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¿Qué tan significativas son las Due Dilligence? Retos que enfrentan las mujeres
¿Qué tan significativas son las Due Dilligence en el ámbito ambiental, social y técnico para el desarrollo de mi proyecto?
Por: M. en C.A. Cinthia López Casso,
Dirección Comercial de Geodésika Consultores. geodesikaconsultoresmx.com facebook.com/geodesikaconsultores L a diferencia entre llevar a cabo o no el estudio conocido como Debida Diligencia o Due Dilligence, previo al desarrollo de un proyecto, y una vez que este se encuentre ya en operación, puede resultar simplemente en el éxito o no del mismo.
La International Finance Corporation señala que prácticamente la totalidad de las operaciones financieras en cuanto a la inversión en proyectos, están intrínsecamente ligadas a cierto grado de riesgos ambientales y sociales (IFC, 2020).
Y es que en los últimos años, estos informes han cobrado gran relevancia especialmente en dos vertientes:
• En una primera fase, con la finalidad de conocer los riesgos en materia técnica, normativa, ambiental, social y urbana, considerando que todos estos componentes se traducirán de manera inherente en riesgos financieros.
• En una segunda fase, cuando el proyecto ya se encuentra en operación con el objetivo de conocer del mismo modo los riesgos derivados de sus procesos y actividades.
Si bien en este artículo nos enfocamos en la trascendencia de la identificación de riesgos en el aspecto ambiental, social y/o técnica para la elaboración de estos informes, una Due Dilligence puede abarcar aspectos tan diversos que cuando la finalidad es vender o traspasar una compañía, los especialistas revisan (bajo los principios de confidencialidad correspondientes) los estados financieros de la empresa objeto de la transacción.
Así, puede investigarse rigurosamente la situación legal de la entidad privada, debido a que el proceso puede buscar determinar que los asuntos regulatorios y en su caso de litigio, estén totalmente cubiertos. Se indaga además, sobre aspectos laborales como seguridad e higiene, ambiente laboral, entre otros elementos relevantes en donde se pueden detectar otras fallas y contingencias en la operación.
Es imprescindible subrayar que este tipo de informes de manera sintética, pueden reconocer la sostenibilidad de un proyecto, explorando aspectos de gran utilidad como la disponibilidad de los recursos tanto internos como externos del proyecto, así como el uso controlado de tales recursos, una vez que el proyecto se encuentra en operación.
La Due Dilligence
En el terreno ambiental, es capaz de identificar posibles puntos críticos que a corto, mediano o largo plazo; es posible que puedan poner en peligro a una empresa. Como ejemplo, es factible realizar un estudio espacial mediante Sistemas de Información Geográfica (SIG), en función de la pretendida ubicación del proyecto y con esto, determinar la normativa
ambiental aplicable, como usos de suelo permitido, restricciones y/o prohibiciones para el uso, aprovechamiento o cualquier tipo de impacto de los recursos naturales del predio seleccionado, además de otros aspectos.
En cuanto al aspecto técnico en el giro industrial por ejemplo, puede ser trascendente, por ejemplo, para identificar zonas contaminadas en un predio por comprar o traspasar, a causa de un inadecuado manejo de sustancias peligrosas y de esta forma, conocer la viabilidad de su adquisición o traspaso y los costes que su remediación puede implicar, en tal caso, un informe adecuado, incluye una serie de recomendaciones prácticas y factibles derivadas de un correcto y oportuno diagnóstico del sitio de estudio.
En materia social, estos estudios contribuyen sustancialmente a las estimaciones por corridas financieras sobre la viabilidad de un proyecto, arrojando datos imprescindibles a considerar como las implicaciones en lo concerniente a responsabilidad civil que pudiesen derivar del proyecto mismo.
En este contexto, la ausencia de una Due Dilligence puede prevenir eventos tan catastróficos como la suspensión provisional de un proyecto e incluso el cierre permanente de este. Basta con revisar el caso de diversos proyectos energéticos renovables a lo largo del país, como parques eólicos y solares que se encuentran en total abandono e inoperación.
Esto, debido a inconformidades sociales y ausencia parcial o total de prácticas de gestión social con el objeto de integrar a los diferentes actores sociales, que lejos de obstaculizar o inviabilizar un proyecto, pueden nutrirlo, aportar ideas prácticas y asequibles desde la perspectiva de usos y costumbres, desde el verdadero conocimiento ambiental, socio político y económico del territorio, en donde las comunidades pueden estar claramente abiertas a la transformación de su espacio de forma positiva, a todo lo que contribuya a su desarrollo.
Porque la experiencia nos habla de que predominantemente desean que su voz sea escuchada y sea escuchada a tiempo, para que sus aportaciones sean consideradas en la construcción de una obra y con ello incrementar su viabilidad a largo plazo.