TECLA alma contemplativa
“Siempre he notado su extraordinaria piedad: su comportamiento, sus palabras, sus escritos, hasta su más mínima actitud, reflejaban su amor y su unión con Dios. Vivía siempre bajo la mirada de Dios”. (Beato Santiago Alberione, febrero de 1968)
“No dos vidas –afirmaba el cardenal Arcadio Larraona en su discurso fúnebre–, una sola vida, sencilla, sintética: una vida en la cual todo es ver a Dios, todo servir a Dios, todo es comunicarse con Dios. Esta fue la vida que asumió la Primera Maestra. Verdaderamente contemplativa vuestra Primera Maestra”.
“Necesitamos rezar como necesitamos respirar, necesitamos de la oración como del agua para vivir” La meta es llegar a vivir en Jesús “de tal modo que nuestros pensamientos y nuestros afectos sean suyos, nuestra voluntad sea la suya, que tengamos sus mismos deseos. Llegar, por tanto, a la unión íntima con el Maestro Divino, a los más altos grados de oración, al “no soy yo quien vive, es Jesús quien vive en mí”, hasta ser una alabanza de Dios.
“La piedad era siempre para ella la primera preocupación (…). De la piedad íntima y fervorosa recibía luces de Dios, la fuerza para realizar los deberes de oficio, lo referente al apostolado, lo referente a la santificación.
Primero pedía a Dios la luz para poder decir lo que era más conveniente; y en segundo lugar actuaba con tanta humildad que era difícil resistirle”.
Oración y trabajo espiritual Para la Primera Maestra la oración se unía a un intenso trabajo espiritual para que “nuestro corazón, nuestra mente, nuestra voluntad y nuestras fuerzas sean de Jesús”: “Que cada una reflexione: ¿He comprendido realmente a fondo este deber y me esfuerzo por dejar libre mi corazón al trabajo de la gracia, quitando mi yo, que es el principal obstáculo para conseguir mi propio bien y el de los demás?”.
“¿Estoy convencida de que nosotras, débiles criaturas, no podemos nada sin la gracia de Dios? Cuanto más clara se ve la necesidad de hacer el bien, más se debe sentir y reconocer nuestra miseria”.
Don Alberione afirma que M. Tecla había llegado a eliminar toda resistencia a la gracia: “El Señor hizo de ella lo que quería, porque nunca se resistió, por cuanto me consta. Nunca resistencias a la voluntad del Señor”.
“Se sentía que era el Señor quien la sostenía. Fue un alma contemplativa. Sabía también recurrir a los hombres, pero en primer lugar a Dios. Todo debía venir de Dios y todo era para Dios”.
Don Alberione
“Oh, ¡su vida! Toda en las manos de Dios. A la dirección espiritual fue fiel desde el principio, desde que entró hasta el momento que el Señor “Eenquesta la llamó al eterno vita venga a descanso, a la gloria. manifestarsi Vosotras sabéis que en el nelle tiempo opere”. último de su (DF 40) enfermedad no tenía más expresión que: ‘La voluntad del Señor; lo que le guste al Señor; hágase la voluntad del Señor’ (…). Siempre docilísima”.
“Después el Señor echó sobre sus espaldas, a pesar de su débil salud, una gran responsabilidad, una gran misión: preparar a las almas, o sea, a las compañeras, para el día de la consagración al Señor. En su vida estaba siempre dispuesta a todo, a todo lo que el Señor disponía; no solo a la obediencia en general, sino a todo lo que llegaba a comprender que el Señor quería de ella. Siempre dispuesta; siempre preparada para todo… ¡Qué dócil era entonces! Siempre iluminada por Dios y siempre dispuesta a buscar lo que el Señor manifestaba”.
M. Tecla nos ha dejado una rica herencia contenida en las circulares, conferencias, notas espirituales, cartas que revelan algo de su vida Ăntima.
Appunti presi a M. Tecla dal 1926 al 1963
Los Cuadernos son apuntes tomados por Maestra Tecla a lo largo de su vida, de 1926 a 1963. Algunos contienen notas espirituales, otros apuntes de meditaciones, prop贸sitos generales y particulares; res煤menes mensuales, puntos para el examen de conciencia, gracias para pedir, consejos del Primer Maestro.
Son todos manuscritos autógrafos donde ella anotaba, junto a otras cosas, las orientaciones casi semanales que recibía del “padre espiritual”.
Se nota en sus cuadernos su gran empeño en una vida espiritual metódica: anota el progreso día a día, semana tras semana, el número de las victorias y el de las faltas, la diferencia y la relación con la semana precedente. Y siempre las victorias superaban a las faltas. M. Tecla tenía un gran cuidado en el examen de conciencia y la confesión (del número de las confesiones resulta que se confesaba más de una vez a la semana…
Recogiendo estas notas, destaca de ellas el carĂĄcter enĂŠrgico y voluntarioso de M. Tecla, el deseo de responder a toda costa a la voluntad de Dios, superando tambiĂŠn las dificultades de un cometido que ella consideraba superior a sus fuerzas.
En sus cuadernos, pero también en las cartas aparece un Don Alberione que con sumo respeto a la acción divina acompaña a Maestra Tecla a responder al impulso del Espíritu, orientándola cada vez más hacia la “Divina Unión” y encaminándola por la vía que definirá cada vez más su fisonomía espiritual: “Cuidar la humildad por nuestra parte; esperar como niños en el Señor”.
El fundamento de la vivencia espiritual de M. Tecla El contenido de dos “Cuadernos”, el n. 5 y el n. 6. Dichos cuadernos contienen apuntes tomados por M. Tecla que retoman 64 meditaciones dadas por don Alberione al primer grupo de FSP entre el 11 de octubre de 1927 y el 23 de mayo de 1928. En la primera meditación M. Tecla anota la finalidad de dicha experiencia extraordinaria: “Cursos de meditaciones o ejercicios prolongados para orientar la propia vida”. Es una especie de noviciado, durante el cual don Alberione quiere poner las bases del camino futuro.
Los contenidos de aquellas meditaciones confluyen en el librito Donec Formetur impreso en 1932. “…Ahora vemos el camino a seguir para llegar a la santidad. Debemos tener un modelo que imitar y este es Jesús Camino, Verdad y Vida. El Divino Maestro, Él nos enseñará, nos trazará el camino, es más, Él mismo es nuestro Camino (…)”.
Un camino de fe en la prueba “Todas nuestras miserias, nuestros defectos los pondremos en los fundamentos, y luego fundaremos solo en Dios, contaremos solo con Él. Las que vengan después de nosotras bastará que cuenten con Dios, pero nosotras tenemos que contar solo con Él. Jesús es la piedra viva”
La primera prueba que la purifica es el descubrimiento de sí misma como persona que resiste a Dios, que “estropea las cosas”. Escribe en sus cuadernos en 1927: “Yo hago solo el mal”.
Se siente parte del mundo del pecado. “Jesús mío, misericordia”.
La consciencia de la propia pobreza lleva a la Primera Maestra: - a trabajar mucho sobre sí misma por medio del examen de conciencia, para quitar todo lo que se resiste, especialmente la soberbia; para que no quede nada que se interponga entre ella y Dios: “Buscarlo solamente a Él”.
Según la invitación del Director Espiritual, se entrega totalmente a la Misericordia de Dios, está comprometida en la “muerte total del propio yo” para dejar el lugar a Dios, a fin de que tome posesión de todas las fibras de su corazón.
a crecer cada vez más en la confianza en Dios. Una confianza que con el tiempo se transforma en un gran amor al Maestro, un amor personal y explícito. “¿Terminaré este año que ha comenzado? No lo sé. Sé que si hago la voluntad de Dios, si amo mucho al Señor iré al Paraíso con Él… No importa vivir mucho o poco, lo que importa es amar a Dios”.
En los cuadernos se encuentra continuamente la anotación: “Yo nada, Dios todo”. “Llegar a comprender a fondo mi nada; solo soy capaz de hacer el mal”. Este sentido de la nada deriva de su escasa salud, de la preparación inadecuada, pero brota sobre todo de un profundo sentido de Dios: su nada se apoya en la consciencia de que “Dios es todo”.
Es llevada por la fuerza de Dios. Escribe en sus notas de 1927:
“Este año que por tu voluntad, Dios mío, me has permitido comenzar, quiero pasarlo bien, si te complace concederme continuar. En cambio, si me quieres llamar a ti, hágase siempre tu Santísima voluntad”.
Este año lo pongo bajo la protección del Divino Maestro y de la Reina de los Apóstoles. Prometo no perder ni un minuto de tiempo. Pongo desde ahora la intención en mis plegarias, oraciones y padecimientos todas las intenciones que tiene Jesús en la Hostia Santa, y quiero renovar esta ofrenda con cada latido de mi corazón. Por la noche, mientras duermo, quiero que mi respiración sea una comunión continua con mi Dios. En cada respiro quiero decir: Jesús está con nosotros y nosotros estamos con Jesús (…)” (gennaio 1927)
En la Congregación y en la Familia Paulina se experimenta la oscuridad. Escribía: “A veces era tal la oscuridad, que no lográbamos entender absolutamente nada”.
Tecla
(1918)
Por lo menos dos veces, la Primera Maestra se encuentra haciendo de superiora, cuando su rol, en la prĂĄctica, lo realizan otros. Es la experiencia de los aĂąos 23-28; 38-39.
“La voluntad de Dios es que me ocupe de las cosas generales y no de las cosas particulares (…). Sería más cómodo, pero no es la voluntad de Dios” febrero de 1927). Florecilla: “estar en mi puesto” (abril de 1927).
Tecla
“Ninguna atención a su salud precaria, a su posición. Pero Maestra Tecla desde aquel momento (desde el anuncio de que había sido designada superiora general) se manifestó heroica y se puso en el último lugar, dejó hacer a Teresa Raballo”.
Tecla
Testimonianza di Clelia Bianco
Tecla
“Caridad y cosas generales”
Tecla
El Fundador la invita continuamente a “pensar en las cosas generales”, no en las cosas concretas, estas debe procurar que las hagan las hermanas. ¿Qué quiere decir? Don Alberione insiste a menudo sobre este empeño en las cosas generales, incluso en las reuniones de consejo. 30.12.1926 El Señor ha empleado contigo mucha misericordia. Debes ejercer la caridad con la Casa más todavía que con los individuos; cuidar a las Hijas, y las cosas particulares hacer que las hagan. Tú debes cuidar el espíritu, las vocaciones y formarlas, cuidar el estudio, la prensa, la pobreza, ingeniarte que con el trabajo y la beneficencia la Casa sea activa. [Palabras de don Alberione]
1.1.1927 Propósito: la Caridad para con las Hijas y la Casa. Ocupar bien el tiempo, especialmente los momentos perdidos. Recordaré dar siempre el resumen. Este año, con la gracia de Dios, quiero crecer en santidad, quiero hacerme santa, pronto santa y gran santa. Por mí nada puedo, solo puedo cometer pecados. Con Dios lo puedo todo. Recuerda: sacrificio, humillaciones, mortificaciones de tu voluntad, ser sumisa a todos, estar bajo los pies de todos, esto es lo que necesitas. ¿Cuándo empezarás? Mira que hacer solo propósitos no sirve de nada, es necesario practicarlos… ¡Jesús mío, misericordia!”.
7.2.1927 - M.9 V.11 = 2 otto meno della sett[imana] scorsa “He pasado dos días con gran frialdad. Procuraré tener cada vez más confianza en el Señor, en sus méritos, en su ayuda. Amar a Dios, para mí, cumplir los deberes de oficio, hablar a menudo con las maestras-consejeras y velar por todo, pero sin fiarme mucho de ellas. El Señor te da gracias especiales, aunque seas más atrasada y más ignorante que ellas. San José fue designado para gobernar a la Sagrada Familia. Jesús sabía más, pero lo quiso así… M. Tecla si sente inferiore alle altre sorelle, ma ha grande fiducia nella grazia della vocazione…
“Debes formar tú a las Hijas…” El año 1932, Maestra Tecla está tomando cada vez más conciencia de la necesidad de asumir en primera persona el acompañamiento de las hermanas, advierte la responsabilidad del propio oficio, del testimonio.
El 24 de mayo de 1932 Don Alberione la invitaba a practicar la humildad caminando “a la cabeza”.
“…Caminar siempre a la cabeza, ser la primera en el estudio, poner a las jóvenes a dar clases, procurar que se aprenda, etc., etc., la primera en el Apostolado, y ahora tomar la dirección de la difusión de la Santa Biblia, la primera en la pobreza, encontrar siempre nuevos medios también de apostolado, la primera en la observancia de las reglas, en el comprender el espíritu de la Visita, en la devoción a la Santísima Virgen, en la fe, en la esperanza, en la caridad. No que tengas que hacer más, sino hacer menos, supervisarlo todo, y buscar siempre nuevos medios para progresar”. P.M.
26.6.1932 - Más que la humildad de ocultamiento, que es fácil, es necesario que intentes, dominar ahora la situación, no desanimarse en los fracasos, no descorazonarse por la falta de éxito, no desalentarse, porque esto sería soberbia. Hacer las cosas simplemente, cuando es tiempo de rezar, rezar, de dormir, dormir, etc., etc., con mucha sencillez. Sin sometimiento o porque las otras son más buenas o porque saben más [Primer Maestro].
Una mirada constante a Jesús En la primera fase de su vida su relación con Jesús se caracteriza como imitación, como deseo de copiarlo, encontrar en Él la referencia para toda acción:
“Que mis pensamientos y mis afectos se hagan cada vez más humildes y unidos a los de Jesús. Unirme a Él; transformarme en Él” (19.10.1931).
“Humilde como Jesús. Él dijo: Aprended de mí… y queremos ser esposas de Jesús, pero no queremos la cruz de Jesús” (noviembre de 1931).
Jesús es bueno, yo mala, Jesús es todo, yo nada, Jesús es humilde, yo soberbia, Jesús es manso, yo dura, Jesús es misericordioso, yo exigente, Jesús sufre y yo quiero gozar, Jesús quiere salvarme y yo me resisto. Jesús me ama y yo, ¿lo amo a él?
En abril de 1935,
M. Tecla es reelegida Superiora general por seis años. Pero nada de esto aparece en sus cuadernos. Su preocupación es siempre la misma: progresar en la respuesta a la voluntad del Señor, “dar gusto a Dios”.
Tecla
4.9.1935 – Hoy para dar gusto al Señor procuraré conservar el recogimiento para el buen ejemplo de las hermanas. 6.9 – Siempre estaré unida al Señor como María y trabajaré por Él como Marta. 7.9 – Cada día hacer como el primer día que entré en Casa, con aquel fervor, con aquella disposición a hacer la S. Voluntad de Dios. Hoy comienzo.
10.9 – Hoy me preguntaré a menudo: Oh Teresa, ¿qué has venido a hacer en la Congregación?, ¿tu voluntad? Tomaré cada cosa que cueste a mi amor propio, para dar gusto a Dios.
Tecla
14.9 – He sido muy mala. ¡Jesús mío, misericordia! Hoy, por amor a María Santísima de los Dolores y con su ayuda, quiero hacer la Santa Voluntad de Dios.
La adhesión a la voluntad de Dios Una palabra que determina el camino espiritual de la Primera Maestra es la “voluntad de Dios”. El sentido de la voluntad de Dios impregna toda su vida, desde el principio hasta el fin, cuando todavía anota: “Quiero hacerme santa haciendo la voluntad de Dios en todo y siempre. ¿Me quiere enferma? Fiat. ¿Tentada? Fiat. ¿Contradicciones? Fiat. Siempre: no lo que a mí me gusta, sino lo que te gusta a ti, Dios mío”
1938 un año de pasión
Al final de los años 30, Don Alberione vivía una dolorosa reflexión respecto del planteamiento de los Institutos femeninos.
La “oscuridad” de Maestra Tecla Desde enero hasta agosto permanece en Alba mucho tiempo, y también en el mes de noviembre está en Genzano por motivos de salud.
1 de enero de 1938 ¿Terminaré este año que he comenzado? No lo sé. Sé que si hago bien la voluntad de Dios, si amo mucho al Señor iré al Paraíso con Él. - Quiero, con la divina gracia, pasarlo haciendo el bien, tanto si lo termino como si no. No importa vivir mucho o poco, lo que importa es amar a Dios. - Que cada respiración, cada latido del corazón, cada acto, sean actos de amor a Dios. - Que todos mis pensamientos sean de Dios, los afectos del corazón, mi voluntad, que todo se dirija a Dios. - Declaración: Oh Señor mío y Dios mío, este año que me das, los meses, los días quiero que sean todos para ti, solo para ti. Detesto desde ahora todo pensamiento, afecto, suspiro que no sea para ti. Pongo este 1938 en tus manos, oh María Santísima. Tú haz que todas las Hijas de San Pablo sean solamente de Dios y que no lo ofendan nunca.
La única cosa que interesa verdaderamente a M. Tecla, incluso en los períodos de mayor dificultad, es la unión con el Maestro Divino, como escribe a la Maestra de las novicias M. Nazarena Morando el 23 de octubre de 1938: Felicidades y oraciones para la fiesta de Cristo Rey. Que este Rey pueda reinar en nuestras mentes, en nuestros corazones y en nuestras voluntades. Que todas las Hijas de S. Pablo estén plenamente sumisas y apegadas a Él.
Roma 5 de noviembre de 1938
“… También aquí hay muchas cosas… tomémoslo todo de las manos de Dios, procuremos solo hacer bien nuestros deberes, ejercitarnos en la virtud, ganarnos el Paraíso. El Señor, a su tiempo, dará a conocer las cosas. Estemos serenas y confiando solo en el Señor. Está bien como has dicho, hablar poco, no decir nada de estas cosas y actuar solo por el Señor. Rezo por todas vosotras, mucho, también yo esta tarde comienzo los Ejercicios. Estoy bastante bien. ¡Ánimo! Un poco de Paraíso pagará con creces los pequeños sacrificios que hacemos por Él”.
“Inclinar la cabeza y obedecer”
“… En estos momentos hay que marchar hacia delante con los ojos cerrados y fiarse solo de Dios”. Escribe a Sor Paulina Pivetta el 21 de noviembre de 1938
Tecla
Escribe a M. Brígida Perron, el 27 de diciembre de 1938: “… No sabría ni siquiera qué decir, estamos a oscuras… Hagamos como nos dicen y así no nos equivocaremos. … Se ve que el Señor quiere consolidar nuestra querida Congregación, porque nos manda muchas cruces. Confiemos solo en Dios. Ciertas cosas disgustan, pero hacen bien al espíritu. ¡Ánimo! Yo de vosotras ya no hablo al P.M. si él no dice nada. Estemos solo unidas al Señor, desapeguémonos de todo y de todos, y también de nosotras mismas. Cuando hayamos eliminado el amor propio todo irá bien…”.
En los meses de octubre-noviembre de 1941, se lee en los cuadernos de Maestra Tecla este propósito que recuerda el momento difícil que está viviendo: “ Señor, no lo que a mí me gusta, sino lo que te gusta a ti. Yo no comprendo nada. Tú lo sabes todo, y todo lo dispones para mi bien. Solo Tú, Jesús, solo lo que a ti te gusta. - Quiero ser la sierva de todas, inmolarme por las almas”.
Humildad, pequeñez, abandono “Necesitamos hacernos pequeñas, pequeñas”. “Inclinemos nuestra frente ante el pesebre… y prometamos querer hacernos también nosotras pequeñas; así podremos entrar en el reino de los cielos prometido a los niños y a los pequeños”.
Vida espiritual con aliento mariano “Todo te lo confío a ti, oh María: toda mi persona con sus sentidos. Mi alma con sus facultades… Todo lo pongo en tus manos. Haz de ello lo que quieras, María. Sé que estoy en buenas manos y esto basta. Cúbreme siempre con tu manto, y cubre a todas las Hijas de S. Pablo; tennos siempre abrazadas a ti y llévanos a todas al paraíso. Que no falte ninguna. Tú eres nuestra única esperanza en la vida, en la muerte y gozo para toda la eternidad. Oh María, confío en ti. Oh María, me entrego a ti”
En la escuela del Maestro eucaristía “…Tenemos el sagrario: ¡podemos ir a él cuando queramos! ¿Tenemos una gran pena y no sabemos a quién decirla?... pues, ¡vayamos a Jesús! Si estamos bien apegadas al Señor, no nos faltarán ayudas. No nos faltarán las gracias…”. A un grupo de misioneras en Canadá les recomienda: “Dondequiera que vayáis, buscad un Sagrario y así habréis encontrado todo. Cuando queráis ver y hablar con la Primera Maestra y yo quiera encontrarme con vosotras, he aquí la cita: El Santo Sagrario”.
“Si se busca solo a Dios, Él, que es Padre, enviará cada día el alimento, el vestido… Seremos nutridas por la carne inmaculada del Salvador, seremos nutridas con su Evangelio”
Confianza en la Providencia
“Creer que todo está dispuesto por nuestro buen Padre Celestial, lo que nos gusta y lo que no nos gusta (…). Examinaré: Si mi corazón reposa tranquilo en el Señor, sobre el corazón de Dios que piensa continuamente en mí” (mayo de 1931). “Con Él se puede vivir sin afán, aunque las pruebas sean muchas”. Su fuerza proviene de una extrema confianza: “Si el Padre nos ha dado lo más querido que tenía, su Hijo, confiemos en que nos dará todas las gracias”. Por eso “sentir, reconocer nuestras miserias, pero luego con gran confianza en Dios lanzarnos como nuestro Padre san Pablo y decir: ‘Todo lo puedo en aquel que me conforta’”
“Trabajo espiritual muy sencillo”. “¡Oh, Jesús mío! Te quiero a ti y nada más”. “Jesús, utilízame para lo que creas conveniente (…), quiero ser un dócil instrumento en tus manos. Haz lo que quieras”. “Abandono en Dios – total– completo”. “Estar con el Señor con confianza, serenidad, pensando que Él me ama y que yo lo amo a Él” (febrero de 1947) “Confianza plena en Jesús y en la Virgen. Paciencia en todo y con todos. Serenidad confiada” (abril de 1947).
El sentido del abandono “total, completo” se extiende a todo. La oración se convierte en un reposo en el Señor, un vivir en su presencia. Es interesante meditar el proyecto espiritual de 1950 que ella suscribe hasta 1961, cuando ofrece su vida a la Santísima Trinidad por todas nosotras:
Tecla
Año santo 1950-1951 - Este año que ha comenzado lo terminaré. No lo sé. - Todos los minutos, las horas, los días, los meses de este año quiero que sean todos de Dios, solo para ÉL. - Renuncio a mi voluntad para tener solo la de Dios. - Renuncio a mis gustos, a mis modos de ver, para tener solo los gustos de Dios. - Quiero hacerlo todo por él y por él solo. - Oh María, mi buena madre, que yo pueda amarte a ti y a Jesús solo. Ayúdame con tu gracia. Confío en ti, me entrego a ti como una niña pequeña. San Pablo, ayúdame. Santa Tecla, ruega por mí.
Tecla
- Que mi vida sea un continuo “Magnificat” por tantas gracias recibidas y una adoración continua. Todo y solo por la gloria de Dios y el bien de las almas. (Ejercicios de mayo: Abandono en Dios completo, total. He aquí en síntesis mi propósito).
Maestra Tecla nos enseña que la contemplación no impide la acción más intensa. El apostolado para ella significa prolongar el apostolado de Jesús y como tal une a Dios:
“El apostolado es la oración vital que nos une a Dios. La contemplación o la vida divina en nosotros debe permanecer siempre; si es así, cuando damos el libro, damos la gracia”.
Tecla
Tiene una consciencia plena: “Es Jesús quien vive en mí con el Padre y el Espíritu Santo. Estar unida al Maestro Divino”. Las cartas de Don Alberione sostienen este camino más pasivo, orientado a la configuración con el misterio de Cristo: “Vivir en Jesucristo”; dejarse guiar por Jesús con plena confianza; gustar “su continua presencia en el alma: que habla, que consuela, que santifica”
«La Trinidad es mi familia»
«abandono pleno en el Señor» Su vida espiritual se simplifica e adquiere una dimension trinitaria.
“¡La santidad! La quiero. Vivir la vida Trinitaria como María Santísima. Confianza en el Padre Celestial, amar al Hijo que ha venido a salvarme, confiar en la gracia del Espíritu Santo. El Padre Celestial siempre está cerca de mí, dentro de mí, piensa en mí y prepara todo. Jesús está conmigo, el Espíritu Santo me santifica. Vivir la unión con las tres divinas personas”.
“Pensar a menudo que la Santísima Trinidad está en mí. Adoración, unión, recogimiento y… acompañar a tantos huéspedes”.
“Dios Mio, que yo me oculte en ti, que me pierda en ti, como la gota en el océano”.
Una unión que llega hasta la inmolación, expresada en la ofrenda de la propia vida, que hizo en 1961 precisamente en la fiesta de la Santísima Trinidad. Esta aspiración a ser en la Trinidad, esta gran nostalgia del Eterno se traduce con un término muy familiar para ella: Paraíso. Este es el “lugar” del premio, el “sitio” estable, pero es sobre todo la plenitud de la comunión: “estaremos siempre con el Señor”.
“Oh Santo Divino Espíritu, dame tu amor, tus dones. Quiero dejar que tú trabajes en mí, no poner impedimentos a tu acción santificadora. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo” “Todo lo recibo de ti, el bien y el malestar, los sufrimientos físicos y morales. Estoy unida a ti ahora y siempre”. “Vivir la unidad de vida con Jesús Maestro” . “Imitar a san Pablo en su unión con el Maestro Divino. ¿Quién me separará del amor de Cristo?”. “Hoy, más intensidad de vida con Jesús Maestro. Todo con él: unidad” (27.1.1963).
Una tensión fuerte y constante
“Que llegue
a la plena transformación en Cristo” (1963)
“Vivir la unión con Dios como san Pablo: mi vivir es Cristo. Hacerlo todo por Él, con Él, en Él”
El Fundador, ratificando su aprobación a los propósitos que la Primera Maestra le envía, la invita a un profundo dinamismo espiritual: “Vivir en Jesús Maestro. Jesús Maestro sea luz para la mente; sea consuelo y gozo íntimo. Sea cada vez más sentida su continua presencia en el alma; que habla, que consuela, que santifica”
“Yo he notado siempre que la Primera Maestra le da numerosos besos a la pequeña cruz que cuelga del rosario a veces inclusos en medio de nuestras conversaciones. Entonces el corazon pasa a Jesus..” (Don Alberione)
Contemplando la Pasión
“Señor, mira si soy capaz… ¡no soy realmente nada! ¡Quiero ser un dócil instrumento en tus manos! Tú dime cómo tengo que hacer… ¡ ya sabes que yo te sigo! Tú inspírame y yo haré lo que me inspires”
En los cincuenta años de vida paulina, ella concentró su enseñanza en su único objetivo: la vocación a la santidad. La santidad es la condición única y esencial para la eficacia de la evangelización realizada con los medios de comunicación social: “Las apóstoles de la prensa deberían ser todas santas: ¿tenemos por lo menos la voluntad firme y resuelta de llegar a serlo?”
Tecla
“La preocupación sea para todas siempre y única: hacerse santas paulinas. ¿Qué tenemos que hacer nosotras en este mundo, qué debemos hacer en la Congregación? Debemos hacernos santas. Esto es lo único que debemos hacer”.
santità
“Dar un paso hacia adelante en la perfección religiosa y en la verdadera vida paulina”; “progreso espiritual y de apostolado cada vez más inteligente”; “avanzar en la virtud y en la unión con Dios”
Progresar hasta el abandono total, hasta estar en adoraci贸n continua, hasta expresar
el magnificat con la vida.
“Procuremos tener el corazón lleno de Dios para llevarlo a las almas”.
“Qué bello y santo es comunicar a las almas a Jesús, ese Jesús que nosotras queremos llevar siempre en el centro del corazón”
Entremos en la experiencia de Maestra Tecla mediante las últimas expresiones escritas en su cuaderno
Tecla
31-10-1963 – Todo lo tomo de ti, el bien y el malestar, los sufrimientos físicos y morales. Estoy unida a ti ahora y siempre. 10-11-1963 – Todo y solo por Dios y por María Santísima. Me entrego a ti, soy miserable, estoy arrepentida. Jesús mío, misericordia. ¡Cuántas gracias! Cuántas absoluciones cada día de esta semana. 11-11-1963 – Que esté siempre preparada para morir… Jesús y María, perdón. 15-11-1963 – Señor, estoy dispuesta a toda tu santa voluntad. No recuerdo, no sé los nombres, me falta la respiración, todo lo tomo de ti, por amor… en penitencia. Por todas las necesidades de la Congregación, por el Papa, por el Concilio, por el Primer Maestro con toda la Familia Paulina.
Tecla
16-11-1963 – Han pasado 5 meses desde el dĂa de la enfermedad que me llevaba a la eternidad. Hoy estoy en cama resfriada. Hoy 16. El Primer Maestro me ha dado una absoluciĂłn por toda la vida. Pensar solo con confianza en Dios, hacer su voluntad, ahora y siempre.
Reposar, bien sobre el pecho adorable de Jesús; bien entre los brazos de María; en sereno abandono, sin ni siquiera rezar; dejando que Jesús inspire: nosotros en Él, Él en nosotros. Toda bendición. El Padre nuestro, que está en los cielos, nos quiere. Deseo frecuentes noticias. Solo, siempre y en todo: confianza. M. ALBERIONE
Hacia la ofrenda suprema
“He deseado veros aquí reunidas para recomendaros una cosa: ¡hagámonos santas! Os llevo a todas en el corazón y estaré unida a vosotras con el espíritu. Cada día os recuerdo en la Santa Misa y cada mañana y noche os pongo bajo el manto de la Virgen……”
Reflexionando sobre la importancia del trabajo espiritual, ÂżquĂŠ hemos aprendido de la experiencia y de los escritos de Maestra Tecla?