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Agentes biológicos
ningún período de tiempo ya se indica expresamente. Este dato es conoci- do como valor techo.
Cabe indicar también que los servicios de seguridad e higiene de las mutuas patronales de accidentes de trabajo, están en disposición de facilitar la información necesaria en todas estas cuestiones, complementada en muchos casos con las publicaciones de su Asociación para la prevención de accidentes.
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AGENTES BIOLÓGICOS
Son organismos vivos, generalmente microscópicos, que pueden dar lugar a enfermedades infecciosas y parasitarias.
Los agentes biológicos se pueden transmitir por contacto físico, por inhalación, inyección e ingestión. En trabajos de enfermería de hospitales, en investigaciones de laboratorio, en granjas, mataderos y operaciones de tratamiento y envasado de carnes, son posibles los peligros por agentes biológicos.
En los hospitales los peligros biológicos principales son las infecciones bacterianas (neumonías) y las virales (hepatitis B, SIDA). El personal de lavandería, de atención al material quirúrgico, de enfermería, preparación de alimentos y tareas similares, es susceptible de contaminar o contami- narse con los agentes biológicos. Por ello deberán extremar la higiene personal, esterilización y desinfección.
Clasificación
Vamos a referirnos fundamentalmente, aunque sea de forma breve, a cuatro agentes biológicos: bacterias, parásitos, virus y hongos.
Las bacterias, como organismos unicelulares que son, precisan de mi- croscopio para su observación. Pueden causar el carbunco, la fiebre de malta, la tuberculosis y el tétanos. Se presentan en forma esférica (cocos), de bastón (bacilos) y de sacacorchos (espirilos).
Respecto a los parásitos debemos precisar que nos referimos al concep- to de que son organismos parásitos de plantas o animales, y no a bacterias o virus. Los parásitos viven en otro organismo, del que se aprovechan sin beneficiarle, como es el caso de la tenia en el intestino. Las infecciones
Figura 69. Trabajos con peligros biológicos.
parasitarias principales están causadas por protozoos, helmintos y artrópo- dos.
Los virus, de tamaño submicroscópico, sólo pueden ser vistos con microscopio electrónico. Son parásitos intracelulares, es decir, que crecen y se multiplican dentro de las células. Son enfermedades virales las provo- cadas por virus respiratorios, las transmitidas por animales (rabia) y por infecciones sanguíneas (hepatitis vírica, SIDA).
Los hongos son formas de vida vegetal y microscópica. Su principal incidencia en las personas se manifiesta a través de la piel. Las enfermeda- des micóticas causadas por estos microorganismos se centran principal- mente en los agricultores, los dedicados a la cría de animales y, en general, en los que trabajan al aire libre.
Efectos y medidas aplicables
Los efectos más generalizados son de este orden: resfriados, difteria, viruela, tuberculosis, hepatitis infecciosa, carbunco, tétanos, brucelosis, rabia.
Antes de trabajar en lugares con exposición a agentes biológicos debe- ría efectuarse el correspondiente examen médico y vigilar periódicamen- te el estado de salud general. Si existe vacuna adecuada, desde el punto de vista de efectividad, es recomendable su aplicación.
En laboratorios en los que se trabaje con productos infecciosos debería estar prohibido fumar, comer, beber e incluso mascar goma. El lavado y desinfección cuidadosa de las manos antes de ir a comer, beber o fumar es determinante.
La ropa protectora no debe utilizarse fuera del recinto de trabajo de las áreas afectadas. Con los residuos debe tenerse un cuidado especial de descontaminación o eliminación.
Las medidas de ingeniería no deben ser olvidadas en la fase de diseño y acondicionamiento. Así, el uso adecuado dé sobrepresiones y depresio- nes, las separaciones físicas de los peligros biológicos, la filtración eficaz del aire, la luz ultravioleta para las tomas y salidas de los conductos de ventilación, la separación con barreras fungicidas de las diferentes áreas, son todas ellas de especial significación.
De todas formas, el comportamiento del personal tiene gran importan- cia. A tal efecto no debe olvidarse que la mayor parte de los incumplimien- tos de la normativa se deben a la falta de sensibilización con los problemas reales. Es necesario, portante, un trabajo serio de información y formación del personal implicado en los peligros que se desean combatir. Los dife- rentes niveles de responsabilidad tienen una vez más, como no podía ser de otra manera, la llave para hacer efectivo el programa establecido de acuerdo con las políticas de la dirección. CONTROLES DE INGENIERÍA
Sabiendo que el peligro de exposición a los contaminantes depende de la cantidad de esos agentes y del período o tiempo que dura la exposición, porque disminuyendo una u otra disminuye la agresión, y que las medidas
operativas o de control dependen de la naturaleza del agente y de la vía de absorción, es natural que debamos determinar: 1) La fuente que origina el contaminante. 2) El recorrido que sigue el contaminante hasta llegar al trabajador. 3) El sistema de trabajo relacionado con el contaminante. 4) La protección que emplea el trabajador.
Tenemos tres posibles líneas de acción, que deben ser aplicadas en el orden de prioridad que vamos a describir, si bien tendremos en cuenta que las dos últimas son complementarias de la primera. En primer lugar las soluciones técnicas, entre las que destaca el concepto de diseño o previ- sión de las medidas que deben ser adoptadas en el proyecto para evitar la imperfección y elevado coste de las soluciones a posteriori. En segundo lugar las medidas administrativas, fundamentalmente para limitar la dura- ción de la exposición. Y, finalmente, el recurso a la protección personal del trabajador.
Cuando se trata del diseño se debe tener presente en los procesos: — Que las sustancias peligrosas queden confinadas al máximo en el interior del proceso, sin pasar al ambiente. — Que se genere el menor nivel posible de agentes físicos peligrosos.
Si bien es cierto que, en general y tratándose de sustancias químicas, resulta ser mínima la cantidad del agente que pasa al ambiente en compa- ración con la que forma parte del proceso, hay que extremar el control en el diseño para conseguir mayor efectividad. El ideal, lógicamente, sería diseñar sistemas herméticos y desarrollos totalmente automáticos.
Pero hagamos una consideración. Supongamos un proceso diseñado como poco agresivo para el trabajador. Con el tiempo aparecen desgas- tes, desequilibrios, vibraciones, holguras en las juntas, percusiones mayo- res por superiores desplazamientos de piezas respecto a los iniciales, y así sucesivamente.
Sucede que, inicialmente, las agresiones eran lo suficientemente pe- queñas como para no tenerlas en cuenta. Con el tiempo, y porque no se aplicó un riguroso mantenimiento preventivo, surgieron los problemas y las soluciones ya son más difíciles. Pero el caso es que la situación se debe corregir, porque ahora es necesario.
Estas situaciones, que son perfectamente conocidas por los mandos de la línea de producción en las empresas, sugieren dos consecuencias: 1) Que los mandos participen en la fase de proyecto con sus sugeren- cias, de la misma manera que lógicamente debe de hacerlo el profesional de seguridad e higiene en el trabajo. 2) Que los mandos consideren seriamente sus responsabilidades al dotar a sus secciones de los medios y el rigor necesarios en el manteni- miento preventivo de los procesos con agentes peligrosos.
Analizaremos seguidamente las tres principales líneas de acción en los controles de ingeniería: en la fuente, en el medio y en el receptor, de donde se genera, se transmite y se recibe el agente peligroso.