EDUARDO SCHOBERT, GRAN COMPOSITOR MAZATLECO; SU META, CREAR UNA EMPRESA GRABADORA Por Juan Lizárraga NOROESTE-Mazatlán, 8 de marzo de 1982
En José Eduardo Schobert, al componer canciones, la creatividad se presenta en cualquier momento, como lo describe Emma Godoy: en una plática, en un hecho, a veces por sí sola, cuando come, cuando duerme, cuando trabaja, cuando camina, surge la idea y la plasma en una canción.
MAZATLECO. José Eduardo Schobert, compositor, proyecta crear su propiaq casa grabadora.
Madurando este proceso, ha compuesto 206 canciones, 28 de ellas infantiles y tiene en proyecto, a punto de cristalizar, crear una empresa grabadora, que editará los discos marca “Schobert” para grabar exclusivamente sus composiciones y “Del mar” para el
compositor que lo solicite. Schobert Carvajal es litigante, pero su ideal, su meta, su sueño es sacar al mercado sus discos en su marca, en su grabadora. Locutor desde 1953, según licencia número 3308 de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Schobert empezó a hacer canciones en 1973, cuando residía en Durango. Es originario de Mazatlán y aquí vive actualmente. Todo lo tiene debidamente programado para iniciar sus grabaciones y crear su empresa a través de la Sociedad de Autores y Compositores. Hace un año se le dio permiso para protocolizarse como “Schobert Editores, S.A.”, pero sus socios (sus hijos) no se dieron tiempo para firmar este permiso. Permaneció ese año sin derecho para solicitar el permiso como castigo y se apresta de nuevo a solicitar la protocolización.
AMPLIO CAMPO DE INSPIRACIÓN De las canciones infantiles, tiene pensado grabar primeramente dos discos extended play. Ya seleccionó las canciones y tiene incluida sus portadas. Cangrejito, Cajita de música, Muchos abuelitos, Carlitos, Payasito (según él de corte internacional, porque la melodía y el ritmo se adaptan a varios idiomas), La cigüeña. Tanquecito, son algunas de las 28 canciones infantiles. Tiene varios boleros, corridos, dedicaciones a Mazatlán y hasta tangos. Cada canción, por sencilla en su expresión y en su armonía, tiene su historia; nacieron en un momento de veladuerme o en cualquier parte donde se presentó la inspiración. En una ocasión, el insomnio lo torturaba, salió al patio de su casa cercano a la cocina. Apareció un ratón y alegre empezó a roer el queso, luego llegó el compañero y se liaron en danzante glotonería. He ahí el tema: Los ratoncitos bailadores, es una de sus piezas infantiles preferidas. Uno de sus discos llevará en la portada a estos ratoncitos danzantes, bajo los acordes de ratonesca orquesta, mientras el gato acecha tras bambalinas. Tiene una variedad de canciones de la bohemia. Esas son canciones con amor al signo de peso, cien por ciento comerciales. Padre de catorce hijos, con diez nietos, le da forma a su idea de crear su propia casa grabadora, para editar una marca de discos en los cuales grabará exclusivamente sus composiciones. ¿Logrará su meta?