POSCONFLICTO Y MEDIO AMBIENTE
JOS É V I CE NTE V E RG AR A HOYOS
II- D - Redes de apoyo psicosocial
LA FRACTURA DE LA VIDA COMUNITARIA DE HOY •Un Ser enfrentado al Tener : “Dime cuanto tienes y te diré quien eres”. •Un individuo número-más-de-la-masa. Un yo-en-soledad. •Una sociedad dominada, masificada y alienada. •Una sociedad movida por el consumo y el mercado. •Unos afectos orientados por el emotivismo: lo que me motiva, lo que me mueve. •Unas relaciones hedonistas y utilitaristas en el afecto y los sentimientos en general. •Una perspectiva inmisericorde frente al otro: “cada quien sus problemas”. •Un mundo individualista y egocéntrico: “sálvese quien pueda”.
EN NUESTRO CONTEXTO LATINOAMERICANO ESTO SE CARACTERIZA Según los documentos del CELAM nos encontramos con una vida sumergida en: Religiosidad espiritualista y alienante como refugio: “que olvida la vida que vivimos” Unas políticas de seguridad, sin atención de lo social Un Crecimiento del poder financiero - Neocapitalismo
En otro extremo, un crecimiento de la tasa de miseria y del hambre Una sociedad integrada por familias desintegradas: Lo que aumenta los niños expuestos a la guerra, la delincuencia y a la violencia Jóvenes sin futuro: presa fácil de grupos armados (una guerra de jóvenes) Una convivencia comunitaria y social irrealizable dada las fracturas sociales La perdida de valores necesarios para la vida: Amor, respeto, confianza, solidaridad, compromiso, etc.
UNA SOCIEDAD EN CRISIS DE ESPIRITUALIDAD, SIN POSIBILIDAD DE CRECIMIENTO Y SUPERACIÓN DE LA VIOLENCIA Una Crisis manifestada en la sin-salida de los ciclos de violencia.
La perdida de los sueños e ilusiones de una sociedad distinta, ahogada por temores y miedos. Una ética individualista en la que sobreabundan los afectos, los caprichos y conveniencias personales. Los vacíos sociales que imposibilitan el diálogo y construcción social. Una crisis de inhumanidad evidenciada en la ausencia compasiva por el sufrimiento del otro.
LAS REDES PSICOSOCIALES Y ESPIRITUALES QUE NOS RECOSTRUYEN COMO SUJETOS 1. Los procesos terapéuticos generadores de sentido: oRescatar la valentía desde la experiencia de sufrimiento (resiliencia)
oRescate del lenguaje liberador y su sentido plenificador (terapia personal y colectiva – Logoterapia) oEl fortalecimiento de las relaciones familiares y de amistad oEl redescubrimiento del sentido de admiración que supere la barbarie oEl debido respeto por la situación vivida y el sufrimiento padecida por el otro (no re-victimización) oLa solidaridad compasiva: un silencio activo o una palabra consoladora
oLa creación de espacios de afectividad y simpatía: “abrazadas” oUna responsabilidad real, comprometida con el cambio de las estructuras que alimentan el conflicto y la violencia social.
LAS REDES PSICOSOCIALES Y ESPIRITUALES QUE NOS RECOSTRUYEN COMO SUJETOS 2. El compromiso profesional y de las organizaciones de apoyo: oEL reconocimiento de las narrativas de dolor y sufrimiento.
oCreación de nuevas reinterpretaciones y comprensiones de sí mismo. oLa educación en los valores humanos, negados y extraviados.
oEvidenciar con claridad la diferencias entre sujeto jurídico y sujeto psicológico (procesos que limitan y potencializan). oVisibilizar las víctimas y sensibilizar a la comunidad misma en torno a tal situación (educar para la memoria). oRepensar y resignificar lo histórico desde la memoria personal de quien ha padecido.
oAbrir el espacio político para expresarse sin ser callado, reprimido o juzgado. o Explorar nuevas maneras de reconstrucción y establecimiento de lo social desde la relaciones fundantes de toda interacción entre los individuos.
LAS REDES PSICOSOCIALES Y ESPIRITUALES QUE NOS RECOSTRUYEN COMO SUJETOS 3. Una pastoral de la espiritualidad de la esperanza A partir de la tradición bíblica en el AT, el Deutero Isaías (40-66)y Ezequiel, nos proponen: “Consuelen, consuelen a mi Pueblo; hablen con cariño a Jerusalén y díganle que su esclavitud ha terminado” Is. 40, 1- 2d “Alégrense con Jerusalén, llénense de gozo con ella todos los que la aman; únanse a su alegría todos los que lloran por ella y ella, como una madre, los alimentará de sus consuelos hasta que queden satisfechos. Porque yo, el señor digo: Yo haré que la paz venga sobre ella como un torrente desbordado. Ella los alimentará a Uds. los llevará en sus brazos y los acariciará sobre sus rodillas. Como una madre consuela a hijo, así los consolaré yo a ustedes, y encontrarán el consuelo en Jerusalén. Cuando Ustedes vean esto, su corazón se alegrará; su cuerpo se renovará como la hierba. El Señor dará a conocer su poder entre sus siervos, …” Is 66, 10 – 14 Sanando mis heridas, reparando mi corazón, liberándome de la muerte y del sepulcro en que vivo (Ez. 37)
DIOS ACOMPAÑA EL SUFRIMIENTO RECREANDO LA VIDA QUE NOS HA REGALADO Una Pastoral del acompañamiento que alimenta la vida espiritual y el crecimiento comunitario, en espacios eclesiales y/o apoyo psicosocial. Ellos, en medio de la noche oscura del dolor, de la violencia y la injusticia, hacen resplandecer una Esperanza de la liberación. “Como en el camino de Emaús” Jesús camina junto a sus discípulos. Hace memoria de una historia de dolor y fracaso. Nace así, una espiritualidad del acompañamiento, afirma A. M. Tepedino. Es una pastoral de reconstrucción de la casa, de la Familia y de la comunidad. Permite resignificar el vivir cotidiano –el comer, beber y amar- como horizonte solidario que crea nuevas formas de sociedad.
La vida espiritual restablecida desde la esperanza, nos dispone a compartir los momentos de alegría, a practicar la justicia y el amor solidario. Dios que nos ama, también recrea y dinamiza nuestra existencia, la cual, como Locus Teológico hace patente su salvación.