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EN EL URBANISMO Y EN LA ARQUITECTURA
III. LA EXPRESION DEL PENSAMIENTO NATURALISTA EN EL URBANISMO Y EN LA ARQUITECTURA.
Tanto el pensamiento filosófico y sociológico naturalista (del latín, natura, que significa, naturaleza) concibe que el desarrollo de la sociedad se debe a las condiciones climáticas, al papel del medio geográfico, a las particularidades biológicas y a la prolongación de las leyes naturales en la sociedad. A esta concepción se le une la teoría del antropocentrismo, por la cual, el eje de todos los acontecimientos es el hombre.
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Como ambas teorías no reflejan la existencia y papel de las leyes específicas de la vida social, ellas han pasado a dar sustento teórico a posiciones más conservadoras en la sociología urbana.
Será M. A. Laugier, quien al publicar sus “observaciones sobre la arquitectura”, 1765, en Holanda, dé por vez primera una explicación naturalista de la ciudad al afirmar que: “Quien quiera que sepa dibujar bien un parque, trazará sin dificultad el plano según el cual una ciudad debe edificarse, de acuerdo a su tamaño y situación. Se necesitan plazas, encrucijadas, calles. Se necesita regularidad y singularidad, afinidades y oposiciones, accidentes que hagan variar el ambiente, un gran orden en los detalles, confusión, estrépito, tulto en el conjunto.”10
Así pues, las palabras de Laugier, darán un nuevo giro al romántico naturalismo del siglo XVII y propondrán que la ciudad sea vista como un fenómeno prolongado de la naturaleza, en donde, el tejido urbano nace de lo pintoresco.
Este enfoque tiene sus antecedentes en el empirismo urbano inglés, imperante en las dos primeras décadas del siglo XVIII, sólo que ahora Laugier toma para el diseño urbano y arquitectónico la pureza del ambiente del “orden natural”. Y es que, por estos años se concibe a la naturaleza como la fuente de todas las cosas y la ciudad o la vivienda son parte del paisaje natural, por ende, lo urbano y lo natural se hallan en un mismo nivel de coincidente armonía.
Más tarde, en la primera mitad del siglo XIX, de esta concepción se derivó la teoría estética y su práctica más concreta es la pintura paisajista, y luego, el entendimiento de lo arquitectónico y urbanístico desde ese enfoque. Las pinturas de la época reflejan con mayor exactitud este concepto. La vivienda cargada de conflictos humanos encaja perfectamente con la armonía cromática de la belleza natural y la distribución del bosque.
¿Qué significa ver la ciudad o la vivienda desde este nivel ideológico?
Es ver a esa unidad contemporánea lejos del contexto estructural de toda la sociedad, en donde la explotación y renta del suelo son factores determinantes de un
10 Tafuri, pag. 18