Joaquin January 2021

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c ur r e n t How safe is the right to vote in the US? from the previous page

signature matching on the ballot. This despite the complications to vote for homeless people, those unhoused or with address difficulties, a population that increased dramatically due to the eviction crisis caused by the pandemic. This despite the redistricting that has allowed the Republican Party to draw their jurisdictions to exclude voters of color, and being reelected several times by their white constituents. “As we become more and more successful (as voters), there are more repressive mechanisms, they are very subtle sometimes and sometimes they are less subtle,” said Gabriela D. Lemus, board chair of Mi Familia Vota (MFV), an organization that promotes the vote in states with large concentrations of Hispanics such as Arizona, California, Colorado, Florida, Nevada, and Texas. In 2020 MFV launched a $10 million campaign called #BastaTrump (Enough of Trump), which extended its work to the swing states of Michigan, Pennsylvania, Wisconsin and Georgia. Their efforts were undoubtedly successful: more than 14 million Hispanic voters participated in the presidential elections, 8.6 million did so during early voting, and 2.4 million were new voters. But analysts fear that other factors, such as the extensive use of misinformation through social media and complacency over Biden’s victory, will decrease turnout in upcoming elections. “As a group (Latinos) we are low-propensity voters and we don’t need to be more discouraged”, said Lemus. “But the level of misinformation is so extreme, especially in Spanish-language media that sometimes is not overseen as closely by the FCC (Federal Communications Commission) as English media. That is something we fight on a regular basis. “ According to Myrna Perez, director of the Brennan Center’s Voting Rights and Elections Program, this risk could add to the tendency of voters to “take something this cataclysmic”, to participate at the levels seen in 2020. “Because this election turned out the way that some people wanted it to, folks could stop feeling the urgency to participate in things that happen at a local level… and down-ticket races matter a lot.” Perez explained that while the pandemic put barriers to voting in person, 35 states changed some policy to make voting by absentee ballots easier and more affordable. This as a result of the pressure on institutions from activists, lawyers, athletes, celebrities and people from all walks of life. “The barriers that black, brown, and Asian 22 Joaquín january 2021

i ssu e s

a c t ua l i da d

communities have to deal with all the time… suddenly [because of the pandemic] became extended to communities that are usually not disenfranchised, and then people started saying: ‘oh my gosh, there’s a lot of cracks in the system’.” The Brennan Center tracked 340 cases in which the election results were litigated; most of them failed in the attempt to flip the presidential election results. But while there were no coordinated assaults to sabotage the elections, “we did have a lot of what I call random jerks with guns and trucks blocking access to the polls, scaring and threatening voters at much higher rates than I had ever seen before, ” said Perez. There were also death threats against election administrators. Not in the Constitution The paradox is that in a country that has a robust electoral calendar each year to elect officials ranging from trustees of school boards to legislators of different chambers, the right to vote does not explicitly live in the Constitution. “What we hope is that we can get to a point where it is acknowledged in the Constitution so that when we bring lawsuits, the courts will treat it the same way they treat the First Amendment”, said Browne Dianis of the Advancement Project. concludes on page 26 ¿Qué tan seguro es el derecho al... viene de la vuelta

el trato desigual de las personas en este país”, añadió la abogada al referirse a la respuesta tibia de la policía en el Capitolio frente al uso de la fuerza militar para dispersar las protestas del movimiento Las Vidas Negras Importan. Los pasados comicios fueron los más votados en la historia del país, con un número récord de votantes étnicos en ciudades como Milwaukee, Filadelfia, Detroit y Atlanta. Esto a pesar de estrictas leyes de identificación de votantes en estados como Carolina del Norte y Georgia, e intentos de legislaturas locales como la de Pensilvania y Michigan de endurecer los estándares para la coincidencia de firmas en la boleta electoral. Esto a pesar de las complicaciones para personas sin hogar o en casas inestables que no pueden proveer una dirección al momento de inscribirse y que con la crisis de desalojos causada por la pandemia, aumentaron dramáticamente. Esto a pesar de la redistribución de distritos que ha permitido al Partido Republicano dibujar sus jurisdicciones a su gusto para que los votantes étnicos queden excluidos, y así hacerse elegir por electores mayoritariamente blancos. Fuera de la Constitución “El derecho al voto no vive explícitamente

en la Constitución y lo que esperamos es poder llegar a un punto en el que se reconozca en la Constitución para que cuando presentemos demandas, los tribunales lo traten de la misma manera que tratan la Primera Enmienda”, dijo Browen Dianis, quien trabajó con los senadores Elizabeth Warren y Richard Durbin en la Resolución Conjunta 75 que busca garantizar el derecho universal al voto, incluso para personas con condenas por delitos graves. También se espera que el Congreso aborde la Ley de Fomento de Derecho al Voto de John Lewis, que busca restaurar la protección total de la original Ley de Derechos Electorales aprobada con respaldo bipartidista en 1965. Esta ley fue seriamente afectada por la Decisión del Condado de Shelby (2013) que permitió que varios estados aprobaran leyes de supresión de votantes sin ninguna pre autorización, impactando de manera desproporcionada a las minorías, los ancianos y los jóvenes. La Ley John Lewis comprende una lista de siete categorías de cambios en derechos electorales que los estados sólo podrán efectuar con autorización federal, (por ejemplo trasladar urnas) mayores requisitos de aviso y espera, y una fuerza de observadores federales para proteger el voto, explicó Myrna Pérez, directora del programa de elecciones y derechos electorales del Brennan Center. También está el proyecto de Ley H.R.1 que promete reducir los problemas administrativos de los comicios y la influencia de las grandes cantidades de dinero en la política. Pérez explicó que si bien la pandemia puso barreras para el voto en persona, 35 estados cambiaron sus reglas para hacer más fácil y asequible el voto por correo o en ausencia. Activistas, abogados, atletas, celebridades y personas de todos los ámbitos presionaron a las instituciones para garantizar de manera extendida el voto. “Logramos una elección a pesar de fuerzas increíblemente poderosas que querían impedir que participaran los votantes étnicos”, añadió Pérez. “Barreras con las que las comunidades negras, morenas y asiáticas tienen que lidiar todo el tiempo… de repente, debido a la pandemia, se extendieron a comunidades que generalmente no están privadas de sus derechos, y la gente empezó a notar que hay muchas fisuras en el sistema”. El centro Brennan identificó 340 casos en los que se demandaron los resultados electorales, la mayoría de ellos sobre la elección presidencial que fallaron en su intento de voltear los resultados. Pero aunque no hubo intentos organizados de sabotear los comicios, “sí tuvimos muchos de los que yo llamo idiotas aleatorios con armas y camioconcluye en la pág. 27


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Joaquin January 2021 by Roberto Radrigán - Issuu