Cómo analiza una oración simple (II)

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LOS COMPLEMENTOS DEL VERBO EN LA ORACIÓN SIMPLE 1. INTRODUCCIÓN Cuando analizamos las funciones sintácticas de una oración, hemos de tener en cuenta en primer lugar que existe entre ellas una jerarquía que resumimos a continuación: 1. En primer lugar, distinguimos las funciones oracionales. Estas son el Sujeto y el Predicado que estarán constituidos, respectivamente, por un Sintagma Nominal y por un Sintagma Verbal. 2. En un segundo nivel de análisis, tenemos los Complementos del Verbo. Como sabemos, el núcleo del Predicado será un verbo, y este verbo puede completar o modificar su significado con diversos complementos: el C. Directo, el C. Indirecto, el Atributo, los C. Circunstanciales, el C. de Régimen, el C. Predicativo o el C. Agente. 3. Ya en un tercer nivel de análisis, nos encontramos con los elementos que forman parte tanto de los distintos sintagmas que encontramos en el Predicado como en el Sujeto: núcleos, determinantes, modificadores y sintagmas, pudiendo funcionar estos últimos como Complementos del Nombre, del adjetivo o del adverbio. Es importante percatarse de que la relación entre el sujeto y el predicado no pertenece al mismo nivel de análisis que la relación entre el verbo y el CD o CI, de la misma manera que el CD o el CI no pertenecen al mismo nivel de análisis que el CN, el CAdj o el CAdv. A continuación nos detendremos en el estudio del 2º punto, es decir, los complementos del verbo. 2. LOS COMPLEMENTOS DEL VERBO Como decíamos, existen diversos complementos del verbo, dependiendo de la función que cumplan en el predicado. Los repasamos a continuación. 2.1. EL ATRIBUTO A. DEFINICIÓN El atributo es un Complemento del Verbo que se encuentra en las oraciones de Predicado Nominal. Recordemos que estas oraciones se forman con los verbos ser, estar y parecer. Estos verbos no tienen un significado pleno, sino que funcionan como cópula o unión entre el sujeto y un complemento que forma parte del predicado llamado atributo.1 Por esta razón, estos verbos se denominan “copulativos”. P. ej: Juan es listo; Ellos parecen distraídos; Ana está loca La función de atributo puede ser desempeñada por un SN (“La falta de agua es el problema”); un S. Adj. (“El asunto está muy claro”); un S. Adv. “(El acuerdo no me parece mal”); o un S. Prep. (“El vino es de La Rioja”). 2 B. ¿CÓMO RECONOCER UN ATRIBUTO? 1

La teoría es algo más compleja, ya que existen también verbos semicopulativos, que no estudiaremos por el momento. P. ej. “Juan se volvió loco”; hay otro complemento muy parecido al atributo, denominado Complemento Predicativo, que repasaremos más adelante, y que básicamente funciona como un atributo con verbos predicativos. P. ej.: Llegaron cansados. 2 También puede ser desempeñado por una oración, como en “Mi meta es que aprendáis la lección”, pero eso forma parte de la oración compuesta y, por lo tanto, queda fuera de este resumen.

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Existen tres pistas que nos permitirán reconocer un Atributo. Son las siguientes: a. El atributo aparece siempre en oraciones de predicado nominal. Por lo tanto, no lo encontraremos en oraciones de Predicado Verbal. El atributo es, además, absolutamente incompatible con el Complemento Directo. b. El atributo concordará en género y número con el sujeto, y en número con el verbo. P.ej: “Él es listo; Ellas son listas” c. El atributo se puede sustituir por el pronombre átono invariable “lo”. Que sea invariable significa que no concordará en género ni número con el núcleo del sintagma que funciona como atributo y al que sustituye.” Él es listo / Él lo es”; “Ellas son listas / Ellas lo son” (y no “Ellas las son”). PROBLEMAS En oraciones como “Juan es un majadero” no tendremos problemas para reconocer el Atributo. Sin embargo, otros casos pueden resultar más problemáticos. a. Los verbos ser, estar y parecer (sobre todo “estar”) pueden funcionar como verbos predicativos, es decir, no copulativos. En estos casos, poseen un significado pleno. Sucede especialmente con el verbo estar. Se dice que estar funciona como verbo copulativo cuando designa estados (anímicos, mentales o físicos). P ej. :”Juan está loco”; “Juan está cansado”. En cambio, funciona como verbo predicativo (es decir, con significado pleno) cuando tiene un uso locativo, esto es, cuando expresa un significado de permanencia o ubicación. P. ej.: “Juan estuvo en Madrid”. b. El atributo concuerda en género y número con el sujeto siempre y cuando el atributo tenga flexión de género y número. Un adverbio, por ejemplo, es una palabra invariable, de tal manera que no puede concordar con el sujeto (Él es así / Ellos son así). Lo mismo sucede con el S. Prep. (Juana es de Burgos); o con nombres, pronombres o adjetivos que carezcan de flexión de género, de número o de ambas.3 2.2. El COMPLEMENTO DIRECTO (C.D.) A. DEFINICIÓN Tradicionalmente se define el C.D. como aquel sintagma que recibe directamente la acción del verbo. Es un complemento que delimita el significado del verbo. P. ej. La RAE define el verbo “comprar” como “obtener algo con dinero”. El objeto que compramos (p. ej. un televisor) sería el que recibe la acción directa del verbo, y el complemento necesario para delimitar el significado del verbo. No todos los verbos necesitan un C.D. P. ej. El verbo ladrar es definido por el diccionario de la RAE como “dar ladridos”; es decir, en el significado del verbo ladrar ya se incluye el objeto del verbo, que sería ladrido. Para que el verbo ladrar pudiese tener un C.D., deberíamos construir

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Sustantivos que carecen de flexión de género y número son relativamente numerosos. P ej. : lunes, crisis, páncreas, tórax etc. En cambio, solo hay un adjetivo calificativo que carezca de flexión de género y número: isósceles. A él habría que añadirle algún que otro coloquialismo como rubiales.

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una oración como “El perro ladró ladridos”; como ladridos ya se incluye en el significado del verbo, no necesitamos el C.D. para completar su significado. Tradicionalmente, a los verbos que llevan CD se les denomina “transitivos”, y a los que carecen del mismo se les llama “intransitivos”. No obstante, hoy se prefiere hablar de oraciones transitivas e intransitivas, ya que la mayoría de los verbos pueden, dependiendo del contexto, ser transitivos o intransitivos. Por ejemplo, el verbo “comer” es transitivo si digo “He comido macarrones”. Es intransitivo si digo “Hoy no he comido”; en este segundo caso no requiere un CD porque en el significado de comer ya se incluiría el objeto “no he comido comida”. Lo mismo sucede con los intransitivos. El verbo “llorar” es intransitivo en oraciones como “Lloraba en la cama”. Pero puede llegar a ser transitivo en expresiones redundantes como “Lloraba lágrimas de dolor”. Con todo, hay verbos como “hacer” o “dar” donde es muy difícil encontrar un contexto en que carezcan de CD. B. ¿CÓMO RECONOCER UN CD? Desde el punto de vista teórico no existen demasiados problemas para reconocer un C.D. Sin embargo, en la práctica se nos puede complicar el asunto, especialmente cuando el CD designa una persona o cosa personificada. Existen, no obstante, cinco pistas básicas que nos permitirán reconocer el C.D., si bien casi todas ellas son problemáticas. Enunciamos primero cuatro de esas pistas, y después sus inconvenientes y la quinta pista. 1. El C.D. es incompatible con el atributo. En consecuencia, si nos encontramos con una oración de Predicado Nominal (del tipo “Juan es muy listo”), sabemos que en ella no puede haber C.D. Esta regla no tiene excepciones, la única que no es problemática. 2. El C.D. se puede sustituir por los pronombres átonos “lo, la, los, las”4. P. ej. “He comprado un balón / Lo he comprado”; “He comprado dos pelotas / Las he comprado”. 3. El C.D. no lleva preposición. Así, en “He comprado un balón” podemos deducir que “un balón” puede ser C.D. porque no lleva preposición. En cambio, en “He entrenado con un balón”, el sintagma “con un balón” va encabezado por una preposición y, por lo tanto, no puede ser C.D. 4. Las oraciones que llevan C.D. se pueden transformar en oraciones pasivas. En estos casos, el C.D. pasará a ser Sujeto Paciente, y el Sujeto funcionará en la pasiva como Complemento Agente. Una oración como “Los castores construyeron los diques”, se pasaría a pasiva de la siguiente forma:

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También puede ser sustituido por el resto de pronombres átonos, es decir, me, te, se, nos, os, se. Esto plantea otro inconveniente ya que el CI también puede estar formado por estos pronombres. Por ej. Me en “Me ha visto” es CD; En cambio, en “Me ha comprado un regalo” es CI. No obstante, este caso particular lo estudiaremos en clase más adelante.

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Los castores construyeron los diques Suj.

Verbo

C.D.

Los diques fueron construidos por los castores Suj. Pac.

Verbo pasivo

C. Agente

Vemos que la transformación a pasiva es posible, por lo tanto, el elemento que funcione como S. Pac. será el C.D. en la oración activa. PROBLEMAS Decíamos en el punto 3 que el C.D. no lleva preposición; sin embargo, existe una excepción: cuando el C.D. designa una persona o cosa personificada5. Por ejemplo: “Ana ha visto a Juan”. La preposición “a” es la única que puede encabezar un C.D., y aquí es donde nos topamos con una dificultad, ya que dicha preposición será también la que encabece los CI. ¿Cómo distinguirlos? Podemos probar a sustituir el sintagma por un pronombre. Si dicho sintagma (“a Luis”) lo podemos sustituir por “lo” será C.D.; si lo podemos sustituir por “le” será C.I. Pero aquí nos encontramos con otra dificultad, ya que muchos españoles son laístas, leístas y loístas6, y podemos dudar de cuál sea el pronombre correcto. ¿Le ha visto o Lo ha visto? Podemos intentar averiguar la incógnita pasando la oración a pasiva. Si la transformación es posible y el sintagma pasa a funcionar como S. Pac., tendremos un CD. Si no es posible, será un CI. “Juan ha sido visto por Ana” Parece que la transformación es posible. Con todo, en muchas ocasiones en español resulta antinatural el uso de la voz pasiva (a diferencia, por ejemplo, del inglés, donde es mucho más común), y podemos dudar de si hemos transformado bien o no la oración a voz pasiva. P. ej. Una oración como “El balón fue comprado por mí” es gramatical y posible, pero poco probable en nuestra lengua y, en consecuencia, nos puede sonar un poco rara. En estos casos, nos quedaría una última solución, que no es aplicable a todos los verbos; sería la quinta pista: sustituir el CD de persona por otro que no sea de persona. Por ejemplo, en lugar de decir “Ana ha visto a Juan” decir “Ana ha visto una película”. Como el sintagma “una película” no viene encabezado por una preposición y, además, es susceptible de ser sustituido por el pronombre átono “la”, no nos cabe duda de que es un CD. El problema de este método es que hay verbos en que podemos dudar, incluso con CD que no sean de persona, de si podemos prescindir o no de la preposición “a”. Por ejemplo, sucede con el verbo “amar”. “Ana ama a Luis / Ana ama a su televisor”. Esto sucede porque el verbo “amar” lo empleamos para actos que son profundamente humanos, y nos resulta difícil cosificarlos. 5

En realidad hay más casos, pero lo dejaremos para no liar demasiado y por ser casos muy particulares El laísmo y el loísmo consiste en usar el pronombre “la” o “lo” en lugar de “le”. El leísmo consiste en usar el pronombre “le” en lugar de “lo” o “la”. El caso del leísmo de persona (es decir, usar “le” en lugar de “la/lo” en los complementos directos de persona) está tan extendido que la RAE ha admitido su uso. 6

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En definitiva, localizar el CD será una tarea sencilla en un elevado porcentaje de oraciones; sin embargo, encontraremos dificultades sobre todo en aquellos CD que vengan encabezados por la preposición “a”. Con todo, la utilización de algunos o varios de los métodos expuestos con anterioridad debería bastarnos para poder reconocerlo.

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2.3. EL COMPLEMENTO INDIRECTO (CI) A. DEFINICIÓN Tradicionalmente, se define el CI como aquel complemento que recibe indirectamente la acción del verbo; es el beneficiario o perjudicado de la acción verbal. Por ejemplo: “Le he dado cinco euros a Juan”. “a Juan” es el beneficiario de la acción y, por lo tanto, el CI. Que sea el beneficiario o el perjudicado de la acción verbal explica que en la mayoría de ocasiones el CI sea una persona o ser vivo; no obstante, podemos encontrarnos con CI que designen cosas. P. ej. “Eché agua a la sopa”. A diferencia del CD, no suele considerarse como uno de los complementos necesarios7 del verbo; sin embargo, algunos verbos son muy difíciles de usar sin CI. P. ej., el verbo “Dar”. (Alguien da algo a alguien). Suj + V + CD + CI. Hay que entender bien el concepto de “recibir indirectamente la acción del verbo”. P. ej., en una oración como “Le han dado una paliza a Juan”, Juan no recibe la paliza indirectamente, sino muy directamente. El adverbio indirectamente se emplea en un sentido gramatical; es decir, el CI actúa en el predicado una vez que el verbo ya ha sido delimitado por el CD. En “*Ha comprado un balón+ a Juan”, el CI (“A Juan”) actúa sobre el verbo una vez que este ha sido completado por el CD. De ahí su nombre. B. ¿CÓMO RECONOCER UN CI? Existen diversas fórmulas para reconocer un CI. 1. El CI siempre va siempre precedido de la preposición “a”, salvo cuando está representado por pronombres personales átonos.8 P. ej.” Juan ha comprado un regalo a Laura / Juan le ha comprado un regalo”. Antiguamente, se pensaba que también podía ir precedido de la preposición “para”, como sucede por ejemplo en “He comprado estas rosas para Laura”. Sin embargo, actualmente existe la tendencia a considerar que estos sintagmas encabezados por “para” funcionan como CC (de finalidad o de beneficio). Esa es la opinión, por citar un ejemplo de autoridad, de la Nueva gramática de la Lengua Española (NGLE)9. Por lo tanto, cuando veamos un sintagma preposicional encabezado por la preposición “a” podemos pensar que es un CI. 2. El CI se puede sustituir por los pronombres “le/les”. P ej. “Juan ofreció vino a sus amigos / Juan les ofreció vino”

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En lingüística, a los complementos que son exigidos por el verbo se les denomina “argumentos”; a los que no son exigidos y, por lo tanto, se puede prescindir de ellos, se les denomina “adjuntos”. 8 Como dijimos con anterioridad en otra nota al pie, los pronombres personales átonos que pueden desempeñar esta función son me, te, se le, les, nos, os, se. Recordad que “lo, la, los, las” son CD. 9 Existen varias razones para pensar que los sintagmas encabezados por “para” no funcionan como CI. En primer lugar, no permiten la duplicación del CI: Le he comprado unas flores a Laura; Le he comprado unas flores para Laura. En segundo lugar, es compatible un CI con “a” con otro con “para”. P. ej. “La Reina entregó al presidente de la Cruz Roja un donativo para los presos de guerra.”; sin embargo, en una oración simple sólo puede haber un objeto indirecto (aunque aparezca duplicado):

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3. A diferencia del CD, el CI no es incompatible con el atributo. P. ej.: Tu situación le es indiferente a Juan 4. En caso de que nos encontremos en una oración con un CD y un CI, y ambos se sustituyan por pronombres personales átonos, el CD se sustituirá por “lo,la,los,las”, y el CI por el pronombre “se”. P. ej. Le he comprado un regalo a Juan – Se lo he comprado. (“Se”=CI; “lo”=CD). PROBLEMAS 1. El principal problema para reconocer un CI radica en la dificultad para diferenciarlo del CD de persona. Ya lo hemos explicado en las páginas pasadas, por lo tanto añadiremos solo alguna pequeña nota a lo ya dicho. a. Si existe un CD en la oración, no hay problema P. ej. “Le he comprado un regalo a Rosa”. Sabemos que “un regalo” es CD; en consecuencia, “a Rosa” es CI. b. Si no existe CD, podemos recurrir a las pruebas antes explicadas: sustitución por “lo/la/los/las/le/les”; transformación a pasiva; sustitución del sintagma que designa una persona por una cosa. (P.ej.: “Le he comprado una regalo a Rosa / Le he comprado un regalo a mi frigorífico.”) 2. Ya habréis observado que en muchos de los ejemplos anteriores, además del sintagma encabezado por la preposición “a”, aparece también el pronombre átono “le”. Efectivamente, en español es muy frecuente –y a veces obligatorio- la duplicación del CI y, por lo tanto, en los análisis sintácticos hay que señalarlo 2 veces10. P. ej.: Le N__ SN/CI

he comprado un regalo a Juan N

(Yo) S.O.

Det. N___ e N_ SN/CD T(SN) S. Prep/CI SV/PV

3. La función de CI también puede ser desempeñada por el resto de pronombres personales átonos salvo “lo/la/los/las”; es decir, me, te, se, nos, os, se. P. ej. “Te he comprado un regalo” (“Te”=CI). “Me gustan los dulces” (“Me”=CI). En realidad, esos pronombres corresponden a la fórmula “a+pronombre tónico”11. P. ej. Te = a+ti. Así, en “A ti no te gustan los dulces”, “a ti” y “te” hacen referencia a lo mismo, funcionando ambos como CI. En este caso, si se pronominaliza el CD (es decir, si se sustituye por un pronombre átono”, el CI conserva la forma del pronombre, no cambia a “Se”. “Te he comprado un regalo / Te lo he comprado”. 4. No todos los sintagmas preposicionales encabezados por la preposición “a” son CI. P.ej.” Nos vemos a las seis”. “A las seis” será un CC de Tiempo. 5. El CI no solo designa personas o cosas personificadas. Ya hemos citado con anterioridad un ejemplo: “Eché agua a la sopa” (Le eché agua); “A la sopa” = CI. 10

Aunque no lo hemos señalado en el apartado anterior, el CD también puede aparecer duplicado. Esto suele suceder cuando el CD se antepone al sujeto, en expresiones como “El balón me lo he comprado en la tienda” o “Los deberes no los hago todos los días”. En la primera oración son CD tanto “El balón” como “lo”; en la segunda, funcionan como CD tanto “los deberes” como “los”. En el análisis sintáctico hay que señalar los dos CD. 11 En realidad el pronombre “se” tiene una gran cantidad de valores que se irán estudiando poco a poco.

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En definitiva, el CI será fácil de reconocer cuando haya también un CD en la oración. Jugamos con la ventaja de saber que siempre va precedido por la preposición “a” salvo cuando esta función venga desempeñada por pronombres personales átonos. Solo en algunos casos podemos dudar entre el CD y el CI, y en esas ocasiones trataremos de averiguarlo siguiendo los métodos arriba explicados. 2.4. EL COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL (CC) A. DEFINICIÓN Se suele considerar que el CC es un complemento no exigido por el verbo y, por lo tanto, se puede eliminar sin que la estructura oracional se vea dañada. P. ej. En “Esta mañana he hecho los deberes” podemos eliminar “esta mañana”. Con ello suprimimos información, pero la oración sigue siendo gramatical y tiene sentido. En cambio, si eliminamos el CD (“Esta mañana he hecho”) la oración carece de sentido. Por lo tanto, según se dejó dicho en una nota anterior a pie de página, el Complemento Circunstancial será un “adjunto”. Este complemento es utilizado para añadir información sobre las circunstancias en que se ha desarrollado la acción expresada por el verbo. Así, esas circunstancias pueden ser temporales (Ayer compré tomates); espaciales (Ayer compré tomates en la tienda de la esquina); de modo (Juan me saludó cortésmente); de compañía (Cenó pescado con sus amigos), etc. Más tarde repasaremos la lista de los distintos tipos de Complementos Circunstanciales. El Complemento Circunstancial desempeña una función muy cercana a la del adverbio; de hecho, en numerosas ocasiones esta función es desempeñada directamente por adverbios o grupos adverbiales. P. ej.: Mañana iré al cine; “Mañana” es un adverbio de tiempo y desempeña la función de Complemento Circunstancial de Tiempo; asimismo, el grupo adverbial “encima de la mesa” funciona como Complemento Circunstancial de Lugar en “He visto la nota encima de la mesa”. Además del adverbio, el CC puede ser también: a) Un sintagma nominal: Este martes he comido macarrones b) Un Sintagma Preposicional: He comido macarrones en un restaurante c) Una oración subordinada: Iré a casa cuando sean las ocho. 12 Dependiendo de la circunstancia que expresen, se distinguen distintos tipos de Complementos Circunstanciales. Recogemos aquí la lista incluida en la NGLE, con alguna pequeña variación. a) CC de Tiempo (CCT): Expresa tiempo.” Vino la semana pasada”. Generalmente se puede sustituir por un adverbio de tiempo como “entonces” o “ahora”. (“Vino entonces”) b) CC de Lugar (CCL). Expresa un lugar. “Compré un coche en Madrid”. Normalmente se puede sustituir por un adverbio de lugar como “aquí” o “allí”. P. ej.: “Compré un coche allí”. c) CC de Modo (CCM). Indica el modo o manera en que se realiza una acción. P. ej. “Se descalzó tranquilamente”. Normalmente, los adverbios terminados en “-mente”

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Esto forma parte de la oración compuesta y, por lo tanto, queda fuera de este repaso..

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d)

e) f)

g) h) i) j) k)

funcionan como CCM13. Por lo general, se pueden sustituir por “así”. (“Se descalzó así”), o expresiones del tipo “de este/ese modo”, “de esta/esa manera”. CC de Finalidad. Indica el objetivo o finalidad con que se realiza una acción. P. ej. “Se presentó en el Ayuntamiento para la firma del contrato”. Generalmente, suelen ir precedidos de la preposición “para”. CC de Compañía: (CCCompañía). Señala con quién se realiza la acción. P. ej. “Fui al restaurante con mis amigos”. 14 CC de Causa (CCCausa): Señala la causa por la que se realiza una acción. Generalmente, viene introducido por la preposición “por”. P. ej.: “Le premiaron por sus buenos resultados.“ CC de Instrumento15: Indica la herramienta o el instrumento con que se realiza una acción. P. ej. Cortó el pan con un cuchillo. CC de Materia (CCMateria): Indica la materia o sustancia que se emplea en la acción designada por el verbo. ”Hizo su casa con cañas y barro.” CC de Medio (CCMedio): Señala el medio que se utiliza para obtener un fin. “Me envió sus datos por Internet”. De provecho o beneficio. Designa a la persona que se ve beneficiada o favorecida por algo, o bien a la que se destina algo “Compró el anillo para ella“. CC de Cantidad. Indica una cantidad. P. ej.” Viajo mucho”.

B. ¿CÓMO RECONOCER UN CC? No suele ser difícil reconocer el CC. La mayor dificultad, como veremos en otro apartado posterior, es que se puede confundir con el Complemento de Régimen Verbal. En todo caso, seguiremos unas pautas. Son las siguientes: 1. Como ya hemos dicho, el CC puede estar representado por un SAdv, un SN, un S. Prep. o una oración subordinada. 2. Por lo general, y aunque hay casos dudosos, el CC se puede eliminar sin que con ello se vea afectada la gramaticalidad de la oración. P. ej. “He comprado este libro con mi dinero”. Si la sustitución provoca la agramaticalidad de la oración, entonces podemos pensar, como veremos con posterioridad, que se trata de un C. de Régimen. P. ej. “Reside en Madrid”. La relación entre CC y C.R.V. será examinada más adelante.

2.5. EL COMPLEMENTO DE RÉGIMEN VERBAL16 (C.R.V.) o SUPLEMENTO (Supl.) A. DEFINICIÓN Tradicionalmente, los CC17 eran un cajón de sastre donde se incluía todo aquello que no era CD, CI o cualquier otra función reconocible. Sin embargo, con el avance de los estudios 13

No siempre. Piénsese, por ejemplo, en “Llegué inmediatamente”. El adverbio funciona aquí como CCT. Los pronombres personales tónicos conmigo, contigo, consigo suelen funcionar como CCCompañía. 15 Los CC de Instrumento, medio y materia están muy vinculados entre sí. P. ej. “Hizo el pollo con tomillo” podría ser considerado tanto CInstrumento como CCMateria. En caso de duda, ponermos CCInstrumento. 16 Existe también el C. Rég. no verbal, que no será tratado en este resumen. 14

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gramaticales de nuestra lengua, se propuso este complemento cuyos límites con el CC pueden ser problemáticos. Con todo, en clase practicaremos con C.R.V. sencillos en los que no quepan ambigüedades. El CRV es parecido al CD. Ambos son complementos necesarios que delimitan o completan lo expresado por el verbo. Se diferencian, en cambio, en que el CD no lleva preposición (salvo la excepción ya señalada) y el CRV siempre lleva una preposición. De hecho, será el propio verbo el que exija dicha preposición. P. ej. Un verbo como “confiar” exige el uso de la preposición “en”: Confía en sus posibilidades. El S. Prep. “en sus posibilidades” será el C.R.V. Por otra parte, que lleve preposición nos puede llevar a confundirlo con los CC. El C.R.V. se diferencia del CD en: 1. Siempre lleva preposición. Recordemos que el CD solo lleva preposición en los denominados CD de persona. 2. No se puede sustituir por los pronombres personales “lo, la, los, las”. Normalmente se puede sustituir por un pronombre tónico como “él/ella” o “eso/ello”. P. ej. “Hablo de Juan / Hablo de él “; “Confío en sus posibilidades; confío en ello. “ 3. A diferencia del CD, no permite la transformación a pasiva. P. ej., es incorrecta la oración “Juan es hablado por mí” 4. Hay verbos que se pueden usar tanto con CD como con C.R.V. P. ej. Hablo español (CD); Hablo de ti (C.R.V.). B, ¿CÓMO RECONOCER UN C.R.V.? 1. En primer lugar, porque va precedido de preposición. En consecuencia, será siempre un S. Prep.” Depende de tu dinero para sobrevivir.“ 2. Se pueden sustituir por un pronombre del tipo “él/ella, ello, eso”. (“Depende de eso para sobrevivir”). 3. Por lo general, los verbos pronominales como “arrepentirse”, “jactarse” o “referirse” se construyen con C.R.V. “Se arrepintió de sus errores”. PROBLEMAS El C.R.V. se confunde en muchas ocasiones con CC. En la teoría, la diferencia radica en que el C.R.V. es necesario (es un argumento) y el CC es un adjunto (no es necesario). Así, una oración como “Pienso en el tren” puede ser interpretada de dos maneras, dependiendo si “en el tren” se considera argumento o adjunto. En el primer caso, ”el tren” es el objeto en el que piensa un sujeto; por decirlo de otra manera, el sujeto se imagina un tren. En el segundo caso, como CC, el tren es el lugar físico en el que piensa el sujeto. Es decir, el sujeto está en un tren y allí reflexiona. Como C.R.V. podría ser sustituido por “eso” o “ello”, y en el segundo caso por los adverbios “allí/aquí”. “Pienso en eso” (CRV); “Pienso allí” (CCL).

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Nota sobre ortografía. Cuando se escriben siglas en plural, hay que doblar la letra inicial. Aquí deberíamos escribir CC.CC. (Complementos Circunstanciales). No lo hacemos por no liar.

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Es precisamente con los CC de Lugar donde vamos a encontrar mayores problemas a la hora de decidir si se trata de un C.R.V. o de un CCL. P. ej. Se considera que “Él trabaja en Madrid” es un CCL, pero “Él vive en Madrid” es un CRV, ya que en el primer caso es un adjunto y en el segundo un argumento. Hemos de tener en cuenta que el verbo vivir posee aquí el significado de “residir en un sitio”; si le quitamos el complemento, adquiriría el significado de “tener vida” o “estar vivo”; es decir, cambiaría su significado, cosa que no ocurre con el verbo trabajar. Lo veremos más claro si usamos el verbo “residir”: “Residen en Madrid”. No podemos utilizar el verbo “residir” sin usar el CRV, por lo que el sintagma “en Madrid” es un argumento y no un adjunto. En consecuencia, es un CRV y no un CCL. Otra complicación es que en estos casos el CRV se sustituiría por un adverbio como “allí” en lugar de reemplazarlo por un pronombre tónico. Como no tenemos tiempo para detenernos en tales sutilezas, cuando el sintagma pueda ser sustituido por un pronombre tónico lo señalaremos como CRV, y cuando pueda ser sustituido por un adverbio de lugar lo señalaremos como CCL, salvo que estemos plenamente seguros de que se trata de un CRV. 2.5. COMPLEMENTO PREDICATIVO (C.Pvo.)18 A. DEFINICIÓN El CPvo constituye una variante del atributo. De hecho, podríamos definir el CPvo como el atributo de las oraciones de predicado verbal. Se caracteriza porque, al igual que el atributo, concuerda en género y número con el sujeto, y en número con el verbo. P. ej. “Él llegó cansado/Ellos llegaron cansados“. Suelen señalar circunstancias accidentales. Compárese, por ejemplo, la diferencia entre “Juana es distraída”(Atr.) y “Juana camina distraída” (CPvo.). b. ¿CÓMO RECONOCER UN CPvo? 1. El CPvo. aparece en frases de Predicado Verbal. 2. Como ya hemos dicho, concuerda en género y número con el sujeto, y en número con el verbo. 3. Normalmente, el CPvo. será un adjetivo, y por lo general se podrá sustituir por el adverbio de modo “así” o expresiones como “de este modo”, “de esta manera”. P. ej.: “El niño durmió tranquilo/ El niño durmió así“. Aunque el CPvo. sea una variedad del atributo, no se puede sustituir por el pronombre “lo”. 4. Puede venir cuantificado por un adverbio. P.ej.”El niño durmió muy tranquilo”. 5. A diferencia del atributo, no es incompatible con el CD. P. ej. “Ella miraba distraída las hojas de los árboles”/ “Ella las miraba distraída”; Ellas las miraban distraídas”. PROBLEMAS

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En la ESO se estudian dos Complementos Predicativos: el CPvo de Sujeto (el que vemos nosotros) y el de CD, del cual solo haremos alguna pequeña referencia.

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Como dijimos en el punto 3º, el CPvo muchas veces se puede sustituir por “así”, “de este modo”, “de esta manera”, lo que nos da una idea de la cercanía entre este complemento y el CCModo, que puede ser sustituido por las mismas unidades. De hecho, fijémonos en el parecido entre un CPvo como “Juan durmió tranquilo” y un CCModo como “Juan durmió tranquilamente”. Entre ambos existe una diferencia: en la primera oración, “tranquilo” afecta tanto al sujeto como al verbo; en la segunda, el adverbio modifica únicamente al verbo. Sin embargo, en la práctica no será siempre fácil distinguir esta sutileza, por lo tanto, en los análisis gramaticales, cuando tengamos sentencias de este tipo, si aparece un adjetivo lo señalaremos como CPvo, y si aparece un adverbio, como CCModo.

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RESUMEN DEL ANÁLISIS DE LAS FUNCIONES SINTÁCTICAS19 EN LA ORACIÓN SIMPLE 1. El primer paso será separar el Sujeto del Predicado. Lo que no sea sujeto será el Predicado. Recordemos que el Sujeto concuerda en número y -en su caso- persona con el verbo. 2. Analizamos el Sujeto, señalamos el núcleo y los posibles elementos adyacentes (determinantes, cuantificadores y complementos del nombre, adjetivo o adverbio). 3. Analizamos el predicado. En primer lugar tenemos que señalar si el SV es un Predicado Nominal (es decir, formado con los verbos ser, estar o parecer) o un Predicado Verbal. 4. A continuación, analizamos los distintos sintagmas que aparecen en el SV y señalamos la función sintáctica que cumplen. Dichas funciones son: 1. Atributo. Aparece en las oraciones de Predicado nominal. Concuerda en género y número con el sujeto, y en número con el verbo. Se puede sustituir por el pronombre átono invariable “lo”. “Ellas son muy altas/Ellas lo son). 2. CD. Es un complemento que requieren muchos verbos para delimitar o completar su significado. Se puede sustituir por los pronombres átonos “lo/la/los/las”. En ocasiones está representado por pronombres átonos (me,te,se,nos,os,se). Nunca lleva preposición, salvo los denominados CD de persona. Si la oración se transforma a pasiva, el CD pasa a ser sujeto paciente. 3. CI. Indica el beneficiario o perjudicado de lo expresado por el verbo. Siempre va encabezado por la preposición “a”, salvo cuando está representado por pronombres átonos (me,te,se,le,nos,os,se,les). Se puede sustituir por “le/les”. 4. CC. Son complementos no necesarios para que la oración tenga sentido. Añade información sobre las circunstancias espaciales, temporales, de modo, compañía, etc, en que se desarrolla la acción. Generalmente van introducidos por una preposición, si bien también pueden ser desempeñados por SAdv (“ayer”) o sintagmas nominales (“esta mañana”). 5. CRV. Es un complemento parecido al CD, ya que delimita o completa el significado del verbo. Siempre va precedido de preposición. Se puede sustituir por un pronombre tónico del tipo “eso, él, ello, ella”, etc. 6. CPvo. Es una variante del atributo que aparece en oraciones de Predicado Verbal. Por lo tanto, concuerda en género y número con el sujeto, y en número con el verbo. Sin embargo, no se puede sustituir por el pronombre átono “lo”, sino por el adverbio de modo “así”, lo que provoca que se pueda confundir con CCModo. 7. Importante. En la oración simple, un sintagma que cumple una determinada función en el predicado no puede albergar otro sintagma que cumpla otra función dentro del predicado. P. Ej., dentro de un CD no podemos tener un CI. Sin embargo, dentro de un sintagma que cumple una función sintáctica en el predicado (o en el sujeto) sí podemos tener sintagmas que funcionen como CN, CAdj. O CAdv. Esta diferencia es importante. Si no se comprende bien, 19

Falta en este resumen tanto el complemento agente como el sujeto paciente, que los dejamos para el resumen que realicemos de la oración pasiva.

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repásese el punto primero de estos apuntes, en los que se distinguen 3 niveles de análisis: 1) las funciones oracionales (Suj.-Pred), 2) los complementos del predicado (CD CI, CC, etc) y 3) los elementos integrantes de los sintagmas (Núcleo, det., mod., CN, CAdj, CAdv, etc).

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