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La circularidad: su medición y certificación

Los diversos materiales y recursos dependen del giro particular, pero casi siempre los que estarán presentes serán energía y agua.

Por: Victoria Freyssinier,

Sustainability Consultant. Líder de Sustentabilidad en la Latin-american and Caribbean Council on Renewable Energy (LAC-CORE).Master en Sustentabilidad de la Universidad de Columbia de Nueva York. https://www.linkedin.com/in/victoriafreyssinier/ @VickFreyssinier https://www.lac-core.org/ https://www.lac-core.org/sustainability/ Un concepto que viene apareciendo en el panorama de operaciones responsables y sustentables de las empresas, es el concepto de circularidad y/o economía circular. Además de que en México se revisa la Ley de circularidad en el Legislativo, por lo que es bastante pertinente que las empresas generen mecanismos adecuados de manejo y demuestren sus avances en la materia.

Definiendo que por circularidad se entiende aquel proceso positivo que “consigue que todos los miembros, sin excepción, se hagan cargo de forma compartida de los procesos de poder, recursos de la información, responsabilidad, energía y territorialidad; estando totalmente enfocados en la puesta en marcha de decisiones para conseguir resultados”.1

Trasladando esto a la operación de las organizaciones, usar sistemas de registro y medición de desempeño en infraestructura puede ser útil2. La circularidad en las organizaciones se refiere a la eficiencia en la asignación de los recursos que forman parte de la mezcla de producto (o servicio). Los diversos materiales y recursos dependen del giro particular, pero casi siempre los que estarán presentes serán energía y agua.

Mientras que a la energía se le atribuyen los mayores impactos en gases efecto invernadero traducidos a carbono; el agua es un recurso necesario al tiempo que escaso, y su gestión está muy conectada con la gestión energética.

En circularidad, la Pirámide del impacto o Jerarquía de mitigación puede señalar cómo priorizar opciones de acción. Por ejemplo, las 3R del uso de materiales incluyen: Reducir, Reutilizar, Reciclar; y se organizarían en este orden para optimizar el uso de los materiales al:

Evitar: los impactos desde el principio de la operación.

Minimización: reducir duración, intensidad o alcance de impactos no evitables.

Reducción: rehabilitar los ecosistemas degradados.

Compensación: compensar cualquier impacto adverso residual.

La circularidad implica un cambio de paradigma con respecto a la operación tradicional, pasando de un proceso lineal de consumo-conversión-producto-deshechos a uno más bien cíclico, donde los deshechos a la vez que se van reduciendo, son reaprovechados para completar, sí, efectivamente, un círculo.

El objetivo es retener tanto valor como sea posible en los insumos que permita crear una larga vida útil, basado en un proceso de recuperación de recursos. Aunque es más frecuente que se mencionan las acciones, soluciones e intervenciones que se están aplicando en cada recurso o proceso y las menos de las veces como se refleja, por ejemplo en los flujos de consumo, reciclamiento y uso. Eso está bien para empezar, pero ¿cómo mediríamos que grado de desempeño en la circularidad de recursos está registrando la empresa?, ¿estamos siendo poco o muy circulares?

Para establecer cuánto, ENVISION propone primero medir las soluciones circulares implementadas por la organización, estableciendo una línea de base que determine el rendimiento convencional tanto de la empresa como del llamado business-as-usual.

Infraestructura y Obra

Compras sostenibles

El indicador RA1.1: Apoyar las prácticas de compras sostenibles. La elección de los proveedores que hayan tenido en cuenta los impactos ambientales, económicos y sociales de sus productos y con programas para mejorar el rendimiento.

Si un 50% del total de insumos son sostenibles, asegura el máximo reconocimiento.

Control de los desechos

El indicador numerado para este fin es el RA1.3: Reducir los residuos durante la operación (explotación) de la infraestructura. El objetivo de este crédito es medir la reducción de los residuos de la operación y evitar desechar los flujos de residuos o subproductos en favor de su reciclado y reutilización. Un 95% señala el máximo nivel de logro.

Manejo de la energía

El indicador RA2.1: Reducir el consumo energético durante la operación, mide la conservación de la energía mediante la reducción del consumo energético general durante la operación a lo largo de la vida útil del proyecto. El máximo nivel de eficiencia energética, el nivel conservado reconoce los ahorros del 70%.

El indicador RA2.3: Utilizar energía renovable, mide que tanto de las necesidades energéticas de la operación se satisfacen a través de fuentes de energía renovables. Siendo el máximo logro ubicado en el nivel restaurativo, cuando el proyecto produce más energía de la que demanda y cuenta con excedentes, generando cantidades netas positivas.

Gestión del agua

En este caso, el RA3.2: Reducir el consumo de agua durante la operación, reconoce como nivel máximo el ahorro del 100 por ciento, en agua potable, y ahorros de al menos 50 por ciento en agua no potable. Pero además el hecho de que se purificará agua para consumo humano, y se pusiera a disposición de la comunidad. Calificando esto como una acción restaurativa. Aunque es una meta muy ambiciosa, al plantearse en el estándar ENVISION parece una meta totalmente viable.

Es así como se puede medir el desempeño de la circularidad con base a ENVISION, el estándar reconocido por el Institute for Sustainable Infrastructure, el cual puede ser

utilizado para verificación y reconocimiento

por parte de un experto certificado.

Fuentes: 1.-https://www.anse.fr/espanol/espanolblog/1522/la-circularidad-permite-lograr-mejoresresultados/#:~:text=%C2%BFQUE%20ENTENDEMOS%20 POR%20CIRCULARIDAD%3F,de%20bloqueos%2C%20 o%20de%20congestiones. 2.-ENVISION, Manual de aplicación para infraestructura sostenible, Versión 3 en Español.

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