Revista Psicología 2011-1

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ISSN 1990-6757

Rev. Psicol. Vol. 13 Nº 1 - Enero-junio 2011 Revista indizada en Latindex y en el Portal de Revistas Peruanas, Científicas y Técnicas.


RECTOR DE LA UNIVERSIDAD CÉSAR VALLEJO Dr. Sigifredo Orbegoso Venegas VICERRECTORA ACADÉMICA Mg. Ana Teresa Fernández Gill DECANO DE LA FACULTAD DE HUMANIDADES Mg. Juan Quijano Pacheco DIRECTOR DE LA ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA Mg. Martín Noé Grijalva

Árbitros del presente volumen: Karina Cárdenas Ruiz. Universidad César Vallejo. Perú. César Vásquez Olcese. Universidad César Vallejo. Perú. Nelson Zicavo Martínez. Universidad del Bío Bío. Chile. Eduardo Viera. Universidad de la República Oriental del Uruguay. Luis Alberto Morocho Vásquez. Universidad San Martín de Porres, Perú. Arturo Orbegoso Galarza. Universidad César Vallejo, Perú. Gino Reyes Baca. Universidad Señor de Sipán, Perú. Mirian Grimaldo Muchotrigo. Universidad San Martín de Porres, Perú. Marco Eduardo Murueta Reyes. Universidad Nacional Autónoma de México Yenny Aguilera Zarza. Universidad Nacional de Itapúa. Paraguay. Lucila Jiménez Suárez. Universidad San Martín de Porres, Perú. Edgar Barrero Cuéllar. Corporación Cátedra Libre Ignacio Marín Baró. Colombia. Antonio Arbulú Neira. Univerrsidad César Vallejo. Perú.

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ISSN 1990-6757

Revista de Psicología Rev. Psicol. Año 13, vol. 1. Enero a junio 2011 Publicación de la Facultad de Humanidades, Escuela de Psicología. Universidad César Vallejo S.A.C. Trujillo Perú

Director Juan Quijano Pacheco. Universidad César Vallejo. Editora Gina Chávez Ventura. Universidad César Vallejo. Comité Editorial Karina Cárdenas Ruiz. Universidad César Vallejo. Santiago Benites Castillo. Universidad César Vallejo. Mirian Grimaldo Muchotrigo. Universidad San Martín de Porres. Mario Reyes Bossio. Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. César Merino Soto. Universidad Científica del Sur. Carlos Minchón Medina. Universidad Nacional de Trujillo. Gino Reyes Baca. Universidad Señor de Sipán. Marco Eduardo Murueta Reyes. Universidad Nacional Autónoma de México. Maria Cristina Rodrigues Azevedo Joly. Universidade São Francisco. Brasil. Comité Asesor Científico Nacional César Vásquez Olcese. Universidad César Vallejo. Arturo Orbegoso Galarza. Universidad César Vallejo. Luis Alberto Morocho Vásquez. Universidad César Vallejo. César Ruiz Alva. Universidad Privada Antenor Orrego. Luis Vicuña Peri. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Alejandro Dioses Chocano. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Johanna Liliana Köhler Herrera. Universidad San Martín de Porres. Antonio Arbulú Neira. Universidad César Vallejo.

Comité Asesor Científico Internacional Eduardo Viera. Universidad de la República Oriental del Uruguay. Manuel Angel Calviño Valdés-Fauly. Universidad La Habana. Cuba. Mario Jose Molina. Universidad de Buenos Aires. Argentina. Edgar Barrero Cuéllar. Corporación Cátedra Libre Ignacio Marín Baró. Colombia. Yenny Aguilera Zarza. Universidad Nacional de Itapúa. Paraguay. David Alonso Ramirez Acuña. Poder Judicial. Costa Rica. Sylvia Pinna Puissant. Universidad de Lieja, Bélgica. María Teresa Almarza Morales. Universidad del Mar. Chile. Nelson Zicavo Martínez. Universidad del Bío Bío. Chile. Comité de Redacción Correctores de estilo Jorge Chávez Peralta. Universidad César Vallejo. Tatiana Chávez Gutiérrez. Universidad César Vallejo. Diseño y diagramación Renzo Esquivel Cruz Producción editorial Traducción al portugués Jeanette Elizabeth Caiguaray Pérez Traducción al inglés Melissa Casas Azañedo

Periodicidad: Publicación semestral. Versión impresa. Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2008-06800 El contenido de cada artículo es de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente refleja los criterios del Comité editorial y asesor científico de la Revista de Psicología. Prohibida la reproducción parcial o total de la Revista de Psicología, sin autorización previa o escrita. La recepción de los artículos es en los idiomas: español, portugués e inglés. Correspondencia, suscripción y canje: Universidad César Vallejo. Facultad de Humanidades - Escuela de Psicología. Av. Larco 1770. Distrito Víctor Larco, Trujillo – Perú. Teléfono: (51) (44) 485000 anexos 7203 -7145 Correos electrónicos: revistadepsicologia@ucv.edu.pe, gina.chavezv@hotmail.com



ÍNDICE Rev. Psicol. Trujillo (Perú). Año 13, vol. 1, 2011.

EDITORIAL INVESTIGACIONES ORIGINALES Adopción del rol materno en madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia. Garrido Hidalgo, María del Carmen y Marchán Coronado, Marleny Universidad César Vallejo. Trujillo, Perú.

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Valores y juicio moral en un grupo de abogados de Lima Grimaldo Muchotrigo, Mirian Pilar Universidad San Martín de Porres. Lima, Perú.

29

Evaluación de los Tipos Profesionales de Holland: verificación de la estructura interna (en portugués). Murgo Mansão, Camélia Santina y Porto Noronha, Ana Paula Pontifícia Universidade Católica de Campinas. Universidade São Francisco. Brasil.

46

Impacto del tratamiento y fases psicológicas que atraviesa el paciente con cáncer Raymundo Villalva, Ornella y Ayala Serrano, Irina Universidad César Vallejo. Trujillo, Perú.

59

Incidencia del ajuste diádico y sentido del humor en la satisfacción marital Zicavo, Nelson y Vera¸ Carolina Colegio Adventista de Concepción y Universidad del Bío Bío. Chile.

74

Validez comparativa de tres sistemas de calificación del Test Gestáltico Visomotor de Bender Merino Soto, César Universidad de San Martín de Porres. Lima, Perú.

90

ARTÍCULOS DE REVISIÓN El concepto de gratitud desde una perspectiva psicológica Caycho Rodríguez, Tomás Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Lima, Perú.

105

Una reseña introductoria a la Psicología del Tránsito Arias Gallego, Walter Lizandro Universidad Católica San Pablo. Arequipa, Perú.

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Violentar el cuerpo Orozco Guzmán, Mario y Quiroz Bautista, Jeannet Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. México

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NORMAS PARA LOS AUTORES

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FORMATO DE SUSCRIPCIÓN

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INDEX Rev. Psicol. Trujillo (Perú). Año 13, vol. 1, 2011.

EDITORIAL ORIGINAL RESEARCH The adoption of the maternal role in first-time adolescent mothers according to their support group Garrido Hidalgo, María del Carmen and Marchán Coronado, Marleny Universidad César Vallejo. Trujillo, Perú.

11

Values and moral judgement in group of lawyers in Lima Grimaldo Muchotrigo, Mirian Pilar Universidad César Vallejo. Lima, Perú.

29

Assessment of Holland professionals types: verification of the internal structure Murgo Mansão, Camélia Santina and Porto Noronha, Ana Paula Pontifícia Universidade Católica de Campinas. Universidade São Francisco. Brasil.

46

Impact of the treatment and psychological phases which cancer patients go through Raymundo Villalva, Ornella and Ayala Serrano, Irina Universidad César Vallejo. Trujillo, Perú.

59

Dyadic adjustment incidence and sense of humor in marital satisfaction Zicavo, Nelson and Vera¸ Carolina Colegio Adventista de Concepción y Universidad del Bío Bío. Chile.

74

Comparative validity of three systems for the Bender Gestalt Test Merino Soto, César Universidad de San Martín de Porres. Lima, Perú.

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REVISION ARTICLES The gratitude concept from a psychological perspective Caycho Rodríguez, Tomás Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Lima, Perú.

105

An introductory review about Traffic Psychology Arias Gallego, Walter Lizandro Universidad Católica San Pablo. Arequipa, Perú.

113

Violence to the body Orozco Guzmán, Mario and Quiroz Bautista, Jeannet Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. México

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INSTRUCTIONS FOR AUTHORS

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SUBSCRIPTION FORM

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ÍNDICE Rev. Psicol. Trujillo (Perú). Año 13, vol. 1, 2011.

EDITORIAL ORIGINAL DE PESQUISA Aprovação do papel materna como primeiro-teen grupo vivendo mães. Garrido Hidalgo, María del Carmen e Marchán Coronado, Marleny Universidad César Vallejo. Trujillo, Perú.

11

Valores e julgamento moral em um grupo de advogados em Lima Grimaldo Muchotrigo, Mirian Pilar Universidad San Martín de Porres, Lima, Perú.

29

Avaliação dos tipos profissionais de Holland: verificação da estrutura interna Murgo Mansão, Camélia Santina e Porto Noronha, Ana Paula Pontifícia Universidade Católica de Campinas. Universidade São Francisco. Brasil.

46

Impacto das fases tratamento psicológico e passou o paciente com câncer Raymundo Villalva, Ornella e Ayala Serrano, Irina Universidad César Vallejo. Trujillo, Perú.

59

Incidência de ajuste diádica e senso de humor na satisfação conjugal Zicavo, Nelson e Vera¸ Carolina Colegio Adventista de Concepción y Universidad del Bío Bío. Chile.

74

Validade comparativo de três sistemas de classificação de Bender Gestalt Teste Merino Soto, César Universidad de San Martín de Porres. Lima, Perú.

90

ARTIGOS DE REVISÃO O conceito de gratidão de um psicológico Caycho Rodríguez, Tomás Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Lima, Perú.

105

A psicologia do tráfego, breve introdução Arias Gallego, Walter Lizandro Universidad Católica San Pablo. Arequipa, Perú.

113

Violentos el cuerpo Orozco Guzmán, Mario e Quiroz Bautista, Jeannet Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. México

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ORIENTAÇÕES PARA OS AUTORES

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FORMULÁRIO DE INSCRIÇÃO

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EDITORIAL Definir a la Universidad como centro de creación de conocimiento implica un conjunto de aristas: desde las posturas filosóficas y las líneas de investigación, hasta el tipo de investigación por priorizar. Una de éstas -la relación entre ciencia y formación académica- es pertinente analizar. La formación académico-profesional, en general, está fuertemente centrada en la profesionalización del estudiante, entendida como el logro de capacidades técnicas, por ser aparentemente más valoradas en el mercado laboral. Esto muchas veces, exige un trabajo con énfasis en la enseñanza de contenidos o de procedimientos eficaces en la solución de problemas específicos, mas no en la innovación o en el descubrimiento de nuevos conocimientos. Asumir una postura orientada a la creación de conocimiento científico implica un conjunto de decisiones que a la postre caracterizan a una institución: cuerpo docente con una orientación pedagógica orientada a la construcción del conocimiento científico, espacios de discusión académica entre docentes y alumnos, capacitación docente, procedimientos para la selección y publicación de trabajos de investigación, relaciones o redes de investigación nacionales e internacionales, apoyo financiero, etc.; en suma, que la institución revalore y priorice la investigación científica. Las actividades académicas concebidas de esa manera permiten, en los estudiantes, una forma de concebir los problemas y plantear, ejecutar y evaluar alternativas de solución; además, habilidades para el trabajo en equipo, iniciativa, liderazgo para el intercambio de conocimientos, para el manejo de información, para analizar y sintetizar, etc.; en los docentes, una actitud distintiva frente a la realidad, esto es la sistematización de los trabajos realizados con los alumnos, preparar sus sílabos orientados a la investigación de un tema o temas sobre los tópicos de su experiencia curricular, realizar experiencias de proyección a la comunidad basadas en las investigaciones realizadas, convertir el aula en un escenario de discusión académica, a fin de facilitar la producción de conocimiento científico; y en la institución, una relación con el entorno, mutuamente productiva y enriquecedora, donde el concepto de impacto social encuentra su verdadero sentido. La sistematización de los trabajos de investigación permite que el alumno logre habilidades para analizar, sintetizar y organiza información; y en los docentes, además, el hábito de utilizar información producto de sus investigaciones o de las investigaciones realizadas con sus alumnos o por otros investigadores, generándose entonces un círculo virtuoso que motiva y favorece el desarrollo de la ciencia. Así, la publicación de una revista científica resulta una de las actividades fundamentales en este cometido. Por las diversas ventajas que implica, la Universidad César Vallejo valora y apoya decididamente. Dentro de este marco, la Facultad de Humanidades – Escuela de Psicología, publica el presente volumen de la REVISTA DE PSICOLOGIA. Sigue una pauta de trabajo orientada al logro de mejores niveles de calidad. A partir de este año, incrementa a dos las publicaciones anuales, con el fin de responder a la demanda de solicitudes de publicación de investigadores de la Universidad César Vallejo y de colegas de otros países. La Revista de Psicología ofrece en este número artículos relacionados con las líneas de investigación en la que estamos empeñados y que responden a una necesidad de la comunidad. La línea


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psicométrica, en cuanto a la adaptación de pruebas psicológicas y la violencia, como respuesta a la problemática que hoy nos solicita la sociedad peruana, gracias a los aportes de colegas de Chile, México y Brasil, abren una oportunidad de formar redes de investigación sobre estos temas. La Revista de Psicología es el resultado de la perseverancia de la editora y su equipo de trabajo. Esta empresa, sabemos, no es fácil requiere del profesionalismo y merece nuestro sincero reconocimiento.

Mg. Juan Quijano Pacheco Director



INVESTIGACIONES ORIGINALES



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ADOPCIÓN DEL ROL MATERNO EN MADRES ADOLESCENTES PRIMERIZAS SEGÚN GRUPO DE CONVIVENCIA. María del Carmen Garrido Hidalgo* y Marleny Marchán Coronado** Universidad César Vallejo RESUMEN Esta investigación pretende comparar el nivel de adopción del rol materno en madres adolescentes primerizas según su grupo de convivencia. Se utilizó la “Escala A.R.M”, creada para fines de la investigación y se demostraron sus propiedades psicométricas. La muestra estuvo conformada por 66 madres adolescentes primerizas entre los 14 y 20 años de edad que acudían a un hospital de Trujillo. Se determinó que el grupo de convivencia donde la madre adolescente primeriza logra un nivel predominantemente medio de adopción del rol materno es el compuesto por la madre adolescente, su pareja y la familia de origen de ésta; mientras que en un nivel bajo se encuentra el grupo compuesto por la madre adolescente y su familia de origen. Palabras claves: rol materno, madres adolescentes, primeriza, grupo de convivencia. THE ADOPTION OF THE MATERNAL ROLE IN FIRST-TIME ADOLESCENT MOTHERS ACCORDING TO THEIR SUPPORT GROUP ABSTRACT This research aims to compare the adoption level of the maternal role in first-time adolescent mothers according to their support group. We used the "ARM Scale ", created for research purposes, its psychometric properties were demonstrated. The sample consisted of 66 first-time adolescent mothers between 14 and 20 years old who were attending in a hospital in Trujillo. It was determined that the living group where first-time adolescent mothers achieve an average level predominantly through adoption of the maternal role is the group composed by a teenage mother, her partner and her family of origin while at a low level is the group composed of a teenage mother and her family of origin. Key words: maternal role, teenagers mothers, first-time mother, living group.

APROVAÇÃO DO PAPEL MATERNA COMO PRIMEIRO-TEEN GRUPO VIVENDO MÃES RESUMO Esta pesquisa tem por objetivo comparar o nível de adoção do papel materno na primeira hora mães adolescentes de acordo com seu grupo de vida. Usamos o "ARM Scale", criado para fins de investigação e suas propriedades psicométricas foram demonstradas. A amostra foi constituída de 66 mães pela primeira vez adolescentes entre 14 e 20 anos de idade atendidos em um hospital em Trujillo. Verificou-se que o grupo de estar, onde pela primeira vez mãe adolescente tem um nível predominantemente por meio da adoção do papel materno é composto de uma mãe adolescente, seu parceiro e família de origem dele, enquanto em um nível baixo é o grupo composta por uma mãe adolescente e sua família de origem. Palavras-chave: papel materno, as mães adolescentes, pela primeira vez em grupo.

Correspondencia: *ps.garridohidalgo@hotmail.com, ** marleny_mc18@hotmail.com

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El embarazo da inicio a una nueva etapa en la vida de la mujer; pero mientras para muchas es un motivo de gozo, para otras puede significar una molestia que conlleva un fuerte desequilibrio emocional y que no favorecerá la relación con su pareja ni la futura relación con su hijo. Dentro de este grupo, se incluye a las madres adolescentes cuyos embarazos no suelen darse de forma planificada y no siempre llegan a culminar en un alumbramiento exitoso, considerando que muchas adolescentes optan por el aborto inducido o tienen abortos espontáneos, pues no están anatómicamente preparadas para ser madres. (Calderón & Alzamora, 2006; Gollo, 2000). A nivel mundial, cada año nacen 13 millones de niños de mujeres menores de 20 años de edad, más del 90% (11,7 millones) procedentes de países en desarrollo y el 10% (1,3 millones) restante de los países desarrollados (Organización 1 “Save the Children” , 2007). Las tasas de embarazo en la adolescencia correspondiente al año 2002 y las de años siguientes varían significativamente. Se ha detectado cerca de 200 embarazos por cada 1000 mujeres adolescentes en los países de Niger y Congo, mientras que en Corea del Norte, Corea del Sur y Japón la tasa de embarazo adolescente va de 1 a 3 por cada 1000. (UNICEF, 2001). En el Perú, la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES, 2004) refiere que el 11% de adolescentes, entre 15 y 19 años, ya es madre o está gestando y el 37% de estos embarazos se presentan en mujeres de bajo nivel educativo. La población adolescente es el único grupo de toda la población femenina donde la fecundidad se ha incrementado en una tasa de 77 por cada 1000. Del total de madres gestantes, el 22.8 % son adolescentes (MINSA, 2010). En nuestro contexto local se observa, como dato referencial, que entre los meses de enero y agosto del año 2009, el 19.57% de la población que acudió a control y atención materna fueron adolescentes que tenían entre 15 y 19 años de edad. (Centro de Procesamiento de Información

de la Maternidad del Hospital Belén de Trujillo2, 2009). Las madres adolescentes, antes del embarazo y luego del alumbramiento, forman parte de un sistema familiar con normas y formas de interacción determinadas por sus miembros. Se define a la familia como el sistema de relaciones fundamentalmente afectivas, presente en todas las culturas donde el que el ser humano permanece largo tiempo durante fases evolutivas cruciales (neonatal, infantil y adolescente). En este ambiente, las frecuentes interacciones intensas y duraderas crean un alto grado de interdependencia que puede configurarse como exceso de implicación o de rechazo. Dentro del sistema familiar, se manejan normas implícitas y explícitas que limitan los comportamientos individuales y organizan las interacciones de modo que se conserve la estabilidad, con el fin de convertir a la familia en una organización fundamentalmente protectora. No obstante, dependiendo de las interacciones que mantienen sus miembros se pueden determinar vínculos adecuados o patógenos que predispongan a sus miembros para desarrollar problemas comportamentales en las diversas etapas del desarrollo humano (Nardone, Giannotti y Rocchi , 2003). La familia es una unidad social que enfrenta una serie de tareas de desarrollo denominadas como “El ciclo vital de la familia”. Estas difieren de acuerdo con los parámetros de las diferencias culturales, pero poseen raíces universales. Este ciclo abarca la formación de la pareja, el nacimiento de los hijos, cuando los hijos se encuentran en edad escolar, el paso de los hijos a la adolescencia y luego a la adultez, cuando éstos forman sus propias familias y dejan el hogar de origen. Se requiere que la familia se adapte y reestructure, continuamente, en los diferentes periodos del desarrollo. (Minuchin, 2005). En este sentido, el embarazo adolescente es un evento desorganizador del equilibrio familiar y del mundo interno de la madre adolescente, quien se ve comprometida a tomar decisiones en relación a una etapa evolutiva que fue adelantada por el

1 Organización “Save the Children” Prevención de abuso sexual de Niñas y Niños Una perspectiva con enfoque de Derechos. Recuperado de: www.savethechildrenmexico.org.mx/website2008/pdf/abuso_sexual_kids.pdf.

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13 ADOPCIÓN DEL ROL MATERNO EN MADRES ADOLESCENTES PRIMERIZAS SEGÚN GRUPO DE CONVIVENCIA.

embarazo. El embarazo está estrechamente relacionado con el proceso de adopción del rol materno, ya que éste se da cuando la mujer se convierte en madre. La teoría del Modelo Ecológico de Bronfrenbrenner (1987) propone que el desarrollo de un rol no puede considerarse independiente del entorno, ya que existe una adaptación mutua entre la persona en desarrollo y las propiedades cambiantes de los ambientes inmediatos. Rubin (1984) introduce el concepto del rol materno, definiéndolo como un complejo proceso cognitivo y social que es aprendido recíproca e interactivamente y cuyo fin es la unión madre hijo y la identificación de ésta con el rol maternal, de modo que logre verse en éste y sentirse cómoda con él. Mercer (2004) toma lo propuesto por Bronfrenbrenner y Rubin, y desarrolla su enfoque de la maternidad, considerando la adopción del rol materno como un proceso interactivo y evolutivo, en el cual la madre se va sintiendo vinculada a su hijo, adquiere competencias en la realización de los cuidados asociados a su papel y experimenta placer y gratificación dentro del mismo. El término “adopción”, según la Real Academia 3 Española de la Lengua , se refiere a la acción de adoptar, adquirir y hacer propio: objetos, normas, métodos, seres vivos y configuraciones, entre otros. Con respecto al uso del término “adopción” en relación al rol materno, Kimelman (2003) expone que el instinto maternal no es inherente a la condición de la mujer y por lo tanto, el instinto maternal no existe como tal, pues a pesar de estar determinado por la presencia de un gen, necesita de ciertas experiencias sociales relacionadas con la maternidad, como por ejemplo, tener un embarazo placentero, contar con el apoyo de la familia y el padre del bebé, haber deseado tener un hijo y vivir en el parto algún tipo de apego con el recién nacido para que lo maternal aflore. Entonces, el rol materno es un papel que la madre adopta de forma dinámica, tal como lo propone Mercer (2004) en la teoría de la adopción del rol materno, la que se utilizó como base principal de la presente investigación.

Esta teoría propone que la adopción del rol materno se desarrolla en la interacción de la madre con tres contextos o sistemas: el Microsistema (basado en la relación madre-hijo, la cual se ve influenciada por la relación madre-padre, el estrés, el apoyo social y el funcionamiento familiar), el mesosistema (incluye el entorno laboral de los padres, la escuela y los cuidados diarios) y el macrosistema (incluye las influencias sociales, políticas y culturales). La teoría propone que la adopción del rol materno presenta las cuatro etapas siguientes: “Compromiso y preparación” (empieza durante la gestación e incluye los primeros ajustes sociales y psicológicos al embarazo, la madre aprende las expectativas del rol y fantasea sobre él), “Conocimiento, práctica y recuperación física” (inicia cuando el niño nace e incluye el aprendizaje del rol y su activación, durante las primeras dos semanas de haber nacido el bebé), “Normalización” (comienza cuando la madre desarrolla maneras de realizar su rol no transmitidas por el sistema social, basándose en experiencias pasadas y objetivos futuros; desde la 2da semana hasta 4 meses de haber nacido el bebé) e “Integración de la identidad maternal” (cuando la madre interioriza el rol, experimentando un sentimiento de armonía, confianza y competencia; aproximadamente 4 meses). Las investigaciones recientes se han desarrollado en torno a diversos aspectos del embarazo y la maternidad. En España, se realizó la validación del cuestionario PSQ (Lederman, 1996) para evaluar aspectos psicosociales del embarazo y lograr comprender mejor la denominada gestación mental paralela (Armengol, Chamorro & García, 2007). En la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Gonzales, Molina, Montero y Leyton (2007) señalan que las madres adolescentes poseen una escolaridad de menor nivel, tienen un mayor número de hijos, ejercen labores de casa y estuvieron solteras en el primer embarazo. Por otro lado, Chirinos de Cora (1993), Valdivia y Molina (2003) coinciden al referir que el incremento del embarazo adolescente se debe a la

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Centro de Procesamiento de Datos de la Maternidad del Hospital Belén de Trujillo. (Periodo Enero-Agosto, 2009).

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constitución familiar, las condiciones socio culturales y los medios de comunicación masiva que influyen en el inicio temprano de la vida sexual. A nivel nacional, Buitrón (2003) señala que las madres adolescentes asocian su maternidad con la responsabilidad y el respeto que la sociedad les otorga por ejercer el rol de madre aunque dependan económicamente de la pareja, vinculando y considerando la convivencia como proyecto de vida. En sectores rurales de la sociedad peruana, donde el embarazo temprano es más frecuente, la maternidad forma parte indisoluble de la vida de las mujeres, siendo ésta la única forma de valorización social que poseen (Palomino, 1996). Salaverry (1993) evidencia que más del 50% de las madres adolescentes continúan dependiendo de su familia después del embarazo, el 34% posee una actitud negativa hacia su embarazo, el 44% considera que su embarazo frustró su desarrollo profesional, el 33% ve con pesimismo su vida futura y el 46% piensa que no alcanzará sus metas de vida. A nivel local, Arroyo y Villacorta (1996) reportaron que el estado civil más frecuente en las madres adolescentes era la convivencia (61.7% de la población estudiada), el grado de instrucción predominante era la educación secundaria incompleta, pues muchas de ellas debido a su embarazo, abandonaron sus estudios. Los resultados de las investigaciones presentadas evidencian aspectos sociales, familiares y actitudinales que se vinculan al embarazo adolescente como predisponentes al mismo; sin embargo, es notoria la falta de investigaciones que abarquen el desempeño de la madre adolescente después del alumbramiento. Por lo expuesto, se consideró necesario plantear el siguiente problema: ¿la adopción del rol materno difiere en las madres adolescentes primerizas, que asisten a un hospital de Trujillo, según su grupo de convivencia?. El estudio de la

adopción del rol materno en las madres adolescentes primerizas, según su grupo de convivencia, es importante porque permitirá determinar si el apoyo de la pareja y el de la familia (materna o paterna), ya sean juntos o separados, son factores que favorecen a que la madre adolescente primeriza adopte el rol materno. Asimismo, esta investigación brinda un test psicológico que medirá la adopción del rol materno en madres primerizas de la ciudad de Trujillo, Perú. La hipótesis general planteada para la presente investigación es: la adopción del rol materno difiere en las madres adolescente primerizas, que asisten a un hospital de Trujillo, según su grupo de convivencia. Los objetivos propuestos son: General: Analizar comparativamente la adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas, que asisten a un hospital de Trujillo, según su grupo de convivencia. Específicos: - Comparar la dimensión interacción de la pareja respecto al bebé de la adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia (quienes viven con su pareja, viven con su familia, viven con su pareja y con su familia de origen, viven con su pareja y con la familia de éste). - Comparar la dimensión aceptación del bebe de la adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia (quienes viven con su pareja, viven con su familia, viven con su pareja y con su familia de origen, viven con su pareja y con la familia de éste). - Comparar la dimensión contacto con el rol de madre de la adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia (quienes viven con su pareja, viven

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Real academia española de la lengua: Institución española especializada en lexicografía, gramática, ortografía y bases de datos lingüísticas.

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con su familia, viven con su pareja y con su familia de origen, viven con su pareja y con la familia de éste). - Comparar la dimensión estimulación del bebe de la adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia (quienes viven con su pareja, viven con su familia, viven con su pareja y con su familia de origen, viven con su pareja y con la familia de éste). - Comparar la dimensión interacción de la familia de origen respecto al bebé de la adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia (quienes viven con su pareja, viven con su familia, viven con su pareja y con su familia de origen, viven con su pareja y con la familia de éste). - Comparar la dimensión cuidados del bebé de la adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia (quienes viven con su pareja, viven con su familia, viven con su pareja y con su familia de origen, viven con su pareja y con la familia de éste). - Comparar la dimensión expresiones maternales de afecto hacia el bebé de la adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia (quienes viven con su pareja, viven con su familia, viven con su pareja y con su familia de origen, viven con su pareja y con la familia de éste). - Comparar la dimensión bienestar del bebé de la adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia (quienes viven con su pareja, viven con su familia, viven con su pareja y con su familia de origen, viven con su pareja y con la familia de éste). - Comparar la dimensión preocupación y protección del bebé de la adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia (quienes viven con su pareja, viven con su familia, viven con su pareja y con su familia de origen, viven con su pareja y con la familia de éste).

- Comparar la dimensión conocimiento y cultura relacionados al bebé de la adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia (quienes viven con su pareja, viven con su familia, viven con su pareja y con su familia de origen, viven con su pareja y con la familia de éste). MÉTODO La presente investigación presenta un diseño descriptivo comparativo y se utilizó el muestreo aleatorio simple. Participantes Se estudió a madres adolescentes primerizas que acudían a un hospital de Trujillo, las cuales cumplían con los criterios de inclusión y exclusión para las cuatro muestras de estudio (muestra 01: adolescentes primerizas que viven sólo con su pareja; muestra 02: adolescentes primerizas que viven con su pareja y la familia de origen; muestra 03: adolescentes primerizas que viven con su pareja y la familia de éste; muestra 04: adolescentes primerizas que viven sólo con la familia de origen). Los criterios de inclusión estipulaban como necesario que en el momento de la evaluación todas las adolescentes primerizas debían tener entre 14 y 20 años de edad, tener un hijo de 2 semanas de nacido a 6 meses de edad, presentar una puntuación de 27 a más en el Test Mini Mental y pertenecer a uno de los grupos de convivencia mencionados en el párrafo anterior. Con respecto a los criterios de exclusión, se descartaron madres adolescentes primerizas iletradas y cuyo hijo haya sido fruto de violación, siendo identificado este último a través de un cuestionario. La muestra estuvo conformada por 66 madres adolescentes primerizas de las cuales, el 7% estaban atravesando por la adolescencia temprana, el 32% atravesaba por una adolescencia media y el 57% por una adolescencia tardía; y cumplían con los criterios de inclusión y exclusión. Según su grupo de convivencia, se encontró

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que el 40% de ellas vivía sólo con la familia de origen, el 27% con su pareja y la familia de éste, el 21% con la pareja y la familia de origen y el 12% sólo con su pareja. Con respecto al estado civil se aprecia que gran porcentaje de las madres adolescentes son convivientes y solteras (48% y 47% respectivamente), mientras que el 5% de la muestra son casadas (cuyas edades oscilan entre los 18 y 20 años). Asimismo, el grado de instrucción que alcanzan las madres adolescentes evaluadas fue de un 42% con secundaria incompleta, 32% con secundaria completa, 12% con superior incompleta, 8% con primaria completa, 5% con primaria incompleta y 1% con superior incompleta. Finalmente, se encuentra que la ocupación predominante en el grupo de madres adolescentes evaluadas es la de ama de casa, alcanzando el 73% de incidencia, luego con un 17% se encuentran las madres adolescentes que continúan estudiando y un 10% que se dedica esporádicamente a diversos oficios. Instrumento Para la medición de la variable se creó la Escala de Adopción del Rol Materno (ARM), basada en la teoría de Mercer (2004). La escala pasó por revisión de 10 jueces (tres magíster en psicología, una doctora en psicología, un médico pediatra, un médico ginecólogo, una licenciada en

enfermería, una licenciada en nutrición, una magister en obstetricia y una licenciada en trabajo social) conocedores de la variable y se validó con su aplicación a 164 madres primerizas de la ciudad de Trujillo cuyas edades fluctuaban entre 14 y 30 años de edad. Los ítems seleccionados fueron en base a la prueba del ji cuadrado para determinar la significación de una elección, a un nivel de confianza del 95%. Para determinar la validez de constructo, previamente se encontró que la Medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin fue de 0.804 y la prueba de esferidad de Bartlett arrojó un valor de 6377.132 con una p de 0.000, lo que posibilitó la realización del análisis factorial. El análisis factorial se utilizó el método de rotación Varimax, el cual permitió determinar que la prueba se constituye de tres Factores (representan el porcentaje de la varianza de la prueba total) que engloban diez dimensiones. En la Escala de Adopción del Rol Materno se obtiene una Confiabilidad Alfa de Cronbach de 0.94, con un número de Ítems de 56, los cuales se dividen en 10 dimensiones ubicadas en los Factores A: Microsistema, B: Mesosistema y C: Macrosistema, tal como lo propone Mercer (2004) en su teoría de la Adopción del Rol Materno.

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17 ADOPCIÓN DEL ROL MATERNO EN MADRES ADOLESCENTES PRIMERIZAS SEGÚN GRUPO DE CONVIVENCIA.

Tabla 1A. Estructura Factorial de la Escala de Adopción del Rol Materno.

Factor A: Microsistema

Dimensión

Ítem

II: Aceptación del bebé

1. Prefiero no dar de lactar a mi bebé para cuidar la estética de mis senos. 2. Imito los balbuceos y sonidos que hace mi bebé. 3. Estoy dispuesta a cambiarle el pañal a mi bebé cada vez que éste lo necesite. 5. Me cuesta aceptar a este bebé. 9. Me siento capaz de salir adelante con mi bebé. 16. Pienso que el “control del niño sano” no es necesario para mi bebé. 25. Para mi dar de lactar es más una obligación que una actividad agradable. 31. Cuando cosquilleo a mi bebé observo una respuesta de alegría en él. 33. Aunque tenga muchas actividades que realizar, siempre me doy tiempo para cuidar de mi bebé. 42. Creo que dar de lactar une emocionalmente a las madres con sus hijos. III: 8. Me cuesta decir que soy madre. Contacto con el 26. Cuando mi bebé responde a mis rol de madre llamados, caricias u órdenes, yo lo abrazo o felicito. 27. Me agrada masajear la espalda de mi bebé con mucha delicadeza. 48. Trato de ocultar el hecho de que tengo un bebé porque me avergüenza. 49. Creo que otro familiar cuida a mi bebé mejor que yo. 50. Terceras personas se encargan de la crianza de mi bebé.

Rev. Psicol. Trujillo(Perú) 13(1): 11-28, 2011

Carga factorial 0.697

0.659

0.496

0.573

0.481

0.732

0.589 0.477

0.612 0.774

0.528

0.637

0.442

0.706

0.360

0.659

0.530

0.768

0.510

0.588

0.447 0.444

0.710 0.629

0.431

0.847

0.700

0.837

0.817

0.669

0.777

0.645

2

H


18 GARRIDO M, MARCHÁN M.

Tabla 1B. Estructura Factorial de la Escala de Adopción del Rol Materno.

Factor A: Microsistema

Dimensión IV: Estimulación del bebé

VII: Expresiones maternales de afecto hacia el bebé

Item 11. Le doy objetos a mi bebé para que los pueda tocar y aprenda a manipularlos. 13. Cuando mi bebé llora, le hablo con voz muy baja y susurrando palabras tranquilizadoras. 14. Prefiero ser yo quien se encargue del baño de mi bebé. 30. Mientras doy de lactar a mi bebé me gusta acariciarlo. 38. Trato que mi bebé acaricie mi rostro. 41. Cuido que mi bebé utilice ropa adecuada a la estación para evitar que se enferme o tenga sarpullido. 53. Practico con mi bebé ejercicios que le puedan ayudar a su desarrollo. 18. Cuando le hablo a mi bebé, lo hago con palabras cariñosas. 19. Cuando juego con mi hijo me gusta que el aprenda algo nuevo. 20. Cuando doy de lactar a mi bebé me gusta hablarle. 21. Me gusta mirar detenidamente a mi bebé intentando conocerlo. 29. Prefiero que alguien de mi familia se encargue de alimentar a mi bebé.

Rev. Psicol. Trujillo(Perú) 13(1): 11-28, 2011

Carga H2 factorial 0.599 0.836

0.699

0.649

0.645

0.804

0.602

0.676

0.458 0.374

0.659 0.687

0.581

0.857

0.698

0.800

0.624

0.659

0.471

0.713

0.573

0.798

0.338

0.706


19 ADOPCIÓN DEL ROL MATERNO EN MADRES ADOLESCENTES PRIMERIZAS SEGÚN GRUPO DE CONVIVENCIA.

Tabla 1C. Estructura Factorial de la Escala de Adopción del Rol Materno.

Factor

A: Microsistema

Dimensión VIII: Bienestar del bebé

IX: Preocupación y protección del bebé

Item 6. Cuando mi bebé llora dejo lo que estoy haciendo y voy a atenderlo. 15. Cuando estaba gestando pensaba con entusiasmo en el momento en que tendría a mi bebé en brazos dándole de lactar. 23. El momento de juego con mi bebé es indispensable en mi rutina diaria. 51. Si voy por la calle y alguien estornuda cerca, lo primero que hago es cubrir a mi bebé. 56. Tengo en casa medicamentos necesarios para lo que requiere mi bebé en caso se enferme. 24. La salud de mi bebé para mí es muy importante. 35. Hago vacunar a mi bebé en la fecha programada. 43. Me alegra mucho que mi hijo haya nacido sano. 44. Cada vez que mi bebé llora me preocupo por saber que es lo que necesita. 47. Me preocupo por que a su alrededor no existan objetos que puedan hacerle daño a mi bebé.

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Carga factorial 0.439

0.641

0.678

0.746

0.533

0.731

0.638

0.863

0.284

H2

0.764

0.177

0.680

0.113

0.681

0.593 0.787

0.574

0.704 0.740

0.767


20 GARRIDO M, MARCHÁN M.

Tabla 1D. Estructura Factorial de la Escala de Adopción del Rol Materno. Factor B: Mesosistema

Dimensión I: Interacción con la pareja respecto al bebé

V: Interacción con la familia de origen respecto al bebé

C: Macrosistema

Carga H2 factorial 12. Mi pareja y yo siempre estamos 0.796 0.721 poniéndonos al tanto de las cosas que le pasan al bebé. 28. Mi pareja me hace recordar cuando 0.864 0.712 nuestro bebé debe recibir sus vacunas y asistir al control del niño sano. 40. Mi pareja y yo compartimos los 0.828 0.681 cuidados del bebé. 52. Mi pareja es capaz de hacerse cargo 0.868 0.746 de nuestro bebé cuando yo no lo puedo hacer. 54. Diariamente mi pareja busca saber 0.881 0.732 cómo esta el bebé y coordinamos acerca de cómo satisfacer sus necesidades. 10. Mi familia está contenta con el 0.776 0.796 nacimiento de mi bebé. 36. Se que cuento con el apoyo de mi 0.762 0.718 familia para el cuidado de mi bebé. 45. La forma en que crio a mi bebé es 0.443 0.799 muy parecida a cómo me criaron a mí. 46. Mi familia me aconseja sobre la 0.775 0.642 crianza de mi bebé. 55. Las cosas que aprendí sobre el 0.110 0.712 cuidado e mi bebé me las enseñaron las personas que me criaron. 17. El personal de salud me ha enseñado 0.738 0.752 cuidados que debo tener con mi bebé. 32. Cuando voy a un lugar público hago 0.393 0.669 valer mis beneficios por ser madre y estar con mi hijo en brazos. 39. Tengo la seguridad que seré una 0.630 0.883 buena madre. 4. Leo información referente a los 0.662 0.746 cuidados y temas relacionados a mi bebé. 7. Pienso que la lactancia debería ser 0.239 0.724 sustituida por la alimentación en biberón. 22. Me hubiera gustado que mi bebé sea 0.159 0.561 del sexo opuesto al que nació. 34. Constantemente me informo por 0.536 0.791 programas de televisión de cómo cuidar a mi bebé. Item

VI: Cuidados del bebé

X: Conocimiento y cultura relacionados al bebé

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21 ADOPCIÓN DEL ROL MATERNO EN MADRES ADOLESCENTES PRIMERIZAS SEGÚN GRUPO DE CONVIVENCIA.

madres adolescentes primerizas que cumplían con los criterios de inclusión respectivos para fines de la investigación. Finalmente, los resultados se procesaron en el programa SPSS para luego ser interpretadas en tablas estadísticas.

Procedimiento Se diseñó la escala ARM en base a la teoría de la adopción del rol materno propuesta por Mercer (2004). Los ítems pertenecientes a la escala fueron validados por diez jurados conocedores del tema a trabajar. Luego de haber validado los ítems con el criterio de jueces se procedió a la aplicación de la escala con el objetivo de determinar sus propiedades psicométricas, por lo cual se elaboró una carta dirigida al Director del Hospital solicitando permiso para la realización del estudio. Se explicó a las madres adolescentes primerizas que aceptaron participar del estudio, la finalidad de la investigación, la confidencialidad de la misma y la disposición del encuestador para despejar las dudas que puedan surgir en relación a la investigación y el cuestionario, luego las participantes firmaron una carta de consentimiento informado. Se evaluaron a 66

RESULTADOS Los resultados obtenidos en la Tabla 2 evidencian que las madres adolescentes primerizas que viven sólo con la pareja alcanzan con mayor frecuencia un nivel medio en la adopción del rol materno, al igual que el grupo de convivencia formado por la pareja y la familia de origen. Por otro lado, se observa que los grupos de convivencia que alcanzan un nivel bajo en la adopción del rol materno son los grupos conformados por las madres adolescente primerizas que vive con su pareja y la familia de éste, y el grupo en el que la adolescente vive solo con la familia de origen.

Tabla 2 Nivel del Rol Materno en las Adolescentes Primerizas según Grupo de Convivencia. Nivel de Adopción del Rol Materno

Pareja

Grupo de Convivencia Pareja y Familia Pareja y Familia de Origen de Pareja f % f % 1 7.14 1 5.56

Total

Familia de Origen f % -

f 3

% 4.55

Alto

f 1

% 12.50

Medio

4

50.00

10

71.43

5

27.78

2

7.69

21

31.82

Bajo

3

37.50

3

21.43

12

66.67

24

92.31

42

63.64

Total

8

100.00

14

100.00

18

100.00

26

100.00

66

100.00

La Tabla 3 muestra que al comparar el nivel de adopción del rol materno de las adolescentes, según su grupo de convivencia, se hallaron diferencias altamente significativas en las dimensiones Cuidados del Padre, Aceptación del Bebé, Madre y Familia de Origen, Tranquilidad del Bebé, Cuidados del Bebé y en el Nivel de Adopción del Rol Materno; asimismo, se hallaron diferencias significativas con respecto a las dimensiones de crianza en la familia de origen y

en Salud del Bebe. Es así que, las adolescentes que viven con la pareja y la familia de origen presentan niveles más altos en todas las dimensiones de la Escala de Adopción del Rol Materno en comparación con aquellas que viven sólo con la Familia de Origen que presentan niveles más bajos en dichas dimensiones de la escala, como lo muestra la Prueba de Dunns en la Tabla 3.

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22 GARRIDO M, MARCHÁN M.

Tabla 3 ANOVA no Paramétrico: Prueba de Kruskal-Wallis para el nivel de adopción del rol materno y sus dimensiones en las adolescentes primerizas según grupo de convivencia. X2

Gl

Cuidados del Padre

19.738

3

0.000 **

Aceptación del Bebé

13.154

3

0.004 **

Madre y F amilia de Origen

13.560

3

0.004 **

Tranquilidad del Bebé

11.919

3

0.008 **

Crianza en la Familia de Origen

8.512

3

0.037 *

Afectividad

2.799

3

0.424

Cuidados del Bebé

14.298

3

0.003 **

Salud del Bebé

11.366

3

0.010 *

Protección del Bebé

1.628

3

0.653

Conocimiento y Cultura

5.708

3

0.127

20.644

3

0.000 **

Dimensión

Adopción del Rol Materno

Sig.

*p<.05; **p<.01

De acuerdo a la Tabla 4, al realizar una comparación múltiple entre los grupos de convivencia mediante la Prueba de Dunns se hallaron diferencias significativas del nivel de adopción materno entre adolescentes primerizas que viven con su pareja y la familia de origen de

las que viven con la pareja y la familia de la pareja y éstas, a su vez, se diferencian de las adolescentes que viven con su familia de origen, donde éstas últimas presentan el nivel más bajo de adopción materno.

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23 ADOPCIÓN DEL ROL MATERNO EN MADRES ADOLESCENTES PRIMERIZAS SEGÚN GRUPO DE CONVIVENCIA.

Tabla 4. Prueba de Dunns: Comparación Múltiple del Rango Medio del Nivel de Adopción del Rol Materno de las Adolescentes Primerizas según Grupo de Convivencia. Subconjunto a =0.05 Grupo de Convivencia 1 Pareja y Familia de Origen

49.63

Con la Pareja

43.25

2

3

43.25

Pareja y Familia de la Pareja

30.92

Con la familia de Origen

30.92 22.38

DISCUSIÓN La investigación se realizó en la ciudad de Trujillo en Perú, contexto social caracterizado por su ambiente costumbrista y de alta valoración del apoyo familiar, donde se observa que los padres de las madres adolescentes acogen, en sus hogares, a sus hijas, al nieto y en algunos casos a la pareja de la adolescente en el afán de mantener la unión familiar, la imagen frente a la sociedad y brindar apoyo diario en la crianza del nieto; en otros casos, la familia de la pareja es quien realiza esto y, en otras situaciones, la madre adolescente opta por vivir sólo con su pareja. Los resultados de la investigación confirman la hipótesis general, determinando que la adopción del rol materno de las madres adolescentes primerizas varía según su grupo de convivencia. Se identifica que el nivel de adopción del rol materno predominante en esta población es bajo. En relación a lo expuesto, Guijarro, Naranjo, Padilla y Gutiérrez (1997) refieren que: …el nacimiento y la crianza del bebé hacen que la joven pueda objetivizar abruptamente esta realidad, tarea que puede ser aceptada, rechazada o negada dependiendo del apoyo y el contexto que le rodea, siendo así que tener a su hijo en

brazos moviliza sensaciones diferentes y profundas en relación a la maternidad. (p.40). Es así que se encuentran diferencias significativas en el nivel de adopción del rol materno entre las madres adolescentes primerizas que viven con su pareja y la familia de origen, de las que viven con su pareja y la familia de la pareja; a su vez, éstas se diferencian de las madres adolescentes primerizas que viven sólo con su familia de origen, donde éstas últimas presentan el nivel más bajo de adopción del rol materno. Se reporta que el nivel de adopción del rol materno es predominantemente medio en las madres adolescentes primerizas que viven sólo con su pareja y en las que viven con su pareja y la familia de origen. Esto se encuentra relacionado con lo expuesto por Raphael-Leff (2001), al considerar que la adolescente podrá utilizar y disfrutar de la experiencia de criar un bebé para poder madurar si su madre es capaz de cuidarla o si tiene una pareja confiable que le provea los cuidados necesarios. Puesto que, las madres adolescentes esperan recibir de su pareja la protección y el afecto que no encuentran en su familia de origen (Arias & Aramburú, 1999). Es así que el padre se constituye una parte importante de la triada en la relación padre, madre e hijo,

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24 GARRIDO M, MARCHÁN M.

convirtiéndose en el cimiento de ésta (Cyrulnik, 2008); además, el soporte de su pareja ayuda a estas jóvenes en la construcción de una identidad positiva como madre y a tener un mejor desempeño en este rol, favoreciendo la interacción con sus bebes (Winnicott, 1996, Mc Cullough & Scherman, 1998; Sarason, 1999). De igual forma, Mercer (2004) en el quinto supuesto básico de su Teoría de Adopción del Rol Materno propone que: “el compañero íntimo de la madre influye en la adopción del rol de un modo que ninguna otra persona puede ejercer” (p. 230), explicando así la importancia que tiene la pareja en la adopción del rol materno, tal como se observa en los resultados obtenidos. Se observa que la mayor parte de la muestra se ubica en la etapa de adolescencia tardía, caracterizada por el establecimiento de una imagen corporal segura e identidad de género, así como por la tendencia a mantener relaciones con mayor duración y a proponer soluciones un poco más realistas, que en etapas previas de la adolescencia (Allca, 2007; Reeder & Koniak, 1995). Son estas adolescentes quienes presentan los estados civiles de “conviviente” y “casada”mientras viven sólo con su pareja o con la pareja y la familia de éste - constituyéndolos en una alternativa de vida con el consecuente abandono de otras actividades (Buitrón, 2003; Genolet, Lera, Guerriera, Schoenfeld & Bolcatto, 1994). A la ausencia de la pareja en el grupo de convivencia se atribuye un bajo nivel de adopción del rol materno. Esto se evidencia en los resultados que alcanzan las madres adolescentes que viven sólo con la familia de origen. Las familias en las cuales los adultos sustituyen continuamente a los jóvenes haciendo las cosas por ellos, generan en éstos falta de autonomía, inadecuado manejo de límites, dependencia parental y, en otros casos, rebeldía acompañada de sentimientos ambivalentes de amor-odio hacia el grupo familiar. (Nardone, Gianotti & Rocchi 2003). Esto es lo que sucede en la maternidad adolescente donde estas jóvenes tienden a ser hiperprotegidas por sus familias de origen, quienes en el afán de ayudarlas y evitarles frustraciones y angustias, les disminuyen el

acceso a las labores maternas, privándolas de desarrollar adecuadamente su rol de madre. Muchas veces, son las madres de las adolescentes las que se hacen responsables de los cuidados del niño, hecho que puede generar una confusión en los papeles familiares de madre e hija (Falcao & Salomao, 2006; Silva & Salomao, 2003). El no desempeño del rol materno implica ambigüedades, no se legitima su lugar de madre ni disfruta plenamente su adolescencia. (Ibarra, 2003). Asociado a la dependencia emocional hacia la pareja y la familia se puede observar una dependencia económica por haber abandonado el colegio y quedarse en un grado de instrucción de “secundaria incompleta”, en la mayoría de los casos. Esto las obliga a quedarse en casa y ocuparse de las labores domésticas. En relación a lo expuesto, la UNICEF (2007), Buitrón (2003), Giraldo, Osorio & Gonzales (1985); Camargo (1990); Arroyo y Villacorta (1996) coinciden al referir que más allá de las posibilidades económicas, es la escasa motivación para terminar los estudios y las pocas expectativas del entorno familiar y social, lo que mantiene, a las madres adolescentes, poco calificadas para el trabajo y con escasa participación en la vida pública, destinando su tiempo a realizar labores domésticas y/o a trabajos esporádicos de subempleo, dependiendo económicamente en gran medida de su pareja y/o de la familia de origen. La presencia de la familia al igual que la presencia de la pareja favorecen significativamente la adquisición e identificación del rol materno, que si bien es cierto la pareja lo es en primer lugar, la familia de la adolescente no deja de restar importancia, ya que una adecuada relación entre madre-hija (abuela y madre adolescente) favorece ampliamente la adopción del rol materno (Luster & Mittelstaedt, 1993; Maldonado, 1997; Sarason, 1999; Stevenson, Maton & Teti, 1999; Hudson, Elek & CampbellGrossman, 2000; Szigethy & Ruiz, 2001; Gonzales & Santana, 2001). Si la relación con la madre es buena, la relación con su bebé también lo será. (Lederman, 1996).

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25 ADOPCIÓN DEL ROL MATERNO EN MADRES ADOLESCENTES PRIMERIZAS SEGÚN GRUPO DE CONVIVENCIA.

De lo referido se conclusiones:

desprenden las siguientes

• La adopción de rol materno en las madres primerizas de la ciudad de Trujillo varía significativamente, según el grupo de convivencia al que pertenezcan. Al analizar los resultados podemos determinar que la presencia de la pareja de la madre adolescente primeriza trujillana, es un agente positivo para que dicho rol se dé de forma favorable y alcance niveles adecuados, al compartir responsabilidades en relación a la crianza del bebé y debido al afecto y seguridad que éste brinda a la madre adolescente al convivir los dos solos o en compañía de la familia de origen. • Con respecto, al caso de las madres adolescentes primerizas de Trujillo que viven con su pareja y la familia de origen, se infiere que, en este grupo de convivencia, la familia de origen se configura en un factor regulador de la adopción de rol materno al brindar a la madre adolescente primeriza el respaldo y aceptación que necesita para realizar las actividades de madre con mayor seguridad. • Por otro lado, las madres adolescente primerizas de la ciudad Trujillo que viven sólo con su familia de origen evidencian resultados opuestos, alcanzando los niveles más bajos de adopción de rol materno, al desarrollarse una hiperprotección de los padres de la madres adolescentes hacia ellas y su bebé, impidiendo que ésta realice las actividades necesarias para adoptar adecuadamente el rol de madre, configurándose un futuro incierto en la relación “madre-hijo” y en la formación de la célula familiar, que es la base de la sociedad. Se recomienda investigar en qué medida la presencia de la familia de origen continuará siendo un factor regulador en el desempeño del rol materno de la madre adolescente primeriza o si ello variará cuando ésta pase a las siguientes etapas evolutivas (juventud y adultez) y profundizar en el estudio de la variable en relación a otras como la satisfacción marital, en relación al hijo producto de una violación y modelos

parentales.

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Recibido: 13 de octubre del 2010 Aceptado: 13 de mayo del 2011

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28 GARRIDO M, MARCHÁN M.

APÉNDICE

ESCALA DE ARM INSTRUCCIONES: A continuación encontrará una lista de afirmaciones respecto a su experiencia como madre. Deberá elegir, marcando con un aspa (X), la opción que más se asemeje a su forma de pensar, actuar y sentir. No hay respuestas buenas ni malas. Las opciones de respuesta son las siguientes: TA = Totalmente de Acuerdo. D= Desacuerdo. Nº 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54

A= De acuerdo.

TD=Totalmente en desacuerdo

Preguntas Prefiero no dar de lactar a mi bebé para cuidar la estética de mis senos. Imito los balbuceos y sonidos que hace mi bebé. Estoy dispuesta a cambiarle el pañal a mi bebé cada vez que éste lo necesite. Leo información referente a los cuidados y temas relacionados a mi bebé. Me cuesta aceptar a este bebé. Cuando mi bebé llora dejo lo que estoy haciendo y voy a atenderlo. Pienso que la lactancia debería ser sustituida por la alimentación en biberón. Me cuesta decir que soy madre. Me siento capaz de salir adelante con mi bebé. Mi familia está contenta con el nacimiento de mi bebé Le doy objetos a mi bebé para que los pueda tocar y aprenda a manipularlos. Mi pareja y yo siempre estamos poniéndonos al tanto de las cosas que le pasan al bebé. Cuando mi bebé llora, le hablo con voz muy baja y susurrando palabras tranquilizadoras. Prefiero ser yo quien se encargue del baño de mi bebé. Cuando estaba gestando pensaba con entusiasmo en el momento en que tendría a mi bebé en brazos dándole de lactar. Pienso que el “control del niño sano” no es necesario para mi bebé. El personal de salud me ha enseñado cuidados que debo tener con mi bebé. Cuando le hablo a mi bebé, lo hago con palabras cariñosas. Cuando juego con mi hijo me gusta que el aprenda algo nuevo. Cuando doy de lactar a mi bebé me gusta hablarle. Me gusta mirar detenidamente a mi bebé intentándolo conociéndolo. Me hubiera gustado que mi bebé sea del sexo opuesto al que nació. El momento de juego con mi bebé es indispensable en mi rutina diaria. La salud de mi bebé para mí es muy importante. Para mi dar de lactar es más una obligación que una actividad agradable Cuando mi bebé responde a mis llamados, caricias u órdenes, yo lo abrazo o felicito. Me agrada masajear la espalda de mi bebé con mucha delicadeza. Mi pareja me hace recordar cuando nuestro bebé debe recibir sus vacunas y asistir al control del niño sano. Prefiero que alguien de mi familia se encargue de alimentar a mi bebé. Mientras doy de lactar a mi bebé me gusta acariciarlo. Cuando cosquilleo a mi bebé observo una respuesta de alegría en él. Cuando voy a un lugar público hago valer mis beneficios por ser madre y estar con mi hijoen brazos. Aunque tenga muchas actividades que realizar, siempre me doy tiempo para cuidar de mi bebé. Constantemente me informo por programas de televisión de cómo cuidar a mi bebé. Hago vacunar a mi bebé en la fecha programada. Se que cuento con el apoyo de mi familia para el cuidado de mi bebé. Prefiero que mi hijo tome biberón a darle de lactar. Trato que mi bebé acaricie mi rostro. Tengo la seguridad que seré una buena madre. Mi pareja y yo compartimos los cuidados del bebé. Cuido que mi bebé utilice ropa adecuada a la estación para evitar que se enferme o tenga sarpullido. Creo que dar de lactar une emocionalmente a las madres con sus hijos. Me alegra mucho que mi hijo haya nacido sano. Cada vez que mi bebé llora me preocupo por saber que es lo que necesita. La forma en que crio a mi bebé es muy parecida a cómo me criaron a mí. Mi familia me aconseja sobre la crianza de mi bebé Me preocupo por que a su alrededor no existan objetos que puedan hacerle daño a mi bebé. Trato de ocultar el hecho de que tengo un bebé porque me avergüenza. Creo que otro familiar cuida a mi bebé mejor que yo. Terceras personas se encargan de la crianza de mi bebé. Si voy por la calle y alguien estornuda cerca, lo primero que hago es cubrir a mi bebé. Mi pareja es capaz de hacerse cargo de nuestro bebé cuando yo no lo puedo hacer. Practico con mi bebé ejercicios que le puedan ayudar a su desarrollo. Diariamente mi pareja busca saber cómo esta el bebé y coordinamos acerca de cómo satisfacer sus necesidades.

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TA

A

D

TD


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VALORES Y JUICIO MORAL EN UN GRUPO DE ABOGADOS DE LIMA Mirian Pilar Grimaldo Muchotrigo* Instituto de Investigación de la Escuela de Psicología Universidad de San Martin de Porres. RESUMEN El objetivo del estudio es establecer la relación entre valores y juicio moral en abogados de Lima. La muestra está conformada por 114 abogados, varones y mujeres, con una edad promedio de 34 años, estudiantes de dos Escuelas de Postgrado de Lima. Los instrumentos utilizados son: Cuestionario de Valores de Schwartz (1992) y el Cuestionario de Reflexión Socio Moral de Gibbs, et al. (1984). Se concluye que no existe relación entre valores y juicio moral según el sexo. En cuanto a la edad, se encuentra una relación negativa entre el valor Estimulación (31 a 35 años) y juicio moral; y una relación positiva entre el valor Seguridad (36 a 40 años), Tradición (41 años a más) y juicio moral. Palabras claves: valores, juicio moral, abogados, adultos. VALUES AND MORAL JUDGEMENT IN GROUP OF LAWYERS IN LIMA ABSTRACT The objective of this study is to establish the relationship between values and moral judgement of lawyers in Lima. The sample was composed by 114 lawyers, men and women, whose average age was 34 years. The instruments used were: Portrait Value Questionnaire of Schwartz (1992) and Socio moral Reflection Objective Measure of Gibbs et al (1984). It was concluded that there is no relationship between the two variables by sex. In the age case, it was found a negative relationship between Stimulation value (31 to 35 years) and moral judgement, and a positive relationship between Security value (36 to 40 years) Tradition (41 years older) and moral judgement. Key words: values, moral judgement, lawyers, adults. VALORES E JULGAMENTO MORAL EM UM GRUPO DE ADVOGADOS EM LIMA RESUMO O objetivo do estudo é estabelecer a relação entre valores e julgamentos morais sobre advogados em Lima. A amostra foi constituída de 114 advogados, homens e mulheres, cuja idade média é de 34 anos, estudantes de duas escolas de pós-graduação de Lima. Os instrumentos utilizados são: Questionário de Valores de Schwartz (1992) eo Questionário Sócio Moral Reflexão Gibbs, et al. (1984). Concluímos que não há relação entre valores e julgamentos morais com base no sexo. Em termos de idade, é uma relação negativa entre o valor da estimulação (31-35 anos) e julgamentos morais, e uma relação positiva entre a configuração de segurança (36 a 40 anos), Tradição (41 anos) e os juízos morais. Palavras-chave: valores, juízos morais, os advogados, os adultos.

Correspondencia: * mgrimaldo2001@yahoo.com

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30 GRIMALDO M.

Generalmente cuando se pretende dar respuesta en torno a las posibles causas de conductas cuyas implicancias son de carácter sociolegal, los principales argumentos giran en torno a los valores y la moral (Ramos, 2002). Sin embargo, en la actualidad se conoce que, además de ello, involucra la permanencia de variables como: las emociones morales (Eisenberg, 2000; Yan, 2008), motivación moral (De Colle & Werhane, 2008), sensibilidad moral (Chubbuck, Burant, & Whipp, 2007), clima ético (Gómez & Villegas de Posadas, 2006), toma de decisiones (Ravlin & Meglino, 1987), entre otros constructos psicológicos. Schwartz y Bilsky (citados en Tamayo, 1993) analizaron las definiciones presentadas por varios autores y derivaron en cinco elementos o características de los valores: 1) son considerados como principios o creencias; 2) relativos a estados de existencia o modelos de comportamientos; 3) trascienden objetos, grupos de personas y situaciones específicas; 4) orientan la selección o evaluación de comportamientos y acontecimientos; y 5) expresan intereses individuales, colectivos o mixtos. Sobre la base del análisis anterior, los valores pueden ser definidos como aquellos principios transituacionales, organizados jerárquicamente, relativos a estados de existencia o modelos de comportamiento deseable que orientan la vida del individuo y expresan intereses individuales, colectivos o mixtos (Tamayo, 1993). Diversos estudios han demostrado la validez de la teoría universal o transcultural de los valores (Gouvenia, 2003; Ros & Schwartz, 1995; Schwartz, 1992; Schwartz, 2001; Schwartz & Sagie, 2000), razón por la cual la presente investigación se basa en los postulados desarrollados por Schwartz (1992). En el Perú, este modelo teórico se ha aplicado en diversas muestras: con estudiantes universitarios (Grimaldo & Merino, 2009), policías de tránsito (Grimaldo, 2005), escolares (Escurra, 2003), entre otros. Respecto a los valores, Schwartz (1992) plantea que cada valor expresa un objetivo

motivacional. En este sentido, y dependiendo de la naturaleza del objetivo, se puede llegar a una estructura dinámica de clasificación muy exhaustiva al cubrir la totalidad de tipologías que puedan existir. Schwartz (2003) derivó en diez valores motivacionalmente distintos, amplios y básicos a partir de tres requisitos universales de la condición humana: necesidades de individuos como organismos biológicos, requisitos de la interacción social coordinada, y necesidades de la supervivencia y del bienestar de grupos. Estos valores se presentan a continuación (Arciniega, Esparza & Gonzáles 2000): 1. Autoridad o Poder: se relaciona con el status social y prestigio, control y dominio sobre las personas y/o recursos. 2. Logro: referido al éxito personal como resultado de la demostración de ser competente a través de los estándares sociales, más que de acuerdo a criterios internos de excelencia que estarían mejor reflejados en valores de Autodirección. 3. Hedonismo: implica la búsqueda de obtener placer, gratificación personal y sensación grata para uno mismo. 4. Estimulación: se refiere a innovar y tener retos en la vida. Importan la novedad y los desafíos (Castro & Nader, 2006). 5. Auto-dirección: alude a la elección independiente de actos y pensamientos, toma de decisiones y la acción, creación y exploración como son: la creatividad, libertad, elegir sus propias metas, ser curioso e independiente. 6. Universalismo: referido a la comprensión, tolerancia, apreciación y protección del bienestar de toda la gente y de la naturaleza. Involucra la justicia social. 7. Benevolencia: preservación y engrandecimiento del bienestar de las personas con las que se está frecuentemente en contacto. Involucra la honestidad y la ausencia de rencor. 8. Tradición: respeto, compromiso y

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aceptación de las costumbres e ideas que la tradición cultural o la religión proveen. 9. Conformidad: implica restricción a las acciones, inclinaciones e impulsos que pudieran molestar o perjudicar a otros y cumplir reglas sociales o normas. 10. Seguridad: se refiere a conseguir seguridad, armonía y estabilidad social, en las distintas relaciones interpersonales y consigo mismo. Los tipos motivacionales postulados explican todos los valores evaluados en diferentes culturas y mantienen relaciones dinámicas entre sí. Según el autor antes mencionado, los valores no son universales sino estructurales. Los diez tipos de valores se agrupan en cuatro tipos de orden superior, estructurados en dos dimensiones. Por un lado, la dimensión de Autoengrandecimiento (Poder y Logro) frente a la de Autotrascendencia (Universalismo y Benevolencia). La otra dimensión constituye la Conservación (Tradición, Conformidad y Seguridad) frente a Apertura al cambio (Autodirección y Estimulación). La tipología hedonismo no se incluye en ningún valor de orden superior, ya que podría estar contenida tanto en Autoengrandecimiento como en Apertura al cambio (Arciniega & Gonzáles, 2002). A su vez, las polaridades mencionadas anteriormente definen tres tipos de intereses, más relacionados a los aspectos sociales y culturales: Colectivistas, individualistas y mixtos (Castro & Nader, 2006). Respecto al desarrollo del criterio moral, es importante mencionar los aportes realizados por Piaget (1983). Estimaba que las normas de justicia no son simplemente cuestiones de lógica abstracta, sino más bien sentimientos de simpatía, gratitud y venganza tomados en forma lógica (Romo, 2004). Esto es, justamente, el eje central de la teoría de Kohlberg (1976), dado que en el planteamiento de sus estadios hay un tránsito de una moralidad externa a una moralidad interna y, para que ello tenga lugar, resulta necesario el desarrollo del pensamiento así como la experiencia social.

Además del modelo teórico empleado, respecto al juicio moral, el presente estudio está basado también en los planteamientos formulados por Kohlberg (1976). Señala que el desarrollo moral es el incremento en la interiorización de las reglas culturales básicas, entendido desde el planteamiento cognitivo del desarrollo en estadios, en donde las estructuras de los estadios superiores reintegran a las estructuras elaboradas en estadios inferiores (Romo, 2004). Kohlberg (1976) plantea que uno no puede seguir principios morales si no los comprende o no cree en ellos. De igual manera, utiliza el concepto de juicio moral entendiéndolo como un modo de evaluación prescriptiva de lo bueno y de lo recto (Hersh, Reimer & Paolito, 2002). Kohlberg (1976) asume la existencia de tres niveles, como tres diferentes tipos de relación entre el yo y las normas y expectativas de la sociedad. Cada uno de los cuales se subdivide en dos etapas o estadios. En su teoría surge el término Convencional, que significa conformarse y someterse a la regla, expectativas y convenciones de la sociedad o de la autoridad. El primer nivel, denominado Preconvencional, es característico de niños pequeños, algunos adolescentes y muchos delincuentes. Aquí encontramos los siguientes estadios: Estadio 1: Castigo y Orientación a la Obediencia: las consecuencias físicas, determinan si la acción es buena o mala. En ese sentido, las acciones de los niños, están dominados por el deseo de evitar el castigo; obedecen al adulto (padres, profesores, cuidadores, entre otros), porque consideran su superioridad. Desde la perspectiva social, el punto de vista del niño es eminentemente egocéntrico. Estadio 2: La Orientación Instrumental Relativista: la motivación del niño es satisfacer los propios deseos y el de las personas agradables o queridas por él. Así, al determinar la gravedad de las transgresiones, toma en cuenta sus intenciones y considera que las cosas que llevan a resultados agradables son buenas. Desde la

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perspectiva social, la visión del niño o del adolescente que se ubica en este estadio es concreta e individualista. En el segundo nivel, denominado Convencional, Kohlberg (1976), estableció que era típico en la mayoría de los adolescentes y adultos pues el castigo, la recompensa, lo agradable y desagradable perdían importancia. Los juicios se basan en normas y expectativas de grupo, de tal manera que lo que el grupo señala es lo correcto. En este nivel encontramos la importancia de los criterios de la familia y de los grupos pares (amigos del colegio, de la comunidad), entre otros. En este nivel se observa una identificación con las reglas sociales emanadas de la sociedad, de la cual siente que forma parte y se encuentran los siguientes estadios: Estadio 3: La Orientación de la Concordia Interpersonal: el buen comportamiento es que agrada a los demás, a la familia, a los compañeros, a los amigos, etc. De esta manera, la persona busca la aprobación de los otros, tomando en cuenta las necesidades e intervenciones ajenas. Desde la perspectiva social, hay comportamientos compartidos, acuerdos y expectativas que son primordiales y determinan sus intenciones. Estadio 4: La Orientación de la Ley y Orden: la importancia se desplaza, hacia la sociedad y lo correcto es lo que dice la ley. Así como cumplir con los deberes, tales como: respetar a la autoridad, mantener el orden social y las leyes religiosas son calificadas como absolutas. En el nivel Postconvencional (Autónomo o de los Principios), Kohlberg (1976), procuró encuadrar el ideal de hermandad, justicia, reciprocidad e igualdad de los derechos humanos y la comunidad. La persona supera la identificación con las normas sociales y con la autoridad, o las personas que la sostienen, y desarrolla la autonomía para tomar decisiones. Se observan los siguientes estadios: Estadio 5: La Orientación Legalista del Contrato: lo justo debe ser respetado por un motivo de reciprocidad y de utilidad colectiva que

pueda asumir la forma de contrato social. Por ello, hay valores y principios válidos, más allá de la autoridad de las personas, los grupos y la misma sociedad. La persona considera que los valores emanados de la sociedad son correctos; pero, a pesar de ello, pueden estar equivocados y por lo tanto, existen medios para cambiarlos. Estadio 6: La Orientación de los Principios Ético-universales: En este estadio lo que guía es la conciencia moral la cual se basa en principios fundamentales y universales. La persona guía su conducta y decisiones a partir de principios éticos auto escogidos autoescogidos (Barra, 1987). Por otro lado, en relación a los estudios relacionados en las variables de estudio, a nivel internacional, podemos mencionar, entre otras, las siguientes: Helkkama et al. (2003), estudiaron el razonamiento moral y los valores en un estudio longitudinal con estudiantes de medicina en Finlandia. La muestra estuvo conformada por 43 estudiantes de los primeros dos años de estudio, entre varones y mujeres. Los instrumentos utilizados fueron la Entrevista escrita de Kohlberg (MJI) y la Escala de Valores de Rokeach. Para el análisis de los datos se utilizaron tablas de distribución de frecuencias, desviación estándar y correlaciones. Se encontró que el 44% de la muestra obtuvo una regresión en la etapa moral (disminución de los puntajes). No se encontraron diferencias en función al género y se cuestiona que los cambios puedan ser atribuidos a problemas de medición o a otros factores. Myyry (2003) estudió los valores y el juicio moral, entre otras variables, en cinco diferentes muestras de estudiantes universitarios. La primera muestra estuvo conformada por 138 estudiantes de tres universidades de ciencias sociales, ciencias económicas y tecnología. La segunda muestra estuvo conformada por 70 estudiantes de psicología social que habían participado en un curso de educación ética. La tercera muestra estuvo conformada por un grupo control de la segunda muestra y estuvo conformada por 11 estudiantes de educación que participaron en un curso de investigación

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cualitativa. La cuarta muestra consistía en 41 estudiantes que participaron en clases de Ética. La quinta muestra estuvo conformada por material escrito encontrado en los trabajos de Colby y Kohlberg presentado en su Manual de Puntajes. Los instrumentos utilizados, el Inventario de Valores de Schwartz y el juicio moral y el procedimiento de justicia, fueron evaluados mediante dilemas hipotéticos. Se encontró que el valor del Trabajo obtuvo una relación positiva y significativa con el logro y las relaciones con el poder, seguido de la seguridad. La siguiente relación positiva fue con conformidad. Los estudiantes de negocios obtuvieran puntajes más altos que los estudiantes de ciencias sociales y tecnología. Ellos valoran más el logro que otros grupos de estudiantes. Los estudiantes de ciencias sociales valoran más la benevolencia que los estudiantes de tecnología y estos últimos obtienen mayores puntajes en universalismo y espiritualidad que otros estudiantes. Por otro lado, los estudiantes de tecnología valoran la tradición, conformidad y seguridad que los estudiantes de ciencias sociales. En cuanto a las diferencias en empatía en función al género, se encontró que las mujeres obtuvieron puntajes mayores. En relación al nivel de juicio moral una diferencia significativa que indicaba que las reglas de justicia ocurren más frecuentemente en estadios altos. Además, el número total de casos de las normas de la justicia fue mayor en los niveles más altos de desarrollo del razonamiento moral. En el Perú, se encontró la siguiente investigación relacionada al tema de estudio: Matalinares et al. (2009), investigaron acerca de la relación entre el juicio moral y los valores interpersonales de los estudiantes de 4to y 5to de secundaria de Lima y Jauja. Se evaluó a 355 estudiantes de 4to y 5to de secundaria, de ambos sexos, cuyas edades fluctuaron entre los 14 y 18 años de edad, procedentes de diversos centros educativos estatales de Lima y Jauja. Se les aplicó el test de reflexión socio moral propuesta por Kohlberg y adaptado por Majluf (1986) y el Cuestionario de Valores Interpersonales SIV de Gordon (1991). Al ser procesados los resultados,

se encontró que las variables Juicio Moral y Valores Interpersonales se encuentran asociadas. El juicio moral se relaciona con las dimensiones conformidad, reconocimiento y benevolencia. Por otro lado, se encontró que existen diferencias significativas entre los alumnos de Jauja y Lima en valores interpersonales, pero no ocurre lo mismo con el juicio moral, tanto en Jauja como en Lima los estudiantes responden en forma similar. En las dimensiones de conformidad, reconocimiento y benevolencia de los estudiantes se muestran diferentes en función del sexo. Las mujeres obtienen mejores resultados que los varones. No sucede lo mismo en el caso del juicio moral. Por último, se encontraron diferencias significativas entre el juicio moral y los valores en función del grado de instrucción. En la medida que no se encontraron otros estudios correlacionales referidos a las variables de estudio, se presentan aquellos que se relacionan de alguna manera con los constructos investigados. Entre otros estudios, se mencionan los siguientes: Montenegro (1987) realizó un estudio sobre el nivel del Juicio Moral y el Nivel del Pensamiento en un grupo de maestros. Trabajó con el Test de Operaciones Finales Combinatorias de Longeot y el Cuestionario de Reflexión Socio Moral- SROM. Concluyó que en los maestros del nivel inicial se encontró una alta correlación entre su nivel de pensamiento y su nivel de desarrollo en el juicio moral. Grimaldo (2005) estudió la jerarquía de valores, afectos y valores hacia el trabajo en un grupo de policías de tránsito de Lima Metropolitana, según el sexo. La muestra estuvo conformada por 203 policías de tránsito, entre varones y mujeres, en actividad, con edades entre 20 y 50 años. Los instrumentos utilizados fueron: Escala de Valores de Rokeach, Escala PANAS X y Escala de Valores hacia el trabajo EVAT 30. Se concluyó que los policías jerarquizaron los valores terminales: Amor Maduro, Religión, Armonía Personal y Respeto; en los valores instrumentales, Alegría y Amor. En los afectos, alcanzaron una categoría promedio en todas las

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subescalas. En cuanto a la comparación, en la jerarquía de valores cada grupo mantiene una independencia. En los afectos, los varones presentaron una puntuación mayor en todas las subescalas. Por otro lado, como sabemos, las cualidades morales y espirituales constituyen aspectos importantes para el ejercicio de los profesionales en general y de los abogados en particular, porque permite el ejercicio idóneo y ético de la profesión. En la actualidad la situación de crisis de valores morales observados en diferentes instituciones públicas y privadas, así como en diferentes profesionales del medio, justifican este estudio. Al respecto, Gutiérrez, (2008), Decano del Colegio de Abogados de Lima, señala que uno de los principales retos es devolverle al gremio de abogados su credibilidad perdida. A partir de lo mencionado se plantea el siguiente problema de investigación: ¿cuál es la relación que existe entre el sistema de valores y el nivel de juicio moral en un grupo de abogados de la ciudad de Lima? Objetivo General: Establecer la relación entre el sistema de valores y el juicio moral en un grupo de abogados de la ciudad de Lima, según sexo y edad.

Los criterios de inclusión de la muestra fueron: la condición de estar trabajando en el momento del desarrollo de la investigación y la participación voluntaria de la muestra. Las Escuelas de Postgrado fueron seleccionadas por ser representativas en relación al número de estudiantes de maestría en Derecho que albergaban cada una de ellas; asimismo, por la accesibilidad y las garantías que ofrecían para una adecuada recogida de datos, considerando el compromiso de las autoridades y personal administrativo. El consentimiento informado de los participantes se obtuvo mediante una consulta por escrito, en donde se explicaban los objetivos específicos de la investigación y el tipo de participación solicitada. Instrumentos Cuestionario de Valores de Schwartz (PVQ) de Schwartz, Melech, Lehmann, Burgess y Harris, (2001) Este instrumento cuenta con cuarenta enunciados cortos que se refieren a diferentes tipos de personas. Se describen a cada una de ellas en relación con sus ideas, creencias y aspiraciones que de forma implícita permiten analizar la importancia del valor evaluado (Escurra, 2003). A continuación se presentan los valores que se evalúan y los ítems correspondientes del PVQ: Hedonismo (ítems: 10, 26, 37)

MÉTODO Se utilizó un diseño correlacional.

Seguridad (ítems: 5, 14, 21, 31, 35)

Participantes

Poder (ítems: 2, 17, 39)

El muestreo fue no probabilístico de tipo intencional. La muestra estuvo conformada por 114 abogados de la ciudad de Lima, estudiantes de diversas maestrías en Derecho de dos Escuela de Postgrado en la ciudad de Lima, con un mayor porcentaje de mujeres (51.8%) en comparación a los varones (42.8%). En relación a las edades, los participantes tenían: hasta 30 años (43.9%), de 31 a 35 años (16.7%), 36 a 40 años (17.5%), 41 a 45 años (12.3%) y más de 46 años (9.6%). La edad promedio fue de 34 años.

Logro (ítems: 4, 13, 24, 32) Autodirección (ítems: 1, 11, 22, 34) Conformidad (ítems 7, 16, 28, 36) Universalismo (ítems: 3, 8, 19, 23, 29, 40) Estimulación (ítems: 6, 15, 30) Tradición (ítems: 9, 20, 25, 38) Benevolencia (ítems: 12, 18, 27, 33).

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Para desarrollar el instrumento, el evaluado debe responder a la siguiente escala: se parece mucho a mí, es como yo, se parece algo a mí, se parece poco a mí, no se parece a mí y no se parece nada a mí, a cada una de las afirmaciones que se le presentan. La versión original presenta confiabilidad por consistencia interna, expresándose en los siguientes coeficientes: Poder (.50), seguridad (.64), conformidad (.48), tradición (.37), benevolencia (.61), universalismo (.57), autodirección (.53), hedonismo (.78), estimulación (.76) y logro (.52). Se halló la validez convergente entre el Cuestionario de Valores de Schwartz (PVQ) con la Encuesta de Valores de Schwartz (SVS) (Schwartz et al., 2001). Además presenta validez convergente (Schwartz, et al, 2001, citado en Escurra, 2003). En nuestro contexto, Escurra (2003) realizó una investigación con escolares. Encontró que el instrumento cuenta con confiabilidad y validez. Para la confiabilidad utilizó el coeficiente alpha de Cronbach. Obtuvo los siguientes resultados: Conformidad (.70), Tradición (.75), Benevolencia (.77), Universalismo (.85), Autodirección (.77), Estimulación (.72), Hedonismo (.74), Logro (.79), Poder (.75) y Seguridad (.78). Para la validez de constructo se utilizó el análisis factorial exploratorio. Los resultados indicaron dos

factores que permitieron explicar el 76.10% de la varianza total. Asimismo, Grimaldo (2009), realizó el proceso de validación del Cuestionario de Valores de Schwartz, en una muestra de 254 estudiantes de psicología de una universidad particular de la ciudad de Lima. Se realizó a partir de la validez de constructo, para lo cual se utilizó el Análisis Factorial Exploratorio. Aplicado el Coeficiente Alpha de Cronbach, se encontró que el instrumento obtiene un coeficiente de .731 para la muestra total y los siguientes coeficientes para cada una de las dimensiones: Autodirección (.59), Benevolencia (.57), Estimulación (.65), Hedonismo (.78), Poder (.57), Seguridad (.65), Conformidad (.69), Universalismo (.69), Logro (.69) y Tradición (.53). Determinación de los criterios psicométricos del Cuestionario Para el presente estudio se realizó el análisis de contenido, a partir del criterio de jueces, utilizando para ello la V de Aiken. Se consultó con diez psicólogos que ostentaban el grado de maestros. El resultado obtenido de este proceso, como se puede apreciar en la Tabla 1, fue la validez significativa de la a un nivel de significancia de 0.05.

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Tabla 1 Validez de contenido de Cuestionario de Valores de Schwartz Valores

Ítems

Coeficiente V. de Aiken

12 18 27 33 3 8 19

0.8 1 1 1 0.9 0.9 1

23

1

29 40

1 1

1 11

1 1

22

1

34 6 15 30 10 26 37

0.9 0.9 0.9 0.9 0.8 0.8 0.8

4 13

1 1

24 32

1 1

Poder

2 17 39

1 1 1

Seguridad

5 14 21

0.9 0.9 1

31 35 7 16

1 1 1 1

28 36

1 1

9 20

1 1

25 38

1 1

Benevolencia

Universalismo

Autodirección

Estimulación

Hedonismo

Logro

Conformidad

Tradición

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El proceso de validación del Cuestionario de Valores de Schwartz se realizó también a partir de la validez de constructo, para lo cual se utilizó el Análisis Factorial Exploratorio, tal como lo señala Muñiz (2006). Se empleó el método de factorización de ejes principales, el cual se fundamenta en hallar los constructos subyacentes, que explican las relaciones entre los ítems y la agrupación entre ellos, por ello el de preferencia para muchas técnicas de trabajo (Mongay, 2005). En cuanto al método de Rotación, por tratarse de factores relacionados, se eligió el de Oblimin. En primer lugar, con el fin de medir la aplicabilidad del análisis factorial, se realizó la prueba de esfericidad de Bartlett y la medida de adecuación de la muestra de Kaiser Meyer Olkin (KMO) (Miquel, Bigné, Lévy, Cuenca & Miquel, 1997). La medida de adecuación del muestreo de Kaiser-Meyer-Olkin obtuvo un valor de 0.696, el cual fue superior a 0.5, satisfactorio para proceder con el análisis factorial. George y Mallery (1995) recomiendan como límite de aceptación de este índice KMO valores superiores a 0.5. En relación a la prueba de esfericidad de Bartlett, es habitual para probar si la matriz de correlaciones es la

identidad; aquí se obtuvo un valor de 326.752. (p<.000). Los resultados se dan como válidos cuando presentan un valor elevado de la prueba y cuya fiabilidad sea menor a 0.05. De esta manera se confirmó que se debe continuar con el análisis factorial. El análisis factorial realizado confirmó la presencia de dos factores que explicaban el 54.62% de la varianza de los ítems. Significa que éstos alcanzan a explicar, con algún grado de significación conceptual, las correlaciones entre los ítems. Tal como se observa en la Tabla 2, se identificaron dos factores extraídos. En un primer factor se incluyeron los valores de conformidad, tradición, seguridad (Dimensión de conservación) benevolencia y universalismo (Dimensión de Trascendencia). En el siguiente se ubicaron los valores de autodirección, estimulación (Dimensión Apertura al cambio), hedonismo, logro y poder (Dimensión de Autopromoción). Los resultados anteriormente presentados permiten establecer que el Cuestionario de Valores de Schwartz (PVQ) presenta validez de constructo.

Tabla 2 Análisis Factorial Exploratorio del Cuestionario de Valores de Schwartz (PVQ) Valores Conformidad Tradición Benevolencia Universalismo Autodirección Estimulación Hedonismo Logro Poder Seguridad

Factor 1 .583 .404 .681 .822

Factor 2

.497 .517 .513 .765 .699 .726

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38 GRIMALDO M.

En cuanto a la confiabilidad, se aplicó el Coeficiente Alpha de Cronbach y se obtuvo un coeficiente de .862 para la muestra total. Cuestionario de Reflexión Socio Moral (SROM) de Gibbs et al. (1984) El Cuestionario de Reflexión Sociomoral (SROM) está organizado en dos dilemas sociomorales. Los dilemas a su vez se estructuran en base a 16 series de elecciones múltiples. La puntuación del SROM puede ser clasificada de 100 (para el estadio 1) a 500 (para el estadio 5) (Gibbs et al, 1984). En el SROM, las respuestas deben escogerse entre cinco alternativas válidas, más una pseudoalternativa; las marcaciones se tabulan y computan, traduciéndose en puntajes cuyos rangos de equivalencia se comparan con la escala de niveles de juicio moral de Kohlberg (adaptada por Gibbs, et al, 1984). Dichos puntajes permiten ubicar al sujeto evaluado en el nivel de madurez que le corresponde (Montenegro, 1987). El primer dilema constituye el llamado “Dilema de Juan” y da lugar a un total de diez arreglos de preguntas o enunciados. Cada uno presenta seis opciones de elección por parte del evaluado: A – B – C – D – E – F. De este modo, cada opción representa un tipo de razonamiento característico de las cinco etapas del desarrollo del juicio moral. El sujeto debe señalar, ante cada una de esas cinco afirmaciones o razones, si “son parecidas”, “no parecidas” o “no estoy seguro”. Luego, el evaluado indica cuál de las cinco afirmaciones planteadas en cada uno de los diez arreglos de preguntas constituye la más parecida a la que él suscribiría frente al dilema o conflicto moral planteado. De la misma manera se procede

con el segundo dilema, denominado el “Dilema de José”. A diferencia del primero, cuenta con seis arreglos de preguntas, cada uno con las seis afirmaciones antes señaladas. Conjuntamente con los arreglos de preguntas del primer dilema, suman dieciséis ítems. Los autores del SROM señalan que esta prueba puede ser administrada con resultados válidos a sujetos de por lo menos 14 años de edad, sin deficiencias en la destreza de lectura. Un período de 50 minutos es usualmente suficiente para que la mayoría de los sujetos complete el cuestionario (Gibbs et al., 1984). Para este estudio se utilizó la prueba traducida y con adaptaciones al castellano realizadas por Majluf (1986). En nuestro medio, Grimaldo (2002) estudió la validez y confiabilidad del SROM en una muestra conformada por 260 estudiantes escolares y universitarios de ambos sexos. Determinación de los criterios psicométricos del Cuestionario Para el presente estudio se determinó la validez de constructo, obteniéndose una correlación esperada con la edad. De tal manera que, tal como se observa en la figura 1, a medida que aumenta la edad, aumenta también el puntaje promedio de juicio moral. Así, en el primer grupo de edad hasta 30 años, el puntaje promedio es 354 correspondiente a la etapa global 4(3). Los participantes entre 31 a 35 años, obtuvieron un puntaje promedio de 365 correspondiente a la etapa global 4(3). El grupo ubicado entre 36 y 40 años obtuvo un puntaje promedio de 375, etapa global 4. Sin embargo, luego el puntaje disminuye ligeramente en los posteriores grupos.

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Figura 1. Puntaje Promedio del Cuestionario de Reflexi贸n sociomoral para la muestra total.

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40 GRIMALDO M.

Tabla 3 Correlaciones lineales entre Valores y Juicio Moral, para la muestra total y según género Valores

Total

Varones

Benevolencia Universalismo Autodirección Estimulación Hedonismo Logro Poder Seguridad Conformidad Tradición Dimensiones Autotrascendencia Apertura al Cambio Autopromoción Conservación Intereses Individualismo Colectivismo

.049 .116 .311** -.022 -.080 -.141 -.036 .004 .037 -.124

-.101 .125 .396** .167 -.124 -.168 -.045 -.034 .124 -.133

.189 .103 .243 -.155 -.045 -.118 -.024 .050 -.033 -.111

.095 .042 -.098 -.059

.015 .147 -.124 -.049

.176 -.039 -.075 -.065

-.055 .036

-.025 -.019

-.083 .084

** p < .01

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Mujeres


41 VALORES Y JUICIO MORAL EN UN GRUPO DE ABOGADOS DE LIMA

En la Tabla 4 apreciamos que en el valor Autodirección, las diferencias en las correlaciones a través de las edades no han sido estadísticamente diferentes: X2 (gl = 3) = 4.03, p = 0.25. Ello puede deberse al tamaño muestral en cada grupo de edad. Así, las comparaciones no han tenido suficiente poder estadístico para rechazar la hipótesis nula de igualdad de correlaciones. En cada rango de edad, la relación entre juicio moral

y valores fue específica y particular. Por ejemplo, en el valor Estimulación se detectó una relación sistemática, pero únicamente en los participantes entre 31 y 35 años; esta relación fue negativa. En las edades de 36 a 40 años, la relación fue negativa entre juicio moral y seguridad; y en el grupo de 41 años se obtuvo una relación negativa entre juicio moral y tradición, así como una relación positiva entre juicio moral y autodirección.

Tabla 4 Correlaciones lineales entre la Juicio Moral y Valores, en diferentes estratos de edad Años Valores Benevolencia Universalismo Autodirección Estimulación Hedonismo Logro Poder Seguridad Conformidad Tradición Dimensiones Autotrascendencia Apertura al Cambio Autopromoción Conservación Intereses Individualismo Colectivismo

Hasta 30 años .006 .136 .330* -.026 -.150 -.093 -.108 -.073 .236 -.096

31-35 -.027 .300 .571* -.480* -.077 -.400 -.253 .313 .013 .212

36-40 -.210 -.138 -.035 .171 .437 .066 .176 -.459* -.323 .166

40 a más .293 .151 .414* .172 -.138 -.290 -.003 .130 -.202 -.490*

.073 .007 -.116 .026

.135 -.141 -.333 .272

-.230 .353 .163 -.281

.278 .166 -.164 -.310

-.096 .077

-.354 .273

.332 -.289

-.026 .003

* p < .05

DISCUSIÓN Tal como se observa en los resultados, existe una relación entre el sistema de valores y el juicio moral en el grupo investigado en función al sexo, pero las diferencias no son significativas. De tal manera que conforme se organizan los valores en

una jerarquía definida no hay una relación con el desarrollo en el juicio moral; pues a pesar de ubicarse en los niveles esperados de juicio moral; sin embargo no hay una relación lineal con los valores jerarquizados. Estos resultados confirman los que plantean algunos autores al señalar que tanto los varones como las mujeres indistintamente pasan de un estadio al otro sin que

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42 GRIMALDO M.

existan mayores diferencias (Barba, 1999, Barba, 2001; Barba 2002; Grimaldo, 1999), lo cual es probable que suceda en la asociación con los valores. De la misma manera, Rest y sus colaboradores, después de realizar un meta análisis con 56 estudios, encontraron que generalmente no hay diferencias según género (Rest et al., 1999; Zanón, Pérez Delgado & Mestre, 1995). En relación a la edad se observa que existe una relación lineal entre el sistema de valores y el juicio moral en los grupos de edad de hasta 30 años, 31 a 35 años y 40 años a más. Es decir conforme avanza el nivel de juicio moral, el puntaje obtenido en autodirección también aumenta. En ese sentido, la autodirección debe ser entendida como la independencia en la determinación de actos y pensamientos, así como en la toma de decisiones de las acciones. La autodirección, involucra cuatro grandes recompensas intrínsecas: Autonomía (libertad de elegir las tareas que conducen a la meta y de escoger la forma como tales tareas van a ser realizadas), competencia (percepción de que se tiene la capacidad y la destreza necesaria para realizar la tarea), sentido o significado (convicción de que las tareas conducen a una meta o propósito que es altamente valorado por el individuo) y progreso (posibilidad de informarse sobre el avance del trabajador hacia el logro de propósito). La combinación de estos cuatro elementos provocan lo que se denomina un estado de motivación intrínseca que a su vez genera un alto desempeño y una elevada satisfacción (Thomas, 2001). Los cuatro aspectos anteriormente señalados, se resumen en el primero; es decir en el logro de la autonomía y éste justamente es la principal característica de un nivel de juicio moral desarrollado. Es allí donde la persona se rige por principios morales universalmente válidos y por razones distintas de la sola tradición, costumbre o autoridad. Se busca una legitimación y los motivos para la decisión. Es una etapa en donde el propio individuo decide, y no como respuesta a una instancia exterior a él. Se supera un comportamiento que se ajuste a las leyes o las

normas exteriores (Kohlberg, 1976). Conforme, la persona va avanzando en edad, la autodirección va siendo más importante, ya que ella involucra una combinación de habilidades, conocimientos y creencias que le permiten estar más orientada hacia los objetivos, de forma autorregulada y autónoma. Las habilidades que llevan a una mejor autodirección, como la determinación de objetivos, la resolución de problemas, regulación de emociones y la toma de decisiones, permiten al adulto su propio desarrollo y por tanto, el de su familia. Estos resultados reflejan de alguna manera, lo que la población espera del adulto en general y del abogado en particular en nuestro contexto. De la misma manera, se ha encontrado que conforme avanza el juicio moral, desciende el valor estimulación en el grupo de edad de 31 a 35 años. Este valor se refiere al valor que se brinda al hecho de ser estimulante, innovar y tener retos en la vida (Castro & Nader, 2006). Este grupo, se ubica dentro de la etapa del adulto joven, según Valliant (1977, citado en Zapata, Cano & Moyá, 2002) es la edad de consolidación (25-35 años); en donde se hace lo que se debe, se observa una consolidación de la carrera, fortalecimiento del matrimonio y logro de metas no inquisitivas. Es probable que particularmente este grupo considere que sus objetivos ya han sido alcanzados y que por lo tanto ya no consideran importante el riesgo y los nuevos retos. Esta característica resulta particular y válida para este grupo de abogados, pero no podemos señalar que ello se observe en todos los adultos jóvenes de estas edades. En cuanto al valor seguridad, de la misma manera que en el grupo anterior, se ha obtenido que conforme avanza la etapa global de juicio moral, disminuye el valor que se le brinda a la Seguridad en el grupo de 36 a 40 años. Es probable, que la seguridad ya no sea importante en la medida que ya han logrado sus objetivos personales y familiares, ello estrechamente relacionado a su proyecto de vida. En el adulto joven, lo biológico, así como las

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funciones están en su máximo funcionamiento y son estables, lo que se traduce en seguridad, poder y dominio. Se observa fortaleza, energía y resistencia física. A nivel psicológico, la sensación de dominio se manifiesta en un sentimiento de autonomía, lo que le permite utilizar las energías de forma más eficiente.

Palacios, 1999). De la misma manera, seguir investigando lo que sucede en otros profesionales, así como en diferentes contextos del poblador peruano.

De acuerdo a Maslow (1991) la seguridad es una necesidad básica y surge luego de la satisfacción de las necesidades de supervivencia. Una vez lograda se accede a otras necesidades. Es probable que este grupo ya haya logrado esta satisfacción, que incluye también otras necesidades: estabilidad, ausencia de miedo a lo desconocido, de ansiedad, de miedo al caos o a la confusión, a perder el control de sus vidas de ser vulnerables o débiles a circunstancias, nuevas, actuales o por venir, entre otras.

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Respecto a otra relación lineal encontrada, corresponde al juicio moral y la tradición, en el grupo de edad de 40 años a más. Así, conforme avanza la edad y el juicio moral, la tradición se vuelve menos importante. Puede deberse a que cuando una persona llega a una etapa de autonomía, según los planteamientos realizados por Kohlberg (1976), el apego, respeto, compromiso y aceptación de las costumbres e ideas que la tradición cultural o la religión proveen, no resultan tan importantes. Es comprensible: la persona ubicada en un nivel de juicio superior, evalúa la situación de forma cuidadosa, con el propósito de obtener unos principios generales y autónomos que guíen su adecuada actuación. El individuo supera la identificación con las normas sociales, y con la autoridad o las personas que la sostienen (Kohlberg, 1976). A manera de conclusión En la medida que no se ha encontrado una relación entre el sistema de valores y el juicio moral según el sexo, resulta necesario desarrollar investigaciones con variables que permitan comprender las complejas relaciones existentes al respecto, ya que todavía no han sido suficientemente abordadas (Goñi, Medrano &

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Recibido: 24 de diciembre del 2010 Aceptado: 10 de marzo del 2011

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AVALIAÇÃO DOS TIPOS PROFISSIONAIS DE HOLLAND: VERIFICAÇÃO DA ESTRUTURA INTERNA Camélia Santina Murgo Mansão* e Ana Paula Porto Noronha** Pontifícia Universidade Católica de Campinas e Universidade São Francisco

RESUMO São apresentados nesse estudo os resultados da verificação da estrutura interna dos itens do instrumento Avaliação dos Tipos Profissionais de Holland (ATPH). A amostra foi composta por 462 estudantes do Ensino Médio com idades entre 14 a 27 anos, sendo a média de 16 anos (DP= 1.34). Os resultados revelaram que os itens em conjunto reproduzem os seis componentes do modelo teórico de Holland sugerindo a representação dos interesses pelos tipos: Realista (a =0.95), Investigativo (a = 0.93), Artístico (a =0.94), Social (a = 96), Empreendedor (a =0.95) e Convencional (a =0.96). O ATPH apresentou evidências de validade mostrando ser funcional sua utilização em Orientação Profissional e que há pertinência na aplicabilidade da tipologia de Holland em adolescentes e jovens brasileiros. Palavras–chave: Interesses profissionais, Orientação profissional/vocacional, Avaliação psicológica.

ASSESSMENT OF HOLLAND PROFESSIONALS TYPES: VERIFICATION OF THE INTERNAL STRUCTURE ABSTRACT This study presents results of the verification internal structure of the items of the instrument Avaliação dos Tipos Profissionais de Holland (ATPH) The sample consisted of 462 high school students with aged from 14 to 27 years old, and the mean was 16 years old (SD = 1.34). The results revealed that the items together reproduced the six components of the theoretical model of Holland, suggesting the representation of interests among the types: Realistic (a = 0.95), Investigative (a = 0.93), Artistic (a = 0.94), Social (a = 96), Enterprising (a = 0.95) and Conventional (a = 0.96). The ATPH presented validity evidences and that there is relevance in the applicability of Holland's typology in adolescents and young Brazilians. Key words: Vocational interests, Vocational/career counseling, Psychological assessment.

*Psicóloga, doutora em Psicologia Ciência e Profissão pela Pontifícia Universidade Católica de Campinas. Docente das Faculdades Integradas de Jaú. Bolsista de Pós-doc pelo CNPq. Correspondencia: camansao@hotmail.com **Psicóloga, doutora em Psicologia Ciência e Profissão pela Pontifícia Universidade Católica de Campinas. Docente do Programa de PósGraduação Stricto Sensu em Psicologia pela Universidade São Francisco. Bolsista Produtividade em Pesquisa pelo CNPq.

Rev. Psicol. Trujillo(Perú) 13(1): 46-58, 2011


47 AVALIAÇÃO DOS TIPOS PROFISSIONAIS DE HOLLAND

EVALUACIÓN DE LOS TIPOS PROFESIONALES DE HOLLAND: VERIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA INTERNA RESUMEN Se presentan en este estudio, los resultados de la verificación de la estructura interna de los ítems del instrumento: “Evaluación de Tipos Profesionales de Holland” (ATPH). La muestra consistió en 462 estudiantes de secundaria de entre 14 y 27 años, con un promedio de 16 años (SD = 1.34). Los resultados revelaron que los ítems juntos reproducen los seis componentes del modelo teórico de Holland, sugieren que la representación de los intereses por los tipos: Realista (a = 0.95), Intelectual (a = 0.93), Artístico (a = 0.94), Social (a = .96), Emprendedor (a = 0.95) y Convencional (a = 0.96). El ATPH presenta evidencias de validez y muestra su uso en la orientación profesional y existe una preocupación sobre la aplicabilidad de la tipología de Holland, en los adolescentes y los jóvenes brasileños. Palabras claves: intereses profesionales, orientación profesional, evaluación profesional. A OP tem se constituído como uma área em ascensão na Psicologia, tanto no Brasil como no exterior (Bujold & Gingras, 2001; Guichard & Huteau, 2001; Savikas, 1999; Einarsdóttir, Rounds, Egisdóttir, & Gerstein, 2002; Tracey, 2002), dada a importância do trabalho e da conseqüente necessidade de um planejamento de carreira que direcione as atividades ocupacionais do homem durante as diversas etapas da sua existência. A OP tem se dedicado ao estudo de alguns construtos considerados de grande relevância na escolha de uma profissão, dentre eles, interesses profissionais, foco da presente investigação (Guindon & Richmond, 2005). Lent, Brown y Hackett (1994) definem interesses como padrões de gosto, aversão ou indiferença em relação a determinadas atividades ocupacionais. Para Savickas (1999), o construto diz respeito à posição de um indivíduo em relação a um objeto específico, no que se refere à atenção despertada no sujeito por esse objeto, e, adicionalmente, envolve a tendência a interagir ou não com ele. Na perspectiva do autor, os interesses revelam a maneira por meio da qual o indivíduo busca realizar seus valores e atender às suas necessidades no meio em que se encontra inserido. O Modelo Hexagonal proposto por Holland (1975) permite a compreensão dos interesses por meio de seis tipos de perfis de interesse

denominados realista, investigativo, artístico, social, empreendedor e convencional, e de acordo com Spokane (1996) esta concepção é uma das mais pesquisadas no âmbito do desenvolvimento vocacional e de carreira. As seis dimensões do modelo são consideradas como expressões da personalidade, bem como dos próprios ambientes de trabalho, o que permite afirmar as pessoas buscam ambientes nos quais possam exercer suas habilidades e valores e assumir papéis congruentes com seus interesses. Assim, uma escolha profissional acertada, ocorreria como resultado da combinação de características individuais com aquelas dos ambientes de trabalho. Os seis tipos apresentam um padrão de interrelações que em um plano gráfico teria a forma de um hexágono. As distâncias entre tipos adjacentes (exemplos Realista-Investigativo e InvestigativoArtístico) são menores do que as observadas entre tipos alternados (Realista-Artístico e Investigativo-Social, como exemplos), que por sua vez seriam menores do que as distâncias entre tipos opostos (Realista-Social). Isto significa que as dimensões mais próximas entre si apresentam também maior semelhança quanto aos tipos a que se referem, de modo que o tipo Investigativo é mais próximo dos tipos Realista e Artístico do que do Social, e mais distante do Empreendedor e do Convencional (Holland, 1997).

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O autor defende que embora de modo geral as pessoas apresentem características das seis dimensões, existe a predominância de uma delas sobre as demais, caracterizando assim, os tipos de personalidade. Sob esta perspectiva, pessoas cuja tipologia predominante é a Realista preferem trabalhar com dados objetivos, e não com suposições subjetivas, tendem a valorizar coisas materiais e não costumam dar muita importância a sentimentos. Elas demonstram interesse por atividades que envolvam manipulação de objetos, ferramentas ou máquinas e costumam ser mais conservadores e autocontrolados. Já o tipo Investigativo é representado por pessoas que apreciam trabalhar com o raciocínio, usando palavras ou idéias. Eles tendem a ser pessoas analíticas, racionais, independentes, introvertidas, críticas, intelectuais, inventivas e curiosas. Gostam de atividades que envolvem a investigação sistemática e criativa de fenômenos físicos, biológicos e culturais. Por fim, habilidades de pesquisa, mecânicas e aritméticas também podem caracterizar este tipo. Quando o tipo Artístico aparece como predominante, os indivíduos tendem a interagir expressando-se por meio de sentimentos, emoções, intuições e imaginação. Estas pessoas são tidas como criativas, originais, sonhadoras, idealistas, rebeldes, pouco convencionais e podem até parecer descuidadas. São mais favoráveis às atividades livres e pouco sistematizadas que envolvam a manipulação de materiais físicos, verbais ou humanos para criar formas de arte ou produtos. Em outra medida, o entusiasmo, a amabilidade, a liderança, a persuasão, a sinceridade, a compreensão, a generosidade e o calor humano são descritores de pessoas cujo perfil tipológico é o Social. É comum essa tipologia representar indivíduos extrovertidos e cooperativos, embora possam eventualmente ser dependentes dos demais. Eles buscam ajudar as pessoas, muitas vezes sacrificando-se em favor dos outros. O principal interesse manifesto é por atividades que envolvam o contato com outros para informar, treinar, desenvolver, curar ou educar.

O tipo Empreendedor busca agir sobre o mundo para conseguir o que deseja. Apresenta-se como aventureiro, entusiasta, dominante, extrovertido, impulsivo, persuasivo, sociável, versátil, ambicioso, líder, dinâmico e autoconfiante. Os indivíduos gostam de assuntos de política, economia e negócios, e priorizam as atividades nas quais possam comandar ou controlar, buscando estabelecer contato com os outros para atingir objetivos organizacionais ou ganhos econômicos. Para descrever o tipo Convencional podem ser citadas pessoas que tendem a se conformar facilmente com normas estabelecidas, de maneira que escolhem metas, atitudes e valores aceitos socialmente. Em geral não se mostram muito criativos ou imaginativos e preferem atividades que envolvam a manipulação sistemática e ordenada de dados, como organização de registros e preenchimento de documentos. Holland, Powell e Fritzsche (1994) desenvolveram o Self-Directed Search, um dos instrumentos mais utilizados em orientação profissional nos Estados Unidos. A versão brasileira é denominada Questionário de Busca AutoDirigida (Primi, Mansão, Muniz & Nunes, 2010), tratando-se de um instrumento estruturado em quatro seções: atividades, competências, carreiras e habilidades. Recentemente o SDS - Questionário de Busca Autodirigida recebeu parecer favorável para uso profissional do psicólogo pelo Conselho Federal de Psicologia (Primi et al., 2010). O manual técnico do instrumento apresenta, além do estudo de adaptação para a versão brasileira (Mansão, 2005), diversas pesquisas que revelam evidências de validade convergente com instrumentos de avaliação de interesses, dentre os quais o LIP (Levantamento de Interesses Profissionais), o QVI (Questionário Vocacional de Interesses), o Inventário de Interesses Thurstone-Angelini e a EAP (Escala de Aconselhamento Profissional). São encontrados ainda no manual do SDS estudos de validade divergente realizado com a bateria de avaliação de habilidades cognitivas, a

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49 AVALIAÇÃO DOS TIPOS PROFISSIONAIS DE HOLLAND

Bateria de Provas de Raciocínio, BPR-5 (Mansão, 2005; Sartori, 2007). Adicionalmente, foram encontrados estudos com o Teste de Fotos de Profissões (BBT-Br), cujos resultados permitiram a verificação de associações entre os fatores propostos pelo BBT-Br e os tipos de Holland (Okino, 2009). Outras pesquisas podem ser referenciadas para demonstrar a expressividade da teoria no Brasil. Com o intuito de verificar o nível de significância das diferenças de médias dos interesses de soldados do Exército Brasileiro, Balbinotti, Valentini e Cândido (2006) aplicaram o Inventário Tipológico de Interesses Profissionais (ITIP-156), de Balbinotti (2003) em 352 participantes com idades entre 18 e 32 anos. Os soldados preencheram o Questionário Biosócio-demográfico, além do ITIP. Este último é composto por 156 itens que descrevem atividades profissionais e foi elaborado com o objetivo de avaliar os seis tipos de personalidades vocacionais de Holland (1997). Os resultados revelaram maior interesse por atividades pertencentes aos tipos Empreendedor, Convencional e Social, nesta ordem. Ademais, foram encontradas diferenças significativas (p < 0.05), em relação às faixas etárias, no tipo Social, mas não nos demais. A construção de um instrumento de avaliação de interesses com base no Modelo Hexagonal de Holland foi o objetivo da pesquisa de Teixeira, Castro e Cavalheiro (2008). Para a versão inicial do instrumento foram elaborados 113 itens sendo 18 por cada fator (RIASEC). Participaram 468 estudantes de ensino médio, 56.7% mulheres, com média de idade de 15.7 anos (DP=1.29), e 389 estudantes universitários, 48.3% mulheres, com média de 21.8 anos (DP= 4.22). As análises de componentes principais revelaram os seis fatores previstos teoricamente, conferindo validade ao instrumento. Os coeficientes alpha revelaram índices entre 0.76 e 0.80, com exceção de um, que foi inferior a 0.75. Os autores consideraram os resultados positivos e indicativos de que o instrumento apresentou medidas fidedignas para o construto em avaliação. Os instrumentos de verificação de interesses

fundamentados nessa perspectiva que vêm sendo construídos no Brasil, quando submetidos a estudos de validação tem apresentado resultados promissores. Dessa forma, justifica-se o objetivo do presente estudo, qual seja, construir um instrumento psicométrico para avaliar as dimensões de interesses vocacionais de acordo com o modelo RIASEC. Pretende-se ainda, obter evidências de validade desse instrumento favorecendo a aplicabilidade da tipologia de Holland no Brasil. MÉTODO Trata-se de uma pesquisa quantitativa, de delineamento descritivo, portanto não experimental. Participantes A amostra foi composta por 462 estudantes do Ensino Médio de cinco escolas, três públicas e duas particulares, localizadas em cidades do interior de São Paulo. As idades dos participantes variaram de 14 a 27 anos, sendo a média de 16 anos (DP= 1.34). No que se refere ao sexo, 221 (48%) eram homens e 241 (52%), mulheres. A maior concentração de participantes se deu nos anos iniciais, sendo 40 % (N=177) no primeiro, 44% (N=196) no segundo e 16% (N=71) no terceiro. Quanto ao sistema de ensino, constatou-se que 44.6 % (N= 206) eram estudantes de escolas públicas e 55.4% (N= 256) de particular. Vale esclarecer que a amostra foi obtida por conveniência, após as devidas autorizações em atendimento aos procedimentos éticos. Instrumentos O ATPH (Avaliação dos Tipos Profissionais de Holland) foi construído por Primi, Muniz, Nunes e Mansão (2008), com base nos pressupostos de Holland (1975), e objetivou avaliar interesses e preferências profissionais. É composto por 154 itens que representam as seis tipologias de Holland, sendo que cada item é avaliado por uma escala de quatro pontos, do tipo Likert correspondendo a “nenhum interesse” (resposta 1) a “muito interesse” (resposta 4).

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50 MURGO C, PORTO A.

Procedimentos O projeto foi encaminhado ao Comitê de Ética em Pesquisa de uma instituição de ensino superior do interior do estado de São Paulo, Brasil. Após a aprovação deu-se início à coleta de dados, cuja foi duração de quatro meses. Feitos os contatos com as escolas e uma vez obtidos os consentimentos das respectivas direções, a pesquisadora fez o convite aos participantes nas classes, em período regular de aula. No primeiro contato com os estudantes, foram esclarecidos os objetivos da pesquisa e solicitado que consultassem seus responsáveis quanto à p a r t i c i p a ç ã o e l e v a s s e m o Te r m o d e

Consentimento Livre e Esclarecido para que assinassem. A aplicação dos instrumentos foi coletiva, em dia e horário previamente estabelecidos sendo correspondente a uma hora e quinze minutos cada aplicação. RESULTADOS Para o estudo da estrutura interna dos itens inicialmente foi obtida a medida de adequação de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO=0.86) e o teste de esfericidade de Bartlett com valor significativo de p<0.001 o que permitiu verificar a possibilidade de fatoração. Na Figura 1 é apresentado o gráfico de sedimentação.

Figura 1. Gráfico de Sedimentação A partir da visualização do screee plot foi considerada a possibilidade de interpretabilidade dos fatores, a fim de definir quais e quantos poderiam ser mantidos. A Análise Fatorial, por meio do método de componentes principais, objetivou investigar os conjuntos de itens formados. Aplicou-se a rotação Promax, uma vez

assumida a relação entre os fatores. A configuração que se mostrou mais interpretável ficou composta por seis fatores correspondendo à idéia original das tipologias do modelo RIASEC. Foram considerados os índices de saturação superiores a 0.40. A Tabela 1 apresenta os resultados.

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51 AVALIAÇÃO DOS TIPOS PROFISSIONAIS DE HOLLAND

Tabela 1A Saturação (superior a 0.40) por fatores, com rotação Promax Itens 1 85 - Consertar veículos...

0.95

129 - Arrumar o motor .........

0.93

38 – Reparos – Bauru ......

0.91

42 - Oficina mecânica....

0.91

128 - Conserto mecânico....

0.91

87 - Elétricos.....

0.86

36 - Arrumar carros e motos...

0.85

39 - Manutenção em satélites..... ..

0.80

90 - Trabalhar aeronaves.....

0.78

41 - Operando máquinas e equipamentos....

0.77

35 - Projetar e construi....r

0.75

133 - Fazer a instalação elétrica ....

0.75

134 – Soldar....

0.75

130 - Projetar sistema de automação ...

0.72

33 - Saber consertar aparelhos...

0.71

34 - Desmontar eletrônicos....

0.70

43 - Trabalhar com a instalação... ...

0.69

40 - Arrumar computadore...

0.64

84 - Construir objetos ...

0.61

88 – Móveis...

0.58

83 - Desenvolver instrumentos

0.57

86 - Projetar, construir ....

0.55

2

82 - Buscar soluções para problemas científicos ....

0.86

127 - Planejar ...

0.84

122 - Fenômenos científicos...

0.84

27 - Manter-me atualiza...

0.81

30 - Ler ....

0.81

29 - Assistir uma . teoria científica....

0.78

23 - Relatório de uma experiência ...

0.71

24 - Redigir artigo ....

0.71

26 - Fazer experimentos químicos.......

0.66

124 - Estudar fenômeno ...

0.66

81 – Pesquisa ...

0.65

125 - Corpo humano....

0.65

80 - Criar produtos ....

0.63

31 - Desenvolver pesquisas ...

0.56

32 - Entender teorias ...

0.56

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Fatores 3 4

5

6


52 MURGO C, PORTO A.

Tabela 1B Saturação (superior a 0.40) por fatores, com rotação Promax Itens 1

2

25 – Fazer diagnóstico...

0.51

79 - Estudar a história ...

0.49

121 - Fórmulas matemáticas...

0.49

126 - Estudar física.

0.47

5 - Trabahar com artistas ...

Fatores 3 4

0.78

69 - Preparar escultura ...

0.76

105 - Criar musicas ...

0.73

111 - Tocar instrumento ...

0.73

106 - Compor ... 4 - Fazer obras ...

0.72 0.66

7 - Aprender arte...

0.64

11 - Estudar diversos generos ....

0.64

71 - Escrever, dirigir .... 1 - Fazer projetos ...

0.64

104 - Escrever ...

0.63

10 - Participar de um grupo ...

0.62

68 - Aprender ...

0.61

108 - Expressar alguma idéia ....

0.60

112 - Criar projetos artisticos .... 2 - Desenhar ...

0.60

8 - Conviver ...

0.58

72 - Realizar trabalhos ...

0.58

110 - Atuar ...

0.55

66 – Artesanatos...

0.54

113 - Apresentar um show ... 6 - Ensaiar bailarinos ...

0.54

67 - Escrever novelas ...

0.49

107 - Criar ...

0.48

15 - Avaliar ...

0.46

70 - Projetar ...

0.43

9 - Planejar ...

0.40

0.63

0.58

0.50

50 - Ensinar crianças ...

0.87

49 - Trabalhar com pessoas ...

0.84

93 - Atuar na orientação ...

0.83

51 - Auxiliar crianças ...

0.81

47 - Trabalhar na reabilitação ....

0.80

48 - Aconselhar ...

0.80

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5

6


53 AVALIAÇÃO DOS TIPOS PROFISSIONAIS DE HOLLAND

Tabela 1C Saturação (superior a 0.40) por fatores, com rotação Promax Itens 1

2

Fatores 3 4

52 - Aprender sobre as formas ...

0.78

96 - Ajudar pessoas ...

0.77

46 - Trabalhar com pessoas ...

0.76

53 - Auxiliar pessoas com dificuldades ....

0.76

44 - Dar assistência ...

0.75

137 - Ajudar pessoas ...

0.75

95 - Ser voluntário ...

0.74

94 - Assistir pessoas ....

0.73

91 - Ajudar casais ...

0.72

141 - Ajudar ...

0.72

138 - Acalmar pessoas ...

0.70

142 - Educação. ....

0.51

139 – Ensino...

0.49

92 - Trabalhar com seguros....

0.47

144 - Compreender as razões ...

0.47

143 - Ensinar ...

0.43

5

56 - Ser líder ...

0.80

60 - Líder de grupo...

0.78

149 - Liderar campanhas ...

0.73

63 - Distribuir tarefas ...

0.72

61 - Conduzir uma equipe ...

0.71

101 - Fazer propaganda ...

0.71

102 - Participar de campanhas ...

0.71

59 - Trabalhar como supervisor ....

0.70

14 6 - Alcançar sucesso ...

0.68

150 - Organizar um grupo ...

0.66

64 - Coordenar ....

0.65

58 - Aprender gerenciar ...

0.64

109 - Criar símbolos ....

0.60

98 - Gerenciar ...

0.58

55 - Coordenar ...

0.57

148 - Criar estratégias ... 3 - Criar jingles...

0.52

62 - Ser um executivo ...

0.51

145 - Ter uma empresa ...

0.50

100 - Trabalhar com vendas ....

0.49

140 - Manter boas relações ...

0.45

0.51

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6


54 MURGO C, PORTO A.

Tabela 1D Saturação (superior a 0.40) por fatores, com rotação Promax Itens 1

2

Fatores 3 4

5

6

18 - Revisar ...

0.89

21 - Organizar a contabilida...

0.88

20 - Fazer controle ...

0.86

116 - Organizar os arquivos ...

0.86

73 - Fazer a contabilida...

0.84

76 - Controlar a folha ...

0.84

17 - Classificar e organizar ....

0.81

74 - Ser responsável ...

0.81

16 - Revisar ...

0.80

22 - Estudar economia, ....

0.80

77 - Calcular ...

0.77

119 - Organizar planilhas ...

0.77

12 - Criar um sistema ...

0.75

13 - Conferir documentos ...

0.75

117 - Organizar um banco de dados ...

0.69

114 - Conferir relatórios ...

0.63

19 - Organizar bibliotecas ...

0.61

14 - Verificar . defeitos ...

0.60

75 - Montar planilhas ...

0.59

120 - Fazer serviços ...

0.55

99 - Trabalhar com investimentos ...

0.53

115 - Organizar arquivos ...

0.53

154 - Gerenciar o setor ...

0.46

97 - Representar uma empresa ...

0.43

118 – Digitador...

0.41

Total de itens por fator

22

A análise da precisão do ATPH também foi avaliada sendo utilizado o índice de consistência interna de cada uma das tipologias do modelo

21

27

24

23

25

RIASEC. Foi calculado o Alfa de Cronbach (a ) conforme dados demonstrados na Tabela 2.

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55 AVALIAÇÃO DOS TIPOS PROFISSIONAIS DE HOLLAND

Tabela 2. Coeficiente Alfa de Conbrach ( a ) em cada Tipologia Tipologias Realista

Alfa .95

Investigativo

.93

Artístico

.94

Social

.96

Emprendedor

.95

Convencional

.96

Os resultados dos coeficientes em cada uma das tipologias revelaram índices muito satisfatórios para todas elas sendo a variação entre 0.93 e 0.96. Pode-se dizer que o ATPH apresentou boa precisão na população no que diz respeito à consistência interna dos itens.

DISCUSSÕES Os resultados do presente estudo mostram que a análise fatorial resultou em seis fatores bem definidos, o que sugere uma correspondência com as seis Tipologias profissionais conforme proposto por Holland. Esses resultados corroboram os achados de outras pesquisas (Mansão, 2005; Mansão & Yoshida, 2006; Pasian & Okino, 2009) nos quais a partir dos resultados da análise fatorial do SDS (Holland, 1975) em geral permitem identificar os seis fatores RIASEC. O conjunto de itens que covariaram no fator 1 sugere que eles medem a tipologia Realista. Entre as características que a definem podem ser citadas preferência por profissões agrícolas, técnicas, de comércio e engenharia e por atividades que exigem capacidade motora, manual, ordem e realismo, cultivo de valores convencionais, especialmente o econômico e atribuição de pouca importância aos valores estéticos. Maior

capacidade matemática e mecânica que capacidades verbais e perceptivas É possível afirmar que os itens do fator realmente representam o interesse profissional de indivíduos cujo perfil, segundo o modelo RIASEC é denominado Realista. No estudo de Mansão (2005), no qual se buscou evidencias de validade para o SDS (Holland, 1975) na população brasileira, também foi encontrado um fator representativo para a tipologia Realista. O fator 2 foi o que apresentou número mais reduzido de itens (21), estando agrupados de modo a representar a Tipologia Investigativo. Os indivíduos cujo perfil profissional é o Investigativo costumam ser analíticos, introvertidos, críticos, perfeccionistas e ter preferência por profissões científicas, que apresentam problemas e tarefas teóricas como a medicina, química, botânica, zoologia, física, geologia, meteorologia, astronomia, antropologia. Apresentam boa capacidade de organização, independência e originalidade. Ainda no que se refere a essa tipologia, Mansão e Yoshida (2006) encontraram resultados semelhante na análise fatorial do SDS, ou seja, o fator representativo do tipo Investigativo apresentou número mais reduzido de itens. A análise dos itens bem como do fator agrupado permitiu inferir que o Fator 3 representa

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56 MURGO C, PORTO A.

a tipologia Artístico. As características que a definem são: criatividade, uso dos sentimentos, emoções, intuições e imaginação, aptidões verbais, habilidades motoras e perceptuais. Identificação com artistas e intelectuais e preferência por trabalhar em ocupações como designer, poeta, músico, figurinista, escritor, ator, decorador ou humorista. Para o tipo artístico, a resolução de problemas implica expressar seus gostos e pensamentos imaginativos através de concepções e realizações artísticas. Pasian e Okino (2009) puderam verificar o agrupamento de 34 itens da tipologia Artístico numa amostra de 769 adolescentes brasileiros participantes de um estudo de validação do SDS. A análise dos itens reunidos no fator 4, mostrou associação com a tipologia Social, resultado também verificado por Mansão e Yoshida (2006) nas análises do SDS. As características que definem a tipologia Social são responsabilidade, sensibilidade, humanismo, necessidade de interação social, capacidade verbal e interpessoal. Os indivíduos que apresentam perfil Social preferem trabalhar em atividades comunitárias, em contato com pessoas, costumam ter bom desempenho em atividades verbais, poucas habilidades matemáticas e tendem a optar por profissões como orientador, psicólogo, assistente social, professor, cientista social, diretor de centros de recreação, pedagogo, orientador educacional. O Fator 5 apresentou um total de 23 itens sendo que todos encontram-se associados à mesma Tipologia, Empreendedor. Dentre as características que definem o tipo merecem destaque: preferência por exercer papéis de poder e de liderança em geral e por situações sociais nas quais possam ser satisfeitas necessidades de domínio, de expressão verbal e de liderança Os indivíduos que apresentam esse perfil costumam possuir bom potencial em atividades verbais e persuasivas e interesse por profissões como leiloeiro, vendedor, comerciante, administrador, conselheiro de relações industriais, organizador de campanhas políticas, acionista, produtor de televisão, relações públicas, publicitário. É possível afirmar que os itens carregados nesse

fator podem ser bons representantes da tipologia Empreendedor, tal como preconizado por Holland (1975,1997). Verificou-se que 25 itens apresentaram carga fatorial acima de 0,40 no Fator 6, sendo todos associados à Tipologia Convencional. As características que definem o tipo são eficiência em tarefas bem organizadas, identificação com o poder, valorização de bens materiais e de posição social, inflexibilidade, rigidez e pouca criatividade. Os indivíduos que apresentam esse perfil interessam-se, segundo Holland (1985), por profissões como estatístico, arquivista, caixa, gerente, juiz, corretor de imóveis, economista, contador, analista de computadores, policial. Os resultados permitem afirmar que o ATPH (Avaliação dos Tipos Profissionais de Holland) detém qualidades psicométricas satisfatórias para estudantes de ensino médio brasileiro. A análise fatorial forneceu dados da dimensionalidade do construto, reproduzindo os seis componentes do modelo teórico de Holland, o que permite inferir que o interesse profissional pode ser representado por seis tipos, quais sejam, Realista, Investigativo, Artístico, Social, Empreendedor e Convencional. Em síntese, o tipo Realista característico de sujeitos práticos, conservadores e dotados de habilidades mecânicas, foi claramente representado no fator 1. As características relacionadas a sujeitos analíticos e curiosos estiveram representados pelo fator 2, enquanto que as que definem a tipologia Artístico como criatividade, uso da imaginação e aptidões verbais evidenciaram-se no fator 3. A tipologia Social, comum entre indivíduos que se realizam ajudando outras pessoas e preocupando-se com o bem estar humano, foi identificada no fator 4. O Fator 5 representou a tipologia Empreendedor, indicando características como preferência por exercer papéis de poder e de liderança e o fator 6 a tipologia Convencional comum entre indivíduos que tendem a ser organizados, metódicos e interessados em trabalhar com máquinas, números e equipamentos. Em conjunto, os itens do instrumento proposto parecem avaliar as dimensões do modelo

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57 AVALIAÇÃO DOS TIPOS PROFISSIONAIS DE HOLLAND

RIASEC na amostra pesquisada, ou seja, jovens estudantes de ensino médio. Resultados semelhantes foram verificados em outros estudos com o mesmo objetivo (Mansão, 2005; Mansão & Yoshida, 2006; Primi et al., 2010). Deve-se salientar a necessidade de outros estudos que investiguem de modo mais detalhado a aplicabilidade desse modelo e tragam perspectivas de que o ATPH torne-se um instrumento a ser utilizado em processos de Orientação Profissional como ferramenta facilitadora da verificação do perfil tipológico.

Holland, J. B. (1985). Making Vocational Choice: a theory of vocational personalities & work environments. Toronto. Canada: Prentice-Hall. (Original publicado em 1973) Holland, J. L.; Powell, A. B., & Fritzsche, B. A. (1994). SDS Self-Directed Search Professional user's guide. Florida: Psychological Assessment Resources, Inc. Lent, R., Brown, S. D., & Hackett, G. (1994). Toward a unifying social cognitive theory of career and academic interest, choice and performance. Journal of Vocational Behavior, 45, 79-122. Mansão, C. S. M. (2005). Interesses profissionais: validação do Self-Directed Search Career Explorer-SDS (Tese de Doutorado). Campinas: Pontifícia Universidade Católica de Campinas.

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58 MURGO C, PORTO A.

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Recibido: 13 de abril del 2011 Aceptado: 3 de junio del 2011

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59

IMPACTO DEL TRATAMIENTO Y FASES PSICOLÓGICAS QUE ATRAVIESA EL PACIENTE CON CÁNCER Ornella Raymundo Villalva* e Irina Ayala Serrano** Universidad César Vallejo RESUMEN La investigación descriptivo correlacional tuvo como objetivo estudiar la relación entre el impacto del tratamiento y las fases psicológicas que atraviesa el paciente con cáncer. Se utilizó la Escala de actitud frente a la enfermedad, construida y validada para los fines de investigación, y la Escala de evaluación funcional de la terapia de cáncer. La muestra fue de 60 pacientes, existiendo una correlación directa entre impacto del tratamiento y todas las fases psicológicas; el estado físico general se correlaciona directamente con negación, enojo y depresión; el ambiente familiar y social tiene una correlación directa con aceptación; el estado emocional se correlaciona directamente con todas las fases psicológicas y la capacidad de funcionamiento tiene una relación directa con enojo y depresión. Palabras claves: impacto del tratamiento, fases psicológicas, cáncer. IMPACT OF THE TREATMENT AND PSYCHOLOGICAL PHASES WHICH CANCER PATIENTS GO THROUGH ABSTRACT The descriptive correlational investigation had as an aim to study the relation between the impact of the treatment and psychological phases for which the cancer patient go through. It was used the Attitude towards the Disease Scale and the Functional Evaluation of Cancer Therapy Scale. The sample was composed by 60 cancer patients. Finding a direct correlation between impact of the treatment and all the psychological phases, the general physical state is directly correlated with negation, anger and depression, family and social environment has a direct correlation with acceptance, the emotional state is directly correlated with all psychological phases and the functioning ability has a relationship with anger and depression. Key words: impact of the treatment, psychological phases, cancer. IMPACTO DAS FASES TRATAMENTO PSICOLÓGICO E PASSOU O PACIENTE COM CÂNCER RESUMO Pesquisa do tipo descritivo correlacional, teve como objetivo estudar a relação entre o impacto do tratamento e os estágios psicológicos através do paciente com câncer. Foi utilizada a escala de atitude em relação à doença, construído e validado para fins de pesquisa e da Escala de avaliação funcional da terapia do câncer. A amostra foi composta por 60 pacientes, existe uma correlação direta entre o impacto do tratamento e de todas as fases psicológicas, o condicionamento físico geral está diretamente relacionada com a raiva, negação e depressão, meio familiar e social tem uma correlação direta com a aceitação, o estado emocional correlaciona diretamente com todas as fases e de aptidão psicológica para a função está diretamente relacionada com a raiva e depressão. Palavras-chave: impacto do tratamento, fases psicológicas, o câncer. Correspondencia: *skartisue_ho@hotmail.com; **irinita02@hotmail.com

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Una de las enfermedades más severas y de mayor incidencia en la salud de las personas (tanto a nivel fisiológico como psicológico) es el cáncer. Según la Organización Mundial de la Salud (2005), el cáncer es la primera causa de mortalidad a nivel mundial, afectando al paciente de manera integral, así como a sus familiares; por ello se requiere un manejo psicológico y social del paciente con cáncer. Se han realizado anteriormente investigaciones acerca de la calidad de vida de pacientes con cáncer, sus necesidades psicológicas y trabajo multidisciplinario en su tratamiento, en su mayoría en países europeos, tal como lo refieren los estudios realizados en España e Italia (Arraras, Arias, Asín & Arrazuvi, 2010; Grassi & Morasso, 1999). Dentro de estas investigaciones destacan el trabajo de Gavíria, Vinaccia, Riveros, y Quiceno (2005), su objetivo fue evaluar la relación entre calidad de vida, personalidad resistente y apoyo social en pacientes con diagnóstico de cáncer pulmonar. Se evidenció que los pacientes perciben una calidad de vida favorable. La de menor intensidad es el área emocional, posiblemente por la cantidad de síntomas de dolor que presentan. A pesar de ello no se encontró una personalidad resistente definida, en contraste son personas que asumen estrategias de afrontamiento adaptativas, como búsqueda de información y apoyo social. También Corral, Matellanes y Pérez (2007) realizaron en el servicio respiratorio del hospital de Galdakao (Brasil) un estudio. Su principal objetivo era describir las necesidades psicológicas detectadas en el trabajo psico-oncológico realizado con los pacientes diagnosticados con cáncer de pulmón y con sus familias. Encontraron que este diagnóstico va a cambiar la estructura vital del paciente; se detectaron necesidades emocionales relacionadas con la ansiedad, la culpa y el miedo a la muerte, entre otras. Por otro lado, se señalan investigaciones en el ámbito nacional. La expuesta por Valle (2006) en el Hospital Arzobispo Loayza, tuvo como objetivo determinar la prevalencia de la sintomatología depresiva, calidad de vida y sus

asociaciones con el tiempo desde el diagnóstico y estado menopáusico. Se encontró una prevalencia del 38% de sintomatología depresiva y 38% de baja calidad de vida. La investigación realizada por Missiaggia (2004) describe la relación y contrastación entre la expresión de hostilidad y cólera con la calidad de vida en mujeres con cáncer de mama que presentan intervención quirúrgica radical y conservadora. Su trabajo fue realizado en el Hospital Nacional “Edgardo Rebagliati Martins”. Obtuvo una correlación significativa entre el componente síntomas de la calidad de vida con la expresión de cólera en el grupo con cirugía radical; también entre el componente síntomas de la calidad de vida con la expresión de la hostilidad. Asimismo, el componente “síntomas” se correlaciona negativamente con el control de cólera manifiesta y el componente “cognitivo de la calidad de vida” está relacionado con el control de cólera contenida. Dentro de este marco se debe dar importancia al tema de la información diagnóstica, ya que el enfermo enfrentado por la sospecha o la evidencia concreta de la existencia de una enfermedad neoplásica sufre un impacto emocional, sus sentimientos de por qué a él y los aspectos de su presunta inmortalidad quedan profundamente afectados, teniendo que reconocerse como un ser humano capaz de enfermar y morir (Aresca et al., 2004). El paciente, durante el transcurso de su enfermedad, luego del impacto que le genera enterarse de su padecimiento, enfrenta o atraviesa por diferentes fases psicológicas, detalladas en el trabajo de Kubler (1993) que contribuye a un mejor entendimiento de los procesos sufridos por el individuo durante las fases terminales de la enfermedad. Aunque la mayor parte de estas investigaciones se realizaron con enfermos cancerosos, los hallazgos se pueden extrapolar a otros padecimientos terminales. Kluber (1993) detalla cinco fases o periodos en el proceso agónico: a) negación, en la que el paciente no tiene una compresión total de su enfermedad; b) enojo, el paciente ve rota las

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esperanzas, aspiraciones y metas que tenía, denotando una reacción de irritabilidad ante pequeños estímulos, c) regateo, el paciente realiza promesas u ofrecimiento esperando una curación milagrosa de su enfermedad; d) depresión, el tratamiento tedioso del cáncer le produce cambios en los esquemas corporales y emocionales que afectan al estado de ánimo; y e) aceptación, el paciente, consciente de la gravedad de su enfermedad, busca asimilar su diagnóstico clínico. Estas etapas pueden durar de minutos a meses, no ser percibidas, o pasar de una a otra en ambas direcciones, las cuales pueden ser atravesadas por el paciente en distinto orden y encontrarse en más de una fase. Cabe resalta que en los hallazgos de Gavíria, et al. (2005) mencionados anteriormente y Corral, Matellanes, y Pérez, (2007), se da importancia a la intensidad en el área emocional, la misma que se ve disminuida posiblemente por la cantidad de síntomas de dolor, brindando una luz de la relación del impacto del tratamiento para el cáncer (quimioterapias, baños de cobalto etc.) con el estado anímico en el paciente. Se mencionan a Cella, Hahn y Dineen (2008), quienes elaboraron un cuestionario para medir el impacto de tratamiento del cáncer en los pacientes. Distinguiéndose cuatro áreas que interaccionan entre sí para poder identificar el impacto del tratamiento. 1) estado físico general de salud; involucra el dolor, naúseas y falta de energía; 2) ambiente familiar y social; se observa el grado de apoyo e interacción social; 3) estado emocional; se refiere a la sensación de tristeza, satisfacción y temor a la muerte; 4) funcionamiento personal; referida a la capacidad de disfrute, trabajo y satisfacción con su calidad de vida actual. Resaltando la importancia de la información diagnóstica, el tratamiento y las fases psicológicas, se ha elaborado esta investigación. Se busca responder a la siguiente interrogante: ¿cuál es la relación entre el impacto del tratamiento y las fases psicológicas por las que atraviesa el paciente con cáncer de un hospital de la ciudad de Trujillo, 2010?, teniendo como objetivo general: identificar la relación entre el impacto del tratamiento y las fases psicológicas.

Aunque la investigación se enmarca en el ámbito psicológico, sus repercusiones son tanto de carácter psicológico como clínico, ya que va a identificar el impacto que genera el tratamiento médico del cáncer, así como las fases psicológicas por las que atraviesan los pacientes. MÉTODO Se realizó un estudio descriptivo correlacional (Sánchez & Reyes, 2006), en 60 pacientes con cáncer durante el año 2010. Participantes La muestra estuvo constituida por pacientes con edades entre 20 a 70 años que padecen de algún tipo de cáncer. Se obtuvo mediante la fórmula de Cochran, a un nivel de confianza del 95%. Se encontró pacientes que padecen en un 23% cáncer de mama, 29% cáncer de útero, 25% de cáncer de pulmón, 12% cáncer de estómago y un 11% cáncer de próstata. En cuanto al género de la muestra, se halló que un 64% fueron mujeres y un 36% varones, los mismos que se encontraban en los estadios II, III y IV con un 49%, 38% y 13%, respectivamente. Dentro de los criterios de inclusión se consideró que hayan estado recibiendo tratamiento médico (quimioterapia, radioterapia o tratamiento hormonal), con un tiempo mínimo de 6 meses, en un hospital de la ciudad de Trujillo, hospitalario o ambulatorio, libres de cualquier otra patología que interfiera en los síntomas evaluados y no presenten problemas psiquiátricos que interfieran en su calidad de vida, como psicosis o delirios. Instrumentos a. Escala de Actitudes Frente a la Enfermedad en Pacientes con Cáncer (AFEP) La Escala fue creada el año 2010 en Trujillo, para los fines de la investigación. Consta de cinco áreas según las fases por las que atraviesa el paciente terminal, basada en la teoría de Kluber (1993). Dicha escala atravesó por un proceso de validación, pasando por un grupo de 10 licenciados en psicología clínica. Se obtuvo así la validez del contenido mediante el coeficiente de chi cuadrado a un nivel de confianza de 95% para

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cada ítem. Tras el análisis, se procedió a una aplicación del instrumento, a 100 pacientes con cáncer de un hospital de la ciudad de Trujillo, adquiriendo la consistencia interna (alfa de Cronbach), que fue de 0.807. La estructura interna del test fue explorada por medio de un análisis factorial. Se obtuvo un KMO de 0.523 y en la Prueba de Esfericidad de Bartlett de 0.03 lo cual demostró que existe una correlación aceptable entre las variables. Fue pertinente continuar con el análisis y se obtuvo que la estructura factorial mediante el método de rotación, Normalización Varimax con Kaiser, reconstruye completamente la fase de regateo (factor 3) y parcialmente las fases de aceptación (factor 2), depresión (factor 4), enojo (factor 1) y negación (factor 5). Es importante mencionar que este instrumento busca evaluar las fases psicológicas por las que atraviesa el paciente con cáncer. Al no ser necesariamente únicas y particulares, implica que pueden existir sujetos que se encuentren atravesando por varias fases simultáneamente, a diversos o similares niveles. En la Tabla 1 se detalla el resultado del análisis factorial. b. Escala de Evaluación Funcional de la Terapia del Cáncer (Functional of Cancer Therapy Scales - Fact G versión 4) Esta escala, creada por Cella et al. (2008), tuvo una adaptación española hecha por los mismos autores. Contiene 34 ítems distribuidos en cuatro áreas relacionadas con la calidad de vida: “el estado físico general de salud”, “el ambiente familiar y social”, “el estado emocional” y “la capacidad de funcionamiento personal”. (Cella et al., 2008; Colin, Espie, Cassidy, Samuel, Lynne, Craig & White, 2008). El método consistió en cinco fases de validación, donde participaron 854 pacientes con cáncer y 15 especialistas de oncología. El grupo inicial fue de 370 elementos superpuestos para el cáncer de mama, de pulmón y el cáncer colon-rectal, el cuestionario fue generado por entrevista de composición abierta con los pacientes con experiencia en los síntomas del cáncer y los profesionales de oncología. Usaron criterios de preselección. Debido a ello, los ítems se redujeron

a un 38 en la versión general. Los análisis de esos 38 ítems se realizaron en 545 pacientes con cáncer de mezclados diagnósticos. Holzner, Kemmler, Cella (2004) y Pickering, Pyle, Larkin, (2009) refieren que los resultados encontrados son: fiabilidad entre kappa> 0.60, se logró para las clasificaciones de la consistencia interna (kappa = 0.71), la estructura interna (kappa = 0.80), la validez convergente (kappa = 0.67) e información para ayudar a la interpretación de las puntuaciones (kappa = 0.63). Sin embargo, para los fines de la investigación dicha escala fue estandarizada con una población de 100 pacientes con cáncer de un hospital de la ciudad de Trujillo. Se consiguieron las siguientes consistencias internas satisfactorias: “el estado físico general de salud” (0.80), “el ambiente familiar y social” (0.649), “el estado emocional” (0.73), y “la capacidad de funcionamiento personal” (0.82). La consistencia interna total fue de 0.721. Debido a ello se tuvieron que eliminarse 9 ítems, ya que presentaban un efecto negativo en la fiabilidad general. Esta escala tiene como objetivo la evaluación de la calidad de vida de cualquier tipo de enfermo con cáncer para conocer el impacto del tratamiento y la enfermedad en ésta. Las áreas que evalúa la escala, según el análisis realizado, concluyeron en las siguientes: estado físico general de salud, ambiente familiar y social, estado emocional y capacidad de funcionamiento personal, eliminándose la escala de la relación con el médico, usada en la primera versión de la escala. c. Mini Mental State Examination (MMSE) El Mini mental State Examination (MMSE) fue basado en Folstein et al. (1975), Lobo et al. (1979). Su objetivo dentro de las escalas cognitivas-conductuales es confirmar y cuantificar el estado mental de una persona evaluando áreas como orientación, registro de información, atención y cálculo, el recuerdo, lenguaje y la construcción. El estudio estadístico del MMSE original demostró buenas propiedades psicométricas en la prueba, con una validez que

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Tabla 1 Análisis Factorial de la Escala de Actitud Frente a la Enfermedad N°

Ítem

Factor 1. Enojo (23.10% de varianza explicada) 4 Mi enfermedad me produce dolencias que alteran mi vida diaria, manteniéndome enojado. 7 Pienso que el personal de salud es incapaz de ayudar en la mejoría de mi enfermedad. 13 Creo que por mi enfermedad he perdido las ganas de trabajar. 16 La enfermedad que padezco me produce un disgusto excesivo. 21 Pienso que me estoy alejando de las personas de mi entorno. Factor 2. Aceptación ( 13.96% de varianza explicada) 6 Pienso que debo aprender a vivir con mi enfermedad. 9 Mi estilo de vida se está adecuando a mi enfermedad. 19 Considero que el tratamiento que estoy llevando es parte de mi enfermedad y estoy aprendiendo a vivir con ello. Factor 3. Regateo ( 10.88% de varianza explicada) 3 Hoy más que antes asisto a cultos religiosos. 5 11 17

Siento que mi fe ha aumentado a raíz de mi enfermedad. Realizo promesas religiosas con el fin de mejorar mi estado de salud. Pienso que mi fe me puede curar la enfermedad.

Carga Factorial

Comunalidad

Fase

.849

.806

Enojo

.123

.856

Enojo

.439

.751

Depresión

.831

.760

Enojo

.744

.649

Depresión

.824

.795

Aceptación

.875

.888

Aceptación

.766

.883

Aceptación

.762

.710

Regateo

.749

.926

Regateo

.776

.733

Regateo

.192

.872

Regateo

.893

.895

Depresión

.667

.678

Depresión

.283

.885

Depresión

.938

.919

Depresión

.130

.849

Negación

.805

.905

Enojo

.244

.806

Negación

.307

.814

Negación

-.214

.844

Negación

Factor 4. Depresión (10.00% de varianza explicada) 8 12 14

18

La enfermedad que padezco hace que tenga una sensación de tristeza permanente. Me preocupo mucho por mis familiares. Últimamente me dicen que me comporto fríamente en relación en relación a mi enfermedad. Siento tristeza por todo.

Factor 5. Negación (6.83% de varianza explicada) 1 Considero necesario asistir a otros médicos que confirmen el diagnostico de mi enfermedad. 2 10 15 20

Siento que a causa de mi enfermedad será difícil cumplir mis metas. Desde que apareció mi enfermedad mis familiares dicen que me comporto como un niño. Me siento preocupado al pensar en mi enfermedad. Pienso constantemente en las razones por las que estoy padeciendo esta enfermedad.

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identifica cinco componentes que explicaron el 77% de la varianza y una confiabilidad con un alfa de Cronbach de 0.6801. Cabe resaltar, no se realizó una estandarización de dicho instrumento, ya que fue utilizado únicamente para los criterios de inclusión de la muestra de pacientes con cáncer. Procedimiento Se evaluó a pacientes con cáncer seleccionados por el muestreo aleatorio simple (Scheaffer, 2005). La cantidad de pacientes fue de 60. Se les solicitó su consentimiento informado a través de la entrega de un documento precisándoles los fines de la evaluación, el anonimato de la prueba, la confidencialidad de sus respuestas, así como la posibilidad de retirarse del estudio sin ningún tipo de consecuencias. Los

pacientes que estuvieron de acuerdo firmaron la carta y completaron los instrumentos en la modalidad autoadministrada Los datos recolectados fueron analizados descriptivamente para determinar las frecuencias, porcentajes y promedios; también se realizó el análisis correlacional con los estadísticos de Pearson y Spearman de acuerdo a la distribución de la muestra. RESULTADOS En el impacto del tratamiento se encontró un mayor porcentaje en el nivel promedio: más de la mitad de los pacientes con cáncer tienden a percibir un deterioro a un nivel promedio en su calidad de vida producto del tratamiento recibido, tal como se aprecia en la Tabla 2.

Tabla 2 Niveles del Impacto del tratamiento de los pacientes con cáncer de un hospital de la ciudad de Trujillo. Categoría

Frecuencia

Porcentaje (%)

Baja

13

23.35

Promedio

32

53.2

Alto

15

23.4

Total

60

100

Por otro lado, en el análisis de frecuencia por dimensiones, se encontró que en el estado físico general hay un mayor porcentaje de pacientes en el nivel promedio. Indica que los pacientes presentan una alteración moderada en su estado físico tras el tratamiento, tienen dolores, falta de energía, naúseas y molestias secundarias a la intervención. Asimismo, en la dimensión ambiente familiar y social se apreció que la mayoría de los pacientes perciben un moderado apoyo ante su enfermedad, considerado por un acercamiento relativo a sus familiares y amistades. En cuanto a la dimensión de estado emocional, se obtuvo un mayor porcentaje de pacientes con tendencia a percibir que su estado emocional se ve afectado a un nivel promedio.

Significa que los pacientes presentan una moderada afección de su estado emocional por el tratamiento e implica que hay sensaciones de tristeza, ansiedad, preocupación por la muerte y pérdida de la lucha contra la enfermedad. Por último, en la dimensión de capacidad de funcionamiento personal se evidencia que los pacientes mantienen una moderada capacidad de funcionamiento personal, el tratamiento limita su normal desenvolvimiento en sus pasatiempos y actividades que podía realizar antes de la enfermedad; sin embargo, puede realizar algunas de ellas parcialmente y estar satisfecho con su trabajo y calidad de vida, en la medida de sus posibilidades. (Tabla 3)

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Tabla 3 Niveles del impacto del tratamiento por dimensiones de los pacientes con cáncer de un hospital de la ciudad de Trujillo Variable y dimensiones Impacto del tratamiento

Estado físico general de salud Ambiente familiar y social Estado emocional

Capacidad de funcionamiento personal

Niveles Alto Promedio Bajo Alto Promedio Bajo Alto Promedio Bajo Alto Promedio Bajo Alto Promedio Bajo

En la tabla 3 se aprecia que en la fase de negación el mayor porcentaje de pacientes con cáncer se ubicaron en el nivel promedio. Implica que hay una toma de conciencia parcial de la enfermedad; sin embargo, puede continuar experimentando las características de ansiedad, necesidad de compañía y negarse a aceptar el diagnóstico. Asimismo, se puede observar que en la fase de enojo se halla un alto porcentaje de pacientes que se encuentran en un nivel promedio. Esto denota que si bien sus metas y aspiraciones son vistas como rotas, hay una nueva visión de proyectos a futuro; sin embargo, no supera del todo las esperanzas perdidas, evidenciándose enojo, agresión y dependencia, pero en menor intensidad. En cuanto a la fase de regateo, se observa que casi todos los pacientes con cáncer se encuentran en un nivel promedio, son conscientes de que sus promesas u ofrecimientos no le

f

%

10 38 12 12 32 16 16 32 12 12 34 14 14 32 16

20 63.3 17.7 20 53.3 26.7 30 53.3 16.7 20 56.7 23.3 23.3 50 26.7

generarán una recuperación milagrosa, si no se acercan a Dios como forma de compañía y alivio de los miedos que surgen ante su enfermedad. En la fase de depresión se obtuvo que más de la mitad de pacientes se encuentran en un nivel promedio. Indica que los pacientes, ante los cambios físicos y emocionales por la enfermedad, se sienten afectados. Sin embargo, su preocupación por el futuro de los demás, su desconfianza, tristeza y llanto son menos frecuentes. Por último, en la fase de aceptación, se observa que la mayoría de los pacientes atravesiesan esta fase en un nivel promedio y revelan que los pacientes logran asimilar su enfermedad. Sin embargo, se evidencia que aún no superan las fases anteriores y mantienen características moderadas de ansiedad, tristeza, enojo y promesas a Dios por recuperarse. (Tabla 4)

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66 RAYMUNDO O, AYALA I.

Tabla 4 Niveles de las Fases Psicológicas por las que atraviesan los pacientes con cáncer de un Hospital de la ciudad de Trujillo. Fases psicológicas Negación

Enojo

Regateo

Depresión

Aceptación

Niveles Alto Promedio Bajo Alto Promedio Bajo Alto Promedio Bajo Alto Promedio Bajo Alto Promedio Bajo

En el análisis del impacto del tratamiento con cada una de las fases se aprecia que existe una correlación significativa directa entre el impacto del tratamiento y las fases de negación, enojo, regateo, depresión y aceptación. Implica que, ante mayor sea el impacto del tratamiento percibido por los pacientes con cáncer, se incrementarán las fases psicológicas a nivel general. Así también, en el análisis de las dimensiones y fases de las variables la correlación encontrada entre la dimensión de estado físico general y la fase de negación y depresión es directa, baja pero significativa. Indica que ante un mayor malestar físico debido al tratamiento, entonces será mayor la negación en los pacientes, así como ante un mayor malestar físico la depresión tiende a incrementarse. En el análisis con la fase de enojo se observa la existencia de una correlación directa, moderada y significativa. Indica que ante un mayor deterioro físico el enojo también tiende a elevarse. Sin embargo, se obtuvo que no existe una correlación significativa con la fase de regateo y aceptación. En cuando al análisis de la correlación entre la dimensión de ambiente familiar, social y las fases de negación, enojo, regateo y depresión no

F

%

8 32 20 4 48 8 0 58 2 12 38 10 16 40 4

13.3 53.4 33.3 6.7 80 13.3 0 96.7 3.3 20 63.3 16.7 26.7 66.6 6.7

se obtuvo una correlación significativa. Sin embargo, se encontró una correlación directa moderada y significativa con la fase de aceptación, lo cual implica que ante una percepción de elevada afección de su ambiente familiar y social, mayor será la aceptación de la enfermedad. En el análisis de la correlación entre la dimensión de estado emocional y la fase de negación se obtuvo una correlación directa y altamente significativa. Esto denota que ante mayores dificultades emocionales asociados al tratamiento, la negación de la enfermedad tiende a incrementarse. En este mismo nivel de correlación se aprecia a la fase de depresión, demostrando que ante un mayor deterioro emocional mayor será la depresión. Asimismo, con respecto a la fase de enojo, se observa una correlación directa, baja pero significativa. Implica que, ante una mayor afección en su estado emocional, el enojo tiende a elevarse. Esta misma correlación se observa entre estado emocional, la fase de regateo y aceptación; ante un mayor deterioro emocional, mayor será el regateo que presente el paciente. En la fase de aceptación denota que, ante un mayor deterioro emocional, la

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67 IMPACTO DEL TRATAMIENTO Y FASES PSICOLÓGICAS QUE ATRAVIESA EL PACIENTE CON CÁNCER

aceptación se incrementa. Por último, en el análisis de la correlación de la dimensión de capacidad de funcionamiento personal y las fases psicológicas, en cuanto a la fase de negación, regateo y aceptación, no se obtuvo una correlación significativa. Sin

embargo, se evidenció una correlación directa, baja pero significativa con las fases de Enojo y Depresión. Indica que, ante un mayor deterioro en las capacidades de funcionamiento personal, mayor será su enojo y depresión. (Tabla 5)

Tabla 5 Correlación entre Impacto del Tratamiento y Fases Psicológicas por las que atraviesa el paciente con cáncer de un hospital de la ciudad de Trujillo. IMPACTO DEL TRATAMIENTO

Fase de Negación

Fase de Enojo

Fase de Regateo

Fase de Depresión

Fase de Aceptación

r/rho

r=.487**

r=.535**

rh o= .306*

r= .565**

rho= .362**

p

p= .000

p= .000

p= .017

p= .000

p= .004

r/rho

r= .452**

r=.510**

rho= .184

r= .488**

rho = .222

p

p= .000

p= .000

p= .159

p= .000

p= .088

r/rho

r= .093

r= .111

rho= .122

r= .116

rho= .459**

p

p= .481

p= .400

p= .351

p= .379

p= .000

r/rho

r= .614**

r=.487**

rho= .357

r= .730**

rho= .282*

p

p= .000

p= .000

p= .005

p= .000

p= .029

r/rho

r= .209

r= .326*

rho= .207

r= .258*

rho = .081

p

p= .108

p= .000

p= .113

p= .046

p= .536

Impacto del tratamiento

Estado fís ico general

Ambiente familiar y social

Estado emocional

Capacidad de funcionamiento personal

*p<.05; ** p<.001

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68 RAYMUNDO O, AYALA I.

DISCUSIÓN En cuanto al impacto del tratamiento, la mayor parte de los pacientes se ubicaron en un nivel promedio en todas las dimensiones (Tabla 3). Implica que los pacientes con cáncer tienden a mantener un deseo de controlar los efectos secundarios del tratamiento, como medio de lucha ante su enfermedad, corroborándolo con el aporte de Brennan (2001). Según este investigador; el ajuste o la adaptación psicosocial al cáncer se ha definido como un proceso ininterrumpido en el cual el paciente procura manejar el sufrimiento emocional, solucionar problemas específicos relacionados con el cáncer para obtener el dominio o el control de acontecimientos en la vida en conexión con esta afección. Por otro lado, con relación a las fases psicológicas de los pacientes, se encontró que la mayoría de ellos atraviesan las fases de negación, enojo, regateo, depresión y aceptación a un nivel promedio (Tabla 4). Dichas fases pueden ser experimentadas al mismo tiempo y en diferentes niveles. Cabe resaltar que la fase de regateo obtuvo un mayor porcentaje de incidencia casi en su totalidad en dicho nivel como fase base, el paciente busca adaptarse a su enfermedad, tratamiento y nuevo estilo de vida. Como refieren Aresca et al. (2004), el impacto de la enfermedad produce, en una primera fase, un grado de desorganización que rompe la estructura de funcionamiento establecida. A lo largo del proceso de la enfermedad, el paciente se va adaptando y aceptando progresivamente su padecimiento; sin embargo, ante la noticia de padecer un cáncer, en la familia se pone en evidencia la presencia de elementos míticos y religiosos. Se deduce que, ante los resultados encontrados, el medio de adaptación más utilizado por los pacientes de un hospital de la ciudad de Trujillo es la fase de regateo, por su alta incidencia, seguida por el enojo y depresión. En lo referente al análisis correlacional, se obtuvo que el impacto del tratamiento mantiene una correlación directa y significativa con todas las fases psicológicas (Tabla 5), lo que se sustenta con lo expuesto por Corral, Matellanes y Pérez

(2007), quienes le dan la importancia a los síntomas de dolor en la calidad de vida de pacientes con este padecimiento. Se deduce que, en cuanto mayores sean los efectos secundarios al tratamiento brindado, mayor repercusión tendrán a nivel familiar, emocional y funcionalidad personal, con el deterioro notable de la calidad de vida del ser humano. Se corrobora también con lo mencionado por Cruzado (2009) en el sentido de que el estilo de afrontamiento y el nivel de ajuste o adaptación del paciente ante el problema del cáncer va a depender del grado de patología a nivel clínico, el modo de información recibido, el apoyo social y recursos ambientales, y los efectos del tratamiento. Por otro lado, para Ehrenzweig (2007), el tratamiento del cáncer está dentro de las terapias más complicadas debido a los altos niveles de incertidumbre que genera; la información acerca de esta enfermedad, como devastadora, hace parecer a los pacientes que la cura es algo inalcanzable. Esto afecta la adherencia a la terapia para lograrla, considerando que si no se da una adecuada adherencia, el abordaje a ser realizado no producirá el efecto deseado. En el análisis de las dimensiones se encontró una correlación directa entre el impacto del tratamiento y la fase de aceptación de la enfermedad. Corrobora lo mencionado por Kluber (1993), quien señala que esta fase se observa cuando el paciente tiene una percepción cercana de la muerte; es un estadio en donde el enfermo no emite emociones con respecto a su enfermedad, pues deja de luchar contra la misma. Por ello, ante un alto impacto del tratamiento, el paciente es forzado a ser consciente de sus limitaciones y de las complicaciones propias de la enfermedad. Llega así a una rápida aceptación de su padecimiento aunque no es la manera más adecuada, considerando que no se le brinda una calidad de vida digna. En cuanto al estado físico general de salud, se observa una correlación directa con las fases de negación, enojo y depresión (Tabla 5). Denota que los efectos secundarios como náuseas, mareos, intervención quirúrgica, etc., van a producir en los pacientes cierto rechazo a la enfermedad que

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69 IMPACTO DEL TRATAMIENTO Y FASES PSICOLÓGICAS QUE ATRAVIESA EL PACIENTE CON CÁNCER

padecen con un incremento de la negación, enojo y desesperanza, como consecuencia de una limitada accesibilidad a medicamentos especializados que no les generen dichas molestias, debido al nivel socioeconómico medio bajo al cual pertenecen los pacientes de la muestra estudiada. Corrobora lo mencionado por Solidoro (2005), quien señala que los efectos secundarios son distintos según los fármacos utilizados. En general, los efectos secundarios más temidos son: los vómitos y la caída del cabello. Recientemente, han aparecido nuevos medicamentos que ayudan a controlar los vómitos producidos por la quimioterapia. Sin embargo, por su elevado costo, son accesibles a grupos de pacientes con posibilidad de adquirirlas. En lo relacionado al impacto del tratamiento en el ambiente familiar y social, se advierte una correlación significativa directa con la fase de aceptación (Tabla 5). Podemos deducir que el paciente, al asimilar su enfermedad y dejar de luchar contra la muerte, va a mostrar un distanciamiento de sus familiares y amistades. La aceptación no es una fase feliz para él, sino sin emociones hacia su enfermedad y entorno, lo cual limita una normal vinculación con los demás. Asimismo, se puede confirmar lo expuesto por Aresca et al. (2004). Ellos señalan que los cambios corporales producidos deben ir siendo aceptados por el paciente y la familia, íntimamente ligados a la aceptación o no de la enfermedad. Cuando no ocurre, algunas veces se intenta que la responsabilidad recaiga sobre el equipo tratante. El deterioro físico, para la familia supone la frustración de anhelos y fracaso de deseos que reactualizan fantasías de muerte, desamparo y aniquilación. Asimismo, el estado emocional se correlaciona directamente con las fases de negación, enojo, depresión y aceptación (tabla 5). Implica que el diagnóstico del cáncer y el impacto del tratamiento a nivel emocional produce fluctuaciones en las fases psicológicas, tal como lo corrobora el estudio realizado en el Instituto Oncológico Dana-Farber y del hospital Brigham and Women's de Boston (2007). Alegan que la mitad de todas las personas diagnosticadas de

cáncer terminal o avanzado sufren de depresión, ansiedad o trastornos de adaptación. En cuanto a la capacidad de funcionamiento general, se observa una relación directa significativa con las fases de enojo y depresión (Tabla 5). Se infiere que ante un tratamiento y enfermedad que limite al paciente en su desempeño normal y cotidiano, lo llevará a percibir sus metas rotas, generándole desesperanza angustia y tristeza. Coincide con lo expuesto por Linares (2005) y Beltrán (2010), quienes señalan que la pérdida real de salud da origen a la pesadumbre y el dolor, es una de las experiencias más penosas por las que puede atravesar el ser humano, no sólo para el que las sufre sino también para el que lo acompaña, aunque sólo sea por la impotencia que produce el no poder ayudar. En cuanto al abordaje psicológico, para Romero (2005) es importante que se les comunique a los pacientes sobre los procedimientos médicos, así como sus repercusiones físicas y emocionales, ya que la mayoría de las personas experimentan sensaciones desagradables. Pero los acontecimientos en sí mismos no causan el estrés, sino que dependen también de otros factores, como las habilidades para hacerse frente, y de la forma de la adopción de un estilo de afrontamiento positivo. Por último, se puede sintetizar que con los resultados expuestos se resalta la importancia del abordaje psicológico en los pacientes con cáncer, considerando que si bien hay una tendencia a aceptar su enfermedad en cuanto mayor impacto del tratamiento presenten, ello no es lo esperado ya que afecta directamente en su calidad de vida. Concordamos con Aresca et al. (2004), quienes refieren que en cuanto más integrativo y desde distintos ángulos sea el abordaje a realizarse, más posibilidades tiene la persona de estar mejor. Una pronta intervención en estos pacientes es necesaria para brindarles una mejor calidad de vida, trato digno, para que tras una adecuada aceptación de la enfermedad (superando las fases anteriores) logren darse un tiempo más de vida. Es importante que el paciente encuentre un adecuado soporte familiar y social, adquiera técnicas para el

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70 RAYMUNDO O, AYALA I.

manejo del dolor y se le brinde una medicación paliativa en caso sea necesario; también lograr que su estado emocional se fortalezca tras el apoyo y que su capacidad de funcionamiento personal sea restablecida después de un cambio en su estilo de vida, en función a la búsqueda de adaptación, para lograr que el paciente con cáncer pueda adherirse al tratamiento médico. Esta información se ratifica con lo expuesto por Bayés (1990), cuando sugiere que un soporte emocional es conveniente en todos los casos, ya que el paciente se va a sentir acompañado, confiado, con más ánimo y podrá atemperar el impacto psicológico de saberse portador de un cáncer, considerando que la psicoterapia aumenta la capacidad de adaptación a la realidad impuesta por la enfermedad. Dentro de las propuestas para un abordaje, Ochoa (2010) elaboró un programa de intervención de terapia positiva grupal para los supervivientes del cáncer. Tuvo como resultados preliminares de dicho programa una mayor reducción de sintomatología postraumática, al considerar que el padecer cáncer genera un trauma que cambia el estilo de vida de la persona, enfatizando su abordaje en las emociones positivas y facilitación del crecimiento postraumático. Ante la perspectiva analizada, se gesta la idea de elaborar y aplicar un programa de prevención terciaria con un enfoque cognitivo conductual, con la finalidad de ayudar a los pacientes con cáncer en el proceso de adaptación a su enfermedad, brindando estrategias que les ayuden a afrontar las fases psicológicas por las que atraviesan. Dichas técnicas se orientarían en el manejo del dolor y ansiedad, considerando una correlación directa entre la dimensión de estado físico general con las fases de negación, enojo y depresión. Se recomienda un abordaje en el alivio de los síntomas, enfatizando en las técnicas de desensibilización sistemática, respiración controlada e imaginería. Sin embargo, es importante mencionar que desde el enfoques cognitivo conductual se han ido elaborando programas exitosos en su aplicación en pacientes con cáncer, tal es el caso de Páez (2006), quien expone la relevancia de los valores personales

como componente necesario del tratamiento psicológico y las ventajas derivadas del abordaje de los valores de forma explícita a lo largo del proceso terapéutico. La autora elaboró un programa basado en la terapia de aceptación y compromiso, orientado al control cognitivo. Tras un año de la publicación de su terapia, Páez (2007) realizó una aplicación de su programa. Obtuvo una mayor repercusión de la intervención basada en la aceptación y compromiso, especialmente cuando se consideran los cambios a largo plazo. También destaca que los cambios de la condición de la terapia de la aceptación y compromiso se centran en la activación conductual, aun en presencia de malestar. Teniendo en cuenta los objetivos planteados y los resultados obtenidos, se ha llegado a las conclusiones siguientes: · Los pacientes con cáncer de un hospital de la ciudad de Trujillo presentaron las fases psicológicas de negación, enojo, regateo, depresión y aceptación a un nivel promedio. Cabe resaltar que la fase de regateo obtuvo un mayor porcentaje de incidencia, casi en su totalidad, en dicho nivel. · En cuanto al impacto del tratamiento se apreció que todas las dimensiones se encontraron en un nivel promedio: estado físico general de salud, ambiente familiar social, estado emocional y capacidad de funcionamiento personal. · Existe una correlación significativa directa entre el impacto del tratamiento y las fases psicológicas de negación, enojo, regateo, depresión y aceptación. · En la dimensión de estado físico general de salud, existe una correlación significativa directa con las fases de negación, enojo y depresión. Sin embargo, no existe una correlación con las fases de regateo y aceptación. · En la dimensión de ambiente familiar y social existe una correlación significativa

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directa con la fase de aceptación; sin embargo, no existe una correlación con las fases de negación, enojo, regateo y depresión.

Research and Education. Estados Unidos. Editorial: Evastone Northwestern Healthcare and Northwestern University.

· En la dimensión de estado emocional existe una correlación significativa directa con las fases de negación, enojo, depresión y aceptación.

Colin, A., Espie, L, Cassidy, L., Samuel, L., Lynne, M., Craig, A., & White, N., (2008) Randomized controlled clinical effectiveness trial of cognitive behavior therapy compared with treatment as usual for persistent insomnia in patients with cancer. Journal of clinical oncology, 28(28), 4661- 2668.

· En la dimensión de capacidad general existe una correlación significativa directa con las fases de enojo y depresión; sin embargo, no existe una correlación significativa con las fases de negación, regateo y aceptación. REFERENCIAS Aresca, L., Birgin, D., Blum, S., Buceta, E., Figini, M. & Gullas, S. (2004). Psicooncología diferentes miradas. Argentina: Editorial Lugar. Arraras, J., Arias, F., Asín, G. & Arrazuvi, V. (2010). La evaluación de la satisfacción con los cuidados en el paciente oncológico. El sistema de medida de la EORTC, Psicooncologia, 7(1), 35-50. Beltrán, O. (2010). Hay que poner de su parte para afrontar una enfermedad grave. Aquichan, 10(3), 25-26. Bayés, R. (1990). Influencia de los factores psicológicos en la longitud de vida de los enfermos oncológicos. España: Martínez Roca Brennan. J. (2001). Adjustment to cancer. Recuperado el 04 de noviembre, 2009 de http://www.cancer.gov/espanol/pdq. Cella, D. & Dineen, K. (2002). Meaningful change in cancer-specific quality of life scores: Differences between improvement and worsening. Kluwer Academic Publishers, 11(2), 207 – 221. Cella, D. (2008). FACIT Manual, Center on Outcomes,

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Recibido: 14 de setiembre del 2011 Aceptado: 12 de mayo del 2011

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73 IMPACTO DEL TRATAMIENTO Y FASES PSICOLÓGICAS QUE ATRAVIESA EL PACIENTE CON CÁNCER

APÉNDICE

AFEP Edad:

……………………

Tratamiento: …………………

Sexo:

……………………..

Ocupación:

…………………

INSTRUCCIONES A continuación te presentamos una serie de preguntas las cuales deberá marcar con un aspa (X) en los casilleros SI o NO según lo que le suceda actualmente. Responda con sinceridad

SI 1 Considero necesario asistir a otros médicos que confirmen el diagnóstico de mi enfermedad. 2 Siento que a causa de mi enfermedad será difícil cumplir mis metas. 3 Hoy más que antes asisto a cultos religiosos. 4 Mi enfermedad me produce dolencias que alteran mi vida diaria, manteniéndome enojado. 5 Siento que mi fe ha aumentado a raíz de mi enfermedad. 6 Pienso que debo aprender a vivir con mi enfermedad. 7 Pienso que el personal de salud es incapaz de ayudar en la mejoría de mi enfermedad. 8 La enfermedad que padezco hace que tenga una sensación de tristeza permanente. 9 Mi estilo de vida se está adecuando a mi enfermedad. 10 Desde que apareció mi enfermedad mis familiares dicen que me comporto como un niño. 11 Realizo promesas religiosas con el fin de mejorar mi estado de salud. 12 Me preocupo mucho por mis familiares. 13 Creo que por mi enfermedad he perdido las ganas de trabajar. 14 Últimamente me dicen que me comporto fríamente en relación en relación a mi enfermedad. 15 Me siento preocupado al pensar en mi enfermedad. 16 La enfermedad que padezco me produce un disgusto excesivo. 17 Pienso que mi fe me puede curar la enfermedad. 18 Siento tristeza por todo. 19 Considero que el tratamiento que estoy llevando es parte de mi enfermedad y estoy aprendiendo a vivir con ello. 20 Pienso constantemente en las razones por las que estoy padeciendo esta enfermedad. 21 Pienso que me estoy alejando de las personas de mi entorno.

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NO


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INCIDENCIA DEL AJUSTE DIÁDICO Y SENTIDO DEL HUMOR EN LA SATISFACCIÓN MARITAL Nelson Zicavo* y Carolina Vera** Colegio Adventista de Concepción y Universidad del Bío Bío, Chillán, Chile RESUMEN La importancia de estudiar la satisfacción marital, radica en el hecho de buscar una explicación de por qué las parejas llegan a sentirse satisfechas en su relación. De ahí que nuestro objetivo fue estudiar la incidencia del sentido del humor y el ajuste diádico en la satisfacción marital de parejas casadas (muestra 170 personas) de la ciudad de Concepción, Chile, a través de un estudio explicativo, con un diseño no experimental de tipo transeccional, causal, prospectivo. Dicho estudio se implementó a través de las escalas de Satisfacción Marital, Ajuste Diádico y Escala Multidimensional del Sentido del Humor. Y observamos que tanto el sentido del humor, como el ajuste diádico, permiten construir sistemas maritales satisfactorios que fortalecen la dinámica conyugal de las parejas estudiadas. Palabras claves: Pareja, satisfacción marital, sentido del humor, ajuste diádico. DYADIC ADJUSTMENT INCIDENCE AND SENSE OF HUMOR IN MARITAL SATISFACTION ABSTRACT The significance of studying the marital satisfaction lies in the fact of look for an explanation about why couples feel they have reach marital satisfaction. Since that our objective was to study the importance of the sense of humour and the didactic adjustment in the marital satisfaction in married couples (sample of 170 people) in Concepción city, Chile, through an explanatory study, with a non experimental design of prospective causal transeccional. That Study was implemented through the Marital Satisfaction scales, Didactic Adjustment and Sense of Humour Multidimensional Scale. We observed that the sense of humour as well as the didactic adjustment, make possible to build satisfactory marital systems that make stronger the marital dynamic of the couples that were studied. Key words: Couple, marital satisfaction, sense of humour, didactic adjustment. INCIDÊNCIA DE AJUSTE DIÁDICA E SENSO DE HUMOR NA SATISFAÇÃO CONJUGAL RESUMO A importância de se estudar a satisfação conjugal está no fato de que uma explicação de por que os casais ficam a sentir-se satisfeito em seu relacionamento. Assim, nosso objetivo foi estudar o impacto do senso de humor e de ajustamento diádico na satisfação conjugal de casais (amostra de 170 pessoas) na cidade de Concepcion, Chile, através de um estudo exploratório com um desenho não experimental tipo causal prospectiva transacional. O estudo foi implementado através das escalas de satisfação com o casamento, e Sense Escala Multidimensional de Ajustamento Diádica Humor. E vemos que tanto o senso de humor, e ajuste diádica, permite construir sistemas de sucesso que fortalecem a dinâmica conjugal dos casais estudados. Palavras-chave: Casal, satisfação marital, senso de humor de ajuste, diádica. *Docente Universidad del Bío Bío, Chillán, Chile. Correspondencia: nzicavo@gmail.com **Psicóloga Colegio Adventista de Concepción, Chile. Correspondencia: carolina.veraolivares@gmail.com

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75 INCIDENCIA DEL AJUSTE DIÁDICO Y SENTIDO DEL HUMOR EN LA SATISFACCIÓN MARITAL

Cuando dos individuos deciden formalizar su relación a través del matrimonio, pasan a integrar una nueva unidad social, es decir, un "sistema marital"; este sistema es más que la simple suma de dos personalidades o dos individuos, con sus respectivas necesidades y características, ya que dicha unión genera una nueva entidad cualitativamente distinta (Elsner, Montero, Reyes & Zegers, 2000). En la sociedad moderna, la mayoría de las personas casadas expresan que la calidad de su matrimonio tiene un fuerte efecto en su felicidad y satisfacción con la vida y que a su vez esta felicidad repercute en el matrimonio. Por dicha razón, diversos autores tratan de explicar cuáles son las variables que intervienen en el inicio, mantenimiento y ruptura de una relación marital (Arias-Galicia, 2003; Carrillo, 2004; Herrera, 2007). Ahora bien, sabiendo que la vida matrimonial implica una dinámica diádica multifactorial, se han realizado múltiples estudios con el fin de comprender y analizar este aspecto de la vida marital (Arias-Galicia, 1989; Locke & Wallace, 1959; Norton & Glick, 1976; Pick & Andrade, 1988a, b; Spanier, 1976). Es así, como se llega a la conclusión de que el grado de satisfacción que experimenta la pareja, depende de múltiples variables: tanto internas (creencias, valores, mitos, etc.) como externas que tienen que ver con la relación que se tiene con el cónyuge (nivel de comunicación, manifestación de afecto, etc.) (Pick & Andrade, 1988b). Pareja y matrimonio. La elección de pareja es un acto que se encuentra determinado por la historia y experiencias de vida de cada individuo (Elsner et al., 2000; Sarquis, Zegers & Pimstein, 2003) y se transforma en un momento decisivo para todo ser humano cuando se realiza con el fin de generar, compartir y desarrollar un plan de vida común para enfrentar el futuro (Arias-Galicia, 1989; Cole, 2002; Roche, 2006). La pareja como unidad vincular parece ser una definición evidente; sin embargo, se debe tener en cuenta el contexto donde se fundamenta, los participantes y los términos que la definen (Espriella, 2008). En esta investigación, se emplea el concepto pareja para delimitar una relación significativa, consensuada,

con estabilidad en el tiempo, y con un referente obvio, como el matrimonio; aunque existen parejas humanas que no coinciden con las delimitaciones de éste último (Espriella, 2008). Tradicionalmente, el matrimonio es definido como un contrato pactado entre dos personas de diferente sexo, en el que se estipula vivir en unión conyugal con el objeto de ayudarse mutuamente y establecer una familia, surgiendo de él derechos y obligaciones para ambos cónyuges (Bateson, 1980). Convirtiéndolo en el intento de dos personas por construir un vínculo de amor y satisfacción recíproca que se traduce en sensación de bienestar en compañía del otro (Adolfi & Zwerling, 1985; Bucay & Salinas, 2000; Carrillo, 2004; Covarrubias, Muñoz & Reyes, 1988a, 1988b; O'Neill, 1978; Roche, 2006; Sarquis, Zegers & Pimstein, 2003; Valdez, Gonzales & Sánchez, 2005). Satisfacción marital. Diferentes autores, definen la satisfacción marital como la evaluación global y subjetiva que un individuo hace de su cónyuge y su relación, por lo que se encuentra sujeta a las percepciones personales de cada miembro de la diada (Acevedo, Restrepo & Tovar, 2007; DíazLoving, 1990; Hicks & Platt, 1970; Miranda & Ávila, 2008). Por su parte Burr (1970) la define como la evaluación de aspectos específicos de la vida matrimonial. Mientras que Boland y Follingstad (1987) señalan que la satisfacción marital es una descripción general de actitudes, sentimientos y autoreportes del matrimonio que se enmarcan en polaridades dicotómicas como felicidad vs. infelicidad, satisfacción vs. insatisfacción. Roach, Frazier y Bowden (1981) en su caso, plantean que es la actitud de favorabilidad o desvaforabilidad hacia la propia relación conyugal. Por lo que la calidad del vínculo matrimonial se encuentra determinada por la actitud manifestada en respuesta a dicha estimación (Rojas, 2007). Para los propósitos de este estudio, se utiliza la definición de satisfacción marital propuesta por Pick y Andrade (1988b), quienes la refieren como el grado de favorabilidad (actitud) hacia los aspectos del cónyuge y de la relación, al

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76 ZICAVO N, VERA C.

involucrar una actitud condicionada por la complacencia positiva o negativa de las necesidades personales, emocionales, afectivas, comunicacionales y sexuales, entre otras, de los miembros de la diada (Acevedo, Restrepo & Tovar, 2007; Carrillo, 2004; Kamei, 2005; Ortiz, Gómez & Apodaca, 2002). Ajuste diádico. En la relación matrimonial, el ajuste tiene que ver con los procesos necesarios que cada miembro de la diada debe realizar para conseguir una relación funcional y armónica (Sabatelli, 1988). Pero dicho concepto tal y como es planteado puede conducir a confusiones debido a que a menudo es utilizado como sinónimo de “adaptación”, razón por la cual, resulta de gran importancia delimitar su significado (PolainoLorente & Martínez, 2003). Desde el modelo “salud/enfermedad”, el ajuste referente al nivel de funcionamiento actual es comprendido como las respuestas que se dan a los distintos cambios que ocurren en un momento determinado (PolainoLorente & Martínez, 2003). Por lo que “ajuste” se relaciona con “bienestar”, mientras que “desajuste” con “enfermedad”. Dicha concepción ha sido la base para identificar las dimensiones de funcionamiento que han servido como criterios de bienestar o malestar familiar (Bloom, 1985). Otra definición empleada con más fuerza en el ámbito del estrés familiar es la referida a la respuesta (o conjunto de respuestas) que los miembros de un sistema generan a la hora de enfrentar cambios (Polaino-Lorente & Martínez, 2003). Por su parte, McCubbin y Patterson (1983), señalan que el ajuste se da por la profundidad de la respuesta sistémica a corto plazo y agregan que se caracteriza por un cambio de primer orden (reglas, relaciones y roles familiares se modifican, no se definen). Mientras que la adaptación es una respuesta a largo plazo que conlleva cambios significativos de segundo orden. El primero se da ante cambios normativos y el segundo ante cambio no normativos. Para los propósitos de esta investigación, se empleará la definición multidimensional de ajuste diádico propuesta por Spanier (1976), quien lo indica como un proceso de acomodación que

involucra cuatro aspectos básicos: consenso, satisfacción, cohesión y expresión afectiva. Cada crisis del subsistema marital debe ser situada en un ciclo vital concreto para que se comprenda su sentido y se pueda formular una solución (Elsner et al., 2000; Rojas, 2007). La pareja puede superar la crisis con comodidad o quedarse atrapada por algo que impida el mantenimiento y la consolidación de tres características fundamentales para su armonía: estabilidad, cohesión y progreso (Elsner et al., 2000; Ríos, 2006). El ajuste se convierte en una dimensión cualitativa cambiante que permite sortear los requerimientos de las distintas fases del ciclo (Elsner et al., 2000; Hernández, 2008; Rage, 2002). Razón por la cual, la satisfacción marital se convierte en una dimensión valorativa del cónyuge y de la relación que surge a partir del ajuste de los miembros de la diada (Hernández, 2008; Moral, 2008). Sentido del humor. Diferentes autores coinciden en el hecho de que el sentido del humor se vuelve un factor protector del sistema marital a la hora de enfrentar las crisis provocadas por los cambios de etapas del ciclo vital (Abel, 2002; Allen, 1998; Argyle, 1997; Lefcourt, 2000; Nezlek & Derks, 2001). Al respecto Abel (1998), plantea que el sentido del humor brinda a los miembros de la pareja la posibilidad de acceder a beneficios terapéuticos cuando potencia las relaciones de apoyo entre ellos; ya que en circunstancias difíciles se vuelve un recurso comunicativo que les permite disminuir el dramatismo y la ansiedad (Martínez, 2006). Entendemos el sentido del humor como la capacidad para percibir y disfrutar de lo cómico o divertido, que se traduce en una conducta (graciosa, simpática, juguetona, etc.) y expresa un estado de ánimo. Es una entidad multidimensional que se asocia a varias experiencias en la “vivencia del humor” y se entrelaza con factores creativos, personales y sociales que permiten conservar la sonrisa ante la adversidad, liberar la culpa y aminorar la angustia y la ansiedad (Carbelo & Jáuregui, 2006; Martín, Puhlik-Doris, Larsen, Gray & Weir, 2003; Urra, 2010). El humor permite

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que las relaciones se vuelvan creativas y dinámicas (Carbelo & Jáuregui, 2006). Las bromas y el ver las cosas con sentido del humor pueden ayudar a construir una relación viva, fresca e interesante; el responder con humor en el día a día permite que la vida en común sea mucho más divertida (Martínez, 2006). Las parejas que han desarrollado relaciones felices y sólidas, utilizan los chistes como “herramienta de reparación emocional” en situaciones conflictivas, ya que el humor es algo tan habitual en su relación que les resulta fácil acudir a él (Barnett, 1996; Rage, 1996). El hecho de acceder al humor y al cariño durante situaciones conflictivas contribuye a disminuir las sensaciones negativas al conducir a un mejor entendimiento (Rage, 1996). En vez de cancelar cualquier tipo de comunicación durante una pelea, el humor permite que la pareja tenga la oportunidad de solucionar sus conflictos y consolidar un respeto positivo (Gottman & DeClaire, 2003). El sentido del humor facilita en la pareja el contacto emocional, la resolución de conflictos y evita sensaciones negativas que podrían conducir a la destrucción de la relación (Bisquerra, 2008; Martin, Kuiper, Olinger & Dance, 1993; Moran & Massam, 1999; Nezlek & Derks, 2001; Thorson & Powell, 1993a, 1996). El humor positivo permite a los miembros de la pareja manejar el estrés diario de la vida y establecer relaciones de apoyo mutuo, para sortear los conflictos y cambios de su ciclo (Abel, 2002; Frecknall, 1994; Fry, 1995; Hampes, 1999; Kuiper, McKenzie & Belanger, 1995; Lefcourt, 2000). Además, brinda la posibilidad de acceder a beneficios terapéuticos que ayudan a los miembros de la diada a sentirse más satisfechos consigo mismos y su relación (Abel, 1998; Allen, 1998; Argyle, 1997). Planteamiento del problema La satisfacción marital cambia conforme transcurren los años de matrimonio. Sin embargo, existe evidencia contradictoria con respecto a la forma en que dicho fenómeno varía (Miranda & Ávila, 2008; Pick & Andrade, 1988a; Pick & Andrade, 1988b). En algunos estudios, se ha

reportado que la satisfacción marital disminuye progresivamente en el curso del tiempo (DíazLoving, 1990; Pick & Andrade, 1988a; Vaillant & Vaillant, 1993). Mientras que en otros se presentan argumentos que indican que la satisfacción en el matrimonio es alta en los primeros años, disminuye en los años intermedios y vuelve a aumentar posteriormente (Anderson, Russell, & Schumm, 1983; Burr, 1970). Dichas contradicciones se reportan tanto en estudios que miden índices globales de satisfacción marital, como en aquellos que muestran puntajes de satisfacción en distintas áreas de interacción conyugal (Burr, 1970; Miranda & Ávila, 2008). Por otro lado, en Chile, casi no existen investigaciones que estudien la influencia de ciertos factores sobre la satisfacción marital. Razón por la cual, tampoco se han creado ni validado los instrumentos suficientes para medir los efectos de dichos factores sobre esta variable. La importancia de estudiar la satisfacción marital radica en el hecho de buscar una explicación de por qué las parejas llegan a sentirse satisfechas en su relación (Leguizaman, 1997). Esto porque la satisfacción conyugal se convierte en un indicador de felicidad y estabilidad en la relación, permitiendo predecir el impacto sobre la pareja y su familia en todo ámbito (Hicks & Platt, 1970). A raíz de esto y revisando el estado actual de los factores que inciden en la satisfacción marital y lejos de ofrecer una nueva teoría al respecto, el presente estudio pretende ampliar las líneas de investigaciones existentes en Chile al dar valor teórico a un área poco estudiada en el país. Esto porque en el ámbito de la pareja, el sentido del humor ha sido insuficientemente abordado por los investigadores y teóricos de la psicología, en parte porque la risa y el humor como constructos siguen resistiéndose al estudio empírico. Por otro lado, si bien en la literatura se ha encontrado que el ciclo vital de la pareja es una variable reveladora de la satisfacción marital, sólo explica una pequeña proporción de la varianza de ésta (Rollins & Cannon, 1974), por lo que la presente investigación procura identificar la incidencia del ajuste diádico en la satisfacción marital.

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El presente trabajo asume que la satisfacción marital es una variable que depende del contexto cultural en el que se desarrollan las parejas (Carrillo, 2004), por lo que pretende inspirar estudios transculturales al aportar resultados comparables con aquellos obtenidos en culturas similares (latinoamericanas). Pregunta de investigación ¿Qué factores inciden en la satisfacción de las parejas casadas de la comuna de Concepción, Chile? Objetivos Con la finalidad de responder a dicho cuestionamiento, a continuación se presentan los objetivos de la investigación. Objetivo general: Estudiar la incidencia de factores en la satisfacción marital de las parejas casadas de la comuna de Concepción, Chile. Objetivos específicos: 1. Determinar si el sentido del humor incide positivamente en el logro de la satisfacción marital. 2. Conocer si el ajuste diádico tiene un efecto positivo en la satisfacción de la pareja. MÉTODO Participantes Éste es un estudio explicativo, con un diseño no experimental de tipo transeccional causal prospectivo, para el cual se tomaron en cuenta personas casadas de la comuna de Concepción, que cumplieran con los siguientes criterios de inclusión: vivir en matrimonio civil o religioso, tener entre 15 y 29 años de relación, aceptar participar de manera voluntaria en la investigación y pertenecer a cualquier estrato socioeconómico. La muestra de estudio fue constituida por 170 personas seleccionadas mediante un muestreo probabilístico (un α = 0.05, β = 0.95, error = 0.5 y

% = 10), en base a material cartográfico de la comuna de Concepción disponible en el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Instrumentos Escala de Satisfacción Marital (ESM). Se utilizó la escala de satisfacción marital propuesta por Pick y Andrade (1988a), la cual consta de 24 ítems distribuidos en tres dominios: I) satisfacción con la interacción conyugal (ítems 1-10), que guarda relación con el agrado que un cónyuge manifiesta a la hora de evaluar la dinámica sostenida con su pareja II) satisfacción con los aspectos emocionales del cónyuge (ítems 11-15), que se refiere a la satisfacción que un miembro de la diada expresa en respuesta a las reacciones emocionales de su pareja y III) satisfacción con los aspectos organizacionales y estructurales de la relación (ítems 16-24), que mide la satisfacción que se produce como resultado de la forma en que los miembros de una pareja se organizan, establecen y cumplen las reglas (Acevedo, Restrepo & Tovar, 2007; Pick & Andrade, 1988b). Cada uno de los ítems tiene tres opciones de respuesta que permiten expresar el nivel de satisfacción del individuo, respecto a lo que se plantea en la afirmación: 1 = me gustaría muy diferente, 2 = me gustaría algo diferente y 3 = me gusta como está pasando (Pick & Andrade, 1988a). Para calificar, se asume que la satisfacción se mueve en un continuo de 48 puntos dentro de una escala de intervalos, con un valor de referencia de 24 puntos y un máximo de 72; de modo que entre mayor satisfacción con la situación conyugal más cercano se está del máximo de la escala (Acevedo, Restrepo & Tovar, 2007). La ESM fue diseñada y validada en ocho colonias del Distrito Federal, ciudad de México a partir de la experiencia que Pick y Andrade (1988b) tuvieron con hombres y mujeres casados de estrato socioeconómico medio y bajo. Para ello, se hicieron dos estudios, el primero con 330 y el segundo con 244 sujetos casados. En el primero de ellos, se obtuvo la consistencia interna de cada

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79 INCIDENCIA DEL AJUSTE DIÁDICO Y SENTIDO DEL HUMOR EN LA SATISFACCIÓN MARITAL

factor a través del alpha de Cronbach:a = .81 para la dimensión de satisfacción con los aspectos emocionales del cónyuge, a = .89 para la dimensión de satisfacción con la interacción conyugal y a = .86 para la dimensión de satisfacción con aspectos estructurales y organizacionales (Pick & Andrade, 1988b). El segundo estudio permitió verificar el instrumento y los factores que lo conformaban. Se aplicó una escala con 34 reactivos, se hizo un análisis factorial de componentes principales con rotación oblicua con todos ellos y se utilizaron los mismos criterios que en el primer estudio para seleccionar los ítems. En esta oportunidad, la consistencia interna de cada factor fue de: .81 para la satisfacción con los aspectos emocionales del cónyuge (factor I con 5 ítems), .90 para la interacción conyugal (factor II con 10 ítems) y .85 para la satisfacción con aspectos estructurales y organizacionales del cónyuge (factor III con 9 ítems) (Pick & Andrade, 1988b). Pero finalmente, la escala final quedó constituida por 24 ítems (Acevedo, Restrepo & Tovar, 2007). Un análisis de la confiabilidad de la escala de satisfacción marital llevado a cabo en el proceso de validación de la misma, realizado en la comuna de Concepción, Chile, arrojó un alfa de Cronbach de a = .901, lo cual indica una alta consistencia interna de la escala con un nivel de significación al 0.000 (Vera, 2010). Lo anterior es consistente con el nivel de fiabilidad de la escala en su aplicación original (Pick & Andrade, 1988b). En el mismo estudio se aplicó el método de las mitades partidas, estableciéndose para la primera mitad de los ítems un alfa de Cronbach de a = .852 y en la segunda mitad un a = .828, cumpliendo con las exigencias de similaridad y altos niveles de confiabilidad (Vera, 2010). Escala de Ajuste Diádico. La escala de ajuste diádico (EAD), de Spanier (1976), compuesta por 32 reactivos, que permiten obtener una puntuación global en ajuste diádico, y en cuatro subescalas: I) consenso (1, 2, 3, 5, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15), II) satisfacción, (16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 31, 32), III) cohesión (24, 25, 26, 27, 28) y IV) expresión de afectos (4, 6, 29, 30), que se

pueden emplear de forma aislada sin perder su fiabilidad y validez (Spanier, 1976, 1988). Cada reactivo presenta seis puntos de amplitud, salvo dos elementos con cinco puntos y otros dos dicotómicos. Cuanto más puntúa, mayor es el ajuste. La puntuación se obtiene por suma simple de elementos, variando de 0 a 153 (Spanier, 1976). Los estudios psicométricos realizados por Spanier (1976) informan que como puntaje total, la EAD tiene una consistencia interna de a = .96. Mientras que las subescalas, presentan un alfa de Cronbach de a = .90 para el consenso, a = .94 para la satisfacción, a = .90 para la cohesión y a = .93 para la expresión de afectos (Rojas, 2007; Spanier, 1976). Por su parte, los estudios de validez ofrecen correlaciones elevadas con otras medidas de ajuste y satisfacción marital (Fisiloglu & Demir, 2000; Lim & Ivey, 2000; Spanier, 1976), un adecuado poder de discriminación entre parejas con buen y mal ajuste (Crane, Busby & Larson, 1991; Spanier, 1988) y sensibilidad al cambio terapéutico (Boning & Henss, 1983). Un análisis de la confiabilidad de la escala de ajuste diádico llevado a cabo en el proceso de validación de la misma, realizado en la comuna de Concepción, arrojó un alfa de Cronbach de a = .924 lo cual indica una alta consistencia interna de la escala con un nivel de significación al 0.000 (Vera, 2010). Lo anterior es consistente con el nivel de fiabilidad de la escala en su aplicación original (Spanier, 1976). En el mismo estudio, se aplicó el método de las mitades partidas, estableciéndose para la primera mitad de los ítems, un alfa de Cronbach de a = .937 y en la segunda mitad un a = .728, las que si bien difieren en la intensidad de la correlación, aun así se encuentran en las categorías de muy alto y alto, respectivamente (Vera, 2010). Escala Multidimensional del Sentido del Humor. La escala multidimensional del sentido del humor (EMSH), propuesta por Thorson y Powell (1991, 1993b), se compone de 24 ítems, de los cuales 18 son redactados positivamente (1, 2, 3, 5, 6, 7, 9, 10, 12, 14, 15, 16, 18, 19, 21, 22, 23, 24) y 6 negativamente (4, 8, 11, 13, 17, 20), con el fin de reducir el sesgo de respuestas fijas (Thorson &

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Powell, 1991, 1993b). Los reactivos positivos, se califican con una escala tipo Likert de cinco puntas que va desde muy en desacuerdo (1) a muy de acuerdo (5). Mientras que los negativos, van desde muy en desacuerdo (5) a muy de acuerdo (1). Así, el humor se determina por la suma de las puntuaciones obtenidas (Carbelo, 2005; Thorson & Powell, 1991), siendo la menor puntuación 1 y la mayor 120. En un primer estudio, con 264 participantes con edades comprendidas entre 17 y 77 años, Thorson y Powell (1993a), obtienen un alfa de Cronbach = .89. Posteriormente, realizan un segundo estudio con una muestra de 426 personas, cuyas edades variaron entre 18 y 90 años, la edad media fue de 37, 9 años, con una desviación estándar (SD) de 21, 7. Las puntuaciones oscilaron entre 31 y 96 puntos con un valor medio de 71,8 (SD = 12, 9) y una mediana de 72 puntos. El coeficiente alfa para esta muestra fue de a = .91, con un 61.5% de varianza explicada para los cuatro factores (Thorson & Powell, 1993b). Un análisis de la confiabilidad de la escala multidimensional del sentido del humor, llevado a cabo en el proceso de validación de la misma, realizado en la comuna de Concepción, arrojó un alfa de Cronbach de a = .914 lo cual indica una alta consistencia interna, con un nivel de significación al 0.000 (Vera, 2010). Lo anterior es consistente con el nivel de fiabilidad de la escala en su aplicación original (Thorson & Powell, 1991). En el mismo estudio, se aplicó el método de las mitades partidas, estableciéndose para la primera mitad de los ítems, un alfa de Cronbach de a = .724 y en la segunda mitad un a = .759, siendo muy similares y con niveles aceptables, aunque menores al alfa de Cronbach global, el cual es más susceptible de “inflarse” debido al número de ítems (Vera, 2010). Procedimiento Se eligieron dos días para llevar a cabo el estudio, pero finalmente éste se vio ampliado a cinco, por las necesidades propias de la investigación. En base a la cartografía de la

comuna de Concepción disponible en el INE (2002), se consideró inicialmente, una selección por conglomerados de manzanas al azar, y posteriormente, una selección aleatoria de viviendas en las manzanas escogidas, para finalmente aplicar los instrumentos de medición a las personas que cumplieran con los criterios de inclusión ya mencionados. Esto con el fin de asegurar, que todos los elementos de la población tuvieran la misma probabilidad de ser escogidos (Hernández, Fernández & Baptista, 2008). Cabe mencionar que una vez en las viviendas se procedía a realizar las siguientes acciones: la presentación de los entrevistadores, explicar los propósitos del estudio, solicitar la colaboración de los individuos, informar acerca de los estándares de confidencialidad y facilitar el consentimiento informado. Una vez comprendido y aceptado éste último, se continuaba con la aplicación de la muestra (Hernández, Fernández & Baptista, 2008). RESULTADOS En un primer momento se exponen los resultados que evalúan la relación causal, entre el sentido del humor y el ajuste diádico en la satisfacción marital. Posteriormente, se da cuenta de un modelo explicativo general, integrando las tres escalas consideradas en esta investigación. Inicialmente, con la finalidad de evaluar en una primera instancia las relaciones existentes entre el sentido del humor y la satisfacción marital, se efectuó un análisis de correlaciones que arrojó una relación estadísticamente no significativa al vincular los puntajes totales de ambas escalas. No obstante lo anterior, un análisis más detallado que evaluó la relación entre el sentido del humor y los factores específicos que componen la escala de satisfacción marital, permitió detectar una relación estadísticamente significativa, aunque débil (r = .168, Sig. = .028), entre el sentido del humor y la dimensión factorial “aspectos de la interacción conyugal”. (Ver Tabla 1)

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81 INCIDENCIA DEL AJUSTE DIÁDICO Y SENTIDO DEL HUMOR EN LA SATISFACCIÓN MARITAL

Tabla 1 Correlaciones entre puntajes de Escala Sentido del Humor y puntajes totales y factoriales de la Escala de Satisfacción Marital

Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N

Puntaje Total Escala Sentido del Humor

Puntaje Total Escala Satisfacción Marital

Puntaje Total Factor Emocional

Puntaje Total Factor interaccional

Puntaje Total Factor Organizacional

Puntaje Total Escala Sentido del Humor

.131

-.024

.168*

.147

1

.089 170

.756 170

.028 170

.056 170

170

*p<.05

Posteriormente, se analizó a través de un procedimiento de regresión lineal, un acercamiento al nivel explicativo de la dimensión factorial señalada en su relación con la satisfacción marital. Los resultados indican que el

2

sentido del humor explica en un 23% (r corregido = .023) las variaciones en la satisfacción marital de las parejas, con un nivel de significancia estadística de .028, tal como se aprecia en la Tabla 2.

Tabla 2 Modelo de Regresión Lineal para medir los efectos del Sentido del Humor en el factor de interacción conyugal de la Escala de Satisfacción Marital Estadísticos de cambio Modelo

1

R

.168

R cuadrado

R cuadrado corregida

Error típ. de la estimación

.028

.023

4.550

Además, se realizó un análisis correlacional con el objeto de evaluar internamente, cuáles son los aspectos específicos de la interacción conyugal que presentan un mayor aporte explicativo a la dimensión y se encuentran significativamente vinculados a la variable causal, sentido del humor. Los resultados arrojan la existencia de tres aspectos de la interacción conyugal que se relacionan significativamente

Sig. del cambio en F

Cambio en R cuadrado

Cambio en F

.028

4.893

1

gl1

gl2

168 .028

con el sentido del humor: y éstos son el tiempo que el cónyuge dedica al matrimonio, la atención del cónyuge hacia la apariencia del otro y la comunicación con el cónyuge. En los tres casos, las correlaciones son positivas, aunque débiles; es decir que al aumentar o estar más presentes los aspectos vinculados al sentido del humor, también hay mayor presencia de los aspectos señalados. (Tabla 3)

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82 ZICAVO N, VERA C.

Tabla 3 Correlaciones entre puntaje total de Escala Sentido del Humor e ítems del factor “interacción conyugal” de la Escala de Satisfacción Marital 1. La frecuencia con la que mi cónyuge me dice algo bonito Correlación .033 de Pearson Sig. .674 (bilateral) N 170

3. El tiempo que dedica a mi

5. La comunicación con mi cónyuge

9. La frecuencia con la que mi cónyuge me abraza

10. El tiempo que mi cónyuge dedica a nuestro matrimonio

12. La atención que mi cónyuge pone a mi apariencia

16. La conducta de mi cónyuge frente a otras personas

.094

.153*

.115

.178*

.178*

.065

.223

.046

.136

.020

.021

170

170

170

170

170

17. La forma como me pide que tengamos relaciones sexuales

22. El interés que mi cónyuge pone a lo que yo hago

24. El grado al cual mi cónyuge me atiende

.120

.075

.088

.397

.118

.332

.251

170

170

170

170

*p<.05

Se puede concluir que estadísticamente se rechaza la hipótesis global del efecto positivo que tendría el sentido del humor en la satisfacción marital, ya que los test indican una relación no significativa. Luego se desarrolló un análisis correlacional, con la finalidad de observar relaciones entre los

puntajes totales de la escala de ajuste diádico y la escala de satisfacción marital, como entre las dimensiones factoriales agrupadas internamente entre cada una de ellas. Los resultados indican sobre los puntajes totales de ambas escalas, una relación débil, pero estadísticamente significativa. (Tabla 4)

Tabla 4 Correlaciones entre puntajes totales de Escala de Ajuste Diádico y puntajes totales de Escala de Satisfacción Marital Puntaje Total Escala Ajuste Diádico Puntaje Total Escala Satisfacción Marital

Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N

Un análisis de las relaciones específicas entre estas dos escalas, desde una correspondencia entre las dimensiones factoriales que las componen, indica que si bien las correlaciones significativas se encuentran en un rango débil, existe una relación positiva entre los aspectos emocionales de la escala de satisfacción marital con los aspectos vinculados a la satisfacción con la relación medidos a través de la escala de ajuste diádico. Asimismo, los aspectos de interacción conyugal que miden satisfacción marital se

.243** .001 170

correlacionan positivamente con las dimensiones de consenso, satisfacción y cohesión que evalúan el ajuste diádico; así como también se observa en la relación de los factores organizacionales y estructurales con las dimensiones de consenso y cohesión de la pareja. Destaca, además, que no se detectaron correlaciones significativas en la relación de la dimensión “expresiones de cariño” de la escala de ajuste diádico con ninguna de las dimensiones factoriales que componen la escala de satisfacción marital. (Tabla 5)

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83 INCIDENCIA DEL AJUSTE DIÁDICO Y SENTIDO DEL HUMOR EN LA SATISFACCIÓN MARITAL

Tabla 5 Correlaciones entre puntajes factoriales de Escala Ajuste Diádico y puntajes factoriales Escala de Satisfacción Marital

Puntaje Total Factor Consenso Puntaje Total Factor Satisfacción Puntaje Total Factor Cohesión Puntaje total factor Cariño

Correlación de Pearson Sig. (bilateral) Correlación de Pearson Sig. (bilateral) Correlación de Pearson Sig. (bilateral) Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N

Puntaje Total Factor Emocional .056

Puntaje Total Factor interaccional .260**

Puntaje Total Factor organizacional .205**

.467 .151*

.001 .171*

.007 .146

.050 .126

.026 .158*

.058 .201**

.102 -.030

.040 .133

.009 .128

.702 170

.085 170

.096 170

*p<.05; **p<.01

Un análisis de tipo causal permite visualizar no sólo las relaciones entre estas dos variables, sino determinar si efectivamente el ajuste diádico tiene un efecto positivo en la satisfacción marital. A través de un modelo de regresión lineal es posible observar que existe relación causal

estadísticamente significativa (sig. = .001) y además, el ajuste diádico es explicativo del 53% 2 de la variabilidad de la satisfacción marital (r corregido = .053), tal como se aprecia en las Tablas 6 y 7.

Tabla 6 Nivel de significancia estadística del efecto del Ajuste diádico en la Satisfacción Marital Modelo 1

Regresión Residual Total

Suma de cuadrados 925.629 14795.547 15721.176

gl 1 168 169

Media cuadrática 925.629 88.069

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F

Sig.

10.510

.001


84 ZICAVO N, VERA C.

Tabla 7 Modelo de Regresión Lineal para medir los efectos del Ajuste diádico en la Satisfacción Marital

R Modelo

1

R cuadrado

Cambio Cambio en en R F cuadrado .243

.059

R cuadrado corregida

Error típ. de la estimación

gl1

gl2

.053

9.384

Por lo que el ajuste diádico, incide positivamente en el logro de la satisfacción marital. Finalmente, cabe preguntarse si ambas variables, es decir, sentido del humor y ajuste diádico, conjuntamente poseen un mayor nivel explicativo de la satisfacción marital. Para ello, se

Estadísticos de cambio Sig. del Cambio Cambio cambio en R en F en F cuadrado .059

10.510

1

gl1

gl2

16 8

.001

desarrolló un modelo de regresión múltiple, que arrojó un nivel de significancia estadística de 0.002 y un porcentaje explicativo del 62%; es decir, un modelo robusto en la medida que explica más de la mitad de la variabilidad de la variable dependiente, satisfacción marital. (Tablas 8 y 9)

Tabla 8 Nivel de significancia estadística del efecto del Ajuste diádico y Sentido del humor en la Satisfacción Marital Modelo 1

Regresión Residual Total

Suma de cuadrados 1151.230 14569.946 15721.176

Gl 2 167 169

Media cuadrática 575.615 87.245

F

Sig.

6.598

.002

Tabla 9 Modelo de regresión múltiple de Ajuste diádico y sentido del humor sobre Satisfacción Marital Resumen del modelo Estadísticos de cambio Modelo

1

R

.271

R cuadrado

R cuadrado corregida

Error típ. de la estimación

.073

.062

9.341

Sig. del cambio en F

Rev. Psicol. Trujillo(Perú) 13(1): 74-89, 2011

.073

Cambio Cambio en R gl1 en F cuadrado 6.598

2

gl2

167 .002


85 INCIDENCIA DEL AJUSTE DIÁDICO Y SENTIDO DEL HUMOR EN LA SATISFACCIÓN MARITAL

DISCUSIÓN Los resultados obtenidos en la presente investigación confirman el argumento de tratar la satisfacción marital como una entidad multidimensional, al estar compuesta por tres factores conceptualmente distintos (Pick & Andrade, 1988a). Si bien la incidencia del sentido del humor en el logro de la satisfacción marital no resulta estadísticamente significativa, podemos afirmar que al realizar un análisis por dimensión factorial, se apoya la existencia del efecto positivo del sentido del humor en la interacción conyugal (Carbelo & Jáuregui, 2006; Martínez, 2006), lo cual facilita antecedentes importantes a la hora de orientar líneas de investigación más específicas en dicha área. Los resultados encontrados con respecto a dicha variable contradicen estudios anteriores que señalan que en circunstancias difíciles, el humor tiene un fuerte impacto en la pareja al volverse un recurso comunicativo que le permite disminuir el dramatismo y la ansiedad, transformar la relación en creativa, dinámica, fresca, interesante y divertida, sortear las situaciones conflictivas positivamente, aumentar el interés, el afecto, la empatía y el apoyo (Barnett, 1996; Carbelo & Jáuregui, 2006; Gottman & DeClaire, 2003; Martínez, 2006). Por lo que pareciera que el sentido del humor no tuviera incidencia a la hora de enfrentar situaciones de crisis en la pareja. Sin embargo, cabe mencionar que no se puede negar la evidencia de que dicho recurso se convierte en evidente fortaleza a la hora de enfrentar situaciones de crisis que desestabilizan el sistema marital (Barnett, 1996). Las parejas que han desarrollado relaciones felices y sólidas utilizan los chistes como “herramienta de reparación emocional” en situaciones conflictivas, ya que el humor es algo tan habitual en su relación que les resulta fácil acudir a él (Rage, 1996). Cuando surgen problemas, tienen a la mano la buena voluntad y las expresiones de afecto necesarias para suavizar los sentimientos heridos y potenciar el desarrollo de la armonía en su relación (Gottman & DeClaire, 2003).

El hecho de acceder al humor y al cariño durante situaciones conflictivas contribuye a disminuir las sensaciones negativas al conducir a un mejor entendimiento (Rage, 1996). En vez de cancelar cualquier tipo de comunicación durante una pelea, el humor permite que la pareja tenga la oportunidad de solucionar sus conflictos y consolidar un respeto positivo (Gottman & DeClaire, 2003). El utilizar el sentido del humor constantemente lleva a volverse a los intentos del otro con entusiasmo (Bisquerra, 2008; Carbelo & Jáuregui, 2006), debido a que entre más alegría y humor se pueda extraer del otro, más fortaleza adquiere la relación (Gottman & DeClaire, 2003). Al respecto, resultaría interesante investigar los factores que influyen en el hecho de que gran parte de las personas casadas de la comuna de Concepción no sean susceptibles a solucionar los conflictos y dificultades con recursos flexibles y adaptativos como lo es el sentido del humor. Por lo que se considera importante potenciar investigaciones, que permitan mejorar la comprensión de dicha variable y sus dimensiones, así como sus efectos en la dinámica conyugal; ya que no se puede descartar su impacto sobre la vida marital. Por otro lado, se concluye que el ajuste diádico incide positivamente en la satisfacción marital de las parejas casadas de la comuna de Concepción, Chile, especialmente en las dimensiones vinculadas a la cohesión, satisfacción y consenso en la pareja y que además es altamente explicativa de la variable dependiente, en mayor medida que el sentido del humor que presenta un impacto en la variabilidad de la satisfacción marital, a través de los aspectos de interacción conyugal. Además, se puede concluir que entre los 15 y 29 años de relación, el ajuste diádico tiene directa relación en la organización y niveles de armonía que las parejas casadas obtienen. Lo que pudiera estar relacionado con el hecho de que entre dichos años, las tareas principales de la pareja están dadas por la resolución de conflictos relacionados con el desarrollo individual de los miembros de la diada y la estabilización del matrimonio, ya que en este periodo están teniendo lugar las fases de

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transición de la mitad de la vida y la búsqueda de equilibrio entre las aspiraciones, logros personales y el acuerdo respecto a las prioridades individuales (Rojas, 2007). Sin embargo, cabe preguntarse en qué etapas del ciclo vital de la pareja el ajuste diádico tiene mayor impacto en la satisfacción marital y cuáles son los efectos propios en cada una de ellas. Y finalmente, si bien se comprueba que el ajuste diádico explica gran parte de la varianza de la satisfacción marital de las parejas casadas de la ciudad de Concepción, Chile, queda por explorar si se explica de igual manera al entrelazarla con otras variables demográficas, como lo es el sexo, la edad, número de hijos, etc. REFERENCIAS Abel, M. (1998). Interaction of humor and gender in moderating relationship between stress and outcomes. The Journal of Psychology, 132, 267-276. Abel, M. (2002). Humor, stress, and coping strategies. International Journal of Humor Research, 15, 365-381. Acevedo, V., Restrepo, L. & Tovar, J. (2007). Parejas satisfechas de larga duración en la ciudad de Cali. Pensamiento Psicológico, 3 (008), 85107. Adolfi, M. & Zwerling, I. (1985). Dimensiones de la terapia familiar. Buenos Aires: Paidós. Allen, S. (1998). Humor a serious solution for stressful time. Colorado Nurse, 98, 18. Anderson, S., Russell, C. & Schumm, W. (1983). Perceived marital quality and family lifecycle categories: A further analysis. Journal of Marriage and the Family, 45, 127-139. Argyle, M. (1997). Is happiness a cause of health? Psychology and Health, 12, 769-781.

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Recibido: 28 de mayo del 2011 Aceptado: 2 de junio del 2011

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VALIDEZ COMPARATIVA DE TRES SISTEMAS DE CALIFICACIÓN DEL TEST GESTÁLTICO VISOMOTOR DE BENDER *

César Merino Soto

Universidad de San Martín de Porres RESUMEN Se presenta un estudio preliminar que compara coeficientes de validez entre tres versiones de calificación del Test Gestáltico Visomotor de Bender (TGB) y puntajes de rendimiento preacadémico. Estas versiones el sistema de Calificación Cualitativa (SCC), el sistema de Puntuación Gradual (SPG) y el Sistema Evolutivo de Koppitz (SEK). La muestra fueron niños que ingresaban al primer grado de primaria. Las puntuaciones del TGB fueron ajustadas a un modelo no paramétrico en la Teoría de Respuesta al Ítem, y las correlaciones fueron parcializadas por la edad y la habilidad intelectual. Se obtuvo que los sistemas de enfoque ordinal tuvieron correlaciones más elevadas; especialmente el SSC, que más con las demás, y que además retuvo más varianza con la edad. Se discute la interpretación de estos resultados, así como las limitaciones y la importancia práctica. Palabras claves: Bender Gestalt Test, validez, visomotor, evaluación. COMPARATIVE VALIDITY OF THREE SYSTEMS FOR THE BENDER GESTALT TEST ABSTRACT In this study, it is presented a preliminary study of comparison of validity coefficients between three scoring systems for the Bender Gestalt Test (TGB) and pre-academic achievement and intellectual ability scores. These versions are: Qualitative Rating System (SCC), the Gradual Scoring system (SPG) and Koppitz's Developmental Scoring System (SEK). The sample were composed by children who enter to the first grade. TGB scores were adjusted to a nonparametric model in Item Response Theory, the correlations were controlled by age and intellectual ability. It was found that ordinal systems approach had higher correlations, and also retained more variance with age. It was discussed the results interpretations the limitations and practical importance. Key words: Bender Gestalt Test, validity, visual-motor, assessment VALIDADE COMPARATIVO DE TRÊS SISTEMAS DE CLASSIFICAÇÃO DE BENDER GESTALT TESTE RESUMO Nós apresentamos um estudo preliminar comparando os coeficientes de validade entre três versões do Teste Bender Gestalt pontuação Bender (TGB) e dezenas de pré-acadêmica realização. Estas versões Sistema de Avaliação Qualitativa (SCC), Sistema de Avaliação Gradual (GPS) e Sistema de Koppitz Evolucionária (SEK). Os shows foram crianças que ingressam na primeira série. TGB pontuações foram ajustados a um modelo não paramétrico na Teoria de Resposta ao Item, e as correlações foram influenciados pela idade e capacidade intelectual. Verificou-se que os sistemas de abordagem ordinal tiveram correlações mais altas, especialmente a SSC, a maioria com os outros, e também reteve mais variância com a idade. Discutimos a interpretação desses resultados e as limitações e importancia prática. Palavras-chave: Teste Bender Gestalt, validade, visual-motor, avaliação. * Docente adscrito al Instituto de Investigación de Psicología de la Universidad San Martín de Porres y docente en la Universidad Científica del Sur. Correspondencia: sikayax@yahoo.com.ar

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91 VALIDEZ COMPARATIVA DE TRES SISTEMAS DE CALIFICACIÓN DEL TEST GESTÁLTICO VISOMOTOR DE BENDER

El Test Gestáltico Visomotor de Bender (TGB, Bender, 1938) no necesita mucha presentación entre los psicólogos investigadores y aplicados, pues por décadas está dentro de los instrumentos más utilizados (Archer & Newsom, 2000; Sullivan & Bowden, 1997). Las variaciones de esta prueba ponen retos a los usuarios respecto al entrenamiento e interpretación de sus resultados (Dana, Field & Bolton, 1983). Una de estas variaciones estructurales fue la versión abreviada de solo seis diseños, aplicada a niños pequeños y derivada del trabajo de deHirsch, Jansky y Langford (1966). La versión abreviada del TGB, en sus inicios, se calificó con el Sistema Koppitz (1984), dentro de baterías de despistaje (screening) del riesgo de problemas académicas en los primeros años de escolaridad, demostrando que una parte de la varianza en el rendimiento de pruebas estandarizadas escolares puede ser explicado por estas versiones (Telegdy, 1974a; Telegdy, 1974b; Telegdy, 1975; Wallbrown, Engin, Wallbrown & Blaha, 1975; Wallbrown, Wallbrown & Engin, 1974). Los estudios anteriores sobre la forma modificada sugieren su efectiva contribución para predecir el estatus de rendimiento académico, así como los puntajes de pruebas estandarizadas de rendimiento en un tiempo posterior. Estos estudios se han efectuado en población norteamericana y sus hallazgos podrían ser limitados a las características de medición y de la muestra evaluada. Hasta la fecha, parece que las versiones del TGB diferentes a la versión desarrollada por Koppitz no han atraído tanto la atención de los investigadores ni profesionales del habla hispana en el área escolar, de tal modo que su difusión se ha limitado a las originales publicaciones en, por ejemplo, el habla inglesa. Frente al Sistema Evolutivo de Koppitz (SEK, 1984), en el área de la evaluación actual de la habilidad visomotora en niños hay un sistema de calificación más reciente y aún poco conocido en el habla hispana: el Sistema de Calificación Cualitativa (SCC, Brannigan & Brunner, 1989; 1996; 2002), que se aplica a la versión modificada del TGB. Esta versión fue modificada para niños entre 4 y 8 años, basándose en las sugerencias de la misma Bender

sobre la elección de las láminas y el sistema de puntuación (Brannigan & Brunner, 2002) derivados de los trabajo de deHirsch (deHirsh et al., 1966; Jansky & deHirsch, 1972) y de Keogh y Smith (1961). Las investigaciones comparando la eficacia del SCC y del Sistema Evolutivo de calificación de Koppitz indican que los coeficientes de validez tienden a ser sistemáticamente más elevadas usando el SCC (Brannigan & Brunner, 1991; 2002; Chan, 2002). De estos estudios se puede identificar que el enfoque ordinal del SCC captura mejor los cambios evolutivos en el desempeño medido por el TGB. En Latinoamérica, específicamente en Brasil, ha aparecido recientemente un sistema de calificación cuyo proceso de elaboración se fundamentó en la adaptación de la formulación original de Koppitz, enfatizando el grado de distorsión de los diseños reproducidos. Este sistema, el Sistema de Puntuación Gradual (SPG, Sisto, Noronha & Santos, 2006), usó métodos basados en la teoría clásica de los test y la teoría de respuesta al ítem. Propuso un sistema ordinal que pudiera expresar mejor las variaciones en el desempeño visomotor y ha demostrado tener mejores propiedades psicométricas que el SEK (Noronha & Mattos, 2006). Las versiones de calificación del TGB se incluyen en la evaluación psicológica como un soporte para explorar el estado actual del niño; sin embargo, su efectividad debería ser puesta a prueba mediante la comparación entre varias modalidades de calificación del TGB. Por este motivo, el objetivo de la presente investigación es comparar la validez de los puntajes de tres versiones de calificación de TGB, respecto a un criterio de habilidad intelectual y de rendimiento pre-académico. Estos sistemas de calificación se derivan de dos conceptualizaciones diferentes del modo de calificación del desempeño visomotor: uno de naturaleza continua y evaluación global de los diseños (SCC), y los otros de naturaleza discretas y basados en la puntuación del error (SEK y SPG). Esta comparación es exploratoria y en pequeña muestra, y permitiría observar el comportamiento psicométrico de estos sistemas

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de calificación en las condiciones habituales en que puede ocurrir la evaluación psicológica en el ejercicio profesional; es decir, en pequeñas muestras y con alternativos métodos que en combinación pueden ayudar a tomar decisiones sobre las características de desarrollo del niño evaluado.

se distribuyó levemente con asimétrica negativa, según los resultados de una prueba de inteligencia (ver la sección Instrumentos).

MÉTODO Participantes Los participantes de la muestra fueron 32 niños y niñas, de una edad promedio de 62.4 meses (DE = 3.97 meses; Mín. = 62 meses; Máx. = 80 meses), todos provenientes de varias instituciones educativas preescolares de gestión estatal, en la etapa de ingreso al primer grado de educación primaria (entre octubre y febrero del siguiente año escolar). Las características básicas de este grupo aparecen en la Tabla 1. El distrito de procedencia de la muestra tiene principalmente áreas urbanizadas y es considerado como una población menos pobre (quintil 4), y sus indicadores de pobreza son menos severos que otros distritos en la provincia Lima (FONCODES, 2006). Dado que las características funcionales, estructurales y organizacionales de estas instituciones educativas preescolares son similares entre ellas, se puede asumir una similitud en el monto y ritmo de experiencias de aprendizaje de los niños participantes frente a los de la población en Lima. Debido a la zona de ubicación de los colegios, las familias de los niños alcanzan mayormente el nivel de instrucción secundario básico, las madres tienden a pasar más horas con el niño, se ocupan del hogar y eventualmente realizan actividades económicas independientes; y mayoritariamente, las familias de los niños conviven con otros miembros de la familia extendida. Por lo tanto, los hogares de los niños lo integran generalmente más de tres miembros, con padres de condición civil de casados o convivientes, y pertenecientes a la clase media o menos, percibiendo alrededor de 1000 nuevos soles mensuales, o menos. La habilidad cognitiva general de los niños

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93 VALIDEZ COMPARATIVA DE TRES SISTEMAS DE CALIFICACIÓN DEL TEST GESTÁLTICO VISOMOTOR DE BENDER

Tabla 1 Información demográfica de los participantes

Sexo Varón Mujer Orden de nacimiento 1ro 2do 3ro 4to Ocupación de la madre Casa Trabajo Instrucción de los padres Madre (Padre) Primaria incompleta Primaria completa Secundaria incompleta Secundaria completa Técnico incompleta Técnico completa Universidad incompleta Universidad completa Estado civil (Madre) Casada Conviviente Separada Divorciada Convivencia familiar Ambos padres Solo un padre Con otros

N

%

19 13

59.4 40.6

15 11 4 2

46.9 34.4 12.5 6.2

24 8

75.0 25.0

2 (1) 2 (1) 9 (5) 10 (13) 4 (4) 3 (6) 1 (1) 1 (1)

6.2 (3.1) 6.2 (3.1) 28.1 (15.6) 31.2 (40.6) 12.5 (12.5) 9.4 (18.8) 3.1 (3.1) 3.1 (3.1)

10 20 1 1

31.2 62.5 3.1 3.1

29 2 1

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Tabla 2 Información descriptiva de los puntajes de las pruebas aplicadas. Min

Máx

M

DE

Reconocimiento de Letras y Palabras

1

18

8.25

5.67

Habilidades Fonológicas

0

17

8.69

5.00

Percepción Visual

0

21

12.81

6.34

Habilidades Cuantitativas

0

23

14.31

7.16

Vocabulario/Conceptualización

0

20

13.47

5.01

BDPG – Total

1

94

57.53

25.95

14.60

24.55

19.42

3.13

Sistema Evolutivo de Koppitz (SEK)

3.29

14.55

7.96

3.04

Sistema de Puntuación Gradual (SPG)

3.43

12.93

7.93

3.12

4

27

16.28

5.79

Batería de Despistaje Pre-Académico General

Sistemas de calificación para el TGB Sistema de Calificación Cualitativa (SCC)

Dibujo de una Persona (DAP: IQ)

Batería de Despistaje para Primer Grado (Merino, 2010). Este instrumento explora habilidades preacadémicas para niños que ingresan al primer grado de primaria; las habilidades evaluadas están en un estrecho rango de contenido sobre Conocimiento de Letras y Palabras (18 ítems), Habilidades Fonológicas (17 ítems), Percepción Visual (21 ítems), Habilidades Cuantitativas (23 ítems) y Habilidades de Vocabulario y Conceptualización (20 ítems). Para cada una de estas áreas se obtiene un puntaje derivado de la suma simple de los ítems correctamente respondidos, además de un puntaje total basado en la suma de las subescalas. Los ítems son de tipo opción múltiple, entre tres y cuatro opciones de respuesta. Exceptuando la tarea de Seguimiento de Instrucciones, todas las demás usan estímulos gráficos. Las evidencias de confiabilidad muestran coeficientes KR-20 corregidos por

Horst mayores a 0.79; también, la validez de la estructura interna y su relación con criterios de rendimiento académico ha sido satisfactoria (Merino, 2010). Procedimiento Considerando que se ha reportado su equivalencia con la modalidad de administración individual (Koppitz, 1984: Buckley 1978; Tolor y Brannigan, 1980), la versión abreviada del TGBM se administró también grupalmente, entre 6 a 12 niños por grupo, y en orden balanceado respecto a las otros instrumentos. Se mantuvieron constantes las condiciones de administración grupal estandarizada para minimizar la varianza de error proveniente del proceso de recolección de datos (Bracken, 2000; McCallin, 2006) y en concordancia con las directrices para el uso apropiado de pruebas (Hambleton, 1996;

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International Test Commission, 2000). La calificación de las pruebas las efectuó el autor y una asistente estudiante de psicología, quien recibió un prolongado periodo entrenamiento en el uso de los sistemas de calificación para el BGT. La mitad de los protocolos fueron revisados para verificar el acuerdo de los puntajes, resultando alrededor de un 95% de acuerdo entre ambos calificadores en los tres sistemas de calificación. El análisis correlacional usó la puntuación promedio de los ítems obtenida de ambos calificadores, para así lograr una estimación más confiable del puntaje. El análisis correlacional se efectuará por correlaciones Pearson de orden cero y correlaciones lineales parciales de 2do orden. Las variables de control serán la edad (medido en meses) y el puntaje de habilidad intelectual como es medido por el DAP: IQ. Considerando el tamaño de la muestra y la inestabilidad de los resultados consecuente con esta limitación, se aplicarán unos métodos que proponen dar más información a las estimaciones de habilidad de los evaluados, derivados de la suma de los puntajes a los ítems. Aun cuando la suma de las respuestas a los ítems es el más directo indicador del nivel de atributo del evaluado (Ramsay, 1995), el presente estudio usará estimaciones más precisas de la habilidad evaluada. Estas estimaciones se obtendrán desde un modelo no paramétrico de teoría de respuesta al ítem (TRI), propuesto por Ramsay (1991), y que aplica una técnica basada en el análisis funcional de datos (Ramsay, 1991; Ramsay & Silverman, 2005) que son estimaciones no paramétricas directas de las funciones de respuesta al ítem y que contrastan con los métodos TRI usados por el modelado paramétrico. Los modelos TRI no paramétricos emplean toda la información disponible de las respuestas a los ítems para hacer una estimación del atributo latente que subyace al puntaje directo, prescindiendo de un modelo a priori (Sachs, Law, Chan & Rao, 2001). Los cálculos necesarios para las estimaciones a nivel de los ítems y del puntaje en el atributo latente se hicieron por medio del programa Testgraf (Ramsay, 1995; 2000). La aplicación apropiada de este modelo requiere la

determinación de un ajuste para calcular la función de respuesta del examinado, sustentado en las técnicas kernel. Estos métodos usan un parámetro (h) de suavizamiento (smooth) de curvas distribucionales para un mejor ajuste de los datos a una función de distribución no paramétrica. El parámetro de suavizamiento h sugerido por Testgraf fue 0.55 (calculado como 1 aaaaaaaaaaaaaa h = 1 . 1 N 5 ). Las estimaciones de habilidad se aplicarán para todos los puntajes usados. Por otro lado, ya que los sistemas SCC y SPG usan un procedimiento graduado de puntuación, las estimaciones de los parámetros de los ítems tienden a más precisos y podrían demandar menos ítems para los puntajes de atributo latente aa (Ramsay, 2000); en la situación del SEK, con q ítems dicotómicos, esta regla no se aplica. Pero la cantidad de sus indicadores (18 ítems o indicadores) permite aceptar los parámetros estimados por Testgraf, ya que se sugiere que un instrumento contenga 15 o más ítems (Ramsay, 2000). En el análisis correlacional del presente estudio, se utilizarán estimaciones del atributo latente (habilidad visomotora) en la misma métrica del puntaje total que varió entre 2.5 desviaciones estándares alrededor de la media. RESULTADOS Convergencia entre los sistemas de calificación. Primeramente, se observan las asociaciones lineales entre los sistemas de calificación. Las correlaciones convergentes ajustadas por edad y habilidad intelectual fueron bajas respecto a sus magnitudes no ajustadas, pero superiores a |0.50| (Tabla 3). Adicionalmente, se puede detectar un patrón en las magnitudes de estos coeficientes. El puntaje de SCC correlaciona más elevado con SPG y menos con SEK, y este último correlaciona algo más elevado con SPG que con el SCC. Este patrón puede sugerir la comunalidad de algunos aspectos específicos que se puntúan en los sistemas, como la exactitud de la copia versus puntuación de errores o el grado de cuantificación del puntaje ordinal versus puntaje discreto.

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97 VALIDEZ COMPARATIVA DE TRES SISTEMAS DE CALIFICACIÓN DEL TEST GESTÁLTICO VISOMOTOR DE BENDER

Tabla 3 Correlaciones entre los sistemas de calificación y criterios: r parcial y correlación de primer orden (entre paréntesis) SCC

SEK

SPG

Sistemas de calificación Sistema de Calificación cualitativa (SCC) Sistema Evolutivo de Koppitz (SEK) Sistema de Puntuación Gradual (SPG) Variables control

1 -0.536 (-0.694)

1

-0.639a (-0.781)

0.591a (0.776)

1

0.522a

-0.231

-0.338

a

a

-0.673a

Edad en meses DAP:IQ

0.552

-0.664

Variables criterio Reconocimiento de Letras y Palabras Habilidades Fonológicas

0.542a (0.722)

-0.508a (-0.731)

-0.482a (-0.729)

0.373b (0.609)

-0.446b (-0.713)

-0.354 (-0.67)

Percepción Visual

0.354 (0.608)

-0.239 (-0.551)

-0.126 (-0.507)

Habilidades Cuantitativas

0.477c (0.679)

-0.378b (-0.644)

-0.417b (-0.68)

Vocabulario/Conceptualización

0.345 (0.594)

-0.301 (-0.527)

-0.325 (-0.57)

BDPG – Total

0.520a (0.72)

-0.44b (-0.71)

-0.41b (-0.71)

a

: p < 0.008 (p ajustado con el método Bonferroni) : p < 0.05 c : p = 0.008 b

Correlaciones con criterios externos. Las correlaciones no corregidas por el efecto de la edad y la inteligencia no verbal fueron más elevadas, como era de esperarse (Tabla 3), ya que una parte de la varianza total correspondiente a estas covariables aún no fue removida para estimar mejor las correlaciones. Luego de la remoción de estas covariables, nuestros resultados indican que el SSC tiende a compartir más varianza común con el criterio de habilidades preacadémicas, en lugar que los sistemas basados en errores. Exceptuando el puntaje de las habilidades de discriminación fonológica, la varianza compartida con los puntajes de SSC ha sido alrededor de 24%, mientras que para el SEK y SPG fue 19% y 16% de la varianza compartida, respectivamente. El patrón de las correlaciones parciales entre los sistemas basados en errores (SEK y SPG) y los

puntajes criteriales ha sido bastante similar y ligeramente mayor para el SEK; sin embargo, ambos han tendido a ser menores respecto al SCC. El monto de diferencia entre las correlaciones de primer orden y las correlaciones parcializadas mostró que los sistemas basados en puntuaciones graduadas retuvieron más varianza aún después de controlar los efectos de la edad y la habilidad intelectual. Esto fue particularmente observable en el SSC, pues la varianza mediana aún retenida en este sistema fue mayor (6.19%) frente al SEK (5.4%). la varianza retenida en el SPG fue 5.21%, una valor entre las dos magnitudes anteriores.

DISCUSIÓN En las pocas investigaciones hispanas sobre las habilidades visomotoras, una de las áreas

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menos frecuentemente estudiadas en la validez de las pruebas visomotoras es la comparación de sus correlaciones con constructos (Lacks, 1999); por lo tanto, el objetivo del presente estudio fue estimar y comparar varios sistemas de calificación para una versión abreviada del TGB, específicamente el Sistema de Calificación Cualitativa (SCC, Brannigan y Brunner, 2002), el Sistema de Puntuación Gradual (SPG, Sisto et al., 2006) y el Sistema Evolutivo de Koppitz (SEK, Koppitz, 1984). Observando las correlaciones concurrentes entre los sistemas de calificación, los resultados convergen con el patrón de las estimaciones correlacionales en muestras americanas (Brannigan & Brunner, 1991; Parsons & Weinberg, 1993; Schachter, Brannigan & Tooke, 1991) y en una muestra china (Chan, 2002); es decir, las correlaciones entre los sistemas en las edades de la muestra de estudio son elevadas y mayormente sobre 0.50. Sin embargo, en los estudios citados no se controlaron los efectos de la edad ni de la habilidad intelectual. En la muestra de estudio, luego de parcializar los efectos de la edad y de la habilidad cognitiva no verbal, las correlaciones bajaron sustancialmente, pero aun así las asociaciones explicaban un significativo monto de varianza compartida en niveles considerados, montos que se pueden considerar de nivel moderado o elevado (Cohen, 1992). Otro patrón existente de correlaciones fue que los dos sistemas con una puntuación ordinal (SCC y SPG) muestran correlaciones algo más elevadas, y que el sistema ordinal que califica el similitud de las reproducciones con respecto a los diseños (SCC), mostró correlaciones de mayor magnitud que los sistemas que puntúan los errores en el desempeño visomotor (SPG y SEK). Este patrón es consistente con los aspectos conceptuales y técnicos de estos sistemas, pero sugiere que el grado de asociación está influenciado por el modo de escalamiento y por el aspecto que se califica en el desempeño visomotor. La diferencia de la varianza separada de los puntajes debido a la edad y habilidad intelectual con las medidas de visomotricidad fueron parecidas, pero algo menores en el SCC. Esto parece sugerir que el puntaje del SCC incorpora un poco más al efecto de la edad en la

variabilidad de sus puntajes, y por lo tanto podría ser más sensible a la edad que el SEK y SPG. Sin embargo, se requiere una confirmación de esto en una muestra más grande para obtener más estabilidad en los resultados. Las magnitudes de estas correlaciones están en la línea de los resultados entre medidas de visomotricidad, en que la varianza compartida generalmente entre ellas supera alrededor 40% (por ejemplo, Beery, 2000; Brannigan & Brunner, 2002; Brannigan & Decker, 2003; Sisto et al., 2006). Pero también se reconoce cierta varianza no explicada que indica que los sistemas de calificación proporcionan información diferente, correspondiendo a aspectos tales como varianza específica y varianza de error. Estas variables van más allá de la influencia de la edad y la habilidad intelectual, y podrían referirse a las habilidades atencionales, la habilidad motora o la capacidad perceptual visual. Otro aspecto revelado es que el SCC mostró que las correlaciones entre sus puntajes y las variables de criterio estudiadas (habilidades preacadémicas) reportan más varianza común, frente a dos sistemas enfocados en un diferente marco de evaluación del desempeño visomotor. Esto indica que un sistema de calificación orientado hacia la “bondad de ajuste” entre el diseño y la respuesta de copiado logra recuperar más información y permite más variabilidad lineal que los sistemas en que se observa el error, la distorsión del diseño o la “maldad del ajuste” entre el diseño y la copia realizada. Estudios previos han cuestionado sistemas de calificación que enfatizan el error de las reproducciones y en la observación atomística de las reproducciones en el test de Bender (Brannigan & Brunner, 2002; Brannigan & Decker, 2003; Decker, 2008b; Keogh & Smith, 1961; Moose & Brannigan, 1997) u orientada a “signos” (Keogh, 1969). En convergencia con ello, los resultados permiten considerar que el marco de puntuación construido para valorar el grado de exactitud entre el estímulo y su copia tiene un mejor poder discriminativo con criterios de rendimiento preacadémico, además de capturar

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99 VALIDEZ COMPARATIVA DE TRES SISTEMAS DE CALIFICACIÓN DEL TEST GESTÁLTICO VISOMOTOR DE BENDER

mejor los cambios producidos por desarrollo de la habilidad visomotora que los sistemas objetivos (Brannigan & Brunner, 1989, 1991, 1996, 2002; Decker, 2008a, 2008b; Moose & Brannigan, 1997). Los resultados presentados deben ser atenuados por un aspecto que impone sus limitaciones, es decir el tamaño muestral, pues esto compromete la generalización y estabilidad de los estadísticos obtenidos, y se requeriría más tamaño muestral para detectar significancia estadística en varias de las correlaciones halladas (Cohen, 2007). Aunque varias de las correlaciones halladas no fueron estadísticamente significativas, la magnitud de ellas generalmente no ha sido pequeña, sino moderada; la significancia estadística es fuertemente afectada por el tamaño muestral (Cohen, 2007). En contrapartida con esta limitación, también debe reconocerse que la magnitud de las correlaciones ha estado entre las halladas frecuentemente en la literatura correlacional entre los puntajes del BGT y criterios de rendimiento académico; así, la similaridad de nuestros resultados con los reportados puede indicar evidencias de una aceptable replicación. Finalmente, aunque la incorporación de estimaciones no paramétricas en el marco de la teoría de respuesta al ítem puede ofrecer estimaciones más precisas de la habilidad de los sujetos, aún se considera necesario la extensión de este estudio en una muestra más grande para obtener mayor poder estadístico y protegerse contra error Tipo II (Cohen 2007). Pero la limitación respecto al tamaño muestral no remueve una importancia práctica de este estudio: que calificaciones ordinales pueden ser teóricamente mejor implementadas e interpretadas que los sistemas basados en error, y demostrar mejor validez de constructo en la evaluación de los cambios evolutivos (Decker, 2008a; 2008b) debido a que no subestiman las correlaciones. De ello puede deducirse que si el profesional o investigador requiere crear un sistema de calificación, podría tener una mejor justificación implementar un sistema ordinal y aproximado de la naturaleza continua del

constructo medido. El estudio preliminar presentado puede ser una referencia relevante en la validez de constructo de diferentes versiones del TGB no comparadas anteriormente y que pueden ser consideradas como instrumentos modernos en la práctica evaluativa, considerando que cada versión pone retos en el entrenamiento, la interpretación y validación (Dana et al., 1983) y un énfasis diferente en la evaluación de la visomotricidad. Otra justificación para usar versiones modernas del TGB es respecto a las normas de interpretación. La información disponible sobre las normas publicadas en medios científicos latinoamericanos indica que muchas de ellas tienen un existencia de más de 15 años (Brito, Alfradique, Pereira, Porto & Santos, 1998; Brito & Santos, 1996; Casullo, 1988; Chang, 1990; Kroeff, 1992, 1988), y como actualmente hay versiones del TGB con una conceptualización distinta al modelo de Koppitz que incluyen métodos psicométricos modernos, debería de cuestionarse el uso del Sistema evolutivo de Koppitz como una referencia fundamental para la práctica normativa del desarrollo visomotor actual, aunque con continuo valor clínico.

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Recibido: 8 de diciembre del 2010 Aceptado: 18 de diciembre del 2010

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ARTÍCULOS DE REVISIÓN



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EL CONCEPTO DE GRATITUD DESDE UNA PERSPECTIVA PSICOLÓGICA Tomás Caycho Rodríguez* Universidad Inca Garcilaso de la Vega

RESUMEN Se presenta una revisión del concepto de gratitud desde una perspectiva psicológica. Así, la gratitud, como comportamiento afectivo, es una reacción consciente que conlleva un proceso evaluativo, claramente positivo, de un sujeto que recibe un favor de un dador, o de otra persona que lo sustituye, y que se expresa a través del agradecimiento. Pero la gratitud no se extingue con el agradecimiento. Tiene en la memoria su componente cognitivo el cual, a menudo, le atribuye intemporalidad a las buenas acciones. Se presenta también una visión panorámica de la psicología positiva buscando contextualizar el estudio científico de la gratitud, brindando además algunas líneas de investigación que se desprenden del tema. Palabras claves: psicología positiva, gratitud, comportamiento afectivo, memoria.

THE GRATITUDE CONCEPT FROM A PSYCHOLOGICAL PERSPECTIVE ABSTRACT The investigation presents a review of the gratitude concept from a psychological perspective. In that way, as an affective behavior, it is a conscious reaction, which produces an evaluative process, clearly positive, of a subject who receives a favor from a giver, or a substitute person, and it is express through thankfulness. But gratitude does not extinguished with thankfulness, it has in its memory a cognitive component which, usually, attributes timelessness to good actions. Also, it is presented a panoramic vision about the positive psychology to contextualize the scientific study of gratitude, additionally; it gives some investigation lines that provide the theme. Key words: positive psychology, gratitude, affective behavior, memory.

O CONCEITO DE GRATIDÃO DE UM PSICOLÓGICO RESUMO A revisão do conceito de gratidão de uma perspectiva psicológica. Assim, gratidão e comportamento afetuoso é uma reação consciente, levando a um processo de avaliação claramente positiva, um assunto de receber um favor de uma pessoa ou de outros doadores que substitui, e é expressa através da valorização (Blumenfeld, 1962). Mas a gratidão não se extingue com gratidão, a memória tem componente cognitivo que muitas vezes atribuída a intemporalidade boas ações. Ele também apresenta uma visão geral da psicologia positiva buscando contextualizar o estudo científico da gratidão, também fornece algumas linhas de pesquisa que emergem do assunto. Palavras-chave: psicologia positiva, a gratidão, o comportamento emocional, memória.

Correspondencia: *tcaycho@uigv.edu.pe

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El inicio de un nuevo milenio trae siempre consigo importantes cambios psicológicos y sociales. Las disciplinas evolucionan, adaptándose a las necesidades sociales y las exigencias de la época en que actúan (Ardila, 1997). Uno de estos maravillosos avances para nuestra profesión es la Psicología Positiva (Gonzales, 2004; Gable & Haidt, 2005). A lo largo de la literatura psicológica son frecuentes los trabajos orientados al estudio de comportamientos emocionales que conllevan malestar psicológico de la persona (Gillham & Seligman, 1999). El énfasis que ha recibido la investigación, por ejemplo, de la depresión (Beck, 1967, Ugarriza, 2009), malestar psicológico (Brenlla & Aranguren, 2010), ansiedad (Vallés, 2008), desesperanza (Beck & Steer, 1988; Aliaga, Rodríguez, Ponce, Frisancho & Enriquez, 2006) obedece, probablemente, a que constituyen desórdenes de la conducta que requieren de intervención psicológica o psiquiátrica (Alarcón, 2000). En virtud de esta orientación, en muchas oportunidades, al concentrarse en el análisis de las características disfuncionales, los psicólogos dejan a un lado la evaluación de las posibilidades o factores protectores con los que las personas cuentan (Casullo, 2007), como la satisfacción con la vida (Diener, 1984; Diener, Suh, Lucas & Smith, 1999; Diener, 2000; Diener, Oishi & Lucas, 2003), felicidad (Seligman, 2004; Bengt, 2007; Alarcón, 2009a), capacidad de perdón (McCullough, Pargament & Thoresen, 2000; Casullo, 2005), sentido del humor (Cassaretto & Martinez, 2009; Kuiper & McHale, 2009; Martin, 2007), afectos positivos (Diener & Emmons, 1985; Diener, Sadvick & Pavot, 1991; Fredickson & Losada, 2005), gratitud (Watkins, Woodward, Stone & Kolts, 2003; Bono, Emmons & McCullough, 2004; McCullough, Tsang & Emmons, 2004; Bartlett & DeSteno, 2006); entre otros. Frente a esta visión tradicional del quehacer psicológico, la Psicología Positiva brinda una nueva manera de abordar los fenómenos psíquicos, relacionados con el logro de la salud y la adaptación a diversos contextos sociales y culturales. Esto no sugiere abandonar la

investigación de los comportamientos denominados negativos, pues el avance de la investigación psicopatológica será siempre necesario; más bien, propone un complemento a estos estudios, logrando así una mejor comprensión de la persona (Seligman, 2004). En el año 2000, Martin Seligman, de la Universidad de Pensilvania, y Mihaly Csikszentmihalyi, de la Universidad de Clarenot, publicaron en la revista American Psychologist, un número monográfico especial que lleva por título: “Felicidad, Excelencia y Óptimo Funcionamiento Humano”, dedicado a una nueva área de la psicología, denominada Psicología Positiva, dando el anuncio formal o partida de nacimiento del nuevo movimiento psicológico (Seligman & Csikszentmihalyi, 2000). Según estos autores, la Psicología Positiva es una ciencia de la experiencia subjetiva. Propone estudiar los procesos que subyacen a las cualidades y emociones positivas del ser humano en busca de mejorar la calidad de vida de las personas (Seligman & Csikszentmihalyi, 2000). De acuerdo a esto, la psicología positiva, como toda orientación psicológica actual, es ciencia y profesión. Como ciencia, estudia los procesos que contribuyen al óptimo funcionamiento individual, grupal e institucional (Gable & Haidt, 2005). Como profesión, busca promover el óptimo funcionamiento de de las experiencias subjetivas (felicidad, esperanza), rasgos positivos (perdón, sabiduría) y virtudes cívicas (responsabilidad, altruismo) (Linley & Joseph, 2004) y prevenir la aparición de psicopatologías a través del desarrollo de rasgos y cualidades positivas. La psicología positiva, si bien privilegia las fuerzas positivas internas, tiene presente también la influencia que sobre ellas ejerce el ecosistema sociocultural donde el individuo se desarrolla (Bronfenbrenner & Ceci, 1994; Bronfenbrenner & Morris, 2006). Numerosa evidencia sugiere, por ejemplo, la influencia de factores culturales en la felicidad de la personas (Lu, Glimour & Kao, 2001; Diener, Oishi & Lucas, 2003). En sus investigaciones, la Psicología

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Positiva usa una rigurosa metodología científica, considerada como el mejor medio para entender en su complejidad la conducta humana (Alarcón, 2009b). Utiliza estrategias metodológicas válidas y confiables que incluyen diseños experimentales (McCullough, Tsang & Emmons, 2004), cuasiexperimentales (Fordyce, 1983), correlacionales (Alarcón, 2000, 2005), estudios longitudinales (Mroczek & Kolarz, 1998) y transculturales (Francis, Brown, Lester & Philipchalk, 1998; Diener, Oshi & Lucas, 2003), empleando, para el tratamiento de los datos, modernos análisis estadísticos (Alarcón, 2005; McCullough, Tsang & Emmons, 2004). En la actualidad, la psicología positiva es una disciplina en pleno desarrollo que se centra en temas importantes para una mejor comprensión de

la persona, ampliando; asimismo, el campo de conocimiento psicológico. Uno de estos importantes temas que en los últimos años ha cobrado mucho interés de parte de la comunidad científica, por sus efectos en el comportamiento es la gratitud (McCullough, Kilpatrick, Emmons & Larson, 2001; McCullough, Emmons & Tsang, 2002). Una perspectiva psicológica de la gratitud Seligman y colaboradores (Seligman, Steen, Park & Peterson, 2005), proponen una clasificación de seis virtudes (1. Sabiduría/conocimiento; 2. Valor/coraje, 3. Humanitarismo, 4. Justicia, 5. Templanza y 6. Espiritualidad) y 24 fortalezas (Tabla 1), en busca de una mejor descripción de la “personalidad positiva”.

Tabla 1 Clasificación de seis virtudes y veinticuatro fortalezas (Adaptado de Seligman et al., 2005) VI R T U D E S S a bid ur ía y C on oc i m i ent o 1. 2. 3. 4. 5.

F ort al eza s em oci ona le s pa ra l ogra r m et as ant e la opos i ci ón ext erna o i nte rna .

A ut e nt i cid a d V a le ntí a P e rs is t enc ia E ner gía

H um a ni ta ris m o 1. 2. 3.

F ort al eza s in t erp ers ona les qu e i nvo lu c ra n a fect i vid a d, a m i st a d, a yuda a lo s de m á s .

B onda d A m or Int e li genc ia S oc ia l

J us ti cia 1. 2. 3.

F ort al eza s cí vic as c om o funda m ent o de u na vi da com u nit a ria s al uda ble . I m pa rc ia lida d L i dera zg o T ra ba jo e n gru po

T em p la nza 1. 2. 3. 4.

F ort al eza s qu e pr oteg en cont ra lo s ex c es os .

P e rdón M odes t ia P r udenc ia C ontr ol p ers ona l

Es pi rit ua li da d/ T ras c ende nc ia 1. 2. 3. 4. 5.

la

C rea t iv i da d C uri osi da d M ent e a bi ert a A m or a l apr endi za je P e rs pec ti va

Va l or y C ora je 1. 2. 3. 4.

FO R T A L E Z A S F ort al eza s co gnit iv a s út il es pa ra a dquis i ci ón y el u s o de l c onoc im ie nt o

F ort al eza s qu e for ja n co nex io n es c on un gra n uni vers o y pro vee n s ig nifi ca dos .

A pr ec ia ci ón de la be ll eza y exc el enc ia G r at itu d E s per anz a H u m or R eli gi os id a d

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108 CAYCHO T.

En la clasificación, virtud hace referencia a un bien propio e intransferible (Alarcón, 2009b) que caracteriza la manera de ser de una persona, que se torna posible si previamente existe una capacidad o potencialidad de ser de un modo determinado (Ferreter Mora, 1969). Fortaleza, se refiere a rasgos mensurables de personalidad. Tras una virtud subyacen fortalezas que permiten identificarla, es decir, es posible conocer la virtud de una persona en función del conocimiento de las fortalezas que muestra. Así, es posible conocer el humanitarismo de una persona en función de su bondad, amor e inteligencia social. La Tabla 1 muestra la gratitud como una fortaleza que configura la virtud de la espiritualidad o trascendencia. Numerosos estudios avalan esta relación (McCullough, et al., 2002; Smith, McCullough & Poll, 2003). El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define la gratitud en los siguientes términos: “Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera” (Real Academia Española de la Lengua, 2001). Esta definición conceptualiza la gratitud como una respuesta positiva, de orden sentimental, generada por el beneficio recibido de una persona o dador. Así, para que exista gratitud debe haber una acción benéfica realizada por una persona en favor de otra que la recibe y que considera como valiosa la acción o bien recibido. Es importante considerar que, de acuerdo a la definición de la Real Academia Española de la Lengua, la gratitud, como conducta, no exige, necesariamente, la culminación de la acción benéfica: basta la intención o el servicio trunco de otorgar un bien para que se manifiesten acciones gratas de recompensa. He aquí un punto de vista muy discutible en esta definición debido a la debilidad del criterio conceptual en que reposaría la gratitud. Desde el punto de vista ético, la gratitud es definida como una virtud moral que, como tal, denota buen comportamiento (McCullogh, Kilpatrick, Emmons & Larson, 2001). Sin embargo, la definición, como comportamiento moral, obliga a agradecer por mandatos

impersonales los beneficios recibidos (Blumenfeld, 1962). Los mandatos son prescripciones imperativas fundamentadas en las costumbres sociales y tradiciones arraigadas. Por ejemplo, los padres están moralmente obligados a cuidar y alimentar a sus pequeños hijos. En muchas culturales, como la nuestra, la gratitud es considerada positiva; en tanto que la ingratitud es moralmente negativa. El papel de las costumbres sociales en el origen de estos mandatos imperativos determina variadas formas de expresión de la gratitud en diversas culturas. Dificultan así su generalización y se los considera, más bien, mandatos relativos, válidos en una sociocultura particular, pero no en otra distinta. No obstante, esto no significa que pueden existir mandatos morales universales. Reconocer y apreciar a la persona que nos brindó ayuda no supone que estemos en deuda con ella. Aunque muchos han sugerido que gratitud y endeudamiento son equivalentes, son esencialmente diferentes (Watkins, Scheer, Ovnicek & Kolts, 2006). La deuda obliga al deudor efectuar un pago al acreedor. Realizada la retribución se extingue la deuda. Al contrario, la gratitud está más allá de una transacción bursátil o deuda monetaria (Gray, Emmons & Morrison, 2001; Tsang, 2006). La gratitud parte de la acción generosa de un dador y del compromiso moral, pero no legal, que adquiere el receptor al recibir un bien o un favor, ya sea de una persona, una entidad pública o privada, o un ser sobrenatural. Es importante subrayar que la acción del dador debe ser necesariamente generosa, y que no se trate de dar un beneficio en busca de recompensas, pues el acto generoso no busca adquirir acreedores con fines de satisfacciones egoístas. Por otro lado, generosidad y gratitud son dos conceptos importantes que denotan excelencia del carácter personal (Emmons, & Sheldon, 2002) y, en cierto modo, complementarios. En efecto, la relación entre estos dos conceptos se inicia con un proceso afectivo de “dar” un bien material, consejo o ayuda a otra persona sin esperar recompensa; la generosidad es una conducta prosocial que apunta a propiciar el bienestar de

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otra persona (beneficiado). De otro lado, como ya lo vimos, la gratitud obliga moralmente agradecer a la persona generosa; a contraer con ella, en cierto modo, un compromiso por el beneficio recibido, experimentando satisfacción y tranquilidad emocional cuando retribuyen el beneficio recibido. Es posible inferir que es una acción cargada de intencionalidad y busca revertir el beneficio realizado por su benefactor. Hay, en esta experiencia, un intercambio recíproco guiado por emociones y afectos morales con tendencia a la mutua cooperación (Bartlett & DeSteno, 2006; McCullough, Kimeldorf & Cohen, 2008; Nowak & Roch, 2006). Un análisis psicológico de la gratitud permite definirla como una reacción consciente de un sujeto que recibe un favor de un dador, o de otra persona que lo sustituyen, y que se expresa a través del agradecimiento (Blumenfeld, 1962). Así, la gratitud es un comportamiento afectivo que manifiesta la persona motivada por el beneficio recibido, actúa como estímulo que motiva el comportamiento prosocial con el benefactor. La respuesta elaborada por el receptor del beneficio conlleva un proceso evaluativo, claramente positivo, del beneficio recibido. Sin esta consideración positiva no surgirá un compromiso de reciprocidad. No reconocer el valor del bien, subvalorarlo o restarle importancia, es un indicador de ingratitud, común en personas desagradecidas e incapaces de reconocer a quienes les prestan ayuda. En el fundamento de la gratitud yace un profundo sentimiento de agradecimiento consciente de retribuir lo que recibimos, no por cortesía ni por presión externa, sino por una genuina obligación moral (McCullogh, Kilpatrick, Emmons & Larson, 2001). La persona grata reconoce la generosidad de la otra persona. Pero la gratitud no se extingue con el agradecimiento, que actúa como retribución moral. Tiene en la memoria su componente cognitivo, el cual, a menudo, le atribuye intemporalidad a las buenas acciones. Esta característica permite recordar a nuestros seres queridos fallecidos y llevarles flores a sus tumbas; rendir homenaje a nuestros héroes que dieron su

vida en defensa de la patria; o agradecer, en el caso de las personas religiosas, a Dios por los dones recibidos. Todas estas acciones son gestos de gratitud que subyacen en la memoria colectiva de los pueblos. Comentarios finales El objetivo del presente artículo es brindar algunos criterios importantes para una mejor clarificación del concepto de gratitud desde una perspectiva psicológica. Hemos observado que la gratitud, consciente e intencional, como todo comportamiento humano, es sumamente complejo (Emmons & McCullough, 2004); juegan papeles importantes, variables sociales, de normatividad moral, así como variables cognitivas importantes, como la memoria colectiva. Merecen ser estudiadas para una mejor comprensión de la gratitud. Hay mucho por investigar en nuestro medio acerca de la gratitud, su relación con otras variables positivas (McCullough, Kimeldorf & Cohen, 2008) como la esperanza, el perdón (Froh, Yurkewich & Kashdan, 2009), la felicidad, el optimismo (Watkins, 2004, Froh, Yurkewich & Kashdan, 2009) ; asimismo, su desarrollo en diferentes etapas evolutivas, como en el caso de los niños (De Lucca, Grazziotin & Minghelli, 2009), para generar un importante cuerpo de conocimiento (Emmons & Crumpler, 2000) utilizables en programas educativos y reeducativos que, mediante el desarrollo de una conducta agradecida, busquen la promoción del bienestar(Sheldon & Lyubomirsky, 2006; Froh, Sefick & Emmons, 2008) y la felicidad (Watkins, Woodward, Stone & Kolts, 2003) de las personas. Queda a la investigación científica en nuestro país aportar datos empíricos sistemáticos al respecto. REFERENCIAS Alarcón, R. (2000). Variables Psicológicas asociadas con la felicidad. Persona, 3, 149-157. Alarcón, R. (2005). Efectos de los desniveles socioeconómicos sobre la felicidad. Teoría e Investigación en Psicología, 14, 91-112.

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Recibido: 30 de abril del 2011 Aceptado: 2 de junio del 2011

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UNA RESEÑA INTRODUCTORIA A LA PSICOLOGÍA DEL TRÁNSITO Walter Lizandro Arias Gallegos* Universidad Católica San Pablo

RESUMEN En el presente trabajo se exponen los antecedentes históricos y las principales líneas de investigación de la psicología del tránsito, recalcando su importancia en la prevención de accidentes vehiculares y en la promoción de la seguridad vial. Se revisan las instituciones y las publicaciones especializadas en este nuevo campo de la psicología, así como algunas investigaciones pioneras en América Latina y el Perú. Se concluye que la psicología del tránsito es una disciplina de la psicología aplicada que utiliza métodos diversos y que trata los problemas de la accidentabilidad vial con un enfoque preventivo e integral, que empieza a surgir en nuestro país. Palabras claves: Psicología, tránsito, accidentes.

AN INTRODUCTORY REVIEW ABOUT TRAFFIC PSYCHOLOGY ABSTRACT In this work, we expose the historical antecedents and principal lines of investigation of traffic psychology, remarking its importance in prevention of vehicle accidents and promotion of traffic safety. Also, institutions and specialized journals in this new field of psychology are reviewed, so as some pioneer researches in Latin America and Peru. It concludes that traffic psychology is a discipline of applied psychology which uses several methods and treats traffic accident problems with an integral and preventive approach that begins to emerge in our country. Key words: Psychology, traffic, accidents.

A PSICOLOGIA DO TRÁFEGO, BREVE INTRODUÇÃO RESUMO Este trabalho apresenta o contexto histórico e principais linhas de pesquisa de psicologia do trânsito, enfatizando a sua importância na prevenção de acidentes e na promoção da segurança rodoviária. Nós revisamos as instituições e publicações especializadas neste novo campo da psicologia, bem como algumas pesquisas pioneiras na América Latina e Peru. Conclui-se que a psicologia de trânsito é uma disciplina de psicologia aplicada que usa métodos diferentes e discute os problemas de acidente de viação com uma abordagem preventiva e integrada que está surgindo em nosso país. Palavras-chave: Psicologia, acidentes de trânsito.

Correspondencia: *walterlizandro@hotmail.com

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Importancia y antecedentes de la psicología del tránsito Karl Benz fabrica el primer vehículo motorizado el 29 de enero de 1886 (Sáiz, Chisvert & Bañuls, 1997). Desde entonces, hasta la fecha, el parque automotor ha aumentado impresionantemente. En el Perú, el primer automóvil fue importado y traído a Lima por Ricardo L. Flores en 1903. Para 1907 no había más que 25 automóviles en nuestro país (González, 2003); sin embargo, hoy –casi cien años después– se estima que existen aproximadamente dos millones de autos en el Perú. Los automóviles han ido variando sus diseños, haciéndoles más cómodos y seguros, de modo que respondan también a las exigencias estéticas de la época. Por ejemplo, después de la II Guerra Mundial se puso atención al peligro que representan el timón y el tablero. En este último aspecto, los psicólogos industriales, sobre todo aquellos especializados en ergonomía, han participado en el diseño de los tableros de control; escogiendo colores, formas y ubicaciones de las palancas, medidores y botones (Smith & Wakeley, 1977). Ahora bien, dado que el trabajo propio de los interesados en la psicología del tránsito, tiene que ver con la ergonomía y los factores de riesgo psicosocial de los conductores y de los peatones, la psicología del tránsito se ubica como una subespecialidad de la psicología industrial u organizacional, en la medida que estudia a los conductores, siempre que el manejo de un vehículo sea la actividad laboral que le brinda sustento. Schultz (1998) refiere que como la psicología del trabajo estudia la relación entre el hombre y el trabajo en sus múltiples interrelaciones prácticas con el fin de optimizarlas, la precaución de los accidentes en el trabajo es una tarea de innegable importancia por las consecuencias sociales y económicas que acarrean. Es evidente que en el área del transporte y especialmente en la trasportación de pasajeros, la accidentabilidad alcanza una mayor relevancia social por las pérdidas humanas y económicas. En el Perú, cada década los accidentes de tránsito ocasionan alrededor de 30.000 muertes. Así, en

nuestro país se registran 30 muertes por cada 10,000 habitantes ocasionadas por accidentes de tránsito. En México son 28; en Colombia, 24; en Chile, 7; y en Argentina 5 muertes por cada 10,000 habitantes (Rosales, Egoavil, Durand, Montes, Flores, Rivera, Alonso, Merino & Rey de Castro, 2009). Entonces el promedio de América Latina y el Caribe es de 17 muertos por accidentes de tránsito por cada 10,000 habitantes, el doble del promedio de víctimas mortales que el promedio mundial. En el mundo, cada año se registran 1.25 millones de muertes por accidentes de tránsito (González, 2003). Además, es la segunda causa de muerte en personas de entre 5 a 25 años, en su mayoría varones (Alfaro, 2008). La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que de no corregirse las causas, el número de muertos por accidentes de tránsito en el mundo aumentará 65 por ciento en el 2012. Este incremento sería de 80 por ciento en los países en vías de desarrollo (Rosales et al., 2009). En consecuencia, la psicología del tránsito es un área de estudio que cobra cada vez más valor entre la comunidad académica y la sociedad. Esta especialidad tuvo sus inicios en el periodo de las entreguerras mundiales, con los exámenes psicotécnicos de aptitud y psicodiagnóstico a los profesionales del transporte de ferrocarriles y vehículos (Civera et al., 2006). Uno de los psicólogos pioneros en este campo ha sido el cubano Emilio Mira y López. Emilio Mira y López (1896-1964) ingresa en 1919 al Laboratorio de Psicofisiología del Instituto de Orientación Profesional, que luego sería el Instituto de Psicología Aplicada y Psicotecnia. Aquí comienza su vinculación con la seguridad vial y la psicología laboral, de modo que en 1922, Mira y López presenta un proyecto al ayuntamiento de Barcelona en el que propone el establecimiento de exámenes médicos, antropométricos, sensoriales y psicológicos para los aspirantes a conductores urbanos. El proyecto se aprobó y luego las evaluaciones se ampliaron a pilotos y otros trabajadores públicos. Luego, en Brasil realiza labores de orientación y selección de profesional desde 1945 y funda el Instituto de

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Seleção y Orientação Proffisional de la Fundación Getulio Vargas. Junto con Lorenço Filho funda también la Asociação Brasileira de Psicología Aplicada y desde allí empieza a evaluar en 1951 a los aspirantes al permiso de conducir por medio de entrevistas, pruebas de personalidad y pruebas de aptitud (Hoffman, Tortosa & Carbonel, 1994). En el Perú, Alarcón (2000) refiere que los exámenes psicotécnicos para obtener licencia de chofer datan de la década del 40’, realizados por Pastor Carranza y Santiago Valdizán, y se comentan en un opúsculo publicado en 1945 con el titulo Eficiente profilaxia en los accidentes de tráfico. Sin embargo, en uno de los primeros números de la revista Amauta se señala que la evaluación psicotécnica de los conductores data de 1926. Hoy en día, en el artículo 112 que trata sobre la “habilitación para conducir” del Reglamento Nacional de Tránsito refrendado con el Decreto Supremo Nº 083-2001–MTC, se establece como requisito para la obtención de la licencia de conducir para todas las clases y categorías el certificado de aptitud psicosomática. El término “aptitud psicosomática” hace referencia a la capacidad y competencias de idoneidad personal para aprender y desarrollar con eficiencia tareas específicas en cuanto a la conducción, podrá ser mensurada cuantitativa y cualitativamente por el profesional especializado: el psicólogo (Morocho, 2002). Así la ley peruana faculta al psicólogo como especialista competente para la realización de las evaluaciones a los conductores que desean obtener la licencia de conducir. De hecho, el Colegio de Psicólogos del Perú cuenta con la división para esta especialidad con la nominación de “Psicología del tráfico y la seguridad” (Ponce, 2010). Pero la psicología del tránsito no se limita a la evaluación de los conductores. En ese sentido, la psicología social aplicada al transporte y a la seguridad de tránsito ha evolucionado desde el estudio de aptitudes hacia el de las actitudes de los usuarios de las vías. De ahí que se han estudiado las actitudes de los peatones hacia la seguridad

vial y se han diseñado programas que alientan a los peatones y a los conductores a seguir las normas de tránsito y a desarrollar una conciencia de seguridad vial (Ferrández, Vallejo, Ibáñez & Vidal, 2006). Aunque son pocas las evaluaciones de tipo experimental acerca de los efectos de tales campañas, Conejera, Donoso, Moyano, Peña y Saavedra (2003) aplicaron la Escala de Actitud hacia el Comportamiento Infractor, con un 0.74 de confiabilidad, antes y después de la proyección de cuatro videos basados en la teoría del comportamiento planificado Ajzen. Esta teoría plantea que existen tres factores que determinan la intención conductual: la actitud hacia la conducta o la creencia de que el comportamiento le permite lograr ciertos resultados, la norma subjetiva o lo que ciertos grupos piensan qué se debería hacer y el control conductual percibido, es decir, la autoeficacia percibida sobre la ejecución del comportamiento en cuestión. Estos componentes tienen un rol importante para modificar la actitud transgresora acerca de manejar por encima del límite de velocidad hacia una actitud más segura. En este estudio se tomó a 60 estudiantes de psicología de la Universidad de Santiago de Chile y se proyectaron avisos de contenidos de orientación predominantemente cognitiva y avisos de contenidos de orientación predominantemente emocional. Tras tres semanas de tratamiento se comprobó que el aviso cognitivo cambia la actitud de cruzar la calle y refuerza la culpabilidad. En este caso, se trata de estudios que ponen énfasis en las acciones persuasivas, la educación y la formación de conductores. Pero otro tipo de estudios versan sobre los factores que afectan el desempeño de los conductores: el sueño (Rey de Castro, 2003; Santin, 2004), la fatiga (Rey de Castro, Rosales & Egoavil, 2009) y el consumo de sustancias psicoactivas como el alcohol (Vásquez, 2004), los comportamientos de riesgo y las medidas de autoprotección, las emociones negativas de los conductores, la agresión y la hostilidad; los factores neuropsicológicos, como por ejemplo, la investigación de Kawano y sus colaboradores, quienes estudiaron el posible riesgo del uso de celular durante la conducción y

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demostraron cómo esta actividad reduce las capacidades de las zonas cerebrales ocupadas en la percepción y atención auditivas (Ledesma, Peltzer & Poó, 2008). Institucionalización de la psicología del tránsito y temas de investigación El ámbito de acción de la denominada psicología del tránsito es suficientemente amplio como para considerarla como una rama independiente de la psicología aplicada. Aunque la APA no tiene una división especial para esta emergente disciplina psicológica, dado el énfasis que pone en las aplicaciones de los conocimientos que provienen de la investigación de peatones, conductores, etc., la Asociación Internacional de Psicología Aplicada (IAAP) creó una división específica en la vigésimosegunda Conferencia Internacional que se celebró en 1990 en Kyoto, Japón. De este modo, la división 13, llamada Psicología del tráfico y el transporte, fue oficialmente establecida en la reunión del comité ejecutivo de la IAAP, en 1994, en Madrid. Fue su primer presidente el profesor T. Rothengatter, pionero en cuanto al desarrollo institucional del área. Asimismo, se edita desde 1998 una publicación especializada en esta línea: “Traffic Psychology and Behaviour”. Un estudio bibliométrico realizado por Ledesma, Peltzer y Poó, (2008) encontró que los trabajos relativos a la psicología del tránsito se han publicado al menos en 312 revistas que recogen algún artículo sobre el tema, de las cuales sólo 10 revistas contienen el 49.5 por ciento de contenidos sobre la psicología del tránsito. También identificaron tres revistas como las más importantes en cuanto a la frecuencia absoluta de artículos publicados. Estas revistas son: Accident Analysis & Prevention, Traffic Psychology and Behaviour y Journal of Safety Research. Se destaca que muchos de los temas que comprende la psicología del tránsito son publicados en revistas de seguridad laboral, salud ocupacional y salud pública. Además, de acuerdo con los datos de Ledesma y sus colaboradores, 15 países recogen el 90 por ciento de la producción total de trabajos en el área. Destacan Estados

Unidos con el 37.8 por ciento de los artículos publicados. Le siguen Reino Unido, Australia, Canadá, Suecia, Nueva Zelanda, Holanda, Finlandia, España, Francia, Alemania, Israel y Noruega, que abarcan el 82.6 por ciento de la producción. Japón, Bélgica, Grecia, Italia, Taiwan, Turquía y Brasil están incluidos entre estos 15 países, pero abarcan sólo el 7.4 por ciento de la producción. A nivel de América Latina, Ledesma y sus colaboradores sólo han identificado 16 trabajos. La mitad corresponden a Brasil. Sin embargo, en Latinoamérica, diversos especialistas han incursionado en el estudio de la problemática de la accidentabilidad y de la seguridad vial. Se destacan los trabajos de los mexicanos Martha Híjar (Híjar, 2000; Híjar, Flores & López, 1996; Híjar, Flores, López & Anaya, 1997; Híjar, Carrillo, Flores, Anaya & López, 1999), miembro del Instituto de Salud Pública de México y Reséndiz (2003), profesor de la Universidad Autónoma de México. En Uruguay se debe mencionar el de Vásquez (2004), y de Santin (2004) en Chile, quienes han estudiado los efectos del alcohol en los conductores y los problemas del sueño dentro del marco de la accidentabilidad vehicular. Nuestro país no es ajeno a este interés, pues la seguridad vial ha captado el interés de médicos y psicólogos. De parte de los médicos, se debe mencionar a Jorge Rey de Castro (Rey de Castro, 2003; Rey de Castro et al., 2009), profesor asociado de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y Edmundo Rosales (Rosales et al., 2009), también profesor de dicha casa de estudios superiores. De parte de los psicólogos, se destaca a Morocho (2002), psicólogo organizacional y profesor de la Universidad San Martín de Porres; Carlos Ponce y Jaime Aliaga (Ponce, Bulnes, Aliaga, Delgado & Solís, 2006), catedráticos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; a Sandra Salazar y Elaine Pereda psicólogas por la Universidad César Vallejo (Salazar & Pereda, 2010). Ponce et al. (2006), por ejemplo, han señalado, en base a sus estudios, que el estado civil

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y el grado de instrucción puede ser un referente para predecir el grado de accidentabilidad de los conductores. De modo que una conducta preventiva es más notoria en los casados y en los que presentan grado de instrucción superior. Por otro lado, una conducta más arriesgada se advierte en quienes tienen problemas de salud, los solteros y en menor grado de instrucción. Además, a mayor tiempo de conducción van mejorando gradualmente los estilos de comportamiento de los choferes en contextos de tráfico. Por otro lado, Salazar y Pereda (2010) evaluaron los niveles de síndrome de burnout en una muestra de 237 conductores de buses interprovinciales. Utilizaron el Burnout Maslach Inventory con un índice de confiabilidad de 0.82 obtenido para su muestra de estudio. Se encontró que el síndrome de burnout no está presente en la mayoría de conductores de ruta interprovincial y que la mayoría son prudentes y responsables. Pero aquellos que puntúan con niveles significativos del síndrome presentan altos niveles de cansancio físico y emocional, así como baja autoestima y escasa motivación de logro, impulsividad e impaciencia, agresividad y tendencias antisociales que les llevan a faltar el respeto a los demás y a no cumplir las normas de tránsito (Salazar & Pereda, 2010). Debido a que el factor humano es responsable del 69 por ciento de los accidentes de tránsito, la mayoría de estudios se han centrado en la conducta del peatón y del conductor. Pero también es fundamental investigar los diversos riesgos de accidentabilidad vial, en función del volumen de tránsito, su composición vehicular, las condiciones del entorno vial y el historial de accidentes. Lamentablemente, existe poco personal capacitado para realizar este tipo de estudios (Mendoza, Abarca & Centeno, 2009). Pero es importante convocar la participación de los psicólogos en tareas de este tipo. De hecho, los psicólogos especializados en psicología del tránsito y psicología ambiental pueden integrarse también a los equipos de trabajo multidisciplinario que trabajan en la planificación urbana y contribuir con ello desde un enfoque psicológico, tomando como base el cúmulo de

conocimientos y de métodos que aporta la psicología (Holahan, 1991). Dentro del ámbito de la evaluación, se han creado diversos instrumentos utilizados en las investigaciones de la psicología del tránsito. Entre ellos, por frecuencia de uso: a) el cuestionario DBQ (Driver Behaviour Questionnare), b) el Inventario de Estilos de Conducción de TaubmanBen-Ari, Mikulincer y Gillath, c) la escala de agresión DAS (The Driver Anger Scale) de Sullman, y d) la Batería de Conductores que edita TEA (Técnicos Especialistas Asociados), y que es usada preferentemente por los psicólogos de habla hispana. Precisamente con estos instrumentos se han llevado a cabo diversas investigaciones. Así, tomando como referente el estudio bibliométrico de Ledesma, Peltzer & Poó (2008), los temas de los artículos que se publican en la mencionada revista Traffic Psychology and Behaviour, abarcan las siguientes categorías: 1) procesos cognitivos y habilidades para la conducción, 2) factores que afectan el desempeño de los conductores, 3) comportamientos de riesgo y medidas de seguridad, 4) diferencias individuales y personalidad, 5) educación y formación de conductores, 6) emociones: estrés, agresión y hostilidad en la conducción, 7) ambiente vehículo y tecnología, 8) neuropsicología, 9) aspectos metodológicos, y 10) comportamiento peatonal. A modo de conclusión Los estudios de psicología del tránsito abarcan, pues, aspectos como: la conducta de los peatones, los choferes y los policías, tanto desde un enfoque de la seguridad vial como de la prevención de riesgos psicosociales. En consecuencia, la psicología del tránsito guarda una estrecha relación con la psicología industrial, la psicología social, la psicología comunitaria, la psicología ambiental, la psicología de la seguridad, la ergonomía o psicología aplicada a la ingeniería, etc. Oblitas (2008), por ejemplo, destaca las relaciones de la psicología del tránsito con la psicología de la salud. En ese sentido, puesto que son múltiples sus nexos con otras especialidades, la psicología del tránsito puede intervenir en un amplio rango de actividades,

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como las siguientes: • Investigar las competencias y habilidades para realizar las tareas de conducción con eficiencia. • Establecer el procedimiento profesional para la evaluación psicológica de aspirantes a la obtención o revalidación de la licencia de conducir. • Investigar los fenómenos psicofísicos que intervienen en la percepción, como base para el diseño de señales de tránsito. • Integrar y contribuir con equipos multi, inter y transdisciplinarios encargados de la planificación urbana. • Fomentar una conciencia de seguridad vial entre los peatones y los conductores. • Identificar las variables de riesgo psicosocial (estrés laboral, estrés ambiental, etc.) de los conductores. • Estudiar las actitudes de los peatones y los conductores hacia diversos mecanismos y dispositivos de seguridad vial. • Aplicar diversos programas de capacitación que reduzcan las conductas de riesgo de los conductores y los peatones. En resumen, la psicología del tránsito es una nueva disciplina en un franco proceso de expansión y crecimiento que busca mejorar la calidad de vida de los distintos actores del tránsito. El psicólogo integra un equipo multidisciplinario y desempeña un importante papel, no sólo como evaluador, sino también como investigador de los factores humanos, medio ambientales y técnicos que provocan los accidentes. Contribuye así al esclarecimiento de sus verdaderas causas y consecuencias; además, permite la apertura de nuevos caminos desde una visión psicosocial y preventiva dentro del enfoque de la seguridad vial. REFERENCIAS Alarcón, R. (2000). Historia de la psicología peruana. De la colonia a la república. Lima: Universidad

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Recibido: 21 de mayo del 2010 Aceptado: 6 de junio del 2010

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VIOLENTAR EL CUERPO Mario Orozco Guzmán* y Jeannet Quiroz Bautista** Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo. México.

RESUMEN Dentro de la fenomenología de la violencia, que irrumpe en las sociedades con sus efectos de desvinculación y terror constante, habría que situar la que emprenden los jóvenes con sus cuerpos. Este trabajo aporta líneas de reflexión sobre la significación que cobra este ejercicio de encarnizamiento con el cuerpo, de vinculación cruenta con el cuerpo, promoviendo sorpresa y angustia en los que reciben su testimonio. Palabras claves: cuerpo, violencia, escarificación, anorexia, adolescencia, goce.

VIOLENCE TO THE BODY ABSTRACT Inside the phenomenology of violence, which forcibly enters in societies with its decoupling effects and constant terror, we should place the one who young people begin with their bodies. This work gives reflection lines about the significance that involves the cruelty to the body, of malicious vinculation with it, promoting surprise and angst in people who testify this act. Key words: body, violence, scarification, anorexia, adolescence, joy.

VIOLENTOS EL CUERPO RESUMO Na fenomenologia de violência que torna a descoberta em sociedades com os efeitos de terror constante e dissociação, deve ser colocado a violência que os jovens empreendem contra seu próprio corpo. Este trabalho fornece linhas de reflexão sobre o significado deste exercício de violência cometido contra o corpo, de cruéis acarretamentos com o corpo, causando surpresa e angústia em que receberam seu testemunho. Palavras-chave: corpo, violência, escarificarão, anorexia, adolescência, gozo.

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Dr. en Psicología por la Universidad de Valencia, España. Profesor-Investigador de la facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores SNI. Miembro de Espacio Analítico Mexicano. Correspondencia: orguzmo@yahoo.com ** Mtra. en Psicología. Profesora-Investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Miembro de Espacio Analítico Mexicano. Correspondencia: jeaquib@yahoo.com

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La experiencia clínica con adolescentes que se escarifican y que presentan el padecimiento de anorexia expone un drama de violencia contemporáneo. Devela una nueva formación de síntoma propia de una coyuntura socio-histórica específica. Desde luego no es posible generalizar experiencias que se dan caso por caso, pero se capta en muchos de estos adolescentes un predominio de relación de odio y sojuzgamiento atroz respecto a sus cuerpos. Con sus cuerpos parecen tomar desquite de sus fracasos o desventuras en sus vínculos y aspiraciones de despliegue como sujetos. Demuestran un terrible ensañamiento en esos actos. Como si el cuerpo fuera otro sujeto con el cual tuvieran que ajustar cuentas pendientes pero de manera bastante cruenta. No parecen tener mucho que decir tanto en las entrevistas como en el proceso analítico. Hablan con su cuerpo y preferentemente hablan de su cuerpo. Freud (1929-30/2000, p. 115) ya había establecido cómo la agresividad que no se manifestaba hacia afuera podía dirigirse contra sí mismo. Esa es parte de la dinámica que aquí se expone. Pero también hemos descubierto que la violencia que se ejerce contra el cuerpo parece derivar de una identificación con un padre terrible, similar al padre primordial mítico descrito por Freud en Tótem y Tabú. Es el padre que al sustentarse como dueño de todos los bienes y de todo Bien, como el del cuerpo, asume un derecho absoluto a hacer con él lo que le plazca. Así se trata de un ejercicio extralimitado de poder, que reproduce la imagen de ese padre, y donde, como dice André Green (1999), “lo que en esta situación cuenta es tanto asegurarse un poder como ocupar el lugar del que lo ejerce a fin de impedirle que lo ejerza sobre uno mismo” (p.42). Situarse en el lugar de quien ejerce el poder y ejercerlo contra el propio cuerpo es una apuesta que puede ser exacerbada en los adolescentes. De esta manera el trabajo se propone dar cuenta de la dinámica subjetiva de ejercicio de un poder violento del yo del adolescente contra un cuerpo que se siente conminado a controlar y dominar.

Desarrollo El contexto de violencia social se entreteje con condiciones donde muchos jóvenes están lejos de tener posibilidades de construirse proyectos desde un lugar de sujetos. Proyectos que puedan subtender las derivaciones de su deseo. Proyectos que puedan darle propiamente cuerpo a sus anhelos de despliegue y compromiso solidario con otros. Entonces, los adolescentes toman revancha con sus cuerpos. El escenario de vindicación y reivindicación de afrentas y agravios a su yo resulta ser el cuerpo de los jóvenes. Como lo manifiesta en su testimonio personal Cielo Latini, cuando reflexiona sobre las decepciones que enmarcan su anorexia: “Siempre me la agarré con mi cuerpo para mostrarle a la gente lo que pensaba” (2010, p. 71). En lugar de integrar focos de movilización sociopolítica muchos adolescentes vuelcan su desaliento social en ímpetu de subversión y dominio atroz del propio cuerpo. Fue Freud (1905/2000) uno de los primeros en lograr discernir algunas vicisitudes de violencia del yo sobre el cuerpo propio o ajeno. La ofrece al adscribir a la estructura pulsional de la sexualidad un componente de agresión. Indicaremos algunas premisas de dicho discernimiento: 1. Avatares del afecto. Freud descubre una forma de violencia contra el cuerpo en la forma de síntoma histérico. La represión recae sobre representaciones que generan dolor a la conciencia, precisamente sobre lo que se conoce c o m o “ d e r Vo r s t e l l u n g s i n h a l t d e r Triebrepräsentanz” (Freud, 1913/1999, p.258), el contenido representativo de la representación pulsional. El cual queda desterrado de la conciencia. Aunque lo reprimido reaparece en la escena de la conciencia atormentándola al cobrar forma de síntoma. Del mismo modo la porción afectiva de aquel contenido sometido a la represión, lo que se denomina como “Affektbetrag” (Freud, p. 258), monto de afecto, por ejemplo la angustia o la culpa, se somatiza en un “überinnervierte Stelle” (Freud; p. 259), lugar

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sobreinervado. Es decir, el afecto recarga el cuerpo o descarga su monto, su peso, su valor, sobre cierto lugar del cuerpo. Es lo que da cuenta del otro costado del síntoma, del costado real del síntoma. Es el afecto sofocado, separado de la representación reprimida, la que vendrá a violentar el cuerpo, al provocarle, en un lugar específico del cuerpo una experiencia de intenso malestar. Ese lugar localiza y focaliza la angustia o la culpa que acompañan a lo que ha sido intolerable para la conciencia. 2. El orden pulsional. Para el yo del sujeto las pulsiones representan las excitaciones provenientes de diversos sectores internos del cuerpo. Ejercen violencia en la medida en que desbordan al sujeto y son indomeñables. Determinan una condición de cuerpo erógeno pues demandan imperiosamente satisfacción. Esta se puede dar de manera primordialmente autoerótica, aunque el montaje pulsional, montaje de placer-displacer se inserta en el cuerpo del otro o inserta al cuerpo del otro. Como dice Lacan: “Lo fundamental de cada pulsión es el vaivén con que se estructura” (Lacan, 2010, p. 185). La estructura organiza un circuito que va del incremento de tensión a la disminución y de ésta a su afán de elevación. La pulsión va y viene del cuerpo, pero también va al cuerpo del otro y viene del cuerpo del otro. Las pulsiones no circulan en solitario, no se reducen a un cuerpo aislado. Implican en su vaivén otro cuerpo que coparticipa de sus demandas y experiencias de satisfacción. En ese vaivén hay violencia desde un principio, según Freud devela, cuando se aproxima a la elucidación de la transformación del sadismo en masoquismo: “El sadismo consiste en una acción violenta, en una afirmación de poder dirigida a otra persona como objeto” (Freud, 1915/2000, p.123). Si tiene este carácter primordial el sadismo (o provisionalmente primordial, pues Freud replanteará la cuestión de un sadismo originario), obliga a interrogarnos: ¿todo sadismo es siempre violento y toda violencia es siempre ejercicio de sadismo? Freud (1915/2000) interpola la

violencia en una condición masoquista donde el sujeto, reducido a piltrafa, a guiñapo manipulado por otro, “goza compartidamente la furia que se abate sobre su persona” (Freud, p.122). Freud introduce un término que sustenta una experiencia donde el placer, en la oscilación con el cuerpo del otro, se amalgama con el dolor. Se trata de la palabra “mitgenießen” (Freud, 1915/1999, p. 220), que alude a “gozar con”. En efecto, el masoquista, pero también el sádico, gozan con el otro, con el goce o con el dolor o la angustia del otro. Es un goce acompañado o que hace compañía y cuyo soporte es el cuerpo, aunque “c'est pas forcément un corps. Parce qu' à partir du moment où on part de la jouissance, ça veut dire 3 que, le corps n'est pas seul, qu'il y a un autre ” (Lacan, 1972). Pero este acompañamiento del goce o este goce que se hace acompañar por otro, por otro goce y otro cuerpo, ejerce violencia en ese traslape de placer y dolor. Se verifica la producción de una experiencia dialéctica en la cual, como afirma Derrida(2001): “el fenómeno del desplacer puede traducir algún placer, una experiencia otra, no fenomenal, del placer” ( p. 265). Es decir, el principio del placer constituye un límite en la economía de los afectos. Sin embargo, ese límite es superado. Si el displacer puede traducirse en placer y éste en displacer es porque en esa economía de los afectos habría que situar al otro. Incluso al cuerpo como otro o al cuerpo del otro. La experiencia de sujeción violenta del cuerpo rebasa el límite de la economía de los afectos. 3. El padre de la violencia o la violencia del padre. Para establecer el origen, la plataforma fundacional de la ley, Freud recurre al mito de un padre cuyo régimen de poder lo comprendía todo, es decir, lo hacía que comprendiera en sus dominios todas las mujeres y todos los bienes. Los “males” los dejaba a sus vástagos sustraídos de este goce de toda mujer y de todo bien. Este padre primordial, jefe de una horda sometida a su veleidad, era calificado como “un padre violento, celoso, que se reserva todas las hembras para sí y

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No es forzosamente un cuerpo. Porque a partir del momento en que se parte del goce. Eso quiere decir que el cuerpo no está solo, que hay otro.

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expulsa a los hijos varones cuando crecen” (Freud, 1913-14/2003, p. 143). Así, el mito propone una violencia original adscrita a un padre egocéntrico y despótico, intolerante y excluyente. Se reserva toda satisfacción y poder para él y destina toda prohibición para los hijos. A su violencia tiránica responde el clan fraterno con violencia, con violencia asesina y caníbal: “los hermanos expulsados se aliaron, mataron y devoraron al padre, y así pusieron fin a la horda paterna. Unidos osaron hacer y llevaron a cabo lo que individualmente les habría sido imposible” (Freud, p. 143). A la violencia del Padre primordial, como extensión o correlación de un presunto poder ilimitado, reacciona otra violencia, la violencia de los otros, para limitar, pero también para incorporar, mediante el acto de canibalismo, dicho poder. Después de este desenlace parricida se impone el levantamiento del tabú, pues se conmina al establecimiento de un pacto que impida que se reitere la secuencia de violencia que va del despotismo a la sublevación. La prohibición en última instancia recae sobre la violencia en acto. Se aplica tanto a un acto que se presenta como abusivo, como abuso de poder del Padre Primordial, como al acto asesino y caníbal contra el padre, ya que este último acto recreaba la violencia del despotismo inicial e iniciático del Gran Padre. Estos tres componentes de la relación del hombre con la violencia de alguna manera están presentes en la subjetividad de aquellos jóvenes que martirizan y atormentan su cuerpo. Aparece el cuerpo angustiado o culpado, el cuerpo en condición de objeto masoquista sometido por un yo sádico y, de manera culminante, un yo violento que se identifica con el padre de la horda. Advertimos que, en este caso, no se desemboca en acto suicida, sino en una serie, que es persistente, de gestos donde se escarifica, se mutila y se somete el cuerpo a cruentos sacrificios. El martirio del cuerpo recuerda aquellas autoflagelaciones a las que los místicos se sometían como una forma de castigar al cuerpo

por considerarse fuente de tentación y raíz orgánica del deseo. La narrativa moderna supedita a las obsesiones sádicas de la disciplina y el control. La novela de James Joyce, El Retrato del artista adolescente, ilustra cómo lo insoportable de la culpa adscrita al desborde del placer obliga a disciplinar punitivamente el cuerpo. Esto se inscribe en un proceso de anulación retroactiva, de tentativa de erradicar de la historia las errancias placenteras del deseo: Había sido prevenido contra los peligros de exaltación espiritual… y tendía también por medio de una constante mortificación más para borrar su pasado pecaminoso que para adquirir una santidad llena de peligros. Cada uno de sus sentidos estaba sometido a una rigurosa disciplina (Joyce, 1999, p.92) Este carácter eminentemente ético del martirio del cuerpo lo podemos encontrar de forma destacada en la autobiografía de Cielo Latini (2006) ya referida anteriormente. Su testimonio es la declaración del cortejo de sujeciones violentas ejercidas contra el cuerpo. Ella castiga su cuerpo porque le parece mucho más fácil como “principio” de anorexia, es decir, apelando al doble sentido del término principio: como el inicio de esta experiencia y como aquello que la rige. Afirma que “El sexo con su compañero era salvaje y violento”, puesto que “quería eso: ser maltratada específicamente” (Latini, p. 104). Pretende morirse de hambre como sacrificio a la diosa de la anorexia, a la excelsa “Ana”, causa sagrada de devoción grupal. Evoca la ascesis mística: “pour communier en Dieu, se fondre dans le Christ, les mystiques se imposaient une terrible ascèse: el corps était la principale cible de ces hommes et de ces femmes pour qui dèvait être sacrifié à la quête du salut”4 (Gélis, 2005, p. 104). El sacrificio punitivo del cuerpo es la violencia persistente de la anorexia. Esta noción de ascesis llevaría a pensar la reconfiguración del mecanismo de defensa que Ana Freud tipifica en la pubertad como ascetismo. Plantea que en el

4 Para estar en comunión con Dios, para fundirse en Cristo, los místicos se impusieron una terrible ascesis: El cuerpo era el principal objetivo de estos hombres y mujeres que tuvieron que ser sacrificados en la búsqueda de la salvación

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adolescente el problema: no se relaciona con la satisfacción o frustración de especiales deseos instintivos, sino con el goce o renunciamiento instintivos en sí… En general desconfían del goce o placer en sí mismos, y su sistema más seguro consiste en oponer al incremento y apremio de sus deseos las prohibiciones más estrictas (Freud, 1974, p. 170) Este mecanismo lo considera como una posición defensiva del yo del adolescente ante sus propias pulsiones. Lo sorprendente es que, a su vez, suscita aquello contra lo que se defiende: el goce. En el rigor atroz y feroz de su prohibición el yo adolescente se complace. Este goce se entiende como una experiencia que aglutina la distensión del placer con la tensión del displacer. Plasma la configuración e incidencia de un eros tanático que permite disfrutar del sacrificio y la renuncia, de la frustración y el castigo. Nasio (2006) define de manera contundente este concepto, pieza clave de esta dinámica psíquica: “Goce quiere decir el máximo de tensión, el máximo de gasto, el máximo de exigencia” (p.75). El cuerpo en estado de goce es algo siempre a punto de reventar. Es llevado a un máximo de displacer, a un extremo de resistencia. De este modo, el goce producido por este ejercicio violento hace que en la oscilación pulsional, por la mediación del otro y el cuerpo del otro, confluyan placer y dolor. Dorian Gray ya definía lo que era el goce cuando admitía “una especie de voluptuosidad en el autoreproche” (Wilde, 1999, p. 58). Latini avista este goce en su apuesta por “ser más dura que nunca” (p. 169) dentro de su cortejo de exigencias anoréxicas. Se vuelve, por esta apuesta, una experta en la valoración médica de la anorexia. Tiene muy claro lo que hay de sistema en esta apuesta de perfección que lleva a un ensañamiento con el cuerpo. Identifica, también en ella, las purgas como método de compensación para aplacar la culpa por permitirse comer, o comer en cierta cantidad que parece inadmisible:

“cortarse y ver correr sangre, golpearse contra las paredes, tirarse del pelo” (p. 148). También nos remite al régimen evacuatorio, principalmente con sangrías, que se llevaban a cabo para purificar el cuerpo del rey en Francia y “pour mieux l'aider à se défendre”5 (Vigarello, 2005, p. 402.) ¿Persiste este afán de depuración, más anímica que corporal, en las anoréxicas? Por eso no sorprende que entre las citas que llegan a la página web de Cielo Latini aparezca una que afirma: “Mi cuerpo es puro…es un pecado corromperlo con comida” (p.152). El mismo cuerpo debe ser siempre aseptizado a través de vómitos o actos de escarificación. Una joven paciente acostumbra martirizarse haciéndose cortes con un vidrio. Debido a que ella “se echa la culpa de todo”. Encuentra en esas cortadas una vía de liberación de ese excedente afectivo. Para eso se constituye en su propio verdugo. No se puede soslayar que este ensañamiento con el cuerpo podría inscribirse en una trama sádica. El sujeto no pretende acabar con su cuerpo de una vez por todas. Las secuencias de violencia contra el cuerpo están pautadas y pausadas. Son memorables y la apuesta consiste en dejar al cuerpo en el suspenso de su inminente aniquilación: Algo es indudable: la relación sádica sólo se sostiene en la medida en que el otro permanece justo en el límite en el cual sigue siendo sujeto ¿No es verdad acaso que la mayoría de las manifestaciones sádicas, lejos de ser llevadas a su límite extremo, permanecen más bien en el umbral de la ejecución, jugando así con la espera, el temor del otro, la presión, la amenaza, observando las formas más o menos secretas de participación del compañero? (Lacan, 2001, p. 313). Puesto que el cuerpo hace las veces del otro, más o menos fiable, más o menos obediente, es llevado al límite de existencia en la apuesta violenta. Está a la espera de su abolición, pendiente, suspendido del cuchillo, navaja, o de la

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Para que le ayudará a defenderse mejor

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dieta extrema. Entonces nos situamos en un ámbito resbaladizo. Es el ámbito de lo perverso, el cual nos recuerda su fondo religioso y moral recubierto por la palabra perversidad: “En el ser humano hay una duplicidad, una <<moral insanity>>; quiere el bien, cree en él y lo dice, pero hace el mal. Lleva a cabo el acto de pervertere, nos dice su raíz, vale decir, de <<tergiversar>> el bien en mal: Lo que era bueno <<se desvía>> y se invierte en su contrario; se hablará de efectos perversos” (Julien, 2002, pp. 99-100). En estos casos precisamente nos enfrentamos a efectos perversos que implican e inciden en el cuerpo. El cuerpo como Bien, como propiedad o como algo que podría ser juzgado como un Bien, se transforma en un tremendo mal. Latini atestigua esos efectos perversos al decir: “Hay muchas maneras de abusar de uno mismo y la anorexia también es una de ellas” (p. 257). El paralelismo resulta paradigmático. Quien abusa violentamente de otro experimenta un arrebato de goce. Y aquel que abusa de su cuerpo haciéndole comer nada o privándole de lo que concibe como “porquerías”, arriba a una sensación jubilosa, gozosa, de victoria implacable. Doblegar al cuerpo como si fuera otro, otro sujeto, suministra una satisfacción poderosa, sadomasoquista. Por eso Nasio (2008) asevera que para las anoréxicas “este dominio insensato del cuerpo constituye un triunfo y su orgullo secreto” (p.60). Este triunfo corresponde al yo que se vive orgulloso de domar su cuerpo. Es también una satisfacción disciplinaria, pues se atiende a una demanda de ideal de severidad. Pero es una satisfacción extrema, exagerada: se disfruta de un cuerpo angustiado, culpabilizado; necesariamente tenso. Dicha satisfacción nos conduce a lo que sobre la adolescencia plantea Hofstein: “Busca bienestar en el exceso” (p.42). En estos juegos sádicos contra el cuerpo sospechamos que está implicado cierto registro del padre. Nos referimos al registro del Padre Primordial violento del mito freudiano, anteriormente indicado. Brinda un efecto de

contraste, pues el padre de anoréxicos, o de chicos que escarifican su piel, en lugar de lastimar da lástima. En algunos pacientes en análisis aparecen expresiones donde el padre se exhibe devaluado, deteriorado. En otros casos, algunos jóvenes que someten su cuerpo a excoriaciones refieren la presencia de un padre débil, torpe o pueril. Aunque en algún momento hayan dado impresión de veleidosos o brutales estos padres finalmente son parte de historias de lo insoportable: “Entonces el sujeto, confrontado con un padre real desvalorizado en el lazo social, sólo mantendrá a este padre vencido por el sacrificio” (Rassial, 2001, pp. 162-163). Los hijos responden consciente o inconscientemente, o a través de sus síntomas, a esta reprobación que recae penosamente sobre el padre. ¿Qué papel juega entonces el Yo de estos sujetos que violentan su cuerpo extremando su resistencia? Podemos decir que asumen el rol de padre violento, de Padre primordial despótico. Ejercen una paternidad tiránica sobre su cuerpo. Étrangement, ce père, comme syntôme abominé, n´a de cesse de faire retour. Il est toujours lá. Et, tout retour du refoulé, il se présentifie sous les coutours d´une formation de l´inconscient. Inversement proportionnel à sa dénégation, le père fait signe dans toute sa démesure. Et il fait par le corps, notamment du côté de la postérité, à son point d´efflorescence. Aujourd´hui , les adolescents greffent l' <<objet>> de leur chair, à fleur de peau. Tatouge, scarification, mutiliation, piercing, implant… la performance médicale a montré la voie. Le <<Phallus>> aujourd'hui, s´e implante. Il s´implante sur les chevilles, autour des yeux… dans la tête! Il s´enfile sous le peau, on l´ agrafe. Bref, il fat fonction d´ecriture. Un peu comme si la méthaphore du pére –toujours déjà-la, mais à chaque fois un peu plus étouffé ,

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devaint maintenant faire scandale pour se faire savoir et trouver à s´inscrire.6 (Godefroy, 2011, p.200-201) La violencia encarnada del padre imaginario evoca un portento de sacrificio divino. En efecto, para la cristiandad , Dios-Padre se encarnó en su Hijo para hacer transmisible su mensaje de redención. Esta encarnación sitúa al cuerpo entre la perfección ideal y el deterioro, entre la inmortalidad y el desgaste real: Créé a l'image de Dieu, l'homme est la plus belle des créatures et, en particulier, le corps du Christ, homme-Dieu, incarne l'idée de la beauté parfaite. Par la meme, le Dieu incarné assume dans sa chair le terrible paradoxe du corps chrétien, image de la perfection créé, témoin de la corruption et de l'abjection de la mort (Arasse, 2005, p. 417-418)7 De esta manera, el cuerpo violentado por los adolescentes evoca la conversión somàtica en la histéria de los afectos intolerables, el vaivén pulsional sadomasoquista y la incidencia, diríamos en carne viva, de una identificación con un padre intolerante. En la medida en que el adolescente concibe su cuerpo como “su único bien”, se obstina en ejercer su papel de dueño buscando el máximo rendimiento posible. Se conduce con su cuerpo como el padre primordial con su horda, como Jehova con su pueblo. Exigiendo y castigando con rencor desmesurado. Acotando, difícilmente nuestros adolescentes encuentran espacios para refundarse como sujetos. La sociedad moderna heroifica a los violentos. Éstos son los amos de la virulencia sádica. Al tomar al cuerpo como objeto de poder

cruel, el adolescente se identifica con un padre ideal. Identificación propia de esta época donde tanto los padres como sus significantes se encuentran en declive. Es el cuerpo lo que debe ser aquello más acorde a una ilusión de sometimiento absoluto. Este imperativo crucial ya se reconocía en el ascetismo místico. Sin embargo, es el Yo el que viene a situarse en el lugar de un Dios presumiblemente muerto en la cultura moderna. Conclusiones La violencia que se representa como síntoma, en las escarificaciones del cuerpo o en los sacrificios anoréxicos a los que se le somete, se manifiesta bajo una condición desdoblada en el sujeto. Por una parte, se encuentra este yo identificado con ideales de dominio y poder, situados en el gran Padre de la horda. Y por otra parte, está el cuerpo que no responde a estos ideales y que se ve empujado a ajustarse rigurosamente a lo que se le demanda. En tal sentido, esta postura es una respuesta “en acto” a la sentencia de la modernidad planteada por Nietzsche y replasmada por Kristeva: “el creador ha muerto, yo lo remplazo” (Kristeva, 1996, p. 99). Es como si de esta manera el adolescente le aportara a su padre juzgado débil o lastimoso en sus testimonios la dosis de potencia agresiva que se requiere para restituirle autoridad. Esa autoridad que las transformaciones de la modernidad le habrían sustraído.

REFERENCIAS Arasse, D. (2005) La chair, la grâce, le sublime. En A. Corbin, J.-J. Courtine, & G. Vigarello,

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Creado a la imagen de Dios, el hombre es la más bella de las criaturas y, en particular, el cuerpo de Cristo, el hombre-Dios encarna la idea de la belleza perfecta. Por lo mismo, el dios encarnado asume en su carne la terrible paradoja del cuerpo cristiano, imagen de la perfección creada, testigo de la corrupción y de la abyección de la muerte. 6 Extrañamente, este padre, como síntoma abominado, no cesa de retornar. El está siempre allí. Y, como todo retorno de lo reprimido, se presentifica bajo los contornos de una formación del inconsciente. Inversamente proporcional a su denegación, el padre hace signo en toda su desmesura. Y lo hace por el cuerpo, principalmente del lado de la posteridad, en su punto de eflorescencia. Hoy, los adolescentes injertan el <<objeto>> de su goce directamente sobre el cuerpo. De este modo, el padre <<se incrusta>>. Reaparece en su carne, a flor de piel. Tatuaje, escarificación, mutilación, piercing, implante… la hazaña médica ha mostrado la vía. El <<falo>>, hoy se implanta sobre los tobillos, alrededor de los ojos… ¡en la cabeza!. Se ensarta bajo la piel, se lo engrapa. En pocas palabras, hace función de escritura. Un poco como si la metáfora del padre –siempre ya allí-, pero cada vez un poco más suprimida, debiera ahora ser escándalo para hacerse saber y encontrar donde inscribirse.

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Recibido: 18 de abril del 2011 Aceptado: 1 de junio del 2011

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conformidad y corresponde a la Revista de Psicología los derechos de impresión, de reproducción y distribución por cualquier forma e inclusión en índices nacionales e internacionales. Para ello, todos los autores deben transferir, necesariamente dichos derechos a la Revista con el Modelo de Carta de Presentación de Trabajos y Cesión de Derechos de Publicación que luego de cumplimentado y firmado por todos sus autores deberá ser enviado por fax, correo postal o correo electrónico. La Revista de Psicología se compromete a mencionar al autor o autores y darle el crédito de la autoría del trabajo siempre que sea publicado. Una vez publicado, el autor recibirá su artículo en dos ejemplares de la revista impresos. Los árbitros mantendrán la confidencialidad de los documentos en revisión y del proceso de arbitraje. No están autorizados a hacer uso de los documentos sin consentimiento del autor. 5. CONSIDERACIONES ÉTICAS DE LOS TRABAJOS Si el autor incluye en su trabajo figuras pertenecientes a otros, deberá adjuntar los comprobantes de los permisos para su presentación. La información de otros autores deberá ser citada y la información de la fuente incluirla en las referencias. El trabajo debe de haber contado con la aprobación de la institución para su realización, el consentimiento informado y deberá velar por la protección a los participantes, quienes podrán disponer de la información relativa a los hallazgos del estudio. (http://www.apa.oeg/journals). 6. ESTRUCTURA DE LOS TRABAJOS PARA SER PUBLICADOS: INVESTIGACIONES ORIGINALES Se trata de estudios empíricos que presentan análisis secundarios que comprueban hipótesis e incluyen análisis de datos no realizados en estudios previos. La estructura de las investigaciones originales debe contener las siguientes partes: Título, autoría, resumen, palabras clave, introducción, método, resultados, discusión, referencias, notas acerca del autor. No deben exceder las 25 páginas. Título. Debe ser claro y no exceder las doce palabras. Autoría. Indicar el nombre del autor o autores, correo electrónico y afiliación institucional de todos los autores. Resumen. Contiene el planteamiento del problema, objetivos del estudio, método, principales resultados y conclusiones, redactado en un máximo de 120 palabras. Su expresión debe ser clara e inteligible. Palabras clave. Se recomienda que no sean menos de tres ni más de cinco. Se extraen del artículo. El resumen y las palabras clave deberán presentarse además en el idioma inglés y portugués. Introducción. Permite describir el problema en estudio y abarca el primer contacto teórico de la investigación. De manera secuencial y sucinta, se presentan el planteamiento del problema, una revisión histórica - teórica (si procede) y el estado actual del tema, la formulación del problema, los objetivos y/o hipótesis. La redacción debe denotar adecuada organización, de tal modo que se aprecie la continuidad lógica de los trabajos anteriores y/o previos con el actual. Método. Incluye las subsecciones: participantes, instrumento y procedimiento. Se empieza haciendo referencia al diseño y luego en la primera sección de participantes, se describen las características de la muestra, técnica de muestreo, tamaño y precisión de la muestra. La segunda sección describe la ficha técnica así como las propiedades psicométricas del instrumento o instrumentos empleados, detallando el ámbito de aplicación así como el contexto en el que se validaron y estandarizaron. En la última sección


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procedimiento se describen: las manipulaciones experimentales (de ser el caso), el proceso de recogida de datos, el consentimiento informado y los estadísticos que se usaron. Resultados. Se describen narrativamente los hallazgos del estudio como el análisis de datos y como complemento a lo descrito, se presentan las tablas y/o figuras. Cada tabla deberá ser numerada consecutivamente con números arábigos en la parte superior de la misma y las figuras tienen numeración independiente de las tablas y su título se coloca en la parte inferior de las mismas. Discusión. Evalúa e interpreta las implicancias de los resultados, especialmente considerando la hipótesis. Se debe relacionar y comparar los hechos observados con la hipótesis u objetivos, marco teórico y antecedentes referidos en la introducción, aclarando excepciones, contradicciones o modificaciones. La interpretación debe considerar las amenazas a la validez interna, la imprecisión de mediciones, cantidad de pruebas, tamaño de efecto observados y otras limitaciones del estudio. Señalar la validez externa de la investigación y concluir señalando la importancia de los hallazgos. Este rubro finaliza con la presentación de las conclusiones. Referencias. La uniformidad de las referencias bibliográficas tendrá como patrón las normas de la APA. Apéndice (Anexos). Se incluye sólo si éste ayuda a los lectores a comprender, evaluar o replicar el estudio. Puede ser, una prueba no publicada y su validación, una descripción detallada de una pieza completa de equipo o un programa psicológico propuesto. Notas acerca del autor (es) Incluye: (a) La afiliación institucional; (b) Fuente de apoyo económico de la investigación (3) Referencias profesionales; (4) Direcciones postales y electrónicas. ARTÍCULOS DE REVISIÓN Son artículos teóricos para promover avances en la teoría. Su esquema incluye: título, resumen y abstract, introducción, cuerpo de la revisión y referencias. Tendrá una extensión máxima de doce páginas y se aceptará tablas y/o figuras, según sea el caso. CITAS EN EL TEXTO Y REFERENCIAS CITAS El estilo APA requiere que el (la) autor(a) del trabajo documente su estudio a través del texto, identificando autor(a) y año de los recursos investigados. A continuación se presentan algunos ejemplos: Cita textual La información transcrita de menos de 40 palabras se coloca entre comillas y entre paréntesis el autor, año y el número de página de donde se extrae la información. Citas con 40 palabras o más, se escribirán en un párrafo separado, con sangría de cinco espacios a ambos márgenes, sin comillas y transcritas a un espacio entre líneas. Cita indirecta (hace referencia a una idea no textualmente). a) Obras de un autor(a): Méndez (2005) investigó la relación entre…. Los factores protectores de la salud mental en la adolescencia…. (Méndez, 2005) En el año 2005, Méndez identificó…. b) Obras con múltiples autores (as): · Cuando un trabajo tiene dos autores(as), siempre se citan los dos apellidos. · Cuando un trabajo tiene tres a cinco autores(as), se citan todos los autores(as) la primera vez que ocurre la referencia en el texto. En las citas subsiguientes del mismo trabajo, se escribe solamente el apellido del (la) primer(a) autor(a) seguido de la frase "et al." y el año de publicación. · Cuando una obra se compone de seis o más autores(as), se cita solamente el apellido del (la) primer(a) autor(a) seguido por la frase "et al." y el año de publicación.


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c) En el caso que se citen dos o más obras por diferentes autores(as) en una misma referencia, se escriben los apellidos y respectivos años de publicación separados por un punto y coma dentro de un mismo paréntesis y ordenados alfabéticamente. d) Cuando se citen trabajos del mismo autor (es) y de la misma fecha, se añadirán al año las letras a, b, c. REFERENCIAS La lista debe tener un orden alfabético por apellido del autor(a), en minúsculas, incluyendo las iniciales de sus nombres. Todos los trabajos que han sido citados deben figurar en referencias. A partir de la segunda línea de cada entrada, se debe sangrar en la lista a cinco espacios. Libro completo · Un autor: Apellido, Inicial del autor o editor. (Año de la publicación). Título del libro en letra itálica (edición). Lugar de publicación: Editorial · Más de un autor: Apellido, Inicial del autor., Apellido, Inicial del autor., Apellido, Inicial del autor & Apellido, Inicial del autor. (Año de la publicación). Título del libro en letra itálica (edición). Lugar de publicación: Editorial Capítulo de libro Apellido, Inicial del autor o editor. (Año de publicación). Título del capítulo o sección. En Editor (con su nombre en el orden normal) (Abreviatura de Editor), Título del libro en letra itálica (páginas). Lugar de publicación: Editorial Artículo de Revista · Artículo con un autor: Apellido, Inicial de nombre. (Año de publicación). Título del artículo. Título de la revista, volumen (número de la edición), número de las páginas. · Artículo con dos autores: Apellido, Inicial de nombre. & Apellido, Inicial de nombre. (Año de publicación). Título del artículo. Título de la revista, volumen (número de la edición), número de las páginas. · Artículo de Revista digital: Apellido, Inicial de nombre. (Año de publicación). Título del artículo. Título de la revista, volumen (#), pp.doi: # · Artículo en línea: Apellido, Inicial de nombre. (Año de publicación). Título del artículo. Título de la revista, volumen (#), pp. Recuperado de URL · Artículo en prensa: Apellido, Inicial de nombre. (en prensa). Título del artículo. Título de la revista. Tesis Apellido, Inicial de nombre. (Año de publicación). Título de la tesis. Tesis para optar.., Escuela o Departamento, Universidad, ciudad, país.


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(MODELO DE) CARTA DE PRESENTACIÓN DE ARTÍCULO Y CESIÓN DE DERECHOS DE PUBLICACIÓN Lugar y fecha Sr. Director de la Revista de Psicología ISSN 1990-6757 Universidad César Vallejo, Trujillo – Perú. El(los) autor(es), abajo firmante(s), presenta(n) el artículo titulado (a): __________________________________________________________________________________ para que sea evaluado por los árbitros y dictaminen su posible publicación en la Revista de Psicología ISSN 1990-6757 de la Universidad César Vallejo. Declaro (amos) que el artículo es original e inédito y, por tanto, no ha sido sometido a revisión de ninguna otra revista (nacional o internacional) ni de ningún medio impreso y/o electrónico para su publicación. Garantizo (amos) que el artículo ha sido elaborado por mi (nosotros) mismo(s) y que en ningún caso es propiedad de otra persona física o jurídica ni es copia, total ni parcial, de ningún material existente y, si así fuera, asumo (asumimos) cualquier responsabilidad que del hecho de la copia de este material pudiera derivarse, quedando la Revista de Psicología eximida de cualquier responsabilidad. Acepto (aceptamos) transferir los derechos de publicación de modo exclusivo a la Revista de Psicología de la Universidad César Vallejo, la misma que se responsabilizará de la impresión, reproducción, distribución e inclusión en repositorios y bases de datos nacionales e internacionales. La Revista de Psicología publicará el artículo en el idioma en que el autor lo remitió y el título y resúmenes en inglés y portugués. La Revista se compromete a mencionar al autor o autores y darle el crédito de la autoría del trabajo siempre que sea publicado. También se compromete a reflejar los contenidos que el autor desea expresar. Para ello el editor de la revista remitirá al autor su artículo editado y mejorado por el corrector idiomático a fin de que indique la conformidad para su publicación. El autor podrá incorporar algún cambio a su obra antes de su publicación o luego de ella. En este último caso el autor asumirá los gastos que impliquen una nueva publicación de la revista, y su difusión. El autor también podría optar por retirar la obra de la publicación, asumiendo los gastos que ello represente. Un mes después de publicada la Revista, los autores recibirán dos ejemplares por cada uno en versión impresa más la Resolución de facultad en donde se reconoce su contribución. El contrato podrá darse por anulado bajo dos circunstancias: - si no se publica la revista en el plazo fijado o en un lapso de seis meses después, o – cuando el autor no remitiera la obra al editor dentro de las fechas acordadas. Los datos personales se consignan, según lo solicitado, exclusivamente para fines de identificación del autor o autores, en el siguiente formato:


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Nombre: Nacionalidad: Dirección de residencia: Cód. postal: Ciudad y país: Documento de identidad: DNI, tarjeta de residente, pasaporte y número:

(Presentar una tabla por cada autor) El autor(los autores) indica(n) si desea (n) la identificación de autoría, utilización de algún pseudónimo o anonimato. Finalmente, el autor que se mantendrá en contacto con la editora es ____________________________________________________________________________

Atentamente, Nombre (s) y apellidos de todos los autores y firma (s)


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ISSN 1990 – 6757

Revista de Psicología Rev. Psicol. Año 13, vol. 1. Enero a junio 2011 Publicación de la Facultad de Humanidades, Escuela de Psicología. Universidad César Vallejo S.A.C. Trujillo Perú

Av. Larco 1770. Distrito Víctor Larco. Trujillo – Perú Telf. 485000 anexos 7203 -7145 Periodicidad: Semestral Suscripción: Anual S/. 40.00 (No incluye gastos de envío). Por número S/. 25.00

SOLICITUD DE SUSCRIPCIÓN A LA REVISTA DE PSICOLOGÍA Estoy adjuntando S/._______________ Cheque: ___________________ Giro: __________________ Período de suscripción: volumen: _______________ número: _____________ año: _______________ Nombre y apellidos: _________________________________________________________________ Dirección: _________________________________________________________________________ Ciudad:____________________________ Código postal:______________País:__________________ Teléfono: ___________________ Celular: ______________________ Fax: _____________________ ( ) Deseo que me envíe información sobre los números anteriores de la Revista. Remitir a: Universidad César Vallejo Fondo Editorial Av. Larco 1771. Distrito Víctor Larco. Trujillo – Perú Teléfono (51)(44) 485000 Anexos 7148 -7145 Fax: (51)(44) 485019 Correo electrónico: revistadepsicologia@ucv.edu.pe


Esta edici贸n consta de 1000 ejemplares 漏 Todos los derechos reservados Trujillo, junio del 2011


CONTENIDO

INVESTIGACIONES ORIGINALES Adopción del rol materno en madres adolescentes primerizas según grupo de convivencia. Garrido Hidalgo, María del Carmen y Marchán Coronado, Marleny Valores y juicio moral en un grupo de abogados de Lima Grimaldo Muchotrigo, Mirian Pilar Evaluación de los Tipos Profesionales de Holland: verificación de la estructura interna (en portugués). Murgo Mansão, Camélia Santina y Porto Noronha, Ana Paula Impacto del tratamiento y fases psicológicas que atraviesa el paciente con cáncer Raymundo Villalva, Ornella y Ayala Serrano, Irina Incidencia del ajuste diádico y sentido del humor en la satisfacción marital Zicavo, Nelson y Vera¸ Carolina Validez comparativa de tres sistemas de calificación del Test Gestáltico Visomotor de Bender Merino Soto, César

ARTÍCULOS DE REVISIÓN El concepto de gratitud desde una perspectiva psicológica Caycho Rodríguez, Tomás Una reseña introductoria a la Psicología del Tránsito Arias Gallego, Walter Lizandro Violentar el cuerpo Orozco Guzmán, Mario y Quiroz Bautista, Jeannet


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