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Procedimientos de dirección
Y los mandos esperan a que sea el departamento de segundad o el técnico de la mutua quien se responsabilice y haga lo que es obligación de los encargados, de los capataces y de la supervisión en general.
Nos resistimos a insistir más en el tema. Creemos que ha de ser suficien- te para entenderlo, para hacerlo, de usted depende.
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PROCEDIMIENTOS DE DIRECCIÓN
La clave para el desarrollo efectivo de la seguridad en la línea radica en los procedimientos que tenga establecidos la dirección para rendir cuen- tas, para que se sepa lo que se hace.
Este es uno de los principios más importantes en seguridad, y también uno de los más olvidados o desconocidos.
Se trata de cómo saber si se hace lo que está estipulado en los progra- mas establecidos, o de que se establezcan esos programas y de averiguar cuáles son los resultados conseguidos.
Por eso hablaremos de rendir cuentas por actividades (realizaciones) y por resultados.
La dirección tiene que establecer los requisitos básicos para conferir autoridad a la línea. Y el mando demostrará su responsabilidad en el control y ganará autoridad si: — Participa activamente en los trabajos de seguridad e higiene. — Observa las normas establecidas. — MIDE el trabajo desarrollado en seguridad. — Evalúa los resultados del trabajo. — Corrige los bajos niveles de trabajo respecto de lo establecido.
No lo olvidemos: se desarrollará esfuerzo en el área en que el jefe esté midiendo.
Ese es el procedimiento de dirección para acabar con situaciones como éstas, tan conocidas: — Hay mandos de supervisión que se han aprendido muy bien aquello tan repetido de que "la seguridad es una función de dirección", por eso creen que no es a ellos a quienes les compete. — Otros argumentan: "Esto es un problema de seguridad. Llévalo al comité de seguridad, o al departamento de seguridad" (si lo hay). — Todavía ocurre que, cuando sucede un accidente, se le imputa al especialista de seguridad o al servicio médico, es decir, se anota en la estadística de esos profesionales cuando tal imputación corresponde al mando de línea, en el departamento en que se produce el hecho.
Figura 81. La clave para la seguridad integrada.
Rendir cuentas por resultados
La dirección de la empresa, para lograr que se haga seguridad debe medir y debe establecer procedimientos de medida que sean justamente los precisos, en variedad y contenido, para conseguir el objetivo.
Habrá que conocer lo que se consigue, saber el resultado de la aplica- ción de los programas que estén en marcha. Pero no vale que sean sola- mente resultados "de la empresa". Hay que ir a resultados por unidades de responsabilidad productiva.
Sugerimos a continuación algunas posibles herramientas de medida.
Cargar los accidentes a los departamentos a) Llevar estadísticas departamentales (esto sólo no basta). b) Cargar los costes de los accidentes al centro de coste o unidad productiva donde tienen lugar. c) Incluir los costes de los accidentes en las cuentas de pérdidas y ganancias, en las cuentas de gestión. Prorrateo de las primas de seguro
La tarifa de primas del seguro de accidentes del trabajo, en nuestro país es idéntica para todas las empresas. Quiere decir que para un mismo puesto de trabajo se aplica el mismo epígrafe, tenga o no accidentes. Esto no parece lo más adecuado para estimular las acciones preventivas. La empresa, que es la que paga íntegramente el seguro de accidentes de trabajo, se queja de ello. Y creemos que con razón. Pero, si tan estimulan- te es la valoración económica (y lo es) para la práctica preventiva, también podría aprovecharse esa característica en la propia empresa, y en lugar de contabilizarse en una partida "sin responsable", a cada departamento se le podría cargar la parte proporcional de la prima total en función de los accidentes que haya tenido.
Incluir seguridad en la valoración del personal
Es, sin lugar a dudas, una de las mejores decisiones que se pueden adoptar si la empresa tiene establecidos métodos de valoración que sirven para algo. Decimos esto porque si son sistemas de valoración que se ignoran totalmente en cuestiones de promoción o remuneración del personal, o se hacen excepciones por razones de alta dirección, podemos olvidarnos de la sugerencia.
Que la seguridad afecte a los ingresos del personal
Y a ser posible de manera tanto más importante cuanta mayor responsa- bilidad exista por la seguridad.
Todo esto es fundamental para ver claro que los índices de accidentes pertenecen a los mandos de supervisión de la línea y no al departamento de seguridad o a la mutua de accidentes de trabajo.
La estimación contable de los costes por accidentes es muy fácil si el informe de investigación de accidentes incluye el total del coste. Incluso puede partirse de datos de costes medios, por tipos de lesiones, por
promedios de duración de las bajas, por la gravedad del accidente. Solu- ciones las hay, falta querer aplicarlas.
Rendir cuentas por actividades, por realizaciones de seguridad
Hay que dar soluciones concretas, operativas, ante los peligros reales o potenciales. Pero ya hemos dejado suficientemente claro que debe pro- cederse en forma profesional para hacer una gestión efectiva. Eso quiere decir que deberemos trabajar con herramientas que han demostrado suficientemente su eficacia si se aplican correctamente.
Esos medios, esas funciones o realizaciones programadas, como son: — Inspecciones departamentales. — Investigaciones de accidentes. — Análisis/procedimientos de operación. — Reuniones de seguridad, reuniones de grupo.
En definitiva, todas las que tengamos identificadas en la gestión deben ser medidas. Hay que rendir cuentas de lo que se ha hecho, atribuyendo puntajes a cada una de ellas y a su contenido para cuantificar el esfuerzo realizado y la calidad del trabajo.
Esta es una buena manera de medir la actividad de seguridad e higiene y no la falta de seguridad, que es lo que se consigue si sólo medimos accidentes. De esta forma medimos antes de que suceda, no después.
Veamos, por ejemplo, el efecto de las mediciones a través de la inspec- ción de seguridad. Tal vez llegaremos a la conclusión de que la razón más importante para hacer inspecciones es medir la actuación del mando en seguridad.
Si nos preguntamos por qué inspeccionamos la respuesta nos determi- nará el cómo, cuándo y dónde inspeccionar. Si es para descubrir peligros físicos y actos inseguros observaremos también a la gente.
Pero si sabemos que a través de la inspección conseguimos: — Que la supervisión tenga una preocupación activa por la seguridad. — Detectar y corregir causas de condiciones peligrosas. — Detectar fallos de comportamiento (actos inseguros) y sus causas. — Demostrar la sinceridad del mando frente a la seguridad. — Poder actuar sobre las tendencias inseguras. — Analizar causas básicas y fallos de sistemas, origen de peligros.
Figura 82. Procedimientos de medición.