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Mejora de métodos/procedimientos
Rojo: Indica peligro, prohibición, detención. Amarillo: Indica precaución, peligro no inmediato. Verde: Color que indica seguridad, ausencia de peligro. Azul: Color auxiliar que indica obligación. Blanco y negro: Para contraste, mejorando la visión y simbología.
Señales
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Constituyen símbolos normalizados para representar de forma específi- ca prohibiciones, obligaciones, advertencias, salvamento.
Avisos
Son mensajes breves y claros relativos a la seguridad y dispuestos sobre una superficie donde destaca, de forma predominante, el rótulo y el color.
Balizamiento
Objeto o conjunto de ellos que se utilizan para delimitar zonas peligro- sas, ya sea de trabajo o de tránsito, como es el caso de señales luminosas, banderolas, barreras fijas y móviles, cintas de delimitación, etc.
Nos referiremos también aquí al orden y limpieza por la proximidad conceptual que tienen con la señalización, y porque no pretendemos hacer extenso el comentario sobre su contenido ya que, obviamente, no precisan de una explicación especial.
Lo que sí pretendemos y debemos es dejar constancia de su importan- cia para la seguridad e higiene del trabajo. Un síntoma muy significativo de su necesidad nos lo proporciona el resultado de un conjunto de encuestas realizadas en EE.UU. e Inglaterra, donde aparecen el orden y la limpieza como factores comunes desarrollados a un alto nivel en las empresas que tienen mejores resultados. Es decir, que limpieza y orden forman parte siempre de los programas más efectivos en seguridad e higiene de las empresas con menores accidentes y pérdidas.
MEJORA DE MÉTODOS/PROCEDIMIENTOS
La referencia a este método operativo de seguridad tiene su fundamen- to en la necesidad de cambio, de progreso en seguridad, de mejora de las condiciones en que han de realizarse los trabajos.
Nos hemos referido extensamente a los procedimientos de trabajo al comentar la técnica de análisis del trabajo como fundamento de los procedimientos. La realización del análisis lleva implícito el desarrollo del procedimiento pero éste, en sí mismo, es una técnica operativa. De ahí que volvamos a referirnos a ella en este capítulo.
Hablar de procedimiento de trabajo, de operación o de tarea es una misma cosa. En definitiva, se trata de definir de forma concreta, fase por fase, el trabajo que ha de realizarse, poniendo un mayor énfasis en aquellos aspectos críticos para la seguridad, la calidad o el proceso en general.
Cuando deseamos establecer un procedimiento para un trabajo deter- minado por primera vez, precisaremos realizar con antelación el corres-
pondiente análisis del trabajo. Si el procedimiento ya existe y debemos variarlo o perfeccionarlo, podemos decir que estamos ante un proceso de mejora del método o procedimiento, lo que no descarta la necesidad de fases analíticas.
Lo sustantivo del procedimiento será la descripción operacional de cada fase y la consignación de los puntos críticos que conlleva.
Todo ello se desarrolla en forma sistemática y progresiva en relación con el avance que va teniendo el trabajo. Los qué, quién, cuándo, cómo, dónde y porqué, que Kipling definía como honrados servidores, resultan indispensables para definir con precisión las actuaciones.
Si se trata de la mejora del procedimiento habrá que pensar en: — Eliminar los detalles innecesarios. — Combinar distintas partes de la fase del trabajo si ello es posible. — Reordenar las secuencias de las operaciones o fases del trabajo. — Simplificar todos los detalles necesarios hasta donde sea posible. — Recordar que puede existir un método de trabajo más seguro.
Figura 43. Análisis, procedimientos y mejora de métodos.