Religión: relación del ser humano con la divinidad por la que aquel tributa a Dios el culto y la adoración que le son debidas.
Desde la segunda mitad del siglo XIX religión designa el hecho religioso ese aspecto del fenómeno humano que ha acompañado al hombre a lo largo de toda su historia y que constituye el objeto de la historia de todas las religiones.
Actividades mágico – religiosas atestiguados por los documentos mudos de la prehistoria. La vida toda impregnada de su sacralidad pero mezclada también de ribetes mágicos o animidad de las poblaciones preliterarias o primitivas. Mitos y cultos politeístas de las grandes culturas de la antigüedad. Las grandes religiones surgidas a partir del denominado tiempo eje: budismo, hinduismo por una parte y el judaísmo, el cristianismo y el islamismo.
Estas formas comparten suficientes elementos comunes de un hecho humano dotado de una estructura significativa y familiar que designa la palabra religión y que es realizada de formas diferentes en cada una de ellas dando sentido a la vida de sus seguidores. Aquí se encuentra su peculiaridad que lo diferencia de lo social, lo ético, lo político, lo económico…
1.1. EL AMBITO DE LA SAGRADO:
Se trata de una atmósfera, un clima peculiar y organizativo. Esto lo llamamos sagrado como ámbito de realidad. El ámbito de lo sagrado es el mundo de lo definitivo y de lo último ante lo cual las realidades de la vida ordinaria pasan a ser simplemente penúltimas. Es el mundo de lo único necesario como se dice del Reino de Dios en el Evangelio ante lo cual las demás cosas son relativas.
No creamos con todo que el mundo de lo sagrado es un mundo poblado de nuevas realidades o una forma de ser de la persona humana que consista en la realizaci贸n de acciones extraordinarias. Se trata del mundo y la vida del ser humano que, organizados en torno a un nuevo eje adquieren una nueva dimensi贸n entorno a la realidad que la transforma en sagrado: el misterio.
1.2. EL MISTERIO: Realidad que determina la aparición del ámbito de lo sagrado Se trata de una realidad anterior y superar trascendente al ser humano que aparece en su espacio vital y le fuerza a una reorganización del conjunto de su mundo y de su vida. Se trata por tanto de un misterio “ante el cual reaccionamos de manera tremenda y fascinante”. Tremendo por el sentimiento de desproporción entre la realidad que lo provoca y nuestra propia realidad. Estamos en el terreno del estupor, la admiración, el desconcierto ante nuestra pequeñez e intimidad que nos lleva a sentirnos anonadados, sobrecogidos, por el “totalmente otro” ante el que nos sentimos “polvo y ceniza” como lo declararon Abraham y Job.
Pero indisolublemente ligado con este rasgo de la reacci贸n del sujeto ante el misterio, como la otra cara de la misma experiencia, aparece el elemento de lo fascinante. Es una experiencia que maravilla, atrae, cautiva, procura paz, confianza indescriptible de que dan testimonio, por ejemplo algunos salmos.
El misterio por tanto es algo para sentir como “una auténtica armonía de contrastes” por un lado la absoluta trascendencia y lejanía, santidad y dignidad plena, por otro por tratarse de una realidad absolutamente trascendente su presencia no puede tener otro origen que una iniciativa totalmente gratuita. Lo dice bellamente la primera carta de Juan. “Por eso existe el amor: no porque amaramos nosotros a Dios, sino porque el nos amó a nosotros” 4,10.
RESUMIENDO… “El misterio” aparece como la realidad absolutamente suprema que irrumpe en la vida del ser humano afectándole de manera especialísima. Pero de esta realidad el sujeto religioso ha ofrecido a lo largo de la historia de las religiones configuraciones notablemente diferentes. A el se refieren “las fuerzas divinas” en las religiones de nivel primitivo. En el politeísmo de las grandes culturas de la antigüedad el misterio aparece reflejado en “las múltiples figuras de muchos dioses” que componen los diferentes panteones. De él es representación, racionalmente muy elaborada, “el Brahman”, el absoluto de la tradición monista hindú. De el habla elocuentemente el budismo a través del “silencio sobre Dios y la ausencia de toda representación divina”. Las tradiciones monoteístas, por fin, le reconocen a través del nombre con que se invocan y le adoran como principio y fin de la propia existencia: Mesías, Jesús, Alá.
Pero todos los sujetos religiosos, tienen conciencia de que ninguno de los nombres agota su realidad inefable, y de que tanto mejor le conocen cuanto más clara conciencia toman de su insondable realidad misteriosa.
“El misterio ejerce una función integradora de todas las facultades y dimensiones de la persona a la que polariza y atrae irresistiblemente”
“La religión es adoración del misterio y entrega confiada al mismo”.
“La religión dota de sentido a la vida porque confiere validez definitiva y significación plena a todo pensamiento y acción. Es un bien exigencial que ningún objeto o bien finito puede colmar plenamente”.
Para que exista religi贸n no basta que el misterio aparezca en la vida del ser humano. Lo que convierte a un ser humano en religioso no es el sentimiento y la experiencia de lo totalmente otro. A esta situaci贸n el sujeto debe responder de una forma bien precisa.
Porque ante lo totalmente otro el ser humano puede sentirse sobrecogido y reaccionar presa de pĂĄnico, con la huida ante esta realidad tan comprometedora. Esta huida resiste con frecuencia la forma del olvido y de la bĂşsqueda alocada de placeres, sensaciones y extravagancias.
La presencia de un horizonte ilimitado puede suscitar la reacción de la desesperación:
La irrupción del misterio puede también ser vivido como una invasión de la propia autonomía que provoca en el hombre la reacción de rebeldía.
¿Cuál es la reacción que hace del ser humano un sujeto religioso? La experiencia de lo sagrado: el ser humano se ve visitado por lo sobrenatural, tocado por la gracia, inundado por una realidad más densa y bella que lo reconcilia y da valor a su propia existencia.
Una presencia bajo la forma de ausencia que desencadena un proceso de búsqueda del misterio para reconocerlo, adorarlo, entregarse en sus manos y encontrar en él la salvación, la vida plena.
El hecho de que el t茅rmino de la actitud religiosa sea el misterio, es decir, la realidad suprema hace que en ella el ser humano deba comportarse de una forma nueva en comparaci贸n de las actitudes que adopta frente a las realidades del mundo.
En la actitud religiosa el ser humano debe descentrarse en beneficio del misterio confiadamente.
La relación religiosa es también actitud salvífica “como el mar inmenso está todo el penetrado de un solo sabor, el sabor de la sal, así este sistema está penetrado de un solo sabor, el sabor de la salvación que es vida plena y abundante” - texto budista -.
La idea religiosa de salvación comporta tres elementos:
La toma de conciencia de una situación de mal de la que la salvación viene a liberar La concesión al ser humano de una perfección plena y definitiva que da sentido a su existencia a pasar del tener al ser. La salvación religiosa tiene como agente un ser superior al ser humano. La salvación no es resultado de una conquista del ser humano, sino fruto de la gracia.
RESUMIENDO… Diremos que, a la aparición del misterio en su vida, el sujeto religioso responde reconociendo ese misterio en una actitud de confiado abandono y de total superación de sí mismo, Esperando y buscando en ese reconocimiento su perfección última, su salvación definitiva.
Hasta ahora la religión ha aparecido como una relación interior del ser humano con una realidad invisible en lo más íntimo del sujeto y solo afectaría el foro más interior de la conciencia.
En cambio las religiones de que da testimonio la historia aparecen con Hechos históricos Dotados de una dimensión espacial, temporal, corporal y social que los sitúa en medio del cosmos, de la sociedad y de la historia.
Recordemos los polos claves de la relaciĂłn religiosa: ďƒź El misterio: invisible, inefable, trascendente ďƒź El ser humano: mundano, corporal, comunitario, ser en el mundo.
En todas las religiones existen una multitud de realidades – hierofanias – apariciones de lo sagrado - a travÊs de los cuales el sujeto religioso reconoce la presencia de la realidad suprema. El cielo, los astros, la tierra, las mismas personas y sus obras.
Las hierofanías no se presentan como entidades aisladas sino bajo la forma de constelaciones o conjunto de relaciones mutuamente relacionados.
Estas constelaciones componen tres grupos que caracterizan las grandes familias de religiones: El primero tiene como lugar hierofanico la naturaleza: el cielo, los astros, o la tierra y la fecundidad. El segundo la historia y los acontecimientos en que se realiza. El tercero la misma persona humana, sus funciones y acciones más importantes.
Dentro de este proceso vemos como el sujeto religioso expresa el reconocimiento del misterio: Unos tiempos sagrados: fiestas, ritos, oraciones, ayunos, limosna, peregrinaciones, sacrificios. El surgimiento de la doctrina religiosa, del dogma, de la teología como producto de la faceta racional. Fervores, emociones y aceptación de lo trascendente Por último el carácter comunitario que determinará el nacimiento de Iglesias, fraternidades, sectas…
Pero no debemos olvidar que tales mediaciones son relativas que estรกn sujetas a cambios, que no se pueden absolutizar sin que perviertan a la actitud religiosa en lugar de servirla.
Prehistóricas, primitivas, de las grandes culturas de la antigüedad y religiones surgidas a partir del “tiempo eje”. Judaísmo, cristianismo, islamismo. Atendiendo a la forma de configurar ese misterio pueden dividirse en teístas: budismo primitivo, monismo hindú, brahmanismo, y no teístas: dualismos religioso, politeísmos, religiones monoteístas. Nacionales y universales De orientación mística
El Dios cristiano es una configuración precisa de lo que hemos descrito como el misterio. La actitud teologal: fe, esperanza, caridad, es una forma precisa de realización de la actitud religiosa, de lo sagrado. El cuerpo expresivo del cristianismo: creencias, culto, ritos, instituciones, sacramentos… es la figura concreta que ha revertido el conjunto de sus mediaciones.
El cristianismo aparece como una religión, relativamente reciente en la historia humana, de carácter universal y de orientación profética
DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS CON OTRAS RELIGIONES Atendiendo a su imagen de la divinidad se sitúa entre las religiones monoteístas, surgido del tronco abrahámico común del que proceden el Judaísmo y el Islamismo.
Del judaísmo le distingue su condición de religión universal. El Islamismo y el judaísmo la peculiar concepción de la divinidad resumida en la representación unitrinitaria de Dios.
Con el hinduismo y el budismo comparte la condición de religión salvífica y con el budismo de ser religión universal. Se distingue de las dos por su orientación profética que comparte con judaísmo e islamismo frente a la mística que caracteriza a las religiones del extremo oriente.
El mejor camino para la determinación de la originalidad religiosa del cristianismo es el descubrimiento de su eje peculiar, su centro de referencia: la persona de Jesús y su proyecto de vida plena y abundante hierofanía central del cristianismo. “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una persona que da un nuevo horizonte a la vida, y con ellos, una orientación decisiva” Benedicto XVI
“Nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto. Jesucristo” 1Cor 3,11
“Tengamos fijos los ojos en Jesús, hombre fiel y misericordioso para caminar sin desfallecer hasta el final ” Hebreos 12, 1-3 Hebreos 2, 1
“Vine para que tengan vida y la tengan en abundancia” Jn 10,10
Desde este hecho central quĂŠ es Jesucristo se comprende originalidad de la revelaciĂłn cristiana de Dios como Dios de humanidad y para la humanidad, Dios amor originario que hace presente en la entrega de si con la que JesĂşs manifiesto reconocimiento de Dios y su amor a los seres humanos.
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La cruz pasa as铆 a ser uno de los rasgos originales de la religi贸n cristiana, no solo por ver el lugar y la forma de la muerte de su fundador , sino porque en ella se revela de manera parad贸jica el poder de Dios y su amor a los seres humanos.
Y así llegamos a lo esencial del cristiano: el seguimiento de Jesús y de su proyecto del reinado de Dios, la adopción de su mismo estilo de vida: un hombre para los demás y con los demás.
La relación de las religiones con las sociedades y culturas ha pasado por tres grandes fases sucesivas
Culturas simples, sociedades sin escritura: Confusión práctica entre religión, vida social y cultura. Lo sagrado penetra el conjunto de la vida personal y social. Todo es vivido en relación con lo sagrado y en dependencia de un ser superior.
Grandes culturas de la antigüedad: es la realidad que cohesiona a sus miembros, sanciona o legitima sus acciones, ofreciendo una justificación última para todas ellas. Modernas sociedades industrializadas, secularizadas: progresiva limitación de la influencia de lo religioso a la esfera de lo privado y de la conciencia personal
Las reflexiones que preceden nos ayudan a hacernos cargo del momento religioso que vivimos. Ahora solo queremos dejar señalados los trazos más gruesos de la situación para explicitarlos y aclararlos más adelante. Es como dibujar el croquis del mundo religioso actual en el contexto socio – cultural de nuestra tardomodernidad. Un modo de acceder a un primer diagnóstico sobre la religión.
El momento actual se caracteriza por: 1. Pérdida del monopolio religioso por parte de las instituciones religiosas o iglesias. La religión aparece como no poseída o administrada por ninguna instancia social en exclusiva. 2. Lo religioso actual se muestra, por tanto, deambulando libremente por la sociedad. Hay libertad para estructurarlo. La mezcla, el eclecticismo y hasta el sincretismo aparecen en la reconfiguración de lo religioso actual. 3. Están puestas las condiciones para que aparezca un reencantamiento del mundo en forma de “nuevas religiosidades o espiritualidades”, neomísticas, neoesoterismos… una suerte de religiosidad difusa y fluida que camina al margen de la religión institucional y, a veces, es cohonestada por los creyentes como complementaria o al lado de la tradicional. 4. El centro actual de la religiosidad se desplaza de la institución hacia el individuo. Es este el que no solo elige la confesión o credo que quiere seguir, sino de incluso compone o recompone su creencia mediante una selección de los elementos de tradiciones religiosa a mano.
5. Comienza a estar más claro que hay que distinguir entre la religión (institucional), con un acento en una tradición e institucionalización en una comunidad eclesial estructurada, y la espiritualidad, cultivo o búsqueda de un sentido religioso de forma personal, en grupos “místicos” o emocionales flexibles, cambiantes y poco estructurados. 6. Nos encontramos ante la pérdida de plausibilidad para la aceptación objetivista de la religión y lo sagrada, al mismo tiempo que con manifestaciones reactivas en formas neotradicionales y fundamentalistas. 7. Junto a la religiosidad institucionalizada predominante, nos encontramos con una tendencia hacia el reforzamiento objetivo-subjetivo de tono fundamentalista.
8. Desde un punto de vista de la actitud mental, la situación de la religión es también inédita: es vista como un fenómeno más entre otros, que se puede describir, analizar, etc. Esta visión “natural” de la religión hace prescindible la religión. Es una realidad entregada al juicio racional e inmanente o al gusto de cada uno.
1. Una experiencial
religiosidad
2. Una religiosidad ecléctica
3. Una religiosidad difusa y fluida
La “nueva espiritualidad” es experiencial. Busca en la interioridad la prueba de la cercanía de lo divino. Una religiosidad individualista, subjetiva y de búsqueda reúne las condiciones, en un contexto de pluralismo y diversidad cultural y religiosa, para que las búsquedas de la experiencia de lo divino se efectúen sin respetar las fronteras entre las tradiciones religiosas. Lo sagrado aparece como una realidad que invade toda la realidad. No hay ningún sitio especial para encontrarse con lo sagrado. Las fronteras entre lo sagrado y lo profano se difuminan según esta vivencia religiosa. Hay como una atmósfera mística que lo invade todo.
La nueva espiritualidad, además de individualista y subjetiva, emocional y experiencial, difusa y ecléctica, mira hacia la naturaleza entera como el lugar del Misterio. Lo sagrado nos envuelve; es el fondo y fundamento de la realidad que percibimos.
4. Un cosmos sagrado
5. Pragmatismo salvación
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6. Una religiosidad estructurada
La irrupción de lo sagrado se quiere palpable y eficaz. Desata nudos psicológicos y da fuerza para superar enfermedades: armoniza el interior y cura el cuerpo.
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7. ¿hacia caminamos?
La nueva espiritualidad se abre en un abanico de variaciones típico del experimentalismo y el cambio de la búsqueda.
dónde
Esta nueva religiosidad o espiritualidad ofrece: 1. Un concepto de lo sagrado • No poseído ni localizado en lugares, templos o personas, presente en el fondo de toda realidad impregnándola toda. • Pasamos de lo sagrado habitado, situado en un lugar, a lo sagrado como proceso y camino. 2. El encuentro con este sagrado es fruto de una búsqueda, apertura, disposición o actitud de conciencia y de mente por parte del individuo; no se descubre o accede a él por medio de la especulación, sino más bien de la apertura de los sentidos, la intuición y los sentimientos 3. Es una religiosidad poco institucionalizada. Posee un carácter exploratorio y sincrético, como claramente indica su eclecticismo con mezcla de tradiciones e inspiraciones religiosas. 4. El creyente de esta religiosidad busca el contacto experiencial y práctico – terapéutico con lo sagrado: este debe ser eficaz ante sus necesidades personales y corporales y psicológicas. 5. Esta religiosidad difusa es afín con la “nueva cultura” o cultura alternativa frente a la religión oficial predominante – cristiana – y la cultura tecno – científica de carácter funcional.
“El hecho religioso es un hecho humano claramente atestiguado en la historia de la humanidad. La ciencia de las religiones nos habla de la complejidad del fenómeno y de la diferencia en sus manifestaciones “como acabamos de verlo”.