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Retrato
Marc Raibert
El genio de la “robótica con piernas”
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SI SE REALIZA ALGUNA BÚSQUEDA EN YOUTUBE QUE CONTENGA LA PALABRA “ROBOT”, ES DIFÍCIL ESQUIVAR LOS VÍDEOS PROCEDENTES DE BOSTON DYNAMICS, Y ESO ES OBRA DE MARC RAIBERT. EL FUNDADOR, ANTIGUO CEO Y AHORA PRESIDENTE DE BOSTON DYNAMICS HA CONSAGRADO SU VIDA A CREAR ROBOTS ARTICULADOS QUE SE MANEJEN EN EL MUNDO IGUAL QUE LOS HUMANOS, O INCLUSO MEJOR. L “ Todas las tecnologías se pueden usar de múltiples formas. Si hay una parte que da miedo, es porque las personas dan miedo. Los robots en sí, no. os robots no son nada nuevo. Llevan varias décadas con nosotros, especialmente en el ámbito de la industria. ¿Entonces por qué todos nos quedamos con la boca abierta cuando vemos los robots Atlas, Spot o BigDog en movimiento? Porque detrás del amasijo de chapas, tubos y cables apreciamos unos movimientos fluidos, muy similares a los de una persona o un animal. Esa es la visión en la que está trabajando Marc Raibert desde los años 80. El fundador de la conocida Boston Dynamics se graduó en Ingeniería Eléctrica y luego se doctoró en el MIT (Massachussetts Institute of Technology). Dio clases de robótica en Carnegie Mellon y trabajó en el JPL de la Nasa y en Caltech, y finalmente acabó enseñando Ingeniería y Computación en el MIT. Allí decidió cumplir su sueño y constituyó Boston Dynamics con el único propósito de crear robots con articulaciones, capaces de navegar por cualquier terreno igual que lo haría un humano. Las investigaciones de Raibert siempre se han centrado en sistemas que se mueven de forma dinámica, principalmente robots o criaturas animadas. Fue el creador del Leg Lab en la Universidad Carnegie Mellon, pero trasladó el laboratorio de investigación al MIT tras doctorarse allí. La especialidad del Leg Lab, como su nombre puede sugerir, son los robots con piernas: desde bípedos y cuadrúpedos hasta creaciones más exóticas: de una sola pierna o incluso arañas de ocho extremidades.
Esa es la especialidad de Raibert, cuya tesis doctoral versó precisamente sobre técnicas para modelar el comportamiento de seres biológicos desde un punto de vista robótico. A finales de 2013 Alphabet, la compañía madre de Google, adquirió Boston Dynamics y Marc Raibert se entusiasmó con las posibilidades que eso abría en cuanto al diseño de sus robots. Pero después de poco más de dos años, Google la puso en venta.
Por suerte, en 2017 Boston Dynamics fue adquirida por Softbank, un conglomerado japonés de inversión cuyo fundador, Masayoshi Son, es un enamorado de dos cosas: la robótica y los beneficios empresariales. Con este enfoque, Boston Dynamics ha conseguido poner a la venta su primer producto, Spot, una especie de “perro” robótico multifunción. Es capaz de caminar por cualquier terreno y resulta apropiado para agencias gubernamentales y grandes empresas para situaciones en las que es preferible no enviar un ser humano. A día de hoy, la idea que persigue Raibert es fabricar 1000 unidades de Spot y alquilarlas, para que su uso en el mundo real les descubra dónde mejorar el modelo. No obstante, en su opinión, “es difícil que las empresas los traten tan mal como lo hacemos nosotros, para descubrir posibles fallos”. Algo que destaca este genio es que hay dos tipos de IA: la atlética, que nos permite andar, escalar, saltar y mantener el equilibrio; y la abstracta, que planea y programa y que es la que describe a la mayor parte de la IA que se está utilizando en la actualidad. Boston Dynamics se ha centrado en la IA atlética, ya que, en su opinión, es la que tiene la verdadera interacción con el mundo real y no requiere abstracciones. Desde luego, algo sabe este experto en robótica del tema, porque no hay como ver las máquinas que ha creado para que a uno se le vengan a la cabeza escenas de futuros distópicos en los que ya no es posible distinguir las máquinas de las personas. Aunque, claro, esa es precisamente la meta de Raibert. Ver para creer.
Robots en el mundo real
Durante años, Boston Dynamics ha sido un pozo sin fondo de I+D, soportado por programas militares (de ahí el secretismo que rodea a la compañía) y donde Raibert inventaba tecnologías y patentes robóticas. Pero ahora se está convirtiendo en una empresa con productos definidos que, en menos de 24 meses, estarán a la venta para todos aquellos que puedan permitírselos. Para ello, Raibert ha puesto a más de la mitad de su personal a trabajar en la finalización y puesta a punto de Spot.