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El beneficio

• Pérdidas por rendimiento disminuido en los trabajadores que han sustituido al lesionado. • Contabilización de los tiempos dedicados a investigaciones y trámites legales que pudiera ocasionar el accidente. • Inactividad laboral de las comisiones que pudieran crearse para visitas a familiares de lesionados, en horas laborables, y para discutir las circuns- tancias en que se produjeron los hechos. • Costes adicionales del período de aprendizaje de los trabajadores nuevos que sustituyen al lesionado, caso de no reintegrarse éste. — Costes derivados de los defectos de calidad por el accidente. — Importe de las horas extras de suplencias y de reparaciones. — Producción no realizada por causa de accidentes. — Importe de la parte proporcional de gastos generales.

Partidas de costes no contabilizables — Baja moral de trabajo como consecuencia de los accidentes. — Dificultades de contratación de mano de obra por la mala imagen de empresa y de inseguridad por los accidentes. — Relaciones públicas deficientes y dificultosas. — Repercusiones en el descenso de ventas por imagen negativa.

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EL BENEFICIO

Los dirigentes empresariales saben bien que deben dar beneficios, que deben satisfacer al público constituido por los trabajadores, los miembros de la comunidad en que trabajan, los clientes y los accionistas.

En esa satisfacción general de intereses se encuentran la necesidad de crear las condiciones que tiendan al bienestar social.

Tampoco hay que olvidar que el público siempre dirá que quiere más, pero la mayoría en lo que están interesados es en pagar un precio justo por ese bienestar.

Esto debería tenerse presente en las empresas por lo que respecta a las exigencias que puedan hacerse de seguridad. Siempre se pedirá más pero no debemos olvidar que la mayoría sabe cuándo se hace lo necesario, de la misma manera que sabe cuándo no se hace.

El beneficio que se deriva de las adecuadas condiciones de seguridad e higiene en el trabajo tiene depositarios individuales y colectivos.

El primer beneficiario es el propio trabajador, de la misma manera que es el principal afectado cuando tienen lugar accidentes que producen lesiones y contactos que derivan en enfermedades profesionales.

También la empresa es un beneficiario directo, porque evitar las pérdi- das repercute en el ejercicio rentable de los riesgos especulativos. Y todo eso redunda en la consecución de los beneficios generales que afectan a la colectividad.

De forma indirecta, los aseguradores, los subcontratistas, los consumis- tas, las familias y la sociedad en general, son receptores de los beneficios de la seguridad e higiene en el trabajo.

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