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PREFACIO
Medito , me lamento ... y por añadidura pienso; por lo tanto aún vivo y tal vez me prolongue en el tiempo ... Cuando la pérdida de los seres más queridos nos sumerge en la soledad del espacio físico y el vacío sin medidas del alma , cuando el corazón y los ojos lloran sin consuelo y no existe un poqué que obtenga respuesta , cuando sentimos que sobrevivimos con las manos vacías de amor , con palabras muertas en la voz , con los anhelos truncos ... cuando la tristeza nos anula y no nos mata , sinó que nos obliga a seguir impulsados por una fuerza ajena a nuestros propios deseos , cuando comprendemos que la noche es un sueño eterno y repetido , que el día es la esperanza de un mañana mejor , de un futuro interminable para la mente , de la que surge un asidero gratuito y bondadoso que se llama “inspiración” , entendemos el hoy. Hoy , que no es ayer ni mañana , ayer fue , el mañana es algo cercano y desconocido . Ayer , hoy , mañana ...y la realidad del tiempo vivido bien o mal , más el misterio del tiempo ignorado y eterno , que nos retiene sin saber porqué . En las pruebas por las que pasé en mi vida , ayer , hoy y tal vez mañana y porque siento tanto haber perdido a mis hijos , que fueron lo más sublime para mí , vuelvo a escribir después de la experiencia de sentir mis brazos vacíos . Considérese un acto de fe hacia el más puro de los amores de una mujer , el amor de una madre . ELBA G. MAZZEO 29 –3 – 2001
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PROLOGO
FEBRERO :AÑO 2001 Hacía tiempo que la ciudad de Buenos Aires no vivía un verano tan caluroso y húmedo . Las viviendas y los asfaltos retenían el fragor solar , que las dispersas brisas nocturnas no lograban aplacar al final del día , cuando el ciudadano común ansiaba su merecido descanso . En vano se esperó un mes de febrero algo más apacible , si el servicio meteorológico anunciaba sensación térmica por encima de los 40º ,haciendo que la gente con precarias condiciones de vida , se sintiesen más afectadas . Un ventilador destartalado , una jarra de agua con cubitos de hielo y unos trozos de limón , unos mates tibios tal vez , gaseosas o una cerveza bien helada que se calentaba rápido al estar unos minutos en contacto con la densa atmósfera del verano , eran todo el lujo de los que no podían acceder a disfrutar del aire acondicionado, o una piscina de aguas claras y tibias en los jardines En los atardeceres de los barrios porteños y sus alrededores , los vecinos solían sentarse en sus sillas bajo algún frondoso árbol , mudo testigo de sus charlas en las veredas , deseando respirar un poco de brisa natural para atenuar los intensos calores . Las luces de mercurio , similares a soles suspendidos por doquier, iluminaban las calles tranquilas , donde mosquitos y cucarachas circulaban solapados , molestando a los distraídos noctámbulos , que de paso , vigilaban a sus criaturas para que no se alejasen mientras jugaban . En los últimos tiempos el comentario general se basaba en la inseguridad que padecía la población , agobiada por asaltos y asesinatos cruentos , donde cualquiera estaba expuesto , tanto afuera como dentro de sus casas . Reunirse en grupos les sugería mayor seguridad y nadie quedaba rezagado cuando alguno emprendía la retirada .
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No sucedía lo mismo en barrios residenciales , donde las calles quedaban desiertas al bajar el sol , ahí , los moradores desaparecían tras las rejas de puertas y ventanas , apresurados por refugiarse en sus hogares para evitar ser sorprendidos por algún delincuente , que se decía , merodeaban los alrededores . Ellos eran catalogados como privilegiados , el foco de envidia de los otros , aquellos , que no podían refrigerar sus dormitorios , o bien recrearse con una refrescante zambullida en sus piscinas antes de cenar . Alguna vez alguien dijo que las apariencias engañan y es muy cierto . Las penurias acechan a pobres y ricos y cada hogar tiene sus cuotas de dicha o pena por igual , tal vez males peores , pero esto no contempla clases sociales , sólo es cuestión de suerte . Y así comienza esta historia ...
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CAPITULO 1 : “AMIGOS”
Aquel 20 de febrero había sido insoportable . La semana de vacaciones junto al mar iba quedando en el olvido , o como un recuedo feliz como tantos otros . Juntando pasivamente sus magros pesos , Zuly logró el dinero para disfrutar esos días de salobre aire marino , junto a Carla y sus dos preciosos hijos , Patricia , a la que cariñosamente llamaban Paty y Nahuel , que con sus diez años era algo así como el jefe de familia , desde que sus padres resolvieran separarse . Zuly era una muchacha muy especial . Tal vez feucha con su rostro alauchado y sus ojos saltones , que solía ocultar detrás de unos lentes azules que al fin , le daban cierta sugestión . No tendría más de treinta años , aparentando menos , quizás por su contextura pequeña y vital . Su cabeza , colmada de rulos claros y caprichosos , rodeaban con gracia su rostro poco atractivo , poniéndole un toque diferente a su persona diminuta . Mucho por coquetería y otro tanto por el tipo de comercio que tenía sobre una calle céntrica de su barrio , una santería , llenaba su cuello y sus brazos de collares y brazaletes engarzados con pedrerías coloridas , brillantes y dorados , además de una gema cristalina enganchada en un rulo que caía sobre su frente , justo entremedio de sus ojos . Entre sus ornamentos y su ropa ajustada al cuerpo y de colores estridentes , se la consideraba una chica extravagante , o bien una brujita escapada de un libro de cuentos infantiles , de lo que se despojaba al llegar a su casa , cuando después de darse un relajante baño de inmersión , todo se limitaba a vestirse con un liviano pijama de algodón rosado , celeste o blanco . Durante todo el día trabajaba en su local , que era una patética cueva de supercherías , donde los estantes rebalsaban tanto de estatuillas religiosas , como de satánicas . Velas de mil colores , sahumerios , cajas de todo tamaño , bolsas de incienso , mirra , ajedrea , ajenjo , benjuí , sándalo y cuanta especie existe . Abundaban los libros esotéricos , estampitas con todos los santos , collares , bastones y penachos . Tampoco faltaban túnicas para ciertas sectas , sombreros y artículos extrafalarios , que sus clientes le compraban a menudo Con picardía adquirida a través del contacto con los prodúctos y mucha sicología natural en ella , Zuly atendía a la gente aconsejando sobre sus necesidades espirituales , sin que le interesase más que su beneficio comercial .Desde el escalón de entrada se percibía el misterio que engarzaba lo sacrílego con lo cristiano que era atenuado con numerosas macetas de verdes plantas , donde no faltaban las rudas hembra y macho -Yo soy católica y fiel a mi iglesia , pero que brujas hay , las hay –solía decirle a su amiga Carla .
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Una gata de pelo blanco , gris y negro , descansaba sobre el mostrador junto a un Buda dorado que , sobre una fuente , e iluminado por una vela blanca , recibía las monedas de los clientes que le pedían fortuna . Tanto el Buda como la gata , parecían mudos guardianes de la pintoresca vendedora de la santería . Zuly llegaba en un viejo automóvil junto a su gata que llamaba Gira y un gran bolso con objetos personales , del que sacaba cada mañana , un gran manojo de llaves para abrir la cantidad de cerraduras y candados del local , que consideraba más convenientes que todas sus velas y sahumerios para protegerse de los delincuentes que proliferaban , desvastando muchos locales Ponerse de rodillas cada mañana para abrir su negocio se había convertido en un ritual obligado , ya que las cadenas comenzaban a enlazarse al ras del piso , hasta donde le fuera posible engancharlas con los candados . Su actitud no era por un temor infundado , ya que por tres veces consecutivas quisieron destrozar su cortina metálica y hasta tuvo que colocar chapones entre la vidriera y el cerramiento . Todo le pareció poco para prevenir que la desvalijasen . El mismo trabajo de la mañana se repetía al anochecer , cuando dejaba el local para volver a su casa , donde el ritual de las llaves era el mismo.
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-¡Llaves , cerraduras , candados y cadenas por todos lados! Voy a enloquecer Protestó frente al garage de su vivienda , justo en el momento en que Patricia y Nahuel se abalanzaron sobre ella cubriéndola de besos y abrazos. -¡Calma chicos! ¡Me van a tirar al piso!-. Exclamó escuchando sus risas felices por el encuentro . -¡Te queremos Zuly! -. Le respondieron apretujándola , mientras ella reparaba que un automóvil con vidrios oscuros que la venía siguiendo , se detenía en la cuadra . -¿Qué me trajiste Zu? -. Preguntó la niña mientras acariciaba los bucles de la muchacha . -¡Cuántas veces tengo que decirte que no seas pedigüeña! -, le recriminó Nahuel a su hermanita -, no le hagas caso Zuly , se lo voy a contar a mi mamá y no la dejará venir más , vas a ver . -No , no, no ...te lo prohibo Nahuel , además ...es cierto , traje unas pulseritas para varón y otras para nena , les daré una a cada uno , si primero me dejan terminar de abrir el portón . -¿Podemos subir a tu coche? -. Pregunto Patricia . -Como no , ¡vamos , arriba! - . Ordenó Zuly sentada al volante mientras no dejaba de observar al misterioso coche , que aún permanecía donde había estacionado y en el que apenas había divisado a dos personas sentadas en penumbras . -( Que raro ...-pensó -, ¿qué andarán buscando? ¡Bah! Yo y mis miedos , seguro que esperan a uno de por estos lados ) Entró el coche con los niños dentro y cerró el garage con todos sus candados . - ¡Eh Zuly! ¿por dónde salimos ahora? -. Preguntó Nahuel como si no supiese -¡Nos quedamos encerrados! ¿tenés miedo? -No..., acá no porque estás vos , pero la verdad , la verdad ...si , le tengo miedo al encierro . -Yo también ¿sabés Zuly? A veces jugamos y él me encierra en mi pieza , ¿sabés? Me pasa que no puedo respirar y me asusto -. Dijo Patricia fiente al fastidio de su hermano . -¡Mentirosa! ¡Te voy a arrancar todos los pelos! -¡Chicos! ¡Chicos! ¡Cálmense por favor! - esclamó Zuly -.¿Le avisaron a su mamá que venían a mi casa? - No , ella fue al mercado y no quiso llevarnos - respondió Patricia - él tiene la llave y salimos sin permiso . -¡ Qué alcagüeta! ¡es una buchona de porquería! -protestó Nahuel . -¡Ché! ¡Mirá lo que me dice Zuly! -Terminen de pelear por favor ¿eh? ¿por qué hicieron eso? 7
-Porque te oímos llegar y queríamos estar con vos ...- dijo la niña . -¡Ella , yo no! ¡Bah , si! Yo también quería venir pero se lo dije Zuly, esperemos a mamá , esperemos a mamá , pero , la caprichosa se puso a llorar y por eso abrí y salimos , ¿viste? Ahora nos vamos ,¡vamos te dije! Vos no sabés Zuly , si se entera nos manda a dormir sin cenar y justo esta noche hace milanesas con papas fritas , lo que más me gusta . -Bueno , está bien , vayanse entonces , vengan que salen por la puerta de casa -¿Te llevo a la gata? - preguntó Patricia con un mohín gracioso . -¡ Dejala tranquila nena! - gritó Nahuel siempre iracundo con su hermanita. .¡A Gira no le gusta que la apretujes tonta! -¡Uyyy! Se me escapó- dijo la nena muy afligida . -Sabés que pasa Paty , espera que yo abra la puerta de la cocina. -¡También vos Zuly...! ¡Y abrile! ¿Qué esperás? -le protestó Patricia . -Si ,si... me lo paso abriendo y cerrando puertas ¿ sabés? ¡Ay Dios! -Dame que te ayudo , ¿es ésta la llave no? -preguntó Nahuel . - Si , esa y esta otra , tomá cariño -respondió la amiga . Orgulloso por la consideración que Zuly tenía con él corrió hacia su objetivo , mientras su hermana cruzaba el patio prendida al brazo de ella . -Entren señoritas -, dijo el niño haciendo una reverencìa que provocó la risa de las dos . -Bueno , basta de bromas y vayan saliendo , que si su mamá llega y no los encuentra pondrá el grito en el cielo . A ver ...esperen , esperen ...- dijo Zuly echando detrás suyo a los niños . -¿Qué te pasa Zuly? - le preguntaron al unísono . -No ...es que quiero ver algo primero. -¿Qué querés ver? Dejame ¿a ver? ¿a ver...? quiero ver yo también - pidió Patricia atropellada como siempre. -¡Quedate acá pulga atómica! - le gritó su hermano muy ofuscado mientras la sujetaba de la ropa. -¡ Soltame nene! ¡Quién te pensás que sos! ¿eh? -¡Soy mayor que vos y me vas a respetar! ¿entendiste? - ¡Mayor qué! ¡Ni dos años más que yo tenés tonto! -¡Por favor , basta chicos! Están terribles hoy , dejen de discutir y hagan un poco de silencio, ¿estamos? Sorprendidos por el reto severo inusual en Zuly , que siempre los trataba con dulzura y gran paciencia , la miraron confusos para luego obedecer . ¿Qué le pasaba a su amiga? ¿ por qué se asomaba tan sigilosamente por la puerta de calle mirando hacia todos lados .? -¿ Qué mirás Zuly? -.preguntó la nena.
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-Nada , nada ...quise asegurarme que no hubiese gente extraña por ahí , voy a acompañarlos hasta que se encierren con llave y no vuelvan a salir hasta que su mamá no les dé permiso , menos de noche , ¿estamos? -Si , chau Zuly -.Dijo Nahuel dejando un beso en su mejilla. -Zuly ... -¿Qué sucede ahora Paty? -No ... no nos diste eso ... -¡ Patricia! - gritó como un reto su hermano. -No te alteres Nahuel , ella tiene razón , con la charla nos olvidamos Paty , pero ¿sabés qué hacemos? - No ...dejá Zuly ...no importa -, contestó la niña con gesto resignado. - Si que importa mamita , mirá , lo que más deseo en este momento es darme un baño, ponerme cómoda y cenar algo , luego , cuando termine de acomodar algunas cosas, voy un ratito a tu casa y nos sentamos en el jardín con tu mami y les llevo las pulseritas .¿ de acuerdo? -¡Bien! ¡Bien! ¡Qué lindo! Te esperamos ¿eh? No nos falles. -Exclamó Patricia colgándose de su cuello. -¡ Soltala cargosa , la vas a matar! - .Protestó nuevamente Nahuel , al tiempo que le prometía a Zuly prepararle su jugo favorito _ Al verlos desaparecer tias la puerta cerrada con llave , Zuly regresó a su vivienda . Muy rápido caía la noche . Miró el cielo intensamente azul , las brillantes estrellas , la lánguida blancura de la luna que , en su completa redondez seguía indiferente el curso del universo...y recordó su vacio interior, su soledad , su amor perdido.Sacudiendo de su mente sus emociones , recordó que tenía demasiadas cosas por hacer y como les dijera a sus vecinitos, su primera necesidad era la de sumergirse en el agua tibia de su bañera-Mientras la perfumada espuma recorría su cuerpo , pensó en Carla .¿Por qué dejaba solos a sus hijos y tardaba tanto en regresar? Nahuel y Patricia eran dos criaturas encantadores a quienes conocía desde su nacimiento. La trataban con tanto cariño que parecía más ella su madre que la propia Carla , que los había parido siendo ya algo mayor. Nahuel nacía pisando ella los cuarenta años y Patricia dos años después. Con sus cincuenta años, Carla estaba más para el papel de una abuela joven, que en el rol de una madre dispuesta con las necesidades de sus hijos. El niño era muy especial. Si bien se mostraba muy autoritario con su Hermanita, su carácter era apacible y afectuoso. Alto y delgado, era tal cual la figura de su padre .Tenia el cabello muy negro y enrulado como su hermana, con la diferencia de que el de la niña era largo, mientras que Nahuel lo tenía bien corto con sus rulos pegados a la cabeza .
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Una chispa de simpatía brotaba siempre de sus ojos color café, pero el cambio se advertía en su sonrisa desde que el padre los había abandonado. Demostró a las claras su descontento por la separación de sus padres y cuando desde el primer momento Carla se negó a darle explicaciones, optó por no volver a preguntar, recurriendo a esa hosquedad impulsiva con su familia en ciertas ocasiones . A través de esos dos largos años en que los niños no volvieron a ver a su padre, la crisis de los primeros tiempos fue aplacándose hasta adaptarse al cambio de vida que les tocara en mala suerte . En cuanto a Patricia, el parecido con su hermano sólo se notaba en la perfección y delicadeza de sus rasgos femeninos. Era tan bonita y delicada como aquellas muñecas de porcelana inglesa, de rostros blancos y sonrosados, enmarcados por su cabellera de renegridos y largos bucles . Siendo como Nahuel, tan dulce y simpática, se destacaba por lo inquieta y dicharachera, cualidad que fastidiaba a su madre y a su hermano, que la reprendían todo el tiempo . Contrariando el hermetismo de ellos, Patricia solía preguntar, ¿cuándo viene mi papá? , con sus ojitos llenos de lágrimas . Muchas veces Zuly presenció esa escena, quedando anonadada por las respuestas de Carla, que le respondía con indiferencia : “no pienses más en él, hacé de cuenta que no existe”. Las recientes vacaciones que tomaran junto a ella, fueron las primeras de los muchos años en que se conocían . Antes de su divorcio,Carla solía veranear durante dos largos meses con Gervasio y sus hijitos en lugares exóticos como las islas de Pascua, el Caribe o Miami, disfiutando de lujos que ya no tenía . En su momento, Gervasio Bindone y Carla Fressini de Bindone, formaban una sociedad de adinerados escribanos que disponían de un pasar sin privaciones de ningún tipo, hasta que el hombre arruinó los negocios con sus fracasos y actitudes impropias, que separó a la pareja. Tras la separación del matrimonio, Carla quedaba junto a sus hijos en la lujosa mansión que era su hogar de siempre, mientras que Gervasio tomaba para sí las oficinas y un departamento adquirido con el supuesto fin de realizar una inversión de sus ganancias, que después resultó ser el escondite de sus aventuras amorosas. En medio de su despecho, Carla se vió obligada a instalar su propia escribanía, comprometiéndose en una deuda que le costaba sudores afrontar, ya que la mensualidad que Gervasio aportaba para sus hijos era insuficiente para cubrir todas sus necesidades.
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Decepcionada por la falta de interés del padre por sus hijos, Carla cayó en un abatimiento del que sólo la necesidad de tener que hacerse cargo de sustentar el hogar, la animó a continuar con su trabajo . Zuly resultó entonces ser un pilar muy importante donde sostenerse y refugiarse moralmente, haciendo que lo que fuera una simple amistad, se transformara en una hermandad sincera y comprometida en el socorro mutuo . -Me resulta penoso continuar sin él Zuly, yo lo amaba ...nunca se me hubiese ocurrido pensar que me traicionaría y con una mujer veinte años menor que él, no lo puedo asumir... no puedo ... no,no ...no puedo ... Mientras se relajaba dentro del agua tibia en su bañera, Zuly recordó sus letanías y lágrimas .( Pobre, pobre Carla...) pensó recordando su propia soledad, ya que hacían años sus padres morían en un accidente y su único hermano residía en el sur, casi olvidado de ella . -¿Cómo haré con todos los gastos Zuly? – solía preguntarle en los primeros tiempos de su separación con Gervasio .-No logro juntar el dinero para el sueldo de Graciela, mis hijos tendrán que prescindir de su niñera, la cuota que les envía el padre apenas si alcanza para cubrir el colegio y la medicina prepaga, después tengo que alimentarlos, vestirlos, tengo que pagar impuestos, servicios, el alquiler de mi estudio, las espensas, mis necesidades ... te juro que no sé, no sé como arreglarme ya . Como si esto fuese poco, tengo que lograr nuevos clientes, los que teníamos en común se los quedó Gervasio ... ¿te dás cuenta? -Ay Carla ...es imprescindible que te serenes, no te queda otra que adaptarte a las circunstancias, la capacidad la tenés y están tus hijos Carla ... -¡Claro! ¡Es fácil dar consejos! ¡Hay que estar en mi piel! Yo lo amaba Zuly... lo amaré siempre a pesar de su traición ... no termino de entender ...dejarme así, descartarme como si yo fuese basura ... ¿por qué? ¿por qué Zuly...? -No sé que decirte Carla ...quisiera poder clarificarte todo lo que te pasa pero no puedo ... cada persona tiene su mundo interior y es difícil reconocerse a sí mismo ... el ser humano está lleno de sorpresas, de todos modos sabés que presiento? -No ...ni se me ocurre ... -Creo que Gervasio volverá a tu lado, no sé cuando pero volverá . --No me hagas reir Zuly ...con lo que hizo todo terminó entre nosotros, si te digo, yo no imagino como voy a sobrevivir a esta soledad ... -Te repito algo Carla, tenés dos criaturas preciosas, tu profesión que no es poca cosa, a tu mamá, me tenés a mí que nunca dejaré de acompañarte, lo sabés ¿verdad?
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-Si... nunca podré agradecerte como lo merecés, sin tu apoyo no quiero imaginar que hubiese hecho, creo que me hubiese suicidado ... -¡Basta con decir esos disparates Carla! -No puedo engañarte Zuly, es lo que deseaba, morir, no sufrir más –respondió la mujer bajando sus ojos llorosos . -Voy a traerte unas velas y unos sahumerios para que te energicen y te ayuden a despejar los malos pensamientos, invocá a algún santo de tu devoción, pero te aclaro que tenés que proponerte por vos misma superar lo que te está pasando, de lo contrario, sólo te queda ir a un sicólogo . -¿Sabés que no creo en nada? Perdoná mi franqueza, no quiero ofenderte si sos tan buena amiga, igual acepto tus velas y sahumerios, más, agradezco mucho tu preocupación, pero, digo yo ...¿realmente sirven para algo? -Carla, yo los vendo ...te digo que comentan mis clientes. Dicen que energizan, que atraen buenas ondas, que limpian, elevan el espíritu ...es todo cuestión de fe, yo pienso que no se puede vivir sin creer en Dios, en algún santo, rezar...la oración es poderosa así sean tus propias palabras. ¿ Nunca viste como en las iglesias sahumerian los altares con incienso y mirra? Por algo será . Yo comprendo tu duelo ...será duro de sobrellevar y ya pasará, el tiempo cura todas las heridas . -No podré olvidarlo ... -No digo que lo olvides sinó que trates de perdonarlo, cuando menos lo pienses vendrá la resignación y te adaptarás a una nueva vida, otra historia de amor quizás, que más puedo decirte . -Que se yo ... -Creeme Carla, la vida está llena de sorpresas y no todo es malo . -¡Ay Zuly ...sos tan buena! ¡Cómo no van a quererte tanto mis hijos! -Paty y Nahuel son preciosos, no imaginás cuanto los amo, ustedes son toda mi familia, cuidalos Carla . -Hago lo que puedo, sinceramente lo digo, hubiese preferido no tenerlos ... -¡Carla...! ¡Qué no pase un ángel y diga amén por favor! ¡Nunca, escuchá bien, nunca repitas ese disparate! Mientras se vestía con su pijama de algodón rosado, Zuly fue alejando sus recuerdos . A pesar del calor estaba mejor después del baño, ahora pondría su ropa en el lavarropas y luego buscaría algo en el refrigerador para cenar, recién después les llevaría las pulseritas a sus amiguitos y charlaría una hora con Carla antes de acostarse para descansar y afrontar la rutina del día siguiente . +++++++++++++++++++
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CAPITULO 2 = “LA CENA” Así, Carla Fressini pasó dos años entre velas, sahumerios y oraciones, corriendo con los problemas de su casa hacia su pequeña escribanía, que para más, evolucionaba muy lentamente . Tanto ajetreo,sumado al aseo de su hogar y el cuidado de sus hijos, le absorvían las horas libres, por lo tanto le quedaban para los fines de semana la limpieza general de su hogar, que tiempo atrás hiciese el personal doméstico que ya no podía mantener . Sus hijos continuaban asistiendo a un colegio de doble escolaridad, cosa que ella pudiese atender su escribanía en horario corrido, para así a las seis de la tarde ir por ellos, que al subir al coche alborotaban a su madre con sus comentarios de niños inquietos y parlanchines que Carla poco soportaba . El receso escolar de verano complicaba las estructuradas costumbres de la mujer, ya que estaba obligada a llevar con ella a su oficina a los niños y soportar escucharlos quejarse uno del otro todo el tiempo, o pedirle golosinas, revistas infantiles, o cuanta cosa les antojase en el propio aburrimiento de ellos . La semana de vacaciones que ese año pasaron con Zuly resultó un alivio . Si bien no estaba en condiciones de realizar derroches, Carla dialogó con sus pequeños sobre las limitaciones que habían y que tendrían que ser mesurados en los gastos si deseaban disfrutar de la playa, el sol y el mar . Eligieron una pensión simple, la más económica, basando sus comidas en sandwiches, pizza, lácteos y agua mineral, no faltando como premio un sabreoso helado para ellos, en los atardeceres cuando salían a caminar por los alrededores . Más que nunca Nahuel y Patricia se habían apegado a Zuly, quien compartía con ellos sus juegos como una niña más y hasta los llevó al cine a ver junto a Carla, una divertida película . En el grupo, Zuly aparentaba ser la madre de los niños y Carla se llevaba el mote de la abuela jóven de ellos, algo que no la molestaba si las confundían . Esa noche, regresando del mercado, Carla recordó que habían pasado veinte días de las últimas vacaciones y estaban a punto de abrirse las puertas de los colegios para el nuevo año escolar que, de algún modo, la tranquilizaba de tener que soportar a sus hijos todo el día . Apurada, entró su coche al garage no pudiendo evitar ver el espacio vacío que años atrás ocupara el Escort azul de su ex marido . Salían juntos cada cual en su propio automóvil y, mientras él se dirigía a sus oficinas, ella llevaba a Nahuel y Patricia al colegio .
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Sus palabras repetidas cada día golpearon su mente : “cuidado ¿eh? no corras, yo me ocupo de todo en la oficina, ustedes pórtense bien en clase ¿entendieron?” El adiós era siempre un gesto con la mano, para Carla, Gervasio no sabía demostrar el cariño, pero ella y sus hijos lo amaban .Aún flotaba su voz en los ambientes, que la separación y el tiempo no lograban borrar golpeando su corazón .Las voces de sus niños entrando por la puerta trasera la volvieron a la realidad . -¡Mami, mami, esta noche viene Zuly, que alegría tengo! –exclamó Patricia adelantándose a su hermano . -¿A cenar? -No ...no sé ...no hablamos de eso –agregó la niña . -Después de cenar má –corrigió Nahuel . -La llamaré para que cenemos juntos, hace mucho que no viene . -¡Qué lindo! – agregó Patricia saltando alrededor de su madre . -No te exaltes ¿eh? ayúdenme a entrar las compras – les ordenó a sus hijos que colaboraron de inmediato ,viendo como su madre llamaba a Zuly por su celular. -Hola Carla, ¿cómo estás?¿recién volvés del mercado? -Si, hacen minutos, los chicos me dijeron que te vieron y venís para mi casa ,¡ah! Ya estuviste acá? -Eeeeee... si, si, pasé a verlos – mintió Zuly para evitar que los retase por salir sin permiso cuando ella no estaba en la casa . -Mejor que así sea, no quiero que salgan a la calle si no estoy, pero iba a otra cosa, te esperamos a cenar con nosotros, traje milanesas preparadas, con eso y una ensalada nos arreglamos, ¿si? -¡No Carla! Atendé tranquila a tus hijos que yo voy después y charlamos un rato, con tanto calor no dan ganas de acostarse aún . -No me discutas, te venís ahora . -Bueno, llevo dos cervezas que tengo bien frías y helado para los chicos . -Terminala Zuly, no hace falta nada ¿entendiste? -No,no entendí nada, voy a terminar de preparar unas cosas para mañana y voy para tu casa, te dejo . -Bien, no tardes, te esperamos . Carla se quitó la ropa de calle cambiándose con algo cómodo y sus pantuflas, mientras sus hijos en la cocina ordenaban las bolsas del mercado . -¿Qué hacen chicos? – les preguntó al entrar . -Te acomodamos todo mami, -respondió Patricia - ¿má?, ¿no querés que pongamos la mesa en el jardín?
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-Buena idea la tuya Paty, pero repasen bien la mesa y las sillas que deben estar sucias . -Si mami, Nahuel ... vení a ayudarme . -¡Ufa!¡Nunca sabe hacer nada sola ésta! ¡Yo estoy mirando la tele nena! -¡Nahuel! – lo reprendió su madre -,acompañala y ayudás sin peleas, vamos . Mientras el hogar de Carla parecía estar de fiesta esperando a Zuly, ésta colocaba los paquetitos con las pulseras para los niños, las cervezas y el pote con helado en una bolsa, dispuesta a salir de su casa, pero pensó que era mejor guardar las pulseritas en el bolsillo de su pijama para que no se deformasen. Cerró las puertas con llave y recorrió el pasillo lateral del garage hasta la verja que daba a la puerta de salida a la vereda, mientras observó su reloj prendido en su muñeca, bajo la luz del farol de su jardín, eran las nueve de la noche . El cielo estaba tan azul y sereno, que le asemejó un manto cubriendo el viejo barrio . Por un momento se detuvo oliendo un aroma diferente, agradable ... suave... y una brisa tenue le acarició el rostro trayéndole un recuerdo ... Alex... ¿Dónde estaría Alex en esos momentos? ¿Acaso vería como ella el mismo cielo en ese instante? ¿La recordaría aún? ( No, no, no...) pensó queriendo alejarlo de su mente . Cerró la puerta de calle como obnubilada pisando la vereda, cuando escuchó que alguien corría a sus espaldas . Giró la cabeza sobresaltada y lo vió apenas, bajo la sombra de los frondosos árboles . Como un felino, el individuo se introdujo en un coche que estaba estacionado cerca de la esquina, que arrancó veloz haciendo chirrear el motor . ¿No era acaso el mismo vehículo que le pareció seguirla cuando esa tarde volvía del trabajo? ( Me parece que estoy sugestionándome ...) pensó mientras llamaba al portero eléctrico de la casa vecina . No tardó en abrirse la puerta apareciendo como un rayo de sol la dulce Patricia . -¡Zuly! ¡Zuly!¡ Qué lindo que viniste! –exclamó abrazándola mientras Nahuel cerraba la puerta . -¡Nena, dejala entrar! ¡Qué piba pesada! ¡Soltala te dije! – le gritó su hermano dándole un fuerte tirón de pelo . -¡Ay bruto! –gimió la pequeña . -No empiecen a pelear porque ya mismo me voy – amenazó la jóven . -¡No, no, vení Zuly!¿adiviná qué hicimos? -Adivina adivinador, ¿qué habrán hecho estos niños? -¿Sabés? Pusimos la mesa en el parque, ¡quedó preciosa!¡hasta corté flores para el centro de mesa! ¡te va a encantar! –dijo Paty feliz de estar con su amiga . -No te digo yo, ¡quiere que comas flores! ¡qué tarada! – protestó Nahuel ¿qué preferís Zuly, una margarita o una caléndula? ¡Já, já,já!
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-No seas tan malo con tu hermana, vamos ...a ver ...¿dónde anda la mami? -Está en la cocina terminando de preparar la comida, vení – dijo el niño empujando a Patricia, para ser él quien tomara por el brazo a Zuly . -Entonces vayamos a ayudarla y de paso ponemos lo que traje en el refrigerador . -¡Ay, no ...!Yo quería que primero vieses la mesa – insistió Patricia . -¡Terminala nena! ¡ No la aguanto más a ésta! ¡Siempre la quiere ganar! ¿pero quién te pensás que sos pende ...? -¡Nahuel! – lo reprendió Zuly -. Ella quiere ser atenta y sabés bien que no me gustan las groserías, tomá, llevale esta bolsa a tu mamá y no rompas nada, voy a ver que preparó Paty en el parque . El griterío de los niños atrajo a Carla, que no entendía que estaba pasando y saludó a su amiga con un beso en la mejilla . -¿Ya te están enloqueciendo éstos? -No es para tanto, mirá como me vine, en pijamas, tomá, poné esto al frío . -Te recomendé que no trajeses nada terca, ¿ para dónde iban? Seguro que Paty quiere que veas su obra de arte con la mesa ¿no? -Pobrecita, está tan entusiasmada –respondió Zuly . -Bueno, a ver... lleven una botella de cerveza ya que van al jardín , la comida está lista .¡Nahuel! -¡Qué má! -Encargate de la gaseosa para vos y tu hermana ... -¡Siempre yo! ¡Cuidado, no sea que la niña Patricia se ensucie sus delicadas manos! -¿Vieron como me trata ...? – gimoteó Paty . -¡Me tienen harta! – gritó la madre -. ¿Para esto quisieron que venga Zuly? ¡Es una vergüenza, los mandaría a dormir sin cenar! -¡Bueno, bueno, bueno...! ¡Haya paz gente! –pidió Zuly -. Una manito cada uno y todos felices, ¿de acuerdo? Ya calmados los ánimos se sentaron a cenar bajo la luz de la luna y las farolas del parque, donde asomaban flores de bellos colores . -Zuly ... -Estamos conversando Paty, callate la boca – ordenó Carla . -Zuly... -¿Otra vez?- preguntó la madre con fastidio . -Má ... es que quiero preguntarle algo ...suplicó Patricia a punto de llorar . -¡Callate metereta! – gritó interviniendo el implacable Nahuel . -¿A vos te parece Zuly? ¡Habló el gerente de familia! ¡BAS-TA!¡Los dos!¡se me van a dormir! ¡ya no los soporto más! -No discutan más por favor –suplicó Zuly
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-¡Se van a dormir! - volvió a gritar Carla. -Digo yo - interrumpió nuevamente Zuly -,¿ no sería mejor que nos tomemos el helado que traje? -Nahuel y Patricia miraron a Zuly como a su tabla de salvación, para luego observar el rostro enjuto de su madre, que no parecía tener la intención de perdonarlos _ -Carla ... ¿por qué no terminamos la noche en paz? Yo digo si no seria mejor escuchar a Paty y luego vamos por el helado ¿qué te parece? -¿Puedo má? - preguntó Paty con temor. -¡Bué! ¡no la hagas largal¿ entendiste? Estoy cansada de aguantar tus caprichos, ¡y esto vá para los dos! - vociferó la madre comenzando a juntar los platos. -Zuly ... -murmuró Patricia al oído de la muchacha -, ¿me trajiste la pulserita? -¡ Cómo tengo que hacerte entender que no se habla en secreto cuando estamos en reunión! -le dijo Carla más alterada aún . -Es algo inocente Carla, no te ofusques así - , Le replicó Zuly recordando que otra vez había olvidado entregarles los regalitos a los niños . -A ver -pidió Patricia viendo como Zuly sacaba de su bolsillo ambos regalitos . -Perdónenme chicos, soy tan distraida que casi me los llevo de vuelta, ésta es la tuya Paty y ésta para vos Nahuel . De inmediato, la niña saltó sobre Zuly colmándola de besos agradecidos, mientras los celos de su hermano, en su inocente enamoramiento de la amiga, se reprimía de expresarle su gratitud, hasta que estalló como era su costumbre -¡ Soltala loca! ¡No ves que la estás ahorcando! Gracias Zuly - atinó a decir dejando un beso en su mejilla . -No los consientas tanto nena,- dijo Carla con desdén -, ellos tienen prohibido los caprichitos de otros tiempos, ahora todo es “no” , gracias si comen ... -Les traje unas chucherías, no es para tanto alboroto . -Mejor cambiar de tema y terminar de levantar la mesa para traer el helado .¡A ustedes les dije par de haraganes! ¡A moverse, vamos! -Siempre gritando... - masculló Nahuel a la vez que obedeeia a su madre. -¡Seguí contestándome así que el dia menos pensado te parto la boca de un cachetazo! -le dijo Carla con todo su mal humor. Zuly la miró con sus ojos saltones y llenos de bondad, sin atreverse a decir una palabra más . Conocía de sobra el mal carácter de su amiga con sus hijos y eso era parte del motivo de su divorcio,era inútil hacerla razonar. Carla era así, buena y agresiva, desganada y atropellada, complicada a los extremos como mujer. ++++++++++++++++ 17
CAPITULO:3 - CONFESIONES El canto atroz de una chicharra aturdía el soberano silencio de la noche, anunciando que el calor continuaría agobiando a todos. Sentadas bajo las estrellas, rodeadas del fresco verdor del césped y las plantas, las dos mujeres descansaban después de acomodar la cocina y los niños se fuesen a dormir . -¡Por fm se terminó la bataola! Te juro que me vuelven loca, ¿sabés que es aguantarlos todo el día así? Maldigo el momento que los trage al mundo -¡Carla...! ¿Qué te pasa hoy? Estás cada vez más alterada, perdoná mi sinceridad, pero yo en tu lugar, me cosería la boca antes de decir tantos dísparates .... tus hijos son dos criaturas preciosas y aun son pequeños ... -No me hagas reir ... se vé que no sos vos la que tiene que correr todo el día tras ellos, No veo el momente en que comiencen las clases para sacármelos de encima _ -1,Te hizo mal la cerveza Carla? Digo, no sé... -Callate vos también y servite otro vaso, está riquísima bien helada . -No, te dije basta, ¿para qué abriste una tercera botella? Con las dos que traje ya era demasiado me parece . -Hace mucho calor ... dale, tomá que ya te la servi y se calienta rápido . -Cuando digo no es basta, yo tengo mis límites y no quiero estar con dolor de cabeza mañana . -Mañana... mañana ...mañana ...¿quién piensa en mañana? ¿de qué sirve? Tal vez me muera esta noche ... o al amanecer ... -Dame ese vaso, ¿estuviste bebiendo antes de que yo llegase? Decime la verdad-Unas copas ... dame, no te atrevas a quitarme esta rica y espumosa cerveza ... -¿Querés que me lleve a los chicos mañana? Tal vez necesites un dia tranquilo -Por mi, llevátelos para siempre, pero despnés no vengas con lamentos, son dos parásitos, no sirven para nada. -Por Dios nunca dijiste tantas barbaridades juntas Carla, será mejor irse a dormir , me voy ... -Nooooooo, veni para acá ...hace calor ...quedate otro ratito .Mirá, los diablos esos decidieron que mañana pasarán el día con su abuela ... si querés darme una mano, pasalos a buscar y me los aguantás hasta que yo regrese. -¿Vas a salir muy tarde? -No ... no es por eso, tengo una cita - aclaró levantando sus ojos adormilados hacia la noche serena . -Una ... ¿una cita? -Si ... algo así -Pero ... de...de... ¿de negocíos...? o...¿puedo saber?
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-Acertaste brujita, mmmmm ... de oooo ... -Pe ...pero ¿cuándo? ¿cómo? Nunca me contaste nada . -Si no me dejás hablar, ya te parecés a los chicos, que insoportables son ...no, no, vos no, ellos si son insoportables . -Y dale con eso ...¿de qué se trata?¿un nuevo amor? -¿Cómo...? no, no... llamale simpatía ...tentación ...que se yo ... -¿Lo conozco? ¿quién es? –preguntó Zuly entre curiosa y preocupada . -No ...apareció en mi oficina hace una semana para escriturar unos campos y por una cosa o la otra viene todos los días y se queda un largo rato charlando con los chicos, ya sabés como son . -¿Los chicos? -Por supuesto, él no, está que mata . -¡Caramba! – exclamó la chica sorprendida de sus palabras . -Si ... me charla, se me insinúa ... pero con esos dos cretinos no podemos concretar nada, ¿entendés? -Concretar ...¿qué tienen que concretar...? Tanto lío para escriturar campos ... -¡Ay Zuly! ¿Qué pueden querer una mujer y un hombre que están solos? Una salida ... una cena en algún lugar romántico ... eso . -¿Eso...? No sé que querés decir ... -¡Por favor Zuly, no puedo creer que seas tan ingenua! -No te enojes, comencemos otra vez . -En fin ..., tengo casi cincuenta años, mis hijos llegaron tarde a mi vida, mi marido me abandonó por una de veinte, estoy hasta el cuello de corridas y deudas, me siento sola, vieja y vacía ...¿te parece que no tengo derecho a disfrutar del sexo si se me dá? ¿qué voy a esperar?¿ estar más vieja y tullida aún? En pocos años más mis queridos hijos me encierran en un geriátrico ... -Carla ... -¡Carla qué!¡ Al diablo con la moral! ¿ O porque sos jóven te creés que una mujer de mi edad ya no siente nada? -No, no, no ...sólo estoy sorprendida , nada más, me alegro si es por tu felicidad, nunca manifestaste esos deseos, ahora contame como es él ... -Te dará un ataque cuando te lo describa – dijo mientras bebía otro vaso de cerveza en un solo trago . -Es para tanto? – preguntó intrigada mientras su amiga reía fuera de sí . -¡Ay Zuly ...! ¡Es muy atractivo! Y no sabés, tiene quince años menos que yo, ¿te imaginás qué puedo llegar a sentir? Es toda una tentación ... -Si, claro ...debe ser algo fascinante . -Necesito un hombre Zuly ... ése hombre . Me atrae como nunca imaginé me podía suceder ...
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Por algunos minutos se instaló un silencio entre las dos mujeres, cada cual enfrascada en sus dubitaciones . La noche se había puesto más sofocante y no se movía una sola hoja en los árboles del parque . Quebrando el sortilegio de la confesión, un perro de las vecindades comenzó a ladrar contagiando a otros que se unieron a sus chumbidos . Muy molesta, Carla protestó airada diciendo que con muchas ganas los mataría a todos, haciendo reaccionar a su amiga . -Cómo estás hoy ...todo te altera ... ¿será por el encuentro de mañana? -No sé -. Respondió la mujer secamente . - Si lo deseás tanto comenzá por disfrutar tu cita desde ahora y ... pará de tomar, estarás hecha un trapo . -Si ... voy a postergar este encuentro para el sábado, debo parecer un espanto, no entiendo que me pasa por la cabeza . -Tampoco te desanimes, vos siempre estás linda, salí mañana y el sábado también, no sea que te pase lo mismo que a mí . -¿Qué a vos? ¿ qué te pasó y nunca me contaste? -No vale la pena hablar sobre aquello ...es algo lejano ... .¿Entonces tuviste un amor? -Yo diría el gran amor ...el único -. Dijo Zuly entornando sus ojos tristes . -¿Por qué mentiste diciéndome que no te interesaban los hombres y preferías vivir sola? -Es un tema que prefiero no tocar ... pasó mucho tiempo ya .El tenía veinte años y yo quince, era encantador... -¿Y dónde lo conociste? – le preguntó Carla siguiendo su relato con atención. -Fue en la calle ... un día nos cruzamos cuando yo salía de la secundaria, me siguió y me conquistó .¿Sabés qué hacía? -Ni idea,contame ... -Era cómico, ponía mis libros y carpetas sobre la vereda para que pudiésemos besarnos mejor si yo me paraba sobre ellos .¡Qué besos! -¿Y entonces... qué pasó? -¿Qué se te ocurre? Vino la pasión, el deseo, pero yo era muy jóven ...tenía miedo ...respetaba a mis padres con eso de la moral, la virtud ...que se yo, el miedo me atrofió. Una tarde estábamos sentados en el banco de una plaza y hacía frío ... era invierno y ¿viste? Oscurecía temprano, entonces le dije que tenía que volver a mi casa porque mis padres se preocuparían de mi tardanza. No me escuchó y pretendió desvestirme, así yo le explicaba que pasaba gente, me daba vergüenza y tenía frío . Se puso peor, me toqueteó como un desaforado y quiso llevarme a un hotel ...parecía una fiera hambrienta ...me quitaba la respiración, no era lo que yo creí sobre el amor ... -No me caben dudas que eras muy jóven -.dijo su amiga .
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-Seguro, pero la primera vez ...imaginate ...ese no era el momento,no así. Lo peor fue cuando sacó una navaja de su campera y me amenazó con cortarme el rostro . -¡Qué disparate! -.Exclamó Carla aterrada -, ¿ y qué hiciste? -Tuve suerte, aproveché que se acercaba un grupo de personas y escapé arreglándome la ropa durante mi carrera hacia mi casa . No volví a verlo. El quedó ahí, bajo aquellos árboles oscuros y siempre pensé que si hubiese accedido a ir a un hotel para acceder a sus deseos, tal vez yo hubiese tenido un destino mejor . -No lo creo Zuly, ¿cómo te amenazaría con una navaja si él te amaba? Además, la primera vez la mujer necesita un trato especial, me parece más que sus instintos eran los de un violador, suerte que zafaste . -Aquel momento me marcó para siempre ... -No me digas que aun sos virgen ... -No, no ...tuve otros novios, ¡bah! Noviecitos, amoríos como gustes llamarlos, ¿ recordás que mis padres murieron en un accidente cuando yo tenía veinte años? -Si, lo recuerdo, fue muy triste. Yo estaba internada por la cesárea de Nahuel y no pude acompañarte en el velorio .Pero decime Zuly, ¿por qué nunca te conocí un novio? -Porque nunca tuve una pareja, yo salía con mis amigas y ellas se enganchaban con cualquiera en los bailes, así me indujeron para que cediese a los requerimientos de los muchachos y como ya no tenía padres a quienes rendirles cuenta, me largué yo también . Te aseguro que la primera vez fue espantosa, aunque el chico era agradable. Nunca fui feliz haciéndolo, nadie me entusiasmó, no sentí amor ...A pesar de la mala experiencia con Alex, siempre mantuve mi amor presente por él . -¿Alex? ¿Ese era su nombre? No sé porqué me resulta familiar . -Habrán tantos con ese nombre ... -Seguro, entonces no lo volviste a ver ... -Nunca, vaya a saber que fue de su vida, ya pasaron quince largos años -Jamás se me ocurrió pensar que guardaras una historia tan triste, ¿ por qué no me contaste? -Creo que nosotras nos hicimos más amigas desde que te separaste de Gervasio, nuestras charlas siempre giraron alrededor de tus hijos y tus problemas para subsistir, además, no me gusta tocar ese tema, vivo tranquila así .Esta noche fue diferente, tal vez tu confesión ...me sorprendiste, es así, pero te aconsejo que disfrutes lo que se te presente si te hace feliz . -Gracias por tus palabras Zuly, las tendré en cuenta, voy por otra cerveza.
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-No Carla, juntemos todo esto y vayamos a descansar que ya pasó la media noche y dentro de un rato casi, debemos volver al trabajo . -Si claro, además madrugás más que yo . Te acompaño hasta la puerta, después arreglo esto . -¿Entonces querés que lleve a los chicos de tu mamá a la mañana? -No, gracias Zuly, sabés como son ellos, madrugan mucho para desayunar con ella . Mi vieja con sus años, es todavía materia dispuesta con sus nietos, debe haberse pasado el día cocinando sus platos favoritos, yo no heredé su paciencia . -Es una gran mujer tu mamá. -Que Dios le dé larga vida y salud, bastante le afectó mi separación . -Al menos tiene un buen trato con sus nietos . -No sé como los aguanta porque lo que es yo ... -Carla ...terminá de quejarte, son dos criaturas amorosas ... -No te entiendo, ¿qué tienen de amorosos? Son dos clavos ... -Bueno, mejor no te contesto y me voy de una vez si no terminaremos discutiendo .¡Ah!¿Te los traigo a la vuelta? - No, antes de acostarse me dijeron que querían quedarse a dormir con la abuela, gracias igual Zuly . -Bueno, que descanses bien y disfrutá mañana, chu . -Después te cuento ... Encogiéndose de hombros Zuly entró a su casa . Su gata Gira maulló suavemente desperezándose en su cesta, como reprochándole su tardanza . El silencio de la noche envolvió su soledad, entonces recordó a su amiga, las confesiones mutuas, su desprecio por los pequeños ... Tal vez era sólo una postura de mujer fracasada, no encontró respuesta a sus actitudes y así se introdujo en su lecho durmiéndose con los recuerdos del pasado, su propio pasado ...
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CAPITULO : 4 - COSAS DE HERMANOS Era muy temprano cuando Nahuel y Patricia despertaron . El primer rayo de sol entrando por las persianas entreabiertas, besó los rostros delicados de los niños con su tibieza . El calor sofocante de la noche se atenuaba con el giro suave del ventilador de techo, que seguía girando . Patricia abrió los ojos y miró a su alrededor . En la incipiente claridad, los tonos blancos y rosados de sus muebles, sus muñecas y osos de peluche, le daban en silencio los buenos días . Las cortinas en la ventana, se mecían apenas con el giro de las paletas que desde lo alto, refrescaban el dormitorio . Todo era silencio ... Giró sobre su cuerpo en un remoloneo mañanero, viendo sobre la mesita de luz el retrato donde ella estaba en brazos de su papá . ( ¿Por qué nos dejaste papi ...?) pensó mientras sus enormes y bellos ojos intentaban volver a cerrarse . Estaba tan linda la cama ... suave, blandita, con ese perfume especial que su mamá le ponía a la ropa ... ( Quiero dormir otro ratito ...) se dijo remoloneando, hasta que recordó la visita a su abuela . -¡Nahuel! – exclamó sentándose en la cama -, seguro se quedó dormido. Sin pensarlo dos veces corrió hacia el cuarto de su hermano lindero al suyo, golpeando la puerta con su pequeño puño . -Entrá, está abierta ... -¿Puedo entrar? – preguntó temerosa de su enojo si entraba sin su aprobación . -¡Te dije que entres! ¡Pasá de una vez! -Nau ...¿no tenemos que ir de abuela ahora? – le preguntó abriéndose paso entre el laberinto de objetos desparramados en el cuarto . -Si, ¿qué hacés sin cambiarte todavía? -Vos también estás en pijama todavía ...-le respondió Patricia . -¡ Pero vos sos una tortuga! ¡Corré a vestirte lerda! ¡Cuidado, ay, casi me tirás la jaula de los hamster!! -Callate mentiroso ... -Andate de una vez . -Nahuel ...- insistió desde la puerta -.¿Por qué mamá no vino a despertarnos esta mañana? -¡Son las seis y media nena! Es temprano, ¿no vés? – le gritó observando el reloj de su mesita . -Tenemos que apurarnos porque abuela nos espera a las ocho para desayunar juntos, si mamá no nos lleva que se quede durmiendo. -Si, total tengo la llave para salir – le contestó el chico -, ahora andate, ¿qué querés, verme desnudo? ¡qué piba boba! 23
-¡Ay nene! ¡Yá te levantaste chinchudo! Y ...¿qué me pongo? -¡Ufa! ¡Qué sé yo!Andá, salí, preguntale a mamá . Caminando descalza por el pasillo, Patricia llegó al dormitorio de su madre que dormía profundamente . -Mami ...má ...- ,susurró en su oído mientras le movía la almohada - ¿no vás a trabajar hoy? -¿Qué? – preguntó la mujer sobresaltada . -Soy yo mami, despertate ...¿qué me pongo para ir de la abuela? -Dejá de molestar ... quiero dormir ...me duele la cabeza ...- dijo Carla muy abombada por todo el alcohol que bebiera la noche anterior . -Dale, decime mami ...- insistió la pequeña . -¡Te dije que me dejes dormir mocosa de porquería! –le gritó sacudiéndola de los cabellos . -¡Ayyyyyy! ¡Sos muy mala! – dijo mientras se alejaba llorando -. ¿ Te olvidaste que ... tenés que ir ... a... a la ...oficina ...? Fue entonces cuando se cruzó con Nahuel en el pasillo . -¿Qué hacés en pijama todavía? –le preguntó su hermano . -Fui a llamar a ...mamá ... -¿Para qué?¿ por qué llorás? -Porque me tiró del pelo ...no se quiere levantar ...y ...no sé que ponerme ... -Quedamos que no la llamábamos ¿no? Vení y no llores más yo te ayudo a elegir . ¡Pero apurate eh! ¡Para cuando yo salga del baño ya tenés que estar lista, ¿entendiste? -Si, vení, mirá mi placard, este rosa es muy fresquito, a mí me gusta . -Para que diste tantas vueltas digo yo, al fin ponete lo que te de la gana –le respondió fastidiado . -¡No me dijiste si te gusta! -¡A mí qué me importa!¡Apurate de una vez! Muy molesto Nahuel se encerró en el baño mientras su hermana se vestía, pero al minuto ya estaba golpeando su puerta . -Apurate Nau, tengo que peinarme y lavarme la cara ... -¡Vos y tu pelo! ¿por qué no te lo cortás bien cortito? – protestó el chico saliendo mientras se secaba el rostro . -¡No nene! ¡Ay! No puedo ...¡Nau! llamá a mamá para que me ayude, está muy enredado . -A mamá ..., vení que te peino yo maricona , ¿y qué hacés con ese sombrero en la mano? -Me lo voy a poner ... -Entonces quedate así con tu pelo, esa cacerola te tapa todo nena .
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-¡Nooooo! ¡Ayudame dale! Si no me ayudás llamá a mamá ahora mismo o grito . -¡Te reventaría esa cabeza marmota! ¡Vení para acá! Con fastidio Nahuel pasó el peine húmedo por los renegridos y ensortijados cabellos, tratando de dejarlos más o menos prolijos . -Por acá está enredado Nau, peiname mejor – dijo coqueta . -No puedo, metete esa gorra y nos vamos – le dijo dándole un fuerte tirón de pelo . -¡Ay, qué bruto! Sos como mamá, malvado ... -¡Miren la delicada! – se burló Nahuel - . Terminá con el maquillaje princesa que se te vá el rey, ¡Já,já, já! -¡Malo, esperame! – gritó sujetándolo por su remera . -¡Soltá que me la rompés y terminá de gritar y llorar, loca! Voy a llamar a mamá . Nahuel entró al dormitorio de su madre y la vió muy dormida .Ni el griterío con su hermana la había despertado . El cuarto estaba a oscuras y resolvió abrir las persianas para que la luz del día le abriese los ojos y así lo hizo . Fastidiada, giró la cabeza sin advertir la presencia de su hijo que la miraba . -Má ... despertate que es tarde – le susurró el niño . -¡Ay! ¡Qué diablos querés! – le gritó airada . -¿Te olvidaste que tenés que ir a tu oficina? Paty y yo nos vamos de abuela, ¿me escuchaste? -Si ... lárguense de una vez – masculló sin abrir los ojos . -¿Me dás algo de plata? – le preguntó su hijo . -No precisan ...llevá tu llave y cerrá bien al salir ... -Cinco pesos má . -¡Con tal que me dejes en paz ahí tenés mi cartera, sacalos y no hagan renegar a tu abuela! ¿entendiste? ¡Ay Dios! ¡Al fin lograron despavilarme! ¿Qué?¿Son las siete y media y con todo lo que tengo que hacer? ¡Nahuel! -Acá estoy má, porqué gritás ... -Quedamos que esta noche se quedaban a dormir de tu abuela ¿no? No olviden de llevarse ropa para cambiarse y los cepillos de dientes . -Anoche preparamos el bolso, nos vamos ... -¡Esperá! ¿Dónde está tu hermana? – preguntó Carla saltando de la cama . -¿Qué querés mami?¿ por qué estás siempre enojada?Acá estoy ...- le contestó la nena entrando a su dormitorio . -¿Y eso? ¿qué te pusiste? ¡Estás hecha un mamarracho!- le gritó sacudiéndola de un brazo y provocándole un llanto compulsivo . -¡Soltala má, la estás lastimando! –exclamó Nahuel viendo sus dedos marcando a su hermana .
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Una tremenda bofetada resonó en la mejilla del niño, que llevó su mano al rostro mascullando su bronca . -¡No piensen que seguirán así!¡Voy a encerrarlos en un colegio pupilos y en el peor! ¡Eso voy a hacer,ya verán! Extraviada en su propio malestar, Carla vociferaba cuanto disparate venía a su mente, sin reparar en la angustia que acumulaban sus hijos . -Perdoname mamita ...¿qué me puse que te parece mal? –preguntó Patricia acongojada . -¡Tu vestido está al revés estúpida! ¡Ni éste cretino se dio cuenta! ¡Así andarán por ahí, sucios! ¿A quién criticarán después, eh? ¡A la madre por supuesto par de imbéciles! ¡Arreglate esa ropa y váyanse de una vez! ¡No quiero volver a verlos!¡Sálgan de aquí! Las últimas palabras de su madre impactaron en los hermanitos como un golpe en el corazón . Les faltaba la respiración . Pálidos, transpiraban más que el efecto del calor que acusiaba desde la mañana, sin atinar que hacer, si pedir perdón a Carla por causarle tantas molestias , o salir corriendo despavoridos . -¡Sálgan de mi vista! – vociferó Carla viéndolos tiesos y mirándola como si fuese un monstruo salido de una película de terror . Nahuel tomó a su hermanita de la mano y la llevó a su habitación . Un suspiro entrecortado escapó del pecho de la niña, mientras él la recostaba en su cama . -Nahuel ...- balbuceó la chiquita -, no está al revés mi vestido, es así ... -No le hagas caso, ve nublado por la borrachera que se agarró anoche con la cerveza, se tomó todo ella ... -¿Tomó muchas? -Yo ví como cinco botellas, Zuly no bebe casi nada, mamá está loca ... -Te dejó los dedos marcados en la cara y tenés sangre en la boca - observó Patricia . -Voy a lavarme en la cocina, no quiero encontrarme con ella en el baño, preparate que nos vamos yá, ¡ah! No le cuentes a la abuela y llevá tu bolso . Apesadumbrados, partieron sin despedirse de su madre que quedaba relajando sus nervios bajo la ducha . La mañana, los recibió tibia y serena en la calle distendiéndolos del disgusto sufrido . Caminando juntos parecían una postal de ternura y color, con la niña vestida de rosa y su bonita capelina, por donde asomaban sus largos y negros bucles cayendo sobre la espalda y el contorno de su rostro delicado . Nahuel, más formal, llevaba puesta una remera azul claro, bermudas al tono y zapatillas blancas . Quien los observase podía imaginar a dos niños de buena posición, saliendo a un paseo feliz, si no miraban la tristeza de sus ojos .Así caminaban, en silencio,hasta que Patricia inició el diálogo .
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-¿Por qué no tenemos que contarle a la abuela? -Porque no Paty, no quiero que sufra por lo de mamá . -Nau ... ¿mamá está loca? -Que se yo ...puede ser ... ¡Pero la culpa es de papá! -¿Por qué , si él no está? – refleccionó la niña . -Por eso mismo Paty, porque no está – le respondió Nahuel en un juicio maduro para su edad -, me parece que somos mucho trabajo para ella sola, la ponemos nerviosa con nuestras cosas ...¡y encima le pedí cinco pesos! No debí hacerlo, eso la fastidió más ... -Y para qué le pediste nene . -Quiero llevarle un ramito de flores a la abu ... a ella le gustan tanto ... ¿viste que en aquella esquina venden? -¡Ah, si ...! -Espero que hoy también esté el hombre con los canastos . -¿Y si no está? – preguntó Paty . -Después le devuelvo el dinero a mamá, no pude explicarle para que lo quería Cuando los canastos aparecieron colmados de flores frente a sus ojos, el disgusto que tuvieran con su madre comenzó a diluirse de sus mentes . El colorido de los pétalos lozanos envueltos en ramitos con papel celofán atrajo sus miradas . -Esas me gustan, - dijo Patricia -¿ cuánto cuestan? -Dos pesos cada ramo – respondió el hombre . -Compremos dos y te sobra un peso, ¿querés? -No nena, con uno es suficiente, elegí el que te guste más . -Estas, las amarillas .¿Cómo se llaman señor? -Fresias, ¿les doy éstas? -Esas no Paty, mejor aquellas de muchos colores ...o esas de color rosa ... ¿cuánto cuestan aquellas? – preguntó Nahuel . -¿Las anémonas? – preguntó el florista . -Si, esas de todos colores - ,afirmó el niño . -Ya te lo dije, cualquiera de estos ramos salen lo mismo, ¿van a llevar o no? -Dale nena, decidite de una vez ... -Es que no sé, me gustan todas ... -Bueno, entonces elijo yo, deme ése . -¿Supongo que tenés la plata para pagar, no? – le preguntó el vendedor desconfiando que esos niños estuviesen haciéndole perder el tiempo . -Por supuesto, ¿usted tiene para darme el vuelto de cinco pesos? -Acá tenés pibe, las flores y el vuelto, dame tus cinco pesos . -Llevalas vos nena, a mí no me gusta andar con flores en las manos . -Le gustarán a la abuelita? 27
-Seguro... ¿te acordás que cuando nos traía papá siempre le llevábamos y ella se ponía tan contenta? -Mucho no me acuerdo ... -Eras muy chiquita, por eso no recordás , hace mucho que no le llevamos y hoy se me ocurrió .Mirá faltan dos cuadras, ¿te jugás una carrera? -No nene ... no puedo con el bolso y las flores ... -La próxima vez traemos las mochilas, son más cómodas . -¿Las nuevas? ¿las qué mamá nos compró para la escuela? -Si, ¿qué tiene? -Nahuel ... ¿viste que cara fea tenía el hombre de las flores? -Estaba espantado por la cacerola que te pusiste en la cabeza boba ... -¡Qué malo sos, es preciosa mi capelina! -¡Ay ... la capelina! Pienso como mamá, sos un mamarracho, ¿quién te compró esa porquería? -¡Zuly para que sepas! ¡Y no es eso que dijiste! Andate solo porque no sigo con vos ... – protestó Patricia sentándose sobre el escalón de entrada de una casa . -Si no seguís caminando te arranco esa cacerola que te pusiste y la tiro a la zanja ¡levantate de una vez que abuela ya estará desayunando sola! -No quiero ... y si me tocás te araño . -Y yo me voy y te dejo que te coma el diablo – la amenazó Nahuel mientras corría hacia la casa de su abuela . -¡No, no... esperame! –gritó Patricia levantándose para correr tras su hermano. Primero le causó risa verla correr sosteniendo el bolso con una mano y su sombrerito y las flores con la otra sobre su cabeza .Ya le sacaba media cuadra de ventaja cuando, al darse vuelta para observarla la vió tambalear . -¡Eh Paty, dale que llegamos! -Me siento mal ...me caigo ... –balbuceó la niña sintiendo que se le doblaban las rodillas , mientras su hermano volvía sobre sus pasos para ayudarla . -Levantate nena, ¿me estás cargando? -No... no puedo ... no... La vió lívida y con sus ojos en blanco y se asustó . Con esfuerzo la sostuvo contra su cuerpo tratando de darle aire sacudiendo un pañuelo que llevaba en su bolsillo . Bolsos, flores y capelina quedaban diseminados sobre la vereda. -¡Paty! ¡Paty! ¡Qué te pasa ahora! ¡Abrí los ojos! –gritó llamando la atención de una vecina . -¿Qué les sucede chicos? – preguntó la mujer acercándose a ellos . -No sé que le pasa a mi hermana, debe tener hambre porque todavía no desayunamos, mire se despierta .Vamos Paty, ya llegamos de abuelita . -¿Ustedes no son los nietos de María? 28
-Si señora . -¿Quieren que los acompañe? -No, no ...gracias señora, no quiero que mi abuela se asuste, ¿sabe? Paty, que te paraece, ¿podemos seguir? -¿ Dónde quedó mi capelina? – fue lo primero que preguntó sintiendo que no la tenía sobre su cabeza . -Acá está querida, que bonita sos, ¿te sentís bien? –dijo la mujer . -Si ... más o menos ...estoy como mareada, fue porque él me hizo correr y me pesaba el bolso, ¿y las flores para mi abuelita? -Aquí te las traigo, casi se desparraman porque las hiciste revolotear, pero ya te las arreglo un poco y tu abuela tendrá una alegría cuando las vea . Ya en pie, Patricia trató de acomodar su vestido con ayuda de la mujer, diciendo que le parecía haberlo ensuciado, pero ésta le explicó que apenas si había juntado un poco de tierra de la vereda, sacudiéndole la falda con las manos . También le acomodó la capelina y sus hermosos bucles, quedando la niña más bonita que cuando saliera de su casa . Nahuel, algo más tranquilo pero no menos molesto por lo sucedido, le puso el ramillete de flores en las manos y tomó los dos bolsos para que su hermana fuese más liviana de peso . -¿Vas a poder caminar? Ahí está la casa de abuela, ya llegamos ... -Si ... despacio porque sigo mareada ... gracias señora –dijo la niña mirándola con sus grandes ojos . -Yo también le agradezco señora, fue muy amable con nosotros – agregó Nahuel -, sostenete de mi brazo Paty, ¿no estás lastimada, no? -No ... creo que no me raspé nada, me caí sobre el bolso ... -¡También! ¿qué pusiste acá adentro que pesa tanto? -No me acuerdo ...¿ falta mucho? -No, ya llegamos, pero escuchame bien, no se te ocurra contarle nada sobre esto ni lo de mamá a la abuela, ¿de acuerdo? Quiero verla feliz, entendelo. -Si ... ya te entendí ....
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CAPITULO 5 : TRABAJOS Y TRABAJOS El vapor de la ducha empañó el espejo. Sintió calor dentro del baño y abrió la puerta para disipar el vapor acumulado . Con sus manos apoyadas sobre el lavatorio se miró al espejo que seguía empañado. Le pasó la toalla y no se reconoció. Tenía el rostro demacrado, ojeras pronunciadas, oscuras ... su piel parecía gris ... , tomó más agua entre sus manos para volver a mojar su rostro y luego se secó con la misma toalla, no quería volver a mirarse . “Muchas arrugas ...”, pensó buscando en el botiquín una de sus cremas baratas . ( ¿Algún día podré volver a comprar alguna de buena calidad? ) se preguntó con amargura . Con desgano se colocó la bata y fue hasta la cocina, le hacía falta una taza de café para retomar energías y tratar de pintarse las uñas de piés y manos, para luego volver al baño a maquillarse lo más discreto posible . Durante las vacaciones había recuperado un par de kilos y ya no se veía como una bolsa de huesos desgarbados, pero la cerveza de la noche.... asì estaba ahora, fea y de mal humor. -¡Ese mocoso! – protestó en voz alta -. ¡ Me sacó cinco pesos y yo no puedo pagarme una manicura! Bebió su café y mordisqueó un bizcocho, tal vez fuera toda su comida por ese día hasta la noche . Observó por la ventana el parque de los fondos de su casa recordando su reunión con Zuly, sentadas tan cómodas en las reposeras bajo el cielo estrellado. ¿Cuánta cerveza había tomado? Tuvo razón Zuly, así estaba ahora con ese dolor taladrándole la cabeza y el estómago revuelto ... Fue cuando sus clientes sacudieron su mente, “¡los clientes! Y todavía estoy así en casa como sonámbula”, recordó, sumándose su cita con Alejandro por primera vez . Tomó su frente entre sus manos resolviendo llamarlo para suspender todo con él para ese día, le diría que le era imposible atenderlo aún en la oficina . Resuelta ya, terminó de arreglarse y vestirse para salir hacia su trabajo. Tomó su bolso, unas carpetas, cerró las puertas tras ella, se encaminó hacia el garage y sacó su automóvil . -¿Qué pasó, nos quedamos dormidas? – le preguntó Zuly que también salía en ese preciso momento . -¡Nena! No es tan tarde – le respondió Carla cerrando el portón . -Son casi las diez, hace una hora que yo tendría que haber abierto mi local, es culpa de la trasnochada . -Yo no siento ninguna culpa, hago lo que me antoja y a quién no le gusta que se muera solo . -¡Carla! ¿Estás bien? Es temprano para comenzar con agresiones ...
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- ¡Ay no Zuly! Perdoname por favor ...no entiendo como pude hablarte así . Estoy mal, es cierto, debí hacerte caso con eso de la cerveza anoche, me pasé y ando como loca ... -¿De verdad estás mal? -Me estalla la cabeza, voy a la oficina porque tengo citados tres clientes y los tengo que atender si o si, pero lo otro ...¿sabés a que me refiero no? -Si ...él ... -Voy a suspenderlo para otro día Zuly . -No lo puedo creer ... , hasta que llegue la hora de la cita ya estarás bien Carla, no seas chiquilina ... -No, no lo sé ..., como me siento ahora prefiero postergar ... -Si yo estuviese en tu lugar no lo haría . Pensá, te volvés una hora antes, te dás un buen baño de inmersión, descansás un rato, te arreglás, ¡y lista para disfrutar la noche! -No delires Zuly, te aseguro que estoy mal y si llego a la noche estaré deshecha, me voy que es tarde . Con un débil saludo de su mano arrancó el coche con frenética velocidad, desapareciendo a lo largo de la calle . (Se eatá matando sola esta mujer) , pensó Zuly sentada al volante, con la gata sentada a su lado marchando hacia el negocio . No podía imaginar su vida sin Gira . La gata era gorda y suave, muy mansa y atenta con lo que sucedía a su alrededor, cuando no dormía ronroneando . Sentada sobre el mostrador, se veía mimosa, fiel, semejante a un trofeo entre tantas estatuillas de santos y demonios, que nadie osaba tocar . Ya instaladas en su local recordó lo conversado con Carla al salir de su casa .( No puedo ayudarla a que se estabilice, no me gusta como trata a sus hijos ... a ella misma ..., se está autodestruyendo y esos pobres niños ... ¿qué ejemplo les dá? No logra superar el hecho de su separación para enfrentar una nueva vida, un cambio, algo nuevo que le haga sentir que todavía es jóven .) Mientras se repetía un “pobre Carla”, sentada en la única silla que había en el local, Gira saltó sobre su falda maullando suave para reclamar su alimento . -Si mimosa, te entendí, vamos a la trastienda – le dijo con dulzura . Había pasado el mediodía y también ella sintió deseos de comer . Su almuerzo era simple, una lata de atún con lechuga y tomate eran una de sus ensaladas preferidas . No terminaba de comer cuando su gata volvió a saltar sobre su falda . -Dejame almorzar tranquila, oliste el atún ¿no? Ya comiste, ahora acostate en tu cesta . Pinchaba con el tenedor su último bocado, cuando el campanilleo sonando, le anunció que otro cliente entraba al local . Apurada, bebió un sorbo de agua, pasó la servilleta por su boca y con su sonrisa habitual saludó a la mujer . 31
-Buenas tardes, ¿cómo anda? – la saludó amable Zuly . -Bien, bien, ¿y vos? -Con estos calores sofocada, espero que llegue pronto el otoño si no quiero derretirme acá . -Si, en este negocio parece que se siente más el calor, ¿por qué no tenés un ventilador? -Es peligroso porque siempre enciendo alguna vela y todo es inflamable ¿vió? una chispa y se me incendia todo, ¿qué le vendo? -Dame sahumerios como llevo siempre, necesito fortalecer mi mente, salir de mis depresiones ... igual te digo que no creo mucho en esto ...- dijo la mujer bajando sus ojos tristes -, pero no sé que hacer ya . -¿Cómo que no cree? – le preguntó Zuly -. Los sahumerios, unas velas y más, la oración al Señor fortalecen el espíritu, es una forma inocente de ayudarse uno mismo, o, de lo contrario, queda el sicólogo sin dejar estas cosas, todo suma, debe ser tenaz para mejorar su estado, no afloje . -¡Ay Zuly! ¡Sos una brujita divina! Siempre tenés un consejo apropiado, llevo unas velas también, dame un paquete de las que te parezcan mejores para lo que me pasa . -Lleve éstas, pero no olvide la oración ... La figura de la chica con todos esos colgantes de colores en su cuello, sus rulos claros y desordenados en la cabeza, la ropa estrafalaria, más su sonrisa dulce en su cara de laucha, conquistaba a los clientes, sobretodo, su gran paciencia para escucharles sus dramas repetidos durante el día . En el pequeño local colmado de mercadería y el profundo aroma de los artículos, algo mágico se esparcía a su alrededor atrayendo el regreso de sus clientes .Detrás de la señora que ya se marchaba, esperaban otros ser atendidos . -¿Cuánto le debo? – le preguntó un hombre extraño que había comprado una gran cantidad de productos. Zuly hizo la cuenta, cobró y le entrgó en varias bolsas la mercadería, viéndolo marcharse por donde había entrado . -¡Aj! ¡Qué tipo repelente! Te juro que me dio miedo ... –le dijo una clienta de confianza . -A mí me pasó lo mismo – agregó otra clienta -,¿qué hará con todo lo que llevó? -Seguro es macumbero, tiene cara de pai ...- respondió la primera . -¿Pai? ¿qué es eso? Pai, mai, hechicero, brujo ... vos que entendés de estas cosas Zuly, ¿qué puede ser ese tipo? -No sé que decirte Regina, cuando viene no hace comentarios, compra, paga y se vá. Tal vez sea revendedor, me pidió descuento llevando en cantidad . -Puede ser, hay muchos que venden por la calle .
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Zuly hizo sus ventas feliz de juntar algo de dinero; cada clienta llevó lo que iban a buscar, hasta que llegó el momento en que volvió a quedar sola, con su silencio apenas interrumpido por la suave música que acostumbraba escuchar, cuando abría el local por la mañana . Entonces recordó que no había terminado de almorzar y volvió a la trastienda, viendo como Gira se lo había dejado bien limpio . -¡Gira, me quitate la comida! –exclamó asustando al animal que entrecerró sus ojos como si no quisiera darse por aludida . No terminaba con sus rezongos cuando volvió a sonar la campanilla anunciando la llegada de otro cliente . Así, una y otra vez, Zuly vió pasar la tarde sin tiempo para lavar los pocos utensillos que usara en su almuerzo y, justo cuando estaba en eso sonó su celular . -¡Carla! – alcanzó a contestar, viendo que entraba una pareja . -Si Zuly, te llamaba para ... -¡Ay! Perdoname pero entró gente, llamame en un ratito,no te enojes . -No, no ...atendé, hasta luego ... Cuando se quiso acordar el día de trabajo llegaba a su fin. Cerró las cuentas, juntó sus bártulos en el bolso arrimándolos a la puerta de salida, atrincheró con candados y cadenas el local sosteniendo a Gira atada con una cinta a su cintura por temor a que escapase, y así , cargando el bolso y a su gata subió a el coche que tenía estacionado casi en la esquina . El atardecer se mostraba tormentoso, ¿acaso un tornado arrasaría la ciudad?Todo el mundo parecía apurado por llegar a sus casas y el tránsito se volvía engorroso .Concentrada en salir del atolladero de vehículos, no advirtió que era seguida por otro, hasta que lo vió por el espejo retrovisor . -¿Quiénes son esos? Parecen los de ayer pero no distingo sus rostros, tengo que esquivarlos – se dijo acelerando, hasta que tuvo que frenar brúscamente cuando un chico se lanzó al azfalto tras su pelota . -¡Pendejo! ¡No ves que casi te atrpello! – le gritó asustada y con enojo, mientras el otro coche doblaba la esquina delante de ella . -¡Andá a lavar los platos cara de laucha! – le contestó el jovencito más asustado que ella . -¡Al diablo con vos! –exclamó Zuly haciendo marcha atrás para cambiar de rumbo, por temor a que el otro vehículo estuviese esperándola a la vuelta de la esquina . Entre frenadas y sacudones , Gira se aferraba al asiento con sus uñas emitiendo gruñidos de protesta, pero la chica trató de tranquilizarla con dulces palabras, así sintiese que su corazón le saltaba en el pecho . -Ya llegamos Gira, ¿viste? Se terminó la carrera, ahora vamos a entrar a casa y si se puede descansaremos .
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En el preciso momento en que Zuly estaba por entrar su coche lo hacía Carla .Ambas mujeres bajaron para saludarse y Zuly trató de disculparse. -Me fue imposible llamarte Carla, espero no te hayas enojado, entró gente todo el día y casi estoy sin comer. -¡Pero no!¿Cómo se te ocurre? Entro el auto y vengo a charlar con vos, total los chicos no están . -Mirá Carla, ¿ves? Ese coche que está en la esquina vino siguiéndome desde el negocio y estacionó en la esquina igual que ayer , mejor entremos rápido, no sean delincuentes . -¡Cómo que te estuvo siguiendo!¿Y te quedás tan tranquila? ¡Hay que llamar enseguida a la policía! -Es que no estoy tan segura ...puede que sea casualidad . -Casualidad o no es sospechoso, hay dos sentados adelante pero no los distingo, está oscureciendo ... entrá rápido que yo me quedo vigilando . -¿Y vos? -Entrá, no te preocupes que yo después entro en mi garage. -Es peligroso Carla, con tantos asaltos que se escuchan no se puede vivir tranquila ya . -No, hay más delincuentes que seres humanos, pero mirá, parece que se van, tal vez no fuesen lo que te pareció. -Bueno, entro y vení rápido pero mirá antes de salir. -De acuerdo nena ...
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CAPITULO 6 :
INDECISIONES
Sintió la casa vacía sin sus hijos . En todo el día no los había recordado una vez siquiera, ocupada con el trabajo más su dolor de cabeza . El calor pegoteaba la ropa contra su cuerpo, por lo que resolvió bañarse en primer lugar, luego llamaría a su madre por teléfono . Mientras llenaba la bañera con agua tibia, fue dejando su ropa amontonada sobre una silla y puso música clásica, para no sentir el molesto silencio del hogar . El agua ya estaba lista, sumergirse le resultó un bálsamo .No quiso pensar ... preocuparse ... nada del mundo exterior ... Un escalofrío le hizo notar que estaba a punto de dormirse en la bañera y se sobresaltó . El concierto para flauta de Mozart llegaba a su fin cuando salió de la bañera envuelta en su bata . Zuly estaría esperándola, pero primero estaba el llamado a su madre . -¿Cómo estás hija? – la voz de María acarició sus oídos . -Bien mamá, un poco cansada . Hacen minutos llegué y lo primero que hice fue darme un baño, ya no soportaba el calor que sufrí hoy, ahora me siento más aliviada .¿ Te dieron mucho trabajo los sabandijas de tus nietos? -Por favor Carlita ...son amorosos ...la nena llegó un poco descompuesta esta mañana . -¿Cómo ...? Ella estaba bien cuando se levantó . ¿Qué hiciste, le pasó? ¿por qué no me llamaste enseguida? -¡Eeeee! ¡No te alarmes así! Estaba como mareada, nada más . Le hice tomar un jugo de naranja que recién había exprimido para desayunar juntos como hago siempre, ¿viste? Y enseguida se repuso, para mí es por el calor que está haciendo, estaba transpirada y caminar todas esas cuadras en ayunas, que querés que te diga, seguro le bajó la presión, se repuso de inmediato . -¿Seguro que está bien? – preguntó Carla alarmada . -Si hija, al minuto los tres estábamos devorando el desayuno .Nahuel es más fortachón que la nena, ella se ve tan frágil ...es como una muñeca de porcelana y si no se alimenta se desmaya, me parece, no sé . -Eso me preocupa, tengo que llevarla al pediatra, tal vez necesita unas vitaminas ...pero, ¿sigue bien? -Si, quedate tranquila, jugó todo el día con mis chucherías, le gusta disfrazarse de abuela . -¡Ay mamá, mirá el susto que fue a darte! -Ya pasó, almorzó y se merendó todo, ahora anda averiguando que haré de cenar . -No la dejes comer mucho, los atracones no son buenos de noche, ¿y mi hijo? 35
-Nahuel es un santo, me ayudó en la cocina, jugó con el perro, ahora está mirando televisión, es una joya, un amor de criatura . -Ya estás exagerando abuela fanática, acá es insoportable, él solo no, los dos, cada vez se ponen más impertinentes, te juro que no veo el momento que comiencen las clases . -¿Siempre vas a estar quejándote de tus hijos? Terminá con esa costumbre Carla, ellos son dos amores de chicos y sus impertinencias, como decís, son solo cosas de criaturas, yo pasé un lindo día con mis nietos, ¿se quedan a dormir, no? -Quedé así con ellos, pero si estás cansada los voy a buscar . -¡No! Pero podrías venir vos también y cenamos juntos . -No, gracias má, estoy muerta de cansancio, si te parece que se queden también mañana los paso a buscar cuando cierre la oficina . -Perfecto, yo preparo la cena para los cuatro entonces . -No, no, no ..., no prepares nada que llevo pizza . -¡Pero puedo hacerla yo Carla! -¿Con estos calores tenés ganas de encender el horno mami? Para mañana a la noche olvidate de la cocina, la encargo y la envío por un delíberi, ¿te parece bien a las nueve? -Bueno, como quieras ..., no vengas tarde ... -Un beso a los diablos y otro para vos, si surge algún problema me llamás¿eh? -Hasta mañana Carlita . No terminaba de colgar el auricular cuando sonó el teléfono . Era Zuly preocupada por su tardanza . Carla le explicó lo sucedido y le pidió que viniese ella a su casa mientras se vestía y cenaban una picada que tenía en su heladera . -Pero ... ¿no ibas a salir con ese hombre? -Vos lo dijiste, iba ...vení que te cuento . -¡Carla! Ibas a venir vos ... -¿No preferís relajarte en mi parque con este calor? -Bueno, está bien ... yo llevo unas gaseosas . -No quiero, vení con apetito, nada más . Hoy descansaremos al fresco sin los chicos y sus griteríos, que paz ... Al salir de su casa Zuly miró bien la calle . No olvidaba aquel coche raro que la había seguido dejándola amedrentada . Llamó a la puerta de su amiga sin dejar de mirar hacia ambos lados ,preocupada por la soledad del barrio, algo poco habitual . -Menos mal que el misterioso automóvil parece que no está – comentó Zuly mientras entraba a la vivienda . -¡Ah! Ya me había olvidado de eso, ¿seguro que no está?
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-Yo no veo ningún coche ... -Que querés que te diga, se me ocurre que tuviste una confusión ¿no tendrás manías persecutorias, no? Ya lo hiciste otras veces y no pasó nada . -No sé Carla, te juro que nunca como en estos días tuve tan malos presentimientos ... -Una chica inteligente como vos no puede dejarse llevar por malos pensamientos . -Bueno, mejor entramos ¿eh? Al fin traje otra vez cerveza pero a no pasarse esta vez, viste lo que te pasó por tomar tanto . -No me critiques por lo de anoche Zuly, lo que me altera es tanta responsabilidad con mis hijos, es demasiado para mí, además ellos son muy cargosos, insoportables diría . -No estás siendo justa con ellos Carla, estos chicos son dos amores . -Son puntos de vista, creo que no debí tenerlos siendo tan mayor ... me cansan y no les tengo paciencia, que querés que te diga . -Siempre exagerando vos ... tenés toda una vida por delante, sos linda, sana, solo necesitás tranquilizarte un poco . -¿Vida? ¿qué vida? ¿a esto le llamás vivir? ¿a correr todo el día sin parar lo ves positivo? El padre se lava las manos con unos pesos que les manda por otros, nunca los vé, no los viene a buscar, ni les habla por teléfono, él no se interesa de saber si están bien o mal, nada, nada Zuly y al fin es el padre ¿no? Me pone histérica si, vivo histérica . -¿Y si se los hubiese llevado lejos como hacen tantos otros padres? -No, no ...no sé que decirte, sólo sé que me cansan así te parezca antimaternal, me preocupan demasiado, tengo muchas obligaciones con ellos y yo quiero sentirme libre, así ¿vés? Sin apuros ni griteríos, charlar tranquila o escuchndo música suave . No sirvo para madre ... -Yo no hablaría así ... perdoná mi franqueza . -Y vos la mía, cada cual es como es, tomá , ayudame llevando la bandeja con el fiambre, yo te sigo con esto . Con los alimentos de por medio sobre la mesa se acomodaron en el jardín disfrutando la cena fría, muy apropiada para esa noche calurosa . -No te tomes a mal, pero quisiera que no hablemos más de mis problemas familiares Zuly . -De acuerdo, no quise molestarte, perdoname ..., podemos cenar en silencio, mirar el cielo ... está rico todo esto . -No es para tanto Zuly ..., escuchá, el reloj está dando las diez campanadas como un intruso desobediente a tu sugerencia de silencio . -Que ocurrencia la tuya ... -Si, te recuerda el paso del tiempo sin clemencia ...
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-Me parece que la musa de la filosofía te tocó con su varita mágica esta noche. -No digas sandeces, ¿querés saber por qué suspendí la cita que tenía esta noche? -No te confundas conmigo Carla, no estás obligada a confesarme todos tus actos, no me gusta invadir tu privacidad . -No, no estoy obligada, pero yo te introduje en mis intimidades y creo que se justifica una explicación, al fin, somos amigas íntimas, ¿no es así? -Seguro, pero la intimidad es un derecho y yo entiendo los límites . Por unos segundos el silencio fue profundo .En tanta quietud, la noche se volvió incierta, como si el desconcierto se hubiese ubicado en otra de las sillas presentes . -Tuve miedo ...- dijo Carla con voz trémula . -¿Miedo? ¿Pero por qué? ¿Eso le dijiste? -No ...no..., le expliqué que estaba sobrepasada de trabajo y terminaría tarde, le dije que los chicos estaban solos, que no pude dejarlos con mamá y que mañana vuelvo a llamarlo . -Mmmm ...es una excusa medio infantil Carla, pero bueno ... -¿Qué iba a decirle Zuly? ¿qué estuve todo el día hecha un trapo? Es cierto que tuve trabajo y recién ahora se me está pasando el dolor de cabeza .¡No me mires así! ¿Te parece bien que le explicase que anoche me emborraché con cerveza y hoy estaba descompuesta? -Claro no ..., te entiendo ... -Le propuse que salgamos el próximo sábado . -¿Comprendió al menos? -No hizo objeciones .¡Qué espere después de todo! -Si, supongo que los dos pueden esperarse, se me hace que todavía no hay una gran atracción de parte tuya y tal vez de él también . -Me parece un pasatiempo, es así, vos lo dijiste . -¿Entonces a qué le temés? Supongo que a tu edad el sexo no es un misterio ¿no? Si lo disfrutabas no estaba mal, tal vez te tranquilizaba un poco . -Es que no lo sé ..., realmente ignoro que me pasa, en el fondo tal vez no es lo que deseo y por momentos si ..., estoy confundida ..., indecisa ... Pienso en mis hijos, en mi mamá ...¿Qué dirían si se enteran ...? -¡Ay Carla! ¿Por qué iban a enterarse? -Zuly ... yo te pregunto, si lo de este hombre siguiese, ¿qué le digo a mi familia? -Mientras no sea seguro nada . -¿Nada? Pero ellos van a preguntar adonde voy . -Bueno, que salís con amigos y de noche no podés llevarlos porque son reuniones de gente mayor . Tu mamá entenderá .
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-¡Já! Me admira la facilidad con que ves las cosas ... -No sé que más puedo decirte Carla, es una oportunidad que tal vez no se repita en tu vida, la verdad,no soy adivina ni bruja como suelen decirme . -Si supiera que toda su intención no termina en la cama ... -Pero decime ..., él te dio a entender que sólo le interesa eso? -¡No!¿ Cómo se te ocurre? Soy yo quién lo intuye . Soy una mujer grande,divorciada ...,¿ pensás que se acercó para jugar al noviecito? -No creo ..., con una semana de trato oficinesco no me atrevo a pensar en que está ya enamorado . -Yo menos ...tuvimos un trato relativo con los chicos interrumpiendo a cada rato .Me parece que es muy preguntón con mis hijos , más cuando supo que estoy divorciada .Es simpático con los nenes . Les trae de todo, helados, juguetes ...los lleva afuera y se pasa horas charlando con ellos . -Hasta que te pidió salir ... -Si Zuly ...no lo esperaba de él, me hizo temblar te lo juro ...,dijo que podíamos tener un poco más de intimidad, que yo y los chicos éramos simpáticos , que se yo ... -Tal vez quiera ir de a poco, te verá una mujer seria, tendrías que salir una vez al menos para juzgarlo mejor ... -Así estoy, sin saber que hacer ...dudo que salga con este hombre el sábado . -Te convendría poner las cosas en claro entonces, llamalo y explicale que no sos amiga de tener aventuras, para qué te vas a comprometer a una salida que te puede desilusionar, que espere, como dijiste antes . -Mañana no puedo llamarlo porque me dijo algo sobre que tiene que hacer un viaje por dos días y que recién se comunicaría el sábado para combinar nuestra salida por la noche . -¿Sabés algo más de él Carla? -¿Por qué me preguntás eso? -¿Cómo dijiste que se llama? -Alejandro Marzán, así se presentó . -Averiguá más sobre su vida . -¿Qué se te ocurre que le pregunte? ¿qué le digo? Cenamos y después cada cual para su casa ... -Tal vez no así ...podés decirle que aceptás su invitación en condición de amigos , si no lo entiende allá él . -¡Ay Zuly! A veces me parecés tan ingenua ... -No te entiendo Carla ... -Con todo lo que viviste, aun no te convenciste que los hombres sólo buscan eso, hoy ésta, mañana la otra ...buscan aventuras nena .
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-Siempre drástica nena . -¿Drástica? Me pregunto si estás enterada de cómo anda el mundo . Ahora es común enterarse de la condición humana, todo gira tras el sexo, ¿qué me decís de los homosexuales, los guei, los travesti ...? -Te estás yendo por las ramas Carla ... -Zuly, después de veinte años de casada, con mis cincuenta ocultando canas, dos hijos pequeños aún y un ex marido degenerado que se llevó a la cama a nuestra secretaria, ¿querés que crea en los angelitos? -Creo que será mejor dejar este tema ... ya no sé que decirte ; seguí sola como yo, no sé ..., si necesitás sexo hacelo sin inhibiciones con quién te parezca adecuado y si no te conforma descartalo del vamos sin remordimientos, no sé. -Tal vez tengas razón, todo es cuestión de principios ... -¡Cómo extrañé a los chicos hoy! – dijo Zuly cambiando el tema . -¿Los extrañaste? ¡por favor! ¡yo para nada! No sabés el alivio que siento por no tener que aguantarlos hasta mañana a la noche . -Carla ... por el aprecio que siento por vos me atrevo a decirte algo ...yo acepto tus conjeturas sobre la vida y los hombres, lo que opinás sobre las relaciones íntimas, lo que sea ...cada cual siente según vivió, es cierto, pero que menosprecies a tus hijos no ...eso no lo acepto, no está en mis ideales .Son tu vida, reflexioná, son lo mejor de tu vida, tu prolongación humana y espiritual en los que podés sembrar todo lo bueno,educarlos para construir un mundo mejor Carla ... La misión de ser madre es un sacrificio, yo lo entiendo, sé que la mayoría de las veces no es valorado por nadie y ni hasta por los propios hijos, pero si los trajiste al mundo fue tú voluntad, ellos no te pidieron nacer . -Si, claro ... muy lindas palabras Zuly, pero sabés, cuando crecieron te dejan en un geriátrico como a una bolsa de huesos secos, lo tengo muy visto . -Que yo sepa, ninguna de las dos lo hicimos. Yo amé y respeté a mis padres y aun no me resigno a la idea de que estén muertos, en cuanto a vos, sé que te desvivís por tu mamá . -Pobre mi vieja ...si pudiese hacer más por ella ... -¿Viste? Si querés que tus hijos tengan buenos sentimientos por vos el día de mañana, no los desprecies . -No sé ... si todo fuese tratarlos bien, mirá, el padre los abandonó y ellos lo recuerdan con adoración, ¿qué te parece? -Me parece bien, es señal que cuando estuvieron juntos les dieron amor, los niños eran pequeños para entender que pasó entre ustedes .¿Querés que te diga algo que presiento? -Si te parece que hablaste poco ... -No quiero ser cargosa Carla, sabés que deseo tu bien ... -Bueno dale, qué más querés sermonear ...
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-No es sermón, te dije un presentimiento, siento que Gervasio volverá con ustedes ... -¡Já, já, já! Es lo más ridículo que dijiste esta noche, me muero de risa con tus ocurrencias . -Me voy Carla, es inútil con vos, tenés una piedra en el corazón . -No te enojes dale ...es que a veces decís cada cosa ...dejemos este tema .¿ Qué te parece si mañana a la noche venís para la casa de mamá? Quedé con ella que le mando unas pizzas y después me traigo a los nenes, se alegrarán si cenamos juntos allá . -No, no ... te agradezco Carla . Mañana tengo mucho que hacer en casa, mandale un beso a tu mamá de mi parte, pásenlo bien, me voy ...acompañame hasta la puerta . -¿Te vas enojada Zuly? Seguro te ofendiste con mis guarangadas, sabés como soy ... -De ningún modo, si hablo así con vos es porque sé que después analizarás muy bien lo que te dije, si alguien quisiera verte feliz soy yo, ¿me equivoco? -Sos un ángel ... no tengo palabras para que me perdones, yo reconozco ser una histérica, la menopausia me pone peor creelo . Perdoname te lo ruego y que descanses bien . -Yo no guardo rencores Carla, sabés que te quiero, sos como una hermana para mí, que duermas bien, hasta mañana ...- dijo Zuly dejando un beso triste en su mejilla . Con sus pesares a cuesta, cada una se dispuso para ir a dormir si el calor las dejaba . Había terminado otro día de sus vidas con la esperanza de ver un nuevo amanecer, donde repetirían la rutina diaria . Sus diferentes soledades las unian en los momentos difíciles, pero Zuly no podía dejar de reprochar las actitudes de Carla para con sus hijos, esos niños que hubiese querido fuesen suyos y, tal vez,nunca lograría tener ...
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CAPITULO : 7 --INTRUSOS Esa mañana Carla salió más temprano que de costumbre, miró el almanaque y leyó, 22 de febrero y era jueves , por otro lado, Zuly, volvía a quedarse dormida después de pasar otra mala noche, desvelada recordando lo conversado con su amiga . Lento y pesado resultó ese día para la joven y ágil para Carla, que pudo concentrarse sin las molestias que le causaban sus hijos, ordenando luego las pizzas para la casa de su madre . En el ajetreo pudo olvidar su conflicto amoroso, para disponerse a un encuentro feliz con su familia, que la recibió con alegría y la mesa preparada como si fuese una gran ocasión, un festejo, o una reunión muy deseada . Nahuel, disfrazado de cocinero por su abuela y la ayuda de su hermana, era el encargado de servir las porciones en cada plato, divirtiendo a las tres mujeres que lo veían lidiar para que la pizza llegase entera en cada porción . Esa noche Carla se sintió liberada de sus arranques nerviosos, motivo que aprovecharon los niños para inducirla a quedarse un día más con la abuela, que no cabía en sí de alegría . Mientras tanto, Zuly regresaba a su hogar con su gata a su lado como siempre, tranquila porque el coche sospechoso no estaba a la vista. Después de guardar su automóvil entró a la casa dispuesta a realizar los quehaceres de rutina, acomodar su bolso y mudarse de ropa por otra de entrecasa para realizar las cosas que tenía en mente . Mientras el lavarropas hacía su trabajo, salió al patio dispuesta a regar el jardín que pedía agua a gritos por los insoportables rayos del sol que los maltrataba durante el día y luego lavar el pasillo hasta la puerta de entrada . Puso sábanas límpias en su cama, para luego repasar el dormitorio y el baño después que ella se diese una buena ducha . Ya cansada buscó en su refrigerador algo para cenar, para al fin sacar unas empanadas que calentó en el microondas . Bebió agua fresca y dejó su cocina en órden, estaba cansada , andaba con el sueño atrasado y su cama con sábanas limpias la llamaba al reposo .Sus últimas reuniones con Carla habían alterado sus costumbres, en que cada noche dejaba preparadas sus comidas, o repasaba la ropa y su hogar , además, trasnochar tanto y sumar a su vida los problemas de su amiga, desequilibraban sus horarios porque no dormía bien y por lo tanto llegaba tarde a su negocio, algo que no le agradaba Nunca habían intimado tanto como después de las vacaciones recientes, ya que desde lejanos años, el trato entre ellas habíase limitado al de buenas vecinas, que fue inducido más por la llegada de los hijitos de Carla . Veinte años de diferencia entre ellas no habían sido un obstáculo para entrar en confianza .
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La separación de Carla y su soledad, la lucha común por el sustento, les marcaron una compatibilidad impensada y feliz, ya no estaban tan solas .Así comenzaron a reunirse los fines de semana, cuando la invitaban a refrescarse en la hermosa piscina que Carla tenía en su parque . La amistad fue creciendo y ese verano les resultó muy entretenido, cuando Nahuel y Patricia reclamaban su afecto a viva voz . Zuly sentía un profundo afecto por los pequeños que, si bien eran educados y cariñosos, solían fastidiar mucho a su madre, que demostraba en forma alarmante, un gran desapego por sus hijos . Zuly solía preguntarse porqué esos niños no habían sido sus propios hijos en vez de ser Carla la madre, que los aguantaba como un castigo, o una carga que no soportaba, pero eran cosas de la vida . En las letanías de su amiga, Zuly la escuchaba decir que esos niños no debieron nacer siendo ella bastante mayor, algo que a ella no le parecía tan complejo . Recordando las duras palabras de su amiga contra sus hijos, Zuly sintió que no podía concentrarse en una película que intentaba ver antes de dormirse y apagó el televisor . La venció su propio cansancio y el sueño pudo más que el calor reinante . En las penumbras del cuarto sus párpados fueron cerrándose hasta quedar dormida profundamente . El reloj sobre la mesita marcaba la hora con sus números rojos fluorescentes, eran ya las dos de la madrugada del día viernes 23 de febrero, cuando un sonido inhabitual la despertó . ( ¿Qué fue eso?) Se preguntó sobresaltada . Permaneció inmóvil y sin encender la luz, mientras Gira saltaba sobre su cama emitiendo un maullido . -¿Qué pasa Gira? – murmuró tocando su pelo suave -. No quiero pensar que rompiste algo y viniste a pedir disculpas ¿no? Otro maullido fue la respuesta, mientras otra vez se repetía un ruido raro . ¿Qué era eso? ¿Acaso álguien andaba forzando la cerradura de la puerta de su casa? Se levantó a oscuras caminando sigilosa para descubrir quién trataba de violar la cerradura, cuando Gira se lanzó contra la puerta con un gruñido casi rabioso . Tal vez por desconocer que era lo que había detrás, los intrusos cambiaron de intención y Zuly , espiando a través de la persiana, alcanzó a ver como dos figuras saltaban la verja . Un vahído la hizo tambalear, no entendía que le había hecho peor, si descubrir a esos delincuentes , o saltar de la cama sin reparos .Tratando de sobreponerse revisó la puerta, viendo que estaba bien cerrada y el alivio volvió a su mente . Seguro que esos delincuentes ignoraban que ella aseguraba muy bien por dentro también sus puertas, lo que no quitaba que hubiesen arruinado la cerradura al querer forzarla . Con su gata en brazos fue hasta la cocina y sirvió leche fría para ella y el animal, bebiéndola de a sorbos .
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Zuly retornó a su cuarto hablando con la gata, agradecida que ésta le hubiese llamado la atención . -Dormí en tu cesta Gira, sabés que no me gusta que te acuestes en mi cama . Al introducirse en el lecho pensó que había dormido muy profundo para no escuchar que esos intrusos podían haber entrado sin ella notarlo. ¿ Qué hubiese pasado?dio vueltas y vueltas pensando que ya no podría retomar el sueño. Ya eran las dos y media de la madrugada y el ventilador no refrescaba para nada el cuarto, mientras su mente no dejaba de reprocharle no haber dado parte a la policía . ( ¿Acaso irían a creerme? ) se preguntó desconcertada y pensando en la hora . También se le pasó por la cabeza llamar a Carla, pero no le pareció bien molestarla a esas horas de la madrugada . Intentó dormirse, más el temor a que los malechores volviesen la dejó desvelada por largas y tediosas horas . Amanecía cuando logró conciliar el sueño, ignorando al despertador que se hartó de sonar . Al fi la despertó Gira que caminaba sobre su cuerpo pidiéndole salir. Quedó pasmada al ver la hora, eran ya las diez de la mañana . Saltó de la cama como si la persiguiesen los demonios sin recordar lo sucedido en la noche, así, se vistió al vuelo, recogió su almuerzo, el bolso y a su gata, para luego salir como disparada en el coche hacia su santería . -En vez de ponerle “ La luz eterna” ,debí llamarlo la luz apagada, ¡miren que hora de abrir yo! –le dijo a Gira que seguía impasible a su lado . Para peor, sus vecinos se acercaron apreguntarle sobre su tardanza y que muchos clientes cansados de esperarla, se habían marchado protestando . Como para salir del paso, aludió haber salido en busca de mercadería, algo que no por eso la tranquilizó cuando recordó lo sucedido . Zuly estaba atravesando un mal momento y más que atender su negocio, deseaba volver a su casa . Abrumada, encendió unos sahumerios y elevó una oración a su santo favorito, ... “ glorioso San Jorge”, “paladín de las fuerzas del bien ...te suplico intercedas por mí ante Dios, Nuestro Señor ...y de su Santísimo Hijo Jesús, para que la paz vuelva a mi alma...” Amen ... No obstante sus ruegos a lo largo del día el susto de la noche aumentaba al paso de las horas .¿Qué hubiese podido sucederle? Si era el robo el motivo, poco tenía para que le hurtasen, ¿acaso venían por ella? ¿para qué podían quererla? ¿era ese misterioso coche que la estuvo siguiendo el autor de ese intento? Salió a la vereda mirando para todos lados, nada que le produjese la más leve sospecha vino a sus ojos, la calle era un transitar normal, como cada día, pero lo de esa noche también fue real y angustiante . ¿Y si volvía a suceder...?
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Preparada para cerrar su local recordó que Carla no la había llamado en todo el día y ella estaba ya extrañando a los chicos . Patricia y Nahuel la hacían muy feliz y no terminaba de preguntarse porqué Carla los agredía tanto por tonterías . Pensó que si Carla salía el sábado con ese nuevo amigo, tal vez dejaba a sus hijos con ella si se lo pedía y pasarían una noche divertida entre los tres . Con su carga de pensamientos cerró el local, agregando en su bolso un manojo de sahumerios para su amiga, con el fin de estimularla en la magia del placer y el amor nuevo que se le presentaba en su vida . Azahar, musk, rosas, almizcle, lo que fuera tal vez animarían a la mujer a enfrentarse a la aventura impensada, un poco de sugestión no le venía mal a la pobre Carla . Arribando a su domicilio encontró que todo estaba en órden y suspiró aliviada .Soltó a Gira para que hiciese su recorrido habitual marcando territorio, apoyó el bolso sacando el paquetito con los sahumerios para Carla y se dispuso a llevárselos antes de cambiarse de ropa para iniciar sus quehaceres diarios . Ya frente a la casa, llamó varias veces por el portero eléctrico, golpeó la puerta ... pero nadie salió a recibirla . Extrañada por la ausencia de ellos y la falta de noticias, resolvió llamar a la casa de María, la madre de Carla . La voz inconfundible de Patricia la saludó desde el otro lado de la línea . -Quisimos quedarnos un día más con abuelita ¿sabés? -Me parece bien, pero yo no podía saberlo porque tu mami no se comunicó conmigo en todo el día, ¿qué pasa? ¿están bien? -Nada Zuly, no pasa nada, mi mamá fue a la peluquería y dijo que iba a tardar -¡Ah! Pero yo la llamé varias veces y no pude comunicarme con ella, ¿tiene el teléfono descompuesto? -Si, el de la oficina, Hoy se iba a comprar otro celular porque el que tenía también se rompió, vino por acá apurada y dijo que la esperemos porque después pasa para llevarnos a casa ... -Bueno preciosa, avisale que llamé y que quiero hablar con ella no importa la hora ¿entendiste? -¿Te pasa algo Zuly? -Nooooo ... , nada importante . -Está bien Zuly, te re quiero y te mando un beso,si me deja voy yo también . -Si te manda a dormir se obediente,besos para Nahuel y tu abuelita, chau . Pensó que no quería hablar sobre lo sucedido delante de los chicos, con Carla a solas era lo mejor . Necesitaba comentarle lo sucedido para que también ella estuviese prevenida . Con sus temores a cuestas se puso a planchar su ropa soportando el calor que no amenguaba . +++++++++++++++++
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CAPITULO : 8 - NOCHE PELIGROSA Esperando a Carla se había dormido con el televisor encendido . La sobresaltó escuchar el timbre de su casa, junto a las doce campanadas del reloj del living . Medio dormida apenas si recordaba que esperaba a su amiga ; por seguridad observó tras las persianas comprobando que sí, era ella . -¡Ya voy! – le gritó desde la ventana entreabierta , cuando Gira se le cruzó delante de sus piés como diciéndole que no era una hora apropiada para salir a la calle . -¡Vámos Gira,a tu cesta! ¿ No vés que es Carla? – le comentó como si la gata entendiese como un humano . Así salió al pasillo hasta la verja y abrió la puerta de rejas . -¡Qué hora de venir! ¿no? Se me hizo muy tarde ... ,pero Paty insistió que querías hablar conmigo, ¿pasa algo? -Si, entrá rápido que te cuento ... -Es tarde Zuly, explicame y me voy yá ... -No, afuera está peligroso, apurate, entrá . ¿Cerraste bien tu casa? -¡Eh! ¿qué te agarró? Si que cerré bien ...me asustás ... -¡Entrá de una santa vez! Sólo cinco minutos , dale ... -Bueno, si insistís así, pero sabés que no me gusta dejar a los chicos solos y durmiendo . -Lo sé, pero la nena sabía que yo te esperaba, sentate que abro una cerveza . -No quiero nada, no hice otra cosa que decirte que no me gusta dejar a los chicos solos, estos si se despiertan son capaces de salir a la calle si no me ven -El primer sueño es el más pesado, no creo que despierten, igual te prometo ser breve . Anoche intentaron entrar a mi casa . -¿Qué? ¿acá? ¿cuándo? ¿cómo?¿a qué hora? ¿vos estabas? -¡A claro! ¡Ahora bombardeame a preguntas! ¿cuesta creerlo, no? Mirá, fue como a las dos de la madrugada , me sobresaltó un ruido y sentir que Gira caminaba sobre mi cuerpo ... me levanté sin encender la luz y espié por las persianas , habían dos tipos tratando de violentar la cerradura de acá adentro. -¿Y qué hiciste? -Nada ...quedé paralizada de terror ...creo que me salvó Gira ...no sabés como saltó sobre la puerta rugiendo como un tigre , aun no me explico su gran instinto . Pienso que se asustaron y salieron corriendo , no sabés como saltaron la verja . -¡Pero por favor...!es terrible lo que me contás .¿Llamaste a la policía? -No , ¿para qué? Ya no estaban ... -¡Qué tiene que ver! Tenías que hacer igual la denuncia Zuly . -No te digo que quedé paralizada de terror ...
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-¿Y si vuelven? ¿ cómo los vas a detener? La policía podía dejar un custodia delante de tu casa . Lo tuyo es un infantilismo y me esperaste hasta esta hora para contarme .¿Qué hacemos ahora ...? -¡No me trates como si fuese una criatura Carla! Tengo terror ... es cierto ...pero también me asusta la idea de que la policía quiera entrar a mi casa estando sola ... -Tenés razón , te entiendo ...si me llamaste mi teléfono estaba descompuesto, mirá vos ...y tampoco yo estaba en casa . -¿No estabas? -No , me entretuve en casa de mamá y me quedé a dormir, pero escuchame, esta noche te venís a dormir con nosotros, me contagiaste el miedo . No puedo dejar que te quedes sola sin dar aviso a la policía y tampoco puedo quedarme con vos y dejar a los nenes solos ... -Claro, no, no, pero tampoco quiero dejar mi casa, no creo que vuelvan ..., perdoná que te haya complicado con este problema, es que pienso que las dos estamos solas y debemos estar prevenidas ... -Justo me quedé sin tono y sin celular,pero compré otro . -A propósito, hablaste con tu enamorado? - ¿Con qué? Veré mañana que pasa con él ... -Si concretás la cita, ¿querés dejarme a los chicos? -Ellos te adoran, pero creo que volverán de su abuela , vos sabés como los malcría mi vieja . -Y..., está solita la pobre ... a su edad ...¿cómo no la trajiste a vivir a tu casa? -¡Seguro! Se lo pedí mil veces y más desde que me separé, pero no hay caso, dice que no quiere dejar sus paredes, sus vecinos, ¡qué se yo! Supongo que son sus años, el apego al hogar de siempre, nosotros tampoco podemos mudarnos con ella porque su casa nos queda chica, unos días es una cosa, otra es convivir, peor con lo insoportables que son mis hijos ... -Claro ..., entonces no sabés que harás . -Si él no se comunica, nos quedaremos en casa, como siempre . -¿Y él no te dio su número de celular? -¿Sabés que no? Siempre vino a la oficina y ese detalle se me escapó de la mente, eso sí, sabe mi dirección, no el teléfono de línea porque sigue a nombre de Gervasio . Si no me llama a la oficina antes del mediodía no nos veremos hasta la semana que viene . -¡Qué lástima! ¿ fuiste a la peluquería? –le preguntó Zuly observando el cabello de su amiga -, ese color te queda bárbaro, estás más llamativa ... -¿ Te parece? Que se yo ..., me hice de todo pensando en esa cita, creo que tiré el dinero ... - Si no se dá, igual está bien que te arregles un poco más,estás preciosa .
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-No me adules, sé muy bien que entré en la tercera edad . -¡De qué tercera edad me hablás! Sos más linda que yo y parecés más jóven . -Bueno basta ... ya hablamos de pavadas y tengo que volver a mi cama, al fin lograste entretenerme más de la cuenta . -Si, palabra vá, palabra viene se hizo la una, vamos que te acompaño y cierro, no quiero volver a quedarme dormida esta mañana . -¿Te quedaste dormida otra vez? -Con lo que pasó anoche no pude pegar un ojo Carla y si, me desperté a las diez . No sabés como me acosaron a preguntas los vecinos allá . -¡Qué cosa! No lo puedo creer todavía , vamos, abrime las puertas de tu carcel -Es cierto, estamos como prisioneros y te aseguro que pondré más rejas, las de adelante son muy bajas, cualquiera puede saltarlas . -Hacés bien, todas las medidas posibles hay que tomarlas para estar prevenido. ¿Qué te pasa ahora? – le preguntó sintiendo que Zuly la tironeaba de un brazo -Callate ... -¿Qué pasa? ¿ Por qué apagaste la luz? -Shhhhhh...., mirá – le pidió Zuly echando el ojo por la persiana entreabierta. -¡Ay Jesús mío!¿ quiénes son esos que vienen por el pasillo? -Parecen los mismos de anoche, no los ví bien ... -¿Y ahora qué hacemos? – preguntó Carla asustada . -Bajá la voz .¡Qué tonta yo! Pensando que salías enseguida no cerré la puerta de afuera con llave, les facilité la entrada . -Supongo que sí cerraste ésta ¿no? -Si, si ...será mejor que arrimemos el bargueño contra la puerta para poner más trabas, no sé con que pueden venirse éstos hoy . -¡Estás loca! Se vá a romper toda la vajilla que te dejó tu madre ... -Ayudame a empujarlo y no hables más Carla, despacio dale ... -Pero Zuly ... -¡Quéeeee! -¿No tenés un arma? Yo me animo a dispararles ... -Mi papá tenía una pero no recuerdo en que lugar la puse, las armas me asustan ... -Llamemos a la policía, ¡pronto! ¡están forzando la puerta! -Voy a encender las luces de afuera, tal vez los ahuyenten . -Encendelas y apagalas varias veces mientras llamo al 911 . -¡Apurate Carla! Si entran nos matan a las dos . Carla discó pidiendo auxilio inmediato mientras escuchaba como los delincuentes forzaban la cerradura . En un rincón, también Gira mostraba su inquietud . -No les resultará fácil entrar con todas las trabas que tiene esta puerta ...
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-Zuly ... presiento que la van a tumbar antes que llegue la policía . -¿ Qué hago ...? -Volvé a encender y apagar la luz del pasillo – insistió Carla al ver paralizada a su amiga -, tal vez comiencen a asustarse ... Viéndose descubiertos, los maleantes comenzaron a retroceder hacia la calle, cuando las sirenas de los patrulleros alarmaron al vecindario . -¡Llegó la policía! ¡por fin! –exclamó Zuly descontracturándose . -¡Apurate, abrí la maldita puerta! ¿no tenías más cerraduras para ponerle? -¿ Cómo querés que me proteja? – le respondió Zuly algo molesta . -Date cuenta nena, esta puerta es muy enclenque y por más cerraduras que le pongas la voltean con un dedo. -Ya te dije, tengo que poner más rejas . -Las dos tenemos las rejas en el corazón Zuly, acá hace falta una puerta maciza . -Si claro, tengo tanta plata que voy a poner una blindada . Ya abrí, te parece que podremos asomarnos? Se escuchan tiros ... No terminaban de hablar cuando escucharon la voz de un hombre que dijo ser oficial de la policía y salieron hacia la calle . -¡Qué susto pasamos! ¿los apresaron? – preguntó Zuly . -Llegábamos cuando vimos a dos que escapaban subiendo a un coche que estaba en marcha en la esquina, les disparamos a las ruedas pero fue inútil, huyeron, de todos modos los están buscando otros patruyeros, no se preocupen ¿ustedes están bien? ¿ le sustrajeron algo? -Bien aterradas oficial, no llegaron a entrar pero mire como me dejaron la cerradura . -Esta chica ayer pasó por lo mismo y se salvó de milagro – agregó Carla -, ella vive sola y yo al lado también sola con mis dos pequeños hijos, ¿qué tenemos que hacer? -Comprendo señora, esto está pasando por todos lados, tenemos una plaga de asaltos y asesinatos. Le aseguro que nosotros no tenemos descanso, de todos modos la señorita debía hacer ayer mismo la denuncia . -Es que ... no pensé que volverían ... -Se arriesgó demasiado, vamos a dejar un patrullero rondando la cuadra y si nota algo sospechoso, no demore en dar aviso a la brigada, no lo olviden . -No, no ...,gracias y no lo olvidaré . -Espero que podamos dormir tranquilas aunque lo dudo, yo también le agradezco – dijo Carla . -Buenas noches señoras, ojalá puedan descansar, la custodia ya la tienen . La noche se fue calmando con la retirada de los patrulleros, más los curiosos y alarmados vecinos .
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-No entiendo como mis hijos no salieron a los gritos con todo este alboroto – dijo Carla - , ¿por qué no venís a dormir a mi casa Zuly? -No, no, te agradezco mucho lo que hiciste por mí, no sé como hubiese reaccionado sola . -Tenés teléfono nena, ya te lo dijo el policía, llamás enseguida y ellos vienen de inmediato .Esperemos que no se repita, al menos se fueron con el rabo entre las piernas y tal vez los agarren . -Espero ... ¡Ah Carla! Esperá un minuto más . -Me quiero ir a dormir Zuly, ¿qué te pasa ahora? -Quiero que te lleves unos sahumerios que te traje, son para el amor ..., pensé que te ayudarían en tu cita el sábado -Es tarde Zuly, me los das mañana cuando volvemos del trabajo . -Está bien, vayamos a dormir, chau ... Zuly la vió alejarse con su aspecto triste y preocupado y no se le ocurría que fuese por el susto reciente .Alguna íntima aprensión no la liberaba para el encuentro con ese hombre, que por otro lado deseaba tanto . Tal vez fuera la edad, la diferencia entre ellos era mucha quizás .También podía ser causa su separación, el desengaño sufrido con su ex esposo, la responsabilidad con sus hijos ... (Pobre Carla) pensó olvidando su propia soledad , su vida sin ilusiones, sin amor ... Antes de entrar a su casa miró la noche oscura e indiferente, desparramando el calor sobre ese espacio del planeta . Junto al cordón de la vereda un patrullero velaría su sueño, el de los vecinos también ... Cerró con todas las cerraduras que quedaban sanas, pensando que tendría que meterse en otro gasto para arreglar lo roto por los delincuentes, además estaban las rejas que quería ... “Rejas”, pensó recordando las palabras de Carla, “rejas tenemos en el corazón”, había dicho sabiamente . ¡Cuántas tristezas y problemas soportaban las dos! Rejas y más rejas ...muchas rejas que no se abrían para dar paso a una vida mejor ... “Cara de laucha” le dijeron tantas veces ...”cara de laucha” ... y pensó porqué no veían su corazón . Al fin ya en su cama, cerró los ojos vencida por el cansancio .
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CAPITULO : 9 – DESPUES DE UN DIA DE SOL El 28 de febrero de 2001 terminaba su segundo mes el año, con insufrible calor y humedad, para dar paso a marzo que arrancaba con sensaciones térmicas que oscilaban en los 44 º - Días lluviosos se entreveraban con otros muy asoleados, tornando insoportable el clima para los porteños y los habitantes suburbanos . No había quién no se quejase del tiempo, entre ellos Carla y Zuly, que encontraban momentos de sosiego al anochecer, en la hermosa casa de los Fressini –ex Bindone, disfrutando de las aguas de la piscina y el aire tibio que, esporádicamente, acariciaba sus cuerpos sudorosos mientras descansaban entre charlas, en las reposeras del parque . Nahuel y Patricia revoloteaban como avecillas traviesas hasta caer vencidos por el sueño y su desgaste de energías, siempre felices en compañía de Zuly, a quien amaban como si fuese ella la madre . Su mayor anhelo era que Carla les permitiese pasar algún día con Zuly en su santería, entrar al local les producía toda esa sensación de estar entre lo mágico e inusual, donde entre velas y sahumerios, estatuillas de santos y demonios alineados en los estantes, libros y burletes, sentían estar sumergidos en un cúmulo de inquietudes que su amiga solía disipar con claras explicaciones adecuadas a los niños . Zuly estaba feliz con esa compañía y jamás se advertía en ella un gesto de cansancio o fastidio frente a sus actitudes infantiles . En cuanto a las preguntas de sus clientes sobre quienes eran, solía contestar que eran sus sobrinos, así ellos nunca habíanle dicho “tía” – Para los chicos era Zuly, y ese nombre significaba montones de cosas felices en sus vidas . Al regreso siempre llevaban alguna chuchería que la jóven les obsequiaba, un libro infantil o adornos que Patricia elegía para jugar . También se encargaba de comprar alimentos para compartir con Carla en la casa de una o la otra . Todo era perfecto hasta que a la madre le estallaba el cerebro por algo que hicieran los niños y comenzaba a agredirlos en términos inapropiados . Nahuel y Patricia buscaban con los ojos el amparo de Zuly, pero la muchacha, así estuviese muy molesta también, nunca descalificaba a Carla delante de los niños, para si opinar sobre su inconducta al quedar las dos solas. Aquel domingo sorprendió a la ciudad con otro golpe de calor y así combinaron pasar el día sumergidos en la piscina hogareña , donde por momentos salían a retosar en las reposeras bajo los frondosos árboles .Solían comer sandwiches, ensaladas o frutas y saciar la sed con gaseosas frescas durante el día . 51
-Estos chicos son pirañas, no le dan descanso a sus mandíbulas –solía decir Carla . -Son criaturas, tienen que desarrollarse ¿cómo no van a tener hambre con tanta actividad? Además son delgados ... mejor que se alimenten . -Si Zuly, pero mirá, se comieron todo ... -Voy a pedir pollo y ensalada rusa en la rotisería – dijo Zuly levantándose para enviar el pedido por teléfono . -No, quedate sentada que llamo yo . -Carla ..., dije que yo pediría la comida y se hará como quiero, también pediré helado y pasaremos un día estupendo los cuatro . -¡Hoy estás en derrochona! ¿Te ganaste la lotría? Vamos a repartir los gastos entonces . -Para eso trabajo, para darme los gustos con quienes quiero tanto . -Ni falta hace que lo digas ... y ellos ... para que decirlo ; se la pasan nombrándote, Zuly, Zuly, Zuly ... me los estás malcriando, no entiendo como los aguantás porque lo que soy yo ...¡miralos!¡siempre gritando y peleándose! No los soporto, tal vez ahora porque estás vos,sinó los encierro en sus cuartos. -Son niños Carla, ¿qué pretendés? -¡Qué se yo! Me fastidian ... menos mal que llegan las clases y me los sacaré de encima por varias horas . -No te enojes pero me parece pésimo lo que decís - . Dijo Zuly mientras vió venir a Patricia rengueando sobre el césped y chorreando agua . -Mami mirá, me lastimé el pie ..., me duele ... -¡Ah! No me importa, si juegan como brutos aguántese las consecuencias -. Dijo Carla sin mirarla . -Mirame vos Zuly ...me duele ...- insistió lloriqueando a sabiendas que su amiga le prestaría atención . -A ver ... ,mmmm ..., tenés una espinita y ya te la quito,¿ves? Pero yo diría que te quedes a la sombra porque el sol te está achicharrando y será peor que lo del pie -.Le respondió atándole un pañuelo en el pequeño pie . -¿Me dejás recostar a tu lado? –le preguntó mimosa . -Vení para acá, estás medio afiebrada con tanto sol en la pileta .- No pasaban cinco minutos cuando Patricia comenzó otra vez con su parloteo -Tengo hambre ... -Debe estar por llegar el delíberi .¿Aguantás un ratito? -Y sí, ¿qué vamos a comer? -Para vos cucarachas y gusanos,no merecés otra cosa –dijo la madre enojada. -¡No! Sos muy mala vos, yo no como eso ...-. Protestó Patricia al tiempo que llamaba el muchacho de la rotisería y Nahuel se unía a las tres mujeres para dar buena cuenta de la comida .
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-Disfrutaron el día, comieron y por último se durmieron al fin, que bueno un poco de silencio ...- comentó Carla . -Quedaron agotados y felices, les hará bien el descanso –respondió Zuly . -Si, pero son incansables, me dijeron que mañana quieren volver con su abuela y si siguen en el agua y tanto sol terminarán afiebrados, después, ¿quién sale perjudicada? Yo, no te quepan dudas . -No pasa nada ..., decime, ¿qué sucedió con aquel enamorado tuyo? No me contaste más sobre él, ¿ me perdiste la confianza? -¡Por favor Zuly! No supe más de su vida ,se lo tragó la tierra parece .¿qué te decía yo? ¿viste? No se puede creer en nadie querida . -Increible, si ...dijiste que estaba muy entusiasmado, que te demostraba mucho interés ..., que lástima ... -Vaya a saber ..., no sé, no sé ..., mejor no preguntarse y yo diría que aprovechemos a descansar un poco ahora que los chicos no molestan . La tarde fue pasando con los niños reanudando sus correrías entre zambullidas en la piscina y sus juegos y discusiones de siempre , hasta que Carla les gritó¡basta! y los mandó a higienizarse en el baño dentro de la casa , para que luego armasen sus mochilas para llevar el día siguiente cuando fuesen a la casa de la abuela . -¿Son nuevas? – les preguntó Zuly cuando los niños se las mostraron felices de estrenarlas . -Si, las compró mami y las llevaremos mañana porque los bolsos nos resultan pesados ; pusimos algo de ropa y algunos libros para repasar, viste que pronto comienzan las clases ¿no? Esta se cayó el otro día con el bolso que le pesaba, pero no le dijimos a nadie, sabés como se enoja mamá -. Le explicó Nahuel . -Está bien, aprendan a ser responsables y tu mamá será más tranquila, de paso estudien mucho que es muy importante educarse para ser alguien en el futuro Decime, ¿sabés por donde anda tu mami? -La ví que iba hacia el jardín, debe haber olvidado algo. -Voy a ver si necesita ayuda, no pelees con tu hermana ¿eh? -No vamos a pelear Zuly, quedate tranquila . Zuly salió al encuentro con su amiga y la vio lidiar con las reposeras mientras descendía la noche . Al verla, Carla le explicó que olía a lluvia y quería entrarlas para que no se arruinasen y su amiga se dispuso a colaborar con ella . Después que dejaran todo acomodado dentro de la casa, Zuly alegó estar cansada y con sueño, por lo que deseaba retirarse a dormir en su cama . -Tal vez refresque y podamos dormir mejor -.Le dijo despidiéndose . -¡Dios te oiga! ¡Ah! Quería decirte que cuando vuelvas de tu negocio vayas a casa de mi mamá, los chicos van desde la mañana y a la noche cenamos juntos.
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-¿No será mucha molestia para María? -¡No, no! Ella misma me insistió para que te invite, ya la vez pasada se quedó con ganas de verte .Después volvemos juntas y ni una palabra más, vení . -Bueno, quedamos que voy y basta de charla, si mañana me vuelvo a quedar dormida los clientes me matan . Cada dos por tres me levanto tarde porque con tanto calor no se duerme bien ¿viste? -Y bueno ...tampoco es la muerte de nadie, seguro que lo mismo vuelven a comprar lo que necesitan . Vamos que te acompaño hasta la puerta ... -¡Eh! ¿viste eso? -. Exclamó Zuly advirtiendo que alguien saltaba por la pared medianera escabulléndose entre las sombras . -¡Oh no..., otra vez no! –exclamó Carla viendo al intruso perderse entre la oscuridad de la calle . -¿Ahora que hacemos Carla? -Avisar a la policía, después de aquello no los volví a ver patrullar la zona,¿no te diste cuenta? -No ... pero si les reclamamos por esto nos tomarán por las escandalosas del barrio . -Y bueno ... pero si escuchás algún ruido raro me llamás de inmediato, voy a dejar mi arma a mano, me gustaría volarle los sesos a uno de esos . -No exageres Carla, cuidado con el arma, dicen que las carga el diablo y tenés a tu lado dos criaturas, no te olvides . -Será mejor que vos pienses en cuidarte lo mejor posible, cerrá bien todo, hasta las ventanas por más calor que tengas . -Seguro, espero que no pase nada , hasta mañana Carla . Con las aprensiones lógicas, cada una en sus casas se preparó para el día siguiente hasta caer rendidas por la jornada de calor, sol y agua . Habían compartido hermosos momentos de paz y descanso, así la noche les hiciera sentir que también el placer agotaba . Como lo pronosticara Carla, esa noche no tardó en desencadenar una furiosa tormenta, que en el relax del sueño les pasó inadvertida . Muy de madrugada, Nahuel y Patricia fueron los primeros en despertar entusiasmados por marchar hacia la casa de su abuela, que sabían los esperaba con un rico desayuno . Remoloneando un poco entre sus sábanas perfumadas, los dos niños se comenzaron a higienizar y vestir para su paseo . -¿Otra vez mamá se quedó dormida? - . Preguntó Patricia a su hermano . -¡Qué te importa! ¡Ella sabe lo que quiere hacer! –le respondió el niño . -¿Qué es lo que sabe eh? - .Indagó ella desconforme con la respuesta de su hermano . -¡Ufa! ¿Todo te tengo que explicar? Cuando quiere o no quiere levantarse. ¡No entendés nada bobalicona!
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-Yo entiendo todo pibe y no me digas esa mala palabra . -¡Y no me digas pibe, entendiste! Ahora decime, ¿con esa ropa pensás salir? -¿Qué tiene de malo mi ropa? -¡Está lloviendo taradita! -¿Qué dijiste taradito? ¿está lloviendo? Mirá, yo no vi nada, a ver ... -¡Qué querés ver, llueve y basta! -¿Y decime a ver,qué tiene que ver la lluvia con mi ropa? -Te vas a ensuciar, ponete un pantalón de lona y las botas de lluvia, después te cambiás en casa de abuela , decí que me entendiste por una vez ... -¡No, no, y no! Yo me voy así y listo ... -¡Terca! ¡Al fin hacé lo que te dé la gana, qué me importa! Se miró al espejo y se vió primorosa con su vestidito de boal celeste y florcitas de suave color. Combinando con el vestido calzó su capelina y sus sandalias blancas, para terminar montando sobre su espalda la flamante mochila rosa, donde llevaba algún libro y cosas personales como acostumbraba hacer . Entonces pensó que era conveniente llevar uno de sus paragüitas en el tono del vestido, si era que llovía como dijera su hermano. Nahuel, siempre práctico,llevaba puesto su pantalón más viejo de lona, una camisa a cuadros y un amplio impermeable. -¿No llevás tu paragüas? –le preguntó la niña . -¿Para qué? Me tapo con la capucha del impermeable, vamos ... -¿ Y tu mochila? -¿No la ves dormida? La tengo bajo el piloto para que no se moje, vamos que cierro y guardo las llaves ...Pero decime ... ¿estás segura que querés salir vestida así? ¿dónde pensás que vamos, a un desfile de modas? -¿Qué te importa? – le respondió fastidiada por su insistencia . -Te lo digo por última vez, después no me vengas con lamentos, el vestido te arrastra el piso y tenés los zapatos llenos de agujeros, te va a entrar agua por todos lados porque llueve, ¿ entendiste o no? -Son sandalias y no tienen agujeros pibe ... -Es igual “piba”, se te van a mojar los piés con el agua sucia de las zanjas y no pienses que voy a levantarte en brazos, te dejo tirada en la primera esquina y te podés morir por mí . -Sos muy malo, peor que mamá, voy a irme sola por la vereda de enfrente . -¡Vení para acá te digo! ¡Voy a darte un tortazo si me seguís contestando! -¡No sos mi papá estúpido! -Caminá a mi lado y callate de una vez, mirá como nos mira la vecina tonta . Nahuel la tironeó de un brazo mientras la lluvia comenzaba a arreciar con fuerza. Sin dejar de discutir avanzaron por la vereda llamando la atención de algún transeunte que admiraban el bello cuadro que reflejaban bajo la lluvia.
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Ya preocupados, vieron la calle anegada de cordón a cordón sin saber por donde cruzar sin mojarse . -¡Viste! ¡Viste! ¡Qué te dije yo!¡Si te hubieses puesto las botas de lluvia como yo no pasaría esto ahora! -¿Y qué hago...? – llorisqueó la niña cuando justo un automóvil frenaba delante de ellos salpicándolos de piés a cabeza . La exclamación de asombro y disgusto quedó ahogada en sus gargantas cuando dos extraños bajaron del coche y, tomándolos por la fuerza los introdujeron junto a ellos en el asiento de atrás . Mientras tanto ... algo impreciso la hizo despertar bruscamente. Todo parecía girar a su alrededor impidiéndole concentrarse en la realidad .Se preguntó si acaso no había sonado el despertador, ¿o era demasiado temprano tal vez? Sin saber porque la invadió una sensación de angustia ... -¡Patricia!¡Nahuel! Queriendo tenerlos a su lado su grito moría dentro de ella . Trastabillando salió de su dormitorio y vió su casa a oscuras ...Como si le costase avanzar llegó a la puerta del cuarto de su hija y abrió ..., luego fue hasta el del niño y ninguno de los dos estaban ... Se tomó la cabeza recordando que ese día iban para la casa de la abuela y en su malestar buscó el aire abriendo de par en par una de las ventanas . -Llueve ..., como llueve ...-, repitió como consternada, mientras el mareo se convertía en una oleada de calor subiéndole por el cuello hacia la cabeza . (“Pobrecitos ... , no quisieron despertarme y salieron solos con este tiempo, debí llevarlos con el coche ... , ¿ qué hora será?)” Sin más comenzó a prepararse para ir hacia su oficina, notando que todo se le caía de las manos . No podía evitar sentirse desnuda, despojada y aumentó su angustia .Buscó su bolso y las llaves sintiendo que su malestar iba en aumento . ( ¿Qué me pasa hoy?) Se preguntó mientras el mareo la debilitaba más aún . -¡Dónde está el maldito llavero! – Gritó desaforada -. Noooo ...no..., no quiero pensar que Nahuel se lo haya llevado ...nooooooo ...¿me dejó encerrada? ¡Me dejó encerrada! ¡Maldito!¡Maldito! ¡Malditos los dos!¡ Mocosos inmundos! Sin saber como se encontró desplomada sobre su cama . No podía abrir los ojos y la oscuridad era total. (¿Qué me pasa?) se preguntó una vez más sintiendo que no podía moverse. Su cuerpo era como una masa tiesa, sin vida Su mente divagaba en una agonía extraña ... (Paty ..., Nahuel...) Alguien andaba en su habitación ..., escuchaba su respiración y no era la de sus hijos. Luego fue una risa, una risa ahogada y diabólica, un mascullar de palabras sin sentido . -¿Quién ...quién anda ahí ...? -. Preguntó temerosa mientras una voz chillona comenzaba a hablarle .
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-Hola Carla ... ¿no me conocés? Buscó descubrir quién le hablaba dentro de la profunda oscuridad, tratando de incorporarse . Era en vano, una fuerza descomunal la oprimía contra el lecho cortándole la respiración . -¡Au ...xi ...lio...! – apenas balbuceó - ¡Qué ... qué es esto! ¡Quiero ... salir! ¡Quiero ...salir...! Fue entonces cuando lo vió como flotando en su cuarto . Apenas si distinguió su horrible rostro , delgado hasta parecer casi sólo de hueso, vestía su cuerpo de un azul muy oscuro, mostrando en su rostro la gran boca desdentada, que dibujaba de forma repugnante un solo diente tan amarillo como sus ojos . De la inmovilidad, pasaba a un desplazamiento vertiginoso emitiendo palabras confusas y risas macabras que más y más la inmovilizaban . -Dime Carlita ...¿ qué estás buscando? ¿esto ...? Mira ... observa ... son tus llaves ¿no es así? ¿las vés ...? Ahhhhh ... ¡Las tengo yo! ¡si! ¡yooooooo! ¡a todas! ¡todo tu llavero está dentro de mi boca! ¡míralo! ¡te ordeno que lo mires! -¡No,no ...!¡ Fuera, fuera de aquí! -. Gimió la mujer viendo que el engendro sacaba chispas de fuego por sus espantosos ojos . -Mira mamita ...mira ..., ¿las ves? -, insistió abriendo su repugnante bocaza – ¿las ves? Tengo las de tu casa ...las de tu coche ...¡ y las de tu oficina! -. Le escupió en el rostro . -¡Dejame en paz! – logró exclamar sofocada mientras el hombrecito azul se le acercaba amenazante . -¡No no no no no ...! Primero meterás tu mano en mi boca ...si logras quitarme tus llaves, sí me iré .¡ Y deja de decir que tus hijos son insoportables mala madre! -¡Basta, basta ...! – suplicó Carla asqueada de su aspecto . -¡ Vámos, mete tu mano y saca las llaves de mi lengua! ¡Mira, mira que lengua tan larga tengo! ¡Más larga que tu mano! ¡Atrévete! -Noooooo ...- gimió angustiada . -¿A si? Mmmmmm ..., ajjjjjjj ..., ¡me las tragué! Pobrecita Carla ... ¡pobre, pobre Carla ...! ¡Já já já já! ¿Carlaaaaa? Aquella voz sibilante heló su sangre hasta hundirla en un torbellino que se perdía en la negrura del peor de los abismos .En sus oídos repercutía un graznido como el eco de un ave siniestra que repetía, “mala madre... , mala madre ...”
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CAPITULO 10 : EL PRESAGIO -¡Gira! – gritó Zuly a punto de salir del garage de su casa -. ¿Qué te pasa hoy? ¿te asusta la lluvia, no? Vení que te alzo y te siento en el coche , ya sé que no te gusta mojarte las patitas, gata delicada . Después de acomodarla bajó a cerrar el portón con todas sus cerraduras y candados, dispuesta a marchar hacia su santería .Ya con sus manos en el volante escuchó dos vocinazos, levantó la vista y vió a su amiga . -¡Carla! Pensé que ya te habías marchado -. Le dijo asomándose por la ventanilla . -¡No bajes, yo me acerco! - . le contestó con rostro contrito . -Te vas a empapar, mirá como llueve -, dijo Zuly – charlamos esta noche ... -No esperá ... -. Le respondió acercándose cubriéndo su cuerpo con el paraguas . -¡Eh! ¿Qué te pasa?¿estás descompuesta? ¡Qué cara! Parece que hubieses visto al demonio ... -Si ... justo eso ..., te juro que ví al demonio ... -Pero Carla, ¿qué decís? -Tuve una pesadilla espeluznante, creí que me moría ... Jamás me pasó algo igual, desperté bañada en sudor, me faltaba el aire ...¡Ay Zuly! Era un monstruo ..., me decía cosas feas ..., horribles ... -Por favor Carla, no sos una criatura para asustarte de una pesadilla, andá, subí a tu coche y pensá en el trabajo que te espera y verás que olvidás todo, ¿sabés qué pienso? -Que se yo ... -Vas a tener que tratar tus nervios, no se puede vivir así ... -Puede que tengas razón, pero no entiendo esta inquietud que hoy me atormenta ..., esa pesadilla, lo de anoche ...siento que me invaden mil temores a los que no les encuentro sentido ..., tengo unas tremendas ganas de llorar y no sé ..., que tonta soy ... -Ay Carla ... yo ... -¡No! Te ruego que no me digas lo que estás pensando ..., son las palabras que me gritaba el endemoniado hombrecito azul de mi pesadilla ... -¿Hombrecito azul? ¿De qué estás hablando? -No ..., mejor no me hagas caso, te dije que tuve una terrible pesadilla y ya no quiero hablar sobre eso ..., tal vez en otro momento ... -Esta noche daremos aviso a la policía sobre el ratero que vimos anoche y nos quedaremos más tranquilas. ¿Dejaste a los chicos solos durmiendo? -No ..., se fueron temprano y ni los escuché, seguro que no me quisieron molestar porque siempre me fastidio con ellos, pobrecitos ...
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-¿Y se fueron caminando con esta lluvia? -¿Qué te parece? ¿no podían esperar que yo los lleve? Creo que eso me puso peor ..., y la pesadilla ..., presiento algo malo Zuly ... -¡No recuerdes más esa maldita pesadilla Carla! ¡Tampoco quiero que me la cuentes nunca! Eso sí, los nenes podían haberte esperado ..., pero, ¿ querés que te diga algo? – le preguntó Zuly mirándola con cariño -, nosotras estamos acá amargadas, mientras ellos ya estarán desayunando felices con su abuela . -Si, perdiendo tiempo bajo la lluvia, mejor que sigamos viaje, te espero esta noche en casa de mamá, no te olvides . -¡Escuchame! -. Le gritó Zuly viendo que se disponía a entrar a su coche que estaba en marcha aún -. ¿Por qué no pasás primero por la casa de tu mamá para ver si llegaron bien? -Ya se hizo muy tarde y tengo trabajo para terminar de enloquecer, no es la primera vez que se van solos para allá, es cerca, no te preocupes vos ahora , hasta la noche nena ... Poco a poco el cielo comenzó a despejarse cesando de llover, dejando a la ciudad cubierta de humedad y una atmósfera calurosa e irrespirable . Carla pasó el día entre sus papeles sin volver a recordar aquel sueño tenebroso y cuando menos lo pensó, ya estaba rumbo a la casa de su madre sin pasar por alto encargar las pizzas para la cena . Deseaba como nunca tirarse en el viejo sillón del living familiar, lo primero sería quitarse los zapatos y las medias que le ardían sobre sus piernas cansadas... Miró su reloj ; pronto serían las ocho de la noche y Zuly estaría llegando también . Sin entender, el malestar de la mañana volvía a invadirla con esa oleada de calor y nerviosismo, que trató de adjudicarlo a su menopausia . Estacionó el vehículo y un temblor innusitado se apoderó de sus manos al tocar el timbre de la casa . -¡Carlita, qué alegría verte! -.Dijo su madre abrazándola . -¡Ay mami...! -Qué cara hija, ¿estás descompuesta? -Estuve todo el día con un malestar espantoso ..., quisiera recostarme unos minutos ... -Vení, vení a mi cama ... -Aquí nomás mami, en el living ..., tal vez me bajó la presión ..., ya pasará -. Le respondió dejando su bolso y varias carpetas sobre una mesa . -Te traigo un jugo fresco, ya vuelvo . ¿Y los chicos? -.Preguntó María entrando a la cocina . -¿Qué? ¿Cómo y los chicos? -Tomá, es un jugo bien helado, te va a hacer bien ...-, le dijo María extendiéndole el vaso -Por favor mamá, ¿qué me preguntaste antes de entrar a la cocina?
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-Te pregunté por los chicos Carla, ¿vienen con Zuly? -¡Qué me estás diciendo mamá! ¡Mis hijos vinieron para acá esta mañana! ¿no me estarán haciendo una broma verdad? -¡No Carla! No ..., no entiendo ...pensé que no me los mandaste por la lluvia Carla ...¿cómo? entonces ¿dónde están...? ¿qué ...qué pasó...? -¡Mamá! ¡No me digas que Paty y Nahuel no vinieron esta mañana! -No hija ..., los chicos no vinieron y esperé que me llamaras para avisarme ... ¿los dejaste solos en tu casa todo el día? -¡No!!!¡Cuando me levanté ya no estaban! Y ¿ahora? ¿dónde pueden estar? Ellos nunca van a otro lado sin decirme ...¡Mis hijos mamá! ¡Mis hijos! -. Gritó Carla desesperada corriendo descalza hacia la calle . Zuly llegaba cuando la vió salir gritando con su rostro desencajado ; detrás, la seguía su madre que apenas se sostenía sobre sus piernas .Sin entender procuró detenerlas en su carrera sin sentido, a la vez que gritaban el nombre de los niños . ¿Acaso habían muerto en un accidente? Alarmados por el griterío los vecinos salían del interior de sus viviendas, abrumándolas con mil preguntas que no tenían respuesta . Reaccionando, Zuly tomó a su amiga con fuerza por un brazo a la vez que intentaba hacerse escuchar . -¡Carla! ¡Mirame Carla, soy Zuly! ¡Reaccioná por Dios, tu mamá se está desmayando! ¡Explicá que sucede por favor! En la gran confusión, un vecino le estampó dos cachetazos a Carla para frenar su ataque de nervios . Zuly la vió desplomarse entre sus brazos mientras el hombre la levantaba entre los suyos para regresarla al hogar de María . -Llamen una ambulancia, estas mujeres están mal -, dijo mientras la gente entraba y salía en el afán de ayudar. Zuly, desorientada en el porqué de esa situación, entró a preguntarles si sabían que les había sucedido, pero nadie supo aportar nada,hasta que alguien dijo escuchar que Carla gritaba ¡mis hijos,mis hijos! -¿ Vieron a los chicos? –preguntó Zuly alarmada . -No, tal vez se escondieron sin pensar el susto que les dieron a estas mujeres –respondió una señora . -¿ Por qué no revisamos la casa? – sugirió uno -, ¿no estarán muertos? -¡Por Dios! – exclamó Zuly tomándose la cabeza . -Acá no hay ni rastros de los hijos de Carla y doña Rita dice que hoy los chicos no vinieron porque ella siempre los vé llegar y María tampoco le comentó que estuviesen -. Comentó otra mujer . -¡Carla, Carla! ¡Abrí los ojos y explicame si querés que te ayudemos! -Zuly ... –murmuró apenas mientras el llanto más parecía una convulsión . -Serenate Carla, decime porque esto es un caos ...
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-Zuly ..., mis hijos no vinieron de mamá hoy ...¿dónde? ¿dónde están? -Pero como ..., esta mañana me dijiste que ya habían salido . -Es que no estaban ...ya no estaban ... -¿Estás segura que no quedaron allá? -No Zuly ..., entré a sus cuartos y ví sus pijamas sobre la almohada . -Llamaré por teléfono a tu casa, puede que sea una confusión tuya . Zuly tomó el teléfono de María y llamó repetidas veces, sin obtener respuesta . Ante esta situación la alarma se apoderó de su mente pensando lo peor y resolvió que lo mejor era ir con Carla hasta su casa para comprobar ahí si los niños habían salido, o hubiesen tenido alguna de sus ocurrencias infantiles donde solían esconderse por el sólo placer de causar un susto . -¡La pesdilla fue un presagio! – exclamó Carla con un nuevo ataque de nervios -¡Basta Carla! Poniéndote así no ayudarás a resolver nada ...- , protestó la jóven buscando el bolso de su amiga para retirar las llaves de la casa de la mujer . Pidiendo a los vecinos que se quedasen cuidando a las dos mujeres subió a su coche y , en cuestión de minutos llegó a su propia casa para luego seguir revisando en la de Carla . Palmo a palmo miró por fuera y por dentro hasta llegar a los cuartos de los niños , donde comprobó que las mochilas que le enseñaran la noche anterior no estaban, demostrando que sí habían salido . ¿Acaso habían cambiado de idea y resolvieron ir de algún amiguito? No, se dijo, al menos llamarían a la madre para avisarle, ¿pero dónde estarían después de todo?¿ Los habría llevado su padre? Con sus divagues en la mente Zuly cerró presurosa ambas viviendas y el temor que la noche le producía desde los últimos hechos . Al volver a casa de María una ambulancia se encontraba detenida frente a la puerta y le temblaron las piernas . Un médico y una doctora examinaban a su amiga y a la madre , mientras los vecinos esperaban afuera cuchicheando sobre el insólito suceso . -¿Usted es familiar de las señoras? – le preguntó el galeno . -Como si lo fuésemos doctor .¿Cómo están? ¿le explicaron el problema que las puso así? -Algo confusas, ¿puede ser que hayan desaparecido los hijos de la señora? Las dos están en shok y la presión elevada, le recomiendo que nos autorice a internar a la señora mayor, les dimos un tranquilizante y algo para bajar la presión, pero a la anciana será mejor tenerla controlada más estrictamente por el corazón, no me gusta nada como está ella, los años juegan en su contra ¿me entiende? ¡Ah! Tiene que dar cuenta a la policía sobre el hecho lo antes posible . -¿A la policía ...? – preguntó Zuly desconcertada . -Es lo que corresponde señorita – dijo el médico .
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-Zuly ...Zuly ... decime que los encontraste ...- balbuceó Carla algo inconciente . -Calma ..., tendremos que dar aviso a la policía porque no los hallé, lo siento tanto ...- le respondió tragando sus lágrimas . -La pesdilla Zuly ... fue un presagio ..., un aviso ..., quiero a mis hijos ...- dijo llorando desconsolada . Siempre a su lado Zuly llamó a la policía haciendo la denuncia de la desaparición de los niños, con su rostro demudado por el impacto que le causaba el terrible suceso . -¿Se siente bien? – le preguntó la doctora . -Yo ... no lo sé ..., - balbuceó llevando sus manos a la frente – creo que si los chicos no aparecen tendrán que internarnos a las tres ... -¿ Me permite auscultarla? Usted se vé muy afectada también, se nota que son muy amigas ..., un ansiolítico la tranquilizaría al menos para ayudar a estas mujeres, ¿lo acepta? -Si ..., los chiquitos son como mis propios hijos ... -¿ Tienen más familiares? ¿No habrán ido a visitar a otro pariente? En el preciso momento que el médico hacía la pregunta, el comisario inspector Farías pedía permiso para entrar apartando a los vecinos que no se movían de la puerta de calle . -Soy el doctor Alcorta comisario, al parecer desaparecieron los dos hijos pequeños de esta mujer . La madre de los niños y la abuela sufrieron una descompensación y las estamos atendiendo .La señorita es la persona más allegada a ellas, pero nadie sabe nada de los niños . -La madre, ¿ está en condiciones de hacer una declaración? –preguntó Farías . -No está nada bien pero hágale las preguntas que crea necesarias .Conmovido, el médico acercó una silla al diván donde Carla sollozaba en estado de casi inconciencia .- Señora ..., entiendo lo que está sufriendo, pero si quiere que encuentren a sus hijos es necesario que atienda al policía, tiene que aportar datos para la búsqueda, no tema, yo me quedaré con usted hasta que la vea mejor ... -Si ..., gracias doctor ..., ayúdeme a incorporarme ... -Quédese como está, no se esfuerce . Acérquese comisario - ,dijo el médico – la señora atenderá sus preguntas . -Comisario Farías señora, se siente con fuerzas para informarme sobre sus niños . -Todo lo que sea necesario ... -¿Dónde está su esposo en estos momentos? -¿Quién...? ¿ mi esposo? -Si, el padre de los niños, supongo que tienen padre ¿no?
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-Si claro ..., nos divorciamos hacen dos años, no supe mas nada sobre él -Pero sus hijos podrían estar con él, ¿no lo pensó? Tal vez este señor pasó y los vió caminando por la calle, según ya nos informaron fue esta mañana y recuerde que llovía, pudo haberlos levantado y tal vez los llevó con él, ¿no se le ocurre? -No... no..., en estos dos años nunca se ocupó de verlos ... -¿Nunca? ¡Qué extraño! ¿Cumple con la manutención de los niños? -Si, por intermediarios ... -¿Conserva su teléfono? -Si, en mi agenda, ¿piensa llamarlo? -Es lo primero que debemos hacer, después se verá . -Mi bolso está sobre aquella mesa, por favor, que alguien me lo alcance ... -Ya se lo traigo – dijo el médico. Con manos temblorosas sacó la libreta abriéndola en la letra “B” .El nombre de Gervasio Bindone bailoteó frente a sus ojos, junto a sus números telefónicos y el de su celular . -Estos son ...- señaló debilmente . -Lo llamaremos ahora mismo – dijo el comisario mientras Carla dejaba caer su cabeza hacia un costado . -¡Animo señora! Seguro es una travesura de niños y pronto los verá entrar por esa puerta . -No entiendo ..., pobrecitos ..., doctor, dígale a mi mamá que venga a mi lado y también a mi amiga ... -Su amiga está acá, decaída también , ¿la vé? Pero, no se asuste ¿eh? a su mamá le enviamos a la clínica para mejor atención, usted sabe que ella es hipertensa y eso requiere un tratamiento intensivo que no es aconsejable en su casa, menos como están ustedes dos . Las amigas cruzaron una mirada silenciosa, a sabiendas que seguirían juntas hasta las últimas consecuencias . -El celular de su esposo está fuera del área o lo tiene apagado, pero el contestador de su oficina dice que el abogado Bindone reanudará sus actividades a partir del veinte de marzo .¿Sabe si salió de vacaciones? Pudo llevarse a sus hijos tal vez . -¿El? ¿llevarse a mis hijos sin avisarme? ¿sin una valija? ¡No! ¡Eso es imposible! Que él se haya ido si, no lo dudo, dos meses en el Caribe o en Miami formaban parte de su vida ; es posible que esté en el exterior desde enero, ni lo consideren ... -Bien, bien ..., otros parientes no entonces ... -No, ellos venían de su abuela porque iban a repasar los libros, recuerdo que me pidieron traer sus mochilas nuevas , pobrecitos ...
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-¿Cómo estaban vestidos y a qué hora salieron de su casa? Yo tengo las fotos de sus hijos que vi en esa mesita de su mamá, lo primero que me mostraron sus vecinos . -¿Cómo estaban vestidos...? no ..., no recuerdo ..., ¿la hora? Serían las siete,por ahí supongo porque les gusta venir temprano para desayunar con mamá . -Perdón señora, tiene dos hijos de ocho y diez años según dicen sus vecinos y no sabe que ropa usaron para salir en una mañana tormentosa ...¿no los vió salir? ¿ cómo no los trajo usted con ese tiempo? Otra crisis de llanto invadió a Carla junto a Zuly .El remordimiento por su despreocupación en atender las necesidades de sus hijos estallaba un poco tarde en su conciencia . -No la presione comisario -, pidió el médico –la señora no está repuesta todavía, habla bajo el efecto de la medicación, recuérdelo . -Comprendo doctor, sucede que será imposible buscarlos a ciegas, necesito información, esto es grave . -¿Qué quiere decir...? – preguntó Zuly con sus ojos saltones desorbitados . -Quiero decir que tal vez hayan salido a caminar sin rumbo y estén perdidos, pero hay otras versiones en la jerga policial, secuestro, violación y crimen . -¡No por Dios! – exclamó Zuly agradeciendo que Carla había vuelto a caer en un profundo sopor . -Necesito más fotografías de los niños, supongo que la abuela tendrá unas cuantas . -Si,si claro, en el dormitorio y el comedor de María hay otras, yo las traeré, permiso. -Quédese descansando Zuly, yo me encargo -. Dijo el doctor Alcorta saliendo del living . -Bueno, no será fácil, publicaremos alguna foto de estos chicos y de todos modos el rastrillaje ya está en marcha, veremos si los vecinos aportan algún dato que nos sea útil . -Quiero a mis hijos ... – balbuceó Carla semi dopada . -Será mejor dejarla dormir, aliviará su angustia –ordenó el médico .- ¿Usted se quedará con ella verdad? ¿Se siente mejor? ¿Podrá cuidarla? -Si ..., no la dejaré un minuto doctor –respondió Zuly . -A primera hora de la mañana pasaré a verlas. Si despierta tranquila le sirve el desayuno como ella acostumbre y después debe tomar medio comprimido de éstos, pero que coma algo primero, lo mismo para usted . -Necesito sus teléfonos por cualquier cosa –dijo el comisario -, recibirán noticias desde la jefatura y ustedes también deben comunicar cualquier novedad, ahora nos retiramos para que descansen, buenas noches .
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-Buenas noches y gracias por todo – respondió Zuly cerrando la puerta tras la retirada de policías y médicos , mientras observaba a su amiga que, inducida por los sedantes, dormía profundamente . Sentada frente a ella pensó en sus casas expuestas a los delincuentes que rondaban por el barrio, pensó angustiada en los niños andando quien sabía por dónde ..., en María, internada con un preinfarto según le dijese el médico ... ( ¿Qué voy a hacer ...qué hago ...?) En ese estado dubitativo se hallaba cuando escuchó sonar el timbre de la casa . ( “Y ahora quién puede ser?) se preguntó acercándose a la puerta, cuando escuchó una voz juvenil diciendo : ¡pizzería para la señora Fressini! -¡Yá vá! – contestó abriendo la puerta, mientras recordaba que al llegar y encontrarse con la tremenda escena, había dejado a su gata dentro del coche junto a su bolso . -¿Qué pasó? Vine dos veces y no me dejaron pasar, no sabía que hacer y el dueño me insistió para que vuelva por más que le dije que estaba lleno de policías y una ambulancia, ¿le pasó algo a la abuela? Sabe, yo la conozco porque siempre nos encargan pizza . -No ..., todavía no murió nadie pero sí, pasó algo serio, esperame que dejé mi bolso en el coche, ¿cuánto es todo? -Con el helado veintiocho pesos, espero que no les pase algo malo, son tan buena gente ..., ¿quisieron robarles? -Otro día te explico, no me siento bien, ¿entendés? -Si,si, perdone señorita . -Tomá, son treinta pesos,guardate el vuelto y gracias . -Gracias usted rubia, que disfruten la cena, adiós ...- sin entender nada arrancó su moto para regresar al trabajo . -La cena ..., - murmuró Zuly pensando quién y cuándo comerían todo eso . Fue directo al freezer de María, que por suerte tenía espacio suficiente para conservar todo lo que traía entre sus manos, luego de acomodar pizzas y helado volvió al living, donde Carla dormía profundamente . (Por unas horas dejará de atormentarse) , pensó mientras se acomodaba en otro sillón muy cerca de su amiga, sin dejar de preguntarse adónde estarían los niños, cómo podían haber desaparecido sin dejar un solo rastro . Dió rienda suelta a sus lágrimas contenidas hasta quedar también ella sumida en un profundo sueño .
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CAPITULO 11 : ENTRE CARDALES Sin detenerse, el automóvil dejaba atrás el barrio porteño para encarar hacia la avenida General Paz por la subida del puente de Liniers .Devorando la ruta, los tres individuos guardaban silencio . El conductor, solo en la parte delantera del coche,observaba de a ratos a los otros dos sentados en los asientos de atrás, sujetando con fuerza a los dos niños amordazados contra el piso, que no dejaban de patalear . En una actitud irracional, uno de ellos golpeó entre si las cabezas de los hermanitos dejándolos desmayados, hecho que estremeció al conductor al escuchar el grito y el ruido del golpe, sumado a las risotadas de los malechores que alardeaban por dejar de tener que aguantar a las criaturas . La cinta de asfalto mojada por la lluvia, comenzaba a dibujarse entre campos y arboledas, con algunos poblados a diestra y siniestra . El cielo continuaba plomizo en esa cruel mañana lluviosa, que en el horizonte intentaba despejar . Fue entonces cuando el morboso silencio se vió interrumpido por la voz de quién parecía ser el jefe de la banda . -¡ Doblá a la derecha en el primer desvío! – le ordenó al chofer . -Como ordene jefe – respondió el conductor mientras escuchaba como los niños gemían, volviendo en sí después del golpe asestado por uno de los raptores . -¡ Si no dejan de moverse les reviento la cabeza! – amenazó el jefe . Apenas si pudieron mover sus cabezas para verse, oprimidos por los asquerosos zapatos en los piés de esos hombres que los aprisionaban contra el piso del vehículo .También sus mochilas estaban ahí como basura y hasta el paraguas roto en un costado . ¿Qué les estaba pasando? Se preguntaron con la mirada . Llegando al desvío, el chofer se encontró con una calle sin asfalto y con pozos cubiertos de agua que hacían tambalear al coche y a sus ocupantes entre el barro formado por la tormenta de la noche anterior . Al fin, la tranquera de un campo alambrado los recibía . -¡Vos ché! ¡Bajáte y abrí la tranquera! – le ordenó al chofer, que de inmediato las abrió de par en par, subiendo luego para seguir la marcha por el sendero bordeado de una frondosa arboleda , hasta llegar a una casucha tenebrosa, oculta entra matorrales . -¡Al fin llegamos! Fue largo el viaje ...- dijo uno . -¡Vos! ¡Adelantate y abrí la puerta mientras nosotros llevamos a estos dos!volvió a ordenarle al conductor . -Yá voy patrón – respondió el hombre, viendo como arrastraban a los niños rodeando sus cuellos con los fuertes brazos hasta la covacha .
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-¿Adónde los metemos? – preguntó uno . -Los vamos a sentar en esas sillas, tomá esta soga y atá a esa, yo ato al pibe . ¡Ayudame a sujetarlo, es bravo el machito! – dijo el jefe dirigiéndose al chofer que de inmediato se acercó para sujetarlo . -¿Estaremos mucho tiempo acá? – le preguntó el chofer -. Esto parece la cueva de Mandinga, ¡qué olor asqueroso! Tan sucio y oscuro que mete miedo -¿Qué esperabas? ¿una mansión con servicio doméstico? -No..., no, pero ... -¡Ma qué pero ni ocho cuartos, es lo que hay! Pero no te preocupes viejo, esta misma tarde los vienen a buscar y nos rajamos con la guita . -¿Les podemos sacar las mordazas no? Se los ve descompuestos – sugirió el otro rascándose la cabeza . -¿Estás piantao? ¡No quiero escuchar ni un ay de estos dos! ¿entendiste? -La piba está azul, parece que no puede respirar jefe y si se mueren acá no veremos un peso . -Está bien, arreglate, pero no quiero escuchar un solo quejido, ¿estamos? Yo veo si me puedo comunicar con los de la avioneta .- Saliendo para entrar a un cuarto contiguo a la casucha, el jefe dejó a sus secuaces vigilando el motín . -Les voy a quitar el trapo que les metieron en la boca si prometen no gritar . En este lugar nadie los escuchará si gritan y lo único que van a conseguir es que el jefe los golpee más fuerte – dijo el chofer . -Y yo también –aseguró el otro -,no sé porqué te calentás por esos vos . Sin prestarle atención el hombre liberó las bocas resecas de los niños, que respiraban con dificultad . Viendo que Nahuel intentaba decir algo, le hizo un gesto para que guardase silencio, pero el niño se animó a murmurar algunas sordas palabras . -Por ... porqué ...nos ... tra...jeron ... acá ...qué les... hicimos ...no...nosotros ... -Tengo...sed ...-balbuceó Patricia . -¡Ay! ¡Tiene sed la señorita! -. La burló el otro que era un morocho gordo y vulgar, que tapaba sus ojos inyectados en sangre con gafas oscuras .- Esperá sentada que ahora te servimos gaseosa y un pancho estúpida . -¡Esto por hablar! – dijo entrando a la casucha el jefe, mientras le cruzaba el pequeño rostro con un cachetazo . -¡No!!! No le pegue señor ...¿no vé que es chiquita? – suplicó Nahuel viendo llorar a su hermana . -¡Já! ¡Miren al machito éste! ¡Unas buenas trompadas te bajarían los humos carajo! -Basta Gringo ...dejá de agredirlos que tenemos que entregarlos enteritos y sanitos, lo sabés . Si están marcados nos bajarán el precio – dijo el otro . -Encima tengo que cuidarlos a estos pitucos, me dan asco –dijo el jefe .
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-Por un par de horas ... no se queje quiere ... -No veo el momento en que llegue la avioneta – protestó impaciente el jefe . -¿ Adonde nos van a llevar? – se atrevió a preguntar el niño . -¿Adónde? ¡Al matadero pibe! ¡ A un hospital donde te van a sacar todo lo que tenés en el cuerpo en pedacitos y lo que quede se lo comerán los perros! ¡También a tu hermana la van a descuartizar! -¡Eh! No sea infeliz hombre, ¿cómo les dice eso? Son chiquitos jefe ...- lo encaró el chofer . -¡A vos que te importa! ¡Callate si no querés ligar! – lo amenazó el otro . -¡Yá me pudrieron ustedes dos! Salgan a ver si viene la avioneta y vos rulos negros, si no dejás de llorar te lleno la boca de trapos para que te ahogues y se te salgan afuera los ojos antes que te los arranquen ellos, ¿entendiste? -¡No, no, no ...!gritó desesperada contagiando su llanto al hermano . -Ay ... miren al marica ... ¿qué te pasa nenito de mamá? ¡Tiemblen, tiemblen! ¡Já, já, já!¡No saben lo que les espera! Los van a descuartizar ... el corazón en un tacho, los riñones en otro, los pulmones por aquí, el hígado por allá. Nosotros los secuestramos y los vendemos y quieren saber más, ellos les venden sus órganos a otros, un negoción mariquitas, nenitos de mamá ...Primero hay que liquidar a los pituquitos ¡Guachos! -¡Malvado! ¡Asesino! – gritó Nahuel fuera de sí dominado por el terror . Un violento puñetazo hizo sangrar la boca del niño que gimió de dolor .Ya estaba por volver a castigarlo, cuando uno de los que había salido regresó al lugar . -¡Veni a ver que pasa Gringo, tenemos una radiollamada pero no se entiende que quieren! ¡Apurate antes que se pierda! -¡Vámos! Y ustedes, ojito con pensar en escapar y calladitos mugrosos, si los oigo gritar o llorar les lleno la boca de trapos . Aterrados, con sus ojos llenos de lágrimas lo vieron salir . Cabizbajos , no lograban entender que les estaba pasando, ni donde estaban, hasta que Patricia comenzó el diálogo con su hermano . -¿Por qué nos hacen esto Nahuel? -Shhhhhh ....no hables fuerte, ¿escuchaste lo que dijo? -Que nos va a llenar la boca de trapos ... -Si, ¿y lo otro? -¿Qué cosa?habló tanto ... -Lo del corazón y los tachos, los riñones ... ¿sabés que quiso decir? -Si ... que nos van a matar ... -Peor ...nos quieren descuartizar como si fuésemos vacas . -Nooooooo ... yo no quiero ...- gimió Patricia .
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-Callate querés ... ,escuchame Paty, me parece que se está aflojando la cuerda que me pusieron en las manos, probá con las tuyas si podés zafar . -¿Cómo hago? Las tengo atadas detrás de la silla ... -Esperá, esperá y no hables nada, lo logré mirá ... -¡Qué suerte Nau, soltame a mí ahora, apurate . -Si ..., ya estoy libre, no hagas ruido -,le dijo en voz muy baja – quedate quieta -¡Qué bueno Nau! ¿y ahora qué hacemos? ¿para dónde vamos? -No lo sé, tenemos que huir hacia donde sea, dejame espiar ..., si nos pescan nos matan ..., calladita ¿eh? -Tengo miedo ... – murmuró Patricia aferrándose al impermeable que su hermano aún tenía puesto . -Me parece que están en el cuartito aquel, ¿lo ves? -Si..., ¿ no andará alguno por ahí? -No veo a nadie . Prestá atención, vamos a salir sin hacer ningún ruido y cuando nos alejamos un poco nos largamos a correr por ese camino donde había una tranquera . -¿Y después? -Supongo que habrá una calle, no sé, seguiremos corriendo hasta encontrar una ruta o gente que nos ayude . -¿Y cómo sabemos para qué lado? -Ya veremos Paty, vos seguime y a correr ... -Dame la mano Nau ... Sujetando a su hermanita como se lo pidiera, corrieron como ardillas, agazapados y ligeros a pesar del ayuno de ese día . No podían creer lo que habían logrado, pero a pesar de la fatiga tenían que seguir corriendo hasta encontrar alguna ruta hacia la salvación . -No puedo más – dijo jadeante la niña, al momento de rodar por la senda barrosa . -¡Levantate! ¡No podemos parar Paty, cuando se den cuenta que escapamos saldrán a buscarnos y nos matan! ¡Vamos,vamos! -¡Ay! Mirá ... me ensucié toda ...- llorisqueó Paty observando su vestidito y las sandalias . -¡Yo te dije que te pusieras otra ropa porque llovía! -¡Qué sabía que nos pasaría esto! -Olvidate ahora, hay que seguir corriendo, ¡vámos! -¿ No habrá otro camino? Si salen a perseguirnos nos verán enseguida .¿Por qué no nos metemos por ese campo? -¿ Qué te pasa? ¿No ves que son cardales? Estás loca si querés entrar ahí, no sabés como pinchan, dale corré, corré ... Tropezando con su vestido largo que se le enredaba entre las piernas Paty
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cayó una y otra vez , mientras el miedo aumentaba su fatiga y su rezago en el duro trayecto hacia la liberación que buscaban, así Nahuel intentase sostenerla con sus brazos . -No puedo más Nau ..., no puedo ..., salvate vos ..., andá, andá ... -¡No Paty! Ni loco te dejo, no me hagas esto – le suplicó llorando . -Es que no puedo más ...tengo las piernas duras ..., no las puedo mover Nau, te juro que me falta el aire ... -Yo no te dejo, si nos salvamos nos salvaremos juntos ..., dejame ver si hay algún lugar para escondernos por un rato . Vení, apoyate en mí, daremos unos pasos más ... -¿Adónde querés ir? -Lo único que nos queda es escondernos entre esos malditos cardos así nos llenemos de espinas . -Tengo barro por todos lados Nahuel ... -¡ Terminá de pensar en eso! -¡Perdí todo nene! Mi paraguas, la mochila nueva, los libros, mi capelina ... si no nos matan éstos me mata mamá cuando sepa . -¡Ah! Mirá vos, si llegamos vivos se alegrará de vernos, vas a ver . Ahora prestá atención, yo abriré paso porque tengo puesto mi impermeable de plástico y creo que no me pincharán los cardos, además me subo la capucha y tengo puestas las botas y el pantalón de lona, ¿ ves o no ves? -Siiiii ... ¿qué me querés decir dale? -Qué sos vos la que está mal toda desnuda con ese mamarracho de vestido ... -Sos malo ...- protestó Patricia . -¡Basta de lloriqueos Paty! Te explico otra vez, yo voy adelante abriendo paso y vos caminás bien pegadita a mí .¡Mirá donde ponés los piés! Fijate como está la tierra, barro lleno de ramas con pinches y con esos zapatos que te pusiste , ummmm, si te pinchás aguantá sin gritar, ¿estamos? Sujetate de mi espalda, vamos ... Metiendo sus manos dentro de las mangas el niño fue abriéndose paso entre cardos y espinillos, hasta que recorridos unos metros decidió detenerse . Los matorrale los tapaban hasta la cabeza y Nahuel se sintió perdido . Los dos sentían calor y sed, estaban muy cansados y se pusieron de acuerdo para esperar unos minutos sentados entre las espinas . El sonido de un motor les dijo que un coche se acercaba .
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CAPITULO 12 : PRISIONEROS El calor y la humedad crecían con el mediodía; dentro del galpón los tres hombres transpiraban en su intento de querer contactarse con la organización que secuestraba niños, que serían enviados al exterior . -¡ Qué diablos pasa con éste transmisor! –protestó iracundo el llamado Gringo, quitándose la camisa transpirada . Sin pensarlo dos veces lo imitaron sus cómplices, quedando los tres con el torso desnudo que secaban del sudor con la ropa que se quitaran . -Esto es un horno y ni se nos ocurrió traer un poco de agua fría – dijo uno . -Creí que con la tormenta de anoche iba a refrescar – le respondió el chofer, mientras el Gringo vociferaba palabrotas contra las interferencias del transmisor que intentaba componer . -¡Dejá de decir boludeces! ¡Empezá a hacerte cargo de algunas cosas infeliz! Si éste va a ser nuestro centro de operaciones ocupate vos de registrar las necesidades ¡idiota! -¡Pará con los insultos y los mandoneos vos, ¿ quién te pensas que sos? – le contestó prepotente el otro . -¡No te hagas el canchero! Si no fuese por mí estarías muerto de hambre infeliz, vos y ése chofer enclenque que trajiste . -Yo no dije nada jefe – se apresuró en defenderse el chofer . -Ni se te ocurra abrir la boca porque te mato, acá las reglas se aprenden de memoria y será mejor que metan mano para ayudar, ¡muévanse! -Terminá de hacerte el mandón Gringo y concentrate en ese aparato de porquería – le espetó el otro . -A ver ... ¿no escuchan el motor de la avioneta? – preguntó impaciente el jefe. -Yo no escucho nada, algo anda mal ... -¡La gran puta ...! ¡ No puedo creer que tenga que quedarme esperando en esta desolación y con esos dos gusanitos a cuesta! ¡Ya veo la que se viene! ¡la piojosa ya dijo “tengo sed...” ,después dirán que tienen hambre o que quieren hacer pipi ¡no señor! ¡Si la avioneta no se los lleva hasta las cinco de la tarde los liquido y los tiro entre los yuyos! -¡Eh viejo! Me parece que te estás pasando de rosca. Los secuestramos para venderlos, no para matarlos ...¡ Te lo digo de verdad ché, yo no mato niños! Protestó el otro indignado mientras el chofer se paseaba nervioso . -¡No me provoques negro de mierda, si decís otra palabra te vacío este chumbo entre los sesos! Miralo, ¿ querés que te lo arrime? Con gesto receloso el otro delincuente sacó un cigarrillo, lo encendió y se cruzó de brazos apoyándose contra la pared de chapas .
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Sólo el ulular del radio transmisor se escuchó en el galpón, todo era tensión. Nervioso y acalorado, el Gringo se levantó para encarar a su cómplice . Saliendo hacia la covacha donde suponía tener atados a los niños, le dijo al otro que permaneciera junto al transmisor . No tardaron en escuchar sus gritos desaforados al advertir la desaparición de los menores, mientras disparaba a mansalva entre los matorrales que rodeaban el lugar. -¿Qué hacemos Juan? – le preguntó al chofer. -Si salimos éste es capaz de dispararnos, está loco ..., nunca conocí a un tipo tan fiero, mirá, cuando se le vacíe el arma nos asomamos . -¡Ustedes dos! ¿no escucharon? – preguntó enfurecido el Gringo entrando otra vez al galpón, mientras guardaba su arma en la cintura . -¡Qué querés viejo! Justo parecía que me enganchaba la comunicación, no ... parece que sigue muda – dijo el otro simulando . -¡Salgan, salgan! ¡son un par de imbéciles! ¡ni advirtieron que los mocosos se escaparon,claro! ¡vámos al coche papamoscas, tenemos que encontrarlos! -No deben estar lejos ...- dijo Juan arrancando su coche . -¡Miren para todos lados, deben estar entre los matorrales! -Acá son todos cardales Gringo, ¿quién entraría por ahí? -Estamos llegando a la ruta, ¿ qué hacemos jefe? – preguntó el chofer . -¡Pará! Vamos a revisar por los costados del camino, ¡síganme! -Qué querés que te diga Gringo, otra vez te estás equivocando, para mí, los pibes deben estar alrededor de la casa y mejor volvamos y revisamos ahí . -¡Yo los huelo por éstos lados! ¡Búsquenlos entre los cardos! ¡Los dos! Los alaridos del jefe llegaron claramente hasta el lugar donde Nahuel y Patricia permanecían escondidos . La pequeña se abrazó a su hermano sollozando, mientras él la sostenía con cariño y no menos temor . -Si te quedás quieta y calladita no nos descubrirán – le dijo sintiendo como corría el sudor por su cuerpo, demasiado abrigado con su impermeable . Apretujados, volvieron a escuchar las voces de los forajidos . Eran dos los que peleaban mientras el otro trataba de tranquilizarlos. -¡Por discutir vas vos primero! – le gritó a su socio . -¡Te podés morir esperando hijo de perra! ¡Entrá vos si querés llenarte de espinas! -¡Pare viejo! ¡ éste tiene razón! – intervino el chofer - .Si le gustan los cardos entre usted primero,¿no vé que estamos en cueros? -¡Par de cagones ...! -¡Pensá lo que te antoje! – le respondió el otro -,¡A mí este asunto nunca me gustó y el que saca la mejor tajada sos siempre vos! ¡Arreglate viejo! ¡Yo me largo y metete vos si los querés encontrar! ¡Yo me largo! -¡Hijo de perra! ¡Volvé por qué te mato!-amenazó apuntándole al pecho.
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-¡Desgraciado! ¡Volvé porque esto te costará caro! –gritó apuntándole a la cabeza . -¡ Qué amenazás! ¡Vaciaste el arma allá en los matorrales! ¿lo olvidaste? -Eso es lo que creés, me queda una bala y será para vos guacho – dijo el jefe entre dientes mientras gatillaba . El otro cayó fulminado sobre la calle barrosa frente a la mirada atónita del chofer . -¿ Qué ..., qué hizo Gringo? – le preguntó tembloroso . -Si no querés que te vuele la tapa de los sesos a vos también te quedás calladito viejo, me queda otra bala en el cargador y tengo para reponer, ¿está claro? -Si..., si ..., ¿ qué quiere que haga ...? -Arrastralo hasta los cardos pero ocultalo bien, está muerto y ésa será su tumba . -¿ Lo piensa dejar ahí? –se animó a preguntarle Juan . -¡ No, si le voy a hacer un velorio con corona y todo! ¡Movete, hacé lo que te dije! -Pe ..., pero ...no se puede dar un paso entre esos cardales ... Sin miramientos, el Gringo, con su cara rugosa y sus ojos torbos desefundó el arma apuntando al hombre, mientras le decía ¡elegí! -¡ Por favor, no! Tranquilo, tranquilo ...,ya voy ... Rechinando los dientes tomó al muerto por los piés arrastrándolo unos metros entre la maleza, mientras sentía como las malas hierbas arañaban su torso desnudo y el rostro . No soportando ya el dolor, le preguntó a los gritos al jefe si estaba conforme que lo dejase en aquel lugar, cosa que el Gringo aceptó ya que no lo veía desde la calle . Juan salió como pudo, sangrando por los pinches que tenía incrustados en la piel preguntándole que seguirían haciendo. -¡ Vamos para la choza! ¡Se me pudrió el negocio! – contestó iracundo . Mientras tanto Patricia y Nahuel, mudos de espanto, escuchaban alejarse el vehículo . - ¿Qué fue ese ruido fuerte Nau? – preguntó Patricia a su hermano . -Un disparo ..., un tiro de revolver ...¿qué habrán hecho? -¿Se mataron entre ellos? -Supongo que puede ser, o tal vez fue un tiro al aire para asustarnos . Si volvieron a la casa saldrán otra vez a buscarnos..., tal vez estén por ahí esperando que salgamos ...no sé Paty, no sé ..., ya descansamos bastante, será mejor empezar a correr otra vez ... -¿ Y por dónde? No se ve nada ...
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-No llores Paty, dame la mano y mirá ...por donde pasamos los cardos están como aplastados, ¿ves? -¿Y si nos perdemos más ...? -¿Querés que nos sorprenda la noche en este lugar? Seguí detrás de mí . -¡Ay! Algo me pinchó el pie – gimió la niña deteniéndose . -¡No te lo dije yo! ¡es por esas sandalias de porquería que te pusiste, dejame que te miro ... -¡Ay! ¡me pincha, me pincha! -Callate, puede que alguno ande por ahí, nos pueden descubrir ...no sé como te voy a sacar las espinas yo . Para suerte de los dos, sólo dos espinas se habían incrustado en el talón desnudo de la niña y Nahuel logró quitárselas aliviando su malestar . -Fijate donde metés los piés nena ... -Y vos caminá más despacio tonto . -¿No tenés miedo que vuelvan? Yo sí, nos van a matar nena ..., mirá, llegamos a la calle de barro . -¿Habrá una ruta? -Me parece verla desde aquí, pero tenemos que correr sin parar si queremos salir de esto . Veo pasar coches ...,o camiones ..., no sé, creo que álguien nos querrá llevar a otro lado, ¿ no te podés levantar un poco la pollera para no tropezar? -Porqué no me ayudás a sujetarla con el lazo ... -A ver ...voy a poner el ruedo junto al lazo, así, listo ... Con sus piernitas flacas al aire desde las rodillas, Patricia siguió corriendo junto a su hermano, mientras el ruedo se descolgaba desde la parte de atrás del vestido . -Se me está cayendo otra vez, tenés que atarla más fuerte Nau ... -¡Ufa! ¡No te aguanto más nena! ¡Vení, vení que te arreglo...! – le gritó temeroso de encontrarse con los secuestradores . -Nau ...-¿Qué querés ahora? -Mirá ..., eso ¿no es sangre? ¿ será por el tiro que escuchamos? -¡Ay, si...!! Fijate ... parece que lo arrastraron ..., la sangre llega hasta los cardos, vayamos a ver ... -¿Estás loco? ¡No, no quiero, ya estamos a un paso de la ruta Nau ...! En cuestión de segundos el niño encontró el cuerpo del delincuente que, boca abajo, bañaba los cardos con su propia sangre .Estaba seguro que era uno de ellos, pero no al que le decían “jefe”, y tampoco era el chofer . -¡Te mataron viejo! ¡Tus amigos te mataron! – dijo el niño recordando el maltrato que ése le había prodigado, cuando sintió que una mano lo apresaba. .
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-Por... favor ...a ...yu,da, me...- rogó el moribundo . -¡No, no, usted y ellos nos quieren matar ...! ¡Asesinos! -El Grin...go ...es , un, lo ...co ...per... do,na, me ...pibe ... -¡Nahuel! ¡ Vení de una vez que tengo miedo! –gritó Patricia . -¡Suélteme! ¡Yo no puedo hacer nada por usted! ¡Yá voy Paty! -Ayu,da, me ...- balbuceó el delincuente soltando la mano del niño -,me, dis, paró ... en el ...cos...ta,do , quiero ... en, de, re, zarme ... Impresionado, Nahuel, en un gesto de piedad y con un descomunal esfuerzo, lo hizo girar sobre si mismo, lanzando alaridos de dolor que llegaron a los oídos de Patricia . -¿Qué estás haciendo Nau? – preguntó la niña ignorando lo que sucedía . -¡Quedate donde estás! – le ordenó el niño mientras el herido iba quedando boca arriba, mostrando su rostro y el torso manando sangre -. ¡Qué horror! Exclamó el niño tapándose la cara con ambas manos . -¡Apurate Nahuel! ¡ Veo venir el coche! ¡Por favor vení! ¡Vení...!- suplicó su hermana presa del pánico, mientras el moribundo clavaba sus ojos en el niño en un último intento por aferrarse a la vida . -No puedo hacer nada por usted, primero está mi hermanita – dijo Nahuel abandonándolo en su desgracia , mientras Patricia se aferraba a su mano obligándolo a seguir con la desenfrenada carrera . -¿Los viste? Vienen detrás nuestro ...- le avisó jadeante por tanto esfuerzo . -Estamos perdidos ...ahora si que estamos perdidos ... se lamentó Nahuel tratando de poner alas en sus piés . -¡Ahí está la ruta Nau! ¡quiero llegar y que alguien nos salve ...! Pisando barro y pozos resbalosos, los niños sintieron el sonar del motor muy cerca de ellos sin que tuviesen la posibilidad de hallar ayuda .La frenada chirreante del vehículo les estalló en la cabeza, al tiempo que el Gringo y el chofer descendían apresándolos entre sus rudos brazos. Sin parar de castigarlos con sus manazas, el jefe los introdujo otra vez en el interior del coche, maldiciéndolos hasta desmayarlos, mientras el chofer ejecutaba una violenta maniobra para regresar a la covacha donde los tendrían prisioneros hasta que llegase la tan esperada avioneta . -¡Bajá y llevá a la piba que yo me encargo de éste! – le ordenó al chofer . -¿Dónde los metemos jefe? – le preguntó Juan muy asustado mientras la sangre de los rasguños que se hiciera con los cardos y espinillos se mezclaba con el sudor de su torso desnudo . -¡Esta vez se jodieron! ¡Van derechito al sótano! – contestó en tono morboso . -¿Al sótano? ¿ hay un sótano ahí? – preguntó Juan desorientado . -¿Y qué? Ya verán lo que les espera a éstos ...¡Seguime y no sueltes a la pendeja!
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Sujetando a Nahuel a las rastras por el cuello con uno de sus brazos, el Gringo se dirigió a una puerta posterior de la casa y girando la llave la abrió . Un repugnante olor a humedad fermentada subió desde el interior del oscuro subsuelo pegándoles en el rostro .El niño, reaccionando, abrió desmesuradamente sus ojos, mientras un aterrado ¡no! escapaba de su boca . Apenas se divisaban los primeros escalones de madera sucios y enmohecidos, que no se sabía donde terminaban. En ese lugar,el mal olor se sumaba a la oscuridad más intensa . Suplicando le prometió no volver a huir, pero que no los dejasen en aquel terrorífico lugar . -¡Maricones! ¡ Esto es lo que merecen antes de morir! – le enrostró al niño sin piedad . -Jefe ..., no va a dejarlos ahí ¿no? este lugar es horrible jefe ..., son pibitos ...objetó el chofer Juan mientras sostenía a la nena que no cesaba de patalear entre sus brazos, ya despierta del desmayo que le ocasionaran los golpes del cruel Gringo . -Callate si no querés que te pase lo mismo que al otro – le respondió alterado -Está bien jefe, vamos nena ... no me pegues más patadas que yo cumplo órdenes, la verdad lo siento ...- le murmuró temeroso de ser escuchado por el Gringo, que desoyendo las súplicas de los hermanitos, dictaminó arrojarlos sin contemplaciones . -Se les van a quebrar los huesos jefe, mejor porqué no los sentamos en uno de estos escalones de acá arriba? -¡Qué me importa si se les rompen los huesos! ¡Qué se mueran ahí adentro! ¡Salí! ¡Correte que voy a tirar a éste primero! – gritó haciendo caso omiso a los ruegos de los chicos . -¡Espere,espere jefe! ¡Puede ser que vengan por ellos todavía! ¡Escuche ...! ¿no es el ruido de una avioneta? - Me hacés dudar ché ... ¡Largá a la tarada ésa! – dijo el jefe soltando a Nahuel sobre el tercer escalón, que apenas si logró sostenerse para no rodar . Abandonados sobre la oscura escalera, la puerta se cerró tras ellos dejándo a los niños en un llanto sin consuelo . Nahuel sentía el temblor agitado por la histeria que consumía a su hermanita y trató de apaciguarse para calmarla con palabras de ternura , así, Patricia comenzó a dormirse sobre el pecho de su hermano . Por más que intentase ver como era ese lugar, era imposible para el niño distinguir algo y lo escuchado esa mañana retornaba a su mente . “Les quitarán el corazón, los pulmones, los riñones ... cuando los hayan cortado en pedacitos les darán sus huesos a los perros ...” Ni su mamá les había hablado así cuando renegaba que hubiesen nacido .
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Ese hombre al que le decían Gringo o jefe, había dicho que le darían mucha plata por ellos, contrariando a su madre, que les había gritado cierta vez que él y su hermana no servían para nada. ¿Cómo entender tanta contradicción? ¿Qué tenían él y Patricia para que los tratasen así? Cansado y sudoroso advirtió que sentía un vacío en el estómago . Ignoraba la hora, pero no era difícil calcular cuanto tiempo había pasado desde que salieran de su casa al amanecer y sin desayunar . (Debe ser mediodía ya) pensó afligido . Fue entonces cuando escuchó la voz aletargada de su hermana . -¿ Por qué está tan oscuro...? -No tengas miedo, quedate quieta que yo te estoy cuidando –la consoló Nahuel reprimiendo su angustia . -¿Dónde estamos Nau...? Yo quiero a mi mamáaaaa...- reaccionó llorando. -No te muevas Paty, tengo miedo de caernos y no sé que hay abajo – le pidió sintiendo que el terror quería doblegarlo . -¡Ay! ¡Algo me camina por la pierna Nau! ¡Me asusta Nau ...! -¡No, no...! Tranquilizate, será un bichito ...,mejor pasate la mano por donde te molesta y verás que se vá . ¿Podés enroscarte bien el vestido entre las piernas? Así no van a picarte, dale ..., que olor a podrido que hay acá ... -Si ... hay un olor asqueroso ... Nahuel ..., ¿nos habrán abandonado? ¿qué nos vá a pasar ...? ¡Quiero a mi mami...! ¡Abuela ...Zuly ...! ¡Tengo miedo ... vengan por favor ... quiero salir de aquí ...! –gritó en estado de pánico mientras Nahuel se esforzaba en sostenerla pensando que ella podía rodar cuesta abajo, sin saber donde caería . -¡Basta Paty, calláte de una vez ...me parece que estamos muy lejos de casa y no escucharán tus gritos ni mamá, ni Zuly, ni la abuela! ¿entendiste? Divagando y presionados por el terror, se contenían abrazados entre telarañas y bichos que los rozaban produciéndoles escozor, sumado a la oscuridad que no les permitía saber que había a su alrededor . -¡Sacame de acá Nau ...! ¡ Ay! Algo me está picando ..., me pica por todos lados ... – gimió Patricia dándose manotazos a diestra y siniestra , como si se hubiese sentado sobre un hormiguero . -Te voy a dar mi impermeable para que te cubras mejor Paty – le dijo como consuelo . -¡No! ¡No me sueltes Nau que me voy a caer! -¿Qué hago? ¿Qué hago...? – sollozó el niño junto al lamento de su hermanita , mientras sacaba un bicho que al tacto le asemejaba a una cucaracha que intentaba introducirse por su cuello . -Tengo hambre y sed Nahuel ... -Yo también ... -¿ Nos traerán comida?
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-Si nos dejaron abandonados moriremos de hambre y sed Paty, esto es lo peor, casi peor que estar en este horrible lugar ..., no sé cuanto podremos aguantar ... -¡No,no y no! ¡Yo no quiero morirme! ¡Quiero ir con mi abuelita ...! Mezclando sus lágrimas mientras se quitaban los bichos que les caminaban sobre el cuerpo, trataban de no moverse del escalón donde los dejaran . Poco a poco sus ojos fueron daptándose al lugar y Nahuel descubrió un pequeño orificio en el techo, por donde se filtraba un delgado destello de luz . -Mirá Paty ..., ¿vés allá arriba? – le dijo alzando su barbilla . -Ahhhh ..., parece una ventanita ... entra un poquito de luz ... -Se vé un poco más ¿viste? ¿ qué serán esos bultos que hay abajo...? -¡Ni se te ocurra bajar! Mirá que larga es esta escalera ... -Si ..., ni se ve el fondo ... si nos caemos nos matamos... Paty ... pienso que si gritamos juntos tal vez vengan a ayudarnos, yo tampoco aguanto más en este pozo, pidamos agua juntos gritando lo más fuerte que podamos, agua y pan, dale ...yá, ¡Agua! ¡Agua y pan por favor!!!!!
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CAPITULO 13 : EL CHOFER El transmisor daba señales de una incierta comunicación .El Gringo y el chofer alternaban los auriculares, esperando que las voces entrecortadas se despojasen de interferencias . -Algo anda mal –le dijo el Gringo a Juan – no puede ser que no hayan llegado aún ... y esas interferencias ... -Ya revisé las conecciones y está todo bien aquí, no sé que más hacer jefe ... -Aguantaremos un poco más, pero ni pienso pasar la noche en esta cueva. Prepará algo de comer porque tengo hambre . -¿Qué prepare algo ...? pero ... ¿adónde hay comida acá? Yo no traje nada porque el otro ..., el que usted mató ..., me dijo que era un viaje de ida y vuelta. -¡Puta carajo! ¡No me pudo tocar dos imbéciles más grandes que vos y el otro! -No se enoje jefe, voy a revisar las mochilas de los chicos, tal vez traían algo para masticar ... -¿Y dónde las metiste? -Quedaron en el otro cuarto, sobre la mesa ... -¡Yá tenías que estar revisándolas inútil! ¡Movete! -Ya voy ..., ya, ya voy ... – le respondió saliendo a los tropezones para entrar a la casucha, mientras murmuraba su arrepentimiento por haberse metido con semejante individuo . Atravesando la puerta de entrada de la casucha, lo primero que llegó a sus oídos fue el lamento de los niños pidiendo pan y agua, sintió entonces un profundo dolor en el pecho, mientras su conciencia le reprochaba como había podido caer tan bajo . Advertir las mochilas sobre la mesa distrajo sus preocupaciones y fue directo a revisarlas. Un poco de ropa, cuadernos, libros, lápices de colores, lapiceras y también unas chinelitas de entrecasa eran todo el contenido .Un llavero con la cara de Mikey se encontraba en la mochila del chico y supuso que serían las de su casa . Decepcionado por no encontrar algo comestible en las mochilas, se preguntó como se lo diría al jefe con su mal humor, capaz de meterle un tiro como al otro . El también sentía deseos de comer algo y las criaturas estaban desesperadas por un poco de agua ... Desechando los gritos de los niños regresó temeroso hasta el lugar donde el Gringo insistía en procurar conectarse con la peligrosa banda de secuestradores . -¿Escuchás? – le preguntó entregándole los auriculares . -A ver ..., no ..., sólo escucho un zumbido ... –contestó temeroso. -Volvió a perderse la comunicación, decían algo sobre un accidente y que tenía que esperarlos .¡Esperar cuánto! ¡Están locos!
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-Se vé que no están bajo nuestro pellejo – masculló el chofer tratando de mostrar adhesión con su jefe . -¡Trajiste comida! -¡No! ¡Mala suerte tenemos! Sólo traen libros los estúpidos esos – le contestó temiendo las represalias del hombre . -¡Qué bronca! ¡Vámos! ¡Llevame hasta el pueblo más cercano! Con este cambio de planes tenemos que comprar bastante comida y unas damajuanas de vino, ¡dale, poné el coche en marcha! -Haría falta un poco de leche para los pibes, ¿no le parece? -¡Qué! –gritó el aludido con sus ojos inyectados en sangre - ¡Qué te pasa ...! ¿No querés que les traiga un juego de té de porcelana también? ¡Será mejor que cierres la bocaza que tenés y vamos de una vez! Juan se encogió de hombros sintiendo la morbosidad de sentimientos del tipo. Lo había conocido por casualidad en su búsqueda deseperada de trabajo como chofer, que era lo único que había hecho en su vida. Pensó en su mujer y sus cinco hijos ; seis bocas para alimentar y una precaria vivienda en la villa 31, donde los malandras se movilizaban en coches último modelo . Así lo encontró el otro días atrás en un bar, cuando desesperado le comentó su falta de dinero y que era capaz de cualquier cosa por su familia . No tardó en surgir la oferta, era un viaje secreto y peligroso, donde el jefe de una banda que secuestraba chicos pagaba muy bien, pero no perdonaba deserciones ni infidencias . -Que te quede claro Juan, si lo batís te asesina a toda tu familia delante de tus ojos y luego te la dá a vos . Su necesidad selló el trato sin medir las consecuencias, pero al recibir la mitad del dinero y llevarlo a su mujer que ni preguntó como lo había conseguido para correr al mercado abasteciéndose de lo necesario, se sintió justificado . Fue cuando recordando el hambre de sus hijos pensó en los niños que tenían encerrados en el tétrico sótano muriendo de inanición. Un malestar en el pecho le subió a la garganta produciéndole un ahogo de repugnancia, por la forma en que sabía estaba colaborando con semejante delincuente . Los niños necesitaban comer y de algún modo se las arreglaría para alimentarlos . Al subir a su coche se escuchaba vagamente el grito de los niños, sin que el Gringo demostrase preocupación alguna, ya que estaban en un lugar desierto y nadie podía oírlos. En silencio emprendieron la marcha, hasta cruzar el charco de sangre que dejara sobre el camino el otro delincuente asesinado a sangre fría por el jefe . -Yo no conozco esta zona jefe, para donde vamos, hacia la izquierda o la derecha ... -Hacia la derecha, ahí hay un pueblo chico .
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Como a las perdidas, una que otra casa rodeada de campos y arboledas se veían al costado de la ruta . Una gasolinería atrajo la mirada de Juan, que le sugirió al Gringo sobre la conveniencia de recargar el tanque de nafta . -De acuerdo – le respondió el hombre-, de paso preguntamos por una despensa, ellos deben saber donde habrá alguna por aquí .¡Tomá! llevá la plata y encargate de todo porque yo no bajo, no quiero que me vean y ¡vos! No te quites los lentes oscuros ni la gorra, ¿entendiste? - Si, si jefe ...- le contestó sin dejar de sentir que podían estar buscándolos y era él quien se exponía, respirando tranquilo al regresar con las bebidas y alimentos que el Gringo le ordenó descargar en la mesa de la casucha . -Prepará unos buenos “sanguches” y traeme el vino – le dijo a Juan mientras iba hacia el galpón, impaciente por lograr la comunicación con los de la avioneta . Mientras preparaba el almuerzo para él y el jefe, escuchaba el lamento de los niños metidos en aquel inmundo sótano, muy cercano de donde se encontraba . Tentado estaba de hacerles a ellos primero algo para comer, pero el temor a la ira del mafioso paralizó sus deseos. Presuroso cortó los panes para rellenarlos de fiambre y queso que, junto a las botellas de vino y dos jarros, llevó hasta el galpón donde estaba el Gringo . -¿ Me pareció o compraste tambíen una botella de agua? ¡No sé para qué!el vino se toma puro, a lo macho y mejor será que traigas la damajuana porque yo no hago nada con una botella . -Si , si ... claro, ya le traigo la damajuana jefe, el agua es para el mate ¿vió?mintió Juan cuando el agua la había comprado pensando en darle a los niños . -¡ Pero ché! ¿ no viste que hay una bomba de agua ahí? - Me parece que saca agua sucia jefe, ese bombeador debe estar sin usar desde mucho tiempo ...- aclaró Juan. -¡Má si! ¡me importa un cuerno! Ahora si que estoy bien con la panza llena y el vinito que me chupé, me falta una siestita no más. ¡Sacudí ese catre que me voy a recostar! ¡Estate atento al transmisor y campañá por afuera! Si hay alguna novedad me llamás sinó no me jodas, ¿hablé claro? Juan frenó su impulso de preguntarle si lo dejaba darles de comer a los chicos, seguro que el Gringo le haría un escándalo, era mejor obrar por cuenta propia. Temeroso de ser descubierto se acercó a la puerta llevando pan, queso y la botella de agua, al girar la llave la puerta se abrió y ahí estaban como pollos asustados, abrazados , llorando sobre el primer escalón . La luz repentina los encegueció y restregaron sus ojos hinchados por tanto llanto. Juan les hizo un gesto de silencio mientras pensaba lo bonitos que los viera esa mañana y el estado deplorable que lucían en ese momento . -Déjenos ir señor ...- suplicó Patricia con voz reseca y débil .
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-Shhhhh..., no hablen –les pidió el hombre . -Tenemos sed y hambre ... por favor ...- murmuró Nahuel . -Por favor señor ... llévenos con mi mamá ... tenemos miedo y ...-dijo sollozando Patricia , frente a la impaciencia del chofer . -Calma pibes, ya veremos, les traje algo para que coman y una botella de agua, más no puedo porque si el jefe se entera me mata. Tengo que irme volando ... ¡Ah! Les dejo mi linterna para que no estén tan a oscuras les prometo volver cuando pueda, quédense calladitos ¿eh? -¡No se vaya! Quiero ir al baño ...- suplicó Patricia . -¡Ni loco! No puedo nena, confórmense con lo que les traje – respondió el hombre afligido por los niños . Escuchar el lamento de esas criaturas le dolió en el pecho. No se le pasó por la mente que esa canallada sería como lo estaba viviendo él mismo . Así, con su propia congoja cerró la puerta en las narices de los pequeños, que le rogaban los dejase salir . Ni a sus hijos con toda la miseria en que vivian, los vió nunca así . Las mochilas bailotearon frente a sus ojos haciéndole pensar cuanta falta les haría a sus hijos. Podía repartir entre ellos y sobraba ; la rosa sería para Carmelita y la otra para Gregorio . El paraguas estaba roto pero seguro él podría arreglarlo para Lucrecia y el sombrerito para María . Los libros y lápices podían repartirlos entre los cuatro, ya que el último, por ser el más chiquito, iba a ser feliz con el llavero de Mikey y ¡qué decir de su mujer! Ni se iba a preguntar de donde había sacado él todo eso . Así, divagando, se puso a acomodar los alimentos sobrantes tapándolos con el mismo papel de los envoltorios para aislarlos de los insectos que pululaban alrededor. A escasos metros estaba su coche bajo la sombra de un árbol. Abrió la baulera y colocó con cuidado las mochilas de Patricia y Nahuel, para luego tenderse en el asiento posterior a descansar un rato . El calor persistía procreando insectos bajo el cielo plomizo, donde nubarrones oscuros iban en direcciónes desconocidas . Sobreviviendo al terror del encierro, los hermanitos se apoyaban mutuamente mientras devoraban el pan con queso que les trajera aquel extraño chofer . La linterna les producía un poco de alivio dentro de aquel sótano espantoso y tal vez el hombre quisiera ayudarlos a salir, fue su opinión . -No te tomes toda el agua – le dijo la niña a su hermano . -No ..., es una botella grande pero igual tenemos que hacerla durar, ¿quién sábe si nos trae más? - Me lo comí todo – dijo Patricia pasando su mano pequeña por la boca -, podía haber traído una servilleta de papel ¿no? -Estás loca ..., no sé como nos dio esto .
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-Ese hombre parece más bueno que los otros . -No lo creo ..., son asesinos por más que nos diese algo de comer . Si pudiésemos salir de aquí ...- le sugirió Nahuel . -¿ Volver a escapar decís? -¡ Y qué te parece! ¡No se me ocurre que quieras quedarte! -¡ No! ¿estás loco vos? Pero ... ¿por dónde vamos a salir? Nahuel alumbró el sótano con la linterna, para descubrir que era peor de lo imaginado . Estrecho, profundo, lo que sería el piso estaba lleno de basura y cajones de madera, más los bichos que se desplazaban por todos lados . Peor fue observar el techo, tan cercano a sus cabezas, desde el que pendían gran cantidad de telas de araña por donde los insectos bajaban, para enredarse en sus cabellos o caminar por sus cuerpos picándolos sin piedad . Observó a su hermana manoteando su largo pelo, como si los bichos buscasen refugio entre sus rulos negros y sintió espanto, cuando él mismo se quitaba una cucaracha de la cabeza . Patricia no cesaba de llorar mientras decía, “me pica, me pica”. No había forma de ahuyentar a los habitantes mugrosos del sótano, que parecían olfatearlos como al alimento más selecto. -Tengo que ir al baño Nau ...- le dijo Patricia . -También yo, pero acá no hay y ésos no nos prestan atención . -No aguanto Nau, me hago pis encima – sollozó avergonzada . -Yo no te miro ..., bajá unos escalones y arreglate ahí . Te alumbreo para que no te caigas pero ya te dije que no te miro, tené cuidado . El sólo hecho de sostener su largo vestido y bajar su ropa interior en aquel inmundo lugar le erizó la piel . -¿ Con qué me limpio? – le preguntó con timidez a su hermano . -¿No tenés tu pañuelo en el bolsillo . -Si, pero es chiquito – respondió incómoda . -¡Uf! Arreglate nena, ¿no vés que no tenemos nada en este maldito sótano? Pasados unos segundos Patricia volvía al lado de su hermano, con el fastidio lógico por la falta de higiene a lo que estaba acostumbrada . -Estoy toda sucia ..., me siento olor feo y me da asco Nau ... -¿Querés que te eche un poco de agua para enjuagar tus manos? – le preguntó en un intento por consolarla . -Bueno ..., pero no gastes mucha . La vió secar sus manos con la pollera del primoroso vestido que luciera esa mañana, que ahora parecía un trapo sucio de barro y bichos que no la dejaban de molestar . Con preocupación le pidió que ahora ella sostuviese la linterna para bajar él unos escalones, para sus propias necesidades . (Tenemos que salir de este sótano), pensó una vez más intentando ver la hora en su reloj pulsera, que para su desgracia ya no estaba .
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CAPITULO 14 : LA PATENTE El amanecer, encarando a otra mañana, avanzaba sobre el día . Otro día despertando al movimiento, a las preocupaciones, a las ambiciones ... Zuly fue la primera en abrir los ojos desorientada al verse incómoda sobre un sillón, que no era su cama . Se tomó la cabeza entre las manos tratando de hilar sus pensamientos . El maullido de Gira la trajo a la realidad golpeando su corazón. -Con tanto calor y vos durmiendo encima mío -. Le dijo bajándola al piso ¡Ay! Me duele todo el cuerpo, no puedo enderezarme Dios ... Con lentitud se fue sentando mientras el aturdimiento le recordó el sedante que había tomado la noche anterior, luego vió a Carla que seguía profundamente dormida muy cerca de ella sobre el diván . Como un pantallazo recordó, Carla ..., Carla ..., los niños ..., la abuela ..., aquella histeria general, el desconcierto, la angustia ..., ¿Dónde estaban Nahuel y Paty? ¿Cómo se resolvería semejante drama?¿ Acaso la policía los había encontrado y sólo esperaban el amanecer para entregárselos? Un fuerte mareo la obligó a apoyar la cabeza. Esperó que pasara con los ojos cerrados, cuando Gira volvía a saltar sobre sus piernas maullando y pidiendo salir al patio de la casa de María . Su amiga dormía . -Carla ...- murmuró en su oído tratando de no sobresaltarla . -Zuly ..., ¿ qué ... qué me pasa? Estoy muy mareada ..., no entiendo..., ¿qué hacemos aquí? – dijo forzándose por abrir sus ojos . -Carla ..., despertá despacito, no te alteres ..., me cuesta explicarte ...- le suplicó Zuly . -¡Mis hijos! ¡Mis hijos Zuly! ¡Me quiero morir! -Bueno ..., tengamos calma ..., pronto estarán con nosotras y volveremos a estar felices ..., pero hay que buscarlos Carla . -Pero ¿cómo? ¿ la policía no llamó aún? ¿todavía no los encontraron? ¡Noooo! ¡ Quiero morirme! ¡Quiero morirme!¡Desaparecieron mis hijos! Como enloquecida, Carla comenzó a caminar por el living golpeando su cabeza contra las paredes, espantada, Zuly no atinaba que hacer para controlarla hasta que la vió rodar por el piso, Carla aullaba de dolor . -Carla ... –le dijo con aflicción . -No ..., no trates de consolarme, es mi culpa ..., mi culpa ..., soy una madre desaprensiva ...¡nunca los cuidé lo suficiente!¡merezco este dolor! Zuly ... ¿y si el padre me los mandó secuestrar? -Pero parece que él no está en el país Carla, ¿olvidaste que fue lo primero que averiguó la policía anoche? -¡La policía! ¡Qué esperan para encontrarlos! ¿Qué hago Zuly ...?
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Tiradas sobre el piso eran la fiel imagen de la desesperación . Llorando juntas pasaron algunos minutos hasta que Zuly reaccionó y levantó a su amiga hasta sentarla en el diván donde había dormido . -¿ Qué hora es Zuly? –balbuceó Carla . -Las siete – le contestó ojeando su reloj . -Andá a abrir tu negocio Zuly ..., no vas a perder tu día de trabajo por mí, ya te causé demasiadas molestias ... -¿ Qué estás diciendo? ¡ni loca te dejaría!¿acaso pensaste cómo me siento yo? Para mí tus hijos son mis propios hijos, lo sabés ..., vos sos la hermana que no tengo ... -Lo sé, lo sé ...- dijo Carla volviendo a llorar -, les diste más amor y comprensión que yo ..., ellos te adoran ..., para mí sos la mejor ..., te quiero mucho Zuly ..., pero sé bien lo mala madre que fui ... -No hables así ..., tu severidad era sólo una excusa para disimular cuanto los amabas ..., algunas madres piensan que consentir a sus hijos es una forma de amor y no se dan cuenta que los maleducan, otras, como en tu caso, se muestran severas y hasta displicentes, pero los forman como personas respetuosas y el amor que sentís por ellos es igual de profundo . Ahora voy a decirte algo más práctico Carla, no podemos quedarnos llorando tanto dolor, tenemos que comenzar a movernos y ..., además hay que preguntar como sigue tu mamá ... -¡Por Dios! ¡Cómo pude olvidarme de ella! Si le pasa algo no me lo perdonaré ¡jamás! ¡Por Dios! ¿ dónde está internada Zuly? ¿y está sola? ¡Cómo, cómo! ¡No sé ..., no sé para donde correr primero Zuly! -Voy a pedirte que te calmes y me escuches ya que parece que soy la que está más serena ..., tengo los teléfonos y las direcciones de la clínica y la policía, en cuanto a tu mamá, la acompañaron dos vecinas y si seguía peor nos hubiesen llamado, yo tenía que cuidarte a vos por eso no fui, pero Perla y Luisa se ofrecieron de inmediato ya que son muy amigas con María , el teléfono no sonó Carla . -¿Lo habremos escuchado? Nos doparon con los calmantes ... -Si no fuese por eso no sé como hubiéramos pasado la noche, a la luz del día todo puede resolverse mejor creo ... -Si, salgamos yá – dijo Carla aprontándose a salir . -No, no ..., calmate ... -¿Qué me calme? ¿qué tengo que esperar Zuly? -Hacer las cosas en orden, no vamos a salir como dos locas. Mientras yo preparo algo de desayuno vos llamás al comisario, a tus vecinas, a la clínica y luego salimos donde sea más urgente . El médico de anoche me recomendó que las dos tomásemos estos comprimidos después del desayuno .
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-¡No me hables de desayuno ni de pastillitas Zuly! ¡Tomalos vos por que lo único que deseo es ver a mis hijos y a mi mamá! -¡Carla, no me hables como a tus hijos!¿ Resolverás algo si te repite la crisis histérica de anoche? No me lo hagas difícil por favor ..., a mí también me cuesta, no quiero que vayamos desmayándonos por ahí, ¡vas a desayunar conmigo quieras o no! Las severas palabras de su amiga, a quien nunca le escuchara levantar la voz, la sacudieron . Pálida y sin más objeciones fue hasta el baño . Su rostro en el espejo se veía desfigurado por tanto llanto y angustia, hasta que el remordimiento volvió a estallar en otra crisis que alarmó a Zuly . -¡Por qué no me corté la lengua antes de decir que no los quería! ¡Dije que no los quería volver a ver! ¡Qué no debí traerlos al mundo! ¡Ay,ay!!! ¡Qué dolor! ¡Qué mal los traté!!! Quisiera estar muerta ...muerta ... -No hables así ...- le suplicó Zuly entrando al baño, donde Carla se arrancaba los cabellos tirada en el piso .- Lo que pasó, pasó ..., así no arreglarás nada, vamos ...- le dijo mientras la ayudaba a llegar a la cocina . -Zuly ..., los cachetazos que les dí ..., pobrecitos ..., les dejé mis dedos marcados en el rostro a mi hijito ..., a mi nena ..., ¡qué maldita persona soy! -Si no tratás de superar tus remordimientos no podré ayudarte, yo me voy a buscarlos por mi cuenta . -¡No, no, no, no ...! ¡No! ¡No me dejes por favor! -Entonces terminá de decir tonterías y tomá el café con leche que preparé. Repitiendo como una letanía “no merezco vivir”, siguió a su amiga que la sentó junto a la mesa poniendo la taza entre sus manos . En silencio, bebieron de sus tazas una mezcla de alimento y dolor. Carla tragó como pudo el comprimido que le daba Zuly, para repetir temblorosa que no sabía que hacer primero .
-Tratá de comer unas tostadas con manteca que te preparé y yo hago los llamados – le dijo mientras observaba su mirada perdida . -Quisiera hablar con el comisario Farías por favor . -¿ De parte de quién? – preguntó el oficial . -Es por el caso de los niños Bindone . -¡Ah, si, si,! ¿Habla la madre? -No, soy su amiga, la que la está cuidando porque ella no está nada bien. Mire, necesito saber si los encontraron o si saben donde pueden estar . -Un momento que le habla el comisario . -Si, hola, buenos días señor, soy Zulema Novic y llamo de parte de la señora Carla Fressini, ayer desaparecieron sus hijos Nahuel y Patricia Bindone y queremos saber si tienen noticias de los nenes, la madre está desesperada . -Ya dimos la alarma hasta las fronteras señorita, seguimos investigando .
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Es un poco temprano todavía pero el patrullero que enviamos a la cuadra donde vive la familia, interrogó a unos vecinos que salían pasa sus trabajos y dijeron haber visto ayer a esa hora a los niños. Acá nos informan que esta persona dijo llamarle la atención por lo bonita que estaba vestida la niña siendo que llovía tanto y que notó que peleaban mucho entre los dos . Dicen que llevaban mochilas, el niño se cubría con un impermeable, pero la chiquita sólo con un paraguas del color de su vestido . Por ahora es todo lo que sabemos . -¿Nada, nada más? – preguntó Zuly . -Mire, nos están diciendo que vieron rondar un coche oscuro con vidrios polarizados que no es de la cuadra, eso no quedó claro aún . Le aseguro que se sigue investigando señorita. -Por favor comisario, estamos desesperadas, ¿ me entiende? -Por supuesto, se trata de dos criaturas desaparecidas y eso es grave .Cualquier novedad les informamos de inmediato, no se preocupe . -Gracias, no lo molesto más .- Zuly miró a Carla sentada como si durmiera, sin saber como informarle lo hablado con el comisario . -¿ Entendiste algo ...? -No ..., supongo que no hay nada, ¿no? -Es muy temprano ..., dijo que están rastreando el país entero pero debemos esperar ... Carla, peinémonos un poco y vayamos a la clínica a ver a tu mamá. -Mamá ..., pobre mi vieja ..., si, si, vayamos ... -¿Le llevamos algo de ropa? Puede necesitar ... -Si ..., buscá vos en su dormitorio ... -Mientras tanto peinate que tu cabeza parece un pajar, yo preparo un bolso . -Qué importa mi pelo ..., nada importa si les pasa algo a mis hijos ..., no los supe cuidar ..., es mi culpa ..., pobrecitos ...., ¿dónde pueden estar? La mujer volvía a sentir el efecto del sedante que le hiciera tomar Zuly y su apatía se acentuaba, algo que no hiciera ella, pensando que necesitaba toda su lucidez para ayudar a su amiga . Después de alisar los cabellos desgreñados de Carla porque la mujer no atinaba ni a sostener el peine, encerró a Gira en el interior de la vivienda dejándole algún alimento y un plato con leche y con su bolso y el de su amiga, más las llaves de la casa de María, casi arrastró a la desventurada madre hasta su coche . Un par de vecinas se acercaron sin aportar nada, más que hacerles preguntas que alteraron más a Carla y Zuly atinó a pedirles que vigilasen la casa dándoles su número de celular por si querían comunicarles algo . Así puso el coche en marcha hasta llegar a la clínica donde María permanecía internada .
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-Tratá de sobreponerte Carla – le rogó Zuly -, si tu mamá te ve así se pondrá peor y no creo que es eso lo que deseás ¿no? -No ..., quisiera controlarme Zuly ..., no estoy en condiciones de estar al lado de alguien que tuvo un pre infarto ..., pero ..., tampoco puedo abandonarla así. -De acuerdo, sólo te pido que le muestres tranquilidad porque ya saben donde buscarlos, le dirás que pronto estarán con nosotras, ¿entendiste? -Quisiera tener tu temple ..., sabés que no tengo fuerzas y me costará fingir . -Carla, si no te mostrás serena las enfermeras no te dejarán entrar a ver a tu mamá ..., vos elegís . -Si Zuly ..., no quiero que mamá empeore ..., que Dios me dé fuerzas ... Cuando María tuvo frente a ella a su hija, la emoción dio riendas sueltas al dolor que ellas sentían . Con presteza las enfermeras intervinieron apaciguando los ánimos y entre palabras de consuelo y esperanza retomaron la calma . En la sala de espera, Zuly aguardaba junto a una de las vecinas que cuidara a María durante la noche y estaba por retirarse a descansar , fue entonces cuando la joven entró a la habitación donde Carla abrazaba a su madre . -¿Cómo se siente María? – fue su saludo junto al beso que dejó en su mejilla . -¿Qué puedo decirte hija? Quiero irme a mi casa, no soporto estar aquí . -Ya hablé con la doctora Zuly, dijo que lo de mamá fueron los nervios y no es nada grave, están preparando el alta y la llevamos a casa . -Le trajimos ropa María, ¿se quiere cambiar?- preguntó la chica . -Bueno, si me ayudan ... Con cantidad de prescripciones las tres mujeres salieron antes del mediodía Llegando al hogar, Carla le ordenó ir directo a su cama, porque le habían indicado reposo y dieta sin sal . -Voy a preparar algo para las tres –dijo Zuly . -No te preocupes por mí, con una manzana es suficiente –respondió la abuela -Yo tampoco voy a comer Zuly, prepará algo para vos –agregó Carla acostándose al lado de su madre . -¡Escúchenme las dos! – protestó la joven -. Esto que nos sucede es muy grave, lo entiendo ..., sé como se sienten ..., como me siento yo sin tener lazos de sangre con los chicos ni con ustedes ..., pero ...¡sepan que yo también me siento muy mal! ¡Muy mal! ¡No puedo creer lo que está pasando! Yo amo a esos niños ..., los siento mis hijos también, ¡créanlo! Los quiero con toda mi alma y estoy sufriendo horrores pensando por donde andarán, pero les digo algo, ¡no me voy a quedar tirada sin hacer nada! ¡Recorreré las calles,iré a la televisión, a los diarios, ofreceré una recompensa a quien me informe así tenga que vender mi propio negocio! ¡No voy a dejar caerme de brazos!
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¿Entienden qué les quiero decir? Que voy a cocinar algo para las tres, así el bocado se nos atragante pero no se nos doblen las piernas, para no dar lástima, ¡para tener lucidez y buscar a nuestros niños así sea bajo la tierra! A su voz entrecortada por la emoción se sumó el llanto de Carla y su madre. Con el sabor salobre de sus propias lágrimas, Zuly salió del dormitorio de María y como si estuviese en su propia casa, conteniendo su congoja, buscó en la heladera algo para cocinar. En un taper encontró milanesas listas para freir, que seguro eran el almuerzo que María tenía preparado para sus nietos el día anterior. Sacó dos y un trozo de pollo y hortalizas que cocinaría para la abuela ; ya hervía el pollo cuando la voz de su amiga la sobresaltó. -¿Qué hago Zuly? Como si no pasara nada, le sugirió freir las milanesas mientras ella preparaba un poco de ensalada de tomates para las dos y hasta María se había levantado para poner la mesa. En cuestión de minutos las tres almorzaban en silencio. -¿Por qué no se quedó en la cama María? No nos costaba nada llevarle su almuerzo.-Le dijo Zuly cortando la tensión existente. -Sentí que era mejor que las acompañase, quiero valorar tu esfuerzo hija. Sin más comentarios terminaron de almorzar a duras penas, casi forzadas por las palabras de la amiga, para luego enviar a María de vuelta a la cama y ellas terminar de limpiar la cocina. -Qué calor insoportable ...- murmuró Zuly. -¿Qué? A ..., si...,- le contestó Carla con un hilo de voz -¿qué vamos a hacer ahora Zuly? -Ya te lo dije, salgo de inmediato a buscarlos por mi cuenta, vos te quedás a cuidar a tu mamá. -¡No...! no, no..., salimos juntas. -Tu mamá no puede quedar sola, olvidaste que la sacamos de la clínica con mil indicaciones? Tiene horarios de remedios y nos recomendaron reposo absoluto, además vendrá un médico a controlarla, ¿cómo la vamos a dejar sola? -Voy a llamar a doña Luisa para que la acompañe, son muy amigas y vendrá con gusto, además, le dejo todas las indicaciones escritas, ¿qué te parece? -Bueno, si tu mamá está de acuerdo está bien, de paso traé una buena fotografía de los chicos porque iremos directo a un canal de televisión. -No sé como agradecerte Zuly ..., nunca podré pagarte tanto desvelo por nosotros, sos una mujer maravillosa y no sé que hubiese hecho sin tu ayuda. -Basta de llantos y de agradecer Carla, tenemos que movernos, andá y hacé lo que acordamos para salir lo antes posible.
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Frente a la casa de María se encontraban estacionados los dos coches de las amigas, pero en las condiciones en que se encontraba Carla se resolvió que fuese Zuly la que conduciría su propio coche. La vió diminuta y bonita con su cara de laucha asustada frente a un volante que no era el suyo, pero al apretar el acelerador surgió su voz diciendo, “ hasta hallarlos no paro”. La peregrinación entre hospitales, comisarías, canales de T.V. y radios, fueron su incesante esperanza de dar con los niños, hasta que la noche las envolvió. -Regresemos Carla ... -Zuly... se me acaba de ocurrir algo. -¿Qué se te ocurrió ahora? ¡Hablá dale!- dijo exasperada la joven cansada por tanto ajetreo. -¿Y si hubiesen vuelto a casa? Nunca se sabe que pueden resolver los chicos, Nahuel tiene la llave y tal vez estén asustados por la travesura que hicieron. -¡Dios! ¡Si fuese cierto! ¡Vámos para allá! Devorando las calles con la velocidad que les imponía su ansiedad, arribaron frente al garage de Carla, donde ésta salió como disparada para abrir la puerta principal, vociferando los nombres de sus hijos seguida por Zuly. Palmo a palmo revisaron la vivienda y el parque sin resultado, el hogar estaba desierto de las presencias queridas. -¿Y ahora qué voy a hacer...? – se lamentó Carla mientras las lágrimas empañaban sus ojos. -Cuanto dolor..., que difícil se hace todo...- dijo Zuly sintiéndose vencida. -Todo por mi culpa..., mi culpa..., es mía sólo mía la culpa de que suceda esto. -No vuelvas a lo mismo..., mañana seguiremos buscándolos,vayamos al coche. -¿Mañana? – le preguntó Carla siguiéndola con cara de terror. -Si, no queda otra, son las nueve de la noche y tu mamá estará muy asustada. -¿Pensaste que es la segunda noche que mis hijos no duermen en sus camas? ¿dónde, dónde están por favor? -Si yo tuviese la respuesta ..., no soy Dios..., hice todo lo que pude Carla. Con el desánimo pintado en sus rostros llegaron a la casa de María que estaba acompañada de Luisa y otras vecinas.Abrumadas por tantas preguntas, se desplomaron sobre los sillones del living deseando que las dejasen llorar a solas su angustia, sin que las mujeres dejasen de ofrecerse para seguir cuidando a María. -¿Tomó bien sus medicinas? – le preguntó Zuly acomodándole las almohadas. -Si querida, me están dando sueño ¿sabés? -Duerma entonces, nosotras estaremos en el living. -Zuly,tu gata estuvo toda la tarde acostada a mi lado, ¿la dejás esta noche? -Si ella está de acuerdo y a usted le hace bien, llámela.Voy a tratar de que su hija coma algo y yo también, no tenemos un vaso de agua en la panza. 90
Como almas en pena las amigas fueron hacia la cocina, más por la insistencia de Zuly, que por voluntad de Carla. Las vecinas de María se habían encargado de dejarles algo preparado, pero la mujer sólo deseaba beber un vaso de agua . -Sentate que te sirvo el plato – le dijo Zuly. -No insistas ...no tengo voluntad de nada ...quisiera dormirme y no despertar nunca más ...la vida ya no tiene sentido para mí. Quiero morir ... -Otra vez Carla ...esforzate y acompañame a comer, vamos ..., luego vuelvo a llamar al comisario. No sé porqué no han llamado en todo el día, lo mismo vamos a insistir ...¡ah! ¿sabés qué recordé recién? -Ni idea ...sos tan insólita ... -Si, recuerdo al coche que estuvo siguiéndome noches atrás, te lo conté ¿no? -¡Ah! ¿Pensás que puede tener algo que ver con esto? -Nunca se sabe ..., tal vez no, pero ..., sucedieron muchas cosas extrañas en estos últimos tiempos, ¿te acordás? -¡Cómo para no recordar! Flor de susto nos dimos cuando quisieron entrar a tu casa ..., ¿y el domingo cuando te ibas? -¡Ay si! Alguien estuvo trepado a la pared medianera entre tu casa y la mía y se escabulló como una liebre cuando lo sorprendimos.Nos espiaba seguro. -Todo eso, ¿sería por los chicos? ¿habrán estudiado que éramos mujeres solas? -Mirá Carla, no te extrañe que pidan rescate si los secuestraron. Viendo el lujo de tu casa puede que supongan que sos adinerada. -¿Rescate? ¿secuestrados? ¡ay Dios! No lo sé ...tal vez sería lo mejor porque al menos los imagino vivos aún. -Debemos estar muy atentas y si llaman prestar atención. -Decime Zuly, sobre el coche que te seguía, ¿ recordás acaso la patente? -¡La patente...! Una tarde cuando cerraba el negocio ví el coche parado en la esquina y sí, fue lo que más observé. -Sería un milagro que la recordases ... -Claro ..., pero creo que sí la anoté en mi agenda por prevención.- Dijo corriendo hasta el living donde dejara su bolso, de donde sacó temblorosa dicha libreta.Ahí estaba, frente a sus ojos bailoteaban los códigos de aquella patente. A.C.U.185 -¡Zuly! ¡Esto es maravilloso! ¡Rápido, llamemos a la policía! ¡ Es un dato que puede ser muy útil para localizar a mis hijos! Sin esperar un segundo informaron lo que parecía ser un simple detalle, pero que al menos comenzaba a darle sentido al rastreo de los niños. Tensas por tanta ansiedad, las amigas se recostaron en las dos camas que María aun conservaba en el cuarto de soltera de Carla. +++++++++++++++++++++
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CAPITULO : 15 - REMORDIMIENTOS Agobiados por la impresión que les causaba estar encerrados en aquel macabro sótano, Patricia y Nahuel perdían la noción del tiempo. No les quedaba una gota de agua ni unas migajas de pan. Tampoco recordaban desde cuando no comían, sumiéndolos en un estado de debilidad y sensación de querer vomitar.Cuando el niño lograba salir de su letargo encendía la linterna que le diera el hombre, más lo que vislumbraban, los espantaba peor que la misma oscuridad. Nahuel sostenía a su hermanita entre sus brazos que dormía y deliraba todo el tiempo, tratando de no caer él en esa somnolencia, por temor a rodar por la escalera.La sintió temblar y notó su piel húmeda por la transpiración, recordando la fiebre que tuvieron el año anterior por un estado gripal. Patricia deliraba y decía incoherencias, alternando con crisis de llanto y lastimeros quejidos. (“Me duele la cabeza”), pensó al límite de sus fuerzas recordando como los habían cuidado su mamá, Zuly, o su abuelita, que se turnaban para atenderlos, claro, aquella vez él y su hermana descansaban entre las sábanas limpias y perfumadas de sus camitas. Nunca hubiese imaginado que irían a parar a tan sórdido lugar, quedando a merced de semejantes fascinerosos que los torturaban del peor modo. ¿Y si los habían abandonado en ese encierro? Pensó el niño más asustado aún. -Moriremos de hambre y sed Paty -, le dijo a su hermana que parecía no escucharlo -.¡Enderezate Paty! ¡Quiero golpear la puerta para que nos dejen salir! ¡Despertate nena! Como muerta, recostada sobre las piernas de Nahuel, lo único que negaba el hecho era su respiración agitada. Vencido, el niño apoyó su cabeza contra la puerta que tenía a sus espaldas y también se durmió.Afuera, Juan Varela, el chofer empleado por el Gringo, lamentaba entre dientes no poder acercarse a los niños para darles más alimentos. El jefe, como solía llamarlo, lo tenía vigilado y amenazado de muerte a él y a su familia si osaba desobedecerlo. En la segunda noche que pernoctaban en esa casucha perdida en medio del campo, seguían esperando noticias de los que vendrían por los niños. Juan no hallaba un modo de hacerle entender que esas criaturas morirían de inanición, cuando el Gringo le replicaba que cuanto más débiles mejor, porque le darían menos trabajo. Juan se veía obligado a jugar cartas con él de la mañana a la noche, soportando su aliento pestilente a borracho, hasta que el hombre se quedase profundamente dormido.
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