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Negocios

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Remar como equipo en la nueva normalidad

Claves que podrían ser de utilidad a la hora de coordinar acciones y remar con sus equipos en las aguas turbulentas de esta nueva normalidad.

Por: María Eugenia Rodríguez

Calderón, Coach Ejecutivo, de Equipos y en Empresas Familiares, Certificada. Coach Maru Rodríguez @marurodca coach_maru_rodriguez www.coachmarurodriguez.com Benedetti describe con claridad lo que muchos de nosotros sentimos ante la denominada nueva normalidad al decir que: “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”.

De unos meses para acá, el mundo cambió radicalmente, sin que pudiéramos evitarlo. Hemos sido de todo durante este tiempo, espectadores estupefactos ante tanta incertidumbre, apagadores de incendios, sembradores de semillas en terrenos que no conocíamos, generadores de esperanza, almas desoladas, optimistas de hueso colorado y pesimistas frustrados.

Me atrevo a decir esto, porque ante una situación así, es prácticamente imposible que cualquier ser humano pueda mantenerse estable. Amantes como somos del control, esto nos mostró que en realidad el control es solo una gran ficción.

Cierre de empresas

Lo que es un hecho es que los datos no mienten, y esta pandemia cambió la realidad de muchas empresas, trabajadores y familias. Las cifras son frías e indican que, solo en la Ciudad de México, -para el mes de septiembre-, el estimado de pequeñas, medianas y microempresas que habían cerrado de manera definitiva ascendía a 32 mil unidades, mientras que

82 mil establecimientos más se encontraban en riesgo de cerrar, se habían perdido cerca de 199 mil 421 empleos formales, según estudios realizados por la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (CANACO CDMX).

Cuando dejamos de ver a los números –como números-, nos damos cuenta del nivel de impacto que esta pandemia ha tenido sobre la vida de las personas y es importante dimensionarlo, porque bajo ninguna circunstancia debemos olvidar que son precisamente las personas el corazón de las organizaciones. Podemos tener la mejor infraestructura, equipos tecnológicos, modelo de negocio, pero sin gente comprometida remando en la misma dirección, tapando los hoyos de la balsa y enfocadas en una visión común, es difícil que una empresa llegue a buen puerto en medio de un temporal.

Infortunadamente, muchas empresas no pudieron sobrevivir a los embates del temporal, pero lo cierto es que muchas otras, de manera hasta heroica, lograron subsistir, e incluso, adaptarse y crecer. Esas empresas deben poner especial atención en su gente, porque si entendemos a una organización como la suma de visiones individuales alineadas a una visión común, entenderemos la complejidad que engloba entonces conjugar efectivamente formas de pensar, sentir, creer, responder y accionar ante las crisis. Por tal razón, en este artículo quiero dejarles algunas claves que considero podrían ser de utilidad a la hora de coordinar acciones y, remar con sus equipos en las aguas turbulentas de esta nueva normalidad.

Primera.- Un nuevo mundo, implica nuevas reglas, y hoy a las ya existentes reglas de convivencia, se tienen que agregar las relativas a un deber bipartita de cuidado: el autocuidado y el cuidado hacia los demás. Si antes el individualismo era poco práctico, ahora además puede resultar, sin exagerar, de vida o de muerte. En tal sentido, se vuelve necesario sembrar desde la responsabilidad personal y colectiva en las consciencias de los integrantes de los equipos el “cuidándome, nos cuido”, que se hace visible con el uso de cubre bocas, lavado de manos, uso de gel antibacterial, y todas las demás medidas de higiene y sana distancia. Segunda.- En momentos así, es deseable que el líder suelte el papel del “superhéroe invencible”, se acerque a su equipo y hable con él desde la razón, con el corazón. La empresa no solo es el líder, ni de él; por lo tanto, no tendría por qué asumir de manera única la responsabilidad del futuro de todos los que la integran, pues para ello tiene un equipo. Lo que sí es responsabilidad del líder es:

1. Saber comunicar con transparencia y honestidad el panorama que ve, y escuchar las percepciones de sus tomadores de decisiones estratégicos. 2. Dejar claro en los miembros de su equipo: ¿qué necesita y espera de ellos?, ¿cuál es su función dentro de la empresa?, ¿cómo impacta en la empresa lo que hacen o dejan de hacer? 3. Definir con su equipo: ¿quién va a hacer qué y para qué? (tareas específicas - personas específicas), ¿para cuándo?, ¿cuál será el entregable?, ¿quién pedirá cuentas?, ¿quién rendirá cuentas?

Tercera.- Vamos a estar en una especie de montaña rusa emocional, por lo tanto, tendremos días buenos, malos y regulares. Días en que parecerá que somos bombas a punto de explotar, y en los que mover cualquier cablecito pudiera resultar peligroso. Por lo tanto, asumamos con responsabilidad y sensibilidad que las emociones van a estar presentes en nuestro entorno laboral, pero tengamos en cuenta lo siguiente:

Cada persona es un cóctel distinto de emociones (desde su experiencia y realidad), y en un solo día pueden aparecer varias de ellas. Procuremos ser empáticos. No nos enganchemos. No actuemos, ni tomemos una decisión desde una emoción disparada, esperemos a que baje para que podamos observar mejor la situación. Estemos atentos si las emociones se convierten en estados de ánimos sostenidos, que pudieran revelar un problema psicológico o hasta psiquiátrico de nuestros colaboradores.

Recordemos que ser equipo significa estar presentes los unos para los otros, remando en la misma balsa, en la misma dirección y buscando en común llegar a buen puerto. En tal sentido, ya que se trata de personas las que reman, valdría la pena recordar las palabras de Daniel Goleman: “Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás”.

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Una mirada distinta de la mentoría

La crisis global que estamos viviendo y que por supuesto nos tomó por sorpresa, requiere nuevos retos con nuevas habilidades.

Por: Mtra. Rosalinda Pizarro

Santos, Directora General, Espacio Empresarial México. rpizarros@espacioempresarial.com.mx www.espacioempresarial.com.mx Desde hace más de 20 años me dedico a la consultoría y capacitación, dos actividades enriquecedoras que requieren de vocación, que nos obliga como profesionales a estar siempre en constante actualización a través de la capacitación, para ofrecer servicios de calidad y ayuda a los consultantes, hoy, con la posibilidad real de certificarte para obtener credenciales oficiales que den garantía y certeza a nuestros clientes.

A lo largo de esta actividad profesional, han surgido nuevas disciplinas que contribuyen a proporcionar herramientas actuales y concretas a quienes nos consultan, esa es la llegada de la mentoría, un servicio profesional y no como actividad “altruista”.

Es tan antigua como la historia misma y basta con leer de los griegos para conocer los orígenes de esta hermosa vocación, porque aunque está asociada a Mentor; sabio que en la Odisea (poema épico griego), acompaña a Telémaco en su travesía, en realidad el mentor es el cuerpo que Atenea, -la Diosa de la Sabiduría Griega-, toma para poder comunicarse con Telémaco, por lo que podemos ver que desde los inicios se ha asociado el concepto de sabiduría a una mujer, y es que la mentoría está basada en compartir esas experiencias de vida, que de manera consciente podemos traducir en aprendizajes dispuestos a compartir.

¿Quién diría que ser mentora sería una de las actividades más gratificantes que me ha permitido la vida desempeñar? Entendiendo que la mentoría, es un servicio profesional en el cual un mentor o mentora acompaña a un mentee para aportarle aprendizajes desde una experiencia vivida, lo cual le permite acortar su curva de aprendizaje, contar con más mentores para más mentees, que contribuya al empoderamiento de ambos, considero que es vital. Por ello, hoy quiero enfocar el papel de las mujeres como mentoras. Es precisamente aquí, donde valoramos el papel cada día más evidente de las mujeres en el mundo empresarial, social, político, etc., hablar de mentoras que acompañen mentees es valioso, debido a ese entendimiento que se da entre el género, por el hecho de compartir diferentes roles que desempeñamos en nuestras vidas.

De acuerdo con una encuesta realizada por Mba América Economía, las mujeres valoramos los programas de mentoría por los siguientes motivos:

• Progreso que se logra, 77%. • Mejora de la confianza, 63%. • Posibilidad de aprender del éxito de otra persona, 62%.

Consideramos como principales atributos el que un mentor, en un programa ejecutivo debiera cumplir con la misma posición que el mentee o de una posición superior, para que de forma real aporte desde la posición que actualmente ocupa el mentee.

Mentoría de mujeres para mujeres

Imaginemos ahora la importancia que para las mujeres tiene que ese mentor, también este viviendo o haya vivido los otros roles que una mujer, como ser esposa, hija, madre, hermana, etc. En mi experiencia, trabajar con mujeres me ha permitido conocer no solo a la emprendedora, empresaria, funcionaria, ejecutiva, entre otras, sino también al ser humano integral, conocer incluso a sus hijos, familia; situación que no siempre se da con los hombres. De ahí la propuesta de contar con programas de mentoría de mujeres para mujeres. Se podría dar un mejor entendimiento de doble vía entre las mentoras y las mentees, porque ese acompañamiento no solo impactaría en lo profesional, sino también en lo personal.

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En el papel de mentoras, las mujeres tenemos un peculiar desempeño por ciertos rasgos que todo mentor tiene, y que en la personalidad femenina se perciben de mejor manera; hay que agradecer las diferencias entre hombres y mujeres, nos hacen los compañeros perfectos. Algunos de estos rasgos que son muy valiosos para el mentoring son:

1. Maestra, esta es una vocación muy común entre las mujeres, acompañar y aportar para que el mentee adquiera conocimientos, desarrolle habilidades y destrezas.

2. Modelo positivo de inspiración, para una mentee, contar con una mentora que no solo permita aprender y crecer en lo profesional, sino como ser humano integral con sus respectivos roles. Lo mejor es quien nos mentorea sea también un ser integral que inspira.

3. Compañera, para eso las mujeres nos pintamos solas, somos sociales, históricamente siempre hemos estado en grupos. Así que, acompañar y sentirnos acompañadas es algo que se nos da de manera natural.

En un estudio reciente desarrollado por McKinsey & Co. y LeanIn.org, se encontró que las mujeres ejecutivas no ascienden tan rápido a gerencias como sus colegas masculinos. Como resultado de ello, es menos común encontrar mujeres mentoras que guíen colaboradores más jóvenes. En este mismo estudio, también se habla de que dadas las diferencias entre hombres y mujeres, e incluso en la forma en que somos educados, los hombres son agresivos y asertivos, las mujeres sumisas y cuidadoras; por lo tanto, las relaciones entre el mentor y el mentee son completamente diferentes si son hombres o mujeres.

He tenido la fortuna de vivir la experiencia de emprender desde muy joven y poder acompañar a muchos emprendedores, hombres y mujeres, con deseos fuertes de alcanzar el éxito en sus respectivos proyectos, y la relación que se da en estos procesos de mentoría es muy cercana, en donde, lo más importante es que se de conexión, de almas, en donde es más sencillo que las mujeres estemos trabajando un poco más en estos temas que los hombres.

Las mujeres ponemos alma, corazón y vida en las actividades que desempeñamos, y cuando se trata de ser mentoras, esto se resume en lo siguiente: 1. Experiencia en el campo en el que colaboramos. 2. Pasión por compartir esa experiencia. 3. Compromiso con el mentee y su proyecto.

Por ello, una de mis propuestas es que se diseñen programas de mentoría de mujeres para mujeres, no porque los grupos mixtos no funcionan, sino porque logramos un mejor entendimiento y también empoderamiento de nuestras mentees, además, permite que se inspiren en ellas y también convertirse en el futuro en nuevas mentoras y compartir, lo que genera una espiral de crecimiento, en donde se gana dando y compartiendo.

Si eres mujer y en esta época has tenido que desempeñar distintos roles, no solo en lo personal y familiar, sino también en lo profesional y empresarial; ahora con el reto de hacerlo en el mismo espacio por el confinamiento, créeme que contar con el acompañamiento de una mentora te va a facilitar el camino, elige bien y verás que caminar junto con alguien es más sencillo y divertido de lo que uno se imagina, esta crisis global que estamos viviendo y que por supuesto nos tomó por sorpresa, requiere nuevos retos y esos retos requieren nuevas habilidades, contar con un mentor te puede dar mucha luz y nuevas herramientas, ¡vive la experiencia! Nos vemos en la próxima.

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