EL HERMOSO ACUARIO DE MAZATLÁN Juan Lizárraga Tisnado Suplemento Cultural de Noroeste, domingo 11 de octubre de 1981. Este planeta debió haberse llamado Océano y no Tierra, como lo propone el científico Isaac Asimov, no sólo porque una amplia superficie de la tierra está cubierta de agua, sino porque este elemento es el común denominador general de la vida y porque la vida empezó en el mar y nunca la ha abandonado. Y una ventana a la vida de ser el Acuario de Mazatlán, donde palpita el océano en todas sus magnitudes, porque aunque las especies que ahí se exhiben en su mayoría fueron traídas de otros lugares, el Acuario está unido al mar mediante una gran vena que lo surte del líquido marino. HISTORIA DEL ACUARIO Tan importante era cuando estaba en proyecto, y lo es ahora el Acuario, que el presidente de la República, José López Porillo lo inauguró el 13 de septiembre de 1980, ante el entonces gobernador del Estado, Alfonso G. Calderón, quien vio así cristalizados los propósitos del gobierno de ofrecer un lugar de sano esparcimiento y recreación a los mazatlecos, a los sinaloenses, a los mexicanos y a los visitantes de otros países. Esta pretensión de concientizar al pueblo de México sobre nuestra riqueza marina se inició en 1978 cuando se hicieron los estudios para edificar en los terrenos del antiguo aeropuerto y cuando el ingeniero Luis Kasuga Osaka y el biólogo Fidel H. Kamio, presentaron los planos del diseño técnico de este centro cultural El arquitecto Juan José León Loya hizo el diseño arquitectónico y la construcción la dirigió el ingeniero Octavio Hernández Contreras. UN MUNDO DESCONOCIDO PARA ADMIRAR Ha transcurrido un año en el cual se dejaron atrás los planes, los sueños, para entrar a las realidades y en este lapso, de septiembre hasta agosto, ha sido admirado por aproximadamente 120 mil adultos, 80 mil niños y 24 mil 500 visitantes especiales. ¿A qué se debe, aparte de la buena labor publicitaria que ha hecho el personal, que el Acuario haya recibido a tanta gente? A las bellezas que en él se exhiben. Es incalculable el trabajo del Departamento de Relaciones Públicas del Acuario a través de sus constantes promociones y lo demás corre por cuenta de la
comunicación directa: de voz en voz, quienes ya acudieron al Acuario, invitan a todos los que no lo han hecho para que visiten el lugar. Al entrar al recinto marino, la vista se ensancha de la admiración al quedar enfrente del estanque central donde sus cristales de 6.5 centímetros de grosor, resistentes a la presión de los 125 mil litros de agua, contienen a los terribles tiburones. ¡Maravilloso espectáculo! La atracción continúa al observar las 51 peceras de diferentes tamaños, iluminadas, divididas en tres secciones, cada una con el nombre y algunos datos de las especies que muestran. Las edecanes están prestas a atender cualquier interrogante de los espectadores. Son aproximadamente 200 las especies que por admirar: camarones, langostas, pirañas, tortugas, estrellas y caballitos de mar, peces de muchas variedades, algunos del país y otros países africanos, de Filipinas, de China, de Japón, de Brasil, etcétera. CARO MANTENIMIENTO Llevar la belleza del mar al Acuario, que el público vea por esa ventana el mundo inefable en el agua, ha sido y es labor de titanes. Ver lo que existe, lo que se hace atrás y arriba de los estanques es un espectáculo que no se ha explotado. En las vitrinas observamos peces de agua salada, invertebrados y peces de agua dulce, 500 mil litros de agua requiere el Acuario para la sobrevivencia de las especies en exhibición, las cuales deben renovarse de acuerdo con las necesidades de las mismas especies: la renovación es constante, segundo tras segundo. Atrás del Acuario están las cisternas respectivas para agua dulce y salada. La primera se obtiene del sistema de agua potable y se envía a las vitrinas mediante un sistema de bombeo. Se purifica y se regresa a las vitrinas mediante un sistema que permite un ciclo de llenado y vaciado de las mismas. Así, el mismo líquido se está aprovechando después de seguir un proceso de purificación. Cuatro biólogos: Raúl, Ceballos, Marta L. Osuna, Rafael Osuna y Martín Nava, se encargan de las capturas y del estado óptimo del aguapara lo cual cuentan con varios ayudantes; cuatro personas trabajan en el mantenimiento general y el biólogo Francisco Echeagaray, en su calidad de director, cuida celosamente que el personal tanto técnico como administrativo y promocional, cumpla eficazmente con su trabajo. EL MUSEO MARINO No cae de nuestros ojos la admiración al salir de la sección de peceras, cuando nuevamente el pensamiento abre sus puertas a los conocimientos que mediante la observación aumentarán nuestro nivel cultural sobre el mar: "Museo
del Mar" se llama precisamente la sala donde se encuentra una gran variedad de conchas y caracoles, así como gráficas y fotografías alusivas al tema. Llaman la atención los fósiles de ballena que ahí pueden encontrarse y las piezas que se han ido acumulando (13 son ya) mensualmente con la selección de la "pieza del mes", exclusiva por su rareza y originalidad. Y para terminar el paseo cultural, si el tiempo alcanza, en el auditorio del Acuario se proyectan diariamente películas de gran interés, relacionadas con el mar y la botánica y donde se han organizado múltiples eventos especiales. EL JARDÍN BOTÁNICO No todo está concluido al salir del Acuario. Algo dejamos de ver cuando entramos y es el jardín botánico, donde se admiran las más bonitas y exóticas plantas y árboles que existen en diversas partes del mundo. Se pueden observar árboles frutales, medicinales, comestibles ornamentales; plantas para la elaboración de colorantes, forrajes, vino; plantas venenosas. Muchas plantas son de Australia, Brasil, Colombia, Cuba, China, Filipinas, India. Islas Fiji, Japón, Madagascar, Malasia, África, Asa, América Central y de México. VISITE EL ACUARIO En sólo un año, el Acuario ha tomado renombre internacional. En la localidad se ha convertido en un atractivo de fin de semana; para el turista nacional y para el internacional es un atractivo que no se puede dejar de ver.
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