el fomento o la planificación las tiene que someter a los responsables de la consejería; además, su limitación de decisión no les permite actuaciones muy transversales directamente con otras consejerías. En los ministerios o consejerías de turismo, también hay estructuras de unidades inferiores como las del segundo grupo, pero precisamente como unidades administrativas para la propuesta y la ejecución de la política turística y no como órganos de decisión. 3) Por último, hay una figura organizativa que cada vez se impone más, bien como organismo único, bien integrado con alguna de las dos anteriores, que recibe el nombre de instituto, agencia, consorcio o patronato de turismo, según la manera en la que esté constituido dicho organismo y según los miembros que lo formen. La finalidad de los gobiernos a la hora de crear estos organismos es: ● Disponer de una capacidad de actuación más flexible y ágil. ● Dejar que participe el capital privado en la financiación del organismo. 3.1.2. Las Leyes Generales de Turismo Dado que el turismo es un sector amplio y heterogéneo pero con una propia sustantividad, las comunidades autónomas han procurado dotarse de una gran ley que regule de forma global todo lo relativo a las empresas y las actividades turísticas. Se trata de las llamadas «Leyes de Turismo». En este sentido, la ordenación turística se establece por medio de dichas leyes, que son un marco dentro del cual se pueden reconocer cada uno de los actores que participan o intervienen en la actividad turística, así como sus actividades, funciones y competencias. Estas leyes, que pueden recibir el nombre de Ley de Turismo, Ley de Ordenación del Turismo o Ley General de Turismo, incluyen en su ordenación los siguientes aspectos dentro de su ámbito territorial: ● Los derechos y los deberes, tanto de los turistas como de los proveedores de los servicios turísticos. ● El alojamiento y las diferentes modalidades de alojamiento. ● La restauración y todos aquellos establecimientos que se dedican a servir comidas y bebidas. ● La intermediación, que incluye las agencias de viaje, las centrales de reserva y cualquier empresa que se dedique a la intermediación de los servicios turísticos. ● Los servicios y actividades de la información turística. ● Las profesiones turísticas. Las Leyes de Turismo establecen, además, el marco para el fomento, la planificación o la promoción turística, así como fijan los instrumentos necesarios para llevar a término estas acciones. Asimismo, últimamente las Leyes de Turismo han incorporado también instrucciones para la racionalización de los recursos, en pos del respeto del medio ambiente y de un desarrollo sostenible de la actividad turística.
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