Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen” Licenciatura en Educación Preescolar
3”C”
“La influencia de la escuela en los hábitos alimenticios de los niños de educación preescolar”
Herramientas Básicas para la investigación
Karla Monserrat Alfonso Domínguez Daniela Gómez Ballester Karen I. Hernández Gutiérrez Martha Karina Valdes Báez
La influencia de la escuela en los hábitos alimenticios de los niños de educación preescolar La obesidad y el sobrepeso son el principal problema de salud pública en México, pues nuestro país es el primer lugar en niños con estos trastornos, y segundo en adultos. La mala alimentación, el sedentarismo, la falta de acceso a alimentos nutritivos, son factores determinantes del sobrepeso y la obesidad. Con la finalidad de conocer cómo influye y qué tipo de alimentación se promueve en los Jardines de Niños seleccionados, realizamos una investigación cuantitativa de tipo descriptiva para conocer el papel que desempeña la escuela como institución, en la promoción de una alimentación balanceada y en general un estilo de vida saludable. Para llevar a cabo el estudio, fue aplicado un cuestionario a 28 educadoras frente a grupo, pertenecientes a 7 Jardines de Niños. Las preguntas incluidas en el instrumento, fueron cerradas, lo que permitió hacer su análisis de forma rápida y facilitaron la respuesta de las encuestadas; sin embargo, una de las dificultades que encontramos al momento de analizar la información recabada, fue que muchas de las personas encuestadas no respondieron algunas preguntas, lo que nos lleva a suponer que no coinciden con las opciones presentadas y que tienen una respuesta diferente a las incluidas en el listado de alternativas propuestas. Los jardines en donde se aplicaron las encuestas fueron: Teresa Peñafiel de Hernández, Mateo Oliva, Margarita Maza de Juárez, Konekalli, Xochitlán, Sebastián Lerdo de Tejada y Juan de la Luz Enriquez.
RESULTADO DE LAS ENCUESTAS El 75% de las personas encuestadas consideran que un hábito es una destreza o habilidad que se adquiere mediante la práctica, mientras que el 25% restante opina que es una costumbre o práctica adquirida por frecuencia de repetición en un acto.
El 75% de los encuestados opinan que un hábito alimenticio son las prácticas alimenticias que se llevan a cabo frecuentemente, el 21.42% opina que es una dieta llevada a cabo a manera de rutina y el 10.71% colocó otro significado. El 82.14% de los encuestados están de acuerdo en que la presencia de la educadora influye tanto positiva como negativamente en las actitudes de los niños, el 10.71 considera que influye en algunas ocasiones y el 7.14% considera que la presencia de la educadora no influye pues son las costumbres familiares las que más influyen.
El 60.71% considera que una alimentación sana es aquella balanceada, que se basa en el plato del buen comer, el 21.42% opina que es aquella ingesta de alimentos que ayuda a mantener, recuperar o mejorar la salud de los niños y el 17.85% menciona que es aquella que se basa en las necesidades de los niños de acuerdo a su edad y estilo de vida. . El 71% de los encuestados respondieron que las condiciones alimenticias adecuadas para el desarrollo de los niños son aquellas que les aportan las calorías necesarias para realizar sus actividades, un 11% considera que aquellas que estén al alcance de las posibilidades económicas, otro 11% las que establece un programa gubernamental y un 7% prefirieron no responder.
Un 38% de los encuestados respondieron que las acciones que realizan para influir en los hábitos de los niños es estableciendo el tipo de alimentos que deben consumir, otro 38% dice que habla con los niños sobre la importancia de una alimentación saludables, mientras que un 17% lo hace poniendo el ejemplo, un 7% no respondió
Sobre cómo apoyan los padres, un 50% respondió que lo hacen poniendo a los alumnos alimentos saludables, mientras que un 29% pone el ejemplo, el 18% contribuye a la venta escolar y un 3% de los encuestados prefirió no contestar.
El 68% de los encuestados dicen que los niños durante el refrigerio consumen frutas y verduras, el 21% dice que consumen productos procesados y el 11% indica que además de los anteriores, los niños también consumen lácteos, dulces, etc.
El 79% de las personas encuestadas, dicen que la institución en la que laboran, promueven frutas y verduras, el 14 %, dice promover alimentos procesados y el 7%, alimentos grasosos.
El 77 % no está inscrito en un programa gubernamental, mientras que el 23% sí lo está.
El 75% está inscrito en un programa de gobierno estatal, e 25% pertenece a una organización no gubernamental.
El 11 % recibe apoyos en especie, el 3% lo hace mediante capacitaciones, bibliografía, etc y el 86% no contestó
El 68% de los encuestados consumen frutas y verduras dentro de la escuela, 21% alimentos procesados y únicamente un 11% alimentos grasos.
El 47% de los encuestados dijeron que los alimentos son elegidos por los padres de familia, un 46% la institución y el 7% la educadora.
Sobre cómo se determinan los alimentos, el 46% dijo que es por libre elección, el 29% por votación, un 18% porque así lo determine un programa, el 7% prefirió no responder.
Al preguntar de qué depende una alimentación sana el 72% de los encuestados coincidieron en que se debe a la información que se tenga, el 21% es por el presupuesto económico y un 7% dijo que es por la practicidad para preparar los alimentos.
CONCLUSIÓN INVESTIGACIÓN
De acuerdo con las respuestas obtenidas, podemos decir que la mayoría de los encuestados (75%) coinciden con que un hábito es la costumbre o práctica adquirida por frecuencia de repetición de un acto, lo que influyó en la respuesta del segundo cuestionamiento, pues el mismo número de personas coincidieron en que un hábito alimenticio, son las prácticas alimenticias que se llevan a cabo frecuentemente, mientras que un porcentaje menor (21%) indicó que el hábito alimenticio es una dieta que se lleva a cabo de manera rutinaria.
Podemos darnos cuenta que entre las respuestas dadas a la pregunta sobre lo que es una alimentación sana y saludable, y, las correspondientes a las condiciones adecuadas para el desarrollo de los niños; no hay mucha diferencia pues para la primera un 18% indica que las condiciones económicas hacen que la alimentación dependa principalmente en sus necesidades y estilo de vida, mientras que para la segunda, un 11% indica que las condiciones económicas influyen en la alimentación que es adecuada para el desarrollo de los niños.
Aunque algunas de las educadoras dijeron que las condiciones económicas influyen en la alimentación de los niños, un 38% indica que establece cierto tipo de alimentos que los alumnos pueden consumir dentro del aula, otro 38% indica que habla con los alumnos sobre la importancia que tiene una alimentación saludable.
Dichas acciones, según las educadoras (50%) son apoyadas por los padres poniendo desde casa alimentos saludables como frutas, verduras, etc., un 29% indica que los padres apoyan poniendo el ejemplo desde casa y un 18% dice que con la venta escolar llevando alimentos saludables. Las acciones implementadas por las educadoras y apoyadas por los padres, influyen en los alimentos que los niños consumen durante el recreo pues un 68% de la educadoras encuestadas dicen que sus alumnos consumen frutas y verduras, un 21% dice que consumen alimentos procesados y sólo un 11% consume productos diferentes a los descritos anteriormente.
Consideramos que lo anterior también se ve influido por el tipo de alimentos que la escuela promueve, pues un 79%, dice promover frutas y verduras, un 14% alimentos procesados y sólo el 7% alimentos grasosos; por lo anterior podemos decir que dentro de las instituciones educativas encuestadas, se promueve una alimentación sana la cual es apoyada por los padres y educadoras; pues los alimentos que generalmente consumen las maestras dentro del Jardín de Niños son frutas y verduras (68%), alimentos procesados (21%) y algunas consumen alimentos grasosos (11%).
Cabe mencionar que los alimentos que se consumen dentro de la institución, son elección principalmente de los padres (47%), seguido por la institución (46%) y sólo en algunos casos, son elegidos por la educadora (7%). El refrigerio es elegido libremente (46%), algunos mediante votación (29%) y podemos ver que el 18% corresponde a los establecidos mediante un programa gubernamental.
Otra cosa que nos llamó la atención de estos resultados, fue que la mayoría (77%) de los Jardines encuestados no están inscritos a algún programa, y los que lo están pertenecen principalmente al gobierno estatal (75%) cuyo apoyo para pocos Jardines es en especie (11%), algunos (3%) lo reciben mediante cursos o capacitaciones que son acompañados por bibliografía.
Finalmente, la mayoría de los encuestados dicen que una alimentación sana depende de la información que se tenga respecto al tema (72%), otro porcentaje, 21%, considera que depende del presupuesto económico que se tenga y un 7% indica que depende de la practicidad que los alimentos tengan. Esto nos hace suponer que en algunos casos se debe trabajar sobre este tema tan importante en la actualidad.
Respecto a nuestros propósitos iniciales, como conocer qué tipo de alimentos se promueven dentro del Jardín, nos dimos cuenta que los alimentos que con mayor frecuencia consumen los niños son frutas y verduras, seguidos por alimentos procesados, mismos que son promovidos por la propia escuela, aunque la última decisión acerca de qué alimentos consumen queda en manos de los padres de familia.
En cuanto a este acercamiento al proceso de investigación podemos decir que no es tarea fácil llevarlo a cabo. Sin embargo, cuando se trata de conocer algo que nos gusta, todo resulta mucho más retador y atractivo. A lo largo del proceso nos encontramos con pequeños retos, que más que desmotivarnos, nos hicieron buscar alternativas. Algunas de estas situaciones fueron la elección del tema, pues buscábamos algo relevante para nosotras y que pudiéramos encontrar dentro de nuestro contexto, por eso elegimos el tema de la alimentación, en específico de los hábitos que hay dentro de los Jardines de Niños. La aplicación de nuestras encuestas también resultó ser todo un reto, pues se requería un gran número de educadoras para aplicar las encuestas, con el que no contábamos. Este primer acercamiento con la investigación nos deja muchos aprendizajes, principalmente referentes a seleccionar el tema, plantear del problema y creación de los instrumentos. Entre los principales logros alcanzados, fue coordinarnos como equipo para poder desarrollar de manera satisfactoria el proceso de investigación, desde la fase de diseño hasta la ejecución. También se presentaron
algunas dificultades con las preguntas de los instrumentos, las respuestas de las educadoras y al momento concentrar la información obtenida. En general, esta experiencia fue satisfactoria, pues logramos llevar a la práctica los conocimientos del curso y conocer más sobre el trabajo de investigación.
ENTREVISTA A PROFUNDIDAD La presente entrevista a profundidad tiene la finalidad de recabar información sobre los jardines que están inscritos a algún programa de promoción de la salud, pretendiendo obtener información sobre dichos programas, beneficios, apoyos, entre otras cosas. -
¿A qué programa están inscritos? ¿En qué consiste el programa? ¿Por qué o cómo se inscribieron? ¿Qué se necesita para estar inscrito en este programa? ¿El programa se basa sólo en hábitos alimenticios? (podría también tomar en cuenta ejercicio, por ejemplo)
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¿Cómo calificaría el apoyo que el gobierno u organización no gubernamental le brinda en los programas de promoción de la salud? ¿Cuál cree que sea el verdadero objetivo del gobierno/ONG al crear programas de promoción de la salud? ¿Cree que se han cumplido los objetivos establecidos al poner en marcha el programa? ¿En qué medida/grado se han alcanzado? ¿El programa de promoción de la salud incluye a alumnos, maestros, personal, padres de familia y comunidad? ¿Cómo los incluye? En caso de apoyar con cursos, capacitación, bibliografía, ¿Qué tipo de información le proporcionan?, ¿La información que le brindan es funcional? ¿Cómo puede ponerla en práctica? ¿La capacitación es teórica y práctica?¿Podría mencionar cómo es que lo lleva a la práctica? En caso de ser en especie ¿Surten con regularidad? ¿Qué alimentos surten principalmente? En caso de ser económicos ¿Cómo llega el dinero a la escuela? ¿Quién lo administra? ¿Cómo lo invierten? ¿Hay seguimiento en el trabajo implementado? ¿Quién da este seguimiento? ¿Cómo se da este seguimiento? ¿Qué cambiaría del programa en el que están inscritos? Hasta ahora con la implementación del programa ha notado algún cambio ¿cuáles? El siguiente guion va dirigido a Jardines que no están inscritos a algún programa, planteando preguntas que principalmente van dirigidas a descubrir por qué no están en ningún programa.
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¿Por qué no están inscritos a algún programa? ¿Por qué se inscribirían a uno? ¿Piensa que estar inscritos a algún programa aporta beneficios? ¿cuáles? ¿Conocen algunos programas sobre promoción de la salud? ¿A qué programa se inscribirían? ¿Por qué? ¿Considera que el jardín necesita estar inscrito a uno? ¿Por qué? ¿De qué recursos se vale para promover un estilo de vida saludable? ¿Qué toma en cuenta para hacerlo?