Mensaje de la cosecha 1

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EL DIOS VERDADERO LA TRINIDAD O JEHOVÁ ¿Cuál Dios adoras?

“Y el tercer ángel los siguió diciendo: Si alguno adora la bestia y a su imagen y recibe la marca en su frente… él también beberá del vino de la ira de Dios… y no tienen reposo… nadie que reciba la marca de su nombre” (Apoc. 14:9-11)

ASOCIACION DE EDITORES DEL MENSAJE DE LA COSECHA


Una investigación Bíblica y Profética sobre la adoración del Dios verdadero

EL MENSAJE DE LA COSECHA:

EL DIOS VERDADERO LA TRINIDAD O JEHOVÁ

Primera Edición – 2012

ASOCIACIÓN DE EDITORES DEL MENSAJE DE LA COSECHA Av. Arenales 773 - Block 203 Teléfono No. 3330956 Lima - Perú

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ………………………………………………..……………...………………… 7 CAPÍTULO I: “JEHOVÁ” EL ÚNICO DIOS VERDADERO

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1. El pueblo monoteísta……………………………………………………………………….. 15 2. El Dios Todopoderoso……………………………………………………………………… 19 3. Los seres humanos una clase nueva ………………………………………………. 22 4. Los seis días de trabajo y el “reposo de los dioses”……………………….. 23 5. El día sábado en los diez mandamientos………………………………………... 24 CAPÍTULO II: LA SUSTITUCIÓN DEL SÁBADO POR EL DOMINGO 27 1. ¿Cómo fue la sustitución?......................................................................................... 27 2. El día domingo, festividad pública en el imperio romano ………………... 28 3. El domingo exaltado como día del Señor………………………………………... 29 4. El día domingo, como día del Señor, en la Iglesia Católica ……………. 31 5. El día domingo como día del Señor en las Iglesias Evangélicas ….... 31

CAPÍTULO III: LA SUSTITUCIÓN DE JEHOVÁ POR LA TRINIDAD 34 1. ¿Cómo fue la sustitución oficial?…………………………………………………….. 34 2. La Trinidad, el dios Baal moderno del mundo religioso actual……….. 35 3. Las discusiones de la Trinidad antes del Concilio de Nicea …………… 38 a. La teología de Arrio…………………………………………………………………… 39

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b. El credo de Atanasio…………………………………………………………………. 41 4. El arrianismo en los pueblos bárbaros …………………………………………….. 42 a. La lucha religiosa de trinitarios contra arrianos ……………………….. 43

CAPÍTULO IV: EL PADRE Y EL HIJO SON DIOSES NO UN DIOS . 46 1. Cristo, el compañerío de Dios en la creación………………………………….. 47 2. El Padre de Cristo, el único Dios, Fuente de todas las cosas ………… 50 CAPÍTULO V: CRISTO “EL PRIMOGÉNITO DEL CIELO” HECHO IGUAL A DIOS

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1. ¿Cristo es hijo por naturaleza?……………………………………………………….. 53 2. Las verdades despreciadas durante siglos…………………………………….. 55 3. “El MISTERIO” de la Trinidad………………………………………………………….. 60 4. La Trinidad enseña a adorar al Espíritu Santo …………………………………62 5. “JEHOVÁ” es el nombre dado a Cristo por su Padre el “GRAN JEHOVÁ”………………………………………………………………………………………….. 64 6. Cristo recibió vida divina y original cuando fue hecho igual a Dios … 69 6.1. Cristo recibió de Dios la vida original que no proviene ni deriva de otra……………………………………………………………………………………..… 71 6.2. La vida física, que proviene y deriva de otra ……………………………. 73 6.3. Cristo no es existente por sí mismo…………………………………………. 75

CAPÍTULO VI: CRISTO ES DIOS EN INFINITUD, EN PERSONALIDAD ES SU PADRE.

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1. Cristo es Dios en infinitud no en personalidad ………………………………… 79

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2. “Seréis como dioses” dijo Satanás a Eva………………………………………... 82 3. “Vosotros sois dioses” dijo JEHOVÁ ……………………………………………….. 84

CAPÍTULO VII: EL ESPÍRITU SANTO PODER DEL ALTÍSIMO

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1. ¿El Espíritu Santo es una persona?………………………………………………… 88 2. ¿El Espíritu Santo procede de por sí mismo? ................................................ 90 3. La Trinidad enseña adorar al Espíritu Santo? ................................................ 91 4. La Trinidad enseña que no hay jerarquía en el cielo ……………………… 93 5. El Espíritu Santo: una influencia, una energía ………………………………… 95 6. Dios usa su Espíritu Santo como le place……………………………………….. 98

CAPÍTULO VIII: JEHOVÁ O TRINIDAD

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1. Cristo, El Ángel que tiene el sello del Dios vivo ………………………………. 101 2. El sello del Dios vivo………………………………………………………………………… 103 3. El sábado y el domingo llevan el nombre de su autor…………………….. 105 4. La adoración de la bestia…………………………………………………………………. 107 5. La imagen de la bestia……………………………………………………………………... 111 6. La marca de la bestia……………………………………………………………………….. 112

CAPÍTULO IX: LA VICTORIA DE LOS 144,000 QUE ADORAN A LA TRINIDAD

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1. En la hora de la prueba…………………………………………………………………… 118 2. Nadie ha recibido la marca de la bestia por guardar el domingo ……. 119 3. Nadie ha recibido el sello de Dios por guardar el Sábado ……………… 120 4. El odio de los trinitarios contra los antitrinitarios ………………………………122 5


4.1. El mártir, Miguel Servet…………………………………………………………….. 122 5. Los pioneros adventistas eran antitrinitarios …………………………………… 123 6. Los principios de fe (1872) de los pioneros adventistas no tenían la fe trinitaria………………………………………………………………………………………… 127 6.1. Muertos los pioneros adventistas cambiaron sus principios de fe establecidos por revelación de Dios ……………………………………... 128 7. Adventistas antitrinitarios sellados con el sello del Dios vivo …………. 132 7.1. Componen los 144,000 sellados vivos los que mueren en el mensaje del tercer ángel, antes del tiempo de angustia………….. 133 a. El significado de la partícula “con”……………………………………….. 136 7.2. Componen los 144,000 sellados vivos, los que han de morir en el mensaje del tercer ángel, durante el tiempo de angustia, antes de el decreto de muerte………………………………………………….. 138 7.3. Componen los 144,000 sellados vivos los fieles en el mensaje del tercer ángel, que soportaran el decreto de muerte, pero no morirán………………………………………………………………………………………. 142 8. La disputa del gran conflicto…………………………………………………………….. 146

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INTRODUCCIÓN En la Edad Antigua, antes de la primera venida de Cristo,

el

conocimiento de “Jehová”, el Dios verdadero, creador del Universo, lo tenía solo el pueblo judío. Ellos sabían a quién adoraban, el resto de los pueblos circundantes y lejanos, eran gentiles o

paganos. Cuando

rendían culto a sus dioses, no sabían que adoraban a dioses falsos y a demonios. Jesús en cierta ocasión dijo a la mujer samaritana: “Vosotros adoráis

lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos;

porque la salvación viene, de los judíos” (Jn. 4:22). La profecía de las setenta semanas y de las dos mil trescientas tardes y mañanas de Dn. 8:14 y Dn. 9:24, revela el tiempo cuando Cristo iba a traer la justicia perdurable, derribando con su muerte la barrera de separación entre el pueblo judío con los pueblos gentiles. Así está escrito: “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable”. Después de la muerte de Cristo, que sucedió en la primavera del año 31 d.C., el pueblo de Dios ya no sería el pueblo judío literal, sino un pueblo judío espiritual, de cualquier nación, tribu y lengua, que adoraría a Jehová Dios, mediante Cristo en espíritu y en verdad. Esta verdad, también hizo saber Jesús a la mujer samaritana cuando le dijo: “Mujer créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre”. “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le

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adoren. Dios es espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Jn. 4:21, 23,24). Con el surgimiento de la iglesia apostólica, el conocimiento del verdadero Dios pasó a ser enseñado por todos los que eran cristianos. En razón que, reconocían a Cristo como venido del cielo y que era el verdadero “Hijo del Padre, en verdad y en amor” (2 Jn: 3). Pero, esta verdad bíblica, después de la muerte de los apóstoles, empezó a ser tapada por la escoria del error y por la apostasía, que en el siglo II empezó a entrar en la iglesia primitiva. La apostasía, que es negar o abandonar la fe de Jesucristo, en la primera iglesia cristiana, preparó “el camino para el desarrollo del papado”

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y el surgimiento de Satanás como “el hombre de pecado, el

hijo de perdición”, el “misterio de iniquidad” (2Ts. 2:3,4,7), como oponiéndose a Dios, “haciéndose parecer Dios”. Desde entonces, muchas nuevas creencias comenzaron a aparecer, como es el caso, que el alma es inmortal, el infierno es lugar de tormento de las almas muertos en pecado, el purgatorio, el limbo, la adoración de los santos, que Jehová es el Dios de los judíos, que el sábado es día de los judíos. Paulatinamente empezaron a enseñar, que Dios no es un ser personal, sino que Dios está formado por tres personas que es la Trinidad. Que el día del Señor es el día domingo, porque en ese día resucitó Cristo, y los cristianos en ese día tomaban la santa cena y otros errores afines. La Iglesia Católica a fines de la Edad Antigua, realizó los primeros concilios ecuménicos y en ellos, se aprobaron oficialmente por decreto del emperador de Roma, diversas creencias. Un ejemplo muy claro es el

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primer Concilio Ecuménico de Nicea del año 325 d.C., presidido por el emperador Constantino, donde se oficializó la Trinidad como Dios, bajo pena de destierro y muerte a quienes no

lo aceptaban. También se

oficializó el domingo como día del Señor para realizar la pascua. En el siguiente Concilio Ecuménico de Constantinopla (año 381), convocado por el emperador Teodosio, se aprobó la adoración del Espíritu Santo y quedó configurado el dogma de la Trinidad. En la Edad Media, del catolicismo emergieron los protestantes, ellos empezaron a demostrar algunos errores, introducidos en la iglesia cristiana. Su lucha fue contra la idolatría, que no debe de adorarse imágenes de los santos, que solo la Biblia es la Palabra de Dios, que la salvación es por la fe en Cristo y no por obras, que el representante de Dios y de Cristo en la tierra es el Espíritu Santo y no el papado. Entre ellos, sobresale Miguel Servet, quien predicó que la Trinidad no es el Dios de la Biblia. A fines de la Edad Moderna, surgen los Adventistas del Sétimo Día, de en medio de las iglesias protestantes. Ellos comenzaron a demostrar a católicos y protestantes, que el sábado es el día del Señor y el domingo el día del sol, sin santidad alguna, que el alma es mortal, que el infierno es el sepulcro, que no hay purgatorio ni limbo. Asimismo, la preexistencia de Cristo antes de su nacimiento en Belén. Ahora bien, desde el año 2011, del Adventismo del Sétimo Día y del Adventismo del Movimiento de Reforma, surge la Iglesia Pueblo Adventista Del Mensaje de la Cosecha, en cumplimiento de la profecía de Apocalipsis 18:1-4, para efectuar “la proclamación de la última 9


amonestación del tercer ángel”.(2) Este “Pueblo Adventista” demuestra en la actualidad, que el Dios de la Biblia es “Jehová” y no la Trinidad: el Dios que no adoraron ni alabaron los pioneros adventistas. Que después de la muerte de los pioneros, la Trinidad ha sido aceptado entre ellos y viene siendo adorado como el Dios triuno, así como lo adoran los protestantes y los católicos. Hoy en día, muchos cristianos que están en “Babilonia” -mundo religioso- se preguntan ¿La Trinidad es esencial para la salvación? ¿Acaso es malo creer en la Trinidad? Las

iglesias que nos

precedieron, responden que la Trinidad es esencial para la salvación y no es malo creer en la Trinidad, porque es el Dios de los cristianos. Sin embargo, el “otro ángel” (Ap.18:1), que descendió del cielo y representa el pueblo de Dios de esta última generación, declara que el único Dios verdadero es Jehová, que otorga la salvación y hay que conocerlo para adorarle en espíritu y en verdad. Las Escrituras enseñan que “el conocimiento del SANTISIMO es la inteligencia” (Pr. 9:10). “El conocimiento de Dios es el fundamento de toda verdadera educación y de todo servicio verdadero. Es la única salvaguardia contra la tentación. Es también lo único que puede hacernos semejantes a Dios en carácter.” (3 ) Pues bien, en el supuesto que la Biblia enseñe que Dios es la Trinidad, un Dios en tres personas, no aceptar tal enseñanza significaría “rechazar” o “negar” al Dios bíblico. Pero si es al contrario, que la Biblia enseña que el Dios verdadero es un ser personal y que “Jehová” es su “nombre” (Is. 42.8), entonces no puede haber razón para creer en la

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posibilidad, de que la Trinidad sea el Dios verdadero. Uno de estos dos es el Dios verdadero y el otro es un Dios falso. Por tanto, el cristiano que cree en el Dios falso, no puede estar creyendo en el Dios verdadero, por más sincero que sea. Tampoco, se estaría

preparando para la vida

eterna, sino para ser destruido en la ira venidera. Ahí está el peligro para quien no sabe lo que cree, ni lo que significa la vida eterna. Está escrito, que Jesús nuestro Señor, levantando los ojos al cielo, dijo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Jn. 17:3). Aquí vemos que la personalidad de Dios revelado por Cristo es “como ser personal” y Cristo mismo, es otro ser personal, pero no, que con el Padre y el Espíritu Santo formen un Dios trino. En otra ocasión Cristo dijo: “No se turbe vuestro corazón, creéis en Dios, creed también en mí” (Jn. 14.19). Es de verse que Dios y Cristo son dos personas individuales, diferentes, que no da lugar a tener opiniones erróneas al respecto. Se nos advierte: “Muchos sostienen que no importa lo que uno cree, siempre que su conducta sea buena. Pero la vida es modelada por la fe. Si teniendo la luz y la verdad a nuestro alcance, no procuramos conocerla, de hecho la rechazamos y preferimos las tinieblas a la luz.” (4) El profeta Jeremías escribió: “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago

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misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová” (Jer. 9:23,24). De todo esto entendemos, que solo podemos conocerlo y entenderlo a Dios, en la medida que está revelado en la Biblia y tal como es revelado por Cristo. Más allá de la revelación, es pura especulación de nociones filosóficas, que han confundido a los moradores de la tierra y se encuentran adorando a un Dios que no es el de la Biblia y perderán la vida eterna. Ahora bien, el objeto del presente libro, es que el lector sincero tenga un conocimiento bíblico del Dios verdadero en Cristo Jesús, su Hijo “¡A la ley y al testimonio!” (Is. 8:20). A fin de que salga de entre los que le “Enseñaron mentiras en vez de la verdad”. A fin de que pueda alcanzar la vida eterna, con aquellos santos en luz, que en el cielo a Dios “verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes” (Ap. 22:4). Recordemos que tenemos la promesa del Salvador: “Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo” (Mt 24:13). De ahí, que debemos perseverar en el

conocimiento del “solo Dios verdadero”,

hasta el fin de la historia de esta tierra, cuando Cristo, el Hijo del Dios verdadero, aparecerá por segunda vez con poder y gran gloria. Vendrá a llevar a su pueblo, que le adora a él y a Dios su Padre, no en error sino “en espíritu y en verdad”. ¡Oh!, ¡Que felicidad será vivir con Dios y Cristo, en la Jerusalén celestial! ¿Y EN QUE CONSISTE LA FELICIDAD DEL CIELO SINO EN VER A DIOS? ¿QUÉ GOZO MAYOR PUEDE HABER PARA EL

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PECADOR SALVADO POR LA GRACIA DE CRISTO QUE EL CONTEMPLAR LA FAZ DE DIOS Y CONOCERLE COMO A PADRE?” (5)

Referencias 1. Conflicto de los Siglos, pág. 53. 2. Conflicto de los Siglos, pág. 669. 3. Ministerio de Curación, pág. 318. 4. Conflicto de los Siglos, pág. 655. 5. Ministerio de Curación, pág. 328.

EDITORES DEL MENSAJE DE LA COSECHA

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CAPÍTULO I “JEHOVÁ” EL ÚNICO DIOS VERDADERO La Biblia enseña: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios: mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre” (Dt. 29:29). Por consiguiente, la revelación que Dios ha dejado en su Palabra, es para nuestro estudio y debemos esforzarnos por entenderla, conforme está escrita en ella. No como explican muchos con opiniones extra bíblicas, que como consecuencia se encuentran adorando a un Dios triuno, que no es el Dios de la Biblia. De acuerdo a las Sagradas Escrituras, “los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos” y “el hombre”, fue creado por “Jehová Dios” (Gn. 2:1,7), que es un Dios personal existente de por sí mismo y no un Dios triuno, constituido por tres personas. Cristo “desde el principio, desde los días de la eternidad” (Mi 5:2), antes de la creación de los ángeles y “antes de la tierra” (Pr. 8:23), “fue formado Dios” (Is. 43.10) y por él y para él fueron hechas todas las cosas. A fin que nadie dude, escuche las palabras de Jesús, que habla de sí mismo: “dice Jehová, que yo soy Dios” (Is. 43:12). El apóstol Pablo declara, él era su Hijo unigénito, “siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia”; “hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos” (He 1:3,4). Cristo, el Hijo de Dios, fue el ejecutor de la voluntad de su Padre, en la creación de los ángeles y de todas las cosas que hay en los cielos y en

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la tierra. El apóstol Pablo dice: “Porque en él fueron creados todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él” (Col: 1:16). Nuestro Señor Jesús, como ser personal, era la Palabra de Jehová, su Padre. El Espíritu Santo que es otra persona, era el “aliento de su boca”. Ellos, cumplieron la voluntad de Dios, porque cada uno era poder de Dios, en la creación de todas las cosas. Así está escrito: “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca” (Sal 33.6).

1. EL PUEBLO MONOTEÍSTA El pueblo judío desde sus inicios, como nación, era monoteísta, porque creía en un solo Dios personal, que es Jehová, creador del cielo y de la tierra. Sin embargo, los cristianos de la actualidad creen que el Creador es el Dios Trinidad y no Jehová. Los sacerdotes, pastores y dirigentes del mundo religioso, hacen lo imposible por demostrar que ese Dios triuno, que adoran, es el mismo Dios bíblico del Antiguo Testamento y, caen en diversas contradicciones insalvables. Con conocimiento de causa o no, los cristianos modernos se encuentran peligrosamente adorando a un Dios falso, que no es el Dios de la Biblia sino fabricado por el papado, simbolizado por la “bestia que

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tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo” (Ap.13:1). Esta profecía refiere el alcance de esa adoración “y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia” (Ap. 13:4-8). El dragón y la bestia representan a Satanás y se hace adorar, a través del nombre del Dios - la Trinidad -, que inventó por medio del papado, su vicario en la tierra. ”El archiengañador no había terminado su obra. Estaba resuelto a reunir al mundo cristiano bajo su estandarte, y a ejercer su poder por medio de su representante, el orgulloso pontífice que pretendía ser el representante de Cristo”

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Si un cristiano alaba y adora a Jehová, está adorando en verdad al Dios de la Biblia, que adoró Abraham, Isaac y Jacob. Pero, si se encuentra alabando al Dios triuno, el Dios inventado por el papado, está adorando a la bestia, su inventor y, está bajo amenaza del tercer ángel de Apocalipsis 14.9, que dice: “Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y toma la señal en su frente, o en su mano, Este también beberá del vino de la ira de Dios…Y los que adoran a la bestia y a su imagen no tienen reposo día ni noche, ni cualquiera que tomare la señal de su nombre” (Ap. 14:9-11). “La más temible amenaza

jamás dirigida a los mortales está

contenida en el mensaje del tercer ángel. Debe ser un pecado terrible el que acarrea la ira de Dios sin mezcla de misericordia”

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Dios no quiere, que los hombres queden en tinieblas con respecto a este asunto, de lo que representa la bestia, la marca de la bestia, el número de la bestia y el nombre de la bestia. Razón por la cual, existe el libro de Daniel y el Apocalipsis en la Biblia, para comprender su significado, a fin de que tengamos oportunidad de escapar de la ira venidera, contra los que adoran a la bestia y “cualquiera que tomare la señal de su nombre”. Para empezar a conocer estas cosas, debemos tener presente que tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento de la Biblia, habla el mismo Dios. “El Nuevo Testamento no presenta una religión nueva; el Antiguo Testamento no presenta una religión que haya de ser superada por el Nuevo. El Nuevo Testamento es tan sólo el progreso y desarrollo del Antiguo” (3) Aquí se puede ver, en forma muy clara, que si el Nuevo Testamento no presenta una nueva religión, entonces podemos concluir que el Dios personal del Antiguo Testamento es el mismo Dios personal del Nuevo Testamento. Cristo, el Hijo personal de Dios del Antiguo Testamento, es el Hijo personal de Dios en el Nuevo Testamento. El Espíritu personal de Dios o “aliento de su boca” del Antiguo Testamento, es el mismo Espíritu Santo personal del Nuevo Testamento. Resulta evidente además, que el Antiguo Testamento no presenta un Dios diferente, al Dios que menciona el Nuevo Testamento. Por consiguiente, el “único Dios verdadero” (Jn. 17:3), o “Dios vivo y verdadero” (1Ts 1:9) de la Biblia, no es el mismo Dios Trinidad, que adora el mundo religioso de hoy. Toda vez que recién en el Concilio de 17


Nicea del año 325 d.C., se aprobó la oficialización de este nuevo Dios, que no fue conocido por los primeros judíos-cristianos. La Trinidad viene a ser un “ídolo filosófico”, fabricado con nociones filosóficas y no es un Dios vivo, y esto, lo reconocen sus propios inventores. “251

Para la formulación del dogma de la Trinidad, la Iglesia

debió crear una terminología propia con ayuda de nociones de origen filosófico” (CIC: 63). La Biblia enseña que el vocablo “Dios” en hebreo es Elowah (singular) y “dioses” es Elohim (plural), son dos términos diferentes, que no da lugar a confusión alguna. Asimismo, enseña que Dios y su Hijo, con el Espíritu Santo no constituyen un Dios Triuno. Dios y Cristo son “dioses”- ‘Elohim’ y el Espíritu Santo es el Espíritu de Dios y de Cristo, en la creación y en todo. Así está escrito: “¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?” ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?” (Pr 30:4). En este texto bíblico podemos notar, que estas dos preguntas están escritas en el Antiguo Testamento y fueron formuladas antes que Cristo venga a la tierra, como Hijo de Hombre. Los que leen la Biblia fácilmente pueden dar la respuesta ¿Cuál es su nombre? Jehová. ¿El nombre de su Hijo? Cristo Jesús. Si ‘Elohim’ significa Dioses, refiriéndose al Padre y al Hijo, el Espíritu de ‘Elohim’ es el Espíritu Santo, podemos inferir que el Espíritu es de Dios y de Cristo. Esto se desprende de Gn. 1:1,2, que refiere:

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“Al principio creó ‘Elohim’ los cielos y la tierra. Ahora bien, la tierra era yermo y vacío, y las tinieblas cubrían la superficie del Océano, mientras el espíritu de ‘Elohim se cernía sobre la haz de las aguas” (Gn.1:1,2 - Santa Biblia F. Canteras - M. Iglesias). Además de lo señalado, existe el siguiente versículo donde hace ver que el Espíritu Santo no es independiente de Dios. Luego, en ese contexto podemos hablar, que todo ser viviente, es de Jehová, o procede de Dios. Así está escrito: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y

a donde huiré de tu

presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado; he aquí, allí tú estás” (Sal 139:7,8). 2. EL DIOS TODOPODEROSO Entre los “dioses” indicados, solo “Jehová” es “Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (1Co. 1:3), que no fue “creado” por nadie, porque nadie existió antes de él. La Biblia enseña que Jehová Dios existió de por sí mismo, él solo “se vistió de magnificencia”, solo “se vistió de poder” porque es el “único Dios”, “Todopoderoso” (Ap. 1:8), que todo lo puede, para él nada es imposible, existió de por sí mismo y existiendo Dios existe todo. Ningún otro ser, existió antes de “nuestro Dios y Padre” (Gal 1:4). Dios tiene existencia propia, y es la “Fuente de todo” (4) Por ello, “El deber de adorar a Dios estriba en la circunstancia de que él es el Creador, y que a él es a quien todos los demás seres deben su existencia” (5), como está escrito:

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“Jehová reina; se vistió de magnificencia; Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá. Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente” (Sal 93:1,2). “Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí” (Is. 45:5). “Jehová, el eterno el que posee existencia propia, el no creado, el que es la fuente de todo y el que lo sustenta todo, es el único que tiene derecho a la veneración y adoración supremas” (6) Cuando hablamos de “Dios”, o “Deidad” o “Divinidad”, estamos hablando del mismo y único “Jehová Dios” (Gn. 2:7), el “Dios vivo” (Ap. 7:2), que es una persona individual y no tres personas. Debemos tener cuidado de no confundirlo con - la Trinidad - “el Dios filosófico”, que no es Dios vivo como Jehová y no es una persona individual. Sino que es una elucubración humana, de que son tres personas que forman un Dios, o un “Dios en tres personas”. Aquel que cree que, Dios “comprende tres Personalidades Divinas: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”, está creyendo en la Trinidad, un Dios inexistente, elaborado con nociones filosóficas, por la Iglesia Católica, en el Concilio de Nicea del año 325 d.C. En la creación de todas las cosas, “El Hijo de Dios había ejecutado la voluntad del Padre”, y “a él, así como a Dios, debían ellas tributar homenaje y lealtad”

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Ante las huestes celestiales, “El Padre hizo

saber que había ordenado que Cristo, su Hijo, fuera igual a él; de

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modo que doquiera estuviese su Hijo, estaría él mismo también. La palabra del Hijo debería obedecerse tan prontamente como la del Padre. Este había sido investido de la autoridad de comandar las huestes angélicas. Debía obrar especialmente en unión con él en el proyecto de creación de la tierra y de todo ser viviente que habría de existir en ella. Ejecutaría su voluntad. No haría nada por sí mismo. La voluntad del Padre se cumpliría en él” (8) En términos genéricos. “Porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió” (Sal. 33:9). Dios habló y Cristo la “palabra de Jehová” con el Espíritu Santo el “aliento de su boca” obraron

cumpliendo sus

designios. Consecuentemente, solo Jehová Dios, es “el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella y el mar y las cosas que están en él” (Ap. 10:6). Esta verdad, reconocen los que adoran al “único Dios verdadero” (Jn. 17:3), el “Dios vivo” (Ap. 7:2), que es un ser personal. Pero, no reconocen los que adoran al Dios triuno, ellos andan perdidos en sus propias teorías filosóficas. Hay otros de criterios materialistas, que caminan en las falsas teorías de la evolución, que argumentan: “el hombre llegó a existir mediante un lento proceso evolutivo de las formas bajas de la vida animal o vegetal”, “de gérmenes, moluscos o cuadrúpedos” (9) Los que aceptan las Sagradas Escrituras como la Palabra de Dios, conocen con toda verdad, que la genealogía de nuestro linaje llega hasta “Adán, hijo de Dios” (Luc. 3:38). Los que aceptan la teoría de la 21


evolución, conciben la idea que su genealogía llega hasta los simios, incluso más allá a gérmenes. Sin embargo, los que se consideran que son hijos de Dios, cuando alguien le dice: tienes un rostro semejante a Jesús, se sienten halagados con tal comparación (aunque no lo sean). Pero, a un evolucionista si uno le dice: eres semejante a tus ancestros, pareces a un verdadero simio, se siente ofendido, por lo tanto, no es consecuente con su creencia. Los creacionistas, aceptan que “Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente” (Gn. 2:7). El Señor nos dice cuál fue el objeto de su creación: “para gloria mía los he creado, los formé y los hice” (Is. 43:7). 3. LOS SERES HUMANOS UNA CLASE NUEVA Tomando en consideración las diferentes creaciones que Dios tiene en el Universo, los seres humanos constituimos una clase nueva y distinta, que ha sido definida de la siguiente manera: “Los seres humanos constituían una clase nueva y distinta. Fueron hechos "a imagen de Dios", y era el propósito del Creador que poblaran la tierra” (10) “Cuando Adán salió de las manos de su Creador era de noble talla y hermosamente simétrico. Era bien proporcionado y su estatura era un poco más del doble de la de los hombres que hoy habitan la tierra. Sus facciones eran perfectas y hermosas. Su tez no era blanca ni pálida, sino sonrosada, y resplandecía con el exquisito

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matiz de la salud. Eva no era tan alta como Adán. Su cabeza se alzaba algo más arriba de los hombros de él. También era de noble aspecto, perfecta en simetría y muy hermosa”

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Dios puso al hombre y a la mujer en “un huerto en el Edén” (Gn.2:8). “La inocente pareja no usaba vestiduras artificiales. Estaban vestidos de un velo de luz y esplendor como el de los ángeles. Este halo de luz los envolvió mientras vivieron en obediencia a Dios... Parte del tiempo debían emplearlo en la placentera labor de cultivar ese huerto, y otra parte en recibir la visita de los ángeles, escuchar sus instrucciones y dedicarse a feliz meditación. Sus ocupaciones no eran fatigosas, sino agradables”

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4. LOS SEIS DÍAS DE TRABAJO Y “EL REPOSO DE LOS DIOSES” El tiempo que Dios y Cristo emplearon para crear los cielos, la tierra, y al hombre, fue de seis días literales de trabajo y un día de reposo. Al respecto en el Libro de Génesis leemos: “Fueron pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo y bendijo Dios al día séptimo y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” (Gn. 2:1-3). Es de verse que, de los siete días que Dios empleó para crear el mundo y al hombre, “reposó el día séptimo de toda la obra que hizo”. Al día sábado lo “bendijo Dios” y “lo santificó”. En ese día reposó Dios y Cristo su Hijo Unigénito, que es “verdaderamente Dios en infinitud” (13)

De ahí, que el sábado es el “reposo de los dioses”, por consiguiente

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de los siete días de la semana se permite poner de relieve la bendición y santidad del sábado, como “día de descanso divino”, desde la creación misma. “Su

observancia

había

de

ser

un

acto

de

agradecido

reconocimiento de parte de todos los que habitasen la tierra, de que Dios era su Creador y su legítimo soberano, de que ellos eran la obra de sus manos y los súbditos de su autoridad. De esa manera la institución del sábado era enteramente conmemorativa, y fue dada para toda la humanidad. No había nada en ella que fuese obscuro o que limitase su observancia a un solo pueblo”

(14)

El sábado fue guardado por Adán y los hijos obedientes de su descendencia. Del patriarca Abraham está escrito: “Oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes” (Gn. 26:5). 5. EL DÍA SÁBADO EN LOS DIEZ MANDAMIENTOS Cuando el Israel literal recibió “los mandamientos de Jehová” (Dt. 7:17), era para toda la humanidad. Entre los diez mandamientos está la observancia del sábado, como cuarto mandamiento. Así dijo el Señor: “Acuérdate del sábado, para consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al SEÑOR tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. Acuérdate de que en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay

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en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso EL SEÑOR bendijo y consagró el día de reposo” (Ex 20:8 - Santa Biblia - Nueva Versión Internacional). Cristo, y los apóstoles guardaron el día sábado verdadero, no el falso. Jesús dijo: “El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado - añadió - Así que el hijo del hombre es Señor incluso del sábado” (Mr. 2: 27, 28 – Santa Biblia – Nueva Versión Internacional). El día sábado después de la muerte de los apóstoles, siguió guardándose por la iglesia cristiana durante “la fiera persecución que sufrió la iglesia bajo el paganismo”

(15)

. Sin embargo, desde el siglo II de nuestra

era, cuando la Iglesia primitiva entró en “apostasía”, profetizado por el apóstol Pablo,

Satanás “el misterio de iniquidad”, “el hombre de

pecado” (2 Ts.2:3,7), hizo entrar nuevas creencias que no tienen sustento en la Biblia. Este “hijo de perdición” en el periodo final de la Edad Antigua hasta la Edad Media, la santidad y significado del sábado como día del Señor, lo cambió para el día domingo, que era el día del sol del paganismo. Su cambio fue gradual y paulatino, todo ello

está

registrado en la historia. Como es sabido, la profecía señala que se iba a restaurar el sábado como verdadero día del Señor. Su cumplimiento empezó a fines de la Edad Moderna y a inicios de la Edad Contemporánea, específicamente desde el año de 1844 en adelante, con el surgimiento de la Iglesia Adventista del Sétimo Día. Desde entonces, se sigue proclamando que el sábado es el día de reposo, que Dios ha instituido como su día santo.

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La proclamación del sábado en oposición del domingo seguirá haciéndose más notorio en la humanidad, hasta el final de la historia de la tierra. Incluso está profetizado, que en estos últimos años de la historia de esta tierra, el Dios Todopoderoso volverá a probar a sus hijos. Observar el verdadero día sábado o el sábado falso, será la prueba, que causará una tribulación grande, en todo el mundo. A los fieles que han de pasar la “gran tribulación”, que está por llegar, Jesús dijo: “Oren para que su huida no suceda en invierno ni en sábado” (Mt. 24:20).

Referencias: Capítulo 1 1. Historia de la Redención, pág. 346. 2. Historia de la Redención, pág. 402. 3. Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 43. 4. Deseado de Todas las Gentes, pág. 13. 5. Conflicto de los Siglos, pág. 489. 6. Patriarcas y Profetas, pág. 313. 7. Patriarcas y Profetas, pág. 15. 8. Exaltad a Jesús, pág. 12. 9. Patriarcas y Profetas, pág. 25. 10. Hijos e Hijas de Dios, pág. 9. 11. Historia de la Redención, pág. 21. 12. Historia de la Redención, pág. 21. 13. Alza tus Ojos, pág. 365. 14. Patriarcas y Profetas, pág. 29. 15. Historia de la Redención, pág. 342.

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CAPÍTULO II LA SUSTITUCIÓN DEL SÁBADO POR EL DOMINGO 1. ¿COMO FUE LA SUSTITUCIÓN? “El apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo

la

gran

apostasía

que

establecimiento del poder papal”

(1)

daría

como

resultado

el

Dicho apóstol vio que Satanás iba

a introducir subrepticiamente errores doctrinarios en la iglesia primitiva, después de la muerte de los apóstoles. “Satanás atacó al cuarto mandamiento también, y trató de poner a un lado el antiguo sábado, que Dios había bendecido y santificado, para exaltar en su lugar la fiesta que guardaban los paganos con el nombre de “venerable día del sol”. Al principio ese cambio no se llevó a cabo abiertamente. En los primeros siglos todos los cristianos guardaban el sábado”

(2)

En el siglo II habiendo entrado la apostasía en la iglesia cristiana, se empezaron a formar dos grupos que opinaban diferente en relación al día sábado y al día domingo. Para unos el día sábado seguía siendo el día del Señor, para otros justificaban que el día del Señor era el domingo, porque en ese día resucitó Cristo. Así registra la historia eclesiástica: San Ignacio de Antioquia (año 107 d.C.), enseñaba: “Los que vivían según el orden de cosas antiguo han pasado a la nueva esperanza,

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no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por Él y por su muerte”. Justino Mártir (año 165 d. C.) indicó las varias razones, que les llevó a considerar al domingo como día del Señor: “Adoraban en domingo porque es el día en que Jesús, resucitó; el domingo, primer día de la semana, cuando Dios creó la luz, anticipando la resurrección de Cristo, nueva creación y llegada definitiva de la Luz divina al mundo.” 2. EL DÍA DOMINGO, FESTIVIDAD PÚBLICA EN EL IMPERIO ROMANO. El domingo toma relevancia política en los planes del emperador Constantino, porque un 7 de marzo de 321 d.C., decretó que dicho día sería observado como día de reposo civil obligatorio. La revelación indica que “con gran sutileza Satanás obró por medio de sus instrumentos para lograr sus propósitos. Para que la atención de la gente se dirigiera al domingo, lo convirtió en una festividad en honor de la resurrección de Cristo” (3) La historia relata que el emperador Constantino, poco tiempo de emitir el decreto indicado se convirtió al cristianismo. Su conversión fue nominalmente y no en una forma sincera. Este emperador introdujo costumbres paganas a la iglesia cristiana, que corrompieron la doctrina que enseñó Jesús, cuya secuela todavía se ve en el mundo religioso de hoy.

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“Constantino pagano aún, promulgó un decreto para apoyar la observancia general del domingo como una festividad pública en todo el Imperio Romano. Después de su conversión siguió siendo un ferviente abogado del domingo, y su edicto pagano fue puesto en vigencia en provecho de su nueva fe”

(4)

El decreto de Constantino, tiene el siguiente tenor: “En el venerable día del Sol, que los magistrados y las gentes residentes en las ciudades descanse, y que todos los talleres estén cerrados. En el campo sin embargo, que las personas ocupadas en la agricultura puedan libremente y legalmente continuar sus quehaceres porque suele acontecer que otro día no sea apto para la plantación o de viñas, o de semillas; no sea que por descuidar el momento propicio para tales operaciones la liberalidad del cielo se pierda”.

3. EL DOMINGO EXALTADO COMO DÍA DEL SEÑOR.

El papado, para darle visos de santidad de que el domingo es un día santo, hizo una maniobra de sustitución, la santidad del sábado lo pasó para el domingo. Esto sucedió pocos años después del año 321 d.C., el papado irrogándose que es el vicario de Cristo y todo lo que atare aquí en la tierra sería atado en el cielo y que todo lo que desatare sería desatado en el cielo, aprobó en el Concilio Ecuménico de Nicea (año 325 d.C.), que el domingo es el día del Señor y en ese día debe celebrarse la pascua.

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“Pocos años después de la promulgación del decreto de Constantino, los obispos de Roma le confirieron al domingo el título de día del Señor. De ese modo se indujo a la gente gradualmente a que considerara que poseía un cierto grado de santidad. No obstante, se seguía guardando el sábado original”

(5)

Para impedir que los cristianos, continuaran guardando el sábado original, el día santo de reposo, los obispos de Roma se reunieron en el Sínodo de Laodicea (363 y 364 d.C.). En este concilio emitieron en forma de reglas escritas o cánones, 59 ó 60 cánones. Con el cánon 29 decretan que descansar el sábado era judaizar y emiten la prohibición de guardar el sábado. “Los cristianos no deben judaizar descansando el sábado, sino que deben trabajar en ese día honrando mejor el día del Señor, y, si pueden descansar entonces como cristianos. Pero si alguno fuere hallado judaizando, sea anatema de Cristo”. Estos sacerdotes católicos, que obligaban guardar el domingo como día del Señor y diciendo que guardar el sábado era judaizar, no hacían más que cumplir el dictado de Satanás. “Se celebraron grandes concilios, de vez en cuando, a los que concurrían dignatarios de la iglesia procedentes de todas partes del mundo. En casi cada uno de ellos se degradaba un poco más el sábado que Dios había instituido, mientras

en forma

proporcional se exaltaba el domingo. De ese modo la festividad pagana finalmente llegó a ser honrada como una institución divina, mientras al sábado de la Biblia se lo declaró reliquia del judaísmo, y se insistió en que su observancia era maldita”

30

(6)


4. EL DÍA DOMINGO, COMO DÍA DEL SEÑOR, EN LA IGLESIA CATÓLICA. La Iglesia Católica, al establecer sus propios diez mandamientos, impuso la obligación de guardar el día domingo, en reemplazo del sábado, ubicándolo dentro del tercero de sus mandamientos. El segundo mandamiento de los diez, que Dios promulgó en el monte del Sinaí fue omitido. “Para completar su obra impía, Roma pretendió eliminar el segundo mandamiento de la ley de Dios, que prohíbe la adoración de imágenes, y dividió el décimo mandamiento en dos para conservar el número exacto” (7) El Catecismo de la Iglesia Católica declara: “2191 “El sábado, que representaba la coronación de la primera creación, ES SUSTITUIDO por el domingo que recuerda la nueva creación, inaugurada por la resurrección de Cristo” (CIC: 483). “2192 “El domingo… ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta primordial de precepto” (CIC: 1246,1). “2193 “EL domingo y las demás fiestas de precepto… los fieles se abstendrán de aquellos trabajos y actividades que impidan dar culto a Dios…” (CIC: 483-484). 5. EL DÍA DOMINGO, COMO DÍA DEL SEÑOR EN LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS. Las iglesias evangélicas, guardan nueve mandamientos de los diez, que Dios proclamó en el monte del Sinaí. Además, guardan el día domingo, que el catolicismo lo estableció como día del Señor, en 31


sustitución del sábado. Para justificar la

inobservancia del sábado, el

“día de descanso divino”, aquellas iglesias enseñan que Cristo clavó en la cruz la ley y no están obligados a guardar el sábado bíblico, (guardan solo los nueve restantes). Argumentando falsamente que viven por gracia pasan por alto, lo que dijo Cristo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley” (Mt. 5:17,18). Los que piensan que, en la gracia, el tener fe en Jesús ya no es necesario guardar la ley de los diez mandamientos, se engañan y engañan a otros. El apóstol Pablo preguntó: “¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley” (Rom. 3:31). Por la ley viene el conocimiento del pecado y cuando la infringimos, la ley no nos limpia del pecado, sino que señala la fe en Cristo y por medio de él acudir a Dios, quién dice: “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones” (Is. 43:25). Así dice el apóstol: “De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe” (Gá. 3:24). De ahí, que debemos tener presente “Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley” (1 Jn. 3:4). “Nadie se engañe a sí mismo con la creencia de que una parte de los mandamientos de Dios no es esencial”. “Dios no ha puesto

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ningún mandamiento en su Palabra que los hombres puedan obedecer o desobedecer a voluntad sin sufrir las consecuencias. Si el hombre elige cualquier otro camino que no sea el de la estricta obediencia, encontrará que “su fin son caminos de muerte” (Prov. 14:12)” (8) Referencias: Capítulo 2 1. Historia de la Redención, pág. 342. 2. Historia de la Redención, pág. 345. 3. Historia de la Redención, pág. 345. 4. Historia de la Redención, pág. 345. 5. Historia de la Redención, págs. 345, 346. 6. Historia de la Redención, pág. 346. 7. Historia de la Redención, págs. 344, 345. 8. Patriarcas y Profetas, pág. 375.

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CAPÍTULO III LA SUSTITUCIÓN DE JEHOVÁ POR LA TRINIDAD 1. ¿CÓMO FUE LA SUSTITUCIÓN OFICIAL? Constantino, el emperador de Roma, cuatro años después de haber expedido el decreto estableciendo el domingo como festividad pública y, convertido ya nominalmente al cristianismo, presidió el Primer Concilio Ecuménico de Nicea. Este concilio se llevó a cabo en el año 325 de nuestra era. Allí, el emperador aprobó por otro decreto, la creencia de LA TRINIDAD, como el Dios verdadero creador del cielo y de la tierra y de todo cuanto existe. Sus adoradores de este nuevo Dios, hasta la fecha no pueden explicarlo, ni entenderlo. No obstante, hacen una serie de razonamientos extra bíblicos, llamándolo finalmente “misterio”, o sencillamente “dogma”. Desde el Concilio de Nicea en adelante, todo cristiano quedó obligado a creer en la TRINIDAD como Dios y el que lo negaba era sentenciado de “hereje”, sujeto a castigos del imperio y la excomunión de la Iglesia Católica. Fue así, entonces, como el DIOS TRINIDAD sustituyó a “JEHOVÁ”, el Dios de la Biblia. La Iglesia Católica declara en su catecismo: “El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana”. “Es pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe;

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es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial en la “jerarquía de las verdades de fe” (CIC 234: 60). Esta enseñanza, en los cristianos de hoy, es una “marca” de “fe y de vida cristiana” que llevan escrito en la mente y la defienden. El apóstol Juan observó que era una creencia general de todo el mundo cristiano, bajo el símbolo de la mujer Babilonia, que tenía esta creencia “MISTERIO” escrito en la frente: “Y en su frente un nombre escrito: MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS FORNICACIONES Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA” (Ap. 17:5). Aparte de Babilonia, el apóstol Juan observa, “una mujer pura y sus hijos”, mencionado en Ap. 12:1 y Ap. 14:1. Esta mujer y sus hijos no tienen en su frente escrito “misterio”, porque no creen en esta doctrina del catolicismo. Ellos tienen otra marca, llevan escrito el “sello de Dios en sus frentes”. “De los que lo forman Juan habla como de aquellos que “guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (1) 2. LA

TRINIDAD,

EL

DIOS

BAAL

MODERNO

DEL

MUNDO

RELIGIOSO ACTUAL.

La verdad bíblica de que Dios es uno y único, es una de las verdades que por diecisiete siglos, ha estado tapado por la escoria del error, de “el misterio de la Santísima Trinidad”. Los unitarios o antitrinitarios de

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aquellos tiempos, hicieron lo que pudieron para demostrar que solo hay un solo Dios Todopoderoso y su Hijo Cristo nuestro Señor, que merece nuestra adoración, pero el error prevaleció. Como consecuencia, hasta la actualidad se escucha decir, que todo cristiano cree en la Trinidad y el que no cree en esta doctrina, no es cristiano, es un “arriano”, “un hereje”.

Las iglesias antitrinitarias no son consideradas como cristianas por el Consejo Mundial de Iglesias, que en su página Web declara “agrupa a 349 iglesias denominacionales y comunidades de iglesias en más de 110 países y territorios de todo el mundo que representan más de 560 millones de cristianos”. Esta entidad, “es la mayor y más representativa de las muchas expresiones organizadas del moderno Movimiento Ecuménico, cuyo objeto es la unidad de los cristianos”, “están llamadas a alcanzar el objeto de la unidad visible en una sola fe y una sola comunión eucarística”. Se entiende, que es una fraternidad de iglesias, que busca encontrar la unidad en la fe trinitaria.

El Consejo Mundial de Iglesias, fue organizado en el año de 1948 y pertenecen a ella las congregaciones religiosas más grandes del mundo: la Iglesia Anglicana, la

Iglesia Bautista, la Iglesia Católica, la Iglesia

Luterana, la Iglesia Menonita, la Iglesia Metodista, la Iglesia Pentecostal, la Iglesia Ortodoxa, las Iglesias Evangélicas, la Iglesia Adventista del Sétimo Día y muchas otras, unidas en la fe de la Trinidad. Esta confederación de iglesias del mundo cristiano ¿No será el cumplimiento de lo que fue profetizado el 18 de noviembre de 1899? “Se acerca el tiempo cuando se formará una terrible confederación, una

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fraternidad establecida por Satanás. Las agencias humanas impías se unirán con fuerzas diabólicas, y todo será imbuido con las insignias satánicas. Satanás ha descendido con gran poder y trabaja con todo engaño de iniquidad para los que se pierden. Está organizando ahora las huestes que estarán listas para enunciar sus palabras: “¿Quién es como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? (Apocalipsis 13:4).” (2) La fe trinitaria es lo opuesto a lo que en el Concilio de Nicea, el sacerdote católico ARRIO sostuvo, que Dios es una persona individual y Cristo es el primer hijo de Dios, antes de todas las cosas, basado en el texto bíblico de Proverbios 8:22, en donde Cristo es personificado por la “sabiduría”. Así relata la historia de la Iglesia

Primitiva, escrita por

diversos escritores católicos. En este pasaje bajo la palabra “sabiduría” Cristo se encuentra personificado “para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1 Co. 1:24). El contendor del cura ARRIO era otro cura católico ATANASIO, quien utilizó “nociones de origen filosófico”, para sostener que Dios no es una persona individual. Si no, Dios es la Trinidad, formado por tres personas coexistentes, coiguales y coeternas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Por decisión mayoritaria, prevaleció la posición de

ATANASIO, defensor de la fe trinitaria. El Emperador Constantino, al perdedor Arrio, dispuso su destierro a Iliria, sus libros fueron quemados y su enseñanza fue satanizado por los sacerdotes trinitarios. Desde entonces, quien creía la enseñanza de que en Proverbios 8:22, habla Cristo: “Jehová me poseía en el principio…

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Antes de los abismos fui engendrada”, era llamado hereje, y con desprecio tildado de arriano.

No obstante, podemos ver, que la creencia en un Dios personal, no era invento de Arrio, sino una revelación divina otorgada al rey Salomón, al apóstol Pablo y al apóstol Juan. Escrito está: Cristo es “el primogénito de toda creación” (Col 1:15), Cristo es “el principio de la creación de Dios” (Ap. 3:14). 3. LAS DISCUSIONES DE LA TRINIDAD ANTES DEL CONCILIO DE NICEA.

La Trinidad como Dios, que prevaleció sobre el Dios Jehová en el Concilio de Nicea del año 325 d.C. y que ahora profesa el mundo religioso, su aparición es parecida a la forma como el domingo reemplazó al sábado, como día del Señor. Esto en razón, que la apostasía que entró a la iglesia apostólica, permitió la entrada de diversas creencias contrarias a la Biblia, que no es el objeto estudiarlas todas ellas. Sino en particular, la Trinidad de cómo entró a formar parte de las enseñanza de la iglesia primitiva, después de la muerte de todos los apóstoles. Aquí veremos un poco de cómo se fue aceptando la creencia trinitaria y como ésta fue reemplazando a Jehová, la creencia primigenia de los primeros cristianos. En el libro, Historia de la Iglesia Primitiva, por Norbert Brox, 1986 podemos leer la investigación realizada por historiadores católicos. Ellos dicen con mucha precisión: “En la segunda mitad del siglo III se

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manifestaron en Oriente y Occidente puntos de vista contrapuestos acerca de la imagen cristiana de Dios, y en concreto por lo que se refería a las relaciones de Cristo, o del Logos con Dios (Padre)”. “La interpretación subordinacionista había sido al comienzo la común a toda la Iglesia en su forma de creer en el Padre y en el Hijo (sobre el Espíritu aún no se hacían afirmaciones similares). Era la forma consecuente al monoteísmo bíblico-judío de los cristianos. La fe en un solo Dios era algo espontáneo. Y al referirse al Logos divino y al Espíritu era algo conciliable a todas luces con el monoteísmo dentro del modelo de subordinación al único Dios”

(3)

Resulta evidente entonces, que los primeros cristianos no creían en la Trinidad, cuando ellos se percataron de esta nueva creencia, empezaron a rechazarla. Los historiadores refieren: “Los comienzos de la doctrina trinitaria en la Iglesia se entendieron como un politeísmo y fueron rechazados cual herejía en nombre del Dios bíblico” (4) “La rápida y fuerte reacción de toda la Iglesia en este conflicto demuestra que Arrio no estaba solo y que muchas personas pensaban como él. El nombre de “arrianismo”, para el movimiento que entonces se iniciaba es relativamente casual, ya que Arrio no fue más que uno de los varios representantes destacados de dicha teología” (5) a. LA TEOLOGÍA DE ARRIO. El escritor Norbert Brox expresa: “La teología de Arrio se interesaba por la subordinación ontológica del Hijo a Dios (Padre). 39


Para ello formulaba una serie de propiedades o notas exclusivas de Dios; así, el Padre era el único no engendrado, el único no creado, el único eterno, el solo sin principio. En una palabra “el único verdadero Dios “porque “El es absolutamente el único que es el Origen (arkhe)”pues que es el principio de todas las cosas.” “El Hijo, en cambio, no es nada de todo eso, sino que ha sido creado y hecho. Una de las fórmulas provocativas sonaba así.”El (el Hijo) no era antes de ser engendrado”, y otra aseguraba: “Hubo un tiempo en que Él no existía”. Junto con muchos otros, Arrio veía demostrada esta afirmación en el texto bíblico de Pro. 8,22: “El Señor me creó como

principio de sus caminos “Con esta prueba

escriturística y con otras afirmaciones Arrio enseñaba que el Hijo había sido creado antes de todos los seres y por encima de los mismos tenía que seguir; pero no era menos importante y cierta su subordinación a Dios. El Hijo es ciertamente la criatura más perfecta, pero había sido creado y hecho. Así, pues, el arrianismo es un tipo de subordinacionismo”

(6)

Ahora bien, como es evidente, estos puntos de vista expuestos por Arrio no eran inventos de él, la historia demuestra que en ese tiempo no había una creencia definida, en la cuestión trinitaria, sino solo tradiciones y proyectos concurrentes. Las decisiones obligatorias solo se tomaron en el Concilio de Nicea en adelante, como consecuencia del curso del conflicto, que Arrio desencadenó dentro de la política eclesial de la Iglesia Católica.

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“De ahí que en su posición dogmática claramente definida no se pueda considerar a Arrio ya desde el comienzo como un desviacionista respecto de una fe ortodoxa claramente establecida y la que hubieran de atenerse todos. Era discípulo del antioqueno Luciano, y estaba persuadido de que con su subordinacionismo estaba defendiendo una teología antigua y venerable” (7) b. EL CREDO DE ATANASIO (LA TRINIDAD). El defensor de la Trinidad en el Concilio de Nicea del año 325 d.C., fue el sacerdote católico Atanasio, que posteriormente estableció un credo sobre la Trinidad, llamado QUICUNQUE VULT. Dicho credo tenía como propósito establecer la doctrina católica

sobre la divinidad de

Cristo y la Trinidad de Dios, en oposición a la teología de Arrio. El credo es extenso, pero mencionaremos algunos puntos a fin de que tenga sus propias conclusiones, si son o no conformes con la Biblia. Veamos: “Todo aquel que ha de ser salvo, antes de todas las cosas es necesario que practique la fe católica. Tal fe la cual excepto todos la observen completa y sin mácula, sin duda han de perecer eternamente. Y la fe católica es esta: “Que adoramos a un Dios Trino, Una Trinidad en Unidad… El Padre no es creado, el Hijo no es creado, y el Espíritu Santo no es creado… El Padre es eterno, el Hijo es Eterno, y el Espíritu Santo es Eterno y ellos no son tres Eternos, pero Un Eterno…” “Por lo que de la misma manera el Padre es Todopoderoso, el Hijo es Todopoderoso, y el Espíritu Santo es Todopoderoso. Y tampoco son tres Todopoderosos, pero un Todopoderoso. Por lo 41


tanto, el Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios. Y tampoco existen tres dioses, pero un solo Dios. Por lo tanto, de igual manera el Padre es Señor, el Hijo es Señor, y el Espíritu Santo es Señor. Y tampoco existen tres Señores, pero un solo Señor…” “Por lo cual estamos prohibidos por la religión católica, decir, que hay tres Dioses, o tres Señores. El Padre no es creado ni engendrado. El Hijo es el único del Padre, no hecho, ni creado, pero engendrado. El Espíritu Santo es del Padre y del Hijo, no es hecho, ni creado, ni engendrado, pero procedente…” “Y en esta Trinidad ninguno es antes del otro, o después del otro; ninguno es más grande, o menor que otro. Pero las tres Personas completas son co-eternas juntas y co-iguales. Por lo tanto en todas estas cosas, como ya ha sido mencionado, la Unidad en Trinidad y la Trinidad en Unidad debe ser Adorada. Por lo que aquel que será salvo, debe pensar en la Trinidad…”. “Esta es la fe católica, la que excepto un hombre crea fielmente (verdadera y firmemente), no puede ser salvo.” 4. EL ARRIANISMO EN LOS PUEBLOS BARBAROS. Desterrado de los dominios del imperio romano, por el emperador Constantino,

el sacerdote ARRIO y sus seguidores, propalaron su

doctrina por los pueblos bárbaros: los godos, los hérulos, los vándalos, los burgundios, los suevos y “el arrianismo fue adoptado como fe nacional”. Algunas de estas tribus, invadieron Roma.

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El escritor Urias Smith, expresa: “Odoacro, el caudillo de los hérulos, fue el primero de los bárbaros que reinó sobre los romanos. Ascendió al trono de Italia en 476 d.C” (8) “Toda la vasta población goda que descendió sobre el Imperio Romano, en lo que tenía de cristiana, rendía acatamiento a la fe del hereje alejandrino… El primer conquistador de Roma, Alarico; el primer conquistador de África, Genserico, eran arrianos. Teodorico el Grande, rey de Italia, y héroe mencionado en los cantos de los “Nibelungos”, era arriano” (9) a.

LA

LUCHA

RELIGIOSA

DE

TRINITARIOS

CONTRA

ARRIANOS. Los católicos trinitarios, en Italia, encabezados por el papa, fueron los que propiciaron la guerra a los católicos arrianos, “por recuperar el dominio, a lo menos en su diócesis patriarcal”

(9)

. Los pontífices

ocasionaron las guerras, hasta destruir a las tribus arrianas. Su éxito, fue el inicio del surgimiento del poderío papal en la Edad Media. Todo esto sucedió, como la profecía había predicho, sobre el surgimiento del “cuerno pequeño” (Dn. 7:8), que “a tres reyes derribará” y, “hablará palabras contra el Altísimo”, que habría de surgir dentro de las diez tribus, de la Roma imperial, después de su caída y extinción. Este cuerno pequeño, representa el surgimiento de la Roma papal, conforme describe la profecía: “…Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el

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cual será mayor que los primeros, y a tres reyes derribará” (Dn 7:24,25). “…Durante siglos continuó agitando el mundo cristiano, y los arrianos se hicieron por doquiera acervos enemigos del papa y de la iglesia Católica Romana. Era evidente que la difusión del arrianismo habría de frenar la marcha del catolicismo… Pero la profecía había declarado que este cuerno pequeño que simbolizaba el papado llegaría al poder supremo, y que en el proceso de alcanzar esta situación habría de subyugar a tres reyes.” “Afirmamos positivamente que las tres potencias o cuernos arrancados fueron los hérulos, los vándalos y los ostrogodos;... y el arrianismo fue adoptado como fe nacional

por los guerreros

conversos que se habían asentado sobre las ruinas del Imperio Occidental. Esta diferencia irreconciliable en la religión era fuente perpetua de celos y odio; y el reproche de ser bárbaro era exacerbado por el más odioso epíteto de herético”. “Tal era la situación cuando en 533 d.C Justiniano inició sus guerras contra los vándalos y los godos. Deseando alistar de su parte la influencia del papa y el partido católico, promulgó aquel decreto memorable que había de constituir al papa cabeza de todas las iglesias, y de cuya ejecución, en 538 d.C, data el comienzo de la supremacía papal”

(10)

“Daniel vio a esta potencia hacer guerra contra los santos. ¿Hizo esta guerra el papado? Millares de mártires contestan que sí. Lo atestiguan las crueles persecuciones que la potencia papal hizo

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sufrir a los valdenses, los albigenses y los protestantes en general” (11)

Es de verse entonces, que los católicos trinitarios prevalecieron sobre los católicos arrianos. La doctrina de que Dios es “JEHOVÁ”, el único Dios bíblico,

sucumbió y fue ocultado por la escoria del error de la

doctrina de la “TRINIDAD”, el Dios triuno. Desde el siglo IV hasta el presente siglo XXI, sigue prevaleciendo la doctrina de la Trinidad de la Iglesia Católica, sobre la doctrina de Jehová Dios, de la Biblia. Actualmente, la mayoría de cristianos y de todas las iglesias cristianas, adoran a la Trinidad. Estos hermanos hechizados por el error, “desprecian la soberanía del Anciano de días y colocan en el trono un falso dios, un ser de su propia definición, un ser totalmente semejante a ellos mismos” (12) Referencias: Capítulo 3 1. Comentario Bíblico EGW, tomo 7, pág. 983. 2. Historia de la Iglesia Primitiva, pág. 219. 3. Historia de la Iglesia Primitiva, pág. 221. 4. Historia de la Iglesia Primitiva, pág. 224. 5. Historia de la Iglesia Primitiva, pág. 225. 6. Historia de la Iglesia Primitiva, pág. 224. 7. Las Profecías de Daniel, pág. 95. 8. Las Profecías de Daniel, pág. 96. 9. Las Profecías de Daniel, pág. 96. 10. Las Profecías de Daniel, pág. 99. 11. Las Profecías de Daniel, pág. 90. 12 Mensajes Selectos, tomo 3, pág. 454.

45


CAPÍTULO IV EL PADRE Y EL HIJO SON DIOSES NO UN DIOS Cuando Jehová Dios, enunció los Diez Mandamientos y los escribió en dos tablas de piedra, quedó registrado su voluntad al decir: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Ex 20:3). Los trinitarios argumentan, que esto se refiere a los ídolos de los moradores de la tierra, pero no que en el cielo haya dioses. Sin embargo, el apóstol Pablo afirma que en el cielo y en la tierra si hay dioses y señores. “Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él. Pero no en todos hay este conocimiento” (1Co 8:5-7).

Nos preguntamos ¿Quiénes son los dioses en el cielo?, ¿Dice la Biblia que en el cielo hay dioses falsos? Las Escrituras enseñan que

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los Dioses propios del pueblo de Israel literal y ahora del Israel espiritual son el Padre y el Hijo, empero el Padre es el único Dios fuente de todo. El apóstol Pablo hace resaltar “para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas”, “y un Señor Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas”. La enseñanza popular, de que Dios no hizo la materia y que ésta siempre existió, para muchos les ha traído confusión. La otra creencia que argumenta, la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma es considerada como si fuera un gran avance del conocimiento del hombre, pero solo son elucubraciones vanas, porque no tiene sustento en la Biblia. “Al formar el mundo, Dios no se valió de materia preexistente. Por el contrario, todas las cosas, materiales o espirituales, comparecieron ante el Señor Jehová a la orden de su voz y fueron creadas para el propósito de él. Los cielos y todo su ejército, y todas las cosas que contienen, son no solo la obra de sus manos, sino que llegaron a la existencia por el aliento de su boca”

(1)

1. CRISTO EL COMPAÑERO DE DIOS EN LA CREACIÓN. En la creación de todas las cosas, “El soberano del universo no estaba solo en su obra benéfica. Tuvo un compañero, un colaborador que podía apreciar sus designios, y que podía compartir su regocijo al brindar felicidad a los seres creados”

(2)

.

Aquel compañero y colaborador de Dios era Cristo, su Hijo unigénito, que fue hecho igual a Dios, “mucho antes de sus obras de antaño”. 47


Al respecto Cristo nos dice: “Cuando Dios cimentó la bóveda celeste y trazó el horizonte sobre las aguas, allí estaba yo presente. Cuando estableció las nubes en los cielos y reforzó las fuentes del mar profundo… cuando plantó los fundamentos de la tierra, allí estaba yo, afirmando su obra” (Pr 8: 22- 30, Santa Biblia. Nueva Versión Internacional). Cuando Dios dijo: “hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Gn 1:26), el Padre habló a Cristo, porque son los “dioses” del cielo. Dicho de otro modo, El Padre, como Dios “mayor” (Jn 14:28), habló a Cristo, el “Dios menor” Dios” (Gn.1:7), habló a “Jehová Emmanuel”

(4)

(3)

, o “Jehová

, o “El gran Jehová”

habló a “Jehová” (Gn 18:13), o el “gran Yo Soy”

(6)

(5)

, habló a él “Yo

soy” (Jn. 8:58).

En Juan 1:1, se encuentra escrito: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”. En Ap. 19:13, está revelado que Cristo es “EL VERBO DE DIOS”. Siendo esto así, en la expresión de Jn. 1:1, el “Verbo era Dios”, indica que Cristo era “el Verbo”. Ahora bien, si reemplazamos el término “Dios” por el término “Cristo”, en el texto bíblico leído, podemos ver la siguiente expresión: En el principio era el (Cristo) y el (Cristo) era con

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Dios (el Padre), y el (Cristo) era Dios. Por consiguiente, siendo Cristo un Dios y en el principio “era” con Dios el Padre, podemos concluir que ambos, el Padre y su Hijo son “Dioses”. Pero no, que los dos formen un Dios, con el Espíritu Santo.

Cuando vino la Lluvia Temprana a la iglesia primitiva, en el día del pentecostés judío, el apóstol Pedro interpretando el mensaje del rey David, muy explícitamente dijo: “Porque David no subió a los cielos; empero él dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a éste Jesús que vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo” (Hch. 2: 34-36). Esto evidencia, a todas luces, que está revelado que Dios y Cristo son “señores “y no, que ambos, formen “un señor”, o “un Dios”. Si bien Cristo dijo “Yo y el Padre uno somos” (Jn .10:30), esto no destruye la personalidad individual de Dios, tampoco quiere decir que el Padre y el Hijo formen una misma persona, un Dios, o Deidad, o Divinidad, como enseñan los adoradores de la Trinidad. “La unidad que existe entre Cristo y sus discípulos no destruye la personalidad de uno ni de otros. Son uno en propósito, en 49


espíritu, en carácter, pero no en persona, Así es como Dios y Cristo son uno” (7) 2. EL PADRE DE CRISTO, EL ÚNICO DIOS FUENTE DE TODAS LAS COSAS. En los primeros siglos, de apostasía de la iglesia cristiana, las enseñanzas de filósofos griegos o paganos, en materia de religión eran “doctrinas de demonios” (1 Tm. 4:1) y, fueron aceptados por los cristianos. Una de esas doctrinas, es la creencia que Dios es un ser sin principio. Esta enseñanza del paganismo en la mente del creyente, se levanta como valla que impide la compresión de las verdades de la Biblia, acerca del único Dios personal. Con estos preconceptos del paganismo, los cristianos del periodo de Éfeso, Esmirna, Pérgamo tradujeron las Escrituras del hebreo, griego, arameo, agregando sus opiniones o suprimiendo el divino nombre personal del Creador: “JEHOVÁ”, (YHWH o YHVH). Este nombre divino fue sustituido por los títulos como “Señor”, “el Señor”, “Adonay (Adonaí)” o “Dios”. Fueron introducidos estos errores, “Aun antes del establecimiento del papado”, errores que hoy pasan como verdades, pero siguen siendo errores: “Aun antes del establecimiento del papado, las enseñanzas de los filósofos paganos habían recibido atención y ejercido influencia dentro de la iglesia. Muchos de los que profesaban ser convertidos se aferraban a los dogmas de su filosofía pagana, y no solo seguían estudiándolos ellos mismos sino que inducían a

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otros a que los estudiaran también a fin de extender su influencia entre los paganos. Así se introdujeron graves errores en la fe cristiana”

(8)

La enseñanza de que, Dios es “sin principio”, es una creencia de todas las iglesias cristianas, que nos precedieron. No hay ninguna iglesia que no crea esta doctrina filosófica. Sin embargo, en la Biblia no existe ningún versículo que diga que Dios es sin principio. Veamos: “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Ap. 1:8). En este pasaje bíblico Dios dice Yo soy el “principio”, no dice yo soy el “sin principio”. Ahora bien, todo lo que no existe es porque nunca tuvo principio, si enseñamos que Dios es sin principio estamos enseñando que Dios no existe. Si Dios no es el principio de sí mismo, tampoco es el principio de todo. Pero si Dios es el principio de todo, entonces también es el principio de sí mismo. De ahí, que cuando Dios dice: “YO SOY… EL PRINCIPIO”, está diciendo que él tiene principio y ese principio es él mismo, porque es el ÚNICO “DIOS TODOPODEROSO” (Ap. 4:8), que todo lo puede y pudo existir de por sí mismo; y es el origen de todo. No debemos olvidar: “Jehová” es: “Dios personal y existente de por sí”

(9)

51


“Ser eterno, que existía por sí mismo”

(10)

“Dios eterno que existe por sí mismo”

(11)

“Jehová, el eterno, el que posee existencia propia, el no creado, el que es la fuente de todo y el que lo sustenta todo, es el único que tiene derecho a la veneración y adoración supremas” Referencias: Capítulo 4 1. Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 258. 2. Patriarcas y Profetas, pág. 11. 3. Comentario Bíblico EGW, tomo 7, pág. 941. 4. Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 33. 5. Patriarcas y Profetas, pág. 28. 6. La Educación, pág. 178. 7. Ministerio de Curación, pág. 329.. 8. Conflicto de los Siglos, págs. 62, 63. 9. Ministerio de Curación, pág. 323. 10. Patriarcas y Profetas, pág. 15. 11. Conflicto de los Siglos, pág. 469 12. Patriarcas y Profetas, pág. 13.

52

(12)


CAPÍTULO V CRISTO “EL PRIMOGENITO DEL CIELO” HECHO IGUAL A DIOS 1. ¿CRISTO ES HIJO POR NATURALEZA O POR CREACIÓN? Toda persona que adora a la Trinidad, le resulta difícil, comprender la verdad bíblica de que Cristo es Hijo de Dios por creación, antes de todas las cosas. Es el caso del Dr. E.J. Waggoner, en su libro titulado “CHRIST OUR RIGHTEOUSNESS” (1892), traducido al portugués (LIBERTOS PARA SEMPRE), en la página 14, sostiene que hay tres formas de ser hijo de Dios: a) Hijos por creación, la creación de Adán y Eva, así como a los ángeles. Menciona Lc. 3:38 y, Job 38:6,7. b) Hijos por adopción, las personas que se convierten a Cristo. Menciona Ro 8:14,15. c) Hijo por naturaleza, solo y únicamente Cristo. Pero no menciona ningún texto bíblico, porque no existe. La creencia de que Cristo es Hijo de Dios, por naturaleza y no por creación, no es una doctrina que se encuentre en la Biblia. Es una enseñanza

trinitaria de la Iglesia Católica, que declara: “466… Pero

desde el siglo III, la Iglesia tuvo que afirmar frente a Pablo de Samosata, en un Concilio reunido en Antioquia, que Jesucristo es hijo de Dios por naturaleza y no por adopción” (CIC: 109).

53


Algunos, actualmente dicen que no aceptan ni creen en la palabra Trinidad, pero si en lo que enseña la Trinidad. Esta posición doctrinaria, es como de aquel comensal que dijo: “Yo no como huevos, pero si como lo que pone la gallina”, que significa la misma cosa, que si come huevos. No aceptar la Trinidad es no creer en esta doctrina, pero si alguien cree su enseñanza, aunque no acepte la palabra Trinidad, aquel sigue siendo un trinitario, que tiene en su frente escrito este “misterio”. Ahora bien, como ya se ha indicado, la Biblia enseña que solo hay dos formas de como son los hijos de Dios, o son por creación o son por redención, no por naturaleza. Según Proverbios 8:22,23 Cristo es Hijo de Dios por creación antes de todas las cosas, pero muchos lo niegan. Mas “Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios” (1 Jn. 4:15) Cristo personificando la sabiduría declara: “Yahveh me creó al principio de su proceder, con anterioridad a sus obras, desde siempre. Desde la eternidad fui constituida, desde el comienzo, antes de los orígenes de la tierra” (Sagrada Biblia - F. Canteras - M. Iglesias). “Yavé me creó - fue el inicio de su obra - antes de todas las criaturas, desde siempre. Fui formada antes de los siglos, desde el comienzo, antes que la tierra”. (La Biblia Latinoamericana). “Yahveh me creó, primicia de su camino antes que sus obras más antiguas. Desde la eternidad fui fundada. Desde el principio, antes que la tierra”. (Biblia de Jerusalén).

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“El SEÑOR me dio la vida como primicia de sus obras, mucho antes de sus obras de antaño. Fui establecida desde la eternidad, desde antes que existiera el mundo” (Santa Biblia - Nueva Versión Internacional). “El Señor me creó al principio de su obra,

antes de que él

comenzará a crearlo todo. Me formó en el principio del tiempo, antes de que creara la tierra” (La Biblia - Dios Habla Hoy). En Isaías 43, encontramos la declaración de Cristo, de que él es Dios. Se basa en la afirmación hecha por su Padre. “… dice Jehová, que yo soy Dios” (Is. 43:12). “Aún antes que hubiera día, yo era” (Is. 43:13).

En cambio, sobre la creación de los ángeles, del hombre y del mundo entero, está escrito que fueron creados por Cristo, dentro de todas las cosas. “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de los que ha sido hecho, fue hecho” (Jn. 1:3). “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él” (Col 1:16). 2. LAS VERDADES DESPRECIADAS DURANTE SIGLOS. Con las diversas traducciones de la Biblia, que en la actualidad existen, resulta más fácil, comprender que Cristo es el primer Hijo de Dios, por creación, HECHO IGUAL A DIOS, antes de todas las cosas. Sin embargo, en los siglos que han pasado esta verdad había sido 55


descuidada y despreciada. Hoy en día, es factible descubrir su sagrado valor y, de su conocimiento depende nuestra salvación en la verdad y no en el error. A fin de entender leamos cuanto está revelado: “Cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios” (He 1:6). “Dios había prometido el Primogénito del cielo para salvar al pecador” (1)

Nosotros, estamos viviendo en la Edad Contemporánea, en el periodo de la iglesia de Laodicea, que no es una persona jurídica y tampoco una iglesia literal, sino el último periodo de la iglesia cristiana. Después de Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis y Filadelfia, sigue Laodicea. “Los nombres de éstas simbolizan diferentes periodos de la iglesia en la era cristiana”

(2)

. Por tal motivo, las diversas versiones de la Biblia

que están a nuestro alcance, nos da la oportunidad de poder comprender con mayor amplitud, el significado de Proverbios 8:22-24 y de muchos otros versículos de la Biblia. En estos versículos encontramos dos palabras: “sabiduría” y “engendrada”. Los trinitarios no aceptan que aquí en este versículo habla Cristo sobre su origen, como consecuencia a estas dos palabras le dan significados diferentes. No reconocen que Cristo es “sabiduría de Dios” (1 Co 1:24) y dicen: “Si la sabiduría fuera literalmente creada, entonces llegamos a una situación difícil: la de haber existido un tiempo cuando Dios estaba sin sabiduría. Obviamente esto no puede

56


ser lo que se propone… Sugerir que hubo un tiempo cuando a Dios le faltó sabiduría…es absurdo” (3) Cuando Cristo habla en

Proverbios 8:22-30, no habla como una

sabiduría literal creada, sino “personificando la sabiduría”, que es cosa diferente. Personificar según el diccionario quiere decir: “atribuir vida, acciones o cualidades propias del ser racional al irracional, o a las cosas inanimadas, incorpóreas o abstractas”. “El Señor Jesucristo, el divino Hijo de Dios, existió desde la eternidad… [Personificando la sabiduría], declara:”Jehová me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras… Antes de los abismos fui engendrada”

(4)

“El Hijo de Dios, hablando de sí mismo declara: Jehová me poseía en el principio de su camino, ya de antiguo, antes de sus obras…” (5). En cuanto a la palabra

“me poseía”, “engendrada”, las nuevas

versiones de la Biblia, que hemos leído líneas atrás, le dan una equivalencia de

“formado”, “creado”, “nací”. De ahí, que hoy se

descubre su sagrado valor, que bajo la figura de la palabra “sabiduría”, habla Cristo. Esto evidencia el cumplimiento de las siguientes profecías: “Preciosas joyas de verdad, perdidas de vista durante mucho tiempo, han de ser ahora devueltas a los hijos de Dios”

(6)

“Verdades preciosas, por largo tiempo ocultas, han de ser reveladas de una manera que pondrá de manifiesto su sagrado

57


valor; porque Dios glorificará su Palabra para que aparezca en una forma en que nunca antes la hayamos visto” “Grandes

VERDADES

DESCUIDADAS

Y

(7)

DESPRECIADAS

DURANTE SIGLOS, serán reveladas por el Espíritu de Dios, y nueva significación brillará repentinamente de textos familiares” (8)

Nos preguntamos: ¿En qué siglo se

descuidó y despreció las

verdades escritas en Proverbios 8:22, de que Cristo fue creado por Dios, igual a él, en el inicio de su obras, antes de todas las criaturas? La respuesta no se deja esperar, fue en el siglo IV, específicamente en el año 325 d.C. Desde el siglo IV, cuando se fabricó el ídolo de la Trinidad, en el Concilio Ecuménico de Nicea, se llama “hereje” o “arriano” a quien cree que Cristo el Hijo de Dios es: “el primogénito de toda criatura” (Col. 1:15). “el principio de la creación de Dios” (Ap. 3:14). Para los eruditos, la palabra en griego “arjé” significa “principio” y su significado es “origen”. Los adoradores de la Trinidad dicen que principio “en sentido activo” significa “originador”, o “principiador”. Sin embargo, cualquier diccionario enciclopédico señala su definición, que principio se refiere a “comienzo” de una cosa, no a su autoría, no en el sentido de ser originador o causador de la existencia de la cosa.

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No obstante, muchos para evitar el calificativo de “arriano”, han descuidado de investigar la Biblia sobre este tema, para no sentirse despreciado. Pero ahora, el “otro ángel” de Ap. 18:1, ha descendido del cielo para quitar de nuestra mente ese miedo del diablo y podamos conocer al Dios verdadero y a su Hijo nuestro Señor. Todo estamos llamados a aceptar la verdad bíblica -la fe de Jesús- si nuestro deseo es estar en el cielo componiendo los 144,000 sellados “que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en su frente” (Ap. 14:1). Precisamente, en la Biblia encontramos escrito, las doctrinas que constituyen “la fe de Jesús” (Ap. 14:12), en la cual debemos cimentar nuestra posición doctrinaria y no albergar la fe trinitaria. Cristo ejercitando su fe, hizo diferencia entre él y su Padre, entre él y su Dios, dice: “Subo a mi Padre y a vuestro Padre. a mi Dios y a vuestro Dios” (Jn20:17). “Mi Padre…es mayor que todos” (Jn 10:29). “Voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo” (Jn 14:28).

De estos textos fluye, Cristo es Hijo, por creación de Dios (antes de todas las cosas). De igual modo nosotros, somos hijos de Dios, por creación de Cristo (dentro de todas las cosas) y, somos hijos de Dios por adopción (si aceptamos a Cristo como nuestro Salvador). Es de verse, que el Padre es un Dios mayor y Cristo es un Dios menor, pero Cristo no vino como Dios menor, sino como hombre. “No vino a nuestro mundo para obedecer como un Dios menor a un Dios

59


mayor, sino como un hombre para obedecer la santa ley de Dios, y por eso es nuestro ejemplo”

(9)

.

3. “EL MISTERIO” DE LA TRINIDAD El mundo religioso enseña que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo forman un Dios y no dioses. Cuando a los adoradores de este Dios trino se les pide una explicación, dicen que la Trinidad es un “MISTERIO”, que “no puede ser comprendido por la razón humana y solo puede ser conocido, pero no entendido ni demostrado”, llamándolo también dogma. Sobre este aspecto al apóstol Juan se le reveló, que Babilonia – el mundo religioso- tenía esta creencia escrito “en su frente” (Ap. 17:5), lo cual contrastado con la realidad, resulta innegable esta verdad bíblica. El Catecismo de la Iglesia Católica explica: “233… Los cristianos son bautizados en “el nombre” del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y no en “los nombres” de éstos… pues no hay más que un solo Dios El Padre Todopoderoso y su Hijo único y el Espíritu Santo: La Santísima Trinidad” (CIC: 60). “234… El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial en la “jerarquía de las verdades de fe” (CIC: 60).

60


“253… La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: “la Trinidad consubstancial” (CIC: 64). El mundo religioso cristiano, cuyas creencias son una mezcla de verdad con error, está representado por “una mujer” ramera. Al apóstol Juan se le dijo: “Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la grande ramera… y vi a una mujer… y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS” (Ap.17:1-5). Según

la

profecía, la

denominación

“Babilonia

la grande”

representa a la Iglesia Católica y “las rameras”, representa a iglesias que se atienen a sus doctrinas. El nombre escrito “un misterio” en la frente de Babilonia, representa a la creencia del misterio de la Trinidad. Por consiguiente es un

peligro para

la

salvación, no

sacarse esa

inscripción de la frente, de seguro que perecerá el que voluntariamente lo toma en su frente y con su mano la defiende. Babilonia “es Roma”

(10)

. Se dice que Babilonia es ‘madre de las

rameras’. Sus hijas deben simbolizar las iglesias que se atienen a sus doctrinas y tradiciones” representa “el mundo religioso”

(11) (12)

. En otras palabras Babilonia,

. Pues bien, si Babilonia en su frente

lleva escrito “MISTERIO”, significa que se refiere a sus creencias religiosas que está escrito en la mente de los que conforman esta iglesia. De ahí, que todo aquel que cree en la Trinidad, lleva “escrito” “en su frente” (en su mente), que Dios está conformado por tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y que no son tres dioses, sino un Dios.

61


La Trinidad, es “un ídolo filosófico”, formado por la Iglesia Católica, con nociones de origen filosófico, así lo declara su catecismo: “251… Para la formulación del dogma de la Trinidad, la Iglesia debió crear una terminología propia con ayuda de nociones de origen filosófico: “substancia”, “persona “o “hipóstasis”, “relación”, etc.” (CIC: 63). Como es de verse “Muchos han entronizado un ídolo filosófico en lugar de Jehová, mientras que el Dios viviente, tal cual está revelado en su Palabra, en Cristo y en las obras de la creación, no es adorado más que por un número relativamente pequeño” Vale decir, millones de cristianos guardadores

(13)

.

del domingo y del

sábado son trinitarios y un número “pequeño”, observadores del sábado, no adoran a la Trinidad, solo adoran al Padre y al Hijo. Si bien existe libertad religiosa, en el sentido, que cada quien cree lo que quiere, se da el caso, los que anhelan recibir el sello del Dios vivo, no deben tomar la marca del nombre de la bestia, en su frente, o en su mano. 4. LA TRINIDAD ENSEÑA ADORAR AL ESPÍRITU SANTO La creencia de la Trinidad fue perfeccionada en otro concilio ecuménico llamado Concilio de Constantinopla (381 d.C.), que fue convocado por el emperador Teodosio. En este concilio se amplió la fórmula trinitaria elaborada en el Concilio de Nicea del año 325 d.C., en los términos siguientes: “Creemos… en el Espíritu Santo, Señor y vivificante,

62


que procede del Padre, que juntamente con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado, que habló por los profetas.”

Esto significa en consecuencia, que se aprobó la adoración del Espíritu Santo, adoración que se mantiene en todas las iglesias cristianas de la actualidad. El movimiento de Ap. 18:1, que da fuerza al triple mensaje angélico, proclama que solo deben de adorarse a Dios y a su Hijo, nuestro Señor. Así declara el primer ángel de Ap. 14:7. ”Temed a Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida; y adorad a aquel que ha hecho el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas”.

Es de verse aquí, que solo debemos honrar a Dios y a su Hijo Cristo Jesús, “aquel” que ha hecho los cielos y la tierra, por voluntad de su Padre. En oposición a este mensaje se escucha otra voz, de los que adoran a la Trinidad,

que debemos de adorar al Espíritu Santo. La

verdad bíblica que solo debe de adorarse al Padre y al Hijo es innegable, el que adora al Hijo adora al Padre que le envió, son los “dioses” del cielo. No en vano está escrito en los Diez Mandamientos: “No tendrás

63


dioses ajenos delante de mí” (Ex. 20:3), Consecuentemente no debemos olvidar: “El Padre y el Hijo únicamente deben ser exaltados”

(14)

5. “JEHOVÁ” ES EL NOMBRE DADO A CRISTO POR SU PADRE EL “GRAN JEHOVÁ”. Ahora preguntémonos, porque el apóstol Pablo dice en 1 Co. 8:7, “¿Para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas?”, como hablando de que Dios es un ser personal y no un Dios, formado por tres personas, como enseña

la

Trinidad. ¿Será que Dios es un ser personal, o será un Dios formado por tres personas? ¿Qué dijo Jesús acerca del Padre, de él mismo y del Espíritu Santo? “Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Jn. 17: 3). “Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo” (Jn. 5: 26). “y yo vivo por el Padre” (Jn. 6: 57). “Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti” (Jn. 17: 7). “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre” (Jn. 15:26).

64


De estos textos bíblicos fluye, que el único Dios, que tiene vida en sí mismo es un ser personal. Cristo es otro ser personal, que ha recibido la vida de Dios y el Espíritu Santo, también es un ser personal que procede de Dios. Pero solo a Dios y a Cristo se debe de adorar. “Dios es espíritu; sin embargo, es un Ser personal, pues el hombre fue hecho a su imagen” (15) En el tiempo del Israel antiguo se reconocía que “Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Dt. 6:4). En el “ángel de Jehová”, que los guiaba, reconocían a Cristo, en quien estaba el nombre de Jehová; otorgado por el propio Padre. Escrito está: “He aquí yo envió mi Ángel delante de ti…Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él” (Ex. 23: 20, 21). En Cristo está el nombre de JEHOVÁ, porque él era “el ángel de su faz”

(Is. 63:9), el “ángel de Jehová”, que dijo a Satanás:

“Jehová te reprenda, oh Satanás, Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda”. (Zac. 3:2).

El profeta Isaías escribió las palabras, que Jehová Dios habló acerca de su Hijo. Aquí Jehová llama a Cristo “mi siervo”, “mi escogido”, “he puesto sobre él mi espíritu”. De igual manera expresa que aparte de Cristo “y a otro no daré mi gloria”. 65


“He aquí mi siervo, yo le sostendré, mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá Justicia a las naciones” “yo Jehová, este es mi nombre, y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas”(Is. 42: 1,8). “Jehová es el nombre dado a Cristo”

(16)

Es importante señalar, que Cristo no se ha dado así mismo el nombre de Jehová, ha sido dado por su Padre “El gran Jehová”

(17)

. El Rey del

Universo, ha declarado “Jehová, este es mi nombre, y a otro no daré mi gloria”, esto conlleva que solo a Cristo Jesús le ha dado su gloria. Hecho que tampoco significa, que el Padre y el Hijo sean un solo Jehová, como piensan algunos. Son dos Jehová, el Padre es el gran Jehová y Cristo es Jehová. En el siguiente texto bíblico podemos notar la diferencia: “entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos” (Gn 19:24).

El Dios Jehová que habló con Abraham antes de destruir Sodoma y Gomorra era Cristo. “Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a

66


Abraham; y Abraham volvió a su lugar” (Gn 18:33). En cambio el Dios Jehová, “Jehová desde los cielos”, es el Padre de Cristo. Los judíos del tiempo de Jesús, rechazaron la pretensión de que el Salvador sea el Hijo de Jehová y que Jehová sea el Padre de Cristo y, le consideraban un blasfemo. En cierta ocasión, Jesús, haciendo su defensa de que era “Hijo de Dios”, les dijo a los judíos: “¿Por cuál obra de esas me apedreáis? Respondiéronle los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; y

porque

tú,

siendo

hombre,

te

haces

Dios.

Respondiendo Jesús: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije ¿Dioses sois? Si dijo, dioses, a aquellos a los cuales fue hecha palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada); ¿A quién el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tu blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?” (Jn. 10: 32-36). Satanás ha divulgado la creencia, que si uno adora a Cristo, que es una persona individual, está adorando a un Dios que no es el Padre, que es otra persona individual. Aparentemente pareciera que fuera así, pero no lo es, porque al adorar a Cristo estamos adorando al Padre - el único Dios - verdadero auto existente y preexistente. Cristo, dijo: “para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envío” (Jn. 5:23). 67


“Jesús clamó y dijo: El que cree en Mí, no cree en mí, sino en el que me envió” (Jn. 12: 44). Dios, “cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios” (He 1:6). En tal virtud, si adoramos a Cristo estamos adorando al Padre “que le envió”, el único “Dios eterno que existe por sí mismo” posee existencia propia, el no creado”

(19)

(18)

, “que

.

Cristo fue el ejecutor de la voluntad de Dios su Padre, en la creación de todas las cosas. Para nosotros Cristo, es nuestro Creador que merece nuestra adoración, porque el Padre lo dispuso, pues quien adora al Hijo está adorando al Padre, el único Dios verdadero que existe de por sí mismo. “El Hijo de Dios había ejecutado la voluntad del Padre en la creación de todas las huestes del cielo, y a él, así como a Dios, debían ellas tributar homenaje y lealtad. Cristo había de ejercer aún el poder divino en la creación de la tierra y sus habitantes. Pero en todo esto no buscaría poder o ensalzamiento para sí mismo, en contra del plan de Dios, sino que exaltaría la gloria del Padre, y ejecutaría sus fines de beneficencia y amor”

(20)

.

Razón por la cual, hoy, no debemos adorar al “misterio” de la Trinidad - el ídolo filosófico.

68

Los que adoran a este Dios en tres


personas, están siendo inscritos en sus frentes este “MISTERIO”, están sellando su destino para la destrucción. Solo debemos adorar al “gran Jehová”- el “Dios vivo” - “el no creado” - y, a Cristo que lleva su nombre “Jehová”, “el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” (He 1:2). 6. CRISTO RECIBIO VIDA DIVINA Y ORIGINAL CUANDO FUE HECHO IGUAL A DIOS.

Nuestro Señor Jesús cuando nació de mujer, sobre su naturaleza divina tomó la vida física del hombre. “La vida física es algo que recibe el individuo. No es eterna ni inmortal, pues la toma de nuevo Dios, el dador de la vida” (21). El apóstol Juan describe que en Jesús hombre “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Jn 1:4). “Aquí no se especifica la vida física, sino la vida eterna, la vida que es exclusiva propiedad de Dios”

(22)

“A fin de que pudiéramos contemplarla y no ser destruidos, la manifestación de su gloria fue velada. Su divinidad fue cubierta de humanidad, la gloria invisible tomó forma humana visible”

(23)

.

Es bueno preguntarse, ¿Qué gloria tenía Cristo con el Padre antes que el mundo fuese?, ¿Quién dio a Cristo esa gloria, o él la adquirió de sí mismo? Veremos según está revelado, que Cristo tenía “gloria divina y original”. Esa gloria fue dado por Dios su Padre, cuando fue hecho igual a Dios, antes de la fundación del mundo. Así está escrito: 69


“Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy también ellos estén conmigo, para que vean mí gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo” (Jn. 17:24). Cuando Cristo personificando la sabiduría dijo: “Antes de los abismos fui

engendrada” (Pr. 8:24), nos está revelando verdades

misteriosas para el hombre. “Hay luz y gloria en la verdad de que Cristo fue uno con el Padre antes de que se estableciera el fundamento del mundo. Esta es la luz que brilla en un lugar oscuro haciéndolo resplandecer con gloria divina y original”

(24)

.

En la expresión “Esta es la luz que brilla” se habla de la creación de Cristo. Aquí el símbolo de “luz” tiene dos acepciones. Una para indicar “revelación” y otra para representar a Cristo. Porque “la luz significa revelación” y “no hay ninguna luz aparte de Cristo”

(25)

.

Luego, utilizando el significado de “luz” el siguiente seria el texto: “Hay luz (revelación) y gloria en la verdad de que Cristo fue uno con el Padre antes de que se estableciera el fundamento del mundo. Esta es la luz (este es el Cristo) que brilla en un lugar oscuro, haciéndolo resplandecer (creándolo Dios) con gloria divina y original (con vida divina y original)”. El que no logre entender la gran verdad bíblica descuidada y despreciada durante siglos sobre el origen de “el Cordero de Dios que

70


quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29), tampoco entenderá las otras grandes verdades. Será entonces, presa fácil de las doctrinas falsas de Babilonia, para recibir en su frente la “marca de la bestia”, por cuanto: “Esta verdad infinitamente misteriosa en si misma explica otras verdades misteriosas, que de otra manera serían inexplicables, al paso que está encerrada como algo sagrado en luz, inaccesible e incomprensible” (26). Para los que no creen que Cristo es Hijo de Dios por creación, hecho igual al Padre, antes de la fundación del mundo, va las siguientes preguntas: ¿Cuál es “esta verdad infinitamente misteriosa en sí misma que explica otras verdades misteriosas”? ¿Cuáles son las “otras

verdades

misteriosas

que

de

otra

manera

serían

inexplicables”?. Antes de responder, recordemos: Cristo antes de venir a este mundo ya era el “divino Hijo de Dios”, ya era “el primogénito del cielo”. 6.1.

CRISTO RECIBIÓ DE DIOS LA VIDA ORIGINAL QUE NO PROVIENE NI DERIVA DE OTRA.

Nuestro Señor Jesús, reconoció a Dios como su progenitor y él se identificó como su Hijo, cuando dice: “Yo vivo por el Padre” (Jn. 6:57). “Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo” (Jn 5:26). 71


Esta declaración personal es otra verdad incuestionable, Cristo tiene “vida en sí mismo”, tan igual como tiene el Padre. La diferencia estriba en que fue Dios quien “ha dado”, “al hijo que tuviese vida en sí mismo”. Significa que a Cristo no le dio una vida prestada, como le dio al hombre, cuando fue hecho del polvo de la tierra. Dios le dio a Cristo su Hijo, una vida para siempre, recibió la vida de Dios, una “gloria divina y original”. Como se puede ver, Cristo habla referente a su vida “divina y original”, él dice: “recibí de mi Padre”. Cristo es el único de los hijos de Dios, que recibió la vida que posee Dios, de ahí, que con mucha propiedad se le llama “el unigénito hijo” (Jn. 1:18). Los que defienden la doctrina de la Trinidad, creen que Cristo no ha sido hecho igual a Dios. Para ellos, Cristo es un Dios increado, no formado por el Padre y citan fuera de contexto esta cita: “En Cristo hay vida original que no proviene ni deriva de otra” (27). Enseñan que si la vida de Cristo “no proviene ni deriva de otra”, entonces Cristo no ha sido creado ni hecho. Dicen que la vida que él tiene, la tiene de por sí mismo. ¿Será verdad esto? ¿Qué significa “vida original”? ¿Acaso significa existente por sí mismo? Al respecto, la respuesta es que “vida original” significa “vida eterna” o “vida inmortal” y no vida existente por sí mismo. Veamos: “En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres” (Juan 1:4). Aquí no se especifica la vida física, sino la vida eterna, la

72


vida que es exclusivamente propiedad de Dios. El verbo, que estaba con Dios y que era Dios poseía esa vida, la vida física es algo que ha recibido cada individuo. No es eterna ni inmortal, pues la toma de nuevo Dios, el dador de la vida. El hombre no tiene control sobre su vida. Pero la vida de Cristo no era prestada. Nadie puede arrebatarle esa vida. “Yo de mismo lo pongo” dijo: “En él estaba la vida original, no prestada, no derivada de otra. Esa vida no es inherente en el hombre. Solo puede poseerla por medio de Cristo. No puede ganarla, le es dada como una dádiva gratuita si quiere creer en Cristo como su salvador personal” (28) 6.2.

LA VIDA FISICA, QUE PROVIENE Y DERIVA DE OTRA

Cuando leemos: “En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres (Jn. 1.4). No se especifica la vida física sino la inmortalidad, la vida que es exclusivamente la propiedad de Dios. El Verbo, que estaba con Dios y que era Dios, tenía esta vida”. La vida física es algo que recibe cada individuo. No es eterna no es inmortal, pues la toma de nuevo Dios, el Dador de la vida. El hombre no tiene dominio sobre su vida. Pero la vida de Cristo no era prestada. Nadie podía quitársela. “Yo de mismo la pongo” (Juan 10:18), dijo él. En él estaba la vida, original, no prestada, no derivada. Esa vida no es inherente en el hombre. Puede poseerla solo mediante Cristo. No puede ganarla; le es dado como un don gratuito si cree en Cristo como su Salvador personal” (29) “Cristo fue investido con el derecho de dar inmortalidad”

(30)

.

73


De estos textos se comprende, que en Cristo hay tres clases de vida, bien diferenciadas, que ninguno de los seres humanos tiene. La primera es la vida “divina”, la segunda es la vida “original”, o eterna o inmortal. Ambas vidas, las recibió directamente de Dios su Padre, cuando fue hecho igual al Creador, antes de la fundación del mundo. En cambio la tercera vida, es la vida “física”, o humana, que tomó de la raza humana, cuando vino a la tierra “nacido de mujer” (Ga. 4.4). Consecuentemente, la vida que proviene y deriva de otra vida, es la vida física, que tenemos todos los seres humanos. Esta vida física es la vida prestada y derivada de otra. “Los niños reciben la vida y el ser de sus padres y sin embargo es el poder creador de Dios, al que vuestros hijos deben la vida, porque Dios es el dador de ella”

(31)

.

Por consiguiente, la “vida original” que el Dios eterno dio a Cristo, también dará a los que tienen la vida física, pero “solo mediante Cristo”. “No puede ganarla, le es dada como un don gratuito si cree en Cristo como su Salvador personal”. Porque la vida original “Esa vida no es inherente en el hombre, es exclusivamente la propiedad de Dios”. Específicamente, queda acreditado que la “vida original” de Cristo, no significa “existente por sí mismo”. Si no se refiere a la vida eterna o inmortal, que es “propiedad de Dios” y, “Cristo fue investido con el derecho de dar inmortalidad” sepulcro y de entre los hombres.

74

(32)

, a todos los que serán redimidos del


6.3.

CRISTO NO ES EXISTENTE POR SÍ MISMO

En el libro Evangelismo pág. 446 erróneamente está escrito: “Era igual a Dios, infinito y omnipotente…Es el Hijo eterno y existente por sí mismo”, Manuscrito 101, 1897)”. Según los Fideicomisarios, el manuscrito 101, fue descubierto después de muchos años de la muerte de Elena G de White. Ella murió en 1915 y el Testimonio Evangelismo que contiene el manuscrito mal traducido, se publicó por primera vez en inglés el año 1946. En la traducción del Manuscrito 101, introducen la falsa doctrina de la Trinidad, en la parte que dice: “existente por sí mismo”. Por muchos años se viene enseñando esta falsa doctrina, para sostener que Cristo no es Hijo de Dios por creación antes de todas las cosas. Sino que es un hijo existente por sí mismo y muchos lo han creído y siguen creyendo esta tremenda falsedad. Sin embargo, en el año de 1988 este mismo manuscrito aparece en la publicación del Libro Exaltad a Jesús, pág. 11. Su traducción viene en forma correcta y dice: “Era igual a Dios infinito y Omnipotente… él es el hijo eterno que posee vida eterna” (Manuscrito 101, 1897). Comparando ambos textos se ve que el significado de “existente por sí mismo” no es igual a la expresión “que posee vida eterna”. Por cuanto, los ángeles poseen vida eterna, pero ninguno es existente por sí mismo. En consecuencia, queda demostrado que Cristo “es el hijo 75


eterno que posee vida eterna” y es falso, que Cristo sea “existente por sí mismo”. Por cuanto, el único Dios existente por sí mismo, que tiene existencia propia

es su Padre y Cristo habiendo sido hecho igual a Dios se

proclama igual a su Padre. Solo Cristo “Se había proclamado a sí mismo como el que tenía existencia propia”

(33).

De ahí, que “Si los

Testimonios no hablan según la Palabra de Dios, rechazadlos” dijo ella, que ahora descansa en el Señor. Referencias: Capítulo 4 1. Deseado de Todas las Gentes, pág. 34. 2. Hechos de los Apóstoles, pág. 483. 3. La Trinidad, pág. 123. 4. Exaltemos a Jesús, pág. 10. 5. Patriarcas y Profetas, pág. 12. 6. Consejos sobre la Escuela Sabática, pág. 12. 7. Consejos sobre la Escuela Sabática, pág. 26. 8. Consejos sobre la Escuela Sabática, pág. 37. 9. Comentario Bíblico, EGW, tomo 7, pág. 941. 10. Conflicto de los Siglos, pág. 432. 11. Conflicto de los Siglos, pág. 433 12. Patriarcas y Profetas, pág. 163. 13. Conflicto de los Siglos, pág. 640. 14. The Youth’s Instructor, Junio 7, 1898). 15. Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 262. 16. Sings de Times, Mayo 3, 1899. 17. Patriarcas y Profetas, pág. 28.

76

(34)

,


18. Conflicto de los Siglos, pág. 469. 19. Patriarcas y Profetas, pág. 313. 20. Patriarcas y Profetas, pág. 15. 21. Exaltemos a Jesús, pág. 255. 22. Exaltemos a Jesús, pág. 255. 23. Deseado de Todas las Gentes, pág. 14. 24. Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 291 25. Exaltemos a Jesús, pág. 215. 26. Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 291 27. Deseado de Todas las Gentes, pág. 489. 28. Exaltad a Jesús, pág. 255. 29. Mensajes Selectos, tomo 1, págs. 348, 349. 30. Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 355. 31. Hechos de los apóstoles. pág. 253. 32. Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 355. 33. Deseado de Todas las Gentes, pág. 435. 34. Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 51.

77


CAPÍTULO VI CRISTO ES DIOS EN INFINITUD, EN PERSONALIDAD ES SU PADRE En Génesis 2:7, está escrito: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. De esta revelación surge la pregunta: ¿Quién sopló el aliento de vida en la nariz de Adán, fue el Dios triuno, que está formado por tres personas, o fue Jehová?, “un Dios personal existente de por sí”. “En la creación del hombre fue manifiesta la intervención de un Dios personal. Cuando Dios hubo hecho al hombre a su imagen, el cuerpo humano era perfecto en toda su ordenación, pero no tenía vida. Entonces un DIOS PERSONAL, EXISTENTE DE POR SÍ, sopló en ese cuerpo el aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ser vivo” (1). Es de notarse, que “Jehová Dios” es el “Dios personal, existente de por sí”, “que sopló el aliento de vida”. Fue Cristo Jesús, quien enseñó que su Padre era “el único Dios verdadero” (Jn 17:3), que “tiene vida en sí mismo”, o “existencia propia” y esa vida ha dado al Hijo.”Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo” (Jn. 5:26). El apóstol Juan explica que Jesús ha dado a “conocer al que es verdadero”, cuando

78


dice: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna” (1 Jn 5:20). 1. CRISTO ES DIOS EN INFINITUD NO EN PERSONALIDAD. La Biblia enseña que el hombre fue hecho a la “semejanza de Dios” (Gn. 5:1) y “un poco menor que los ángeles” (Heb. 2: 7). Antes que el hombre,

los ángeles fueron hechos por Cristo, “Poderosos en

fortaleza” (Sal 103: 20). Pero, Cristo fue hecho por Dios, tanto más excelente que los ángeles. El apóstol Pablo habla sobre Cristo: “Hecho tanto más excelente que los ángeles, cuanto alcanzó por herencia más excelente nombre que ellos. Porque, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi hijo eres tú, Hoy yo te he engendrado?” (He. 1: 4). Ahora bien, si el “ángel de Jehová” (Zac. 3:1) es Cristo, entonces podemos ver que la pregunta, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi hijo eres tú, hoy yo te he engendrado”?, se refiere a Cristo. “Dios es el Padre de Cristo; Cristo es el Hijo de Dios. A Cristo ha sido dada una posición exaltada. HA SIDO HECHO IGUAL AL PADRE. Todos los consejos de Dios están abiertos para su Hijo” (2)

79


“El Padre Eterno, el que no cambia, dio a su ÚNICO HIJO ENGENDRADO, RASGADO DE SU SENO Él que fue hecho a la expresa imagen de su persona, y enviado abajo, a la tierra para revelar cuán enormemente amaba a la humanidad”

(3)

Es de verse entonces, que Cristo ha sido hecho igual a Dios, “de su sustancia” (Heb. 1:3), fue “rasgado de su seno” y le dio vida “divina y original” (4). No en vano declara Cristo Jesús: “El SEÑOR me dio la vida como primicia de sus obras, mucho antes de sus obras de antaño” (Pr. 8:22 - Biblia Internacional). “Yahveh me creó, primicia de su camino, antes que sus obras más antiguas. Desde la eternidad fui fundada, desde el principio, antes que la tierra” (Pr 8:22-23 - Biblia de Jerusalén). Cristo es el único Hijo, que fue hecho de la naturaleza “divina y original” de Dios, su Padre. Él es “resplandor de su gloria e impronta de su sustancia” (Heb.1:3 - Biblia Jerusalén), que existió antes de todas las cosas, o antes de la fundación del mundo. “Cristo era Dios y en el sentido más elevado”, porque es un ser divino que procede del Padre. “Cristo es Dios en infinitud”, existente por el Padre y no existente por sí mismo. Si Cristo fuera existente de por sí, entonces Cristo no sería el divino Hijo de Dios. Luego el Padre, mentiría en la Biblia al decirnos que es el “Dios Todopoderoso”, que Cristo es su Hijo unigénito y que fue “rasgado de su seno”.

80


Recordemos Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. “Cristo era esencialmente Dios y en el sentido más elevado. Era con Dios desde toda la eternidad, Dios sobre todo, bendito para siempre” (5) “El

Señor

Jesucristo,

el

unigénito

Hijo

del

Padre,

verdaderamente Dios en infinitud, aunque no en personalidad”

es

(6)

“El hombre Cristo Jesús no era el Señor Todopoderoso sin embargo, Cristo y el Padre son uno” (7) La admirable humildad que podemos notar en Cristo, nuestro Señor, es que siendo esencialmente Dios igual a su Padre, nunca declaró ser existente de por sí mismo, sino decía “yo vivo por el Padre” (Jn. 6:57). El apóstol Pablo inspiradamente dijo sobre Cristo: “siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” (Fil. 2:6). Otro de los temas, más admirable y revelado, es que Cristo “El Hijo de Dios era el segundo en autoridad después del gran Legislador” (8)

. Pero, aquel Lucifer que “en los atrios celestiales”, “SEGUÍA A

CRISTO EN JERARQUÍA”

(9)

, no siendo en forma de Dios, quiso ser

igual a Dios y cayó para perdición. Otro ángel obediente le reemplazó en el cargo y es el ángel Gabriel.

81


2. “SERÉIS COMO DIOSES” DIJO SATANÁS A EVA. Adán y Eva fueron creados con derecho a tener vida eterna, si previamente hubieran salido victoriosos de la prueba, que debían de pasar frente a la tentación de Satanás. “Si soportaban la prueba gozarían del perpetuo favor de Dios y de los ángeles del cielo”

(10)

.

La prueba a que fue sometido Adán, consistía en obedecer o desobedecer la Palabra de Dios. “Y mandó Jehová Dios al hombre diciendo: De todo árbol del huerto comerás; más del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres morirás” (Gn. 2:16,17). Lucifer, el “ángel a quien Dios había creado dotado de poder”

(11)

,

conocido como la “serpiente antigua” (Ap. 20:2), “era astuta más que todos”, que “Jehová Dios había hecho” (Gn. 3:1), hizo caer a Adán y Eva. “Satanás tomó la forma de una serpiente y entró en el Edén. Esta era una hermosa criatura alada, y mientras volaba su aspecto era resplandeciente, semejante al oro bruñido. No se arrastraba por el suelo sino que se trasladaba por los aires de lugar en lugar, y comía fruta como el hombre. Satanás se posesionó de la serpiente, se ubicó en el árbol del conocimiento y comenzó a comer de su fruto con despreocupación”

(12)

Satanás, aprovechó su condición, de ser un ángel superior al hombre, “dijo a la mujer: ¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo

82


árbol del huerto? Y la mujer respondido a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto comemos: Más del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis” (Gn. 3: 1,4). Es de verse, que la mujer entró en dialogo con Satanás. Ella le dio oportunidad, pensaba que estaba dialogando con un animal hermoso del Jardín, demasiado tarde se dio cuenta que había dialogado con Satanás. “Satanás tentó a Eva en el Edén, y ésta argumentó con el enemigo, dándole así una ventaja. Satanás ejerció su poder hipnótico sobre Adán y Eva” (13) “Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis, más sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal” (Gn. 3: 4, 5 – Biblia Reina Valera 1909). Eva, al escuchar las expresiones de la serpiente de que serían “como dioses”, (según la Biblia versión Reina Valera de 1909 y no como Dios según la versión de 1960), empezó a “dudar de lo que Dios había dicho. Pensó que tal vez el Señor no quería decir precisamente lo que había dicho”.

(14)

Adán “comió así como ella” y

cayó en pecado, no soportó la prueba. Cuando Satanás le dijo a Eva “seréis como dioses”, se estaba refiriendo al Padre y a Cristo y no a ídolos porque en aquel entonces, que recién empezaba la humanidad, no había otros dioses como hay ahora en el mundo. Es más, la palabra “dioses” que refiere la versión Reina 83


Valera de 1909, está

escrito su original, en hebreo, en forma plural

(Elohim), que significa “dioses”. En cambio, la Biblia versión Reina Valera de 1960, la misma palabra está escrito en forma singular. Tal es así, que la palabra ‘Elohim’, que significa “dioses”, en la versión de 1960, se falsea la verdad y se traduce deliberadamente en forma singular, como si fuera (Elowah), que significa “Dios”. Por lo que hay que tener cuidado, para distinguir la verdad del error, pues una cosa es el significado de “dioses” y otra el significado de “Dios”. Los protestantes que traducen la Biblia, versión Reina Valera, no logran entender que “dioses” (plural), no es igual a “Dios” (singular). En cambio algunos católicos, eruditos en su materia, a pesar que son trinitarios, cuando traducen los libros sagrados de sus originales, demuestran honestidad. La palabra que significa “dioses”, optan por colocar en lengua hebrea ‘Elohim’, para que cada quien saque sus propias conclusiones. Veamos: “La serpiente dijo a la mujer: No moriréis por supuesto: es que ‘Elohim sabe que el día en que comáis de aquél se abrirán vuestros ojos y os haréis como dioses, sabedores del bien y el mal”. (Gn. 3:4 Sagrada Biblia – Cantera - Iglesias). 3. “VOSTROS SOIS DIOSES” DIJO JEHOVÁ. Cabe señalar, que el mundo cristiano de hoy no puede entender que existiendo un solo Dios, como es que en la Biblia habla de dioses.

84


Algunos se apresuran a decir que se refiere a los dioses falsos. Si bien esto es verdad, también es verdad que se refiere a los dioses del cielo y de la tierra (1 Co. 8:5). Razón por el cual, encontramos escrito que Jehová es “el Dios de los dioses” (Dn. 11.36). “Dios está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga”. “Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo; pero como hombre moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis” (Sal. 82: 1, 6,7). Si todos los que reciben la Palabra de Dios, son dioses, hijos del Altísimo. Con mayor derecho Cristo es Dios, porque es el Hijo Unigénito de Dios. Esto dijo Jesús: “Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la Palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?”(Jn. 10:35,36). Pese a esta verdad irrefutable, los judíos no aceptaron a Cristo como Hijo de Dios y lo mataron por el presunto delito de blasfemia, diciéndole “porque tú, siendo hombre, te haces Dios” (Jn. 10:33). Actualmente, casi la totalidad de los moradores de la tierra, no aceptan que Cristo sea Hijo de Dios, engendrado anterior a todas las cosas, antes de la fundación del mundo. No aceptan que Cristo es el primogénito del cielo y primogénito de toda criatura, por eso perderán la vida eterna, así como perdieron los judíos que mataron a Jesús. Para que esto no suceda, es urgente salir de esa gran confusión de las religiones, que están “bajo el maligno”, en donde se adora a un Dios 85


ficticio, adorando a la Trinidad. Adoremos sólo al Dios vivo y verdadero en Cristo Jesús y vivamos en la comunión del Espíritu Santo, porque la salvación no es en grupo sino personal. El apóstol Juan dijo: “Sabemos que somos de Dios y el mundo entero está bajo el maligno. Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna” (1Jn. 5.19, 20). “El conocimiento de Dios tal como fue revelado en Cristo es el que deben tener todos los salvados. Es el conocimiento que transforma el carácter. Una vez recibido, este conocimiento renovará el alma a la imagen de Dios. Comunicará a todo el ser un poder espiritual divino” (15) “El conocimiento de Dios y de Jesucristo, expresado en el carácter, es una exaltación por encima de cualquier otra cosa que se estime en el cielo o en la tierra. Es la educación suprema. Es la llave que abre los pórticos de la ciudad celestial. Es designio de Dios que posean este conocimiento todos los que se revisten del Señor Jesucristo” (16). Referencias: Capítulo 6 1. Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 262. 2. Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 266. 3. Review & Herald; 9 de julio de 1895. 4. Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 241. 5. Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 290.

86


6. Alza tus Ojos, pág. 365. 7. Exaltad a Jesús, pág. 229. 8. Exaltad a Jesús, pág. 18. 9. Comentario Bíblico, EGW, tomo 7, pág. 1184 10. Historia de la Redención, pág. 24 11. Comentario Bíblico, EGW, tomo 7, pág.1164 12. Historia de la Redención, pág. 33. 13. Mente, Carácter y Personalidad, tomo 1, pág. 741). 14. Primeros Escritos, pág.147. 15. Ministerio de Curación, pág. 332. 16. Ministerio de Curación, pág. 363

87


CAPÍTULO VII EL ESPÍRITU SANTO PODER DEL ALTÍSIMO En la Biblia, la manifestación del Espíritu Santo se ha dado en diferentes formas: como el dedo de Dios, como paloma, como lenguas de fuego, pero nunca se manifestó como un ser personal. Eso ha permitido que algunos nieguen la personalidad del Espíritu de Dios, que nieguen su existencia, otros que lo confundan como si fuera Cristo mismo. Los trinitarios van más allá, cuando dicen que el Espíritu Santo es Dios mismo; y, lo adoran. “No es esencial para nosotros ser capaces de definir con precisión que es el Espíritu Santo”. ”La naturaleza del Espíritu Santo es un misterio”

(1)

. Siendo esto así, debemos hablar del Espíritu de Dios,

en los términos que está escrito en la Biblia, no debemos especular con interpretaciones peculiares y forzadas extra bíblicas. “No debemos permitir que nuestra imaginación invente doctrinas acerca de cosas que no son reveladas” (2). 1. ¿EL ESPÍRITU SANTO ES UNA PERSONA? Las Escrituras dicen que el Espíritu Santo es “el poder del Altísimo” (Lc. 1.35). No se “le ve” (Jn. 14:17), porque es “un agente tan invisible como el viento”, “ese poder que ningún ojo humano puede ver, crea un nuevo ser a la imagen de Dios”

88

(3)

. El apóstol Pablo habla que el


Espíritu Santo es una persona, “porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios” (1 Co. 2:10). Incluso dice, que el espíritu de cada persona es otra persona interior, con el cual el Espíritu de Dios se comunica, “porque ¿Quién de los hombres, sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios” (1 Co. 2:11) “El Espíritu Santo es una persona, porque testifica en nuestros espíritus que somos hijos de Dios… el Espíritu Santo tiene una personalidad, de lo contrario no podría dar testimonio a nuestros espíritus de que somos hijos de Dios. Debe ser una persona divina, además porque en caso contrario no podría escudriñar los secretos que están

ocultos en la mente de

Dios” (4). - “Siendo Dios, el Espíritu Santo conoce la mente del Altísimo” (5)

.

- “El príncipe del mal puede ser mantenido en jaque únicamente por el poder de Dios en la tercera persona de la Divinidad, el Espíritu Santo” (6). - “El pecado podría ser resistido y vencido únicamente por la poderosa intervención de la tercera persona de la Divinidad, que iba a venir no con energía modificada, sino en la plenitud del poder divino”. “Cristo ha dado su Espíritu como poder divino para vencer todas las tendencias hacia el mal, hereditarias y cultivadas y para grabar su propio carácter en su iglesia”

(7)

.

89


Según esta verdad acumulada, Dios el Legislador del cielo, es la Deidad o la “Divinidad”

(8)

, (Hch. 17:29). Cristo “era el segundo en

autoridad después del gran Legislador”

(9)

. El Espíritu Santo es “la

tercera persona de la Divinidad”, o tercera persona de la Deidad, o tercera persona de Dios, que tiene el mismo significado. No era la tercera persona de la Trinidad, que es totalmente diferente. Es más, Jehová llama a Cristo “Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy” (He 1:5). Al Espíritu Santo lo llama “mi espíritu” (Is. 42:1), porque constituye su “poder divino”, “poder de Dios”, “poder del Altísimo”, del “único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén” (1 Tm 1:17). 2. ¿EL ESPÍRITU SANTO PROCEDE DE POR SÍ MISMO? Cristo ha enseñado, que el Espíritu Santo no existe de sí mismo, “procede del Padre” (Jn. 15:26), igual que él. En ocasión de su bautismo “Juan dio testimonio, diciendo, vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma y reposó sobre él” (Jn. 1:32). Sobre el acontecimiento del bautismo de nuestro Señor Jesús está revelado, en donde moraba el Espíritu Santo antes que venga a la tierra: “Después de salir del agua, Jesús se arrodilló en oración a orillas del río” (10) “Los ángeles nunca habían escuchado una oración semejante. Sentían el ferviente deseo de llevarle un mensaje de seguridad y amor al Redentor que estaba en oración. Pero no, el mismo Padre

90


atendería a su hijo, la luz de la gloria de Dios resplandeció directamente desde el trono. Los cielos se abrieron y los rayos de luz y gloria procedentes de él tomaron la forma de una paloma y la apariencia del oro bruñido”

(11)

Esto evidencia, que el Espíritu Santo, como persona individual, no procede de sí mismo, sino procede de Dios y mora en Dios, que es la fuente de todo. Toda vez, que como “rayos de luz”, “procedentes de él”, vino en aquella ocasión del bautismo de Cristo en “la forma de una paloma y la apariencia del oro bruñido”. 3. LA TRINIDAD ENSEÑA ADORAR AL ESPÍRITU SANTO. La creencia de que al Espíritu Santo se debe de adorar, no fue una doctrina que practicó la iglesia apostólica. Esa doctrina fue aprobada posteriormente por la Iglesia Católica en el Concilio de Constantinopla del año 381, que fuera

convocado por el emperador Teodosio. Es

conocida como “el Credo Niceno- Constantinopolitano” y que amplió la fórmula trinitaria del Concilio de Nicea del año 325 d.C. Los términos de esta doctrina es el siguiente: “Creemos… en el Espíritu Santo, Señor Y vivificante, Que procede del Padre, que juntamente con el Padre y el Hijo es adorado y glorificado, que habló por los profetas.”

91


La adoración del Espíritu Santo, es practicada por las iglesias cristianas de la actualidad, lo adoran los católicos, lo adoran los protestantes, lo adoran los adventistas del sétimo día. Ellos dicen: “Pero, ¿Qué diremos acerca de orar directamente al Espíritu Santo? Aunque no tenemos en la Escritura un claro ejemplo o una orden directa de orar al Espíritu… pues parece lógico que el pueblo de Dios pueda orar directamente al Espíritu Santo y también pueda adorarlo” (12) Sin embargo, los que aceptan el mensaje de el “otro ángel” de Ap. 18:1, que refuerza el mensaje del primer ángel, del mensaje de segundo y del tercer ángel de Ap. 14:7-13, descubrirán que solo debemos de adorar a Dios y a su Hijo, nuestro Señor. El mensaje del primer ángel dispone: “Temed a Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida; y adorad a aquel que ha hecho el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas” (Ap. 14:7). Es de verse, aquí, que solo debemos temer a Dios y adorar a Cristo, su Hijo, “aquel” que cumplió su voluntad en la creación de los cielos y la tierra. En cambio, la Trinidad enseña que debemos de adorar al Espíritu Santo, en abierta oposición y contravención al mensaje del primer ángel de Ap. 14:7. Como se ha afirmado anteriormente, en ningún versículo de la Biblia se dice que Dios, el “Altísimo”, haya dispuesto que se adore al Espíritu Santo. Luego, “¿Quién eres tú

92

y quién soy yo para decir lo


contrario?”¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?”(Is. 40:13), que debe permitir que se le adore. El Espíritu Santo es un ser divino, es una persona individual, es la Omnipotencia de Dios. En la tierra moró en Cristo (Jn 14:10), ha venido a dar “testimonio” de Cristo (Jn. 15:26). Fue enviado del cielo para redargüir “al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Jn. 15:18). De guiar “a toda verdad” (Jn. 16.13). No ha venido para ser adorado como enseñan los que adoran al Dios Trinidad. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son el “trío celestial”

(13)

, son

“los tres poderes más elevados del cielo”, pero no son la “Santísima Trinidad”, como lo llaman los católicos, ni la “Santa Trinidad”, como lo llaman los adventistas de hoy. La Biblia solo enseña,”“El Padre y el Hijo únicamente deben ser exaltados” (Ap. 14:7). El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, constituye un “nombre” para los cristianos trinitarios.” 233. Los cristianos son bautizados en “el nombre” del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y no en “los nombres de éstos” (CIC: 60). Para los cristianos antitrinitarios constituye

“el triple nombre”

(14)

,

el “trío celestial”

(15)

, “los tres

poderes” y eso no es Trinidad, es cosa diferente y distinta. 4. LA TRINIDAD ENSEÑA QUE NO HAY JERARQUÍA EN EL CIELO. La Biblia revela que “el Todopoderoso” (Ap. 1:8), es el Dios preexistente y auto existente y, Rey del Universo. Su trono está en los cielos. Cristo, su Hijo “a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” (He 1:1) está sentando a la diestra 93


de Dios. “Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? (He 1:13). Aquí es de verse, que Dios es la primera autoridad en cielo y Cristo la segunda autoridad

para recibir nuestra adoración. No hay

versículo alguno en la Biblia, que mencione, que debemos de adorar a una tercera autoridad, escrito está: “Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: AL QUE ESTÁ SENTADO EN EL TRONO, Y AL CORDERO, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos” (Ap. 5.13). Los trinitarios especulan que el Espíritu Santo se encuentra sentando en la izquierda del trono del Padre. Los teólogos de todas las tiendas religiosas, han investigado las Escrituras hasta la saciedad, buscando justificar esta su creencia, pero no encuentran ningún pasaje de la Biblia que diga algo parecido, porque no existe lo que buscan. No obstante, ellos enseñan: “Y EN ESTA TRINIDAD NINGUNO ES ANTES DEL OTRO, O DESPUÉS DEL OTRO; NINGUNO ES MÁS GRANDE, O MENOR QUE OTRO”. “El HIJO DE DIOS era el segundo en autoridad después del gran LEGISLADOR”

(16)

y, antes de su

rebelión, Satanás “en los atrios

celestiales”, “seguía a Cristo EN JERARQUÍA”

(17)

. Después de su

rebelión, el ángel Gabriel lo reemplazó en el cargo, por decisión de Dios. “Fue Gabriel, el ángel que sigue en jerarquía al Hijo de Dios, quien

94


trajo el mensaje divino a Daniel. Fue a Gabriel, “su ángel”, a quien envió Cristo para revelar el futuro al amado Juan”

(18)

Estas declaraciones son contundentes, en el sentido que Dios existente de por sí mismo, es la primera autoridad del cielo, que Cristo, el Hijo de Dios, existente por el Padre antes de todas las cosas, es la segunda autoridad, después de Dios .El ángel Gabriel, creado por Cristo dentro de todas las cosas que dijo a Zacarías: “Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios” (Lc 1.19), que sigue en autoridad al Hijo de Dios, es la tercera autoridad. Esta jerarquía se manifiesta en el siguiente versículo bíblico: “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus

siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró

enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto” (Ap. 1:1). 5. EL ESPÍRITU SANTO: UNA INFLUENCIA, UNA ENERGÍA. El Espíritu Santo es una influencia, una energía de Dios. A fin de entender un poco, revisemos la creencia de los dirigentes del grupo millerita, que predicó la segunda venida de Jesús. Joshua V. Himes, que se unió a Guillermo Miller y predicó el clamor de media noche, dirigió el movimiento del sétimo mes, conjuntamente con José Bates y Jaime White. Ellos provenían de la Iglesia Conexión Cristiana, cuya creencia era “que hay un Dios vivo y 95


verdadero, el Padre Todopoderoso… que Cristo es el Hijo de Dios… (y) el Espíritu Santo es el poder y la energía de Dios, esa influencia santa por cuyo instrumento… los impíos son regenerados, convertidos y recobrados para una vida virtuosa y santo”

(19)

Hemos visto, que el Espíritu de Dios, es una persona. Jesús dijo que él “mora con vosotros” (Jn. 14:17). Debido a esta realidad, debemos comprender: “El Espíritu Santo es el representante de Cristo pero despojado de la personalidad humana e independiente de ella. Estorbado por la humanidad, Cristo no podía estar en todo lugar personalmente. Por lo tanto, convenía a sus discípulos que fuese al Padre y enviase el Espíritu como su sucesor en la tierra. Nadie podría entonces tener ventaja por su situación o su contacto personal con Cristo. Por el Espíritu, el Salvador sería accesible a todos. En este sentido, estaría más cerca de ellos que si no hubiese ascendido a lo alto” (20) Si no logramos entender cómo se manifiesta el Espíritu Santo en nuestras vidas, otro espíritu vendrá y mantendrá en error al descuidado, hasta que pase la obra del sellamiento. Entonces, todo habrá quedado decido unos para vida y otros para muerte. De ahí, que mientras dure el tiempo de gracia, debemos pedir a Dios la presencia de su Espíritu en nuestras vidas. “Nada que no sea la influencia vivificadora del Evangelio puede ayudar al alma. Orad para que las poderosas energías del

96


Espíritu Santo, con todo su poder vivificador, recuperador y transformador, caigan como un choque eléctrico sobre el alma paralizada haciendo

pulsar cada nervio con nueva vida,

restaurando todo el hombre, de su condición muerta, terrenal y sensual a una sanidad espiritual. Así llegaréis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo escapado a la corrupción que reina en el mundo por la concupiscencia; y en vuestras almas se reflejará la imagen de Aquel por cuyas heridas somos sanados” (21)

“En el día del Pentecostés el Infinito se reveló a la iglesia poderosamente. Descendió de las alturas de los cielos mediante su

Santo Espíritu y entró como un viento poderoso en el

aposento donde los discípulos se hallaban reunidos. Parecía como si esta influencia hubiera estado restringida durante siglos y ahora el cielo se regocijaba en derramar sobre la iglesia las riquezas del poder del Espíritu. Y, bajo la influencia del Espíritu, se mezclaron las palabras de penitencia y confesión con los cánticos de alabanza por los pecados perdonados. Se oyeron palabras de profecía y acciones de gracia”

(22)

En tal sentido, resulta evidente, que la presencia, la influencia, o la energía del Espíritu Santo, nos lleva a la confesión de pecados, a elevar cánticos de alabanza y a adorar a Dios en Cristo Jesús y, no a él. En otras palabras no debemos de adorar al Espíritu de Dios, sino a Dios mismo en Cristo Jesús.

97


6. DIOS USA SU ESPÍRITU SANTO COMO LE PLACE. Dios el Rey del universo, el Creador, el Supremo Gobernante del cielo y de todo cuanto existe, dice: “Todos los llamados de mi nombre para gloria mía los he creado, los formé y los hice” (Is. 43:7). Esto nos enseña, que cada persona que viene al mundo, cumple un designio en las manos de nuestro Dios, sea que conozcamos al Creador o no. A Ciro el gobernante de los medos y persas, antes que él naciera, Dios le dijo: “Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré aunque tú no me conociste” (Is. 45:6). Dios usa a las personas de acuerdo a sus designios, que como humanos jamás podremos comprender. Él nos dice: “¿Alcanzarás tú el rastro de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso? Es más alto que los cielos. ¿Qué harás? Es más profundo que el infierno: ¿Cómo lo conocerás? (Job 11: 7,8). En cuanto a Cristo nuestro Señor está revelado, que desde su creación fue designado nuestro mediador, antes de la fundación del mundo. Dios dispuso que Cristo tome sobre sí la naturaleza humana y que viva entre los seres humanos dependiendo de Dios y glorificando su nombre y no de él y, finalmente que muera por ellos. A fin de que todo aquel que crea en su sacrificio y viva por la fe en Cristo, alcance la vida eterna gracias a la voluntad de Dios. El apóstol Pablo habla acerca de Cristo: “Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se

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exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos” (1 Co. 15: 27,28).

Referente al Espíritu de Dios, está revelado de una manera asombrosa, que echa por tierra, toda versión contraria: “El Espíritu Santo es un agente libre, activo e independiente. El DIOS DEL CIELO USA SU ESPIRITU SANTO COMO LE PLACE; y las mentes humanas, el juicio humano y los métodos humanos no pueden poner límites a su actuación, ni prescribir el canal mediante el cual ha de actuar, como tampoco es posible ordenarle al viento: “Te pido que soples en cierta dirección, y que te conduzcas de tal o cual manera”. Como el viento sopla con fuerza, y a su paso dobla y quiebra árboles altos, así el Espíritu Santo influye sobre los corazones humanos, y ningún hombre finito puede limitar su obra” (23)

Una evidencia de cómo Dios permite que su Espíritu se manifieste, podemos comprender cuando Dios proclamó los Diez Mandamientos, su Espíritu fue el dedo de Dios. Cuando Cristo fue bautizado fue enviado como paloma. En el aposento alto en el día de pentecostés fue visto como lenguas de fuego. En Apocalipsis es representando como el aceite, “ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios” (Ap. 4:5). Como los ojos de Dios, “siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra” (Ap. 5:6).

99


Referencias: Capítulo 7 1. Hechos de los Apóstoles, págs. 42, 43. 2. Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 262. 3. Deseado de Todas las Gentes, pág.144. 4. Evangelismo, pág. 447. 5. Recibiréis Poder, pág. 28. 6. Evangelismo, pág. 448. 7. Deseado de Todas las Gentes, pág.625. 8. Conflicto de los Siglos, pág. 736. 9. Exaltemos a Jesús, pág. 18. 10. Deseado de Todas las Gentes, pág.85. 11. Exaltemos a Jesús, pág. 71. 12. La Trinidad, pág. 282. 13. Evangelismo, pág. 446. 14. Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pág. 97 15. Evangelismo, pág. 446. 16. Exaltemos a Jesús, pág. 18. 17. Comentario Bíblico, EGW, tomo 7, pág. 1184 18. Deseado de Todas las Gentes, pág.201. 19. La Trinidad, pág.198. 20. Deseado de Todas las Gentes, pág.622. 21. Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 100. 22.Testimonios para la Iglesia, tomo 7, págs. 32,33 23. Recibiréis Poder, pág. 325.

100


CAPÍTULO VIII JEHOVÁ O TRINIDAD El mensaje del tercer ángel de Ap. 14:9 empezó a predicarse después de octubre de 1844 en adelante. Desde entonces, existen solo dos creencias bien marcadas en los cristianos de hoy. Aquellos guardadores del sábado que son trinitarios tan igual como los católicos y protestantes,

más

aquellos

guardadores

del

sábado

que

son

antitrinitarios. En el juicio investigador que se viene llevando a cabo en el Santuario Celestial, según la verdad acumulada se identificarán estas dos clases: Unos que adoran a Jehová y otros que adoran a la Trinidad. Unos para vida eterna y otros para perdición.

1. CRISTO, EL ÁNGEL QUE TIENE EL SELLO DEL DIOS VIVO. Juan, el apóstol dice: “Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: “No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestros Dios. Y oí el número de los sellados; ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel” (Ap. 7:2,3).

101


Los “cuatro ángeles de la tierra”, representan a los cuatros puntos cardinales del globo terrestre. Los “cuatro vientos” representan los “elementos de la naturaleza – terremotos, tempestades y lucha política – bajo el símbolo de cuatro ángeles que lo retienen. Estos vientos están bajo control hasta que Dios ordena soltarlos. Ahí está la seguridad de la iglesia de Dios” (1) El “otro ángel que subía de donde sale el sol “es Cristo, el Hijo del Dios vivo.” El más poderoso de los ángeles tiene en su mano el sello del Dios vivo, el único que puede dar vida, que puede poner la señal o inscripción sobre las frentes de aquellos a quienes se les concederá la inmortalidad, la vida eterna”

(2)

En cuanto a los 144,000 sellados de “todas las tribus de los hijos de Israel”, algunos argumentan que se refiere a judíos literales o hijos de éstos. Mas analizando a la luz de otros textos bíblicos, se podrá ver que se refiere a los judíos espirituales. “Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en el interior” (Ro. 2: 28,29). Desde la muerte de Cristo en la cruz, quien lo acepta a él como su Salvador personal y guarda sus mandamientos es un hijo del Israel espiritual, con quien Dios hará un pacto como está escrito: “Este es el pacto que haré con ellos, después de aquellos días, dice el Señor, pondré mis leyes en sus corazones y en sus mentes los escribiré” (Heb. 10:16)

102


En los israelitas espirituales, Dios ha puesto su ley y en sus mentes los tiene escrito. En otras palabras ha “sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios”. Las promesas hechas al Israel literal, después de la muerte de Cristo, pasaron al Israel espiritual, que guarda el sábado como señal de Dios. “En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico”. “Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposo” (Ex. 31:13,17). 2. EL SELLO DEL DIOS VIVO. La observancia del sábado, constituye la señal entre Dios y su pueblo y no que el sábado sea el sello del Dios vivo. Muchos enseñan que guardando el sábado y adorando dioses ajenos, como la Trinidad, van a ser sellados por Dios. Sin embargo, el que piensa así se engaña y engaña a otros, tal como aquel que no guarda el sábado, el día del Señor, piensa que va a ser sellado en plena transgresión de este mandamiento. Para recibir el sello de Dios hay otros requisitos, que previamente debemos cumplir todos, sin excepción alguna, si queremos ser candidatos para el cielo. “El sello del Dios viviente se coloca sobre aquellos que con plena conciencia guardan el día de reposo de Jehová”

(3)

“Los que quieran tener el sello de Dios en sus frentes deben guardar el día de reposo del cuarto mandamiento”

(4)

103


“No todos los que profesan observar el sábado serán sellados. Aún entre los que enseñan la verdad a otros hay muchos que no recibirán el sello de Dios en sus frentes”

(5)

“Los que venzan el mundo, la carne y el diablo, serán los favorecidos que recibirán el sello del Dios vivo”

(6)

“Los que reciban el sello de Dios vivo y sean protegidos en el tiempo de angustia, deben reflejar plenamente la imagen de Jesús” (7) Siendo esto así, resulta evidente, que el sello del

Dios vivo, se

encuentra en el sábado, el día de reposo de Jehová. Es decir, el cuarto mandamiento contiene el sello de Dios y se revela en las personas que guardan el sábado como señal entre Dios y su pueblo. En ese sentido el sábado es el sello de Dios. “Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo, porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico” (Ex. 31:13). “De los diez mandamientos solo el cuarto contiene el sello del gran legislador, Creador del cielo y de la tierra. Los que obedecen este mandamiento toman sobre sí su nombre y son suyas todas las bendiciones que entraña. “Y Jehová hablo a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel,

104

diciéndoles

Jehová

te

bendiga

y

te

guarde:

haga


resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia Jehová alce a ti su rostro, y ponga en ti paz. Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y los bendeciré.” (Núm. 6:22,27)”

(8)

Como se podrá observar “el cuarto” de los diez mandamientos contiene el “sello del gran Legislador”, y los que guardan el sábado “toman sobre sí su nombre”. De ahí, que el sello de Dios es el nombre de Dios. Por el contrario, el domingo contiene la marca de la bestia y los que lo guardan como día del Señor, toman sobre sí el nombre de la bestia. En el libro de Isaías, encontramos las palabras del Creador “Yo Jehová: este es mi nombre” (Is. 42:8). De esto podemos comprobar, que el sábado no constituye el nombre de Dios, que el nombre de Dios es Jehová; por consiguiente, el sello del Dios vivo, es “su nombre”, “del gran Legislador”. El sábado contiene el nombre y la autoridad de Jehová: “Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay y reposó en el séptimo día, por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó” (Ex 20:11).

3. EL SÁBADO Y EL DOMINGO LLEVAN EL NOMBRE DE SU AUTOR.

El día sábado y el día domingo, para todas las iglesias de la cristiandad tiene mucha significación. Para los que guardan el sábado, este día constituye el monumento de Dios, como día de reposo, 105


santificado y bendecido por Jehová Dios. Acerca de este día Jesús declaró: “El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado. Así que el Hijo del hombre es Señor del sábado” (Mr. 2:27,28). Con esta declaración quedó zanjado que el día del Señor es el sábado. En este contexto Juan el apóstol dijo: “Yo fui en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta” (Ap. 1:10). En cuanto al domingo, desde que se aprobó, en el Concilio de Nicea del año 325 d.C., como día del Señor y que en ese día debe celebrarse la pascua, el sábado pasó a llamarse despectivamente como día de los judíos y, el domingo como día de los cristianos. Desde entonces, el sábado como día sagrado y bendecido ya no vive en la mente de la mayoría de la gente, sino el domingo que lo reemplazó. Sin embargo, no existe versículo alguno en la Biblia, que diga que el domingo es señal entre Dios y su pueblo, porque no fue designado por Jehová Dios como su día que descansó con su Hijo. La historia profética enseña que Satanás, la bestia de Ap. 13:1, a través de su representante, el papado, en el Concilio de Nicea año 325 d.C., aprobó la Trinidad como el nombre de Dios y, revistió de santidad al domingo declarándolo día del Señor. Queda evidenciado pues, que actualmente, así como existe un Dios vivo, que es Jehová y un día del Señor verdadero, que es el sábado. Así existe en este mundo, un Dios ficticio y falso que es la Trinidad y un día del Señor ficticio y falso, que es el domingo. Cualquiera que acepta el sábado como día del Señor, no hace más que aceptar la señal de la

106


autoridad del Dios que le dio la categoría de día del Señor y viceversa cualquiera que acepta el domingo como día del Señor, no hace más que aceptar la señal de la autoridad de la bestia (Satanás), que le dio categoría de día del Señor. “Los hombres han honrado los principios de Satanás por encima de los principios que rigen los cielos. Han aceptado el falso día de descanso que Satanás ha exaltado como señal de su autoridad. Pero Dios ha puesto su sello sobre su requerimiento real. Ambos días de reposo llevan el nombre de su autor, una marca imborrable que demuestra la autoridad de cada uno”. “Es nuestra obra inducir a la gente a comprender esto. Debemos mostrarle que es de consecuencia vital llevar la marca del reino de Dios, o la marca de la rebelión, porque se reconocen súbditos del reino cuya marca llevan" (9) “Dios ha declarado que el séptimo día es el sábado del Señor… pero el gran apóstata dice: … Ese día no perdurará en la mente de los hombres. Borraré su recuerdo. Colocaré en su lugar un día que no tenga las credenciales del cielo… haré que a mí día de reposo se le apliquen las palabras ‘señal entre mí y vuestras generaciones’ (Éxodo 31:13). Así el mundo llegará a ser mío. (10) 4. LA ADORACIÓN DE LA BESTIA. La revelación enseña que “todos los que moran en la tierra”, “cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero” (Ap. 13: 8), son los que adoran a la bestia. Esta bestia, muchos 107


enseñan, que es el papado. El “otro ángel” de Ap. 18:1, descubre que la auténtica bestia es Satanás y el papado es su representante, en ese sentido éste, es la bestia. “Y el tercer ángel los siguió diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios… Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre” (Ap. 14: 9 - 11). Si después de 1844 empezó a proclamarse la observancia del sábado como parte del mensaje del tercer ángel de Ap. 14:9, implica, que ya existía la bestia, su imagen y la marca de su nombre y el número de su nombre. Los hechos históricos nos demuestran que efectivamente ya se daban las realidades espeluznantes que anunciaba el tercer ángel. “Satanás hace denodados esfuerzos para presentarse como Dios y destruir a todos lo que se oponen a su poder. Hoy el mundo entero se está sometiendo a él. Se acepta su poder como si fuera el poder de Dios. Se está cumpliendo la profecía del Apocalipsis, de que “se maravilló toda la tierra en pos de la bestia” (Ap. 13:3). “En su ceguera, los seres humanos… lo han aceptado como dios y están imbuidos de su espíritu”.

108


“En las visiones de las cosas venideras, el profeta Juan contempló esta escena. Le fue revelada esta adoración del demonio y le pareció que todo el mundo se encontraba al borde de la perdición. Pero mientras miraba con profundo interés, contempló el pueblo que guardaba los mandamientos de Dios. Todos tenían sobre la frente el sello del Dios vivo y dijo: “Aquí está

la

paciencia

de

los

santos,

mandamientos de Dios, y la fe de Jesús”

los

que

guardan

los

(10)

Al apóstol Juan le fue revelado esta adoración del demonio y le pareció que todo el mundo se encontraba al borde de la perdición. ¿Quiénes son estas personas? La Biblia enseña: “Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo” (Ap. 13:8)

).

En la invitación del ángel a las aves que vuelan en medio del cielo, a “la gran cena de Dios”, es revelado que son personas “de todos, libres y esclavas, pequeños y grandes” (Ap. 19:18), que habían sido engañados y “recibieron la marca de la bestia, y habían adorado a su imagen” (Ap. 19:20). Es de verse entonces, que Dios ha comunicado a su pueblo sobre el plan siniestro de la bestia, que éste, iba ser adorado como el Dios verdadero que engañaría a casi todo el mundo, y si es posible aun a los escogidos. Está comunicación está dada por los tres ángeles de Ap. 14:613. El primer ángel dice que debemos honrar a Dios y adorar a “aquel” que hizo los cielos y la tierra porque la hora de su juicio ha llegado. El 109


segundo ángel, que ha caído Babilonia, el mundo religioso. El tercer ángel trae el mensaje amenazador que no debemos de adorar a la bestia, a su imagen, ni recibir la marca de su nombre, en la frente o en la mano, para no recibir la ira de Dios. Teniendo en cuenta, que solo al Dios verdadero debemos de adorar, ¿Por qué aquí, se dice: “Si alguno adora a la bestia”? ¿Acaso significa que la bestia es Dios o toma la forma de Dios, para hacerse adorar? Resulta que de manera subrepticia toma un nombre igual a Dios: La Trinidad. Bajo este nombre se hace adorar como Dios, por los moradores de la Tierra. En Ap. 7:12 está escrito que el “otro ángel que subía de donde sale el sol, “tenía el sello del Dios vivo”. Dicho versículo revela una verdad profunda, en oposición, se ve a otro ser -la bestia- “que sube del abismo” (Ap. 11:7) y es Satanás, que iba a imponer su nombre como Dios, que viene a ser “la marca de su nombre” (Ap. 14.11). El nombre de este Dios no sería de un Dios vivo, sino lo opuesto, sería de un Dios ficticio, que no es vivo. Este Dios ficticio también tendría su día, como día de reposo ficticio. Para los cristianos adoradores del Dios vivo, el sábado es el día del Señor, para los cristianos que adoran al Dios ficticio, consideran el domingo, día del Señor. De esto se concluye, que hay dos Dioses, un Dios vivo (Jehová), con el sábado verdadero como día del Señor y un Dios ficticio (La Trinidad), con el sábado falso, como día del Señor. El Dios que no es vivo, es aquel Dios que no existe, que fue inventado con nociones de origen filosófico, La Trinidad. El cual consiste

110


que tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, no son tres dioses, sino que estos tres forman un Dios triuno, que nadie puede explicar este asunto, por eso lo llaman “el misterio de la Trinidad”. 5. LA IMAGEN DE LA BESTIA La “bestia que emergía del mar” (Ap. 13:1) representa a Satanás como la bestia bajo el surgimiento del

poder religioso de la Iglesia

Católica Romana. “Y el dragón le dio su poder y su trono y gran potestad” (Ap. 13:2). Y adoraron al dragón (Ap. 13:4). La “otra bestia que surgía de la tierra” (Ap. 13:11) representa a Estados Unidos de Norteamérica como la otra bestia bajo el surgimiento del poder político de esta nación. Este país, está profetizado, que legislará a favor del domingo como día del Señor. “El primer día de la semana, un día común de trabajo que no tiene ninguna santidad, será erigido como la imagen de Babilonia” (11) La profecía indica que la segunda bestia “engaña a los moradores de la tierra” “mandando a los moradores de la tierra que hagan la imagen”, de la primera bestia, “para que la imagen de la bestia hable y hará que cualquiera que no adoren la imagen de la bestia sean muertos. Y hacia que a todos se pusiese una marca en su mano derecha o en sus frentes. Y que ninguno pudiera comprar o vender, sino el que tuviera la señal o el nombre de la bestia o el número de su nombre” (Ap. 13:14-17). En la nueva

Biblia versión católica Canteras – Iglesias, dice lo

siguiente: “y engaña a los habitantes de la tierra… diciendo a los 111


habitantes de la tierra que levanten una estatua en honor de la bestia…y se le concedió infundir vida a la estatua de la bestia, de modo que incluso pudiera hablar la estatua de la bestia y hacer que todos los que no adorasen la estatua de la bestia sucumbieran. Y hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, les pongan una marca en su mano derecha, o en su frente; y que ninguno pueda comprar o vender, a no ser el que lleve a esa marca (que es) el nombre de la bestia o el número de sus nombre (Ap. 13:14-17). Comparando ambas versiones de la Biblia, podemos notar, que la “imagen de la bestia” o “estatua de la bestia”, se refiere al primer día de la semana: domingo, cuando sea obligatorio su observancia como día del Señor. La “marca de la bestia” no es el domingo sino el nombre de la bestia, “esa marca (que es) el nombre de la bestia”. El número de su nombre es 666 (Ap. 13:18), que significa VICARIUS FILII DEI. Por consiguiente, es totalmente diferente la imagen, la marca y el número de la bestia. 6. LA MARCA DE LA BESTIA. Está escrito “Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios… Y no tienen reposo… ni nadie que reciba la marca de su nombre” (Ap. 14:9-11).

112


Aquí, en la versión Reyna Valera de la Biblia se pude comprobar que la marca de la bestia es “la marca de su nombre”. Compatibiliza con la versión católica Canteras-Iglesias, que dice: ”esa marca (que es) el nombre de la bestia”. Actualmente el “protestantismo apóstata” es la imagen de la bestia y la marca de su nombre, la marca de la bestia. En los próximos años, cuando el domingo sea obligatorio por una ley de cada país, la aceptación de la observancia del domingo como día del Señor, ha de ser la marca de la bestia, según está profetizado. Los que acepten el domingo como día del Señor recibirán la marca de su nombre del Dios inventado por la bestia. Toda vez que el domingo señala y conduce al Dios trino, que fue quien lo declaró el día del Señor, a través de su representante el papado. Esto significa, que la marca de Dios y la marca de la bestia, no es una marca visible al ojo humano, porque no se puede ver, se trata del conocimiento intelectual y espiritual de la verdad o el error, acerca de Dios. De modo que, son inconmovibles en sus creencias, que tienen en la mente y se diferencian unos de los otros. Así está escrito: “La marca de la bestia es exactamente lo que ha sido proclamado. No se comprende todavía todo lo referente a este asunto, ni se comprenderá hasta que se abra el rollo; pero se ha de realizar una obra muy solemne en nuestro mundo”

(12)

113


“No se trata de un sello o marca que se pueda ver, sino un afianzamiento

en

la

verdad,

tanto

intelectual

como

espiritualmente de modo que los sellados son inconmovibles ” (13) Cabe aclarar, que cuando el apóstol Juan contempla a los 144,000 que fueron sellados con el sello de Dios vivo, en sus frentes no ve que tenían escrito la palabra “sábado”, sino ve que “que tenían el nombre de su Padre escrito en la frente” (Ap. 14:1 – Versión Reyna Valera 1909). De idéntica manera, cuando contempla a los que fueron marcados con la marca de la bestia. No ve la palabra “domingo” escrito en sus frentes, sino ve que tenían “en su frente un nombre escrito MISTERIO: BABILONIA” (Ap. 17:5). La palabra Babilonia significa “mundo religioso”. Esto implica que el día domingo no es la marca de su nombre de la bestia, sino el misterio de la Santísima Trinidad, que es la creencia fundamental del mundo religioso, que tiene en la mente y de acuerdo a ella, genera su calidad de vida y la defiende con “su mano”. En tiempos de los pioneros adventistas no comprendían “todavía todo lo referente a este asunto”, “ni se comprenderá hasta que se abra el rollo”. Sin embargo aclara que se “ha de realizar una obra muy solemne en nuestro mundo”, entendemos que esa obra sería para comprender lo que realmente es la marca de la bestia. En la expresión “adoraron al dragón” y “adoraron a la bestia”, que menciona Apocalipsis 13: se ve al dragón y a la bestia en un mismo nivel de adoración. El papado es visible y el dragón (Satanás) es invisible, por

114


lo que Satanás la bestia titular e invisible, se hace adorar a través de su representante el papado, la bestia visible. También en un futuro no muy lejano, la bestia, utilizará amenazas, multas, encarcelamiento, destierros, privación de la libertad individual, con aplicación de la pena de muerte, para el que no acate la ley dominical, cuando constituya la imagen de la bestia. Cuando Cristo dé por concluido el tiempo de gracia, la profecía señala que los demonios tomarán el control de Babilonia, el mundo religioso, con todos sus gobernantes y población. En esa etapa final de la historia de esta tierra se cumplirá la siguiente profecía: “Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes y los que están con él son llamados y elegidos y fieles”

(Ap. 17:12-14).

Los diez cuernos representan “los magnates de la tierra”

(14)

, “una

hora” que es profética representa 15 años literales. La bestia representa a Satanás, que estaba “en torno de ellos”, en forma invisible, y realiza sus designios a través de ellos. El Cordero es Cristo, “los elegidos y fieles”, son los 144,000 que no adoraron a la bestia, ni a su imagen ni recibieron la marca, el nombre del Dios trino en la frente. Muy por el

115


contrario, tomaron el nombre de Dios Jehová, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Los magnates de la tierra, promulgarán el decreto que autoriza a los moradores de la tierra que puedan matar a los elegidos y fieles, que no se sometan a la ley dominical. De este modo es representado que los diez reyes son los que pelearán contra Cristo, al pretender hacer daño a los hijos de Dios. Mas no tendrán éxito en su macabro propósito, Jesús no lo permitirá, porque los sabáticos que lleven la marca del nombre de Dios en sus frentes ya habrán sido sellados con el sello del Dios vivo, para recibir su herencia y no perecerán. En aquel tiempo, los que abrazaron la verdad sabática del mensaje del tercer ángel, ni adoraron a la bestia, ni recibieron la marca de su nombre y perecieron antes del decreto de muerte resucitarán a la voz de Dios. Jesús dijo: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida”. (Jn 5:28) Ellos resucitarán por la misericordia de Dios, para que cuando Cristo aparezca en las nubes del cielo, se encuentren dentro de los vivos que presenciarán “la primera resurrección” (Ap 20:5), de los santos en luz de todos los tiempos. “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” (1 Tes. 4:17)

116


Referencias: Capítulo 8 1. Testimonios para los Ministros, pág. 444. 2. Testimonios para los Ministros, pág. 445. 3. Eventos de los Últimos Días, pág. 224. 4. Eventos de los Últimos Días, pág. 224. 5. Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág.68. 6. Testimonios para los Ministros, pág.445. 7. Eventos de los Últimos Días, pág. 225. 8. Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pág.352. 9. Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pág.354. 11. Comentario Bíblico, EGW, Tomo 7, pág.417. 12. Testimonios para la Iglesia, tomo 6, pág.25. 13. Comentario Bíblico, EGW, Tomo 7, pág.1165. 14. Primeros Escritos, pág.282.

117


CAPÍTULO IX LA VICTORIA DE LOS 144,000 LOS QUE NO ADORARON A LA TRINIDAD 1. EN LA HORA DE LA PRUEBA. Cuando lleguemos al tiempo de la hora de la prueba (Ap. 14:10), que es la observancia del día domingo mediante una ley positiva del estado, su acatamiento constituirá haber recibido la marca de la bestia y no que el domingo en sí, sea la marca de la bestia, que es cosa totalmente diferente. En oposición está la observancia obligatoria del sábado, dado por la ley moral de Dios, que son los Diez Mandamientos. Su observancia voluntaria constituirá la marca del Dios vivo. “La señal o sello de Dios se revela en la observancia del séptimo día, monumento recordatorio de la creación por el Señor... La marca de la bestia es lo opuesto a esto: la observancia del primer día de la semana” (1) “Cuando llegue la prueba se manifestará claramente qué es la marca de la bestia: es la observancia del domingo”

(2)

“Los hombres no solo no deberán trabajar con sus manos en domingo, sino que con sus mentes deben reconocer al domingo como el día del reposo” (3)

118


En otras palabras, la humanidad entera, en los próximos años venideros, entrará en una encrucijada. Por un lado, aceptar que el sábado es el día del Señor y no el domingo, como señala la Biblia. Por otro lado, deberá reconocer que el domingo es el día del Señor y no el sábado, porque lo ordena una ley. 2. NADIE HA RECIBIDO LA MARCA DE LA BESTIA POR GUARDAR EL DOMINGO. Está revelado que antes de la proclamación del mensaje del tercer ángel de Ap. 14:9, nadie había recibido la marca de la bestia. Tampoco han recibido los que rechazaron el mensaje desde que se comenzó a proclamar desde 1844 en adelante y no recibirán hasta después que llegue la hora de la prueba. Vale decir, según la verdad acumulada, hasta la fecha nadie ha recibido la marca de la bestia, por guardar el domingo, como día del Señor. “Nadie hasta ahora ha recibido la marca de la bestia” (4) Esto en razón que no llega todavía la prueba de la observancia obligatoria por mandato de una norma positiva del estado, que obligue a guardarlo como día del Señor. Siendo esto así queda totalmente muy claro: “La observancia del domingo no es aún la marca de la bestia, y no lo será sino hasta que se promulgue el decreto que obligue a los hombres a santificar este falso día de reposo. Llegará el tiempo cuando este día será la prueba; pero aún no ha venido” (5)

119


3. NADIE HA RECIBIDO EL SELLO DEL DIOS VIVO POR GUARDAR EL SÁBADO. Después de la proclamación del mensaje del tercer ángel de Ap. 14: 9, hay evidencias que los pioneros del movimiento adventista fueron sellados con el sello del Dios vivo en sus frentes. No porque guardaron el sábado, porque el sábado no salva. Ellos fueron sellados porque no adoraron a la bestia, ni a su imagen, ni tomaron la marca en sus frentes o en su mano. Es decir no tomaron “la marca de su nombre” del Dios trino, de la bestia. Ellos tomaron la marca de su nombre del Dios vivo, cuando guardaban el sábado como día del Señor, que es cosa diferente y distinta. De ahí, que el sellamiento de los 144,000 empezó con la predicación del tercer mensaje angélico, después de octubre de 1844, con los que guardaban el sábado como día de Señor. Tomando sobre sí el nombre de Jehová, que enseña el sábado, como el Creador del Universo, en oposición a la creencia generalizada de otros que adoran a la Trinidad. “… la prueba actual acerca del sábado no podía producirse antes que termine la mediación de Cristo en el lugar santo y él hubiese pasado al interior del segundo velo. Por lo tanto, los cristianos que durmieron antes que se abriese la puerta de acceso al santísimo cuando terminó el clamor de medianoche, el sétimo mes, en 1844, sin haber guardado el verdadero día de reposo, descansan ahora en esperanza; porque no tuvieron la luz ni la prueba acerca del sábado que tenemos ahora desde que la puerta se abrió” (6)

120


“En este tiempo del sellamiento Satanás está valiéndose de todo artificio para desviar de la verdad presente el pensamiento del pueblo y para hacerlo vacilar”

(7)

“… Satanás obraba así para enajenar, engañar y desviar a los hijos de Dios precisamente ahora en el tiempo del sellamiento” (8) “Satanás probaba cada una de sus artes para sujetarlos donde estaban hasta que hubiese pasado el sellamiento, hasta que la cubierta se hubiese corrido sobre el pueblo de Dios, y ellos hubiese quedado sin refugio que los protegiera de la ira ardiente de Dios en las siete últimas plagas”

(9)

De estos pasajes que hablan sobre el sellamiento de los 144,000, comprendemos que está hablando del tiempo actual antes de la ley dominical. Entonces los pioneros conocían quien era la bestia, su imagen, su número y su marca, contra los cuales se opusieron y lucharon para no ser contaminados con esta creencia de su tiempo. “… los esfuerzos de Satanás son más poderosos que nunca, porque sabe que su tiempo es corto y que el sellamiento de los santos los pondrá más allá del alcance de su poder. Ahora obrará de todas las maneras posibles, e intentará lograr mediante todas sus insinuaciones que los santos estén desprevenidos, se duerman en la verdad presente o que duden de ella, para impedirles así que sean sellados con el sello del Dios vivo”

(10)

121


Es de verse, entonces que el sellamiento no es una cosa del futuro, sino una realidad, que viene llevándose a cabo desde el tiempo de los pioneros, que eran antitrinitarios por principios de fe. 4. EL ODIO DE LOS TRINITARIOS CONTRA LOS ANTITRINITARIOS. En la Edad Media, el que no adoraba a la Trinidad era considerado “arriano”, como consecuencia calificado de “hereje” y debía morir. El odio primero empezó de los católicos trinitarios contra los católicos antitrinitarios. Los cristianos antitrinitarios murieron fieles a sus creencias, cuando cayeron en manos de los trinitarios y de la Santa Inquisición. Este odio pasó a los protestantes Entre ellos, está el célebre médico y protestante Miguel Servet, que por ser antitrinitario, fue perseguido y finalmente capturado, muriendo en la hoguera fiel en sus creencias. 4.1.- EL MÁRTIR, MIGUEL SERVET. La historia acerca de este cristiano protestante, refiere que participó en la Reforma Protestante y desarrolló una doctrina contraria a la Trinidad. En el año 1531 publicó el libro: “De los Errores de la Trinidad (Trinitatis Erroribus)”, al año siguiente publica otro libro: “Diálogo sobre la Trinidad (Dialogorum de Trinitate)”. El año de 1546 publica el libro: “Restitución del Cristianismo (Christianismi Restitutio)” entre otras obras. Por sus publicaciones era odiado tanto por los católicos de España, de donde huyó, como por los protestantes trinitarios, con quien mantenía correspondencia. Este protestante llegó a ser mártir, pues siendo arrestado en Ginebra, nación protestante, fue sometido a juicio y

122


condenado a morir en la hoguera bajo el delito de no creer en la Trinidad. Dicen que su muerte fue por presión política del reformador trinitario Juan Calvino. 5. LOS PIONEROS ADVENTISTAS ERAN ANTITRINITARIOS. En la actualidad, un adventista cuando escucha decir que Cristo es Hijo de Dios por creación, hecho igual a Dios, lo llama de inmediato “arriano” o “testigo de Jehová”, considerándolo como algo detestable e indigno de un cristiano. Algunos adventistas de esta generación no saben, que los “pioneros” fundadores de la Iglesia Adventista del Sétimo Día, que iniciaron la predicación del mensaje de tercer ángel de Ap. 14.9, fueron “arrianos”, o antitrinitarios y que ellos llegaron a esa convicción por el estudio de la Biblia. De los pioneros, Elena G de White escribió: “Mi esposo, junto con los pastores José Bates, Esteban Pierce, Hiram Edson, y otros que eran inteligentes, nobles y veraces, estaba entre aquellos que después que pasó el tiempo en 1844, escudriñaron en procura de la verdad como un tesoro escondido”. verdades que escudriñaron sobre

(11)

A continuación citamos las

la Trinidad, por cada uno de los

principales pioneros: a) JAMES SPRINGER WHITE (1821-881).- Esposo de

Elena G de

White, considerado como el apóstol Pablo del movimiento adventista, dijo: “Como errores fundamentales, podríamos clasificar junto al falso día de reposo otros errores que los protestantes han traído de la Iglesia Católica, como lo son el bautismo por aspersión, la 123


Trinidad, la inmortalidad del alma y el infierno eterno” (J.S. White, Review & Herald, September 12, 1854).

b) JOSEPH BATES (1792-1872).- Considerado el apóstol de la verdad del sábado, escribió: “Con respecto a la Trinidad, concluí que era una imposibilidad para mi creer que el Señor Jesucristo, el Hijo del Padre, era

también Dios Omnipotente, el Padre, uno y el

mismo ser. Le dije a mi padre, “Si me puedes convencer que nosotros somos uno en este sentido, que eres mi padre, y yo tu hijo, pero también que yo soy tu padre, y tú mi hijo, entonces puedo creer en la Trinidad” (J. Bates, The Autobiography of Elder Joseph, pp. 204,205 (1868). c) JOHN NEVINS ANDREWS (1829-1883).- Considerado como el primer misionero adventista, escribió: “La doctrina de la Trinidad fue establecida en la iglesia en el Concilio de Nicea, 325 DC. Esta doctrina destruye la personalidad de Dios, y de su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Las infames medidas que fueron utilizadas para forzarla sobre la iglesia, como están descritas en las páginas de la historia eclesiástica, deberían avergonzar a cada creyente de esta doctrina” (J.N. Andrew, Review & Herald, March 6, 1855). d)

URIAS SMITH (1832-1903).- Redactor principal de la Review & Herald, de quien Elena G de White escribió: “¡Cuánto gozo experimento al leer sus artículos en la Review: tan excelentes,

124


tan llenos de verdades espirituales! Doy gracias a Dios por ellos” (12)

U. Smith dejó escrito: “Pero aunque el Hijo no posea coeterna existencia pasada con el Padre, el comienzo de su existencia, como engendrado del Padre, es anterior a la obra de la creación, por eso él es el creador junto con Dios” (U. Smith, Thoughts on the Book of Daniel and the Revelación, p. 430.- 1882).

e) JOHN NBORTON LOUGHBOROUGH (1832-1924).- Considerado como el primer historiador de la Iglesia Adventista, escribió: “Esta doctrina de la Trinidad fue traída a la iglesia al mismo tiempo que se empezaba a adorar imágenes, a observar el día del sol, pero es

la

misma

doctrina

babilónica

remodelada.

Necesitó

aproximadamente trescientos años desde su introducción hasta llegar a ser la doctrina que es ahora” (J. N. Loughborough, Review & Herald, November 5, 1861).

f) JOSEPH HARVERY WAGGONER (1820-1889).- Enseñaba lo siguiente: “La diferencia entre Cristo y el Dios verdadero está claramente mostrada por las propias palabras del Salvador en Juan 17:3” que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Mucha fuerza ha sido puesta en Is. 9:6, como la prueba de una Trinidad, que ya hemos citado, como refiriéndose a nuestro Sumo Sacerdote que vertió su sangre por nosotros. Los defensores de esa teoría dirán que esto se refiere a una Trinidad porque Cristo es llamado el Padre

125


eterno. Pero por esta razón, junto a otras, afirmamos que esto no puede tener ninguna referencia a una Trinidad. ¿Cristo es el Padre en la Trinidad? De ser así ¿Cómo es el Hijo? o si él es tanto el Padre como el Hijo ¿Cómo puede ver allí una Trinidad? Ya que una Trinidad es tres personas. Para reconocer una Trinidad, la diferencia entre el Padre y el Hijo debe ser preservada. Cristo es llamado “la segunda persona en la Trinidad”; pero si este texto prueba una Trinidad, o hace referencia a ella, demuestra que él no es la segunda, sino la primera persona. ¿Y si él es el primero, quien es el segundo? Queda muy claro que este texto no tiene ninguna referencia a tal doctrina” (J.H Waggoner, The Atonement in the Light of Natureand Revelation, pp.168, 169).

g) STEPHEN NELSON HASKELL (1833 - 1922).- Este pionero adventista predicaba: “Cristo fue el primer nacido del cielo: Él fue de igual manera el primer nacido sobre tierra, y heredero del trono del Padre, Cristo, el primer nacido, aunque el Hijo de Dios, fue revestido de humanidad, y fue hecho perfecto a través del sufrimiento. El tomó la forma de hombre. Y por la eternidad, permanecerá aún hombre” (S.N.Haskell, The Story of the Seer of Patmos, pp. 98, 99. 1905). h) ROSWELL FENNER COTTRELL (1814 - 1892).- Enseñaba: “Pero sostener la doctrina de la Trinidad, no es una muestra de maldad, pero si es la evidencia de la intoxicación de aquel vino del cual

126


todas las naciones han bebido. El hecho de que ésta era una de las principales doctrinas, si es que no la principal, sobre la cual el obispo de Roma fue exaltado al papado, no dice mucho a su favor” (R.F. Cottrell, Review &Herald, July 6, 1869). i) ELENA G DE WHITE.- Considerada como la Mensajera del Señor, nunca enseñó que Cristo era coeterno con el Padre Ella compatibilizaba con la creencia general de los pioneros, que Cristo había sido hecho igual a Dios. Decía: “Una completa ofrenda había sido hecha; porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, no un hijo por creación, como son los ángeles, ni un hijo por adopción, como es el pecador perdonado, pero un Hijo engendrado en la expresa imagen de la persona del Padre, y en todo el resplandor de su majestad y gloria, uno igual que

Dios en autoridad, dignidad, y perfección divina. En él

moraba toda la plenitud de la Deidad”

6. LOS

PRINCIPIOS

DE

FE

(13)

(1872)

DE

LOS

PIONEROS

ADVENTISTAS NO TENIAN LA FE TRINITARIA. Los principios fundamentales, que enseñaron y practicaron los pioneros de la Iglesia Adventista del Sétimo Día, publicado en el año de 1872, solo fueron 25 principios. Ninguno de estos principios contiene la fe trinitaria de la Iglesia Católica y de los protestantes. Sus principios 1 y 2 señalan: “1.- Que hay un Dios, un ser personal, espiritual, el creador de todas las cosas, omnipotente, omnisciente y eternal, infinito en 127


sabiduría, santidad, justicia, bondad, verdad

y

misericordia;

incambiable, y presente en todas partes por Su representante, el Espíritu Santo. (Salmos 139:7). “2.- Que hay un Señor Jesucristo, el Hijo del Padre Eterno, por quien creó todas las cosas, y por quien ellas subsisten; que Él tomó la naturaleza de la simiente de Abrahán para la redención de nuestra raza caída; que Él habitó entre los hombres, lleno de gracia y verdad, vivió (para) nuestro ejemplo, murió nuestro sacrificio, y resucitó para nuestra justificación. Él (Jesús) ascendió a lo alto para ser nuestro único mediador en el Santuario Celestial, donde, con Su propia sangre, Él hace expiación por nuestros pecados; que la expiación que fue hecha en la cruz, ofrecida como ofrenda para el sacrificio, es la última porción de Su obra como sacerdote de acuerdo al ejemplo del sacerdocio levítico, la cual prefiguraba el ministerio de nuestro Señor en el cielo (Véase Levítico 16; Hebreos 8:4, 5; 9:6,7; etc.)”. 6.1. MUERTOS LOS PIONEROS ADVENTISTAS, CAMBIARON SUS PRINCIPIOS DE FE ESTABLECIDOS POR REVELACION DE DIOS. En asuntos de fe, solo se puede cambiar de opinión cuando a la luz de la Biblia se comprueba que uno ha estado en error y busca la verdad. Toda vez que “Los errores pueden ser muy antiguos, pero los años no hacen del error verdad, ni de la verdad error”

(14)

. De esto fluye

que, muerto los fundadores del adventismo, los que les sucedieron

128


cambiaron sus dos principales creencias. Esto significa que reconocen que aquellos estaban equivocados y profesaban doctrinas erróneas, que ahora ellos han abandonado esa creencia y han adoptado otra doctrina que consideran que es verdad - la Trinidad. Pero si es al contrario, implica entonces, que corporativamente han apostatado de su fe, que han entrado a profesar nuevas doctrinas, porque se han apartado de la verdad y están en el error. “No podemos apartarnos ahora del fundamento que Dios asentó. No podemos entrar ahora en una nueva organización; porque esto significaría apostatar de la verdad”

(15)

.

|“Nadie

intente

derribar los fundamentos de nuestra fe, que fueron colocados en el principio de nuestra obra por el estudio de la Palabra acompañado de oración y por las revelaciones. Sobre este fundamento hemos edificado durante los cincuenta años que han trascurrido. Los hombres pueden suponer que han encontrado un camino nuevo, y que pueden colocar un fundamento más sólido que el que se colocó; pero es un grave engaño. Ningún hombre puede colocar otro fundamento que el que ya existe” La historia de esta

iglesia

(16)

.

enseña que en el año 1913, en

la

Adventist Review, el editor Francis M. Wilcox, bajo el título “The Message for Today” (AR 9-10-1913), declara: “Para beneficio de los que desean conocer más detalladamente las creencias cardinales de la fe que sostiene nuestra denominación, declaramos que la Iglesia Adventista cree: 129


“1.- En la divina Trinidad. Esta Trinidad está formada por el Padre eterno, un ser personal y espiritual, omnipotente, omnisciente, infinito en poder, sabiduría y amor; por el Señor Jesucristo, el Hijo eterno del Padre, por quien todas las cosas fueron creadas, y por medio de quien la salvación de las huestes de los redimidos será consumada; por el Espíritu Santo, la tercera persona de la Divinidad, el

agente

regenerador

en

la

obra

de

la

redención”

(http://doctrinadeladeidad.wordpress.com). Esta publicación hecha antes de un año y meses de la muerte de Elena G de White (1915), evidencia la introducción generalizada, sobre la creencia de la Trinidad, que ya existía tanto en los dirigentes y en la mayoría del pueblo de aquel tiempo. Tal es así, que entre los años de 1914 – 1918, cuando sucedió la Primera Guerra Mundial, el adventismo del sétimo día se divide en dos facciones, por haberse permitido la transgresión del sábado e ir a la guerra. Pero la división no fue por la creencia trinitaria, porque en ese punto estaban de acuerdo. La facción minoritaria, que se separó en 1914 y en el año de 1925 se organiza como Iglesia Adventista del Sétimo Día Movimiento de Reforma, lleva sus creencias trinitarias en el primero, segundo y tercer punto de sus Principios de Fe, hasta la actualidad. La Iglesia Adventista en el año de 1931, publica “una declaración de lo que creían los adventistas”, haciendo saber que en el punto segundo de su declaración creían en la Trinidad. Luego en el año de 1946 la Asociación General hizo oficial esta su creencia. Haciendo una nueva declaración de su enseñanza

130

en la Trinidad, “con más


concisión”

en el año de 1980, cuando su Conferencia General,

celebrada en Dallas, Texas - EE-UU, reafirma la Trinidad como su segunda doctrina fundamental, de las 27 creencias que profesa actualmente. Los miembros actuales de la Iglesia Adventista del Sétimo Día, hablan sobre su pasado denominacional, que estaban insatisfechos del antitrinitarismo que profesaban en sus inicios y que ahora ya no lo están, porque son trinitarios. Predican que los fundadores pioneros del adventismo,

estuvieron

equivocados.

Incluso

con

fechas

y

acontecimientos revelan cómo y cuándo se produjo su gradual cambio doctrinario de unitario a trinitario. Aceptan que en sus inicios eran “arrianos” (antitrinitarios), ahora son totalmente trinitarios, como los católicos, los evangélicos o protestantes. Ellos en realidad han abandonado la creencia primigenia de los pioneros adventistas. Incluso son honestos en contar con lujo de detalles como se cambiaron de la verdad al error, escuchando a espíritus de demonios. Dicen: “Podemos dividir la historia de la doctrina de la Deidad en el adventismo del séptimo día en cinco periodos: predomino antitrinitario (1846-1888); insatisfacción con el antitrinitarismo (1888-1898); cambio de paradigma (1898-1915); decadencia del antitrinitarismo (1915-1946); predominio trinitario (desde 1946 hasta el presente)” (Libro - LA TRINIDAD - por Woodrow Whidden, Jerry Moon, John W Reeve, pág. 201).

131


7. ADVENTISTAS ANTITRINITARIOS SELLADOS CON EL SELLO DE DIOS. Hay personas que enseñan, que todavía no se produce el sellamiento de los 144,000 sellados con el sello del Dios vivo, porque no estamos en tiempos de la ley dominical. Para ellos, no es posible que se esté llevando a cabo el sellamiento de los siervos de nuestro Dios. Sin embargo, el sellamiento se viene llevando a cabo, desde la predicación del tercer ángel de Ap. 14:9, en 1844. Tal es así que habiendo pasado más de 50 años desde que empezaron los pioneros con esta noble obra, tenían más de 90 años de edad. “Viven en nuestra tierra quienes han pasado de los noventa años de edad. En su debilidad se ve el resultado natural de vejez; pero creen en Dios, y Dios los ama. El sello de Dios está sobre ellos, y estarán

en

el

número

de

quienes

ha

dicho

el

Señor:

“Bienaventurado… los muertos que mueren en el Señor”

(17)

(Escrito en el año 1899). En Ap. 14:13 se encuentra el texto completo y citado: “Oí

una

voz

que

desde

el

cielo

me

decía:

Escribe:

Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarían de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”. Uno de los pioneros adventistas – Urías Smith, sobre este texto expresa: “De aquí adelante” debe significar desde algún momento particular. ¿Qué momento? Evidentemente, el comienzo del

132


mensaje en relación con el cual se dice esto. Pero ¿porque que son bienaventurados los que mueren desde este momento? Por alguna

razón

especial

debe

haberse

pronunciado

esta

bienaventuranza sobre ellos. ¿No será porque escapan al tiempo de terrible peligro que los santos han de encontrar al acercarse al fin de su peregrinación? Aunque son así bienaventurados en común con todos los justos muertos,

tienen

sobre

ellos

la

ventaja

de

pertenecer

indudablemente a aquella compañía que resucitará para vida eterna en la resurrección especial de Daniel 12:2”

(18)

7.1. COMPONEN LOS 144,000 SELLADOS VIVOS LOS QUE MUEREN EN EL MENSAJE DEL TERCER ÁNGEL, ANTES DEL TIEMPO DE ANGUSTIA. Los que enseñan que el sellamiento por la prueba de la “verdad sabática”, no es una verdad presente, sino un asunto del futuro, están en un grave peligro, que los llevará a la destrucción. Se están desviando deliberadamente, de la palabra profética. “Satanás probaba cada una de sus artes para sujetarlos donde estaban hasta que hubiese pasado el sellamiento, hasta que la cubierta se hubiese corrido sobre el pueblo de Dios, y ellos hubiesen quedado sin refugio que los protegiera de la ira ardiente de Dios en las siete últimas plagas” (19) Las siete postreras plagas serán derramadas en el tiempo de angustia, sobre los que deciden guardar el falso sábado (domingo) como 133


día del Señor, en oposición al sábado que es el verdadero día del Señor. Está escrito: “…y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces, pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro” (Dn. 12:1). “La imaginación más fecunda no alcanza a darse cuenta de la magnitud de tan dolorosa prueba” (20) “Él sabe si aquellos por quienes se ofrecen las peticiones serán capaces de soportar o no la prueba que vendría sobre ellos si viviesen. El conoce el fin desde el principio. MUCHOS SERAN LLAMADOS A DESCANSAR ANTES DE QUE LA ARDIENTE PRUEBA DEL TIEMPO DE ANGUSTIA VENGA SOBRE NUESTRO MUNDO” (21) De esto entendemos, los que conformarán el número de los 144,000 sellados justos vivos, empieza con los que murieron sellados en la fe del tercer ángel, antes del gran tiempo de angustia. Los sellados que mueren antes del tiempo de angustia, han sido previamente juzgados y aprobados para vida eterna. Ellos han sido fieles al mensaje del tercer Ángel, guardando el sábado, adorando a Dios en Cristo y no han tomado el nombre de la Trinidad en su frente, ni lo han defendido con su mano. Ellos practicaron la reforma pro salud, no pertenecieron a iglesias falsas o apóstatas y si alguna vez pertenecieron, por el conocimiento de la verdad salieron de estas iglesias, para nunca más regresar a practicar sus creencias erróneas. Los 144,000 sellados aquí en la tierra profesaron una fe pura que conocieron, no mantuvieron comunión con los engaños de Babilonia y ni del paganismo. Todos los que duermen, en la “fe de

134


Jesús” han de resucitar a la voz de Dios, cuando diga: “Hecho está” (Ap. 16:17), para unirse con el resto de los vivos sellados, que no han muerto, “para escuchar el pacto de paz que Dios iba a hacer con quienes habían observado su ley”

(22)

Como se podrá observar fácilmente, hay adventistas pioneros que vivieron el mensaje del tercer ángel y han muerto, ellos resucitarán en la resurrección especial de Dn. 12:2. Esto significa, entonces, que han sido juzgados, aprobados y sellados para vida eterna, estando vivos. Es el caso, de una creyente de la fe adventista, de apellido Hastings, y que de ella está escrito: “… que ella (la Sra. Hastings) estaba sellada, que se levantaría y se pondrá en pie sobre la tierra… y estará con los ciento cuarenta y cuatro mil. Vi que no necesitamos afligirnos POR ELLA; DESCANSARÍA DURANTE EL TIEMPO DE ANGUSTIA”

(23)

Esta revelación, debe confortar a todos los que tienen fe en el mensaje del tercer ángel y guardan el sábado y no son trinitarios. Si alguien está enfermo, o con una edad avanzada, que por la vejez natural habrá

de

morir,

no

necesitamos

“afligirnos”.

La

promesa:

“Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor…”, es para todos los que “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Ap. 14:12). a)

EL SIGNIFICADO DE LA PARTÍCULA “CON”

Está registrado: “Supliqué a mi ángel acompañante que me dejara permanecer allí. No podía sufrí el pensamiento de volver a este 135


tenebroso mundo. El ángel me dijo entonces: “Debes volver, y si eres fiel, tendrás con los 144,000, el privilegio de visitar todos los mundos y ver la obra de las manos de Dios”

(24)

Elena G. de White, a la fecha está muerta, pero murió fiel en el mensaje del tercer ángel guardando el sábado, consecuentemente ha de resucitar en la resurrección especial, que se producirá a la voz de Dios, cuando diga: “Hecho está”. Los que enseñan lo contrario, restringen el significado de la partícula “con”, como una preposición, que sólo indica, juntamente. Haciendo esta errónea interpretación, dicen que ella estando muerta, no será parte de los 144,000 sellados vivos. Para sus detractores, el término “con” les da la idea que los 144,000 es un grupo diferente. Señalan que cuando ella dijo sobre (la Sra. Hastings) que “estaría con los ciento cuarenta y cuatro mil”, argumentan que no está diciendo que la Sra. Hastings sea parte de ese número, sino que estaría al lado de este grupo de sellados. Si que este razonamiento fuera correcto, que diremos del siguiente texto: “Cuando estemos con los redimidos, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios y las coronas de gloria y estemos frente a una eternidad inconmensurable, veremos entonces cuan corto fue el tiempo de angustia y de espera”

(25)

De este texto, tendremos que concluir erróneamente, que “con” está indicando que los redimidos son otros y los que “estemos” en el cielo, no serán “redimidos”. Si esto fuera así, entonces, qué, ¿no son

136


redimidos? Pensar de este modo, llegamos a un absurdo bíblico, porque todos los que van al cielo son redimidos. Finalmente, corresponde señalar los que están en el mar de vidrio son los 144,000 sellados aquí en la tierra, así precisa el apóstol Juan. “Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios” (Ap. 15:2).

En el Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual del Dr. Guillermo Cabanellas, encontramos el significado amplio que tiene la partícula “con”, en los términos siguientes: “Como partícula o prefijo cumple las mismas funciones que “co”, generalmente ante consonante. En tanto que preposición, expresa modo o medio. También unión o compañía”. Sobre “co” refiere,

“Partícula

inseparable

que

expresa

colaboración,

composición o acción conjunta; como coacreedor, codelincuente, coheredero. Este prefijo o partícula adopta las grafías de “con” y “com”; una y otra provenientes de la preposición latina cum. La forma

“con”

aparece,

entre

innumerables

tecnicismos,

en

condominio y consorcio”.

137


Siendo esto así, aplicando el significado de con, (composición) en los textos leídos comprenderemos: “Vi que ella (la Sra. Hastings) estaba sellada, que se levantaría y se pondría en pie sobre la tierra, y estaría con (componiendo) los ciento cuarenta y cuatro mil”. En cuanto a

la

otra

expresión: “El ángel me dijo entonces:

“Debes volver, y si eres fiel, tendrás, con (componiendo) los 144,000, el privilegio de visitar todos los mundos y ver la obra de las manos de Dios”. De igual modo, ha de entenderse este otro texto: “Cuando estemos con (componiendo) los redimidos, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios y las coronas de gloria y estemos frente a una eternidad inconmensurable, veremos entonces cuan corto fue el tiempo de angustia y de espera”

(26)

7.2. COMPONEN LOS 144,000 SELLADOS VIVOS, LOS QUE HAN DE MORIR EN EL MENSAJE DEL TERCER ÁNGEL, DURANTE EL TIEMPO DE ANGUSTIA, ANTES DE EL

DECRETO DE

MUERTE. Hay personas que enseñan, todavía estamos en el tiempo del juicio de los muertos y que el juicio de los vivos no empieza, por tanto no debemos preocuparnos de esta situación, porque “nadie sabe cuándoles tocará ser juzgados a los vivos”

(27)

. Además dicen, es posible que

empiece el juicio de los vivos, cuando se dé la ley dominical y no antes. Los que piensan así, desconocen la profecía de la venida de Cristo como ladrón, que no se refiere a su segunda venida, como Rey de reyes

138


y Señor de señores, sino a la venida de Cristo, a nuestra vida en particular, mientras estamos vivos. Según está revelado Cristo viene en cualquier momento para juzgarnos y sellarnos o desaprobarnos, en tanto estamos con vida, ya sea trabajando, hablando de la Palabra de Dios, o en placeres del mundo. El que es desaprobado será destruido por las siete plagas, o será echado en el lago de fuego, conjuntamente con Satanás, cuando se produzca la “segunda resurrección” de los hombres impíos. “El tiempo del juicio es un periodo muy solemne, cuando el Señor reúne a los suyos de entre la cizaña. Los que han sido miembros de la misma familia son separados. Se coloca una señal sobre los justos” (28) “Mientras los hombres moran todavía en la tierra se verifica la obra del juicio investigador en los atrios del cielo. Delante de Dios pasa el registro de la vida de todos sus profesos seguidores. Todos son examinados según lo registrado en los libros del cielo, y según sus hechos queda para siempre fijado el destino de cada uno”

(29)

De esto entendemos, que en el juicio investigador es donde actualmente se decide nuestro destino. No tenemos todavía que esperar la aplicación de la ley dominical, para recién estar a cuentas con Dios. Jesús dice: “He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza” (Ap. 16:15). 139


Toda persona que conoce el mensaje del tercer ángel y guarda el sábado, debe saber que la venida de Cristo “como ladrón”, es para cada vida en particular, que su caso en el cielo puede ser juzgado en cualquier momento sin avisar. Representa el momento del juicio de los vivos, cuando el Salvador de cierto viene a la vida de cada uno, para ver si tenemos el vestido de bodas -el carácter de Dios-. “… no todos los que profesan ser cristianos son verdaderos discípulos. Antes que se dé la recompensa final, debe decidirse quienes son idóneos para compartir la herencia de los justos. Esta decisión debe hacerse antes de la segunda venida de Cristo en las nubes del cielo” (30) “Mientras los hombres moran todavía en la tierra se verifica la obra de juicio investigador en los atrios del cielo. Delante de Dios pasa el registro de la vida de todos sus profesos seguidores. Todos son examinados según lo registrado en los libros del cielo, y según sus hechos queda para siempre fijado el destino de cada uno” (31) Estando este asunto tan claro, debemos desechar aquella doctrina, que el tiempo del juicio de los vivos no ha empezado, porque realmente sí ha comenzado. Sobre este asunto está escrito: “Ha llegado el momento en que Jerusalén será escudriñada como con velas encendidas. Dios está activo examinado el carácter, ponderando el valor moral y pronunciando sentencias sobre los casos individuales”

140

(32)


“Inadvertida como ladrón a medianoche, llegará la hora decisiva que

fija

el destino

de

cada

uno, cuando

será

retirado

definitivamente el ofrecimiento de la gracia que se dirigiera a los culpables” (33) Desde la proclamación del mensaje del tercer ángel de Ap. 14:9, se viene llevando a cabo el sellamiento de los vivos y continuará, hasta la “prueba final” (la ley dominical), que se dará dentro de la hora de la prueba, que será sometido el mundo. En la etapa de la “prueba final”, la profecía hace saber, que habrá “muchos” que morirán defendiendo la “fe de Jesús”. “Cuando esté por producirse esta obra grandiosa en la batalla, antes del último gran conflicto, muchos serán encarcelados, muchos huirán de las ciudades y los pueblos para salvar su vida y muchos otros soportarán el martirio por amor de Cristo, al levantarse en defensa de la verdad”

(34)

“Lo mejor que podemos hacer es estar en estrecha comunión con Dios, y si él quiere permitir que seamos mártires por causa de la verdad, esto puede ser el medio de traer a muchos otros a la verdad” (35) Los que sean “mártires”, en esta etapa de “la prueba final”, (que es antes del decreto de muerte), habrán sido juzgados, aprobados y sellados, para vida eterna. Ellos también resucitarán a la voz de Dios, al final del tiempo

de

angustia,

porque

están

bajo

la

promesa:

141


“Bienaventurados los muertos que de aquí adelante mueren en el Señor…” (Ap. 14:13). 7.3. COMPONEN LOS 144,000 SELLADOS VIVOS LOS FIELES EN EL MENSAJE DEL TERCER ÁNGEL, QUE SOPORTARÁN EL DECRETO DE MUERTE, PERO NO MORIRÁN. No existe duda alguna de que, tanto el “tiempo de angustia” de Dn. 12:1, la “gran tribulación” de Mt 24: 21, la “hora de la prueba” de Ap. 3:12, así como por “una hora recibieron autoridad” de Ap. 17:12 y “la hora de segar” de Ap. 14:15, es el mismo acontecimiento. Está profetizado que la ley dominical, será la prueba final, la última etapa del sellamiento de los vivos, hasta antes que se dé el decreto de muerte. El decreto de muerte, contra el pueblo de Dios inicia “la angustia de Jacob”, que es cosa diferente. Los sellados vivos que, en “la prueba final”, permanecen con vida, pasarán a la última etapa de la hora de la prueba: la aplicación del decreto de muerte, que ocasionará “el tiempo de la angustia de Jacob”. “…los oí clamar a Dios con fervor. Ni de día ni de noche dejaban de orar: “¡Hágase, Señor, tu voluntad! Si ha de servir para gloria de tu nombre, da a tu pueblo el medio de escapar. Líbranos de los paganos que nos rodean. Nos han sentenciado a muerte; pero tu brazo puede salvarnos”. Tales son las palabras que puedo recordar… un ángel de alta estatura… dijo:… Han de beber del cáliz. Han de ser bautizados con el bautismo”

142

(36)


Vale decir, los sellados que permanecen vivos en esta etapa del decreto de muerte, pasarán por la misma experiencia dolorosa que pasó Jesús en el monte de Getsemaní, cuando dijo: “Padre mío, si no puede pasar de mÍ esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad” (Mt. 26:42). El sufrimiento mental que tuvo Cristo representa “beber del cáliz”, su muerte representa “ser bautizados con el bautismo”. La promulgación del decreto de muerte, es considerada por Dios, como si hubiese matado a todos sus hijos fieles, pero Dios los protegerá por medio de sus ángeles y no morirán, porque “Dios no quería que los paganos insultasen su nombre”

(37)

En el año de 1888, fue escrito: “Pronto - nadie sabe cuándo - les tocará ser juzgados a los vivos”

(38)

. De acuerdo al contexto leído, se

puede ver que está hablando del juicio de los vivos, dentro de “la prueba final”, por aplicación de la ley dominical. Llamado también el “gran tiempo de angustia”. Y, terminará “cuando quede concluida la obra del juicio investigador”

(39)

“Las copas de la ira de Dios no pueden ser derramadas ni destruidos los impíos y sus obras hasta que todo el pueblo de Dios haya sido juzgado, y los casos de los vivos así como los de los muertos estén decididos” (40) La aplicación de la ley dominical, en todos los países, no produce la angustia de Jacob. Dicha angustia solo es producido por el decreto de muerte, que debe darse como consecuencia posterior a la ley dominical.

143


“Se promulgó un decreto para matar a los santos, lo cual los hizo clamar día y noche por su libramiento. Este fue el tiempo de la angustia de Jacob” (41) En esta etapa de “el tiempo de la angustia de Jacob”, los sellados, seguirán estando vivos, pese a la intención de los hombres, de quererles dar muerte. Dios no lo permitirá. “Después que Jesús se levante del trono como mediador, todo caso habrá sido decidido, y la opresión y la muerte de los hijos de Dios, no serán entonces un testimonio a favor de la verdad”

(42)

Los que reciban la Lluvia Tardía, el poder del Espíritu Santo, estarán fortalecidos a la hora de la prueba. El pueblo de Dios con conocimiento de causa pasará “el tiempo de la angustia de Jacob”, sabiendo que Jesús no abandonará a sus hijos, mientras son probados para su bien. Habrá hecho suyo aquella promesa, que sus pecados serán perdonados y saldrán victoriosos. Como está escrito: ”Bienaventurado el varón que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman” (Stg. 1:12). “Cuando vengan los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor, los pecados del hombre arrepentido, que ha recibido la gracia de Cristo y ha vencido por la sangre del Cordero, serán quitados de los registros celestiales y colocados sobre Satanás, el macho cabrío, originador del pecado, y no serán recordados nunca más contra él”

144

(43)


Este acontecimiento, está dado también, bajo la figura del tiempo de angustia previo

(44)

. Consecuentemente, el que pase la prueba de la

ley dominical profesando la “fe de Jesús”, será porque en el cielo fue juzgado, aprobado y sellado con el sello del Dios vivo, aunque no lo sepa. De ahí que, estando con el poder de Espíritu Santo, los sellados soportarán la “angustia de Jacob”, “pasarán individualmente por pruebas”, pero no morirán, saldrán en victoria, sobre la “bestia y su imagen”, cuando escuchen la voz de Dios, como señal de su liberación. “Y aún después que los santos hayan sido sellados con el sello del Dios vivo, sus elegidos pasarán individualmente por pruebas. Vendrán aflicciones personales, pero un ojo que no permitirá que el oro sea consumido vigila el horno estrechamente. La indeleble marca de Dios está sobre ellos. Puede afirmar que su propio nombre está escrito allí. El Señor los ha sellado. Su destino está escrito: “DIOS NUEVA JERUSALEN”. Son propiedad del Señor, su posesión” (45) De lo acotado línea atrás, podemos decir que los sellados en la frente, con el sello de Dios vivo, indica que “Son propiedad del Señor, su posesión”. A contrario, los que reciban la inscripción en su frente de la palabra: “Misterio”, que lleva Babilonia, será porque son propiedad de la “bestia y su imagen”. Acerca de los que lleguen a ser propiedad del Señor está

escrito:

“Dios

no

consentiría

que

los

malvados

exterminasen a quienes esperaban la traslación y no se sometían al decreto de la bestia ni recibían su marca…

145


“Cuando los santos salieron de las villas y ciudades, los persiguieron los malvados con intento de matarlos. Pero las espadas levantadas contra el pueblo de Dios se quebraron y cayeron tan inofensivas como briznas de paja. Los ángeles de Dios escudaron a los santos, cuyos clamores, elevados día y noche en súplica de liberación, habían llegado ante el Señor”

(46)

8. LA DISPUTA DEL GRAN CONFLICTO De acuerdo a la profecía, dentro de pocos años la humanidad entrará al valle de la decisión final. Adorar a Jehová o adorar a la Trinidad. Guardar el sábado o guardar el domingo como día del Señor. “En la disputa del gran conflicto se forman dos bandos los que adoran a la bestia y a su imagen, y reciben su marca, y los que reciben “el sello del Dios vivo”, que tiene “el nombre… de su Padre escrito en la frente”. Esta no es una marca visible”

(47)

Esto significa, que la marca de su nombre de la bestia y la marca de su nombre del Dios viviente, no son visibles a la vista humana. De ahí, que nadie puede decir este es trigo y el otro cizaña, uno está salvado y el otro está perdido. Nuestro proceder nos indicará si estamos en el camino angosto o en el camino ancho; si estamos siguiendo la doctrina de Cristo o de la bestia. En tanto estamos con vida y el tiempo de gracia no termina podemos buscar Dios en Cristo, mientras pueda ser hallado. Podemos ayudarnos unos a otros a perseverar en la sana doctrina para alcanzar la vida eterna. “Esta es la vida eterna”, dijo Jesús levantando los ojos al

146


cielo, “que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien has enviado” (Jn. 17:3). Cristo, lee nuestra mente y comprobar si estamos adorando al único Dios verdadero o al falso, al Dios vivo o al Dios ficticio. Jesús dice: “Yo soy el que escudriña la mente y el corazón, y os daré a cada uno según vuestras obras” (Ap. 2:23). De esto podemos entender, que entre humanos podemos engañarnos unos a otros, pero a Cristo nuestro Señor nadie lo engaña. Cristo puede leer que está inscribiéndose en la frente de cada uno de nosotros. Solo Cristo puede leer si estamos tomando el “sello del Dios vivo” en nuestra frente, o estamos tomando

la “marca de su nombre” de la

bestia. Consecuentemente, nuestra salvación por Cristo en Dios, depende de nuestro conocimiento de la verdad contenida en las Escrituras. “Es la voluntad de Dios que nosotros poseamos dicho conocimiento”

(48)

.

Porque muchas personas serán engañadas pensando que están recibiendo la verdad, tarde se darán cuenta que recibieron el error para su perdición. “Unas se han dejado seducir y han tomado posición con los enemigos del Señor. Interpretaron erróneamente los mensajes que les fueron dirigidos y se revistieron de su propia justicia. A sus ojos, el pecado no era pecaminoso. Enseñaron mentiras en vez de la verdad y extraviaron a muchas almas” (49).

147


Corresponde señalar que los razonamientos de lógica y las interpretaciones teológicas y gramaticales que los trinitarios hacen sobre palabras fuera del contexto de la Biblia, para defender sus creencias, están extraviando a casi la totalidad de cristianos. Por cuanto, “Toda persona que abriga un error conocido, ya sea en la fe o en la práctica, está bajo el poder de hechicería, y practica la hechicería sobre otros. Satanás le emplea para engañar a otras almas”

(50)

Apreciado lector, escrito está “Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno” (Jer.10:10), a quien debemos adorar por la fe en Cristo su divino Hijo. Todo aquel, que esté hechizado por la Trinidad, este error conocido en la fe y en la práctica, debe romper el hechizo en que está inmerso para obtener la vida eterna que Dios por Cristo ofrece. Debe enfrentarlo con el santo y seña de la Biblia: “A la ley y al testimonio, si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Is. 8: 20), ASÍ DICE JEHOVÁ, NUESTRO DIOS. Solo entonces, por “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo” (2 Co 13:14) en victoria seremos llamados “y elegidos y fieles” (Ap. 17:14). Por cuanto, Cristo peleará la batalla del “Armagedón” (Ap. 16:16), por nosotros y el mundo cristiano trinitario “Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de Señores y Rey de Reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles” (Ap. 17: 14). Finalmente, cuando termine la disputa entre Cristo y Satanás- la bestia, los adoradores “del Dios verdadero” son “los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número

148


de su nombre”. Ellos y no otros, en el cielo, cantarán “el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero”, diciendo: GRANDES Y MARAVILLOSAS SON TUS OBRAS, SEÑOR DIOS TODOPODEROSO; JUSTOS Y VERDADEROS SON TUS CAMINOS, REY DE LOS SANTOS. ¿QUIEN NO TE TEMERÁ,OH SEÑOR, Y GLORIFICARÁ TU NOMBRE? PORQUE TÚ SOLO ERES SANTO; POR LO CUAL TODAS LAS NACIONES VENDRÁN Y ADORARÁN DELANTE DE TÍ, PORQUE TUS JUICIOS SON MANIFESTADOS” (Ap. 15:2-4), Referencias: Capítulo 9 1. Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 232. 2. Eventos de los Últimos Días, pág. 228. 3. Eventos de los Últimos Días, pág. 228. 4. Evangelismo, pág. 174. 5. Eventos de los Últimos Días, pág. 228. 6. Primeros Escritos, pág. 42. 7. Primeros Escritos, pág. 42. 8. Primeros Escritos, pág. 44. 9. Primeros Escritos, pág. 45. 10. Eventos del Tiempo Final, pág. 84. 11. Testimonios para los Ministros, pág. 24. 12. Mensajes Selectos, tomo 2, págs. 257, 258. 13. Signs of the Times, 30 de Mayo, 1895) 14. Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 420. 15. Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 363.

149


16. Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 274. 17. Eventos de los Últimos Días, pág. 227. 18. Las Profecías de Apocalipsis: 305). 19. Primeros Escritos, pág. 44. 20. Conflicto de los Siglos, pág. 80. 21. Eventos de los Últimos Días, pág. 259. 22. Primeros Escritos, pág. 285. 23. Eventos de los Últimos Días, pág. 226. 24. Primeros Escritos, pág. 40. 25. Eventos del Tiempo Final, pág. 400. 26. Eventos del Tiempo Final, pág. 400. 27. Conflicto de los Siglos, pág. 544 28. Testimonios para los Ministros, pág. 234. 29. Palabras de Vida del Gran Maestro, pág.252 30. Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 251. 31. Palabras de Vida del Gran Maestro, pág.252 32. Testimonios para los Ministros, pág. 448. 33. Conflicto de los Siglos, pág. 544. 34. Eventos de los Últimos Días, pág.153. 35. Primeros Escritos, pág. 272. 36. Primeros Escritos, pág. 283. 37. Conflicto de los Siglos, pág. 544. 38. Conflicto de los Siglos, pág. 544. 39. Conflicto de los Siglos, pág. 545. 40. Testimonios para los Ministros, pág. 446. 41. Primeros Escritos, págs. 36, 37. 42. Eventos del Tiempo Final, pág. 239. 43. Mensajes Selectos, tomo 3, pág. 406. 44. Primeros Escritos, pág. 86. 45. Testimonios para los Ministros, pág. 446. 46. Primeros Escritos, pág. 284. 47. Comentario Bíblico, E.G.W, tomo 7, pág. 991. 48. Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 83. 49. Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 416. 50. The Signs of the Times, 18 de mayo de 1882.

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