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Inspecciones de seguridad

importancia del análisis del trabajo y del correcto desarrollo de esa técnica. De no ser así no tendremos procedimientos como los que se han descrito. b) Debería existir una relación de las diferentes ocupaciones de la empresa, con el desglose de las distintas tareas y la valoración de las pérdidas potenciales graves que lleven incluidas. En definitiva, una rela- ción de trabajos críticos. Esa relación debe ser revisada al menos anual- mente. c) Es necesario tener objetivos claros para conseguir que se realicen los análisis y procedimientos de trabajo de todos los trabajos críticos. Hay que efectuar el control de las realizaciones respecto del objetivo.

d) Efectuar el control de los AT y PT respecto al total de trabajos críticos, sin olvidarnos de la mencionada revisión y puesta al día —registrando estas revisiones— sobre todo si surgen cambios en la tarea o si se ha producido accidente/incidente grave o potencial mente importante. e) Deben identificarse y registrarse los peligros de cada trabajo, por fases, en la correspondiente hoja de análisis, haciendo constar los contro- les y acciones pertinentes. Este tipo de recomendaciones será utilizado en señales o ayudas visuales y complementarias. Los AT y PT, además de su utilidad intrínseca, son ayudas valiosas en la aplicación de otras técnicas, como es el caso de la investigación y las reuniones de grupo. f) El desarrollo del programa de AT y PT debe ser auditado varias veces en cada anualidad para conocer la efectividad, informando a los niveles superiores de los resultados de esas auditorías.

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INSPECCIONES DE SEGURIDAD

La inspección de seguridad es la técnica analítica previa al accidente/in- cidente más conocida y más practicada como medio para detectar y controlar los peligros potenciales susceptibles de ocasionar pérdidas que afecten a las personas o a la propiedad.

Puede decirse que las inspecciones son el fundamento y la punta de lanza para cualquier programa preventivo con deseos de alcanzar niveles

Figura 25. Cuadro de definiciones.

avanzados en su desarrollo. Veamos para ello este encadenamiento pro- gresivo: decíamos, al comentar las observaciones del trabajo, que precisa- ban de los procedimientos de trabajo u operación para que fuesen efica- ces los pretendidos conocimientos sobre cómo hace la gente el trabajo.

Pero los procedimientos requieren el análisis previo de los trabajos. Asimismo podemos afirmar que no estaremos en condiciones de hacer buenos análisis sin una previa y dilatada experiencia en inspecciones.

Esta es una buena razón para hacer inspecciones en la empresa, pero hay más: ¿Por qué inspeccionamos? podemos preguntarnos. En función de esa respuesta tendremos también las de cómo, cuándo y dónde inspeccionar.

Si lo hacemos para descubrir peligros físicos observaremos las cosas en el lugar que estén. Si es para descubrir peligros físicos y actos inseguros observaremos también a la gente.

Y ¿qué conseguimos haciendo inspecciones? Al menos lo siguiente: — Sabemos que debe haber una preocupación real por la seguridad en el mando de línea. Con la inspección el supervisor demuestra su sinceri- dad frente a la seguridad. — Con la inspección se consigue detectar condiciones peligrosas y sus causas, así como errores de comportamiento y sus posibles causas. — La inspección permite analizar las causas inmediatas y las causas básicas que son origen de los peligros. — La inspección permite actuar sobre las tendencias inseguras, se reva- lorizan las normas de seguridad y se enseña seguridad. — Con las inspecciones se propician acuerdos entre las partes respon- sables en seguridad y se mejoran las condiciones físicas y los comporta- mientos y prácticas de seguridad.

Si todo esto es lo que se consigue no deberá extrañar que hagamos esta afirmación: en las empresas se deben hacer inspecciones para medir la actuación de los mandos de supervisión en seguridad, porque si tienen tantas ventajas habrá que asegurar su realización y su calidad, y eso podremos conseguirlo si incluimos la inspección entre los factores de medición de las actuaciones del mando.

Diferenciaremos ahora los dos principales tipos de inspección: 1) Informales o espontáneas, que pueden ser realizadas por el mando mientras realiza sus actividades normales de supervisión, las cuales pue- den dar como resultado informaciones concretas de los trabajadores al mando inmediato sobre situaciones peligrosas. 2) Inspecciones planificadas, que serán generales o de partes críticas. Las primeras pueden abarcar la totalidad de dependencias o estar referidas a departamentos y servicios concretos. En cuanto a las de partes críticas serán, a ser posible, realizadas por los especialistas de esas partes de alta importancia dentro del conjunto, que pueden interrumpir, deteriorar o degradar las operaciones y las condiciones de seguridad.

Entre los requisitos para estar a un nivel avanzado en las inspecciones, debemos considerar al menos estos nueve:

1) Hay que planificar inspecciones para cada área de trabajo, de fre- cuencia mensual, con responsabilidades asignadas directamente por la dirección a los jefes, encargados o mandos de esas áreas. 2) Las condiciones físicas y prácticas inseguras detectadas en las inspec- ciones deben informarse por escrito en un formulario adecuado. 3) Conviene disponer de una lista de aquellas situaciones que deban 41

Figura 26. Formulario para inspecciones.

Figura 27. Formulario para evaluación de inspecciones. ser comprobadas, lista que ha de ser actualizada si existen cambios en las instalaciones, equipo, proceso, etc. 4) Los peligros detectados se clasificarán de acuerdo con la gravedad o potencialidad de pérdida, aspecto esencial para establecer prioridades en las correcciones (Ver la clasificación ABC que ha sido expuesta en evalua- ción del riesgo, del primer capítulo). 5) Si la inspección general es realizada por personal de nivel superior al del área inspeccionada, debe entregarse copia del informe al mando de la misma para que adopte las medidas correctoras, ya que él es el responsa- ble de velar por el control de todos los peligros del área o sección de su responsabilidad.

6) Es necesaria una política de inspección de partes críticas que, poten- cialmente, puedan derivar en pérdidas importantes. Para ello debe existir una relación de esas partes o puntos críticos y su regular puesta al día. Este extremo será auditado periódicamente. 7) El equipo automotor y de manejo de materiales deberá estar perfec- tamente identificado, con fichas de comprobación previa a su utilización, con los estándares que deben cumplir y evaluación de su correcta utiliza- ción. 8) Los resultados de la supervisión del mantenimiento de los estándares establecidos para las inspecciones deben ser informados a los niveles superiores de mando, a ser posible trimestralmente. Por lo cual, hay que hacer mediciones trimestrales de la efectividad del programa de inspec- ciones generales, del de partes críticas y del de comprobación del equipo antes de su uso, evaluando y corrigiendo las desviaciones. 9) Un cuidado especial nos ha de merecer el control de aplicación de las diferentes medidas correctoras que han sido decididas y la información del resultado de este control al directivo máximo.

En la figura 26 se recogen los aspectos de mayor interés para un formulario de inspección. Destacaremos del mismo la operatividad de la simbología que puede figurar en la columna izquierda: mediante A, B o C, queda de manifiesto la gravedad del peligro que ha sido detectado, ya que se hace figurar junto a la descripción del mismo. Si colocamos un número delante de A, B, C, será el indicativo de las veces (según el número) que se cita en inspecciones el mismo peligro (supuestamente no corregido). Si trazamos un círculo envolviendo al número anterior indicará que el peli- gro está en vías de solución, pero no ha finalizado la corrección. Si el número está tachado con un aspa indicará que el peligro está corregido.

Utilizando alguno de los sistemas de copia o papel de autocopia, al menos para la parte descriptiva de los peligros, se evitará repetir la escritura de los mismos en cada nueva inspección, pues necesariamente habrá que recoger referencias ya contempladas en la inspección anterior. De ahí la indicación de informe "inicial y final" para las fechas.

En la figura 27 se ofrece un modelo para evaluar el nivel o calidad de las inspecciones que realizan los diferentes mandos de línea. En la primera columna figura el desglose de conceptos que han de ser evaluados; en la siguiente la puntuación máxima que puede darse a cada concepto y en la última es donde se harán figurar los puntos concedidos por el evaluador en cada concepto sobre el total posible. Es un magnífico sistema para conseguir realizar buenas inspecciones.

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