TÍTULO IV CRISTO SUMO SACERDOTE EN EL LUGAR SANTISIMO DEL SANTUARIO CELESTIAL CAPÍTULO I LA PURIFICACION DE LA “IGLESIA - EL SANTUARIO DEL SEÑOR” La revelación demuestra, que el 22 de octubre de 1844 en el cielo, Cristo vino ante Dios, su Padre “el anciano de días” (Dn. 7:13) a efectuar la purificación del santuario, que es la iglesia, porque “la hora de su juicio ha llegado” (Ap. 14:7), que proclama el primer ángel, seguido por el mensaje del segundo ángel, (Ap. 14:8). Dándose además, inicio a la proclamación del mensaje del tercer ángel, en los términos siguientes: “Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira” (Ap. 14:9). El mensaje de este tercer ángel, descubre que la “bestia” representa el “papado”, la imagen el “protestantismo apóstata”, la “marca de la bestia”, “la observancia del día domingo”, en oposición al “día sábado”, que es “la marca de Dios” (ETF: 374). El “vino de la ira de Dios”, se refiere a las plagas y el “vino de Babilonia”, a las falsas doctrinas, contrarios a la Biblia. 1. EL MOVIMIENTO ADVENTISTA DEL SÉTIMO DÍA El residuo de los milleristas, estaba destinado a desarrollarse como el profético movimiento adventista del sétimo día -El Israel moderno- llamado por Dios para: “despojarse de los errores que les habían transmitido los paganos y los papistas” (PE: 249). Errores doctrinarios que recibieron de los protestantes, de donde salieron. A este pueblo se le encomendó la predicación del mensaje del tercer ángel, que consiste en invitar a la gente: “recibir la justicia de Cristo, que se manifiesta en la obediencia a todos los mandamientos de Dios” (TM: 92). No aceptar más, las doctrinas de la bestia, el papado y ni de los filósofos paganos, como han aceptado los protestantes. Porque, “Si alguno adora a la bestia y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios” (Ap. 14:9). El apóstol Juan observa, que como resultado final, de haber recibido el mensaje del tercer ángel, que incluye al primero y al segundo mensaje, habría un pueblo. “Aquí está la paciencia de los santos los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. Luego escribe: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Si, dice el Espíritu, descasarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” (Ap. 14: 12,13). Estos textos bíblicos, encierran “el mensaje del tercer ángel, que ha de ser proclamado en alta voz” (TM: 92), a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Dice el Espíritu de Profecía: “Vi luego el tercer ángel. Dijo mi ángel acompañante: “Su obra es terrible. Su misión es tremenda. Es el ángel que ha de separar el trigo de la cizaña, y sellar o atar el trigo para el granero celestial. Estas cosas debieran absorber completamente la mente y la atención” (PE: 118).
El adventismo, por el estudio de las Escrituras descubrió que el sábado es el día del Señor y no el domingo, que el alma es mortal y no inmortal, que el infierno es el sepulcro y no un lugar de tormento eterno de los impíos, que Cristo es preexistente a su nacimiento en Belén, que el día domingo es la marca de la bestia y de su imagen, que el día sábado su observancia es el sello de Dios vivo, que el papado es la bestia y la imagen de la bestia son los protestantes. Como consecuencia, se despojaron de las falsas creencias que descubrieron como el “vino” de Babilonia, pero no abandonaron los “otros errores afines” (TM: 61), como es la creencia falsa de la Trinidad y los conexos a esta doctrina. Como no lo descubrieron, lo siguen creyendo, con el peligro de perder la salvación que ofrece nuestro Señor Jesús, porque si siguen adorando a la Trinidad serán destruidos por la ira de Dios. Estos otros errores afines al adventismo no lo dejan ver que la marca de la bestia, tiene doble alcance, así como lo tiene la marca de Dios. También es cierto, que desde sus origines, el adventismo predica el inicio de la hora del juicio investigador que Cristo realiza en el Santuario Celestial, pero que allí se ha detenido, no sabe cuándo termina ni le interesa saberlo. No ve el peligro en que se encuentra, la profecía señala: “Satanás ha ideado un estado de cosas por el cual la proclamación del mensaje del tercer ángel será detenida” (Ev: 171), “hasta que hubiese pasado el sellamiento, hasta que la cubierta se hubieses corrido sobre el pueblo de Dios, y ellos hubiesen quedado sin refugio que los protegiera de la ira ardiente de Dios en las siete últimas plagas” (PE: 44). Para los que no tienen idea sobre el juicio investigador, que se realiza en el Lugar Santísimo del Santuario Celestial, se precisa: “es el servicio que empezó cuando terminaron los 2.300 días. Entonces, así como lo había anunciado Daniel el profeta, nuestro sumo sacerdote entró en el lugar santísimo, para cumplir la última parte de su solemne obra: la purificación del santuario” (CS: 474). La purificación del santuario, representa a la tercera parte del Plan de Redención .Esta etapa empezó el 22 de octubre de 1844 y, durará hasta cuando “Jesús salga del santuario” (PE: 52), un vez completado el sellamiento de los 144,000 santos vivientes. En este lapso de tiempo, los adoradores en verdad y en espíritu son “los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. En el santuario terrenal, está representado por el lugar santísimo, que comprende desde el velo del lugar santo, hasta el límite del lugar santísimo de dicho santuario. En esta hora del juicio investigador, es donde: “deben examinarse los registros para determinar quiénes son los que por su arrepentimiento del pecado y su fe en Cristo tienen derecho a los beneficios de la expiación cumplida por él” (CS: 474). “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿Cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio? Y si el justo con dificultad se salva ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?” (1 Pe. 4:17,18). En tal virtud, debemos recibir la luz que viene del cielo a nuestro conocimiento, a fin de no ser desaprobados por Dios, como desobedientes a sus mandamientos y a sus mensajes. Toda vez, que estamos viviendo dentro de la hora del juicio, del gran día de la expiación, que se lleva a cabo en el cielo desde 1844. Desde entonces, todos hemos de comparecer: “ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Co. 5: 10).
2. EL DÍA DE LA EXPIACIÓN EN EL PUEBLO JUDÍO En el libro de Levíticos 23: 26-32 está escrito: “También habló Jehová a Moisés diciendo: A los DIEZ DÍAS DE ESTE MES SÉPTIMO será el día de expiación, tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras alma, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios. Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo… y afligiréis vuestras almas, comenzando a LOS NUEVE DÍAS DEL MES EN LA TARDE.” De estos versículos, fluye que el 10º día del mes séptimo era - el día de la expiación - el más solemne del año judío. Ese día era considerado como reposo (sábado), porque no debían realizar ningún tipo de trabajo, sino dedicarse a afligir su alma. Debían empezar el 9º día en la tarde, hasta la tarde del 10º día; y el que no lo hacía era cortado de su pueblo. Por las evidencias, se ve que calculaban el día calendario o día civil “de tarde a tarde” o de puesta de sol a puesta de sol (Lv. 22: 6,7; Mr. 1:32). Llama la atención, que el día era dividido en cuatro horas y la noche también en cuatro vigilias. Resulta sorprendente comprobar, que cada hora judía, o cada vigilia comprendía tres horas romanas, que son tres horas actuales. Así tenemos: Hora prima (desde las 6 am hasta las 9 pm), Hora sexta (desde las 9 pm hasta las 12 pm), Hora tercia (desde las 12 pm hasta las 3 pm), Hora nona (desde las 3 pm hasta las 6 pm). Consecuentemente el día de la expiación en tiempos de Cristo, tenía 12 horas romanas. Haciendo una comparación con los días actuales, el día de la expiación del pueblo judío consistía una noche y un día, de nuestro tiempo. El día propiamente dicho era llamado día natural, que se contaba entre la salida y puesta del sol; variando de duración cuando era verano o invierno. El día natural también era contado entre el amanecer y la oscuridad de la noche (Mt. 16:2). Ese día era propiamente el día de la expiación de 12 horas naturales.´ El pueblo judío para celebrar el día de la expiación, previamente pasaba una noche natural, también de 12 horas, divididas en 4 vigilias: Primera Vigilia (desde las 6 pm. hasta las 9 pm.). Segunda Vigilia (desde las 9 pm. hasta las 12 pm.). Tercera Vigilia (desde las 12 am. hasta las 3 am.). Cuarta Vigilia (desde las 3 am. hasta las 6 am.). Esto significa que, el día de la expiación del pueblo judío, tenía 12 horas romanas, que equivale a 12 horas de los días actuales. Ese día, estaba presidida por una noche también de 12 horas romanas, que equivale a 12 horas de las noches actuales, que hacen un total de 24 horas del tiempo actual. (Véase el diagrama de la página 94).
Diagrama Nยบ 02
CAPÍTULO II EL GRAN DIA DE LA EXPIACIÓN FINAL EN EL SANTUARIO CELESTIAL En cierta ocasión, “Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas?” (Jn. 11:9,). Esto nos enseña que desde tiempos antiguos, la hora era la doceava parte del periodo de luz diurna (Jn. 11:9, Mt. 20: 1 - 12). Salta a la vista, que el día de la expiación de los judíos, era un día natural como los días actuales, de 12 horas. Esta verdad incuestionable acredita, que el día de la expiación final tiene 12 horas proféticas. En el día de la expiación del pueblo judío, el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo del santuario terrenal, después de los preparativos, para realizar una hora de juicio. Solo permanecía el “tiempo del que parecía conveniente” (HR: 159). Dicho tiempo, era “figura y sombra de las cosas celestiales”, de la “hora” del juicio investigador, que Cristo realiza en el Santuario Celestial, desde el 22 de octubre de 1844, según la profecía, hasta el día que termine el juicio investigador. En dicho juicio: “No seremos considerados como responsables por la luz que no ha llegado a nuestra percepción, sino por la que hemos resistido y rechazado. Un hombre no puede posesionarse de la verdad que nunca se le ha presentado, y por lo tanto no podrá ser condenado por la luz que nunca tuvo” (EUD: 223). “Pero si tuvo la oportunidad de oír el mensaje, y de familiarizarse con la verdad, y aun así rechazó el beneficiarse de su oportunidad, estará entre el número de quienes Cristo dijo: “No queréis venir a mí para que tengáis vida” (Jn. 5:40)”. The Review and Herald, 25 de abril de 1893. La hora del juicio de Ap. 14: 7, es una hora de tiempo profético-simbólico, de una unidad específica de tiempo, que pertenece al tiempo de Dios, cuya escala es de “un día por mil años” y “mil años por un día”, como está escrito: “Porque mil años delante de tus Ojos Son como el día de ayer, que pasó. Y como una de las vigilias de la noche (Sal. 90: 4,). “Mas , oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día”( 2 P. 3: 8). Esa “hora”, pertenece a las 12 horas proféticas de “el gran día de la expiación final y del juicio investigador” (CS: 534), que habla el Espíritu de Profecía y que se realiza en el santuario celestial. No olvidemos que “Estamos viviendo ahora en el gran día de la expiación” (CS: 544), recuerda la mensajera del Señor, en donde los únicos casos, que se consideran para ser perdonados y salvados son de quienes hayan profesado ser hijos de Dios, “en todos los siglos” (CS: 481), desde Adán hasta nuestros días. Por cuanto, “El juicio de los impíos es obra distinta y separada y tomará lugar en fecha posterior” (CS: 534), de un día profético de 1000 años. Toda vez, que Dios, “ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (Hch. 17:31).
En ese juicio participarán los redimidos, en el cielo, donde “recibieron facultada de juzgar” (Ap. 20:2,4), cuando Satanás quedará atado por “por mil años “después que termine los 6,000 años de ejecución del Plan de Redención. Si el día natural de la expiación de los judíos, tenía 12 horas naturales, significa entonces, que el gran día de la expiación final es un día profético que tiene 12 horas proféticas. Esto, en razón de que es Cristo quien realiza la expiación en el Santuario Celestial, y el tiempo que ocupa es tiempo de Dios, porque Cristo es un “gran Dios” (Tit. 2:13). Consecuentemente, el gran día de la expiación es de 1,000 años, porque para Dios, está escrito que “un día es como mil años y mil años es como un día” (Sal. 90: 4, 2P. 3: 8). Igualmente, la noche natural, anterior al 10º día tenía 12 horas, comenzaba desde la puesta de sol (6 pm.) del 9º día, hasta el amanecer (6 am.) del 10º día. Esta noche representa otras 12 horas proféticas, equivalente a 1000 años. “Porque mil años” para Dios son “como una de las vigilias de la noche”. Esto evidencia, que el “gran día de la expiación final”, comprende las 12 horas de la noche profética de 1000 años, más las 12 horas del día profético de 1000 años, que suman 24 horas y hacen un total de 2,000 años. Este “gran día” comenzó el 22 de marzo, “En la primavera del año 31 de nuestra era”, con el sacrificio y derramamiento de la sangre de Cristo “EL Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” y, terminará un 22 de marzo, en la primavera del año 2031 de nuestra misma era, que es el fin de la historia de esta tierra, o fin de los 6,000 años. 1. LA HORA DEL JUICIO INVESTIGADOR El “juicio investigador” de acuerdo a la profecía es una “hora”, “un periodo de tiempo”. Así está escrito: “temed a Dios y dadle gloria porque la hora de su juicio ha llegado” (Ap. 14: 7). Específicamente, “Al final de los 2300 años en 1844 se inicia la purificación del Santuario Celestial, o sea la hora del juicio” (CS: 374). Por consiguiente, ES UN ERROR EXPRESAR QUE EL 22 DE OCTUBRE DE 1844 EMPEZÓ EL GRAN DÍA DE LA EXPIACIÓN FINAL, PORQUE EN ESE DÍA EMPEZÓ LA HORA DEL JUICIO INVESTIGADOR, que es una doceava parte, del gran día de la expiación final que empezó el 22 de marzo del año 31 d.C., y termina el 22 de marzo del año 2031 d.C. Consecuentemente, desde el 22 de octubre de 1844, “los que por fe siguen a Jesús en su obra de expiación”, “reciben los beneficios de su mediación por ellos, mientras que a los que rechazan la luz que pone a la vista este ministerio, no les beneficia”. De esto entendemos, que toda persona de cualquier religión que no sabe que Cristo está intercediendo por él, en el Lugar Santísimo del Santuario Celestial, no es beneficiada por su mediación. Corre entonces, peligro su salvación y es urgente avisarle, antes que finalice la intercesión de Cristo y libre su vida. Si no es apercibido cuando reciba las plagas, “su sangre” será sobre la cabeza de quien tuvo este conocimiento y no le avisó (Ez. 33: 8,9), para que escapara de la ira venidera. Recordemos, que cuando Cristo entró al Lugar Santo del Santuario Celestial hubo un pueblo que lo sabía y, era la iglesia apostólica. Los judíos que rechazaron a Jesús como el Hijo de Dios, ellos no lo supieron y sufrieron las consecuencias de su ignorancia voluntaria. Está escrito que, “Cuando en la ascensión Jesús entró por su propia sangre en el santuario celestial para derramar sobre sus discípulos las bendiciones de su mediación, los judíos fueron dejados en oscuridad completa y siguieron con sus sacrificios y ofrendas inútiles” (CS: 483).
Aunque ellos, seguían considerándose el verdadero pueblo de Dios, sus oraciones y sacrificios de animales ya no tenían ningún valor para Jehová Dios, quedó como un pueblo más sobre la tierra. De igual modo, cuando Cristo terminó su ministerio en el Lugar Santo y pasó al Lugar Santísimo del Santuario Celestial hubo un pueblo que lo sabía y fue el movimiento adventista de 1844. Pero los protestantes renuentes, que rechazaron la luz del juicio investigador, quedaron en tinieblas. Esta es una de las razones, que a los miembros de las iglesias evangélicas, les resulta difícil comprender y entender, que en ese año de 1844 surge la Iglesia Adventista del Sétimo Día, como el Israel moderno. Cuyos miembros fieles son “los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Ap. 12:17), pero fue profetizado “entenderán los entendidos” (Dn 12:10).
2. ¿CUANDO FINALIZARÁ LA HORA DEL JUICIO? La hora del juicio que se inició el 22 de octubre de l844, para el Israel moderno pronto finalizará. Cuando llegue a su fin, el Israel moderno dejará de ser el pueblo escogido de Dios. Será dejado como fue dejado el Israel antiguo. Cuando esto suceda, la profecía señala que el “otro ángel” de Ap. 18: 1, une “su voz a la del tercer ángel para dar fuerza y vigor a su mensaje”, en el “periodo adicional de gracia”, concedido a dicho pueblo espiritual. Este periodo adicional de gracia, para el Israel moderno, como organización empezó el 21 de junio del 2011, con el “mensaje de la cosecha”, que empezó a predicar por primera vez, vía Internet el “otro ángel” de Ap. 18:1. Luego, lo hará a través de publicaciones y personalmente, a través de los que acepten el mensaje y durará hasta el comienzo de la “hora de la prueba” (Ap. 3:10). Para los individuos, sinceros de esta iglesia del Israel moderno, en forma personal, durará hasta el cierre del tiempo de gracia, que se producirá dentro de “la hora de la prueba” (Ap. 3:10). Durante ese tiempo, el mensaje del “otro ángel” irá a los gentiles de las iglesias no adventistas, que “tenían alguna luz y no habían oído ni rechazado los tres mensajes”, para que tomen su decisión individual, en favor o en contra de la verdad. Entonces, se volverá a repetir las cosas que sucedió en el tiempo del movimiento adventista de 1844. “Algunos dejaron de creer en la manera en que habían calculado antes los periodos proféticos y atribuyeron a factores humanos o satánicos la poderosa influencia del Espíritu Santo que había acompañado al movimiento adventista” (CS: 485). Las “profesas iglesias de nuestro Señor Jesucristo” (PVGM: 341), simbolizadas por la Casa de Israel y de Judá, que incluye a la Casa de Benjamín, “no creerán”, el mensaje, para ellos, será falsa luz. La profecía predice, que cuando el “otro ángel” predique “¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!”, estará anunciando un tiempo. “Aquí”, que denota un tiempo específico, una fecha - el fin del tiempo de gracia. Así está profetizado lo que sucederá y, cuando veas esta indiferencia en los judíos espirituales del Israel moderno, no debe disminuir tu fe. “Muchos de los que oigan el mensaje – la inmensa mayoría - no creerán la solemne amonestación. Muchos serán hallados desleales a los mandamientos de Dios, que son una prueba del carácter. Los siervos de Dios SERÁN LLAMADOS FANATICOS”. “Los ministros aconsejarán al pueblo a no escucharlos” (TM: 233), “llamarán una luz falsa a la luz que iluminará la tierra con su gloria” (EUD: 213).
Ellos haciendo una errónea aplicación de las palabras de nuestro Señor Jesús: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre” (Mt 24:36), rechazarán el mensaje del fin del tiempo de gracia, para su propia perdición. “Aunque nadie sepa el día ni la hora de su venida, se nos exhorta y se requiere de nosotros que sepamos cuando está cerca. Se nos enseña, además, que menospreciar su aviso y negarse averiguar cuando su advenimiento esté cercano, será tan fatal para nosotros como lo fue para los que viviendo en días de Noé no supieron cuando vendría el diluvio” (CS.420, 421).
3. EL CÁLCULO DE LA HORA DEL JUICIO La hora del juicio, tiene un tiempo de inicio y un tiempo de su fin, como hemos visto. Para conocer el tiempo de la hora del juicio investigador y cuando finaliza, se suma los 1,000 años (de la noche profética), más los 1,000 años (del día profético). El total de 2,000 años se divide entre las 12 horas proféticas del “gran día de la expiación final”. El resultado, es cerca de 167años. Específicamente 166 años y 8 meses. Veamos: EL GRAN DÍA DE LA EXPIACIÓN = 2, 000 años • UNA NOCHE = 1, 000 años. “Comenzando a los nueve días del mes en la tarde” (Lev. 23: 32). • UN DIA = 1,000 años. “A los diez días de este mes Séptimo será el día de la Expiación” (Lev. 23: 32). EL JUICIO INVESTIGADOR = 1 HORA. “la hora de su juicio es venida” (Ap. 14:7). EL DIA NATURAL = 12 HORAS. “Respondió Jesús; ¿No tiene el día doce horas?” (Jn. 11: 9) - Si el día de la expiación final es = 1 noche + 1 día = 2,000 años - Entonces, la hora del juicio del Gran día de la expiación final es = 2000/12 = 166.666667 = 166 + (0.666667 x 12) - UNA HORA EN AÑOS Y MESES = 166 años + 8 meses
Ahora bien, sumando los 166 años y los 8 meses al 22 de octubre de l844, llega hasta el 22 de junio del 2011. Esta fecha es el tiempo cuando matemáticamente se cumple las doce horas del juicio investigador, para el Israel moderno como pueblo, con personería jurídica. Así como al Israel antiguo, desde el año 31 d. C, de la crucifixión de Cristo, hasta el año 34 d.C., muerte del diácono Esteban, se le dio un tiempo de gracia adicional como pueblo literal, siendo después abandonado por Dios y otros – la iglesia apostólica - continuó su obra. Así también, al Israel moderno - como pueblo espiritual- Dios le da un tiempo de gracia adicional. Al final de este periodo de gracia adicional, será abandonado y otros- el movimiento simbolizado por el “otro ángel”-continuará su labor, entre los sinceros del adventismo del Israel moderno y los gentiles espirituales, del mundo. Sin embargo, la simbólica Casa de Israel y de Judá, que incluye a la de Benjamín, cada una de ellas espera recibir el Espíritu Santo. A su sus pastores y dirigentes les escucha predicar que ellos
recibirán la promesa de Dios. Lejos están de entender que en ellos no se cumplirá lo que Dios prometió, porque el Espíritu Santo de estas iglesias ya se habrá retirado. Está profetizado que el Poder de Dios, no descenderá sobre el Israel moderno, el profeta Ezequiel anunció esta fatal cruda realidad, hace más de 500 años a. C. “Y la gloria del Dios de Israel se alzó de sobre el querubín sobre el cual había estado, al umbral de la casa” (Ez. 9: 3). El Espíritu Santo, como Lluvia Tardía será derramada sobre el movimiento simbolizado por el “otro ángel,” que viene a ser la “iglesia que viviría precisamente antes de su segunda venida”, de Cristo. Sus miembros son los que “profesan una fe pura” (PVGM: 336). Aunque el Israel moderno, siga con sus formas de religión, como si no hubiese pasado nada, la profecía predice: “Pero la gloria del Señor se ha apartado de Israel; aunque muchos perseveraban en las formas de la religión, faltaban el poder y la presencia de Dios” (2JT: 65). De esta iglesia profética se apartó el Señor, porque no han desechado de su medio, las muchas creencias de demonios, simbolizados por “toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel” (Ez. 8:109), que profesan sus miembros activos, dirigentes y pastores. Como resultado, dentro de las casas del Israel moderno, la revelación divina advierte: “El Espíritu de Dios, que inspira la represión, es pisoteado, mientras triunfan los siervos de Satanás. Dios queda deshonrado, la verdad anulada” (2JT:65). Esto significa, que al faltar “el poder y la presencia de Dios”, o el Espíritu Santo, en la iglesia profética1, no habrá reavivamiento ni reforma entre ellos, por más comisiones de reavivamiento y reforma que nombren. Solo el Espíritu de Dios, puede mover a un cambio en la vida de las personas, así está escrito: “A menos que el Espíritu Santo produzca un reavivamiento, los miembros de la iglesia jamás serán cristianos, no importa lo que profesen” (ETF: 145). Se debe tener presente, que cuando Cristo desechó al Israel antiguo como nación, no abandonó a los judíos como personas naturales, que no habían recibido el mensaje de salvación. El Espíritu de Profecía menciona: “Con que incansable amor Cristo ministró a Israel durante el periodo adicional de gracia”. “Después de su ascensión, el Evangelio fue predicado primero en Jerusalén. Allí la primera iglesia evangélica reveló el poder del Salvador resucitado” (PVGM: 172). Este acontecimiento del Israel antiguo, se volverá a repetir con el Israel moderno. Según la profecía, hay un tiempo de tres años y medio de “periodo adicional de gracia”, que se inicia con 1
Sobre el caso que el 23 de junio es la fiesta de Pentecostés, hay un estudio bajo el titulo Temas Teológicos Contemporáneos: 22 de octubre de l844, fecha correcta para el día de la expiación.- De ella se ha extraído la siguiente declaración: Nosotros a continuación enumeramos una lista de las fiestas judías más importantes en esta perspectiva calculando el inicio de cada mes un día después del cambio de luna. Primer Mes Abib o Nisán, inicia el 18 de abril. Pascua mayo2, Gavillas mecidas Mayo4, Pentecostés Junio 23. Inicio del séptimo mes, (día de las trompetas) Octubre 13.Décimo día del mes, Octubre 23. Día 15, (fiesta de los tabernáculos) Octubre 28. The Midnight Cry, October 11, 1844, p. 117. Aclaración-Cuando ellos dicen el primer mes empieza, o el séptimo mes empieza, se refieren específicamente a la puesta de sol, cuando el día comienza, así ellos se refieren a abril 18/19 y Octubre 13/14. en cuanto a las otras fechas se refieren a ellas en promedio aunque ellos comienzan a contar desde la puesta de sol del día previo, así que cuando dicen que la pascua es en mayo 2, quieren decir mayo 1 / 2, y cuando ellos dicen octubre 23, se refieren a octubre 22/23. Para una tabla con el calendario rabinico (diferente) ver The Signs of the Times, December 1843, pages 132-136.
la predicación de “el mensaje de la cosecha”, del “otro ángel” y debe proclamarse principalmente a las casas del Israel moderno. Si bien es cierto, la profecía anuncia, que los del Israel moderno, han de rechazar el mensaje del “otro ángel”. El mensaje de la cosecha ha de proyectarse hacia los “gentiles” (las otras iglesias no adventistas) y cumplirá “su obra”. El movimiento, simbolizado por el “otro ángel”, habiendo recibido la Lluvia Tardía ha de entrar a la hora de la prueba de Ap. 3:10. Así está escrito: “El poder de Dios había asistido a sus hijos, quienes después de cumplir su obra estaban preparados para sobrellevar la hora de prueba que les aguardaba” (PE: 279). “…Muchos habían entrado en edad de razón y responsabilidad desde la proclamación de los mensajes; y las luz brilló sobre ellos, deparándoles el privilegio de escoger entre la vida y la muerte. Algunos escogieron la vida y se unieron con los que esperaban a su Señor y guardan sus mandamientos. El tercer ángel iba a efectuar su obra. Todos iban a ser probados por él, y las almas preciosas iban a ser invitadas a salir de las congregaciones religiosas…” “Dios colaboraba con la obra, y todos los santos, sin temor de las consecuencias, obedecían al convencimiento de su conciencia, se unían con los que guardaban todos los mandamientos de Dios y proclamaban poderosamente por doquiera el tercer mensaje” (PE: 278). “Sin embargo, el mundo duerme. Sus habitantes no conocen el tiempo de su visitación” (PVGM: 244). De ahí, que todos los que no conozcan el tiempo de la visitación de la ira de Dios, caerán en el tiempo de la prueba. La profecía refiere que despertarán cuando estén cayendo las plagas y será demasiado tarde, perecerán.
CAPÍTULO III LAS CASAS DEL ISRAEL MODERNO
El Israel moderno, o “Israel de Dios” (Gá. 6:16), que salió de “Egipto espiritual” en 1844, por llamado del primero, del segundo y del tercer ángel de Ap. 14: 6-9; es la Iglesia Adventista del Sétimo Día. Esta iglesia profética empieza la predicación del inicio de la hora del juicio investigador. Su desarrollo institucional guarda una “sorprendente analogía” con el Israel antiguo, en muchos aspectos. Se da el caso que la división que sucedió al Israel antiguo es parecida a la división que le sucedió al Israel moderno. Veamos los aspectos más relevantes: 1. EL ISRAEL ANTIGUO: DIVIDIDO EN DOS CASAS El Israel antiguo una vez instalado en Canaán fue gobernado como una monarquía unida durante 120 años. Estando en el poder el rey Salomón hizo algo que ningún rey de la tierra, había hecho “tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos” (1R 11:3,4). Llegó a “ser opresor y déspota. Cobraba al pueblo un impuesto tras otro, a fin de que hubiese recursos con que sostener una corte lujosa” (PR: 39). Se “apartó de la luz del cielo y de la sabiduría de Dios y reemplazó el culto de Jehová por la idolatría” (HR: 58,59). Dicho rey, llegó a ser un adorador de demonios, adoró a Astoret, diosa de los sidonios, A Milcom, ídolo abominable de los amonitas, a Quemos, ídolo abominable de Moab, a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón. Levantó templos a dioses falsos. “Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses. Y se enojó Jehová contra Salomón” (1R 11: 8,9) “degeneró al punto de consentir en que se erigiese un ídolo al cual se sacrificaban niños vivos” (PR: 41). “Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus días por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo. Pero no romperé todo el reino sino que daré una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, la cual yo he elegido” (1R 11:13). La historia nos enseña, que este pueblo se dividió en dos casas, en el años 931 a.C. El profeta Ahías silonita, dirigiéndose a Jeroboam profetizó: “porque así dijo Jehová Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón y a ti te daré diez tribus; y él tendrá una tribu por amor a David mi siervo y por amor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel” (1 R. 11: 28, 31). “Desde entonces las doce tribus de Israel quedaron divididas la de Judá y la de Benjamín constituyeron el reino inferior o meridional, llamado de Judá, bajo el gobierno de Roboan, mientras que las diez tribus septentrionales formaron y sostuvieron un gobierno separado, conocido como reino de Israel regido por Jeroboam” (PR: 338). Las diez tribus establecieron por separado su sede en Samaria, que se les conocía como Casa de Israel. Este pueblo fue destruido por Asiria, “el quebrantado remanente de las diez tribus fue llevado cautivos y disperso por las provincias del reino asirio” (PR: 217).
Su religión judía, se corrompió con prácticas del paganismo, que imperaba en el reino asirio y, fueron inducidos a adorar a otros dioses ajenos. Las tribus de Judá y de Benjamín establecieron su sede en Jerusalén. Se les conocía como Casa de Judá. Si bien, fueron librados de Asiria, años después fue invadido por Babilonia y llevados cautivos “hasta que vino el reino de los Persas” (PR: 338) y fueron liberados. Conociéndose después como el pueblo “de los judíos” (Jn. 4:22). 2. EL ISRAEL MODERNO (ADVENTISMO): DIVIDIDO EN DOS CASAS La división del Israel antiguo en dos reinos, no fue por voluntad de la monarquía que la gobernó, está escrito que “era ordenación de Jehová” (1R. 12: 15). “Así sucedió con la Casa de Israel durante toda la historia de la monarquía dividida; y así sucede hoy con el Israel espiritual” (PR: 532). “El pecado del Israel antiguo fue desatender la voluntad expresa de Dios y seguir su propio camino según los dictados de corazones no santificados. El Israel moderno está siguiendo rápidamente sus pasos, y la desaprobación del Señor descansará ciertamente sobre ellos” (No TMP: 167). El Israel moderno, según la profecía es la Iglesia Adventista del Sétimo Día. Esta iglesia se comprometió temer a Dios, y a adorar a aquel que hizo los cielos y la tierra, guardando los mandamientos y la fe de Jesús. Pero, después que sus fundadores murieron, los dirigentes que los reemplazaron con el pueblo mayoritario, empezaron a adorar a “dioses ajenos”. Como es a la diosa “Santísima Trinidad”, o el Dios Trinidad, o el Dios triuno o Dios trino, a un Dios sin principio, a un Dios Hijo co-eterno, a un Espíritu Santo co-eterno, a un Espíritu Santo que es Cristo sin su naturaleza humana, a un Espíritu Santo que se debe de adorar, a un Cristo existente por sí mismo, a un Hijo engendrado no creado, a un Hijo nacido no creado, entre otros ídolos doctrinarios. Estos ídolos, o falsas doctrinas, contrarios a la Biblia, que adoran las “MUCHAS MUJERES EXTRANJERAS”, que es una alegoría de las iglesias falsas y apóstatas, porque mujeres representan iglesias. Llámese actualmente, IGLESIA CATOLICA, IGLESIAS PROTESTANTES, EVANGELICAS, PENTECOSTALES, MORMONES, TESTIGOS DE JEHOVÀ, IRAELITAS DEL NUEVO PACTO etc. Todas ellas, creen estas falsa doctrinas, que son prácticas idolátricas, que corrompieron la fe que una vez fue dada a los santos. Estas iglesias, en sus templos, que han levantado en todo el mundo, adoran a estos “dioses ajenos”. 2.1. LA MAYORIA DE “PIONEROS” DE LA IGLESIA ADVENTISTAS FUERON “ARRIANOS” Y NO TRINITARIOS. En la Edad Media el que era “arriano” en sus creencias, tenía el calificativo de “hereje”. Muchos murieron fieles a sus creencias, cuando cayeron en manos de los trinitarios y de la Santa Inquisición. Entre ellos, fue perseguido y capturado el médico y protestante Miguel Servet, que por ser “arriano” y no trinitario, murió en la hoguera, por presión del protestante trinitario Calvino. En la actualidad, todo adventista se horroriza cuando escuchan que una persona cree que Cristo es Hijo de Dios por creación, hecho igual a Dios, que no creen en la Trinidad como doctrina bíblica y, es llamado “arriano” o “testigo de Jehová”. Lo ven como algo detestable e indigno de un cristiano. Se da el caso, que pocos adventistas de esta generación no saben, que los “pioneros” de la Iglesia Adventista del Sétimo Día, que iniciaron la predicación del mensaje de tercer ángel de Ap. 14.9, fueron “arrianos”, o antitrinitarios y que ellos llegaron a esa convicción por el estudio de la Biblia y de la historia.
De los pioneros Elena G de White escribió: “Mi esposo, junto con los pastores José Bates, Esteban Pierce, Hiram Edson, y otros que eran inteligentes, nobles y veraces, estaba entre aquellos que después que pasó el tiempo en 1844, escudriñaron en procura de la verdad como un tesoro escondido (TM: 24). A continuación citamos lo que ellos creían sobre la Trinidad. a).- JAMES SPRINGER WHITE (1821-881).- Esposo de la mensajera del Señor, considerado como el apóstol Pablo del movimiento adventista, dijo: “Como errores fundamentales, podríamos clasificar junto al falso día de reposo otros errores que los protestantes han traído de la iglesia Católica, como lo son el bautismo por aspersión, la Trinidad, la inmortalidad del alma y el infierno eterno” (J.S. White, Review & Herald, September 12, 1854). b).- JOSEPH BATES (1792-1872).- Considerado el apóstol de la verdad del sábado, escribió: “Con respecto a la Trinidad, concluí que era una imposibilidad para mi creer que el Señor Jesucristo, el Hijo del Padre, era también Dios Omnipotente, el Padre, uno y el mismo ser. Le dije a mi padre, “Si me puedes convencer que nosotros somos uno en este sentido, que eres mi padre, y yo tu hijo, pero también que yo soy tu padre, y tú mi hijo, entonces puedo creer en la Trinidad” (J. Bates, The Autobiography of Elder Joseph, pp. 204,205 (1868). c).- JOHN NEVINS ANDREWS (1829-1883).- Considerado como el primer misionero adventista, escribió: “La doctrina de la Trinidad fue establecida en la iglesia en el Concilio de Nicea, 325 DC. Esta doctrina destruye la personalidad de Dios, y de su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Las infames medidas que fueron utilizadas para forzarla sobre la iglesia, como están descriptas en las páginas de la historia eclesiástica, deberían avergonzar a cada creyente de esta doctrina” (J.N. Andrew, Review & Herald, March 6, 1855). d).- URIAS SMITH (1832-1903).- Redactor principal de la Review & Herald, de quien Elena G de White escribió: ¡Cuánto gozo experimento al leer sus artículo en la Review: tan excelentes, tan llenos de verdades espirituales! Doy gracias a Dios por ellos” (2MS:257,258). U. Smith dejo escrito: “Pero aunque el Hijo no posea co-eterna existencia pasada con el Padre, el comienzo de su existencia, como engendrado del Padre, es anterior a la obra de la creación, por eso él es el creador junto con Dios” (U. Smith, Thoughts on the Book of Daniel and the Revelación, p. 430.- 1882). e).- JOHN NBORTON LOUGHBOROUGH (1832-1924). Considerado como el primer historiador de la Iglesia Adventista, escribió: “Esta doctrina de la Trinidad fue traída a la iglesia al mismo tiempo que se empezaba a adorar imágenes, a observar el día del sol, pero es la misma doctrina babilónica remodelada. Necesitó aproximadamente trescientos años desde su introducción hasta llegar a ser la doctrina que es ahora” (J. N. Loughborough, Review & Herald, November 5, 1861).
f).- JOSEPH HARVERY WAGGONER (1820-1889). Enseñaba lo siguiente: “La diferencia entre Cristo y el Dios verdadero está claramente mostrada por las propias palabras del Salvador en Juan 17:3:”que te conozcan a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Mucha fuerza ha sido puesta en Is. 9:6, como la prueba de una Trinidad, que ya hemos citado, como refiriéndose a nuestro Sumo Sacerdote que vertió su sangre por nosotros. Los defensores de esa teoría dirán que esto se refiere a una Trinidad porque Cristo es llamado el Padre eterno. Pero por esta razón, junto a otras, afirmamos que esto no puede tener ninguna referencia a una Trinidad. ¿Cristo es el Padre en la Trinidad? De ser así ¿Cómo es el Hijo? o si él es tanto el Padre como el Hijo ¿Cómo puede ver allí una Trinidad?. Ya que una Trinidad es tres personas. Para reconocer una Trinidad, la diferencia entre el Padre y el Hijo debe ser preservada. Cristo es llamado “la segunda persona en la Trinidad”; pero si este texto prueba una Trinidad, o hace referencia a ella, demuestra que él no es la segunda, sino la primera persona. ¿Y si él es el primero, quien es el segundo? Queda muy claro que este texto no tiene ninguna referencia a tal doctrina” (J.H Waggoner, The Atonement in the Light of Nature and Revelation, pp. 168, 169). g).- STEPHEN NELSON HASKELL (1833 - 1922) Este pionero adventista predicaba: “Cristo fue el primer nacido del cielo: Él fue de igual manera el primer nacido sobre tierra, y heredero del trono del Padre, Cristo, el primer nacido, aunque el Hijo de Dios, fue revestido de humanidad, y fue hecho perfecto a través del sufrimiento. El tomo la forma de hombre. Y por la eternidad, permanecerá un hombre” (S.N.Haskell, The Story of the Seer of Patmos, pp. 98,99. 1905) h).- ROSWELL FENNER COTTRELL (1814 - 1892) Enseñaba: “Pero sostener la doctrina de la Trinidad, no es una muestra de maldad, pero si es la evidencia de la intoxicación de aquel vino del cual todas las naciones han bebido. El hecho de que esta era una de las principales doctrinas, si es que no la principal, sobre la cual el obispo de Roma fue exaltado al papado, no dice mucho a su favor” (R.F. Cottrell, Review &Herald, July 6, 1869). 2.2. ELENA G DE WHITE Y LOS PIONEROS Elena G. de White, como como profetisa y mensajera del Señor, nunca enseñó que Cristo era co-eterno con el Padre. Ella compatibilizaba con la creencia general de los pioneros, que Cristo había sido engendrado por Dios, no hecho como los ángeles, sino hecho igual a Dios. Veamos: “Una completa ofrenda había sido hecha; porque “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito”, no un hijo por creación, como son los ángeles, ni un hijo por adopción, como es el pecador perdonado, pero un Hijo engendrado en la expresa imagen de la persona del Padre, y en todo el resplandor de su majestad y gloria, uno igual que Dios en autoridad, dignidad, y perfección divina. En él moraba toda la plenitud de la Deidad” (Signs of the Times, 30 de Mayo, 1895).
a)
LA DECLARACION DE LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES (1872) DE LOS PIONEROS DE LA IGLESIA ADVENTISTA. La mensajera del Señor defendió los principios fundamentales, que enseñaron y practicaron los pioneros del adventismo y solo fueron 25 principios. En ninguna de ellas se menciona que Cristo era co-eterno con el Padre, tampoco que la Trinidad, es Dios, o la Deidad, o Divinidad. Ellos creían que solo existe un solo Dios preexistente y auto existente, que Cristo era su Hijo y el Espíritu Santo
es el representante de Dios en la tierra, que es cosa diferente a lo que significa la Trinidad. Así explican en la primera y segunda creencia, o principio fundamental publicado en el año de 1872. “1.- Que hay un Dios, un ser personal, espiritual, el creador de todas las cosas, omnipotente, omnisciente y eternal, infinito en sabiduría, santidad, justicia, bondad, verdad y misericordia; incambiable, y presente en todas partes por Su representante, el Espíritu Santo.(Salmos 139:7). “2.- Que hay un Señor Jesucristo, el Hijo del Padre Eterno, por quien creó todas las cosas, y por quien ellas subsisten; que Él tomó la naturaleza de la simiente de Abrahán para la redención de nuestra raza caída; que Él habitó entre los hombres, lleno de gracia y verdad, vivió (para) nuestro ejemplo, murió nuestro sacrificio, y resucitó para nuestra justificación. Él(Jesús)ascendió a lo alto para ser nuestro único mediador en el Santuario Celestial, donde, con Su propia sangre, Él hace expiación por nuestros pecados; que la expiación que fue hecha en la cruz, ofrecida como ofrenda para el sacrificio, es la última porción de Su obra como sacerdote de acuerdo al ejemplo del sacerdocio levítico, la cual prefiguraba el ministerio de nuestro Señor en el cielo (Véase Levítico 16; Hebreos 8:4, 5; 9:6,7; etc.)”. 2.3. LOS DIRIGENTE Y PASTORES ACTUALES SON TRINITARIOS. Los dirigentes actuales de la Iglesia Adventista del Sétimo Día, ahora no se avergüenzan en reconocer que son trinitarios, predican que los fundadores pioneros del adventismo, estuvieron equivocados. Incluso con fechas y acontecimientos revelan cómo y cuándo se produjo su gradual cambio doctrinario, a la Trinidad. Aceptan que en sus inicios eran arrianos, ahora son totalmente trinitarios, como los católicos y los evangélicos y protestantes y han abandonado la creencia primigenia de los pioneros adventistas. Dicen: “Podemos dividir la historia de la doctrina de la Deidad en el adventismo del séptimo día en cinco periodos: predomino antitrinitario (1846-1888); insatisfacción con el antitrinitarismo (1888-1898); cambio de paradigma (1898-1915); decadencia del antitrinitarismo (1915-1946); predominio trinitario (desde 1946 hasta el presente)”.- La Trinidad, por Woodrow Whidden, Jerry Moon, John W Reeve, pág. 201. 3. LA DIVISION DEL ADVENTISMO TRINITARIO EN DOS CASAS. Resulta, que el adventismo, en los años de 1914 - 1918, por efectos de la Primera Guerra Mundial se dividió en dos grupos. Un grupo – la mayoría – (Iglesia Adventista del Sétimo Día), aprobó la libertad de conciencia de los feligreses para ir a la guerra y proteger las propiedades de la iglesia. El otro grupo - la minoría -(llamado por la mayoría como “Movimiento Opositor”) no estuvo de acuerdo, fue separado del cuerpo de la Iglesia Adventista del Sétimo Día. En la historia de esta iglesia está escrito: “A principio de la guerra nuestra iglesia se dividió en dos partidos, 98% de nuestros miembros llegaron por el estudio de la Biblia a la convicción de que la conciencia manda defender la patria con armas en el día Sábado. Esta opinión fue apoyada por todos los miembros del directorio y fue comunicada inmediatamente al Ministerio de Guerra. El 2%, sin embargo no concordaron con esta decisión, siendo al fin excluidos por motivos de su comportamiento indigno de un cristiano” - (Dresdner Neueste Nachrichten, 12 de abril de 1918) (I y E: 130).
Los que no conocen la historia de la división del Israel antigua, no pueden entender la historia del Israel moderno, hablan que la división se produjo por causa del dirigente y pastor CONRADI. Este asunto es considerado como un caso local y no de envergadura institucional, argumentan que las iglesias son siete y no hay una octava iglesia. Confunden los siete periodos de la iglesia cristiana, que se menciona en Ap. 1:11, como si fueran iglesias literales. Desconocen que, “El pecado de una nación y su ruina se debieron a los dirigentes religiosos” (PVGM: 246). Ellos deben saber, que la división del adventismo en dos grupos fue por decisión de sus máximos dirigentes, así está escrito en el Protocolo de la Discusión con el Movimiento Opositor, celebrado en Friedensau, Alemania del 21 al 23 de Julio de 1920. “Primera Sesión: Miércoles 21 de Julio de 1920 a las 7p.m. en las aulas del nuevo colegio en Friedensau. Presentes: Los miembros de las tres juntas directivas de las tres uniones alemanas, como también miembros de la junta directiva de Holanda, de Checoslovaquia, de Polonia y Hungría, un total de 51 miembros, presidiendo el hermano L.C. Conradi; Además, 16 miembros del Movimiento Opositor y de la junta directiva de la Asociación General: Los hermanos Daniells, L.H. Christian F.M. WILCOX y M.E. Ker.Presidente: A G. Daniells” (Pág. 5). Otra profecía, que encontramos sobre la división del Israel moderno en dos casas, refiere: “A Jehová de los ejércitos, a él santificad, sea él vuestro temor y él sea vuestro miedo. Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén” (Is. 8: 13,14). El Espíritu de Profecía al respecto dice: “En esta representación profética, vemos que Satanás está en acción, no simplemente con los mundanos que no tienen temor y amor a Dios delante de si, sino también con los que profesan fe en Cristo. AQUÍ ESTAN REPRESENTADOS CLARAMENTE DOS PARTIDOS DISTINTOS FORMADOS DE UNA COMPANIA QUE UNA VEZ ESTABAN UNIDAS. Los miembros de uno de esos partidos resisten la voluntad de Dios. Estos se apartaron de la posición de los leales y verdaderos, y ahora resisten las advertencias del Espíritu de Dios. A los obedientes el Señor “les será por Santuario. Pero a las dos casas de Israel será piedra de tropiezo y caída, y red al habitante de Jerusalén” (I y E: 162). 3.1. LA CASA DE ISRAEL MODERNO De la división que hubo en el adventismo, el 98% que se mantuvo en su posición adoptada, fue la Iglesia Adventista del Sétimo Día. Según la profecía representa a las diez tribus de Israel, o el “reino de Israel “moderno. Identificado en otra profecía como los “muchos que profesaron creer en el mensaje del tercer ángel” (CS: 666). Llamada por el movimiento opositor, como la “Iglesia grande”. De esta simbólica Casa de Israel, está profetizado: “El pueblo se está subordinando al mundo, a sus prácticas, a sus costumbres, a su egoísmo. La iglesia ha vuelto al mundo en la trasgresión de la ley, cuando el mundo debiera haber vuelto a la iglesia por la obediencia al Decálogo. Diariamente, la iglesia se está convirtiendo al mundo”. (PVGM: 256). Esta “Iglesia grande", al convertirse diariamente al mundo, su religión está mundanalizada, viene caminando por los mismos pasos que dejó las diez tribus de Israel antiguo y fuera destruido por Asiria. De ahí, que en esta iglesia sus miembros profesan una diversidad de creencias, que son propias del paganismo, del protestantismos y del catolicismo, pero no del adventismo primigenio y en tal condición serán destruidos por Dios. Está escrito, que:
“Todos estos esperan ser salvos por la muerte de Cristo, mientras rehúsan vivir una vida de sacrificio propio. Ensalzan las riquezas de la abundante gracia y pretenden cubrirse con una apariencia de justicia, esperando ocultar sus defectos de carácter; pero sus esfuerzos serán vanos en el gran día de Dios” (PVGM: 257). 3.2. LA CASA DE JUDÁ MODERNO El 2% restante de la división, era el Movimiento Opositor, llamado “Los Reformistas” y comprende a los dos pequeños pueblos que por muchos años vivieron juntos, como un solo pueblo, gobernados por los mismos principios de fe, desde que fueron separados de la “Iglesia grande”. Los que no conocen la profecía ven a los reformistas como algo equivocado, como separatistas, no logran comprender que su separación era el cumplimento de una profecía de las Sagradas Escrituras. Uno representa a la tribu de Judá y el otro a la tribu de Benjamín y ambos forman el “reino de Judá” del Israel moderno. El Movimiento Opositor, comenzó su organización “Desde 1915”, como “Sociedad Misionera Internacional”, (Protocolo de Friendensau, Pág. 37) y, fue suscrita ante notario de Frankfurt, Alemania, en 1919. Después en Gotha, Alemania, en el año de 1925, ACORDARON POR MAYORIA DE DELEGADOS DE SU PRIMERA CONFERENCIA GENERAL, denominarse “Iglesia Adventista del Sétimo Día Movimiento de Reforma”. Pero no efectuaron la disolución ni liquidación de la “Sociedad Misionera Internacional” y siguió actuando subrepticiamente, dentro de la nueva organización. El pueblo pequeño con la denominación de Iglesia Adventista del Sétimo Día Movimiento de Reforma, recién se registra en 1949. Esta es la simbólica Casa de Judá del Israel moderno, que en Asamblea de Conferencia General de 25 delegados, en el año 1951, se divide en dos grupos: 14 delegados por un lado y 11 delegados por otro lado. Los 11 delegados se quedaron con la documentación y partida registral de la Iglesia Adventista del Sétimo Día Movimiento de Reforma. Los 14 delegados restantes, se unieron a miembros de la Sociedad Misionera Internacional (que anteriormente ya se había separado de la Iglesia Adventista del Sétimo Día Movimiento de Reforma), y en el año de 1952, se registraron como Sociedad Misionera Internacional Iglesia Adventista del Sétimo Día Movimiento de Reforma. Esta otra iglesia debidamente registrada, es el pequeño pueblo, que simboliza la Casa de Benjamín, del Israel moderno. Acerca del reino de Judá moderno, (que incluye a la Casa de Judá y la de Benjamín), fue profetizado su aparición en circunstancias cuando de la simbólica Casa del Israel, se dijo: “Satanás ha tomado todas las medidas posibles para evitar que se produzca algo entre nosotros, como pueblo, que nos reprenda, nos reproche y nos exhorte a dejar a un lado nuestros errores. PERO HAY UN PUEBLO QUE LLEVARÁ EL ARCA DE DIOS. Algunos que no querrán seguir llevando el arca saldrán de entre nosotros .Pero éstos no podrán levantar vallas para obstruir la verdad; ésta irá hacia adelante y hacia arriba hasta el fin.” (TM: 411). Es de verse, la aparición de los reformistas e internacionales, como un solo pueblo, fue profetizado antes que esto sucediera: “Una nueva vida está viniendo del cielo y posesionándose de todo el pueblo de Dios. Pero en la iglesia ocurrirán divisiones. SE FORMARÁN DOS GRUPOS. El trigo y la cizaña crecerían juntos hasta el momento de la cosecha” (2 MS: 130).
Muchos enseñan, que esta división será después que finalice el tiempo de gracia. Para los que piensan así, el Espíritu de Profecía dice: Satanás ha tomado todas las medidas “para evitar que se produzca algo entre nosotros, como pueblo”. Se refiere al pueblo: Iglesia Adventista del Sétimo Día (la simbólica Casa de Israel moderno). Mas, cuando dice: “Pero hay un pueblo que llevará el arca de Dios”, se puede notar que está refiriéndose a otro grupo, que no era la Iglesia Adventista del Sétimo Día. Ese otro pueblo es (la simbólica Casa de Judá), que actualmente se conoce como: Iglesia Adventista del Sétimo Día. Movimiento de Reforma, que incluye a la Sociedad Misionera Internacional Iglesia Adventista del Sétimo Día Movimiento de Reforma. Estas dos iglesias pequeñas, son las dos tribus que actúan como si fueran “ una tribu” (1R. 11: 36), conforme a la profecía “él tendrá una tribu por amor a David mi siervo”, pero en realidad eran dos: Judá y Benjamín. Otra profecía enseña: “A medida que nos apremien las pruebas, se efectuará en nuestras filas una obra de separación y también de unión. Algunos que en la actualidad están dispuestos a tomar armas de guerra, en tiempos de verdadero peligro pondrán de manifiesto que no han edificado sobre un fundamento sólido: Cederán a la tentación…justificándose con diversos pretextos…se apartarán de la fe” (M: 200). No obstante, cada iglesia sigue su rumbo, tanto la “Iglesia grande” y los “Reformistas”, están a nivel mundial, en casi todos los continentes del mundo. Cada casa predica el inicio de la hora del juicio. Ellas son las tres iglesias, que otra profecía los llama “las profesas iglesias de nuestro Señor Jesucristo” (PVGM: 341). Estas tres iglesias adventistas, así como están organizadas y registradas en los registros públicos de su sede principal, llegarán “hasta el momento de la cosecha”, o “hasta el fin del tiempo de gracia”. Son personas jurídicas debidamente constituidas e independientes, de ahí, que no llegarán unidas como un solo pueblo, o una sola persona jurídica, sino separadas como están ahora. Ninguna de estas tres entidades se van a unificar, hacerlo significaría que dos de estas entidades tendrían que efectuar la disolución, liquidación y extinción de su organización, o que las tres iglesias tendrían que constituir una nueva organización con otra personería. Siendo esto inverosímil, por no decirlo un imposible jurídico, porque cada una de estas iglesias se considera iglesia verdadera y que el resto de las iglesias son falsas o apóstatas.
4. LA UNIÓN DE LOS SINCEROS Y NO DE LAS CASAS DIVIDIDAS . La profecía enseña que, la división que sucedió al Israel antiguo en dos reinos, iba a suceder al Israel moderno, en el fin de la historia de esta tierra. Así está escrito: “Todo ha sucedió como él lo predijo. Él no ha dejado abandonada a su iglesia, sino que ha señalado en las declaraciones proféticas lo que ocurriría, y se ha producido aquello que su Espíritu inspiró a los profetas a predecir” (HA: 11). La historia registrada, enseña que el Presidente Daniells de la Asociación Mundial de la Iglesia Adventista del Sétimo Día, acompañado de 51 delegados, después que terminó la Primera Guerra Mundial, no aceptó unir al Movimiento Opositor, conformado por 16 delegados, porque ambos pensaban y creían diferente. Esto evidencia que “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” “¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho?” (Am 3:3,6).
De igual modo, los dirigentes de la Iglesia Adventista Internacional (dirigido por el pastor Kózel), se han reunido varias veces con los dirigentes de la Iglesia Adventista Reformista (dirigido por el pastor Nicolici), con la pretensión de volver a ser un solo pueblo, como eran antes de su separación. Pero nunca lograron este noble objetivo. Entre ambos grupos ya había otras ideas, preconceptos que los alejaban cada vez más, en vez de acercarlos uno al otro. Cuando sus máximos dirigentes protagonistas, los pastores Kózel y Nicolici estuvieron en vida, hicieron lo posible por volver a unirse, pero algo impedía su unificación. Ellos han muerto y estos dos pequeños pueblos hermanos, hasta la fecha, se mantienen separados y muchos se apartaron de su fe por esta desunión, que no lograron entender y pensaban que era cosas de hombres. Pero hoy, después que han transcurrido buena cantidad años, vemos que era el cumplimiento de lo que estaba profetizado, que esto sucedería en la simbólica “Casa de Judá”, conformado por los dos grupos, que también se les conoce como “kozelistas” y los “nicos”. La profecía declara que, cuando entremos al periodo de la persecución por aplicación de la ley dominical, habrá unificación, pero no de estas tres iglesias, que están debidamente organizadas, como personas jurídicas, sino la unificación se producirá entre las personas individuales, de dichas casas. Todo esto demuestra, que “Los movimientos importantes de hogaño, concuerdan con los de antaño” (CS: 391). Cuando empiece “la prueba final”, los “hijos sinceros” de Dios (PE: 261) de la simbólica Casa de Israel, de la Casa de Judá y de la Casa de Benjamín, empezarán a juntarse y unirse como un solo pueblo, EN UNA SOLA FE (la fe de Jesús y no en la fe trinitaria). Así está profetizado: “En el momento alegre de la restauración, las tribus del dividido Israel habrían de ser reunidas como un solo pueblo” (PR: 348). Los reunirá el “otro ángel” de Apocalipsis 18, con su “mensaje de la cosecha” profetizado. “…cuando la tempestad de la persecución se desate realmente sobre nosotros, las verdaderas ovejas escucharán la voz del verdadero Pastor. Se realizarán esfuerzos abnegados para salvar a los perdidos, y muchos de los que se han extraviado del redil retornarán para seguir al gran Pastor. EL PUEBLO DE DIOS SE UNIRÁ Y PRESENTARÁ UN FRENTE COMPACTO AL ENEMIGO. En vista del peligro común cesará la lucha por la supremacía. Ninguno de los verdaderos creyentes dirá “Yo soy DE PABLO y yo DE APOLOS y yo DE CEFAS. El testimonio de todos y de cada uno será “Yo sigo a Cristo, me gozo en él como mi Salvador personal” (M: 200). Las expresiones yo soy “de Pablo”, yo soy “de Apolos” y soy “de Cefas” de acuerdo a sus características, representan a tres iglesias adventistas, en que está divido el Israel moderno. Son las que representan a la “Casa de Israel”, la “Casa de Judá” y a la “Casa de Benjamín”. El “Israel espiritual”, ha de ser reunido de estas casas, por la “fe de Jesús”, como un solo pueblo. Este es el remanente, que pasará el decreto dominical, la persecución y el decreto de muerte. Luego, escuchará la voz de Dios, como señal de su liberación y es el pueblo, que ha de recibir a Jesús, en las nubes cuando venga por segunda vez, como Dios.
5. EL ISRAEL MODERNO TIENE UN VELO “ENCUBIERTO” La “Iglesia grande” y las dos iglesias “Reformistas”, por muchos años han lidiado por demostrarse el uno al otro, quien es la iglesia verdadera. Argumentan, que perteneciendo a una de ellas van a ser salvos. Así llegarán luchando una contra la otra, hasta el fin del tiempo de gracia. El Espíritu de Profecía aconseja, que deben de cesar la contienda de la “supremacía” por demostrar quien nació primero, pues las tres conforman el verdadero Israel moderno, que “Será
juzgada según la luz y las ocasiones que le fueron deparadas” (3 JT: 251). No obstante, hay un velo “encubierto” en ellos, que impide que no vean el peligro en que se encuentran, que si la iglesia no cumple “la obra que se le confió, se pronunciará contra ella la sentencia: “Hallada falta”. “La vista de Jesús, al mirar a través de las edades, se fijó en nuestro tiempo cuando dijo: “¡Si también tu conocieses, a lo menos en este tu día, de lo que es para tu paz!” . Este es aún tu día, oh iglesia de Dios, a quien él ha hecho la depositaria de su ley. Este día de oportunidad y gracia está llegando a su fin. El sol se está ocultando rápidamente. ¿Podría ocurrir que se esté ocultando y tú no conozcas?” lo que es para tú paz ¿Habrá de pronunciarse la irrevocable sentencia “más ahora está encubierto de tus ojos?” (M: 262). La destrucción del Israel antiguo, por la ira de Dios, se volverá a repetir, con la destrucción del Israel moderno. Así fue profetizado: “la casa de Israel y la casa de Judá invalidaron mi pacto, el cual había yo concertado con sus padres. Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo traigo sobre ellos mal del que no podrán salir; y clamarán a mí, y no los oiré” (Jer. 11:10,11). Así como el pueblo judío fue rebelde de volverse de sus caminos de apostasía, así también se descubre que el Israel moderno, en su apostasía alfa-omega, en que se encuentra, es rebelde a los mensajes del Señor. El Espíritu de Profecía declara: “Cuando Cristo vio en el pueblo judío una nación divorciada de Dios, también vio una profesa iglesia cristiana unida al mundo y al papado” (ETF: 293). Me pregunto, ¿Qué iglesia adventista actualmente está unida al mundo y al papado, que en Italia los curas dan mensajes en día sábado en las iglesias adventistas? La respuesta no se deja esperar, es la iglesia que simboliza a la Casa de Israel moderno, cuyos miembros viven engañados y adormecidos en la “seguridad fatal” de que son de la iglesia profética. No se dan cuenta que la denominación de adventista del sétimo día no salva a nadie. Lo que salvará de la ira de Dios es la obediencia a la Palabra divina y dejar de profesar las creencias erróneas que enseñan la bestia y su imagen. La profecía anuncia que tarde, demasiado tarde se darán cuenta: “cuando la ira de Dios se derrame sobre la tierra”. “Cuando al fin del tiempo, el Señor se encamine hacia la tierra para ejecutar su juicio, las temidas plagas comenzarán a caer… Los ministros de Dios habrán realizado su última obra, ofrecido sus últimas oraciones, derramado su última amarga lágrima a favor de una iglesia rebelde y un pueblo impío” (M: 262). La simbólica Casa de Judá, (que incluye a la de Benjamín), que viene llevando “el arca de Dios”, por rechazar el mensaje de la cosecha, dejará de llevar “el arca”. Entonces, quedará como las otras iglesias, desprotegida, cuando Dios derrame las plagas, para hacer “su obra, su extraña obra” (Is 28:21), sobre este mundo impenitente. “Cuando Dios lleve a cabo su extraña obra sobre la tierra, cuando manos santificadas ya no más lleven el arca, UN ¡AY! Será pronunciado sobre el pueblo” (5 TI: 73). Algunos “Reformistas” que militan en la “Casa de Judá”, que incluye a la “Casa de Benjamín” enseñan que solo será destruido la “Casa de Israel” moderno, pero no la casa de ellos, porque son el remanente de esta última casa. Sin embargo, viven un engaño, pues la profecía menciona que la destrucción viene para las dos casas del Israel moderno.
Así está profetizado:
“Aconteció que cuando ellos iban matando y quedé yo solo, me postré sobre mi rostro, y clamé y dije: ¡Ah Señor Jehová! ¿Destruirás a todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén? Y me dijo: La maldad de la CASA DE ISRAEL Y DE JUDÁ es grande sobremanera, pues la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de perversidad; porque han dicho: Ha abandonado Jehová la tierra, y Jehová no ve. Así, pues, hare yo, mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia, haré recaer el camino de ellos sobre sus propias cabezas” (Ez 9:8-10). Al respecto, alguien puede decir, el libro de Ezequiel fue escrito antes de Cristo, por tanto no debe referirse para nuestro tiempo, sino para el Israel antiguo. Más, las cosas de Dios no es como uno piensa, el Espíritu de Profecía declara: “Estudie el capítulo 9 de Ezequiel. Estas palabras se cumplirán literalmente; sin embargo, el tiempo está pasando y el pueblo está dormido… ¿Lo escuchará? ¿Recibirá su mensaje? ¿Se convertirá antes de que sea demasiado tarde? Pronto, muy pronto, cada caso se habrá decidido para la eternidad” (ETF: 471,472).
CAPÍTULO IV “EN LOS DIAS DE LA VOZ” DEL SETIMO ANGEL SE PROCLAMA EL FIN DEL TIEMPO DE GRACIA Mientras dura el tiempo de gracia, Dios ejerce su paciencia con toda la humanidad pecadora, sin excepción alguna. Está revelado que:
“A todos se les concede el tiempo de gracia, a fin de que todos puedan formar su carácter para la vida eterna. Se da a todos oportunidad de decidirse por la vida o por la muerte”, pero la “tolerancia de Dios tiene límites” (2 JT: 62). “El tiempo de gracia de todos”, termina cuando Cristo, “deja de interceder por los pecadores, y se reviste de las vestiduras de venganza” (1 JT: 282). Solo entonces, ha de castigar a los desobedientes a su Palabra divina, contenido en la Sagradas Escrituras. No obstante, está escrito: “No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada. Sus requerimientos han de ser presentados en su verdadero carácter sagrado, para que la gente se vea obligado a decidir en pro o en contra de la verdad” (2JT: 372). Los requerimientos que deben ser presentados, están dentro del tiempo de gracia, que Dios ha concedido a todo el mundo y que no es indefinido. Toda vez que su gracia concedida, tiene un plazo de finalización, que se encuentra profetizado en Ap. 10:7, en los términos siguientes: “En los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas” (Versión Reina - Valera). “Pues en el momento en que se oiga al séptimo ángel tocar la trompeta entonces se habrá cumplido el Plan misterioso de Dios, tal como lo había hecho esperar por medio de sus siervos los profetas” (Versión La Biblia - Latinoamérica). De estos textos bíblicos, podemos darnos cuenta que el “misterio de Dios” es el “plan misterioso de Dios”, o sea, es el Plan de Redención. Ahora bien, si la palabra “consumará” significa “concluido”, “acabado”, “terminado”, entonces, el “misterio de Dios se consumará”, significa que dicho Plan “ya se habrá cumplido”, o acabado el tiempo de gracia, no cuando “El séptimo ángel tocó la trompeta” (Ap. 11:15), sino, “en los días de la voz del séptimo ángel”, “en el momento en que se oiga al sétimo ángel tocar la trompeta”, “cuando él comience a tocar la trompeta”. Específicamente, antes que toque la trompeta. Por cuanto, cuando el sétimo ángel toque la trompeta, indicará que finalizó las bodas del Cordero en el cielo, que a Cristo “le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran” (Dn 7:14), que es cosa diferente. Así está escrito: “El sétimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Ap. 11:15). Pero antes de ello, para que las bodas del Cordero empiece, primero ha de terminar el tiempo de gracia, es decir, al inicio de las bodas se habrá “acabado” el plazo del tiempo de gracia, concedido a la humanidad. Precisamente, de acuerdo a la profecía, desde el 22 de junio del 2011 ya hemos entrado “En los días de la voz”, o en los años de la voz, porque días para el hombre significa años (Núm. 14:34). La finalización del tiempo de gracia, o finalización de la hora del juicio de Ap. 14: 7, que es el mismo acontecimiento, es de verse, que será “cuando el comience”, o “se oiga”, anunciar la “fiesta de bodas” y no cuando concluye las bodas. De ahí, que “el Plan misterioso de Dios”, “se habrá cumplido”, cuando Cristo haya salido del Lugar Santísimo del Santuario Celestial y no antes. La predicación del “mensaje de la cosecha” del “otro ángel”, anuncia precisamente “la fiesta de bodas”, el fin del tiempo de gracia.
1. SE REPITE EL ERROR DE DOS PASADAS GENERACIONES “Pero así como los primitivos discípulos declararon se ha cumplido el tiempo y se ha acercado el reino de Dios”, fundándose en la profecía de Daniel 9, sin darse cuenta de que la muerte del Mesías estaba anunciada en el mismo pasaje bíblico, así también Miller y sus colaboradores predicaron el mensaje fundado en Dn. 8:14 y Ap. 14:7 sin echar de ver que el capítulo 14 de Apocalipsis encerraba aún otros mensajes que debían ser también proclamados antes del advenimiento del Señor” (CS: 401). Este mismo error, se repite en la actualidad, con “las profesas iglesias de nuestro Señor Jesucristo” (PVGM: 341), que representan al Israel moderno. Estas iglesias desde que nacieron, hace muchos años, predican el inicio de la hora del juicio (el 22 de octubre de l844). Pero, no predican el tiempo de su finalización de dicha hora del juicio, porque no logran entender, en que tiempo termina. No se dan cuenta que, la finalización de la hora del juicio está anunciada en el mismo pasaje bíblico de Dn. 9:27, en los términos siguientes: “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos, a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación y lo que está determinado se derrame sobre el desolador” (Dn. 9:27). Aquí, en el primer párrafo de este versículo, se puede notar, quien confirmó el pacto y a la mitad de la semana hizo cesar el sacrificio y la ofrenda, se refiere a Cristo, cuando fue crucificado en la primavera del año 31 d.C. En el segundo párrafo, de este mismo versículo comienza diciendo “Después”, el cual señala un tiempo posterior a la crucifixión de Cristo, que vendría “el desolador” y su duración llegaría solo “hasta que venga la consumación”. En el libro de apocalipsis, encontramos escrito que la “consumación”, se está refiriendo a la conclusión del Plan de Redención, que es el “misterio de Dios”, al decir: “en los días de la voz del sétimo ángel, cuando el comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas” (Ap. 10:7).
1.1 “VENDRA EL DESOLADOR” El apóstol Pablo al “desolador” que vendría, con precisión lo identifica como “el hombre de pecado”, que según el Espíritu de Profecía es el papado (2Ts. 2:3, 7). El apóstol Juan ve venir al “desolador”, como la “Babilonia”, “vestida de púrpura y de escarlata, y dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas, teniendo un cáliz de oro en su mano lleno de abominaciones” (Ap. 17:1, 4). En el libro Patriarca y Profeta encontramos escrito por la mensajera del Señor que “Babilonia” representa “el mundo religioso” (PP: 163), de los “pueblos y muchedumbres y naciones y lenguas”. En el libro Conflicto de los Siglos dejó escrito, que las falsas doctrinas, “el vino de la ira de su fornicación” de Babilonia (CS: 439), representa la “muchedumbre de las abominaciones”, que han bebido como “vino” todas las gentes del mundo religioso actual. En cuanto la palabra “consumación” significa “extinción”, “fin”, “acabamiento”. Motivo por el cual, cuando “venga la consumación”, (cuando venga el fin del tiempo de gracia), “sobre el desolador” (Babilonia-mundo religioso), se derramará las “siete plagas postreras, porque en ellas se consumaba la ira de Dios” (Ap. 15:1) y, quedará destruida “en una hora” (Ap. 18:17). Porque no será guardada “de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra” (Ap. 3:10).
Sin embargo, para el pueblo de Dios la promesa es “te guardaré de la hora de la prueba”, que ha de venir, cuando termine la predicación del “mensaje de la cosecha”, o fin del tiempo de gracia. La revelación enseña que “estará preparado para la hora de prueba que le espera” (CS: 671). Debiéndose tener presente, que dicha hora no representa 15 días, como enseñan los miembros del Israel moderno, sino de 15 años, como se demuestra en el capítulo la Hora de la prueba. El apóstol Juan ve, que el mundo religioso “en una hora ha sido desolada” (Ap. 18:19), por el ministerio de la ira de Dios, “porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades” (Ap. 18: 5). Esto quiere decir, que: “Los pecados del mundo llegarán hasta el cielo cuando la ley de Dios sea invalidada, cuando el día de reposo del Señor sea hollado en el polvo y los hombres sean obligados a aceptar en su lugar una institución del papado por medio de la imposición de la ley del país” (EGW.Com: 418). En “una hora vino tu juicio” (Ap. 18: 10) es dicho a Babilonia, dando a entender a todo “el mundo religioso”. En la hora del juicio investigador, que se lleva a cabo en el cielo desde el 22 de octubre del 1844 hasta el fin del tiempo de gracia, el mundo religioso, ha de ser hallado falto. Como consecuencia el profeta anuncia su desolación: “Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble” (Ap. 18:6). De esta destrucción no escapará el Israel moderno, porque también ha bebido del “vino” de Babilonia. Así está profetizado: “Aquí vemos que la iglesia, el santuario del Señor era la primera en sentir los golpes de la ira de Dios…Hombres, jóvenes y niñitos, todos perecen juntos” (2 JT: 65,66). “La obra de destrucción empieza entre los que profesaron ser guardianes espirituales del pueblo” (M: 294). 1.2 “LA CONSUMACIÓN QUE ESTÁ DETERMINADO” ¿Sabes cuándo vendrá la consumación y lo que está determinado se derrame sobre el desolador? La respuesta está donde Guillermo Miller la encontró, al descifrar el plazo de los 2300 años. Se encuentra en el término “determinadas” de Dn. 9: 24, que significa “descontadas”. Utilizando el mismo razonamiento lógico de este investigador, podemos afirmar que la palabra “determinado” significa literalmente “descontado”. ¿Pero de donde fue descontado? Teniendo en cuenta que el ángel dijo al profeta Daniel “Después”, entendemos que es descontado de un periodo posterior a los 490 años de gracia concedida a los judíos y posterior a los 2,300 años que refiere la profecía de Dn. 8: 14. En Lucas 21:24 está escrito: “Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”. Aquí encontramos bajo el símbolo de “Jerusalén” al pueblo de Dios y bajo la expresión “los tiempos de los gentiles”, el periodo de 6,000 años de ejecución del Plan de Redención. Este plazo de tiempo, debe constituir el periodo, del que fue descontado “hasta que venga la consumación”. Si, la palabra “consumación” tiene el significado de “acabamiento”, o “cumplimento “de plazo, y “misterio de Dios” indica “Plan de Redención”. Entonces, la expresión: “hasta que venga la consumación” significa hasta que venga el acabamiento o cumplimiento del plazo del Plan de Redención, señalado como cierre del tiempo de gracia, para nosotros “los gentiles”.
1.3. CUANDO CRISTO DIGA: HECHO ESTA, INDICARÁ EL FIN DEL TIEMPO DE GRACIA “Vivimos en un periodo importante de la historia del mundo. El fin de todas las cosas está cercano; las arenas del tiempo se están escurriendo rápidamente; pronto se dirá en el cielo: “Hecho está” (Ap. 21: 6). “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía” (2 MS: 432). La palabra profética precisa, que terminará el tiempo de gracia, cuando Cristo en el Santuario Celestial diga: “Hecho está. Consumado es” El plan de salvación estaba cumplido” (PE: 281). Luego, dejará de interceder por los pecadores. De lo contrario, no podría venir a llevar a su pueblo: “…es decir, cuando Cristo deje de interceder por los hombres culpables, antes de su venida en las nubes del cielo, la puerta de la misericordia será cerrada” (PP: 86). “Cuando Jesús se levante en el lugar santísimo y ponga a un lado sus vestiduras de mediador y se revista con las vestiduras de venganza en lugar del atavío sacerdotal, habrá terminado la obra a favor de los pecadores. Habrá llegado entonces el momento en que se dará la orden: “El que es injusto, sea injusto todavía…y el que es justo, sea todavía justificado: y el santo sea santificado todavía” (1 JT: 282). Consecuentemente, de acuerdo a la profecía “El pueblo de Dios, habrá cumplido su obra; habrá recibido “la lluvia tardía”, el “refrigerio de la presencia del Señor” y estará preparado para la hora de prueba que le espera” (CS: 671). Es de verse, que la lluvia tardía, o poder de Dios ha de fortalecer a los que la reciban para resistir las pruebas de calamidades, sufrimientos y persecuciones de la gran tribulación que vendrá. Esto implica, que quien siendo hijo de Dios actualmente, no logre recibir el Espíritu Santo, no estará preparado para resistir la prueba final y caerá bajo la tentación de Satanás. Dentro de “la hora de la prueba”, se ha de dar la ley dominical, obligando a guardar el domingo, primero en Estados Unidos y después seguirán su ejemplo los demás países del mundo, llamado por la profecía la “imagen de la bestia”. Su observancia o rechazo individual, para los hijos de Dios será la gran prueba que tienen que pasar. El Espíritu de Profecía indica: “El Señor me ha mostrado claramente que la imagen de la bestia será formada antes que termine el tiempo de gracia, porque constituirá la gran prueba para el pueblo de Dios por medio de la cual se decidirá el destino de cada uno… “Esta es la prueba que deberán enfrentar los hijos de Dios antes de ser sellados. Todos los que demuestren su lealtad a Dios OBSERVANDO SU LEY Y NEGANDOSE A ACEPTAR UN DIA DE REPOSO FALSO, Se alistarán bajo la bandera del Señor Dios Jehová y recibirán el sello de Dios viviente. Los que renuncien a la verdad de origen celestial y acepten el domingo como día de reposo, recibirán la marca de la bestia” (EGW.Com: 987). Como puede apreciarse, ese tiempo, es “la época en que terminaría el mensaje del tercer ángel” (PE: 279). Pero, el mundo religioso ignora todo esto. “Cuando la presencia de Dios se retiró de la nación judía, tanto los sacerdotes como el pueblo lo ignoraron“. “Así también cuando la decisión irrevocable del santuario haya sido pronunciada y el destino del mundo haya sido determinado para siempre, los habitantes de la tierra no lo sabrán. Las formas de la religión seguirán en vigor entre las muchedumbres de en medio de las cuales el Espíritu de Dios se habrá retirado finalmente; y el celo satánico
con el cual el príncipe del mal ha de inspirarlas para que cumplan sus crueles designios, se asemejará al celo por Dios” (CS: 673) . Esto evidencia, que las casas del Israel moderno tampoco aceptarán, el mensaje de la advertencia, cuando quedará concluida la obra del juicio investigador. Solo los que siguen la historia profética, por fe sabrán, porque “Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (He. 11:1). Está escrito, para nosotros los que vivimos en estos días: “Cuando quede concluida la obra del juicio investigador quedará también decidida la suerte de todos para vida o para muerte. EL tiempo de gracia terminará poco antes de que el Señor aparezca en las nubes del cielo”. “Los justos y los impíos continuarán viviendo en la tierra en su estado mortal, los hombres seguirán plantando y edificando, comiendo y bebiendo, inconscientes todos ellos de que la decisión final e irrevocable ha sido pronunciada en el santuario celestial” (CS: 545).
CAPÍTULO V LAS DIEZ VIRGENES Y LA FIESTA DE BODAS
En Apocalipsis capítulo 14:7-9 y 18:1-4, se menciona a cuatro ángeles, que tienen relación con la fiesta de bodas de Lc. 22:1-14 y las diez vírgenes de Mt 25: 1- 13. De su estudio minucioso, podemos ver:
“donde estamos hoy en el transcurso de los siglos y que es lo que se puede esperar del futuro” (Ed. 178). A saber, cuando será el fin del tiempo de gracia y, cuando será el arrebatamiento del pueblo de Dios, después de la “gran tribulación”. O cuando será el tiempo de la segunda venida de Cristo, con poder y gran gloria. El primer ángel de Ap. 14: 6, que desde 1831, proclama: “Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”. Anuncia que Dios, el Padre de Cristo empieza la “obra del juicio investigador en los atrios del cielo” (PVGM: 252). Cristo, “aquel que hizo el cielo y la tierra” en este proceso judicial celestial, es nuestro abogado defensor, durante la hora del juicio, pero que no defenderá a nadie que voluntariamente viva en el pecado, rechazando su verdad. El mensaje del primer ángel, en relación con las diez vírgenes, simboliza la venida del esposo a las bodas: “la venida de Cristo anunciada por el mensaje del primer ángel, estaba representada por la venida del esposo” (CS: 444). El segundo ángel de Ap. 14:8, desde el verano de 1844, predica: “Ha caído, ha caído Babilonia”, “porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación”. Se refería a la caída moral de las iglesias protestantes, de aquel tiempo. Aquellas iglesias, que rechazaron la proclamación de la segunda venida de Cristo, efectuada por Guillermo Miller y sus colaboradores. De estas iglesias protestantes, salieron más de 50.000 personas. Hecho que, simboliza la salida de las diez vírgenes. “La extensa obra de reforma que produjo la proclamación de su venida, correspondía a la salida de las vírgenes” (CS: 444). Los que perseveraron en la fe de la segunda venida de Cristo, después del chasco del 22 de octubre de 1844, descubrieron las doctrinas erróneas que constituyen el “vino” de Babilonia (TM: 61), que profesan los protestantes – evangélicos. El tercer ángel de Ap. 14:9, empezó su obra después del chasco, de 1844 y proclama: “Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano” ha de sufrir las siete postreras plagas. Este mensaje, que trae como consecuencia la exhortación que se debe guardar los diez mandamientos y la fe de Jesús, simboliza la luz de las lámparas, de las vírgenes. Esta luz, ilumina: “el camino que debía recorrer el esposo hasta el hogar de la esposa, para celebrar la fiesta de bodas”. “Así ellos han de glorificar a Dios, han de iluminar el camino a la casa del Esposo, a la ciudad de Dios, a la cena de bodas del Cordero” (PVGM: 341). El “otro ángel” de Ap. 18: 1, que proclama “Ha caído, ha caído la gran Babilonia y se ha hecho habitación de demonios…Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación” simboliza un “movimiento”. Es un nuevo movimiento, que a partir del mes de junio 21 del 2011, empezó a proclamar el fin del tiempo de gracia, a través de su “mensaje de la cosecha”, basado en los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel de Ap. 14:7, 8, 9. Su mensaje simboliza la entrada de las cinco vírgenes prudentes, a la “fiesta de bodas “y la puerta de cerró. La presencia de este ángel, aparece en circunstancias, como está escrito
“cuando se aproximaran los acontecimientos del fin de la historia de este mundo”, “otro ángel vendrá del cielo con un mensaje y toda la tierra será iluminada con su gloria” (ETF: 148). Este nuevo movimiento, proclama la caída moral del “mundo religioso” actual, con la “mención adicional”, de las “iglesias desde 1844”, que han bebido el vino de Babilonia, “exhortando al pueblo de Dios a que de ella saliese para escapar a su terrible condenación”. (PE: 277, 278). Me pregunto: ¿Podrá alguien, exhortar al pueblo de Dios a que saliese de las iglesias sentenciadas, para escapar a su destrucción, si el que proclama no sabe cuándo termina el tiempo de gracia? La respuesta me dirá alguien, es obvio, que si uno predica el fin del tiempo de la gracia, debe saberlo, si tiene en cuenta que la segunda venida de Cristo Jesús y la destrucción del mundo de acuerdo a la profecía, vine después de concluido el tiempo de gracia. El “otro ángel” cuando proclama la destrucción del mundo religioso actual, sabe con precisión el fin del tiempo de gracia. Así mismo, cuando proclama la segunda venida de nuestro Salvador, sabe perfectamente que su venida, será después que termine el tiempo de gracia y al final de la “gran tribulación”, que cesará a la voz de Dios. Enseña además, que vendrá al fin de la historia de esta tierra y lo demuestra a la luz de la Biblia y el Espíritu de Profecía y esto es diferente a señalar el día y la hora. El mensaje del “otro ángel”, va al pueblo de Dios que se encuentra en Babilonia- el mundo religioso. Su mensaje es cierto, preciso y oportuno, por eso proclama “con gran potencia”, que le otorga el Espíritu Santo. Elena G de White escribió. “Otro ángel “ha de bajar del cielo. Este ángel representa la proclamación del fuerte clamor, que procederá de los que se están preparando para clamar en forma poderosa, con una voz potente: “Ha caído la gran Babilonia” (3 MS: 470). “Otro ángel vendrá del cielo con un mensaje y toda la tierra será iluminada con su gloria. PARA NOSOTROS ES IMPOSIBLE DETERMINAR COMO SE REVELARÁ ESTA LUZ ADICIONAL. Podrá venir de una manera totalmente imprevista, de un modo que no esté de acuerdo con las ideas preconcebidas de muchos.” (Carta 22, del 18 de enero de 1889).
CAPITULO VI EL MENSAJE CRISTO JUSTICIA NUESTRA Si el “otro ángel “de Ap. 18:1, representa la “proclamación del fuerte clamor y, el fuerte clamor, se va a dar cuando venga la Lluvia Tardía, quiere decir entonces, que dicho ángel no bajó en el año de 1888 en la Conferencia General de Minneápolis - EE UU, como enseñan algunos.
Caso contrario, el Espíritu de Profecía, años después, el 18 de enero de 1889 no habría escrito, lo que a continuación se lee: “Yo indiqué (en la Sesión de la Asociación General de 1888) que, cuando se aproximaran los acontecimientos del fin de la historia de este mundo, habría una luz especial para el pueblo de Dios”. “Otro ángel vendrá del cielo con un mensaje y toda la tierra será iluminada con su gloria. Para nosotros es imposible determinar cómo se revelara esta luz adicional. Podrá venir de una manera totalmente imprevista, de un modo que no esté de acuerdo con las ideas preconcebidas de muchos. No es del todo inverosímil ni contrario a la manera de obrar de Dios, el mandar luz a su pueblo de forma inesperada ¿sería correcto que cerráramos todas las avenidas?” (ETF: 148). El 29 de marzo de 1892, la mensajera del Señor también escribió: “No tengo ningún tiempo específico del cual hablar, cuando se efectuará la efusión del Espíritu Santo, cuando descenderá del cielo el ángel poderoso y se unirá con el tercer ángel en la terminación de la obra de este mundo” (1 MS: 225). Es de verse entonces, el “otro ángel” de Ap. 18:1, no vino en el año de 1888, sino que definitivamente está revelado que vendría “cuando se aproximaran los acontecimientos del fin de la historia de este mundo”, que es en este tiempo en que vivimos. Referente al mensaje expuestos por los pastores Jones y Waggoner en la Conferencia de Minneapolis de 1888, sobre “la justicia de Cristo, el Redentor que perdona los pecados”, dijo el 22 de noviembre de 1892: “Este es el comienzo de la luz del ángel cuya gloria llenará toda la tierra” (1 MS: 425). Muchos creen que este mensaje de la justicia de Cristo, es el mensaje del “otro ángel”, “cuya gloria llenará toda la tierra”. Lo cual no es cierto, de ningún modo. El Espíritu de Profecía aclara: “Varios me han escrito preguntándome si el mensaje de la justificación por la fe es el mensaje del tercer ángel, y he contestado: “Es el mensaje del tercer ángel en verdad” (1 MS: 437). “Al pastor E. J. Waggoner se le otorgó el privilegio de hablar en forma sencilla, y presentar sus puntos de vista sobre el tema de la justificación y la justicia de Cristo en relación con la ley. Esta no era una nueva luz, sino la antigua luz colocada en donde debe estar dentro del mensaje del tercer ángel… ¿Cuál es el principal propósito de ese mensaje? Juan ve a un pueblo. Él dice: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Ap. 14:12). Juan observa a este pueblo precisamente antes de ver al Hijo del hombre “quien tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda” (vers. 14). Se ha perdido de vista la fe de Jesús: ésta ha sido tratada de una manera descuidada. No ha ocupado la posición destacada en la cual le fue revelada a Juan. La fe en Cristo como la única esperanza del pecador, ha sido dejada fuera de consideración y excluida no solo de los discursos sino también de la experiencia de muchísimos que dicen creer en el mensaje del tercer ángel” (3 MS: 190). “El mensaje del tercer ángel es la proclamación de los mandamientos de Dios y la fe de Cristo Jesús. Los mandamientos de Dios han sido proclamados, pero la justicia de Jesús, dándole igual importancia, no ha sido presentada por los adventistas del sétimo
día, haciendo que la ley y el Evangelio vayan de la mano. No puedo hallar palabras para presentar este tema en toda su plenitud.” “La fe de Jesús”. Se habla de ella, pero no ha sido entendida. ¿Qué cosa constituye la fe de Jesús, que pertenece al mensaje del tercer ángel? Jesús convertido en el ser que lleva nuestros pecados para llegar a ser el Salvador que perdona el pecado. Él fue tratado como nosotros merecemos ser tratados. Vino a nuestro mundo y llevó nuestros pecados para que nosotros pudiéramos llevar su justicia. Y la fe en la capacidad de Cristo para salvarnos en forma amplia, completa y total, es la fe de Jesús” (3 MS: 195). Ahora déjeme decirle, una cosa es tener la “fe de Jesús”, otra cosa, es tener la “fe en Jesús”, que profesan las iglesias. La fe en Jesús, que predica la Iglesia Católica, con adoración de imágenes, es diferente a la fe en Jesús que predican los protestantes, con un Jesús que clavó la Ley en la cruz. De igual manera, la fe en Jesús, que enseñan los adventistas, los internacionales y los reformistas, con un Jesús co-eterno con el Padre, que, no es Hijo de Dios por creación, antes de todas las cosas, sino un hijo por naturaleza, por nacimiento, por simulacro, o por convenio, es diferente a la “fe de Jesús”, que profesó Cristo y que está registrado en la Biblia.
CAPITULO VII EL MENSAJE DE LA COSECHA Algunos enseñan, que el “otro ángel” de Ap. 18:1, cuando venga no trae ningún nuevo mensaje y, que solo repite el mensaje del segundo ángel de Ap. 14: 8. Si bien es cierto, cuando baja repite el mensaje del segundo ángel, de “Caída es Babilonia”, también es ciento, por la luz que ha
llegado al pueblo de Dios, que si trae un nuevo mensaje y es el mensaje de la cosecha. Así está profetizado: “Ahora debe darse en todas partes del mundo el mensaje del ángel que sigue al tercero. DEBE SER EL MENSAJE DE LA COSECHA y toda la tierra será iluminada con la gloria del Señor” (EUD: 211). Esta misma versión, se encuentra traducida en otro libro: “El mensaje debe ir de este a oeste, y viceversa. Vendrá un gran zarandeo…AHORA DEBE DARSE EN TODAS PARTES DEL MUNDO EL MENSAJE DEL CUARTO ANGEL, QUE SIGUE AL TERCERO. SERÀ EL MESAJE DE LA COSECHA y toda la tierra será iluminada con la gloria del señor. EL SEÑOR TIENE ESTE ÚLTIMO LLAMADO DE MISERICORDIA PARA EL MUNDO” (ETF: 179). Siendo esto así, resulta simple de entender, que el “ángel que sigue al tercero”, o el “cuarto ángel que sigue al tercero” y proclama el “mensaje de la cosecha”, es el ángel de Ap. 18: 1. Pero ¿Qué significa el mensaje de la cosecha que proclama el otro ángel? Veamos que está escrito al respecto: • “LA COSECHA ES EL FIN DEL MUNDO Y LOS SEGADORES SON LOS ÁNGELES” (Mt. 13:39). • “LA COSECHA ES EL FIN DEL TIEMPO DE GRACIA”. • “EL TIEMPO DE LA COSECHA, EL FIN DEL MUNDO”. (PVGM: 50,53). Esto significa en consecuencia, “el mensaje de la cosecha”, que predica el otro ángel, es el mensaje de “el fin del tiempo de gracia”, que sucederá algunos años antes de la segunda venida de Cristo Jesús. 1. LOS PIONEROS ADVENTISTAS NO CONOCIERON EL MENSAJE DE LA COSECHA La mensajera del Señor, escribió el 18 de enero de 1889: “Yo indiqué (en la Sesión de la Asociación General de 1888) que, cuando se aproximaran los acontecimientos del fin de la historia de este mundo, habrá una luz especial para el pueblo de Dios. Otro ángel vendrá del cielo con un mensaje y toda la tierra será iluminada con su gloria” (ETF: 148). Este otro ángel, no iba a ser un ángel literal, sino un movimiento, como lo fue el ángel del primer mensaje, el ángel de segundo mensaje y el ángel del tercer mensaje angélico de Ap. 14: 7, 8, 9. De esto entendemos, que “el mensaje de la cosecha”, o mensaje del fin del tiempo de gracia, no era una luz conocida en el tiempo de Elena G de White o de los pioneros adventistas. Tampoco fue conocido en el tiempo del surgimiento de los pioneros de la Sociedad Misionera Internacional, ni del tiempo de los pioneros del Movimiento de Reforma. Es una luz, posterior a ellos, que según la profecía, empieza alumbrar en estos días, del comienzo del “fin” del “ministerio “de Cristo en el Santuario Celestial. Es una “luz adicional”, que surge de la Biblia y de los Testimonios del Espíritu de Profecía. Mejor dicho, los hijos de Dios que nos precedieron, no pudieron comprender el fin del tiempo de gracia y ni el tiempo cuando se producirá la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Elena G de White dijo: “Para nosotros es imposible determinar cómo se revelará esta luz adicional. Podrá venir de una manera totalmente imprevista, de un modo que no esté de acuerdo con las ideas preconcebidas de muchos. No es del todo inverosímil ni contrario a la manera de obrar de
Dios, el mandar luz a su pueblo de forma inesperada ¿Será correcto que cerráramos todas las avenidas?” (ETF: 148). 2. LA CAÍDA DE BABILONIA EL “MUNDO RELIGIOSO” ACTUAL El mensaje de la cosecha, ocasionará la caída del mundo religioso actual, eso es lo que se puede advertir de la profecía: “El mensaje en cuanto a la caída de Babilonia debe ser dado. El pueblo de Dios debe entender lo que se refiere al ángel que iluminará a todo el mundo con su gloria, mientras clama poderosamente a gran voz: “Ha caído, ha caído la gran Babilonia” (ETF: 172). Por tal motivo, es necesario comprender que simboliza Babilonia, su caída, su vino, el llamado del cielo que acompaña a este ángel, entre otras cosas. Al respecto la mensajera del Señor dice: “Los verdaderos seguidores de Cristo son amables, compasivos y sensibles. Comprenderán el significado de la obra del ángel de Apocalipsis 18 que debe alumbrar la tierra con su gloria, mientras clama con una potente voz:” ¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia¡ (Apocalipsis 18:2). Muchos escucharán su llamado” (ETF: 174). Cuando en el verano de 1844 se proclamó el mensaje “Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación” (Ap. 14:8). “Los adventistas entendieron que este mensaje era un anuncio de la caída moral de las iglesias como consecuencia de su rechazamiento del primer mensaje” (HR: 383). Del texto leído, nace la siguiente pregunta ¿Qué significa “caída moral”? Para entender este concepto, leamos que está escrito acerca del gobierno de Dios. “Dios podría haber destruido a Satanás y a los que simpatizaban con el tan fácilmente como nosotros podemos arrojar una piedrecita al suelo; pero no lo hizo. La rebelión no se había de vencer por la fuerza. Solo el gobierno satánico recurre al poder compulsorio. Los principios del Señor no son de este orden. Su autoridad descansa en la bondad, la misericordia y el amor; y la presentación de estos principios es el medio que quiere emplear. El gobierno de Dios es moral, y la verdad y el amor han de ser la fuerza que lo haga prevalecer” (DTG: 707). Si el gobierno de Dios es moral, y la caída de las iglesias es moral, significa entonces, que “las profesas iglesias de nuestro Señor Jesucristo”, que surgieron después de 1844, proclamando el mensaje del tercer ángel y rechazan el “mensaje de la cosecha”, caen fuera del “El gobierno de Dios”. Luego, el movimiento simbolizado por el “otro ángel”, es llamado a reemplazarlo, en la comisión de la conclusión del evangelio. La profecía anuncia la llegada de “este movimiento”, “simbolizado por el ángel que baja del cielo, alumbrando la tierra y denunciando con voz potente los pecados de Babilonia. Al mismo tiempo que este mensaje, se oye el llamamiento: “Salid de ella, pueblo mío”. Estas declaraciones, unidas al mensaje del tercer ángel, constituyen la amonestación final que debe ser dada a los habitantes de la tierra” (CS: 662). En el tiempo pasado, “Cuando las iglesias desdeñaron el consejo de Dios al rechazar el mensaje adventista, EL Señor a su vez las rechazó” (HR: 382) y, eso sucederá en nuestros días.
“La esencia del mensaje del segundo ángel vuelve a darse al mundo por medio del otro ángel que ilumina la tierra con su gloria. Esos mensajes se mezclan en uno solo para ser presentados a la gente en los días finales de la historia terrenal” (ETF: 162). Para entender estas cosas, que han de suceder, es necesario revisar en la historia del movimiento adventista millerista, los aspectos de la predicación del primer mensaje angélico. Teniendo en cuenta los efectos que produjo en la población oyentes, esas cosas, que era una novedad y algo nuevo, que no predicaban las iglesias protestantes. Cuál fue el resultado de la predica entre las iglesias protestantes, el juicio y la segunda venida de Jesús, en los años de 1840 a 1844. En ese tiempo: “Los que habían abrazado la doctrina fueron puestos de esa manera en una situación de gran prueba y perplejidad. Amaban sus iglesias y no querían separarse de ellas; pero cuando se los ridiculizó y se los oprimió, y se les negó el privilegio de hablar de su esperanza, o de asistir a las reuniones donde se predicaba acerca de la venida del Señor, muchos finalmente se levantaron y se liberaron del yugo que se les había impuesto”. “Los adventistas, cuando vieron que las iglesias rechazaron el testimonio de la Palabra de Dios, no pudieron considerarlas más como parte de la iglesia de Cristo, “columna y baluarte de la verdad”, y cuando el mensaje de la caída de Babilonia comenzó a anunciarse, se sintieron justiciados al separarse de sus antiguas relaciones” (HR: 384). Así también, ha de suceder en nuestros días cuando se extienda “la luz adicional” entre los católicos, los protestantes, los evangélicos, los adventistas, los reformistas, los internacionales, anunciando “el mensaje de la cosecha” y, el tiempo de la segunda venida de Jesús. En el mundo religioso actual, hay cristianos sinceros que aman a su iglesia y no han de querer separarse de su comunión. Pero, cuando vean que estas iglesias rechazan “la luz especial” que Dios envía a su pueblo, para algunos la verdad les será más preciosa que su iglesia. Se apartarán de ella y se unirán con los que guardan los mandamientos de Dios, predicarán la segunda venida de Cristo y el fin del tiempo de gracia. Está escrito: “Los que sigan al Cordero, dondequiera que vaya, recibirán el poder de ese ángel que bajó del cielo “teniendo grande poder”. Se debe repetir el primer mensaje que proclama el segundo advenimiento de Cristo a nuestro mundo y el mensaje del segundo ángel también: “¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia!” (ETF: 163,164). 3. EL MENSAJE DE LA COSECHA HABRIA DE IR A TODAS LAS IGLESIAS ADVENTISTAS Y AL MUNDO Registra la historia bíblica, que el año 31 d.C., cuando Cristo murió en la cruz y dijo “Consumando es” (Jn. 19: 30), “ya había transcurrido para Israel su día como nación favorecida y saciada de las bendiciones de Dios” (CS: 23).
Todo había sido perdido para el Israel antiguo, como nación, nunca más habría de ser el pueblo escogido por Dios, otros fueron llamados a ocupar su lugar privilegiado. La presencia de Dios se retiró de ese pueblo, que por muchos siglos había morado con ellos y, quedaron sujetos al castigo y destrucción. Pero en su misericordia, “Cristo ministró a Israel durante el periodo adicional de gracia” (PVGM: 172)
Fue la iglesia apostólica la que se encargó de predicar la misericordia de Dios para su arrepentimiento individual, antes que llegara su destrucción, que sucedió en año 70 d.C. Los judíos, fueron buscados para que obtengan su salvación y algunos consiguieron arrepentirse y salvarse. Después del años 34 d. C, la predicación fue a los gentiles. “De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!” (Hch 11:18). Algo parecido sucede actualmente, la profecía señala que el 22 de junio del 2011, se cumplió las doce horas del día del juicio de Ap. 14: 7, para el Israel moderno. Cuando esto sucedió ya habría transcurrido su día como iglesia favorecida y saciada de las bendiciones de Dios. Sin embargo, Dios en su misericordia, extiende el mismo “periodo adicional de gracia”, de tres años y medio, para las tres simbólicas Casas del Israel moderno: la Casa de Israel, la Casa de Judá y la Casa de Benjamín, que se extiende hasta el año 2014, como pueblo. Para sus feligreses como individuos, hasta cuando se cierre el tiempo de gracia, que sucederá dentro de los 15 años siguientes de la “hora de la prueba”, que vendrá desde el año 2015 hasta el año 2030 d.C. Entre tanto, estos sucesos se acercan, está escrito: “El mensaje del segundo ángel, habría de ir a Babilonia (las iglesias protestantes) para proclamar su caída y llamar al pueblo de Dios a salir de ellas. Este mismo mensaje ha de ser proclamado la segunda vez” (TM: 59). La “segunda vez”, es proclamado por el “otro ángel” de Ap. 18:1, con su mensaje de “el fin del tiempo de gracia”. Este mensaje habrá de ir, a las iglesias adventistas, internacionales y reformistas, que nacieron “desde 1844”, en su orden, para que escuchen la proclamación de su caída y llamar al pueblo de Dios a salir de ellas. ¿Sabes porque se hace el llamado en dichas iglesias? Porque en ellas se encuentran parte del “Israel espiritual” y están bebiendo del vino de Babilonia, cuya frente tiene escrito la doctrina de: “misterio”, el misterio de la Trinidad, que los llevará a la destrucción. Satanás se opondrá, que la luz llegue a ellos, solo los sinceros desecharán la inscripción del misterio de sus frentes y abandonarán sus iglesias. El Espíritu de Profecía declara: “Las huestes del mal no tienen ya poder para mantener cautiva a la iglesia, porque “ha caído, ha caído Babilonia, aquella grande ciudad”, que “ha dado a beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación;” y al Israel espiritual se da este mensaje: “Salid de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus plagas” (Ap. 14:8; 18: 4)” (PR: 527,528). “Una obra similar se llevará a cabo cuando el otro ángel, representado en Apocalipsis 18, proclame su mensaje. Se deben repetir los mensajes del primer, segundo y tercer ángel. La iglesia recibirá el llamado: “Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados” (ETF: 167). “Debemos dar el mensaje: “¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia! Y se ha vuelto habitación de demonios, guarida de todo espíritu impuro, y albergue de toda ave sucia y aborrecible, “¡Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados, y no recibáis de sus plagas!” (Ap. 18:2,4). Este mensaje debe llegar a las iglesias. Debemos adoptar los mejores planes para lograrlo. El mensaje debe ser presentado de tal forma que cautive la atención de las mentes cultas” (ETF: 182). “En el capítulo 18 se registra el “último llamado a las iglesias. Este ha de ser dado ahora” (ETF: 191).
Como es de verse, todos los seres humanos vamos a ser probados, con la “ luz especial”, algunos aceptarán y la mayoría ha de rechazarla, así está escrito: “Muchos habían entrado en edad de razón y responsabilidad desde la proclamación de los mensajes”. Los mensajes del primero, segundo y tercer ángel se viene predicando desde el año 1844. “La luz brilló sobre ellos, deparándoles el privilegio de escoger entre la vida o la muerte. Algunos escogieron la vida y se unieron con los que esperaban a su Señor y guardan todos sus mandamientos”. “Dios colaboraba con la obra, y todos los santos, sin temor de las consecuencias, obedecían al convencimiento de su conciencia, se unían con los que guardaban todos los mandamientos de Dios y proclamaban poderosamente por doquiera el tercer mensaje” (PE: 278). De igual manera, el “otro ángel”, al mismo tiempo que proclama la caída de las Casas del Israel moderno, proclama con “fuerza y vigor” su mensaje de la cosecha, a las otras iglesias no adventistas. Ha de proclamar, hasta el fin del tiempo de gracia y cumplirá su obra, antes de entrar a “la hora de la prueba” que le espera. Escrito está: “Cuando termine el mensaje del tercer ángel la misericordia divina no intercederá más por los habitantes culpables de la tierra. El pueblo de Dios habrá cumplido su obra; habrá recibido “la lluvia tardía”, el “refrigerio de la presencia del Señor”, y estará preparado para la hora de la prueba que le espera” (CS: 671). La profecía declara que los sinceros de las otras iglesias de diversas denominaciones no adventistas, que: “tenían alguna luz, y no habían oído ni rechazado los tres mensajes, obedecieron la exhortación y abandonaron las iglesias caídas” (PE: 278).
CAPITULO VIII EL “MOVIMIENTO” SIMBOLIZADO POR EL ANGEL DE APOCALIPSIS 18 1. “PROFESAN UNA FE PURA” La profecía revela que el “movimiento”, “simbolizado por el ángel que baja del cielo” (CS 662), será formado por todas las personas que salgan “invitadas”, por obra del Espíritu Santo, de las iglesias de “los adventistas nominales y de las iglesias caídas” (PE: 261). Por tanto, será un remanente de dichas iglesias, que llevan el nombre de adventistas y de las otras protestantes,
que un tiempo fueron puras y al unirse al mundo cayeron de su fe. “La verdad será proclamada en un lenguaje claro e inequívoco”, por este último movimiento profético. Proclamará que “El Evangelio debe ser dado en su pureza” (3 JTM: 332). De ahí, que “este movimiento” representa a “la iglesia que vivirá precisamente antes de su segunda venida” (PVGM: 336). Simboliza a las diez vírgenes. “Se les llama vírgenes porque profesan una fe pura” (PVGM: 336). En sus principios de fe, no tienen “doctrinas de demonios” (1 Ti. 4:1), “ni los credos o decisiones de concilios tan numerosos y discordantes” (CS: 653). No tienen como doctrina la Trinidad, que es un credo aprobado en el Concilio Ecuménico de Nicea, apoyada por la creencia que Dios eterno es sin principio, que Cristo es Hijo de Dios por naturaleza o nacimiento, no por creación antes de los ángeles, que el Espíritu Santo es el mismo Cristo despojado de su naturaleza humana, o que no es una persona divina entre otros errores. Sus creencias cristianas, estarán basadas en la Biblia y en el “testimonio de Jesús”, “porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía” (Ap. 19:10). Ninguna iglesia actual enseña las doctrinas, de la “luz especial”, que este “otro ángel”, comienza a predicar antes que caigan las plagas. La mensajera del Señor profetizó sobre lo que predicaría este nuevo movimiento. “grandes verdades, descuidadas y despreciadas durante siglos serán reveladas por el Espíritu de Dios, Y NUEVA SIGNIFICACION brillará repentinamente de textos familiares” (COES: 37). “Verdades preciosas, por largo tiempo ocultas, han de ser reveladas de una manera que pondrá de manifiesto su sagrado valor; porque Dios glorificará su Palabra para que aparezca en un forma en que nunca antes la hayamos visto” (COES: 26). Si tienes interés en conocer cuáles son estas “grandes verdades descuidadas y despreciadas durante siglos”, lo encontrarás ampliamente expuestos en el libro “El Fuerte Pregón del Tercer Ángel”. En el presente estudio solo se hace referencia, porque en dicho libro se encuentran ampliamente explicados. Volviendo al caso que nos ocupa, debo decir, quienes acepten “el mensaje de la cosecha”, en ellos se cumplirá, una profecía que dijo el Salvador: “Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra y otro es el que siega” (Jn. 4:37). El primer ángel, el segundo ángel y el tercer ángel de Apocalipsis 14:6-9, sembraron el mundo de verdad. El “otro ángel”, proclama el mensaje de la cosecha, que pronto ha de suceder. “Así también el Agricultor divino espera una cosecha como premio de su labor y sacrificio” (PVGM: 46). Ha de llevar el “fruto para su gloria”. Vendrá a “recoger el precioso grano”, que “fueron redimidos de entre los de la tierra” (Ap. 14:3).
En 1888 el Espíritu de Profecía predijo: “La caída de Babilonia no será completa sino cuando la iglesia se encuentre en este estado” (CS: 441). La caída de esta iglesia, según la profecía, no se refiere a la caída de la Iglesia Católica (que está caída hace siglos), ni las iglesias protestantes (que cayeron con el mensaje del segundo ángel de Ap. 14:8). Esta caída trata del Israel moderno, que se ha “hecho habitación de demonios” albergado los “otros errores afines”. La Palabra Profética indica, que solo los sinceros de esas iglesias, que conforman El Israel moderno.
“Admirados y confundidos, oirán el testimonio de que Babilonia es la iglesia que cayó por sus errores y sus pecados, porque rechazó la verdad que le fue enviada del cielo” (CS: 664). Admirados y confundidos comprobaran que en sus principios de fe, las tres casas del Israel moderno “han entronizado un ídolo filosófico (la Santísima Trinidad), en lugar de Jehová” (CS: 640). Verán que sus miembros ADORAN a este “ídolo filosófico”, contraviniendo el segundo mandamiento de la Ley de Dios que prescribe: “No tendrás dioses ajenos delante de mi…porque yo soy Jehová tu Dios fuerte, celoso” (Ex 20:3-5) De seguro, si el “judío” (Ro. 2:28), espiritual de este tiempo, no abandona a este Dios trino, y se vuelve a “Jehová”, el Dios bíblico, perecerá porque en su mente tiene escrito este “MISTERIO” de Babilonia y será destruido en la destrucción final que se avecina. Mientras el fin del tiempo de gracia se acerca, estás a tiempo de volverte a Jehová el Dios vivo y abandonar las falsas doctrinas, que son ídolos. “Es tan fácil hacer un ídolo de las falsas doctrinas y teorías como tallar un ídolo de madera o piedra”. “Aunque en forma diferente, la idolatría existe en el mundo cristiano de hoy tan ciertamente como existió entre el antiguo Israel en tiempos de Elías” (CS: 640). 2. “GUARDAN LA FE DE JESUS” Dos de las características más importantes, que se puede ver en los que profesan el mensaje del tercer ángel, se lee: “Aquí está la paciencia de los santos los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Ap. 14.12). Algunos enseñan, por el hecho de guardar los diez mandamientos, que incluye el sábado, son ellos, los que tienen la fe de Jesús. Será cierta esta afirmación presuntuosa. El apóstol Juan dijo: “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése si tiene al Padre y al Hijo” (2 Jn 1:9) De esto se desprende, que la “fe de Jesús” es la doctrina bíblica, que Jesús enseñó, la creencia que él tenía, que proclamó y están escritas en las Sagradas Escrituras. Para entender que doctrinas pertenecen a “la fe de Jesús”, debemos aceptar los versículos de la Biblia como están escritos gramaticalmente. Salvo que, se trate de algo simbólico, o de una parábola, en este caso, su significado debe tener una explicación literal. Mucho ayudaría, si dichas palabras escritas de los versículos leídos están explicadas por el Espíritu de Profecía. De no ser así, no debemos agregar o aceptar la opinión personal de alguien, que contradiga a la Biblia. Cristo en tiempo de los judíos, “A los que le interrogaban les respondía sencillamente: “Escrito está”, “¿Qué dice la Escritura?” “¿Cómo lees?” (MC: 14). Nosotros también debemos seguir el ejemplo de Cristo Jesús, que no debemos aceptar creencias y doctrinas humanas o la opinión de los hombres, sino un “escrito está”. Sin embargo, debe tenerse en cuenta, que no estamos viviendo en el tiempo de Cristo, ni de los apóstoles, o en el tiempo de los reformadores de la Edad media, como para decir escrito está, o así dice la Biblia a secas. Por cuanto, los tiempos han cambiado y hoy en día, se descubre que la Biblia evangélica de Reyna- Valera, hay varios versículos que han sido mal traducidos. Otros versículos de la misma Biblia, están consignadas palabras como si fueran de algún profeta, o apóstol, no siendo ciertas. Hoy sabemos que algunas palabras son agregados humanos, de aquellos primeros que tradujeron de los idiomas originales en que están escritos.
Por tal motivo, debemos comparar los versículos con las otras versiones de la Biblia, en los idiomas actuales. Cristo dijo: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn 8:32), libres del error, de aquellos errores que por siglos pasaron como verdad, no siéndolos. Hoy, muchos se resisten a abandonar errores que eran verdades en el pasado y para su propia perdición. Por cuanto, Dios quiere que “los que le adoren, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Jn 4:24) y no permanecer en error deliberadamente. 2.1. EL ERROR: “ESTOS TRES SON UNO” A las generaciones pasadas, los errores de traducción de la Biblia, versión Reyna -Valera, les ha servido como sustento para creer en falsas doctrinas, como si fueran doctrinas de Cristo. Es el caso del versículo 1Jn 5:7, que dice: “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”. Este texto, no escribió el apóstol Juan, sino los traductores de la versión Reyna -Valera, pero sirve para demostrar “escrito está” la creencia de la Trinidad, cuando en realidad era y es una mentira del diablo, introducido en la Biblia desde hace siglos y, sigue actualmente en las nuevas versiones de Reyna Valera. Con excepción de la versión de Reyna Valera del año de 1977, donde aclara este error, que está consignado en la traducción de 1909, 1960 y las otras traducciones recientes. 2.2. EL ERROR: “PORQUE EL SEÑOR ES EL ESPÍRITU” La Iglesia Católica, en sus Seminarios y Universidades donde forman sus teólogos, investigan que pasaje de la Biblia puede mencionar que el Espíritu Santo, como tercera persona de la Trinidad, se encuentra al lado izquierdo del Padre. Por cuanto, argumentan que el Hijo está a la diestra y el Padre en el centro del trono. Hasta la fecha no pueden encontrar aquel versículo que satisfaga la expectativa de su creencia, porque no existe. Sin embargo, los católicos con los protestantes, evangélicos, adventistas, internacionales y reformistas entre otros, si han encontrado el versículo 2Co 3:17, donde se menciona que “el Señor es el Espíritu”. A continuación se transcribe el texto completo: “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”.
Como consecuencia, dan gloria y alabanza al Espíritu Santo y adoran a la Trinidad. Se cita algunos de los coros, y estrofas de himnos, que cantan declarando lo que creen. A Dios, el Padre celestial, Te damos loor, Al Hijo, nuestro Redentor: Santo Consolador, Al eterno Consolador, que nos llenas de gozo Unidos, todos alabad. y santo valor. Amén. Con la publicación de la Biblia, versión Latinoamérica se descubre que el pasaje bíblico 2 Co 3:17, está erróneamente traducido. En esta Biblia se precisa la correcta traducción en los términos siguientes:
“El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. Esta expresión es compatible con la declaración del Señor Jesús, en Jn 4:24, cuando dijo a la mujer samaritana, acerca de Dios su Padre: “Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” Algunos, basándose en este versículo 2 Co 3.17, que contiene el error de traducción, de la versión Reyna Valera, han elaborado una falsa doctrina, de que Cristo es el Espíritu Santo que ha venido a la tierra, sin el cuerpo humano. Ellos viven engañados y engañando a otros, que no leen las diversas versiones de la Biblia. 2.3. EL ERROR: “BAUTIZANDOLOS EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO” Hoy, en la actualidad, está demostrado que el libro de Mateo, fue escrito primero en hebreo y después traducido al griego. De la traducción griega, han sido traducidas a la Vulgata y a las versiones de Reyna Valera, e incluso a las otras nuevas versiones, que se conoce. En el libro de Mateo griego, el capítulo 28:19 dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. En cambio, en el libro de Mateo hebreo, cap. 28 versículo 19, no dice tales afirmaciones. Así se desprende de la publicación efectuada por el Dr. George Howard, en su libro Hebrew Gospel of Matthew- “Mateo Hebreo de Shem Tov”- publicado en inglés en 1995. Recientemente traducido al español por José A. Álvarez, 2009-2010. En este libro de Mateo hebreo solo dice:
“vayan ustedes”. NO APARECE LAS EXPRESIONES “bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”
Diversas fuentes históricas declaran que dichas palabras no escribió el apóstol Mateo, fue agregado, “por la Iglesia Católica en siglo II”, al traducirlo del hebreo al griego el libro de Mateo2. 2.4. EL ERROR: “LOS DECAPITADOS QUE NO HABIAN ADORADO A LA BESTIA NI A SU IMAGEN”.
2
En el libro Historia de Yesúa Según Matityah, Editorial Hebraica Camuy, Puerto Rico 2009-2010, preparado por José A. Álvarez, contiene en español todo el libro de Mateo traducido del hebreo y consta de 112 páginas. En el capítulo 28:18, 19,20 textualmente dice: 18 Y Yeshùa se acercó a ellos y les dijo: “A mí se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.19 vayan ustedes 20 y (enseñen) les a guardar todas las palabras que les he mandado para siempre”. “La fórmula trinitaria de los manuscritos griegos, “sumergiéndolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, no aparece en este antiguo manuscrito hebreo, como tampoco aparece en las citas que hicieron de estepasaje los llamados “Padres de la Iglesia” de los siglos dos y tres. Esto parece indicar que en aquellos siglos todavía no se había añadido a los textos dicha fórmula. Sin embargo algunos Padres, como Jerónimo y otros, citaron de otros manuscritos que decían “sumergiéndolos en mi nombre”, lo cual concuerda con la fórmula empleada por los shelijim (los apóstoles), que sumergían a los conversos “en el nombre de Yesúa”, como se informa varias veces en el libro de los Hechos” p. 116
En el versículo 4 del capítulo 20 de Apocalipsis, de la Biblia versión Reyna Valera, aparece escrito: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonió de Jesús y por la Palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos;”. Este versículo une a los “decapitados por causa del testimonio” con los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos”, como si fuera un solo grupo. Sin embargo son dos grupos diferentes, están los mártires de siglos antepasados y el grupo de los 144,000 santos vivientes. La Biblia Latinoamericana, sobre este mismo versículo de Ap. 20:4, dice: “También vi unos tronos, y sentados en ellos los que tienen poder para juzgar. Vi también las almas de aquellos a quienes les cortaron la cabeza por causa de las enseñanzas de Jesús y de la Palabra de Dios. Vi a todos los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su marca en al frente o en la mano”. La Traducción Biblia de Jerusalén, sobre el versículo indicado dice: “Luego vi unos tronos, y se sentaron en ellos, y se les dio el poder de juzgar; vi también las almas de los que fueron decapitados por el testimonio de Jesús y la Palabra de Dios, y a todos los que no adoraron a la Bestia ni a su imagen, y no aceptaron la marca en su frente o en su mano”. En estas nuevas versiones, podemos ver dos grupos de redimidos, “Vi… a quienes les cortaron la cabeza” es un grupo, “vi a todos los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen”, era otro grupo. En la otra versión está escrito “vi también…los que fueron decapitados”, “y a todos los que no adoraron a la bestia ni a su imagen”, donde se puede observar con claridad, que son dos grupos de salvados. Lamentablemente, este error de traducción de Ap. 20:4 de la versión Reyna Valera, sirve para que algunos predicadores, no sé si de buena o mala fe, solo Dios lo sabe, lo usen para decir que los convertidos al evangelio por la prédica de los 144,000 van a ser degollados. Hay otras personas, bien intencionados o no, solo Dios lo sabe, que usan este texto bíblico mal traducido, para enseñar que finalmente todos los 144,000 sellados van a morir y no queda ninguno de ellos sin conocer la muerte. Dichas personas, al usar estos textos bíblicos mal traducidos, sin darse cuenta han fabricado una falsa doctrina, por el hecho de que “escrito esta”, en la Biblia versión Reyna Valera. Sin embargo, el que acepte este y cualquier otro error, será para su propia perdición, porque nadie se salva creyendo falsedades. 2.5. ELENA G DE WHITE DECLARA LOS QUE TRADUJERON LA BIBLIA EN ALGUNOS CASOS CAMBIARON LAS PALABRAS. Elena G de White, la profetisa del pueblo del advenimiento, declara: “Vi que Dios había guardado en forma especial la Biblia, sin embargo cuando los ejemplares de ella eran pocos, hubo sabios que en algunos casos cambiaron las palabras, pensando que estaban haciendo más claro su sentido, cuando en realidad
estaban confundiendo lo que era claro e induciéndolo hacia sus opiniones establecidas, que eran gobernadas por la tradición”. “Pero vi que la Palabra de Dios, en conjunto, es una cadena perfecta, de la cual una porción se vincula con la otra y la explica. Los verdaderos buscadores de la verdad no necesitan errar; porque no solo es la Palabra de Dios clara y sencilla al presentar el camino de la vida, sino que el Espíritu Santo es dado como guía para comprender el camino de la vida en ella revelado” (PE:220,221). Teniendo en cuenta, que las versiones de la Biblia Reyna Valera en su traducción hay errores, se demuestra que no toda doctrina cristiana, que profesa una iglesia, es la fe de Jesús, o parte de ella. De ahí, que debemos tener cuidado, en este tiempo, en que no sufrimos la sana doctrina. “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1Tm 4:1). 3. DOCTRINAS DE LA FE DE JESUS DE AQUEL JESUS HECHO IGUAL AL PADRE Entre las verdades bíblicas de la “fe de Jesús”, que profesan un grupo minoritario de cristianos, son: la “Divinidad”, o “Deidad”, o “Dios” es una persona individual, y no un Dios en tres personas. Reconocen que el Dios bíblico, es: “Ser eterno, que existía por sí mismo” (PP: 15), “el que posee existencia propia, el no creado”, “el que es la fuente de todo y el que lo sustenta todo” (PP: 313). El movimiento del “otro ángel”, demuestran con la Biblia: El Padre es el único Dios que “tiene vida en sí mismo” (Jn. 5:26), “Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas” (1Co. 8:6), Aceptan la descripción personal de Dios el Padre: “un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él. Y vi apariencia como de bronce refulgente, como apariencia de fuego dentro de ella en derredor, desde el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que parecía como fuego, y que tenía resplandor alrededor…Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová” (Ez. 1:26, 27). Aceptan que el Padre de Cristo tiene una “individualidad y una identidad”, declarado por el profeta Daniel: “Estuve mirando…un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia, su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él” (Dn. 7: 9,10). Aceptan que Cristo es Dios, porque es Hijo de Dios: “la misma imagen de su sustancia”, “Hecho tanto superior a los ángeles” (He. 1:4,8), “el Padre ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo” (Jn. 5:26). “hecho igual al Padre” (3 JT: 266), “hecho más sublime que los cielos”. “Hijo, hecho perfecto para siempre” (He. 7:26,28). “principio de la creación de Dios” (Ap. 3:14), “antes de sus obras” (Pr. 8:22).
“el primogénito de toda criatura”, “Porque por él fueron criadas todas las cosas” (Col. 1:15,16). Aceptan que el Espíritu Santo, es un ser divino, es un Dios. “Siendo Dios, el Espíritu Santo conoce la mente del Altísimo” (RP: 28), El Espíritu Santo mora en el Padre y, “procede del Padre” (Jn. 13:26), no procede de sí mismo. Al Espíritu de Dios, no se “le ve”. En la tierra moró en Cristo, y, “mora con vosotros” (Jn. 14:17). No vino a este mundo para ser adorado como al Padre y a Cristo, sino vino para convencer “al mundo de pecado”, guiarnos a “toda verdad” (Jn. 16:8,13). El Espíritu Santo es: “un agente tan invisible como el viento”, “ese poder que ningún ojo humano puede ver, crea un nuevo ser a la imagen de Dios ” (DTG: 144). El Padre y el Hijo son “dioses “, visibles a los ojos de los ángeles (Mt 18:10). Según Gn. 3:5 de la versión Reina Valera de 1909, son “dioses” y no un Dios, según versión Reina Valera de 1960. En otras palabras el Padre y el Hijo no son un Dios triuno o Dios trino, con el Espíritu Santo. El Padre, el Hijo, el Espíritu Santo son el “trío celestial” (Ev: 446), son “los tres poderes más elevados del cielo”, no son la “Trinidad”, que es cosa diferente y distinta. “El Salvador vino para glorificar al Padre demostrando su amor; así el Espíritu iba a glorificar a Cristo revelando su gracia al mundo” (DTG: 625). El Padre es la misma “Divinidad” (C.S: 736, Hch. 17:29) y, es una persona individual. Cristo es la segunda persona de la Divinidad y es una persona individual. El Espíritu Santo es “la tercera persona de la Divinidad” (DTG: 625) y es una persona individual. El Padre es un Dios “mayor” (Jn. 14:28) y Cristo un Dios “menor” que “el Padre” (Jn. 14:28). Del Padre, “proceden todas las cosas”, y “un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas” (1 Co. 8: 6). El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios y de Cristo (Jn. 16: 15). Los que reciben la Palabra de Dios “Dioses sois” (Jn. 10:34), “Y todos vosotros hijos del Altísimo; Pero como hombre moriréis” (Sal. 82:6,7), dice el Señor.
4. DOCTRINAS DE LA FE EN JESUS DE AQUEL JESUS CO- ETERNO CON EL PADRE Entre los errores doctrinarios, que la mayoría de cristianos aceptan como la “fe en Jesús”, de aquel Jesús coeterno son: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, forman la Santísima Trinidad, que no son tres dioses sino conforman un Dios trino o triuno. Que la Divinidad está formado por tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. También en este grupo están los que enseñan, que la Divinidad está formado por dos personas: el Padre y el Hijo. Al que cree lo contrario, le dicen que es seguidor del cura Arrio, que existió en el siglo IV d.C. Sobre el caso de Arrio, nuestra doctrina es anterior a él, proviene del I siglo d.C., y es diferente, porque aquí sostenemos la enseñanza de la Biblia, que Cristo “salió del Padre” y no de la nada, que Cristo fue hecho de la misma “sustancia” (He. 1:3) del Padre. Sostenemos que Cristo es de Dios: “su único Hijo engendrado, rasgado de su seno de su persona”.
Él que fue hecho a la expresa imagen
(Review and Herald; 9 de Julio de 1895). 4.1. NUEVA CREENCIA DEL ADVENTISMO SOBRE LA NATURALEZA HUMANA DE CRISTO Actualmente, el adventismo en general ha cambiado de creencia, sobre la naturaleza humana de Cristo. Ellos ahora enseñan, que Cristo no tomó la “naturaleza pecaminosa”, “ni igual a la nuestra concupiscente”, cuando nació de mujer, sino era de “una humanidad única, diferente”. Con lo que concluyen, que no tenía propensión alguna hacia el mal, ni tenía la posibilidad de pecar. Al decir estas tremendas barbaridades, entonces Cristo no era nuestro sustituto ni nuestro ejemplo a seguir, porque no tenía la naturaleza caída que tenemos los humanos, porque su naturaleza humana era única diferente a la nuestra. No había ningún riesgo para Cristo, de caer y no cumplir la voluntad de Dios, su Padre, cuando fue tentado, ni peligro de perderse, como los que no obedecen la voluntad de Dios y mueren en pecado. Así consta en su declaración arribada en su “VII Congreso Bíblico y Teológico Sudamericano “Cristología”, publicado por la Revista BERIT OLAM- sobre el VIII SIMPOSIO BIBLICO TEOLOGICO-EL SANTUARIO, realizado en el año 2011 por la Facultad de Teología de la Universidad Peruana Unión. Ellos dicen sobre Cristo: “si hubiese participado de la naturaleza humana concupiscente no habría podido ser la expiación que la enorme justicia de Dios requería para expiar el enorme pecado del hombre”. “Esto último quiere decir que no tuvo una naturaleza humana como la de Adán antes del pecado ni igual a la nuestra concupiscente, sino una humanidad única, diferente”. “no poseía pasiones pecaminosas, ni propensión alguna hacia el mal. Con la posibilidad de pecar”. (Berit Olam pág. 56,57). El “otro ángel” de Ap. 18:1, demuestra que ésta, es otra desviación de la verdad al error, Para notar la diferencia, se cita algunas citas de la Biblia y del Espíritu de Profecía, sobre este tema y que eso si es verdad: “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo” (He 2:14). “Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias” (Mt 8:17). “Como cualquier hijo de Adán, aceptó los efectos de la gran ley de la herencia”. “más él vino con una herencia tal para compartir nuestras penas y tentaciones, y darnos el ejemplo de una vida sin pecado” (DTG: 32). “permitió Dios que bajase su Hijo, como niño impotente, sujeto a la debilidad humana. Le dejó arrostrar los peligros de la vida en común con toda alma humana, pelar la batalla como la debe pelear cada hijo de la familia humana, aun a riesgo de sufrir la derrota y la pérdida eterna” (DTG:33). “Estuvo sujeto a todos los conflictos que nosotros tenemos que arrostrar, a fin de sernos un ejemplo en la niñez, la adolescencia y la edad adulta” (DTG: 52)
“Era sabio para discernir el mal, y fuerte para resistirlo. Cristo fue el único ser que vivió sin pecar en esta tierra” (DTG: 52). “No empleaba su poder divino para disminuir sus cargas ni aliviar sus trabajo” (DTG: 53). “Todo el pecado, la discordia y la contaminadora concupiscencia de la transgresión torturaba su espíritu” (DTG: 86). “Durante cuatro mil año, la familia humana había estado perdiendo fuerza física y mental, así como valor moral; y Cristo tomó sobre si´ las flaquezas de la humanidad degenerada. Únicamente así podía rescatar al hombre de las profundidades de su degradación” (DTG: 92). “Muchos sostienen que era imposible para Cristo ser vencido por la tentación. En tal caso, no podría haberse hallado en la posición de Adán, no podría haber obtenido la victoria que Adán dejó de ganar. Si en algún sentido tuviésemos que soportar nosotros un conflicto más duro que el que Cristo tuvo que soportar, él no podría socorrernos. Pero nuestro Salvador tomó la humanidad con todo su pasivo. Se vistió de la naturaleza humana, con la posibilidad de ceder a la tentación .No tenemos que soportar nada que él no haya soportado” (DTG: 92). “El no consintió en pecar. Ni siquiera por un pesamentero cedió a la tentación. Así también podemos hacer nosotros. La humanidad de Cristo estaba unida con la divinidad. Fue hecho idóneo para el conflicto mediante la permanencia del Espíritu Santo en él. Y él vino para hacernos participantes de la naturaleza divina”. (DTG: 98,99). “Jesús dejó todo esto por nosotros, que no solo se desterró de las cortes celestiales, sino que por nosotros corrió el riesgo de fracasar y de perderse eternamente” (DTG: 105). “Tomó sobre su naturaleza sin pecado nuestra naturaleza pecaminosa, para poder saber cómo socorrer a los tentados” (EGW.Com :448). “Revestido de manto de la humanidad, el Hijo de Dios descendió al nivel de los que deseaba salvar. En él no había ni engaño ni pecado; siempre fue puro e incontaminado; y sin embargo tomó sobre si nuestra naturaleza pecaminosa” (EGW.Com 450). “Al tomar sobre si la naturaleza del hombre en su condición caída, Cristo no participó de su pecado en lo más mínimo. Estuvo sujeto a las flaquezas y debilidades que rodean al hombre…y fue en todo tentado a nuestra semejanza. Y, sin embargo, no conoció pecado. Si Satanás hubiera logrado con su tentación que Cristo pecara en lo más mínimo,.. habría perecido la esperanza de la raza humana. La ira divina habría descendido sobre Cristo así como descendió sobre Adán. Hubieran quedado sin esperanza Cristo y la iglesia” (1MS:299,300). 4.2. LA ADORACION DEL ESPIRITU SANTO. La doctrina que enseña, al Espíritu Santo, se le debe de adorar, es una profesión de la fe Católica, que está introducida en todas las iglesias cristianas, evangélicas, adventistas, reformistas y de cualquier denominación, pero no es una verdad bíblica. El Catecismo así explica:
“245...“El Espíritu Santo, que es la tercera persona de la Trinidad, es Dios, uno e igual al Padre y al Hijo, de la misma substancia y también de la misma naturaleza… El Credo del Concilio de Constantinopla (año 381) confiesa: “Con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria” (CIC: 62). Esta doctrina, la Iglesia Católica la aprobó en sus primeros Concilios Ecuménicos: de Nicea (año 325), de Constantinopla (año 381) y las ratificó en sus siguientes concilios. Como se puede ver, son doctrinas de “la bestia” de Ap. 13:1-8, que distorsionan la personalidad del “Dios Altísimo” (Sal. 78: 56), “el Dios de los dioses” (Dn. 11: 36). La doctrina que expresa los cristianos son bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, hoy en día ha quedado demostrado que no es una doctrina bíblica sino católica, que la practican todas las iglesias evangélicas, adventistas, reformistas, internacionales, mormones, testigos de Jehová, entre otras iglesias. En su Catecismo la Iglesia Católica reconoce: “233…Los cristianos son bautizados en “nombre “del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y no en “los nombres” de éstos (Profesión de fe del Papa Vigilio en 552: DS 415), pues no hay más que un solo Dios, el Padre todopoderoso y su Hijo único y el Espíritu Santo: la Santísima Trinidad”. Actualmente “El mundo está envuelto por las tinieblas de la falsa concepción de Dios” (PVGM: 342). Con estas tinieblas: “de errores, herejías y engaños de estos últimos días. No solamente está Satanás cautivando al mundo, sino que sus mentiras están leudando la profesas iglesias de nuestro Señor Jesucristo” (PVGM: 341). El “otro ángel” de Ap. 18:1 es quien demuestra: “Hay errores e inconsecuencias que muchos denuncian como enseñanzas de la Biblia, que son realmente interpretaciones falsas de la Escritura, ADOPTADAS DURANTE LOS TIEMPOS DE LAS TINIEBLAS PAPALES. Multitudes han sido inducidas a aceptar un concepto erróneo de Dios” (2 JT: 315). Han aceptado al “Dios filosófico” (la Trinidad), han aceptado bautizarse en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, han aceptado adorar al Espíritu Santo, inventados por el papado. La curia romana sabe, que estas sus enseñanzas contradicen a la Biblia. Son creencias, que están introducidas en las casas del Israel moderno. Pero la luz del “otro ángel” es la que señala estos errores, pasan actualmente como verdades, siendo falsedades. Tal es así que está profetizado, en futuras circunstancias: “El clero hará esfuerzos casi sobrehumanos para sofocar la luz por temor de que alumbre a sus rebaños. Por todos los medios a su alcance los ministros tratarán de evitar toda discusión sobre esas cuestiones vitales” (CS: 665). “De ahí que este movimiento esté simbolizado por el ángel que baja del cielo, alumbrando la tierra” (CS: 662). “Proclamando la caída de Babilonia y exhortando al pueblo de Dios a que de ella saliese para escapar a su terrible condenación” (PE: 278), y no reciban “parte de sus plagas” (Ap. 18: 4). Como es evidente, el bautismo realizado a nombre del “misterio”, carece de valor sagrado y debemos salir de esa práctica de Babilonia. Es necesario obedecer a la declaración de la Biblia:
“bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hch 2:38). Específicamente, tenemos que ser bautizados “en el nombre de Jesucristo”, “en el nombre de Jesús” (Hch 8:16), “en el nombre del Señor Jesús” (Hch 10:48, 19:5). Pero nunca más, bautizarnos en el nombre de la Trinidad. Haciendo notar, quien debe invocar el nombre de Jesús al momento del bautismo, no debe hacerlo el que bautiza, sino la persona que está siendo bautizada. Así se dijo al apóstol Pablo: “Ahora, pues ¿Por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre” (Hch 22:16). Posteriormente el apóstol Pablo declara: “Todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos” (Gal 3:27).Esto significa que, todos los que han sido bautizados en nombre de el “misterio”, teniendo conocimiento de que era erróneo bautizarse con esta fórmula trinitaria, del misterio están revestidos. Luego, “Babilonia”, los reclama como suyos, son de su propiedad, aunque lo hayan aprendido de nuestros antepasados. 5. ELENA G DE WHITE Y PIONEROS SE BAUTIZARON EN NOMBRE DE EL PADRE DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. Hay un principio jurídico que se aplica en todos los países civilizados, que la ley no tiene fuerza ni efectos retroactivos, salvo que se trate de excepciones que establece su propia Constitución Política. Algo parecido sucede con el conocimiento actual de la Biblia. Los mensajes del cielo, que se conocen ahora, no se pueden aplicar para los que vivieron en el pasado, sin tener la luz que se cuestiona. Tampoco debe servir de argumento, para decir que no debemos aceptarla, porque nuestros antepasados han sido salvados sin conocer estas nuevas verdades. Si lo hacemos estamos poniendo en peligro nuestra salvación. Así dice el Espíritu de Profecía: “Si nos alejamos del testimonio de la Palabra de Dios y aceptamos falsas doctrinas porque nuestros padres las enseñaron, caemos bajo la condenación pronunciada contra Babilonia, estamos bebiendo del vino de sus abominaciones” (CS: 592). Sigue diciendo: “Que ciertas doctrinas hayan sido sostenidas como verdades durante muchos años no es una prueba de que nuestras ideas son infalibles”. “Tenemos muchas lecciones que aprender, y muchas, muchas, que desprender. Sólo Dios es infalible. Los que piensan que nunca tendrán que abandonar una posición favorita, ni tener ocasión de cambiar una opinión se verán chasqueados” (OP: 35, 37). Como es notar, Elena G de White, hasta el día de su muerte en el año de 1915, no conocía la existencia del libro Hebreo de Mateo, que custodió el judío Shem Tov y que, por muchos siglos permaneció oculto, hasta que recién en 1995 fue publicado por el Dr. George Howard. Por consiguiente, no podemos exigir ahora, algo que ella no conocía, ni conocían los pioneros adventistas.
CAPÍTULO IX ACONTECIMIENTOS QUE SE REPETIRÁN AL FIN DEL TIEMPO DE GRACIA Los acontecimientos que sucedieron desde la crucifixión de Cristo en el año 31 d. C., hasta cuando se dictó el auto del Sanedrín judaico en el año 34, y produjo la persecución de la iglesia de Dios, se volverá a repetir. La iglesia que profesa una fe pura, de esta última generación, está profetizado que pasará por situaciones similares. La mensajera del Señor dijo: “Aquellos que deseen refrescar su memoria y ser instruidos en la verdad, estudien la historia de las iglesia primitiva durante el día de Pentecostés y el tiempo que le siguió en forma inmediata. Estudien cuidadosamente en el libro de Hechos las experiencias de Pablo y de los otros apóstoles, porque el pueblo de Dios en nuestros días debe pasar por experiencias similares” (ETF: 463). El 21 de junio del 2011, por primera vez, se publicó vía Internet (de alcance mundial), el mensaje de la cosecha del “otro ángel” de Ap. 18:1, en su página Web “elmensajedelacosecha.com”. Seguidamente, se ha de imprimir en folletos y pequeños libros, para su distribución y ha de generar un movimiento. Consecuentemente, ya empezó a realizar su obra, el “otro ángel” y ha de continuar hasta el fin del tiempo de gracia. Está profetizado que:
“El ángel que une su voz a la proclamación del tercer mensaje, alumbrará toda la tierra con su gloria. Así se predice una obra de extensión universal y de poder extraordinario. El movimiento adventista de 1840 a 1844 fue una manifestación gloriosa del poder divino; el mensaje de primer ángel fue llevado a todas las estaciones misioneras de la tierra, y en algunos países se distinguió por el mayor interés religioso que se haya visto en país cualquiera desde el tiempo de la Reforma del siglo XVI; pero todo esto será superado por el poderoso movimiento que ha de desarrollarse bajo la proclamación de la última amonestación del tercer ángel. Esta obra será semejante a la que se realizó en el día de Pentecostés. Como la “lluvia temprana” fue dada en tiempo de la efusión del Espíritu Santo al principio del ministerio evangélico, para hacer crecer la preciosa semilla, así la “lluvia tardía” será dada al final de dicho ministerio para hacer madurar la cosecha (CS: 669). Como es de verse, este movimiento tendrá experiencias análogas como las que experimentó la iglesia primitiva. Veamos algunas de ellas: a.1.- Jesús al morir dijo: “Consumado es” (Jn. 19:30), que significa “El gran plan de redención, que dependía de Cristo, había sido ejecutado hasta allí” (1 JT: 228). a.2.- Jesús al cerrar el tiempo de gracia dejará de interceder en el santuario celestial. Levantará sus manos y con gran voz dirá “Hecho es” (CS: 671). “Consumando es”, que significa “El Plan de salvación estaba cumplido, pero pocos habían querido aceptarlo” (PE: 281). b.1.- Cristo después de su ascensión al cielo, el día de Pentecostés judío, inició su ministerio en el Santuario Celestial y derramó la Lluvia Temprana - El Espíritu Santo - sobre la iglesia apostólica. No la derramó sobre el Israel antiguo. b.2.- Cristo, al iniciar el fin de su ministerio, en el Santuario Celestial, envía el mensaje de la cosecha y derramará la Lluvia Tardía - El Espíritu Santo - sobre la naciente iglesia simbolizada por el “otro ángel”. No derramará sobre ninguna iglesia del Israel moderno. “Ese ángel recibió gran poder y gloria y al descender dejó toda la tierra iluminada con su gloria” (PE: 277). c.1.- El derramamiento del Espíritu Santo era la “comunicación del cielo de que el Redentor había iniciado su ministerio celestial” (HA: 32), en el Lugar Santo del Santuario Celestial. c.2.- “Las profecías que se cumplieron en tiempos de la efusión de la lluvia temprana, al principio del ministerio evangélico, deben volverse a cumplir en tiempo de la lluvia tardía, al fin de dicho ministerio” (CS: 670). Por consiguiente, la labor del “otro ángel”, es señal del derramamiento del Espíritu Santo del cielo de que, el Redentor ha iniciado “el fin de dicho ministerio”, en el santuario celestial. d.1.- En la iglesia apostólica “El Espíritu Santo hizo por ellos lo que los discípulos no hubieran podido llevar a cabo en todo el curso de su vida. Ellos podían ahora proclamar las verdades del evangelio extensamente pues hablaban con corrección los idiomas de aquellos por quienes trabajaban” (HA: 3). d.2.- En este tiempo del otro ángel, está profetizado, “Entonces, como en el momento del Pentecostés, la gente oirá la verdad que será presentada a cada hombre en su propio idioma” (EUD: 206). e.1.- Cuando las 70 semanas concedidos a los judíos terminaron en el años 34 d.C. “En dicha fecha por auto del Sanedrín judaico, la nación sello su rechazamiento del evangelio
con el martirio de Estaban y la persecución de los discípulos de Cristo. Entonces el mensaje de salvación, no estando más reservado exclusivamente para el pueblo elegido, fue al mundo” (CS: 375). e.2.- Cuando “el periodo adicional de gracia” concedido a los adventistas del Israel moderno, llegue a su fin, por decisión de sus dirigentes rechazarán el mensaje de la cosecha, lo tildaran de “una luz falsa” y aconsejaran al pueblo a “no escucharlos”. Entonces el “mensaje de la cosecha” no estando más reservado exclusivamente para el pueblo elegido, irá al mundo (a las iglesias no adventistas). Ocasionará la exclusión de los que abracen el “mensaje de la cosecha”. Posteriormente, en algunos países, habrá “mártires por causa de la verdad” (3 MS: 480), hasta antes del decreto de muerte. Pero resucitarán a la voz de Dios, porque son parte “del escuadrón del pueblo santo” (Dn 12:7), que han de estar vivos cuando venga Cristo Jesús, en las nubes del cielo.
CAPÍTULO X LA LLUVIA TARDÍA En el tiempo de la iglesia apostólica “Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos” “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo” (Hch. 2:1,4). “Notemos que el Espíritu fue derramado después que los discípulos hubieron llegado a la unidad perfecta…Habían desechado todas las diferencias” (3 JT: 211). En tales condiciones Dios derramó la Lluvia Temprana en la iglesia primitiva. La iglesia actual, que predica el “mensaje de la cosecha”, llegará a la unidad de fe, obedeciendo la verdad bíblica y abandonando las falsas doctrinas. “Antes que sea completamente terminada la obra y finalice el sellamiento del pueblo de Dios, recibiremos el derramamiento del Espíritu de Dios” (M: 210). Con el Espíritu de Dios, el “otro ángel” ha de dar el fuerte pregón del tercer ángel, el mensaje de la cosecha, a fin de que el mundo “sea advertido acerca de su inminente destrucción”. “La luz debe brillar en todos los países y para toda la gente. Y el brillo de la luz, debe proceder de los que la han aceptado” (M: 259), “como verdad especial” (PVGM: 56). En la época de los apóstales se derramó la lluvia temprana, al “principio del ministerio evangélico para hacer crecer la preciosa semilla”. Así también, en este tiempo del fin del ministerio de Cristo en el Lugar Santísimo del Santuario Celestial, la revelación señala:
“la lluvia tardía, será dada al final de dicho ministerio para hacer madurar la cosecha” (CS: 669). 1. DEBEMOS ORAR POR EL ESPIRITU SANTO. La profecía refiere que, el Espíritu Santo no vendrá, si diariamente no pedimos al Creador, que venga a nuestra vida personal, a cambiar nuestro carácter, para su gloria y prediquemos la última amonestación que debe darse al mundo. Está escrito, “La dispensación en la cual vivimos debe ser, para los que lo soliciten, la dispensación del Espíritu Santo. Pedid su bendición. Es tiempo de que seamos más ardientes en nuestra devoción. A nosotros se nos ha encomendado la ardua pero feliz y gloriosa tarea de revelar a Cristo a los que están en tinieblas. Se nos ha llamado a proclamar las verdades especiales para este tiempo. Para esto el derramamiento del Espíritu es esencial. Debemos orar por él. El Señor espera que se lo pidamos. No hemos emprendido esta tarea con todo el corazón” (TM: 512). “Todo lo que debemos hacer es mantener limpio el recipiente y ponerlo hacia arriba, listo para recibir la lluvia celestial, y perseverar en oración: “Haz que la lluvia tardía llene mi vasija. Que la luz del ángel gloriosos que se une con el tercer ángel brille en mí: dame una parte en la obra; déjame proclamar el mensaje; permíteme ser el colaborador de Jesucristo”. Al buscar así a Dios, permítame decirles que él está permanentemente preparándolos, dándoles su gracia” (EUD: 198). 2. EL ESPIRITU SANTO REVELA EN EL HOMBRE LA GLORIA DE DIOS – SU CARÁCTER Muchos, creen que El Espíritu Santo, es un ser divino independiente de “Dios”, de “la Divinidad” o de “la Deidad” y, son los que creen en la falsa doctrina de la Trinidad. Otros enseñan que el Espíritu santo es “una fuerza activa” y no una persona divina, son los que se llaman testigos de Jehová. Últimamente hay algunos, que están enseñando que Cristo es el Espíritu Santo, despojado de la naturaleza humana, o que Cristo y el Espíritu Santo es la misma persona. Como consecuencia, para ellos solo existen dos personas divinas Dios y Cristo, lo cual constituye una falsa doctrina tal pretensión. La mensajera del Señor al respecto escribió: El Espíritu Santo es “la tercera persona de la Divinidad” (DTG: 625). “POR MEDIO DE SU ESPIRITU ESTA PRESENTE EN TODAS PARTES. Mediante su Espíritu y sus ángeles atiende y cuida a los hijos de los hombres” (MC: 325). Resulta evidente entonces, que Dios está en su trono en el cielo y es omnipresente, está “en todas partes”, por medio de su Espíritu Santo, que no es Cristo, porque él, está a su diestra, como está escrito: “Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? (He 1:13). “Por medio del Espíritu Santo, la Palabra de Dios es una luz cuando llega a ser un poder transformador en la vida del que la recibe. Implantando en el corazón los principios de su Palabra, el Espíritu Santo desarrolla en los hombres los atributos de Dios. La luz de su gloria - su carácter - ha de brillar en sus seguidores. Así ellos han de glorificar a Dios, han de iluminar el camino a la casa del Esposo, a la ciudad de Dios, a la cena de bodas del Cordero” (PVGM: 341).
“En este tiempo, ha de proclamarse un mensaje de Dios, un mensaje que ilumine con su influencia y salve con su poder. Su carácter ha de ser dado a conocer. Sobre las tinieblas del mundo ha de resplandecer la luz de su gloria, de su bondad, su misericordia y su verdad” (PVGM: 342). “Al crecer el tercer mensaje hasta ser un fuerte pregón cuando acompañe a la obra final un gran poder y gloria los hijos de Dios participarán de aquella gloria. La lluvia tardía será lo que los fortalecerá y reavivará para atravesar el tiempo de angustia. Sus rostros resplandecerán con la gloria de aquella luz que acompaña al tercer ángel” (1 JT: 131). “El carácter no puede ser cambiado cuando Cristo venga ni en el momento en que el hombre está a punto de morir. La edificación del carácter debe realizarse en esta vida” (TM: 430). La edificación de nuestro carácter no debe estar basada en la creencia de falsas doctrinas, porque éstas, corrompen la fe del cristiano, se afirma: “Las falsas doctrinas constituyen una de las influencias satánicas que actúan en la iglesia”(TM: 47). “Toda persona que abriga un error conocido, ya sea en la fe o en la práctica, está bajo el poder de hechicería, y practica la hechicería sobre otros. Satanás lo emplea para engañar a otras almas” (The Signs of the Times, 18 de mayo de 1882). En tal razón, antes de que se cierre la puerta de la gracia, debemos pedir a Dios por Cristo, que su Espíritu Santo, nos conduzca a toda verdad y realice en nosotros la transformación del carácter a imagen de Dios. “No es la fuerza del hombre mismo, sino el poder del Espíritu Santo, lo que realiza la obra transformadora” (DMJC: 34). “Esta es la palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Zac. 4:6). De ahí, que debemos pedir a “Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (1Co 1:3), que su Espíritu Santo, more en nosotros y cambie nuestro carácter, a la imagen de su Hijo Jesús. A fin de que cuando él venga no tengamos de que avergonzarnos ni lamentarnos de no haber sido salvos. “Antes de su venida, pues, habrá sido determinado el carácter de la obra de todo hombre y a cada uno de los seguidores de Cristo le habrá sido fijada su recompensa de acuerdo con sus obras” (PVGM: 252). 3. TODOS LOS PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS COMBINADOS FORMAN EL CARÁCTER MORAL Está escrito, que nuestros “pensamientos deben ser sometidos a la voluntad de Dios” y nuestros “sentimientos al dominio de la razón y la religión”. Por cuanto: “Si los pensamientos son malos, los sentimientos serán malos; y los pensamientos y sentimientos combinados forman el carácter moral” (M: 220). El consejo del Señor es, quien quiere tener el carácter a la gloria de Cristo, debe obtener el conocimiento de Dios, como está revelado en la Biblia.
“El conocimiento de Dios tal como fue revelado en Cristo es el que deben tener todos los salvados. Es el conocimiento que transforma el carácter. Una vez recibido, este conocimiento renovará el alma a la imagen de Dios. Comunicará a todo el ser un poder espiritual divino” (MC: 332). Un pensamiento es una idea, o conjunto de ideas propias de una persona o colectividad. El sentimiento es la impresión que causa esa idea o conjunto de ideas en el alma o la vida de la persona, que le permite formarse opinión, parecer o juicio de una cosa. Se da el caso que una doctrina, es un conjunto de opiniones de una religión, que a la luz de la Biblia puede ser una verdad o un error. En la actualidad, muchos están profesando creencias de hombres o doctrinas de demonios, creyendo que es una verdad. No se dan cuenta que están bajo la sanción de Cristo, que dijo “Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres” (Mr.7:7). No obstante, alguien puede decir: lo que pienso y siento es verdad para mí, me dice la fe que tengo. Pero si uno está en error, esa fe en el error que profesa no se convierte en verdad, pues: “LA FE ES EL MEDIO POR EL CUAL LA VERDAD O EL ERROR ENCUENTRA ABRIGO EN LA MENTE” (1 MS: 406). Luego, quien abraza un error su carácter está modelándolo para recibir la ira de Dios y no la salvación, porque nadie se santifica en el error, sino obedeciendo la verdad. Jesús oró a su Padre: “Santifícalos en tu verdad” (Jn 17:17). Por otro lado: “Sin el Espíritu de Dios, un conocimiento de su Palabra no tiene valor. La teoría de la verdad, cuando no va acompañada del Espíritu Santo, no puede avivar el alma o santificar el corazón. Uno puede estar familiarizado con los mandamientos y las promesas de la Biblia, pero a menos que el Espíritu de Dios grave la verdad, el carácter no será transformado. Sin la iluminación del Espíritu, los hombres no podrán distinguir la verdad del error, y caerán bajo las tentaciones maestras de Satanás” (PVGM: 337,338). Para no caer en las tinieblas del error y tener la iluminación del Espíritu, el apóstol Pedro dice: “Arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envié a Jesucristo, que os fue antes anunciado” (Hch. 3:19). El arrepentimiento y conversión debe ser a Dios por Cristo y, no a una iglesia ni religión, por más que se llame iglesia verdadera o iglesia profética. Muchos dicen yo pertenezco a la iglesia verdadera, que parece que cae pero no cae, si tú eres uno de ellos, te pregunto ¿pertenecer a ella te va a salvar, si llevas escrito en la frente “Misterio”?. Otros dicen yo pertenezco al movimiento de reforma verdadero, si tú eres uno de ellos, te pregunto, ¿pertenecer a ella te va a salvar, si llevas escrito en la frente “Misterio”?. Hay un tercer grupo de cristianos que dicen yo pertenezco al original y profético movimiento de reforma y lo demuestro a cualquiera, si tú eres uno de ellos te pregunto, ¿pertenecer a ella te va a salvar, si llevas escrito en la frente “Misterio”?. Recuerda, espero que nunca te olvides, tú puedes pertenecer a una de aquellas iglesias proféticas y verdaderas, que no está en discusión ese asunto. Mi preocupación es demostrarte que si sigues llevando el misterio de la diosa Santísima Trinidad escrito en tu frente, el Espíritu Santo
no podrá cambiar tu carácter a la imagen de Cristo para ser salvo y sufrirás la ira de Dios, concluido el tiempo de gracia, con toda tu religión . Por cuanto: “No somos salvos por una religión; ningún nombre confesional tiene alguna virtud para llevarnos ante el favor de Dios, somos salvos individualmente como creyentes en el Señor Jesucristo” (No TMP: 135).
CAPITULO XI EL JUICIO DE LOS MUERTOS EN CRISTO Hemos señalado anteriormente, que según la profecía de las 2300 tardes y mañanas de Dn 8:14, el 22 de octubre de 1844, es el inicio de la hora del juicio investigador, que Cristo Jesús realiza en el Lugar Santísimo del Santuario Celestial. También se ha señalado, que el juicio durará una hora profética prescrita en Ap. 14.7, que empieza por los muertos en Cristo y termina con los vivos, que son en número literal de 144,000 sellados vivos, que han de recibir a Cristo cuando venga por segunda vez. “En el tiempo señalado para el juicio - al fin de los 2300 días, en 1844 - empezó la obra de investigación y el acto de borrar los pecados. Todos los que hayan profesado el nombre de Cristo deben pasar por ese riguroso examen. Tanto los vivos como los muertos deben ser juzgados “de acuerdo con las cosas escritas en los libros, según sus obras” (CS: 540). Cabe diferenciar, el juicio de los hijos de Dios, muertos en la fe que una vez fue dado a los santos y el juicio de los hombres, que murieron en condición impía, ambos son dos acontecimientos totalmente diferentes y en tiempo diferentes. A continuación se menciona sus diferencias, sus particularidades, que si logramos entender nos librará de muchas falsedades que se escucha sobre este asunto. 1. EL JUICIO DE LOS MUERTOS IMPIOS, SE VERIFICA FECHA POS TERIOR AL JUICIO INVESTIGADOR
No toda persona que ha muerto, descansa en la fe del Señor. La Biblia hace notar la diferencia. A los que han llevado una vida impía, que no han obedecido el evangelio del Señor, los llama “los hombres”, o los hijos “de los hombres”. En cambio, a todo los que hayan profesado el nombre de Dios, los identifica como “los hijos de Dios” (Gn 6:1), en clara diferenciación de los impíos. “Así en el gran día de la expiación final y del juicio, los únicos casos que se consideran son los de quienes hayan profesado ser hijos de Dios. El juicio de los impíos es obra distinta y se verificará en fecha posterior”. (CS: 534). “Durante los mil años que transcurrirán entre la primera resurrección y la segunda, se verificará el juicio de los impíos. El apóstol Pablo señal este juicio como un acontecimiento que sigue al segundo advenimiento. “No juzgues nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor; el cual sacará a luz las obras encubiertas de las tinieblas, y pondrá de manifiesto los propósitos de los corazones (1Corintios 4:5)” (CS: 718,719). Los redimidos que Jesús lleve al cielo, en su segunda venida, ellos son los que “han de juzgar al mundo” (1Co 6.2). “Junto con Cristo juzgan a los impíos, comparando sus actos con el libro de la ley, la Biblia, y fallando cada caso en conformidad con los actos que cometieron por medio de su cuerpo”. “También Satanás y los ángeles malos son juzgados por Cristo y su pueblo. San Pablo dice: “¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? (Vers. 3)”. 2. LA RESURECCION DE LOS MUERTOS IMPIOS A la segunda venida de Cristo, se ha de producir la primera resurrección, pero en ésta, no resucitarán los que murieron en pecado, ellos tienen que esperar en el sepulcro, la segunda resurrección. “Al fin de los mil años vendrá la segunda resurrección. Entonces los impíos serán resucitados, y comparecerán ante Dios para la ejecución del “juicio decretado” (CS: 719). De esta resurrección el apóstol Juan profetizó: “Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años” (Ap. 20:5). 3. EL JUICIO DE LOS MUERTOS EN CRISTO HASTA EL OTOÑO DEL AÑO 1844. Está revelado, que los hijos de Dios que vivieron en las generaciones pasadas, desde Adán hasta cuando terminó la mediación de Jesús en el Lugar Santo del Santuario Celestial, el 22 de octubre de 1844, sus casos son examinados en la hora del juicio. “Los justos ya muertos no serán resucitados más que después del juicio en el cual habrán sido juzgados dignos de la “resurrección de vida”. No estarán pues presentes en persona ante el tribunal cuando sus registros sean examinados y sus causas falladas” (CS: 536). “A medida que los libros de memoria se van abriendo en el juicio, las vidas de todos los que hayan creído en Jesús pasan ante Dios para ser examinadas por él. Empezando con los que vivieron los primeros en la tierra, nuestro Abogado presenta los casos de cada generación sucesiva, y termina con los vivos” (CS: 536). “Cada nombre es mencionado, cada caso cuidadosamente investigado. Habrá nombres que serán aceptados, y otros rechazados. En caso de que alguien tenga en los libros de memoria pecados de los cuales no se haya arrepentido y que no hayan sido perdonados, su nombre será borrado del libro de la vida de Dios” (CS: 537).
4. LA RESURECCION DE LOS MUERTOS EN CRISTO, DESDE ADAN HASTA EL 22 DE OCTUBRE DE 1844. Los muertos en Cristo, desde Adán hasta la duración del ministerio de Cristo en el Lugar Santo del Santuario Celestial, que terminó en otoño de l844, resucitarán a la venida de Jesús. Así está profetizado: “Entre las oscilaciones de la tierra, las llamaradas de los relámpagos y el fragor de los truenos, el Hijo de Dios llama a la vida a los santos dormidos. Dirige una mirada a las tumbas de los justos, y levantando luego las manos al cielo, exclama:” ¡Despertaos, despertaos, despertaos, los que dormís en el polvo, y levantaos!” Por toda la superficie de la tierra, los muertos oirán esa voz; y los que la oigan vivirán. Y toda la tierra repercutirá bajo las pisadas de la multitud extraordinaria de todas las naciones, tribu, lengua y pueblo. De la prisión de la muerte sale revestida de gloria inmortal gritando: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? (1Corintios 15:55). y los justos vivos unen sus voces a las de los santos resucitados en prolongada y alegre aclamación de victoria” (CS: 702). En esta resurrección, de los muertos en Cristo, NO RESUCITAN LOS QUE MURIERON FIELES AL MENSAJE DEL TERCER ÁNGEL DE APOCALIPSIS 14: 12, 13, que se comenzó a predicar cuando Cristo inició su ministerio de Sumo sacerdote, en el Lugar Santísimo del Santuario Celestial, el 22 de octubre de 1844. Ellos previamente a la venida de Cristo, resucitarán a la voz de Dios y estarán vivos a su segunda venida personal. Como veremos, más adelante, por lo que debe tenerse en cuenta esta diferencia, a fin de no equivocarse con los designios de Dios, para los que mueren fieles al triple mensaje angélico.
CAPITULO XII EL JUICIO DE LOS JUSTOS VIVOS LOS 144,000 SELLADOS El apóstol Pablo al hablar sobre la segunda venida de Cristo, dijo: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1Ts4:16,17). Es de notar que, solo habrá dos grupos de personas, que alcanzarán la salvación y vida eterna, por medio de Cristo. Los “muertos en Cristo”, son los que “resucitarán primero”, y su número es incontable por el hombre, pues son millones y de todas las generaciones pasadas. En cambio, “los que vivimos”, refiriéndose específicamente a los que estarán vivos, a la venida de Cristo, de acuerdo a profecías conexas de tan importante evento, solo serán 144,000 justos vivos. El juicio de los justos vivos, se realiza en circunstancias específicas, antes del fin del tiempo de gracia y, antes que Cristo aparezca al fin de la historia de esta tierra, para llevar a su pueblo, como veremos: 1. EL JUICIO DE LOS VIVOS -144,000- EN EL LUGAR SANTISIMO DEL SANTUARIO CELESTIAL
Muchos, erróneamente creen que el juicio de “los justos vivos”, que “unen sus voces a los santos resucitados” por el Señor Jesús, en su segunda venida con poder y gloria, es un asunto del futuro. Ellos mal interpretan escritos de la mensajera del Señor, que dejó para el pueblo del advenimiento. El juicio de los vivos, empezó cuando Jesús inició su mediación en el Lugar Santísimo del Santuario Celestial, en 1844. Desde entonces, se viene predicando los diez mandamientos, que incluye el sábado, el mismo que constituye la prueba para los hijos de Dios. Desde 1844, los guardadores del sábado vienen siendo juzgados y, sellados con el sello del Dios vivo, en la frente y continuará solo hasta que se complete el número de los 144,000 sellados. Así está escrito. “… desde que Jesús abrió la puerta que da al lugar santísimo, que contiene el arca, los mandamientos han estado brillando hacia los hijos de Dios, Y ÉSTOS SON PROBADOS ACERCA DE LA CUESTION DEL SABADO” (PE: 42). El 24 de agosto de 1850, seis años después que Jesús empezó su ministerio en el Lugar Santísimo del Santuario Celestial, la mensajera del Señor escribió: “Vi que los esfuerzos de Satanás son más poderosos que nunca, porque sabe que su tiempo es corto y que el sellamiento de los santos los pondrá más allá del alcance de su poder. Ahora obrará de todas las maneras posibles, e intentará lograr mediante todas sus insinuaciones que los santos estén desprevenidos, se duerman en la verdad presente o que duden de ella, para impedirles así que sean sellados con el sello del Dios vivo.” (ETF: 84). De acuerdo a las profecías, el juzgamiento de los vivos, empezó con los pioneros adventistas que conocieron el mensaje del tercer ángel de Ap. 14:9 y guardaron el sábado, como día del Señor, en oposición del domingo que es la marca de la bestia. Terminará el juzgamiento de los vivos, con los que conozcan el tercer mensaje, en la finalización del tiempo de gracia. “A la hora undécima, cuando el trabajo sea más difícil y la gente se endurezca más, aparecerá un sinnúmero de talentos. Estos obreros serán fieles y recibirán sus denarios” (ETF: 270). 1. COMPONEN LOS 144, OOO SELLADOS VIVOS, LOS QUE MURIERON EN LA FE DEL MENSAJE DEL TERCER ANGEL, ANTES DEL TIEMPO DE ANGUSTIA. Los que enseñan que el sellamiento por la prueba del sábado, no es una verdad presente, sino un asunto del futuro, están en un grave peligro, que los llevará a la destrucción. Se están desviando deliberadamente, de lo que establece la palabra profética. El Espíritu de Profecía advierte: “En este tiempo de sellamiento Satanás está valiéndose de todo artificio para desviar de la verdad presente el pensamiento del pueblo de Dios y para hacerlo vacilar” (PE: 43). Sigue diciendo: “Vi que Satanás obraba así para enajenar, engañar y desviar a los hijos de Dios precisamente ahora en el tiempo del sellamiento…” “Satanás probaba cada una de sus artes para sujetarlos donde estaban hasta que hubiese pasado el sellamiento, hasta que la cubierta se hubiese corrido sobre el pueblo de Dios, y ellos hubiesen quedado sin refugio que los protegiera de la ira ardiente de Dios en las siete últimas plagas” (PE:44).
Las siete postreras plagas serán derramadas en el tiempo de angustia, sobre los que deciden guardar el falso sábado (domingo), como día del Señor, en oposición al sábado que es el verdadero día del Señor .El profeta Daniel profetizó: “…y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces, pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro” (Dn 12:1). La mensajera del Señor expresa: “La imaginación más fecunda no alcanza a darse cuenta de la magnitud de tan dolorosa prueba” (CS: 80). “Él sabe si aquellos por quienes se ofrecen las peticiones serán capaces de soportar o no la prueba que vendría sobre ellos si viviesen. El conoce el fin desde el principio. MUCHOS SERAN LLAMADOS A DESCANSAR ANTES DE QUE LA ARDIENTE PRUEBA DEL TIEMPO DE ANGUSTIA VENGA SOBRE NUESTRO MUNDO” (EUD: 259). De esto entendemos, los que conformarán el número de los 144,000 sellados, o justos vivos, empieza con los que murieron o mueren en la fe del tercer ángel, antes del gran tiempo de angustia. Los sellados que mueren antes del tiempo de angustia, han sido previamente juzgados y aprobados para vida eterna. Ellos han sido fieles al mensaje del tercer Ángel, que enseña guardar el sábado, adorar a Dios y a Cristo, (no al Espíritu Santo como enseña la Trinidad). Practican la reforma pro salud, no pertenecen a iglesias falsas o apóstatas, profesan una fe pura que conocen, no mantienen comunión con los engaños de Babilonia y del paganismo. Todos los que duermen, en la “fe de Jesús” han de resucitar a la voz de Dios, cuando diga “Hecho está” (Ap. 16:17), para unirse con el resto de los vivos sellados, que no han muerto, “para escuchar el pacto de paz que Dios iba a hacer con quienes habían observado su ley” (PE: 285). Elena G. de White por los años de 1899, dijo: “Viven en nuestra tierra quienes han pasado de los noventa años de edad. En su debilidad se ve el resultado natural de vejez; pero creen en Dios, y Dios los ama. EL SELLO DE DIOS ESTA SOBRE ELLOS, y estarán en el NÚMERO de quienes ha dicho el Señor: “Bienaventurados… los muertos que mueren en el Señor” (EUD: 227). En Ap. 14:13 se encuentra el texto citado por la mensajera del Señor. “Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Si, dice el Espíritu, descansarían de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”. Uno de los pioneros adventistas – Urías Smith, sobre este texto expresa: “De aquí adelante” debe significar desde algún momento particular. ¿Qué momento? Evidentemente, el comienzo del mensaje en relación con el cual se dice esto. Pero ¿porque que son bienaventurados los que mueren desde este momento? Por alguna razón especial debe haberse pronunciado esta bienaventuranza sobre ellos. ¿No será porque escapan al tiempo de terrible peligro que los santos han de encontrar al acercarse al fin de su peregrinación? Aunque son así bienaventurados en común con todos los justo muertos, tienen sobre ellos la ventaja de pertenecer indudablemente a aquella compañía que resucitará para vida eterna en la resurrección especial de Daniel 12:2” (Las Profecías de Apocalipsis: 305).
Es de verse entonces, hay adventistas pioneros, que vivieron el mensaje del tercer ángel y han muerto, ellos resucitarán en la resurrección especial de Dn. 12:2. Esto significa, entonces que han sido juzgados, aprobados y sellados para vida eterna, estando vivos. Es el caso, de una creyente de la fe adventista, de apellido Hastings, había muerto, al respecto la mensajera del Señor dijo: “Vi que ella (la Sra. Hastings) estaba sellada, que se levantaría y se pondrá en pie sobre la tierra…y estará con los ciento cuarenta y cuatro mil. Vi que no necesitamos afligirnos POR ELLA; DESCANSARIA DURANTE EL TIEMPO DE ANGUSTIA” (EUD: 226). Esta revelación, debe confortar a todos los que tienen fe en el mensaje del tercer ángel y guardan el sábado, que si somos fieles a Dios seremos juzgados, aprobados y sellados estando vivos, como fue Elena G. White, Hastings y otros pioneros adventistas. Sí alguien está enfermo, o con una edad avanzada, que por la vejez natural habrá de morir, no necesitamos “afligirnos”. La promesa “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor…”, es para todos los que “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (Ap. 14:12). a) EL SIGNIFICADO DE LA PARTICULA “CON” En el libro Primeros Escritos, está registrado, que la mensajera del Señor viajó en espíritu al tercer cielo y pidió a su ángel acompañante que le dejara permanecer allí. Ella dice: “Supliqué a mi ángel acompañante que me dejara permanecer allí. No podía sufrí el pensamiento de volver a este tenebrosos mundo. El ángel me dijo entonces: “Debes volver, y si eres fiel, tendrás con los 144,000, el privilegio de visitar todos los mundos y ver la obra de las manos de Dios” (PE: 40) Es de verse entonces, los que murieron fieles al mensaje del tercer ángel guardando el sábado, han de resucitar en la resurrección especial, que se producirá a la voz de Dios, cuando diga “Hecho está”. Los que enseñan lo contrario, restringen el significado de la partícula “con”, como una preposición, que sólo indica, juntamente. Haciendo esta errónea interpretación, dicen que Elena G de White no es parte de los 144,000. Para ellos el término “con” les da la idea que los 144,000 es un grupo diferente. Señalan que cuando Elena G de White dijo sobre (la Sra. Hastings) que “estaría con los ciento cuarenta y cuatro mil”, argumentan que no está diciendo que la Sra. Hastings sea parte de ese número, sino que estará al lado de este grupo de sellados. Suponiendo que este razonamiento fuera lo correcto, que diremos del siguiente texto: “Cuando estemos con los redimidos, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios y las coronas de gloria y estemos frente a una eternidad inconmensurable, veremos entonces cuan corto fue el tiempo de angustia y de espera” (ETF: 400). Tendremos que concluir erróneamente, que “con” está indicando que los redimidos son otros y los que “estemos” en el cielo, no serán “redimidos”. Si esto fuera así, entonces, que son, ¿no son redimidos? Pensar de este modo, llegamos a un absurdo bíblico, porque todos los que van al cielo son redimidos. Consecuentemente, los que están en el mar de vidrio son los 144,000 sellados aquí en la tierra, así precisa el apóstol Juan. “Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios”. (Ap15:2).
En el Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual del Dr. Guillermo Cabanellas, encontramos el significado amplio que tiene la partícula “con”, dice: “Como partícula o prefijo cumple las mismas funciones que co(v), generalmente ante consonante. En tanto que preposición, expresa modo o medio. También unión o compañía”. Sobre “co” refiere, “Partícula inseparable que expresa colaboración, composición o acción conjunta; como coacreedor, codelincuente, coheredero. Este prefijo o partícula adopta las grafías de con y com; una y otra provenientes de la preposición latina cum. La forma con aparece, entre innumerables tecnicismos, en condominio y consorcio”. Aplicando entonces, el significado de con, (composición) en los textos del Espíritu de Profecía tendremos el siguiente: “Vi que ella (la Sra. Hastings) estaba sellada, que se levantaría y se pondría en pie sobre la tierra, y estaría con (componiendo) los ciento cuarenta y cuatro mil”. En cuanto a la expresión que el ángel dijo a Elena G de White seria el siguiente “El ángel me dijo entonces: “Debes volver, y si eres fiel, tendrás, con (componiendo) los 144,000, el privilegio de visitar todos los mundos y ver la obra de las manos de Dios”. De igual modo, ha de entenderse cuando Elena G de White nos dice: “Cuando estemos con (componiendo) los redimidos, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios y las coronas de gloria y estemos frente a una eternidad inconmensurable, veremos entonces cuan corto fue el tiempo de angustia y de espera” (ETF: 400).
2. COMPONEN LOS 144, OOO SELLADOS VIVOS, LOS QUE HAN DE MORIR EN LA FE DEL MENSAJE DEL TERCER ANGEL, DURANTE EL TIEMPO DE ANGUSTIA. Entre el pueblo del advenimiento, se escucha que todavía estamos en el tiempo del juicio de los muertos y que el juicio de los vivos no empieza, por tanto no debemos preocuparnos de esta situación, porque “nadie sabe cuándo- les tocará ser juzgados a los vivos” (CS: 544). Muchos dicen, es posible que empiece el juicio de los vivos, cuando se dé la ley dominical y no antes, eso permite que algunos dejen de velar. Los que piensan así, desconocen la profecía de la venida de Cristo como ladrón, que no se refiere a su segunda venida, como Rey de reyes y Señor de señores. La revelación enseña, que esa venida de Cristo es a nuestra vida en particular, mientras estamos vivos. Cristo viene en cualquier momento para juzgarnos y sellarnos o desaprobarnos, en tanto estamos con vida, ya sea trabajando, hablando de la Palabra de Dios, o en placeres del mundo. El que es desaprobado será destruido por las siete plagas, o será echados en el lago de fuego, conjuntamente con Satanás, cuando se produzca la “segunda resurrección” de los hombres impíos, así está revelado: “El tiempo del juicio es un periodo muy solemne, cuando el Señor reúne a los suyos de entre la cizaña. Los que han sido miembros de la misma familia son separados. Se coloca una señal sobre los justos” (TM: 234). “Mientras los hombres moran todavía en la tierra se verifica la obra del juicio investigador en los atrios del cielo. Delante de Dios pasa el registro de la vida de todos sus profesos seguidores. Todos son examinados según lo registrado en los libros del
cielo, y según sus hechos queda para siempre fijado el destino de cada uno” (PVGM: 252). De esto entendemos, que en el juicio investigador es donde actualmente se decide nuestro destino. No tenemos todavía que esperar la aplicación de la ley dominical, para recién estar a cuentas con Dios. Jesús dice: “He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza” (Ap. 16:15). Toda persona, que conoce el mensaje del tercer ángel y guarda el sábado, debe saber que la venida de Cristo “como ladrón”, es para cada vida en particular, que su caso en el cielo puede ser juzgado en cualquier momento sin avisar. Representa el momento, del juicio de los vivos, cuando el Salvador de cierto viene a la vida de cada uno, para ver si tenemos el vestido de bodas-el carácter de Dios. Por cuanto: “… no todos los que profesan ser cristianos son verdaderos discípulos. Antes que se dé la recompensa final, debe decidirse quienes son idóneos para compartir la herencia de los justos. Esta decisión debe hacerse antes de la segunda venida de Cristo en las nubes del cielo” (PVGM: 251) “Mientras los hombres moran todavía en la tierra se verifica la obra de juicio investigador en los atrios del cielo. Delante de Dios pasa el registro de la vida de todos sus profesos seguidores. Todos son examinados según lo registrado en los libros del cielo, y según sus hechos queda para siempre fijado el destino de cada uno” (PVGM: 252). Estando este asunto tan claro, debemos desechar aquella doctrina, que el tiempo del juicio de los vivos no ha empezado, porque realmente si ha comenzado. Sobre este asunto el Espíritu de Profecía ha dejado escrito: “Ha llegado el momento en que Jerusalén será escudriñada como con velas encendidas. Dios está activo examinado el carácter, ponderando el valor moral y pronunciando sentencias sobre los casos individuales” (TM: 448). “Inadvertida como ladrón a medianoche, llegará la hora decisiva que fija el destino de cada uno, cuando será retirado definitivamente el ofrecimiento de la gracia que se dirigiera a los culpables” (CS: 544). Desde la proclamación del mensaje del tercer ángel de Ap. 14: 9, se viene llevando a cabo el sellamiento de los vivos y, continuará, hasta la “prueba final” (la ley dominical), que se dará dentro de la hora de la prueba, que será sometido el mundo. En la etapa de la “prueba final”, la profecía hace saber, que habrá “muchos” que morirán defendiendo la “fe de Jesús”. “Cuando esté por producirse esta obra grandiosa en la batalla, antes del último gran conflicto, muchos serán encarcelados, muchos huirán de las ciudades y los pueblos para salvar su vida y muchos otros soportarán el martirio por amor de Cristo, al levantarse en defensa de la verdad” (ETF: 232). “Lo mejor que podemos hacer es estar en estrecha comunión con Dios, y si él quiere permitir que seamos mártires por causa de la verdad, esto puede ser el medio de traer a muchos otros a la verdad” (EUD: 153). Los que sean “mártires”, en esta etapa de “la prueba final”, (que es antes del decreto de muerte), habrán sido juzgados, aprobados y sellados, para vida eterna. Ellos también resucitarán, a la voz de Dios, al final del tiempo de angustia, porque están bajo la promesa: “Bienaventurados los muertos que de aquí adelante mueren en el Señor…” (Ap. 14:13).
3. COMPONEN LOS 144, OOO SELLADOS VIVOS LOS FIELES DE LA FE DEL TERCER ANGEL, QUE SOPORTARAN EL DECRETO DE MUERTE Y NO MORIRAN. Se puede notar, que tanto el “tiempo de angustia” de Dn 12:1, la “gran tribulación” de Mt 24: 21), la “hora de la prueba” de Ap. 3:12, así como por “una hora recibieron autoridad” de Ap. 17:12 y “la hora de segar” de Ap. 14:15, es el mismo acontecimiento. Está profetizado que, en este tiempo se dará la ley dominical, que será la prueba final, la última etapa del sellamiento de los vivos, hasta antes que se dé el decreto de muerte. La promulgación del decreto de muerte, contra el pueblo de Dios inicia “la angustia de Jacob”, que es cosa diferente. Los sellados vivos, que en “la prueba final”, permanecen con vida, pasarán a la última etapa de la hora de la prueba, la aplicación del decreto de muerte, que ocasiona “el tiempo de la angustia de Jacob”. Acerca de este suceso, la profetiza del pueblo del advenimiento dice: “…las oí clamar a Dios con fervor. Ni de día ni de noche dejaban de orar:” ¡Hágase, Señor, tu voluntad! Si ha de servir para gloria de tu nombre, da a tu pueblo el medio de escapar. Líbranos de los paganos que nos rodean. Nos han sentenciado a muerte; pero tu brazo puede salvarnos”. Tales son las palabras que puedo recordar…un ángel de alta estatura…dijo:…Han de beber del cáliz. Han de ser bautizados con el bautismo” (PE: 272). Vale decir, los sellados que permanecen vivos en esta etapa del decreto de muerte, pasarán por la misma experiencia dolorosa que pasó Jesús en el monte de Getsemaní, diciendo: “Padre mío, si no puede pasar de mi esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad” (Mt 26:42). El sufrimiento mental que tuvo Cristo representa “beber del cáliz”, su muerte representa “ser bautizados con el bautismo”. La promulgación del decreto de muerte, es considerada por Dios, como si hubiese matado a todos sus hijos fieles, pero Dios los protegerá por medio de sus ángeles y no morirán. Está profetizado que “Dios no quería que los paganos insultasen su nombre” (PE: 283). A fin de entender un poco más, es necesario precisar que en el año de 1888, la mensajera del Señor escribió: “Pronto - nadie sabe cuándo - les tocará ser juzgados a los vivos” (CS: 544). De acuerdo al contexto leído, se puede ver que, Elena G. de White, está hablando del juicio de los vivos, dentro de “la prueba final”, por aplicación de la ley dominical. Llamado también el “gran tiempo de angustia”. Y, terminará “cuando quede concluida la obra del juicio investigador” (CS: 545). “Las copas de la ira de Dios no pueden ser derramadas ni destruidos los impíos y sus obras hasta que todo el pueblo de Dios haya sido juzgado, y los casos de los vivos así como los de los muertos estén decididos”(TM: 446). La aplicación de la ley dominical, en todos los países en reemplazo de sábado, no produce la angustia de Jacob. Dicha angustia solo es producido por el decreto de muerte, que debe darse, como consecuencia posterior a la ley dominical. La sierva del Señor menciona: “Se promulgó un decreto para matar a los santos, lo cual los hizo clamar día y noche por su libramiento. Este fue el tiempo de la angustia de Jacob” (PE: 36,37). En esta etapa de “el tiempo de la angustia de Jacob”, los sellados, seguirán estando vivos, pese a la intención de los hombres, de quererles dar muerte. Dios no lo permitirá.
“Después que Jesús se levante del trono como mediador, todo caso habrá sido decidido, y la opresión y la muerte de los hijos de Dios, no serán entonces un testimonio a favor de la verdad” (ETF: 239). Los que reciban la Lluvia Tardía estarán fortalecidos a la hora de la prueba El pueblo de Dios con conocimiento de causa pasará “el tiempo de la angustia de Jacob”, sabiendo que Jesús no abandonará a sus hijos, mientras son probados para su bien. Habrán hecho suyo aquella promesa, que sus pecados serán perdonados y saldrán victoriosos. “Cuando vengan los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor, los pecados del hombre arrepentido, que ha recibido la gracia de Cristo y ha vencido por la sangre del Cordero, serán quitados de los registros celestiales y colocados sobre Satanás, el macho cabrío, originador del pecado, y no serán recordados nunca más contra él” (3 MS: 406). Este acontecimiento, está dado también, bajo la figura del tiempo de angustia previo (PE: 86). Consecuentemente, el que pase la prueba de la ley dominical profesando la “fe de Jesús”, será porque en el cielo fue juzgado, aprobado y sellado con el sello del Dios vivo, aunque no lo sepa. De ahí que, estando con el poder de Espíritu Santo, los sellados soportarán la “angustia de Jacob”, “pasarán individualmente por pruebas”, pero no morirán, saldrán en victoria, sobre la “bestia y su imagen”, cuando escuchen la voz de Dios, como señal de su liberación. “Y aun después que los santos hayan sido sellados con el sello del Dios vivo, sus elegidos pasarán individualmente por pruebas. Vendrán aflicciones personales, pero un ojo que no permitirá que el oro sea consumido vigila el horno estrechamente. La indeleble marca de Dios está sobre ellos. Puede afirmar que su propio nombre está escrito allí. El Señor los ha sellado. Su destino está escrito: “DIOS NUEVA JERUSALEN”. Son propiedad del Señor, su posesión.” (TM: 446). De lo acotado línea atrás, podemos decir que los sellados en la frente, con el sello de Dios vivo, indicarán que “Son propiedad del Señor, su posesión”. A contrario sensu, los que reciban la inscripción en su frente de la palabra: “Misterio”, que lleva Babilonia, será porque son propiedad de la “bestia y su imagen”. Acerca de los que lleguen a ser propiedad del Señor está escrito: “Dios no consentiría que los malvados exterminasen a quienes esperaban la traslación y no se sometían al decreto de la bestia ni recibían su marca… Cuando los santos salieron de las villas y ciudades, los persiguieron los malvados con intento de matarlos. Pero las espadas levantadas contra el pueblo de Dios se quebraron y cayeron tan inofensivas como briznas de paja. Los ángeles de Dios escudaron a los santos, cuyos clamores, elevados día y noche en súplica de liberación, habían llegado ante el Señor” (PE: 284).