedora y de enseñanza para sus vidas cotidianas. El voluntariado tiene dos particularidades. La primera es que en él participan estudiantes de bachillerato que se postulan y son posteriormente seleccionados de acuerdo a su rendimiento académico y su compromiso con el cuidado del ambiente; la segunda es que no es una propuesta que se impone, sino que se les brinda una variedad de opciones para que los estudiantes y colaboradores escojan en cuál de ellas pueden servir mejor. En los dos años anteriores, se trabajó junto al Jardín Botánico y una fundación de cuidado animal, pero este año se retomó la Jornada de Limpieza del Río Pance, porque a los estudiantes les parece que la actividad tiene mucho impacto ambiental y social. El pasado 3 de febrero, se realizó con éxito la cuarta versión de esta Jornada que contó con la participación de 35
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voluntarios que han elegido colaborar en el cuidado de la Casa Común. En la actividad, los participantes limpiaron el interior del río, sus riveras y senderos, así como diferentes desechos que fueron entregados a los guías del Eco-Parque Río Pance para su separación y futuro aprovechamiento. Juan José Duque, del grado 6ºD, quien participó activamente de la Jornada, manifiesta que la actividad genera un cambio significativo. “En mi vida cotidiana, la experiencia fue un impacto porque ahora tengo más conciencia ambiental”. Asimismo, María Sofía Londoño, del grado 11ºB, expresó sentirse feliz porque antes a la experiencia no asistían muchos voluntarios, pero este año creció el grupo y pudieron servir desde lo que son y con los medios a su alcance para el cuidado de la creación. Esta iniciativa es una gran oportunidad para sensibilizar a toda la comunidad sobre la responsabilidad que debemos tener con el cuidado de la Casa Común, respondiendo al llamado de motivar, desde la propuesta educativa, a construir un estilo de vida que ayude a cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas.
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El Colegio San José
cuida nuestra
C ASA COMÚN
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¡El cuidado de nuestra Casa Común es un compromiso de todos!
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abías que pequeños cambios en tu día a día pueden hacer una gran diferencia? El Colegio San José, en los últimos años, ha venido impulsando algunos cambios para responder a su compromiso con el cuidado del medio ambiente y, entendiendo la crisis ambiental actual, ha dejado de utilizar foamy e icopor en sus aulas, ya que estos materiales toman cientos de años en biodegradarse.
Los niños comienzan a tener un lenguaje diferente, han interiorizado la importancia de todo esto. MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
Marcela Barraza Santiago Docente de Kinder 5A
Hoy, sus estudiantes utilizan materiales no estructurados (objetos cotidianos que ofrecen grandes posibilidades para que el niño investigue y cree desde su propio interés y curiosidad natural) que han sido reciclados, como tubos de papel higiénico, cajas, tapas, botellas, entre otros, generando así una cultura verde y reduciendo así la huella humana ambiental de forma significativa. Es agradable ver cómo las familias también empiezan a comprender la importancia de cuidar el medio ambiente y muchos de ellos apoyan enviando materiales que pueden reciclar en casa. Estos materiales se convierten en protagonistas dentro del aula, ya que permiten que los niños desarrollen su imaginación y creatividad, realizando propuestas únicas que responden al proyecto de cada período escolar (ABP – Aprendizaje Basado en Proyectos). Los niños comienzan a tener un lenguaje diferente, han interiorizado la importancia de todo esto. Por eso, estudiantes como Thiago Camacho, de cinco años de edad, dicen que "ser verde es una responsabilidad natural". Ellos mismos comienzan a proponer acciones verdes para proteger la Casa 63
Común y, por ello, el Colegio San José quiere invitar a la sociedad a que se unan en esta gran misión de respeto y cuidado del planeta (conoce las acciones en la siguiente página). Pon tu granito de arena. El futuro del planeta está en nuestras manos. ¿Cuál será tu legado para las futuras generaciones? Recuerda que “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo” (Eduardo Galeano).
Arriba: Evento de Pop Up Adventure donde participaron los padres de familia que, junto a sus niños, crearon una máquina para ayudar a la conservación del planeta. Abajo: “Creamos una máquina para limpiar el agua contaminada”. Estudiantes Elena Moreno y Luciana Arteta.
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ACCIO N
ES PAR A
PROTE
GER L + Plan A CAS ta nuev A COM os árbo ÚN haz un les o a huert a urba na en c asa + Sepa ra la b asura d el mate rial rec + Aho iclable rra agu a y ene rgía + Crea objetos creativ os con cosas r + Usa eciclad ambos as lados d el pape l + Com e salud able y c ompra menos + No u empaqu ses cuc es h a r a s, vaso ni plato s, s de ca rtón o plástic o + Bus ca opci ones so el uso d stenibl es para e pitillo s , ree c y otros e element pillos de dient mplazar es os de a seo
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¿Es probable que exista un cambio en la humanidad que revierta los daños ambientales y a la salud?
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esafortunadamente, pareciera que el mundo actual se olvidara cada día más de la espiritualidad y de los valores, y que prevaleciera el poder económico y político. Aunque hay quienes consideran que la globalización comenzó en 1492 con el descubrimiento del nuevo mundo, realmente tomó fuerza con la imposición del capitalismo sobre el comunismo en la década de los noventa. Este supuso un modelo económico, político y social que todas las naciones intentarían adoptar: la internacionalización del comercio. Ese afán de los países de capitalizarse, expandiendo sus fronteras económicas, produjo el intercambio de culturas, ideologías y religiones. Pero también trajo consigo graves problemas sociales, ambientales y para la salud. Las multinacionales buscan alta rentabilidad, ignoran los efectos que genera el vertimiento de residuos sin ser tratados, usan materias primas económicas y, en el caso de las industrias alimenticias, incorporan a sus productos aditivos extremadamente económicos que los hacen apetecibles, engañándonos con su bajo nivel nutricional y ocultándonos su alto poder
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Enrique Villegas Arrieta Coordinador Área de Ciencias Naturales y Educación Ambiental
de enfermarnos. No solo es nuestro planeta el que sufre, nosotros también. Dando una rápida mirada al lado oscuro del capitalismo, encontramos el vertimiento de sustancias peligrosas a las fuentes hídricas, de las cuales nos abastecemos; desaprovechamiento de la basura, sabiendo que toda es reutilizable y reciclable; deforestación y quema de los pulmones de nuestro planeta, uso de plásticos no biodegradables, y dependencia energética de combustibles fósiles. Sumado a esto, disponemos de mayor variedad de alimentos procesados cargados, casi exclusivamente, de sal, grasa y azúcar.
No solo es nuestro planeta el que sufre, nosotros también. Revista Jesuitas Colombia
El mundo está dando pasos desiguales en materia de salvar el planeta. Por un lado, hay estados que están cerca de cumplir las metas propuestas en las cumbres ambientales; otros, se comprometen, las ejecutan a paso lento y las estancan por priorización de intereses oligarcas; y están los que, sencillamente, son indiferentes. Ahora, las preguntas fundamentales son ¿qué podemos y qué debemos hacer? Y en la encíclica Laudato Si’ (2015), escrita por el papa Francisco, sobre el cuidado de la Casa Común, se pueden encontrar las respuestas: En el capítulo 1: a partir de los mejores conocimientos científicos disponibles hoy. En el capítulo 2: recurre a la luz de la Biblia y la tradición judeo-cristiana. En el capítulo 3: detecta las raíces del problema, en la tecnocracia y el excesivo repliegue autorreferencial del ser humano. MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
En el capítulo 4: la propuesta de esta es la de una «ecología integral, que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales», inseparablemente vinculadas con la situación ambiental. En el capítulo 5: el Papa Francisco propone emprender un diálogo honesto a todos los niveles de la vida social, que facilite procesos de decisión trasparentes y, finalmente, lleve a una conversación ecológica. En el capítulo 6: continúa con la conversación ecológica, animada por una consciencia formada y responsable, sugiriendo principios para crecer en esta dirección a nivel educativo, espiritual, eclesial, político y teológico. ¡Consideremos la educación y espiritualidad ecológica como herramientas para hacer el cambio!
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Jร VENESENCAMINO
Misiรณn en Red:
un medio para renovar la Iglesia Daniel E. Torres O. Coordinador de Proyecciรณn Social
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Revista Jesuitas Colombia
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el 3 al 12 de abril se desarrollará la cuarta versión de Misión en Red. Aproximadamente, cien misioneros vivirán la Semana Santa en el servicio y el compartir en ocho zonas del país. El formato de “Campamentos Misión” ha sido, a lo largo de los años, una experiencia fundamental para transmitir a los jóvenes el sentido del servicio y la espiritualidad. Aspectos como el trabajo en equipo, los espacios de oración y pausa, el encuentro y compartir con comunidades locales, son elementos fundamentales que hacen de las misiones experiencias vigentes al mundo juvenil.
La diversidad y el trabajo en red son hechos que alimentan la renovación de la Iglesia [...] A pesar de su vigencia y acogida, Misión en Red es una propuesta de innovación de las misiones juveniles. Son varios los factores en los que el programa ha incursionado, por ejemplo, en la diversidad de los misioneros dado que los participantes son jóvenes MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
de diferentes ciudades y regiones como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Bucaramanga, Suacha y Pasto; pero a su vez, misioneros de diferentes sectores como jóvenes de Fe y Alegría, egresados de colegios de ACODESI, y estudiantes de universidades públicas y privadas. Este elemento, a su vez, implica un trabajo en red de obras regionales que permiten preparar a los jóvenes mediante formaciones previas a la experiencia y, paralelamente, gestionar las misiones en aspectos logísticos. Por esto, el Proceso de Regionalización se ha convertido en el escenario ideal para tejer y compartir esfuerzos de forma local y nacional. La diversidad y el trabajo en red son hechos que alimentan la renovación de la Iglesia, sin embargo, hay un elemento más determinante que es el liderazgo juvenil, el cual nos confirma que Misión en Red es un mecanismo para acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador. Sin duda, el liderazgo ignaciano ha sido una de las constantes formativas en espacios como conferencias, curso-talleres, campamentos, encuentros y foros, pero es menester cuestionarnos cuán reales son los espacios que ofrecemos desde las pastorales para que, de la formación, el liderazgo pase a ser un accionar juvenil. Sin desconocer que las pastorales ofrecen escenarios para liderar, es necesario reconocer también que hay niveles de incidencia juvenil limitados por imaginarios o estereotipos propios del adultocentrismo, aún existentes, que ven a los jóvenes con 69
desconfianza en sus capacidades de organizar y gestionar procesos y proyectos por el simple hecho de ser jóvenes. El adultocentrismo no es un elemento único de adultos. De hecho, son varios los jóvenes que desconfían de sus propias capacidades o de las habilidades de compañeros contemporáneos y que, al verlos liderar experiencias como Misión en Red, se generan preguntas como “¿qué tanto hacen en las misiones?, ¿por qué les gusta tanto la Semana Santa?, ¿cómo son capaces de irse de misión en plena Navidad?”. Al final, una de las respuestas ante dichas preguntas es: “les gusta la misión porque se van a pasear”. Las respuestas desde la Red Juvenil Ignaciana (RJI) buscan ser distintas. Misión en Red es un espacio de ser “contracorriente”, como dice el Papa. Es una oportunidad de renunciar a los imaginarios y no quedarse en lo superficial. Es dar una voz entre los jóvenes sobre la juventud como un tesoro que no se entierra, no se oculta, sino que se gasta para compartir con otros. Es el espacio para recorrer caminos poco frecuentados, para encontrarse con comunidades campesinas e indígenas invisibilizadas, para salir de casa en fechas familiares y dedicar, así sea solo por una vez, la Navidad para servir y recuperar el sentido cristiano de esta fecha. Al ser un programa abierto, Misión en Red ha podido llegar, por medio del voz a voz, a jóvenes en nuevos contextos. Los espacios de educación superior han sido el ámbito donde los misioneros han podido convertirse en influenciadores, no solo a nivel mediá70
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tico, sino en el compartir cotidiano que moviliza a que más jóvenes quieran ser parte de la experiencia. Con la llegada de nuevos jóvenes a bordo de la misión, la labor pastoral de la RJI es acompañar las búsquedas de ellos y complementarlas con las que tenemos como Iglesia. Casi siempre, aunque el lenguaje pueda variar, las búsquedas son las mismas. De esta forma, como Iglesia estamos llamados a acoger las iniciativas de los jóvenes y fomentar, de manera creativa, el evangelio. La figura de Jesús es tan amplia y variada como la búsqueda de los jóvenes. Es decir, renovar la Iglesia implica reconocer, en las búsquedas de las nuevas generaciones, la manifestación de Jesús en la historia. Un Jesús en el ambientalismo, en la resistencia a las dinámicas de opresión, en la equidad de género, en el pluralismo y la democracia.
La figura de Jesús es tan amplia y variada como la búsqueda de los jóvenes. MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
En Misión en Red, por ejemplo, entendemos y fomentamos el evangelio a través de dos directrices fundamentales: compartir en los tiempos litúrgicos con la comunidad (Semana Santa y Navidad) y poner en servicio los conocimientos técnicos y académicos de los misioneros para la comunidad. Con estos dos ejes, la misión podrá ser una experiencia juvenil para cultivar la fe y la espiritualidad a través de un apostolado consciente y responsable. Buscamos, queremos y contamos con jóvenes ignacianos críticos y profundamente espirituales. Jóvenes convencidos de que un apostolado comunitario es una vía para transformar las realidades de injusticia. Jóvenes dispuestos a ponerse en servicio con los más pobres, los descartados del mundo, los vulnerados en su dignidad en una misión de reconciliación y justicia. Jóvenes que la misión la vivan más allá de los diez días de experiencia y se conviertan en misioneros para toda la vida. Jóvenes que el sentido del evangelio lo vivan en sus estudios, carreras profesionales, amistades y familia, para que, de esta manera, puedan cumplir el llamado de “construir un futuro esperanzador”, en este caso, un país más esperanzador.
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JÓVENESENCAMINO
Juventudes y Ejercicios Espirituales: dos preferencias que motivan el trabajo en colaboración Ricardo Delgado Martínez, S.J. - Director de la Misión Vocacional
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os jesuitas, en distintos tiempos y contextos, han venido caminando junto a los jóvenes. Este caminar lleva a los jesuitas a una toma de conciencia profunda de la riqueza que estos pueden ofrecer al mundo. Son los jóvenes, con su perspectiva de la vida y con su novedad esperanzadora, dice el Padre General Arturo Sosa, S.J., quienes pueden colaborar para comprender mejor el cambio de época que se vive. Por ello, es el camino junto a los jóvenes una vía para discernir nuevas posibilidades y encontrar a Dios en las profundidades de la realidad. Convencidos de la misión de acompañar a los jóvenes en la creación de un futuro humanizado, los jesuitas creen que esto siempre es posible en la medida que sus acciones estén encaminadas a mostrar el camino hacia Dios. La condición para que esto sea una realidad es que cada uno, desde el encuentro profundo con Jesucristo, se sienta movido a compartir, con todos aquellos
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que colaboran en la misión y con todas las personas de buena voluntad, las experiencias de los Ejercicios Espirituales y la práctica del discernimiento, fundadas por Ignacio de Loyola y sus primeros compañeros. Los equipos de la Red Juvenil Ignaciana y la Misión Vocacional de la Provincia Colombiana han venido captando la moción del Espíritu desde las iniciativas en otras provincias de Latinoamérica, así como el llamado a las Preferencias Apostólicas Universales y, en el marco de la conmemoración de los quinientos años de la herida de Ignacio en Pamplona, ofreciendo nuevos y renovados esfuerzos para acompañar a los jóvenes y mostrar a ellos el camino hacia Dios mediante la experiencia de los Ejercicios Espirituales y la práctica del discernimiento. Con apoyo de la Provincia Colombiana, en el 2020 se consolida el programa de Ejercicios Espirituales para Jóvenes Revista Jesuitas Colombia
que tendrá como meta llegar a hombres y mujeres jóvenes de Iglesia, en las diferentes regiones donde la Provincia tiene presencia, que buscan en el Señor Jesucristo un camino de conversión para captar y responder al llamado que Él hace de acoger el Espíritu de reconciliación. Un camino que lleve a la humanidad por caminos de unidad con otras personas, con la tierra y sus creaturas, y con el Padre de Jesús.
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YO OPINO
¿El fútbol sirve para educar? Alejandro Londoño, S.J.
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La realidad actual
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na pregunta muy actual: ¿el fútbol está educando hoy a los jóvenes? Por desgracia, parece que no y eso que siempre se le ha considerado un momento especial para ayudarles a buscar la salud y el trabajo en equipo y para enseñarles a superar al adversario y ganarle. Basta con ver un solo tiempo por televisión para convencerse del mal que puede estar haciendo. Si contamos, por ejemplo, los goles metidos en medio tiempo, en 45 minutos, quizás solo serán uno o dos. Pero si contamos las veces en que los jugadores han caído a tierra, es fácil que el número supere los 45.
¿Eso de jugar tan fuerte, tan brutalmente, es educativo? ¿Eso de jugar tan fuerte, tan brutalmente, es educativo? Parece que no. Incluso, eso de mostrar que para superar al adversario nada importa, el tratarlo tan agresivamente, tampoco es educativo. MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
La historia del fútbol Recordemos algo de la historia de este deporte. Se dice que inició en los colegios de Inglaterra en el siglo XVII y que, de allí, se fue extendiendo a todo el mundo hasta llegar a crearse las mismas Olimpíadas y Campeonatos mundiales que gozan de tanta fama y que son transmitidos por miles de emisoras. Pero vale la pena ver qué de bueno tuvo el haber nacido en ese país y qué de malo. De bueno, el empuje de los ingleses y sus esfuerzos por extenderlo. De malo, por tratarse de un país donde lo que más contaba era el estar dominando a gran parte del mundo, al que habían colonizado y al que habían impuesto su idioma y de donde sacaban gran parte de las riquezas las grandes empresas. Es verdad que no han faltado aspectos positivos allí. Por ejemplo las 12 Rules, doce reglas para el football junior, que aparecen en el Manchester Respect Junior Football League, donde la Tranquilidad, la Seguridad y la Diversión sana son defendidas con reglas concretas. En Colombia se hizo famosa una etapa especial del balompié. Después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y debido a toda la violencia que se desató, el gobierno de entonces invirtió mucho dinero en promover la llamada etapa dorada del fútbol. Al país vinieron futbolistas de todo el mundo. En realidad, los que gozamos viendo los partidos de esa época descubría75
mos una gran agilidad e ingenio en los jugadores, pero además un gran respeto por los contrarios. Era rarísimo que un jugador cayera al suelo o que se chocara con el otro. Hoy, en cambio, alguien decía que a los profesionales se les paga tanta plata por solo jugar un partido con el objetivo de que ese dinero les sirva dentro de unos años para pagar la clínica a donde tendrán que irse por tantos golpes recibidos.
¿Profesores o Maestros? En nuestros países –y quizás en todo el mundo– sobran profesores, pero faltan maestros. En los colegios y en las universidades existen personas bien conocedoras de materias como matemáticas, literatura, historia, lenguas, etc. Son profesores que dominan las materias que dictan. Pero en cambio, existen muy pocos maestros. Personas que no solo le dan importancia a los temas que desarrollan en el tablero o con los medios audiovisuales, sino que se centran en especial en los alumnos. Los conocen, los valoran, los tratan como amigos y les ayudan a superar las dificultades.
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Alguna vez me invitaron a un colegio de Medellín a dar un cursillo a los profesores. Todos se presentaron con sus títulos: soy médico, abogado, ingeniero, etc. Pero uno se presentó así: “soy futbolista”. Pasados tres días, el que más me llamó la atención como maestro, fue este último. No solo enseñaba a chutar el balón y a pasarlo bien a los compañeros, o a aprovechar el momento de poder meter un gol, como lo haría cualquier buen entrenador. Iba mucho más allá. Este señor, en los entrenamientos, les daba oportunidad a los jugadores de conocerse entre sí, de valorar temas como la salud, la amistad, el esfuerzo por ganar. Les proponía orar antes de comenzar el partido y después. Les insistía en respetar a los demás, en no jugar brusco, en aprender a perder. Incluso algo muy bonito: les proponía que al regresar a sus familias les contaran a sus padres y hermanos cómo les fue jugando. Esa persona había sido jugador del Millonarios y del Nacional. Era Cobo Zuluaga.
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Nuestra misión Qué bueno que entre los entrenadores de balompié no solo encontráramos profesores, sino maestros. Cómo cambiarían los jóvenes que practican este deporte. Y qué bueno que aprovecháramos la oportunidad de hacerles preguntas a los entrenadores y a los futbolistas para poner a reflexionar en serio y para que aprovechen la oportunidad con el fin de cambiar.
De Jesús, dicen los evangelios que primero actuaba y después hablaba.
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Estando frente a la televisión, se podría, sobre todo en familia, dar una breve, pero substanciosa clase a los televidentes. Bastaría con solo hacerles unas preguntas bien pensadas. Es decir, se debería, al terminar el partido, aprovechar la oportunidad para pasar al campo educativo. De Jesús, dicen los evangelios que primero actuaba y después hablaba. Primero, hacía visitas a las familias, hacía curaciones, expulsaba demonios y luego hablaba y les enseñaba a los discípulos cómo actuar, cómo extender el Reino de Dios. ¿Qué haría Él hoy si presenciara los partidos de fútbol y el poco respeto a las personas, a su salud, a su vida? Qué bueno que nosotros lo imitáramos en este campo y en tantos otros.
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YO OPINO
CANTANDO LA VIDA
"Estoy aquí de paso, yo soy un pasajero" Juan Fernando Álvarez A. - Asistente de Dirección ACODESI
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n una anterior reseña hacíamos referencia al trabajo que la Compañía de Jesús en Colombia y en el mundo viene haciendo por la justicia, por los derechos humanos y la promoción social, buscando la construcción de una sociedad más justa y reconciliada. Esto, a partir de las “fronteras” misionales que también podemos ver reflejadas en músicas y letras de diferentes compositores e intérpretes. Tan importante como esta Preferencia Apostólica Universal, anteriormente señalada, es también la Preferencia de “colaborar en el cuidado de la Casa Común”. Con el correr del tiempo en esta compartida historia como humanidad, vemos cómo se han ido transformando las formas de relacionamiento con nosotros mismos, entre nosotros y con los demás seres con los que compartimos este planeta Tierra, Casa Común de todos. La conciencia y cuidado unos de otros no es un asunto que se agota con las campañas de reciclaje, la promoción de la reducción en los consumos de agua, gas y luz del hogar, con los esfuerzos de los Proyectos de 78
Educación Ambiental (PRAE) y lo que se aborda en las clases de Ciencias Naturales, con la producción de alimentos en la huerta escolar o familiar, con no comer carne, con transporte compartido, con los eco challenge que se puedan promover o viralizar, o incluso con las pequeñas acciones cotidianas. Es un asunto más profundo que apunta a la toma de conciencia sobre las formas de relacionamiento, muchas veces desde el consumo (me sirve, no me sirves…) y descarte; no desde la valoración mutua desde lo que cada uno somos y cómo estamos interconectados por redes de mutua interdependencia, conexiones muchas veces invisibilizadas, no reconocidas, propias de una conciencia aislada, individual y autorreferencial. En la encíclica Laudato Si’ el Papa Francisco nos recuerda la responsabilidad compartida de todos los seres humanos en el cuidado de la creación que muchos pueblos consideran “la madre tierra”, hermana que “clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Revista Jesuitas Colombia
(…) Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto»” (Rom. 8,22). El daño a la tierra es, al mismo tiempo, un daño a los más vulnerables, como son los pueblos originarios, los campesinos obligados a emigrar y los habitantes de las periferias urbanas. La destrucción del medio ambiente que se está generando con el sistema económico dominante infringe un daño intergeneracional porque afecta no solo a los actuales habitantes de la tierra – en particular a los más jóvenes–, sino que condiciona y arriesga la vida de las generaciones futuras. Nos proponemos, desde lo que somos y con los medios a nuestro alcance, colaborar con otros en la construcción de modelos alternativos de vida basados en el respeto a la creación y en un desarrollo sostenible capaz de producir bienes que, justamente distribuidos, aseguren una vida digna a todos los seres humanos en nuestro planeta. La conservación en el tiempo de las condiciones de vida del planeta es una responsabilidad humana cargada de sentido ético y espiritual. Nuestra colaboración incluye participar en los esfuerzos por investigar y analizar en profundidad, apoyando una reflexión y un discernimiento que lleven a tomar las decisiones acertadas capaces de sanar las heridas ya infringidas al equilibrio ecológico. Por otra parte, “Tres mil millones de latidos”, del conocido cantautor uruguayo Jorge Drexler (álbum “Amar la trama”, 2010), da mucho para meditar sobre estas anteriores reflexiones. En solo veinte líneas (a propósito de este MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
20-20) nos hace caer en la cuenta de una actitud fundamental: la de saberse “de paso”, “pasajero”, sin paradero, “perplejo”, “todo oídos”, contrarrestando así muchas de las actitudes ya conocidas que “desordenan” (ignacianamente hablando) este cosmos aún no enteramente conocido. Propongo, pues, esta materia de contemplación, donde la canción es pretexto para irnos a la profundidad del diálogo con el Dios que a todos nos habita. Los invito, pues, a nuestro promovido “sentir y gustar internamente” con este canto de la playlist “Cantando la Vida”, dejando que el buen Dios de la Vida, a través de estas melodías, nos siga inspirando en nuestra vida y experiencias, y desde la sencilla escucha nos toque, nos interpele, nos transforme en lo cotidiano de nuestras acciones ordinarias y extraordinarias, buscando la conversión ecológica que necesitamos como seres humanos, para visibilizar así y reconciliarnos en nuestras relaciones indisolubles con todos nuestros cercanos y lejanos. Él que es siempre Palabra (y Música) que interpela.
Escucha esta y otras canciones de "Cantando la Vida" en Spotify.
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YO OPINO
FLOR(ES)SER LA VIDA
Somos el microcosmos de la Madre Tierra María Alejandra Rojas Matabajoy - Oficina Provincial de Comunicaciones
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uando vi “Hair love”, el cortometraje de animación que ganó el Oscar este año (disponible en YouTube) que narra la historia de una niña de raza negra y su padre enfrentándose juntos al dilema de hacer un peinado, pensé inmediatamente en la relación del cabello con los ancestros, con la familia y con la naturaleza.
El cabello ha representado, culturalmente, la extensión física de los pensamientos; ha sido símbolo de fuerza, de fertilidad y de identificación. Para muchas mujeres ha significado una representación del tiempo y la relación orgánica con la vida. Hay relatos ancestrales que narran cómo algunas abuelas se trenzaban el cabello cuando estaban tristes, para que el dolor se quedara atrapado, no pudiera extenderse al resto del cuerpo y fuera liberado cuando soplara fuerte el viento del norte. Así mismo, varios pueblos indígenas creen que el cabello tiene su propio lenguaje y carácter. Por ejemplo, la raya en medio representa la alineación del pensamiento, la trenza es la unidad del 80
pensamiento con el corazón, el cabello suelto significa seguridad y el cabello recogido convicción. En la película “Avatar”, de James Cameron, se hace referencia al tema: los Na’vi (una raza de humanoides / indígenas / extraterrestres) se conectan neuronalmente por medio de su trenza o coleta con otros seres que tienen formas de vida parecidas, lo que les permite sentir las señales energéticas y cinéticas transmitidas por las criaturas, las plantas y el territorio que habitan. Personalmente, el cabello para mí siempre ha tenido una connotación importante. Es esa parte de mi cuerpo que recuerda el vínculo que tengo con mi madre y con las mujeres de mi familia, que me ayuda a reafirmar que soy una con mis raíces y que, en la actualidad, más conscientemente, me ancla energéticamente a este planeta. Sin embargo, al igual que muchas personas, en algún momento de mi vida sentí rechazo por mi pelo. Pudieron ser varias las razones: porque no cumplía con los estereotipos y cánones de belleza, que en Revista Jesuitas Colombia
ocasiones son racistas; por la rebeldía del mismo o porque tenía una forma diferente a la que, en ese entonces, deseaba. Y sí, esto hacía que me costara reconocerme, aceptarme y, por consiguiente, no anclarme a quien soy. A medida que reflexionaba sobre esto y desarrollaba la investigación para escribir este artículo, me atravesó una pregunta: ¿cómo es posible crear una nueva consciencia sobre el cuidado de la madre tierra e intentar resarcir el daño que le hemos hecho si no nos reconciliamos con nosotros mismos? En consecuencia, creo que sin esto tampoco podremos conectarnos con ella. Vale la pena recordar lo que decía Leonardo Da Vinci: somos el microcosmos de la tierra y la tierra nuestro macrocosmos. Todas las células de nuestro cuerpo están enlazadas al planeta y, si despertamos esta conciencia, podremos sanar y restaurar este lazo. Existen varias formas en las que podemos recordar –pues la información ya está en nuestro sistema– esta unión. Desapegarse de los aparatos tecnológicos y regalarse espacios para observar, escuchar y sentir la naturaleza es muy útil para recobrar el nexo. Puede ayudarnos escoger lugares llenos de árboles y vegetación que preferiblemente estén alejados del aire y los ruidos citadinos. De no ser posible, otra práctica que podemos realizar es dedicar un tiempo para regar y cuidar con mayor atención las plantas o jardines del hogar. Incluso, podemos generar algún tipo de diálogo o interlocución con estas. El inconsciente percibe todo a través de símbolos y este es un ejercicio de MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
meditación que podemos realizar para cumplir este propósito: sentados en una silla, cerramos los ojos, arraigamos los pies al suelo, empezamos a fijarnos en nuestra respiración y a visualizar cómo de los pies brotan raíces que se adentran en el suelo y se entrelazan con el centro del mundo. Después de sentir cómo la energía del centro ha llenado el cuerpo, nos ponemos de pie e imaginamos que nuestro torso es el tronco de un árbol al que le empiezan a salir ramas y hojas. Por último, sentimos cómo la energía se extiende hasta esas ramas. La conexión es posible también a través de piedras o cristales. Los cuarzos son minerales que recogen la energía, la amplifican y la direccionan. Además, son portátiles y se pueden tener en todos los espacios. Los más utilizados para enraizar son el Jaspe, la Prasiolita, el Diópsito Negro, el Cuarzo Ahumado, entre otros. Hay que buscar uno o varios que resuenen con nosotros. Según una nueva técnica llamada “Earthing”, caminar descalzos sobre la arena, la hierba o la tierra, envía señales de reconexión a todos nuestros sentidos, incrementa la vitalidad, disminuye el estrés y previene enfermedades, ya que vuelven a equilibrar las cargas eléctricas. Merece el esfuerzo experimentar esta actividad. Por último, cabe aclarar que cada persona es libre de elegir retomar y sanar este vínculo con el mundo y de escoger las formas para lograrlo, pero, si queremos empezar a cuidar “la casa común”, este puede ser un buen paso para lograrlo.
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YO OPINO
24 CUADROS
Messiah Pablo G. Ivorra Peñafort - Oficina Provincial de Comunicaciones
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reada por Michael Petroni, Messiah es una serie web de Netflix estrenada el 1º de enero del presente año. Durante sus diez episodios, presenta una trama, ante todo, polémica y seductora: el Mesías llega a nuestro mundo actual. Es una historia cargada de símbolos visuales y textuales en sus escenarios, en los accesorios, en los nombres de las personas, entre otros detalles. Antes que nada, una experiencia orante del cine cambia entre una de inmersión en una sala de cine a otra “dispersa” de las plataformas en línea. Lo disperso sin la connotación negativa, sino con lo positivo de ser una propiedad que cambia la manera de consumir cine. Haciendo la analogía con los Ejercicios, la inmersión en sala es como la experiencia del retiro, mientras que los nuevos medios, con contenidos de consumo seriado y de multiplataformas, son como la experiencia de Ejercicios en la Vida Corriente. Es decir, para orar no hay una sola manera sino diversas que nos conducen al mismo destino.
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Eva es una agente de la CIA que investiga las acciones de Al-Masih, un personaje de origen desconocido que ha tenido apariciones públicas polémicas en distintos lugares del planeta. Apariciones que incluyen fenómenos paranormales, asistencia masiva de personas, situaciones de tensión en fronteras, desastres naturales, entre otros. El personaje tiene algunos rasgos físicos y emocionales que nos recuerdan características –imaginadas y descritas– del Jesús bíblico, pero también tiene otros que se salen de los imaginarios típicos. Tal vez esta salida de los clichés es lo que hace esta historia tan seductora al inicio. Rasgos como el pelo largo, la contextura delgada, el género, las respuestas indirectas, el silencio y la docilidad, son los que de manera tradicional se asocian al Jesús representado en frescos, óleos, películas y algunos relatos bíblicos; pero, rasgos como el origen étnico –lejano al europeo del renacimiento–, la presencia geográfica, los dilemas morales que acompaña, las lenguas que habla, el vestuario, entre otros, me movieron de manera grata el piso de imaginarios de Revista Jesuitas Colombia
los que he sido testigo alrededor de la persona de Jesús. La manera como me contaron la historia me hizo pasar desde la claridad de creer en lo mesiánico del personaje, hasta dudar de las intenciones de Al-Masih. Este espectro de claridades era una clara intención de los guionistas porque, en realidad, ¿quién ha tenido certeza absoluta y permanente de su sistema de creencias? La duda es un instrumento muy enriquecedor si se sabe usarlo con sabiduría y acompañamiento. De la misma manera, ¿quién ha vivido en completa y constante incertidumbre? El Dios de Jesús es esperanza y, como tal, me ha permitido cruzarme con diversas luces en mi vida. En un momento de la serie, la agente de la CIA presenta como gran descubrimiento una información de inteligencia sobre el pasado humano del personaje. ¡Para el cristianismo eso no es un descubrimiento! Si hay algo realmente MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
bello de nuestra fe es que, justamente, el Resucitado es humano, no solo en su pasado, sino en mi presente también. Terminé la serie con una gran consolación: el misterio de la encarnación no es un secreto y es un regalo de mi fe.
Mira el trailer en YouTube
Fotograma © Netflix. Fuente: wired.it
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Revista Jesuitas Colombia
IMAGEN DEL MES Proyección y conversatorio del documental "Fui a despedirme de las ceibas", un homenaje audiovisual a la vida y legado de Sergio Restrepo, S.J. Santuario San Pedro Claver (Cartagena) - Febrero 21, 2020. En foto: Jorge Camacho Chaín, S.J. MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
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AGENDA
Iglesia en Colombia Provincia Colombiana
Santa Sede | Liturgia Compañía universal
MARZO-ABRIL
MARZO 1-6
Ejercicios Espirituales de la Curia romana Roma - vatican.va
6-7
XIV Encuentro Regional de Acueductos Comunitarios del Valle del Cauca IMCA Hotel (Buga) - imca.org.co
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10-14
Asamblea Fe y Alegría Guatemala
14-21
Visita estudiantes Universidad de Fordham (EE.UU.) - Inmersión en comunidades rurales IMCA Hotel (Buga) - imca.org.co
20-21
Pre-foro Servicio Jesuita Panamazónico Mocoa - jesuitas.lat
22-25
Foro Social Panamazónico Mocoa - jesuitas.lat
30-3
Reunión Consejeros del Padre General en la Curia Roma - sjcuria.global
ABRIL 5-12
Semana Santa Universal
Revista Jesuitas Colombia
Jesuitas, compañeros apostólicos, laicos.
Todos
¡Nueva serie! Espera un episodio cada mes. Estreno: semana del 9 al 13 de marzo. MAR-ABR 2020 | Nuestra Casa Común
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www.jesuitas.co
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