APRENDER ES UN PLACER, PERO EL PLACER DE APRENDER
NUNCA SE COMPARÁ CON EL PLACER DE ENSEÑAR
Actualmente no hay una corriente única en la interpretación de los proceso de enseñanza/aprendizaje, lo que ha provocado que muchos maestros hayan menospreciado la información que ofrecían los estudios de psicología del aprendizaje. Por lo tanto aparece la contradicción, no es posible enseñar nada sin partir de una idea de cómo se producen los aprendizajes. Cuando se explica, se exige un estudio concreto, se propone una serie de contenidos, se piden ejercicios concretos, etc., con ello se está utilizando una concepción determinada acerca de cómo se producen los aprendizajes. Detrás de cualquier
práctica educativa siempre hay una respuesta a “por
qué enseñamos” y cómo se aprende”.
Pues bien, nuestra actuación es inherente a una determinada concepción, por lo tanto no existe una única corriente psicológica ni consenso entre las diversas corrientes existentes, por lo tanto no podemos perder de vista que si hay una serie de principios en los cuales las diferentes corrientes están de acuerdo:
Los aprendizajes dependen de: Las características singulares de cada uno de los aprendices. Las experiencias que cada uno ha vivido desde
el nacimiento La forma en que se aprender y el ritmo del aprendizaje varían según las capacidades, motivaciones e intereses de cada uno de los alumnos.
De todo ello se desprende un ENFOQUE PEDAGÓGICO que debe contemplar la atención a la diversidad del alumnado como eje vertebrador. Por lo consiguiente se debe utilizar un criterio para establecer el nivel, es decir, el grado de aprendizaje según las capacidades y los conocimientos previos de cada chico y chica. Una forma de enseñar adecuada a las necesidades del alumno, consiste en tomar en cuenta sus características, por lo tanto hay que establecer un tipo de actividad que constituya un reto alcanzable, y después ofrecerles la ayuda necesaria para superarlo. Al final, hacer una valoración que contribuya a que cada uno de ellos mantenga el interés por seguir trabajando.
Partiendo del principio de atención a la diversidad, tienen que impulsarnos a detectar los condicionantes que no nos dejan ocuparnos de las demandas particulares de cada uno de los alumnos.
Sin duda, es difícil conocer los diferentes grados de conocimiento de cada alumno, ajustar el reto que necesitan, saber que ayuda requieren y fijar la valoración apropiada para cada uno de ellos a fin de que se sientan animados a esforzarse en su trabajo.
Pero el hecho de que cueste no debe impedir buscar las formas de intervención que nos permitan dar una respuesta adecuada a las necesidades personales de todos y cada uno de nuestros alumnos.
PUNTO DE VISTA En la práctica diaria nos percatamos de que todos los alumnos son diferentes en una u otra dimensión (bio-psico- social-axiológica) pero también identificamos que todos buscan al mismo tiempo aprender para
sobresalir en la vida. Por ello debemos sensibilizarnos y comprometernos hacia nuestra labor docente, comprometiéndonos a esforzarnos para darles la atención y enseñanza individualizada, adecuada a sus necesidades, pues de lo contrario solo lograremos estancarlos y frustrarlos. Se sabe que una atención individualizada requiere de nuestro sacrificio, tiempo y dedicación, pero también sabemos que si lo hacemos podemos ganar muchísimo, pues nos traerá alegría, satisfacción, orgullo y resultados académicos positivos. Con nuestro compromiso y responsabilidad veremos realizados y felices a cada uno de nuestros chiquitos y chiquitas, lo cual será uno de los mejores regalos de nuestra vida. ¡REFLEXIONA Y ACTÚA!