YACIMIENTO DE HIJOVEJO QUINTANA DE LA SERENA (BADAJOZ)
Las primeras referencias al lugar de Hijovejo las encontramos en el Interrogatorio de la Real Audiencia de 1791, en el que se habla de la existencia de un antiguo poblado en Hijovejo que fue arrasado por una invasión de hormigas venenosas: <<Que hai tradición de que en el Sitio de Hijobejo ubo poblacion, que perezio al rigor de las muchas y grandes y venenosas ormigas mucho de su bezindario y el demas le abandono, por lo que no contemplan útil su repoblación y su terreno se halla ya enajanado en barios por dominio particular>>. Antonio Agúndez Fernández en su Viaje a la Serena en 1791…, también menciona el abandono de aquel poblado y como consecuencia de ello el aumento de la población de Quintana: <<Después aumentó su vecindario con los que huyeron del antiguo poblado de Hijovejo, hoy de dominio particular, por causa de las grandes y venenosas hormigas que lo invadieron, produciendo la muerte a muchas personas y entre ellas la de un regidor>> (Agúndez Fdez., pág. 141-142). Esta leyenda es recogida por Casco Arias y la incluye en el capítulo dedicado a la demografía de Quintana de la Serena de su libro publicado en 1961: <<A pesar de la emigración, Quintana aumentó de vecindario en el siglo XVII por haberse sumado los habitantes del poblado de Hijovejo; este poblado, que estaba formado por los nativos del oeste del término, estaba situado a la izquierda del Camino del Valle, en la parte más elevada del terreno, al sur de Valdevíboras, desde donde se dominaba toda la Serena, con amplios horizontes y bellas vistas. Allí se han descubierto ruinas dispersas de viviendas frágiles, de construcción sencilla, y con frecuencia se descubren utensilios domésticos.