Si entre las cosas del mundo hubiese una fusión tal que estuviesen unas en otras confundidas, nunca podríamos hablar de nada ni de nadie. Sólo con la nítida eclosión de lo distinto existe la posibilidad de establecer conexiones: no confusión, sino correspondencia, enlace entre términos, comunicación. La relación exige tanto la pluralidad como la unidad: pues la relación es una especie de unidad. La relación abre un ser a otro ser.
Ya el pensamiento griego (con Platón y Aristóteles) concibió el mundo como un orden, un cosmos que lleva implícita la relación. Luego, las relaciones comparecen en los sistemas más dispares, como pueden ser el de Plotino, el de Kant o el de Hegel.
El presente libro expone el concepto de relación desde una investigación llevada a cabo sobre la obra de Tomás de Aquino y de sus seguidores del Siglo de Oro español.